SEXUALIDAD TÁNTRICA Afinanda © 2010

SEXUALIDAD TÁNTRICA Afinanda © 2010
SEXUALIDAD TÁNTRICA
INTRODUCCIÓN
El sexo es uno de los
humano. Todos estamos de
plenamente sexual, en cuyo
supervivencia de la especie
naturaleza sexual.
aspectos más importantes de la vida del ser
acuerdo al considerar al hombre un animal
código genético se encuentra el instinto de
que se manifiesta en nuestra conducta y
Sin embargo, determinados condicionamientos sociales han provocado y
siguen provocando que al ser humano le cueste asumir completa y plenamente
su sexualidad, vinculando el sexo a represiones y sentimientos de culpabilidad
que se traducen en trastornos y problemas relacionados con nuestra naturaleza
sexual.
En el mundo occidental el sexo es percibido de una manera
completamente distinta a como se percibe en oriente. Para nosotros el sexo
supone un acto físico encaminado a la procreación sobre el cual se ha
descargado todo tipo de culpabilidades religiosas a lo largo de cientos de años.
Sin embargo, en oriente y en particular en el mundo del Yoga y del Tantra se
entiende el sexo como una experiencia enriquecedora dotada de una profunda
espiritualidad, un camino basado en la divinización de la pareja, cuyo objetivo
no debe ser ni el orgasmo ni la eyaculación.
QUÉ ES EL TANTRA
El tantra consiste en una tradición
esotérica de origen tibetano que significa
textualmente continuidad. En su origen tantra
era un conjunto de textos que eran
transmitidos oralmente en la India y el Tíbet, y
que fueron recogidos en el siglo V en un
conjunto de libros sagrados hindúes que
describen ritos y meditaciones sexuales en
forma de diálogo entre el dios hindú Shiva y
su compañera Shakti. En la actualidad
supone una variante del budismo, es
particular la escuela budista vajrayana, que
coincide con el budismo tibetano.
Los sistemas tántricos transforman las pasiones humanas básicas, entre
las que incluimos el deseo sexual, en un camino en nuestro desarrollo
espiritual. En vez de negar estos impulsos primarios, como en ocasiones se ha
realizado en algunas religiones, el tantra los purifica convirtiéndolos en fuerzas
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sanas y útiles. Dentro de la filosofía tántrica se considera que la energía sexual
es la fuerza más poderosa del ser humano, esta energía puede ser malgastada
inútilmente en el acto sexual ordinario que tiene como resultado acrecentar el
apego por lo terrenal, o bien puede servir para comunicarnos con lo divino y
generar desapego por lo físico al tiempo que promueve una conciencia y
conocimientos auténticos de lo humano. En definitiva, el tantrismo aporta
riquísimas enseñanzas y prácticas que ayudan a enriquecer el erotismo.
En el mundo del Yoga las prácticas sexuales buscan despertar la
energía kundalini que duerme enroscada en la base de la columna. Se le
despierta concentrando nuestra mente en el muladhara chakra o centro del
sexo, que se localiza entre el ano y los genitales. Para conseguirlo debemos
practicar pranayama (respiración yóguica) durante el coito, para que nuestra
energía vital o prana fluya libremente a través de los nadis (canales energéticos
vitales) que conectan nuestros chakras (centros energéticos fundamentales).
En otras palabras, se trata de alimentar al ser humano con energía sexual en
lugar de derrocharla. De este modo el sexo supone una actividad liberadora y
no esclavizadora, ya que promueve el desapego hacia el propio acto sexual.
Yoga significa literalmente unión, la unión de nuestra mente, nuestro cuerpo y
nuestro espíritu. En la sexualidad yóguica los amantes se funden físicamente y
energéticamente, el hombre es la mujer y la mujer es el hombre.
QUÉ ES EL SEXO TÁNTRICO
El sexo tántrico es una forma
meditativa de hacer el amor,
supone una actividad sexual cuya
finalidad es comunicarte con lo
eterno que hay en nosotros, es
decir, con el tantra o continuidad. Si
esa es la finalidad del sexo tántrico
su
forma
también
difiere
notablemente con respecto a la
percepción occidental, de hecho
durante el acto sexual tántrico se
evita la eyaculación masculina,
prolongando el éxtasis sexual
durante un tiempo muy superior al
del sexo convencional.
En resumen, el sexo tántrico es diferente desde el punto de vista de la
forma y del contenido si lo comparamos con una actividad sexual normal, y
consiste básicamente en un acto sexual en la que la mente permanece
concentrada hasta alcanzar la trascendencia.
CÓMO ES EL SEXO TÁNTRICO
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EL PRESENTE
Durante la actividad sexual tántrica se dejan a un lado cualquier tipo de
expectativas sobre el resultado del coito, sólo importa el momento presente de
perfecta y armoniosa unión. De esta manera, al concentrar toda tu mente en un
punto, tal y como se viene haciendo en la meditación, sólo se puede disfrutar y
saborear el acto amoroso.
Hay un dicho: el pasado es historia, el futuro una ilusión, sin embargo el
hoy es un regalo, por eso se llama presente.
LA PAREJA
Desde el punto de vista
tántrico la unión sexual no se
realiza con una persona en
concreto, sino que se busca la
conexión con el sexo opuesto a
nivel universal y energético. Es
producto del amor, pero no del
amor a una persona en
particular, sino resultado del
amor hacia la vida, hacia el
género humano, hacia la
creación… es una elección libre
y respetuosa.
LA CONCENTRACIÓN Y LA RELAJACIÓN
Nuestros cuerpos deben estar relajados, nuestras mentes concentradas
en el acto amoroso. Desde este punto de vista, muchos yogis entienden el sexo
tántrico como una forma de meditación, en particular de la meditación samatha
o meditación con objeto, donde el objeto en el cual concentramos nuestra
mente no es otra cosa que el propio acto amoroso, en este caso es un objeto
dinámico que incluye el placer de tu propio cuerpo y el de tu pareja sexual. No
obstante, a lo largo del proceso alcanzaremos niveles de concentración tan
elevados que la meditación con objeto pasará a una meditación sin objeto
(meditación vippasana) y con esta la trascendencia.
EL LUGAR
Elegir un buen lugar donde llegar a tan íntima unión con el prójimo es
imprescindible. Este debe ser un lugar tranquilo, limpio, aromatizado con
incienso, en el que se escuche una música suave preferiblemente tántrica,
iluminado tenuemente con velas, un sitio donde abunden los cojines que nos
pueden servir para determinadas posturas sexuales, un lugar que nos invite a
sentirnos cómodos y relajados.
PRELIMINARES
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El sexo tántrico se practica con un previo entrenamiento basado en una
formación intelectual sobre el Yoga y el Tantra, y en una serie de ejercicios por
los cuales se descubre el placer propio (autoerotismo). (ver ejercicios tántricos)
Es muy importante que se
tenga tiempo para este tipo de
sexo, ya que su duración superará
con total seguridad la hora, se trata
de un momento completamente
atemporal, ni sobra ni falta tiempo,
siendo su duración normal de dos a
tres horas. Apagad los teléfonos y
aislaos del mundo.
Bañarse o ducharse antes de
la realización del acto es también
importante por razones obvias.
Recomiendo una sesión de relajación antes de la actividad, una vez
relajados los cónyuges se sientan uno en frente del otro cruzando las piernas
alrededor de la otra persona. En ese momento los dos se miran fijamente a los
ojos durante unos minutos, el tiempo necesario para que exista un enganche
visual, al tiempo respiran profundamente y sincronizan sus respiraciones, los
cuerpos se buscan y se acarician mutuamente. Así se establece una conexión
que después será difícil romper durante el acto amoroso.
Es el momento del masaje ayurveda y sensual mutuo, despertando
zonas erógenas, si la conexión es buena entonces harás descubrir zonas
erógenas en tu pareja que hasta entonces desconocía, dejaos llevar por la
intuición y por el momento, disfrutad el presente. No olvidar el masaje Yoni o
masaje vaginal (ver masaje Yoni) y el masaje del Lingam (pene) antes de la
penetración.
Como se observa el sexo tántrico se practica como si fuera un ritual,
cada paso del mismo tiene por objeto atender a cada uno de nuestros sentidos,
la mente y el espíritu, con el fin de alcanzar estados elevados de misticismo.
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EJECUCIÓN SEXUAL
Aconsejo
utilizar
lubricantes
durante el coito, no sólo para las zonas
genitales, sino para detenerse de vez en
cuando y hacer un masaje a tu pareja.
Las caricias son fundamentales, la piel
debe encontrarse con la piel.
Una
de
las
reglas
más
importantes del sexo tántrico consiste en
permanecer inmóvil después de la
primera penetración. Es decir, una vez el
hombre penetra a la mujer por primera
vez la pareja permanece inmóvil sin
movimientos de introducción y salida,
atenta al intercambio de sensaciones
físicas y psíquicas y sin tensiones de
ninguna especie. Los manuales tántricos
aconsejan mantener esta primera
penetración durante 30 minutos antes de
continuar con el acto sexual.
El acto sexual está lleno de subidas y bajadas, de acelerones y frenazos,
de cambios de ritmo, de distintos movimientos y de posturas. Liberad los
sonidos de vuestra voz, pues la voz es un canal por el cual también fluye la
energía que se genera durante el acto sexual. Disfrutadlo al máximo, porque
jamás se volverá a repetir ese instante, en toda la eternidad no volveréis a
estar en ese momento y en ese lugar. Intentad mantener el contacto visual
siempre que sea posible y una respiración profunda. Es aconsejable mantener
ese contacto visual o al menos mirar atentamente el cuerpo del otro sin
acogerse a fantasías mentales, la idea es disfrutar el presente a cada instante,
la fusión completa de los cuerpos sin pensar. Uno disfruta su sexualidad a
través de los cinco sentidos, siente y no piensa.
El sexo tántrico va más allá de la unión sexual con tu pareja, en esencia
supone disfrutar la unión entre dos fuerzas universales que son el sexo
masculino y el sexo femenino. Es decir, supone ser consciente del poder del
sexo a nivel universal, sin distinciones entre individuos, cuando practicas sexo
tántrico con una mujer haces el amor con todas las mujeres del mundo, te unes
sexualmente con Shakti (la energía cósmica creativa que simboliza a la mujer),
el hombre se simboliza con el dios Shiva (compañero sexual de Shakti). Uno no
se detiene en los detalles y singularidades de su pareja, se entrega a la pasión
y al instinto, al sexo puro.
EL ORGASMO TÁNTRICO
Científicamente orgasmo y eyaculación son cosas diferentes que surgen
en el hombre de modo distinto. Mientras el orgasmo es el clímax y se expresa
mediante contracciones pélvicas, taquicardia, hiperventilación y aumento del
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flujo sanguíneo, la eyaculación es un reflejo originado en la base de la columna
que tiene como fin la expulsión de semen.
En el sexo tántrico el orgasmo
masculino no coincide con su
eyaculación. El orgasmo tántrico se
alcanza cuando se mantiene durante
un tiempo ilimitado la excitación
masculina superando el espasmo
muscular que conduce a la
eyaculación y manteniendo la
excitación hasta alcanzar el orgasmo
cósmico. El truco del orgasmo
tántrico es que la mente no se centre
en los genitales sino en la cabeza.
Entonces desde la coronilla fluye por
los meridianos de todo tu ser y por
los canales que lo recorren y se
extiende por todo el cuerpo. Tardas
un rato en recuperar la conciencia y
en volver al mundo real.
Para evitar la eyaculación se pueden utilizar varias técnicas. La más
sencilla es la denominada parada y arranque consistente en penetraciones
rítmicas (se debe aprender a penetrar con suavidad la vagina y a salir de
manera brusca) hasta el momento anterior del orgasmo cuando nos detenemos
y enfriamos nuestros genitales, una vez pasado el clímax de la excitación
continuamos. Otra consiste en ejercer un control consciente de los músculos
del perineo, de modo que cuando nos venga el orgasmo contraigamos estos
músculos evitando la eyaculación, es lo que se conoce como orgasmo seco. A
lo largo de una sesión de sexo tántrico podemos alcanzar varios orgasmos de
este tipo que nos conducirán al orgasmo cósmico. Una última opción consiste
en presionar con los dedos el perineo (entre los testículos y el ano) con lo que
se inhibe el reflejo eyaculatorio al ejercer presión directamente en el conducto
seminal y así evitar la salida de semen.
MASAJE YONI
Yoni es una palabra de origen sánscrito, utilizada para referirse a la
vagina, literalmente significa sitio sagrado. Su finalidad no es sólo la excitación
y el placer, sino también un estado de comunicación con su cónyuge y de
elevación sensitiva. Puede dar lugar al orgasmo, aunque no necesariamente, y
si este llega es sin que sea buscado ni por el que lo da ni por el que lo recibe.
La mujer se tumba sobre su espalda y coloca una almohada debajo de
las caderas. Su cónyuge se sitúa de tal modo que tenga acceso a los genitales
y al resto del cuerpo de su pareja.
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En el masaje utilizaremos lubricantes
sexuales que extenderemos sobre la parte
exterior de la vagina. La primera fase consiste en
masajear el monte de Venus y los labios
exteriores, a continuación seguiremos por los
labios interiores dibujando circulitos. Es bueno
que la receptora asesore a su pareja sobre la
presión y velocidad del masaje. Posteriormente
pasaremos a masajear el clítoris que deberá
permanecer muy lubricado. Después de un
tiempo aquí procederemos a introducir el dedo
corazón en el interior de la vagina explorando su
interior, una vez masajeado su interior situamos
la palma de la mano hacia nosotros y movemos
el dedo corazón en sentido hacia la palma lo que
nos permitirá masajear al punto G. Aconsejo
introducir también el dedo anular, con la otra
mano podemos presionar sobre el monte de
Venus para retirar la piel que hay encima del
clítoris y masajearlo con el dedo pulgar bien
lubricado. Todavía más placentero resulta
deslizar el dedo meñique en el perineo y ano. La
estimulación del punto G y del clítoris mediante
movimientos circulares probablemente llevará a
la mujer al orgasmo.
EJERCICIOS TÁNTRICOS
Su finalidad es fortalecer los órganos genitales tanto masculinos como
femeninos. Consisten en contraer los músculos de la zona del perineo que
utilizamos para cortar la orina. El ejercicio adecuado consiste en realizar
contracciones de estos músculos organizadas en series a lo largo del día. Se
puede empezar con 4 series de 10-15 contracciones de tiempo reducido y
terminar 4 series de 50 contracciones de 5 segundos cada una.
Estos ejercicios fortalecen los músculos vaginales de la mujer
permitiéndole controlar sus orgasmos y alcanzar orgasmos más profundos.
También fortalece la erección en el hombre además de dotarle de la capacidad
de tener orgasmos sin necesidad de eyacular.
CONCLUSIONES
El sexo tiene una gran fuerza, está anclado en el ser humano como un
instinto completamente primario tan natural como proveerse el alimento. Sin
embargo, del hecho que suponga una interacción con el otro puede suponer
fuente de frustraciones y en ocasiones dependencias esclavistas.
A diferencia del sexo occidental visto como una actividad esencialmente
física, el sexo tántrico supone un encuentro sexual increíblemente placentero
que consigue elevar al hombre del ser fragmentado que es al ser totalizado que
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realmente quiere ser. Consiste en una experiencia mística y trascendente que
te comunica con lo eterno que hay en nosotros. Además, está demostrado que
la práctica del tantra alarga la vida y otorga una gran vitalidad a quienes lo
practican.
En definitiva, el sexo tántrico supone una gran aportación a la vida
sexual de las parejas de hoy en día, no se trata de una forma exclusiva de
hacer el amor, sino de una forma alternativa y complementaria que puede unir
todavía más a los amantes generando una comunicación y conexión con el
prójimo que posteriormente será muy difícil romper y que perdurará para el
resto de vuestras vidas.
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