NAVEGACIÓN ABORIGEN EN EL ECUADOR libre entre los Virreinatos de Nueva España, Nueva Granada, Perú, y la Capitanía General de Guatemala. Entre 1774 y 1777 se enviaron de Guayaquil nueve barcos a Acapulco con 44.654 cargas de cacao, pero el 18 de noviembre de 1778 la Corona impuso una cuota anual de 8.000 a 10.000 fanegas (de 110 libras) a la introducción del cacao guayaquileño a Acapulco, con la intención de proteger el cacao de Caracas, pues los guayaquileños vendían a menor precio. Tanto los guayaquileños como los mexicanos ignoraron la cuota impuesta, y entre el 13 de agosto de 1779 y el 15 de enero de 1782 se vendieron en México 69.751 fanegas de cacao ecuatoriano, contra solo 12.268 fanegas del venezolano. Dice Hamerly que “el impulso que tomó Santiago de Guayaquil no tenía precedentes. Entre 1779 y 1790 entraron al puerto 111 barcos de categoría inferior. Finalmente el 5 de junio de 1789 Carlos IV, aceptó la realidad y liberó totalmente el comercio del cacao entre Guayaquil y Nueva España, de acuerdo con la Cédula de enero 17 de 1774, y sin las restricciones posteriores”. Los enormes volúmenes de exportación de cacao entre 1791 y 1800 totalizaron 5’699.304 pesos. En promedio anual estamos hablando de 570.000 pesos, ingresos que permitieron el progreso de Guayaquil a partir del último cuarto del siglo XVIII. La población de la ciudad aumentó debido al enorme flujo migratorio desde la región Sierra, lo que a su vez proveyó a la Costa de mano de obra barata. El puerto creció de 5.000 habitantes en 1765 a 13.700 en 1804, y la provincia de 25.000 a 62.000 habitantes. Los astilleros del Guayaquil antiguo5 Como se ha dicho, Guayaquil, desde su fundación ha tenido un papel protagónico en la vida de nuestro país, durante el período colonial se convirtió en el más importante proveedor de maderas a Lima y principal puerto de la Real Audiencia de Quito; pero desde finales del siglo XVI, adquirió otro rol, convirtiéndose rápidamente en la clave para el desarrollo de la Real Audiencia, por sus actividades comerciales, especialmente por el cultivo y exportación del cacao y la construcción naval, actividades que se mantuvieron durante los siglos XVII y XVIII, pero quizá por su propia ubicación se fue convirtiendo en el principal puerto del Pacífico después de El Callao. Puerto de Guayaquil, calle de la orilla. Archivo del Inhima. Con la conquista no solo se introdujo a las Américas ideas y sueños, sino también conocimientos; con el ingreso de aventureros también vinieron colonizadores que tenían buenas intenciones, industrias y buenos oficios como es la de carpinteros 5 Clayton Lawrance A., Los Astilleros del Guayaquil Colonial, publicación del Archivo Histórico del Guayas, Guayaquil 1978. 37