Ensayo de reflexión individual: Culturas populares Zalika Rizmal Introducción Cuando me puse a considerar el concepto de cultura al principio de este semestre, pensé en varias imágenes e ideas, expresiones culturales como los ritos, la música, la comida, los bailes, el arte, la familia. Todo lo que asociaba con cultura me evocaba una sensación rara que no pude explicar en palabras. Ahora después de todo lo que leímos y hablamos en clase reconozco que lo que sentía era una fuerte sensación de pertenencia. Parte 1 Es algo difícil dar una definición universal de lo que es la semiótica ya que ha tenido una historia compleja con diferentes ramas teóricas evolucionando dentro de la misma. Sin embargo, una definición muy general de la semiótica sería: la ciencia que estudia los sistemas del signo dentro de las sociedades humanas. Para analizar los signos la semiótica conlleva tres aspectos fundamentales que ayudan a comprender las diferentes dimensiones de los signos. Estos consisten en la sintáctica, la semántica y la pragmática. La sintáctica se refiere al estudio de la relaciones existentes entre los signos, mientras que la semántica, por su parte, se refiere al estudio de las relaciones existentes de los mismos signos y sus significados (la forma en que el significado se relaciona con el significador), (Beuchot, 2004). La pragmática, por otra parte, se refiere al estudio de las relaciones entre tales signos y sus usuarios (dentro de sus contextos o dentro de las circunstancias en que se usan los signos, los resultados y los efectos de este uso), (Beuchot, 2004). De esta forma cada uno de los aspectos explora una dimensión diferente pero complementaria del signo, así ayudan a comprender el fenómeno del signo y su relación en la construcción personal-cultural. Desde mi punto de vista, el análisis semiótico con sus tres enfoques es muy útil ya que analiza y explora diferentes aspectos y dimensiones de las relaciones entre el mundo exterior y el ser humano; nos ofrece una forma de analizar el proceso dinámico de construcción de identidad a través de los signos. También, una forma de comprender los signos de la vida cotidiana que influyen en nuestra identidad cultural: los ritos, los gestos, el modo de vestir, la forma de escribir, hablar y expresarse, el baile, la música, el arte, los medios como la televisión y la radio. Asimismo, nos ayuda a comprender y cuestionar las afirmaciones culturales que frecuentemente nos parecen universales, naturales, obvias, permanentes e irrefutables, puesto que nos muestra cómo los sistemas de signos que nos rodean a diario funcionan e influyen. Este análisis nos hace acordar que el mundo que nos rodea no es una realidad objetiva, sino que nos demuestra el papel de los signos en la construcción de esa realidad y en la construcción de la significación que le damos al mundo. La semiótica cuestiona fundamentalmente la idea de que los signos como la palabra por ejemplo, tienen un significado universal u objetivo y demuestra la separación del referente, significante y el significado. Durante el curso investigamos una gran gama de manifestaciones de signos, así, explorando sus dimensiones sintácticas, semánticas y pragmáticas. Analizar estas dimensiones de las expresiones culturales se me hizo muy interesante porque me volvió más consciente de las formas en que estos se reflejan en mi vida diaria. Un ejemplo fue el ejercicio de dibujar nuestro espacio perfecto. Al dibujar mi cuarto perfecto me di cuenta del simbolismo de cada objeto, de cada característica y la significación de cómo lo organicé. El ejercicio de identificar los aspectos sintácticos, semánticos y pragmáticos fue como un tipo de deconstrucción identitaria: analizando los signos y sus manifestaciones en los objetos que puse en la habitación me di cuenta que en realidad estaba dibujando mi propia identidad. Dentro de la teoría semiótica también exploramos cómo categorizar los signos. Un ejemplo que me parece importante es la diferenciación entre los signos digitales e icónicos, (López Labra, 2006). El signo icónico se parece a la cosa que representa, por ejemplo, una fotografía o modelo, mientras que el signo digital de ninguna forma se parece al objeto que representa, es arbitrario, por ejemplo, las palabras o los números, (Bacic, 1980). De esta manera aprendimos a comprender la forma en que los diferentes signos funcionan y nos afectan psicológicamente. Durante el curso también investigamos otras ramas de teorías relacionadas con la semiótica de la cultura. Exploramos la dualidad cerebral y los distintos funcionamientos de los dos hemisferios cerebrales (las dos formas de conocimiento, por ejemplo), así, analizamos los efectos de estas características en las relaciones de los signos (semánticos, sintácticos y pragmáticos) con el ser humano1. El lenguaje fue un tema que me pareció fundamental y durante varias clases exploramos su función, adquisición, facultad y también la relación que el ser humano tiene con el lenguaje y, mediante éste, con el mundo, (Ezcurdia, 2005). Me pareció muy interesante explorar las cuestiones lingüísticas y sus aspectos semióticos, especialmente la dimensión pragmática de la comunicación. En particular se me hizo muy importante la idea de que para interpretar el signo, el receptor debe conocer el código. Creo que eso tiene mucho que ver con el conocimiento pragmático. El proceso de cómo el conocimiento pragmático se vuelve fundamental para realmente comprender (no sólo entender) se me hizo muy fascinante, ya que es algo tan intangible y no sólo consiste en un conocimiento nacional-cultural, sino que a veces es conocimiento local o familiar. De la falta de ese conocimiento pragmático y las consecuencias de lo mismo hay muchos ejemplos prácticos en la vida cotidiana. Por ejemplo, varias de las lecturas de esta clase para mí y las otras dos australianas eran muy difíciles de entender. Pero lo que llamó mucho mi atención fue que la falta de entendimiento no fue consecuencia de una mala comprensión de las palabras, sino por la falta de conocimiento pragmático; poder comprender el contexto y referencias culturales de las palabras que realmente dan el significado más sutil y más profundo. Otro ejemplo es la música. Yo puedo escuchar una canción y comprender la belleza de los sonidos y ritmos puros, son cosas que me parecen innatas del ser humano. Sin embargo, hay otra parte de la música que desde mi punto de vista tiene mucho que ver con el conocimiento pragmático. Cuando escucho música australiana y eslovena por ejemplo hay un nivel de sentimiento más allá de los puros sonidos de la música. Hay canciones australianas que evocan imágenes, símbolos, signos, iconos, conocimientos, memorias que no vienen de los aspectos sintácticos ni semánticas del lenguaje: la emoción que me hacen sentir no es por entender las palabras sino por esos aspectos pragmáticos que son muy endógenas a la cultura local australiana. De la misma forma fue muy interesante cuando hablamos de dichos y refranes en clase. Me di cuenta que comprender completamente en todas sus dimensiones lo que quiere decir un dicho o refrán mexicano es algo muy difícil sin comprender profundamente el contexto cultural, social e histórico. Hay refranes mexicanos que conocía y más o menos entendía cuando llegué en agosto, pero me di cuenta que hasta en los últimos meses no logré a comprender las ideas y conceptos sutiles que evoca ese tipo de conocimiento cultural. Creo que todavía ahora me falta comprender muchas dimensiones más. Un tema que me fascinó y me hizo reflexionar mucho fue la tradición oral: la transmisión de los cuentos, las historias familiares, las canciones, las leyendas, los mitos y especialmente la sabiduría y conocimiento que ellos ofrecen. Lo que también me impresionó mucho, fue cómo la tradición oral ha impactado en mi vida sin que me diera cuenta del papel central que tiene. En mi comentario en línea de pinturas que representan fábulas eslovenas antiguas, fue un ejemplo de conocimiento casi inconsciente de sabiduría, cuentos y explicaciones orales que habían influido en mi comprensión cultural. Así, me di cuenta de la importancia de la transmisión oral en mi propia comprensión identitaria. De la misma forma logré entender cómo las teorías semióticas con sus tres aspectos se reflejan en otras manifestaciones de cultura y sus signos; me di cuenta de la importancia del rito, de las supersticiones, del baile, de la música, del arte, de las expresiones centrales que forman y perpetúan la identidad cultural. Las manifestaciones y expresiones de cultura que nos rodean en nuestra vida cotidiana suelen parecer tan «naturales» que muchas veces ni nos damos cuenta de la influencia que ejercen en nuestra construcción cultural-identitaria. Como señala Haidar, «la cultura es un universo de signos que se manifiesta con varios lenguajes» (2005). A través del análisis semiótico, creo que en la clase logramos comprender esas manifestaciones, lenguajes y sistemas de signos que dan sentido a la vida. Son los signos y sus modos de manifestarse que nos ayudan a comprender el mundo en que vivimos. Además, las expresiones cotidianas de cultura y los asociados sistemas de lenguaje resultan ser no un mero modo pasivo de expresión, sino un proceso dinamizador que en su uso crea una realidad. Las palabras, por ejemplo, no sólo nombran cosas físicas que existen en el mundo material «objetivo»; también nombran conceptos, ideas, cosas que no se pueden ver en el mundo físico. Desde mi punto de vista, en este proceso de creación dinámica que hemos estado estudiando en nuestra clase, explorando el proceso de construcción identitaria-cultural y luego investigando las diversas dimensiones, expresiones y características de las muchas culturas de México y de todo el mundo, me ha sido muy útil, porque me ha ayudado a comprender el sentido y significación de mi propia identidad cultural. Parte 2 El contenido de esta materia, en especial el análisis semiótico de la cultura, me impactó de distintas formas y resultó ser muy relevante tanto en el ámbito personal como en el ámbito académico-profesional. Como estudiante de Estudios Internacionales y Derecho, el enfoque de la semiótica en la cultura me parece ser de importancia fundamental hoy en día, puesto que vivimos en un mundo de fuerte globalización. Esta se manifiesta en gran parte en sus características culturales, como por ejemplo, la homogenización y occidentalización de los medios de comunicación, la música, el cine, la comida, la forma de vestirse, entre muchas otras. Este hecho quedó muy claro en la segunda parte del curso cuando exploramos expresiones de las diversas culturas mexicanas. Quedó muy claro cómo la cultura occidental ha influido en la identidad y realidad cultural mexicana, dejando una parte de los ritos, expresiones y formas de vida características del «México profundo» en el olvido. Creo que muchos mexicanos de la clase se dieron cuenta de esto también durante el curso. Desde mi punto de vista el análisis semiótico nos ayudó demasiado a todos para darnos cuenta de cómo los signos culturales occidentales, que aparecen cada día más en la vida cotidiana mexicana, están causando que se pierdan muchas partes de la cultura más original y tradicional de México. Creo que para muchos compañeros mexicanos, este proceso de aprendizaje les ayudó a cuestionar la occidentalización de la cultura mexicana y poder «re-conocer» la verdadera cultura mexicana y todas sus riquezas culturales que comentamos y exploramos en clase, por ejemplo, la música, la comida, el baile, el arte, etc. De esta forma, considero que el estudio semiótico cultural nos ha ayudado a todos a cuestionar y darnos cuenta que podemos desafiar y resistir a la «realidad» construida por la occidentalización; nos demuestra que cada persona no es un mero «recibidor» de signos culturales sino que tiene un papel activo en la construcción de su identidad cultural. Para mí fue como una liberación entender que no somos recibidores pasivos de cultura, sino que nosotros jugamos un papel central en el proceso dinámico de construcción cultural en la interpretación y valoración de los signos que nos rodean. Esa comprensión es de importancia central para la conservación de las culturas de todo el mundo. Algo que, como estudiante de Estudios Internacionales, fue muy importante es que el análisis semiótico me enseñó una forma profunda y verdadera de comprender más a otras sociedades y sus culturas. Como comenta López Labra, sobre el arte wixarika, «Mientras más rico sea nuestro instrumento en la comprensión de su significado mejor será la apreciación de su arte y su cultura» (2006). Asimismo, el análisis semiótico acerca de las expresiones culturales y los signos relacionados nos ofrece una manera de acercarse a un entendimiento cultural más allá de un mero conocimiento superficial. La semiótica y sus conceptos de análisis nos permiten decodificar los signos y símbolos de una cultura y así por ejemplo, en vez de observar algún baile extranjero sin tener ninguna idea del conocimiento pragmático acerca de los signos y símbolos asociados con el mismo, se podrá entender más sobre lo que representa y perpetúa su ejecución. Esto me parece fundamentalmente importante para un estudiante de estudios internacionales, ya que para el discurso político internacional un entendimiento cultural más profundo y sutil es muy necesario. Desde mi punto de vista, otra ventaja del estudio semiótico, es la forma en que me hizo entender los procesos de comunicación y así aprender cómo comunicar y escuchar mejor. La lectura Saber Escuchar, Condición Para El Dialogo, se me quedó grabada en la mente por esa misma razón. La explicación de los procesos de escucha fallida, me llamó mucho la atención por la forma en que demuestra cómo nuestras experiencias, el contexto histórico, social, nuestro entorno y los signos que influyen nuestra forma de pensar, nos afectan hasta estar completamente inconsciente de nuestros propios prejuicios. Tanto en la vida diaria, como en el ámbito de los estudios internacionales es muy importante poder escuchar bien para poder comunicarse y comprenderse. Para mí, este proceso de aprendizaje me ha ayudado en demasía, ya que ahora estoy mucho más consciente del hábito que menciona Aguilar Rivero, «sólo nos escuchamos a nosotros mismos» (2005). Estar más consciente de esta tendencia me ha enseñado mucho sobre mis propios hábitos. Esta clase me hizo pensar profundamente en cómo mi propia identidad cultural se ha desarrollado y cómo sigue perpetuándose y evolucionando. Me ayudó a entender mis sentimientos ambiguos y mi inquietud identitaria-cultural en mi comunidad australiana y eslovena. Me hizo reflexionar mucho en cómo el hecho de tener una dualidad de identidad cultural (australiano y esloveno) me ha dejado con una cierta falta de conocimiento pragmático australiano que se suele aprender y absorber en el ámbito familiar. De la misma forma me hizo entender por qué en algunos contextos de la cultura eslovena (por ejemplo, con la generación joven de Eslovenia) tampoco tengo un entendimiento realmente profundo, ya que no he pasado mucho tiempo en ese contexto social. Esta clase me hizo reflexionar profundamente en la importancia de la cultura para mi identidad, algo que me ha ayudado a poder apreciar mejor las expresiones culturales que me dan tanta felicidad diariamente. La semiótica de la cultura ha sido un gran desafío para poder entender en español, sin embargo, a través de este proceso de aprendizaje aprendí muchísimo sobre la riqueza de mis dos culturas y la cultura mexicana y a la vez, mucho sobre mi, algo que es absolutamente invalorable. 1 Consultar las siguientes obras: Edwards, Betty (1984). «El Celebro: sus lados izquierdo y derecho» en Aprender a Dibujar. Ed. Herman Blume, España. McLuhan, Eric y Marshall (1990). Las Leyes de los Medios, la nueva ciencia. México: Alianza Editorial. Haidar, Julieta (2005). «Semiótica De La Cultura» en Revista Ciencia y Desarrollo, vol. 186. pp. 4245. Bibliografía Aguilar, Mariflor (2005) «Saber Escuchar, Condición Para El Dialogo» en Ciencia y Desarrollo, Vol. 186. México. Bacic, Roberta (1980). «Signos digitales e icónicos en la comunicación audiovisual». Documentos Lingüísticos y Literarios 5: 106-108. Dirección electrónica: www.humanidades.uach.cl/documentos_linguisticos/document.php?id=733 Beuchot, Mauricio (2004). La semiótica, teoría del signo y el lenguaje en la Historia. FCE, México, D.F. pp.207. Edwards, Betty (1984). «El Celebro: sus lados izquierdo y derecho» en Aprender a Dibujar. Ed. Herman Blume, España. Ezcurdia, Maite (2005). «Lenguaje: Filosofía Y Ciencia» en Ciencia y Desarrollo, Vol. 186, México. pp. 30-33. Haidar, Julieta (2005). «Semiótica De La Cultura» en Ciencia y Desarrollo, vol. 186, pp. 42-45. McLuhan, Eric y Marshall (1990). Las Leyes de los Medios, la nueva ciencia. México: Alianza Editorial. López, Oswaldo. (2006). «Elementos teóricos para la comprensión de imágenes». Fragmentos del capítulo tercero de la tesis de Maestría en Didáctica de las Artes, La significación de la expresión visual del arte wixarika para un grupo de alumnos de nivel superior, (manuscrito inédito, Guadalajara).