A pesar de la oscuridad, gracias a su amor infinito jamás me sentí

DEDICATORIA
A mi padre, Roberto Bobadilla,
Por ser una inagotable fuente de apoyo a lo largo de mi vida, por su continuo esmero de
ser el mejor ejemplo de un padre, un hijo, un hermano, un amigo y un hombre
intachable.
A mi madre, Lidia Olivares,
Por empeñarse arduamente en hacerme una persona feliz, por guiarme en el camino del
amor y la ternura y así formarme como un hombre de bien.
A mi hermana Karla Bobadilla,
Por estar dispuesta a sacrificarse por mi futuro, por hacerme sentir valioso y por confiar
siempre en mis potenciales.
A mi hermano, Josué Bobadilla,
Por su valentía, por demostrarme que los retos más grandes se consiguen con fé, con
amor y coraje, por sacrificar su bienestar con tal de verme triunfador.
A mi sobrinita, Karla Paulina Torres
Por que la sorpresa de su llegada, me motivó a culminar mis estudios con mayor
entusiasmo, energía y cariño.
A pesar de la oscuridad,
gracias a su amor infinito
jamás me sentí perdido.
AGRADECIMIENTOS
A mi director de tesis Mtro. Rubén López Haro quien de manera paciente compartió sus
conocimientos y me dirigió en el camino que debía seguir para realizar la presente
investigación.
A los Mtros. Sergio Vargas y Raúl Castro por sus consejos que me ayudaron a culminar
mis estudios sin resentimientos.
A Karla Ponce por ser la forma de amor que todo hombre sueña tener y que yo
afortunadamente la tengo.
A Mauricio por haber representado fielmente el valor de todo lo que abarca la palabra
“amistad”
A Ana Claudia por su fuerza, amor y sencillez, por escucharme y brindarme ayuda
siempre que la necesité y sobre todo por su amistad incondicional.
A Santiago por despertar en mí una motivación por ser padre.
A Tania por ser el apoyo íntegro que una gran amiga puede dar.
A Silvia por ser una amiga tan auténtica conmigo.
A Cocheco por brindarme su amistad sincera.
A Jahzel, Pilar y Armando por preocuparse incondicionalmente de mi bienestar.
A Maricris, Raul, Michel y Ana Isabel por enseñarme a disfrutar el estudio.
A Nachito, Robert, Rubensillo, Jose Luis, Yorch por enseñarme que la vida no es
únicamente estudiar.
A Ramses, Chucho, Sanders, Carlos y Miguel porque desde pequeños me han brindado
su amistad y me han acompañado en los momentos más importantes de mi vida.
A Ismael y Manolo porque sé que cuento con su amistad a pesar de las distancias.
A mi abuelito César Bobadilla Alvarado (†) por enseñarme que los mejores triunfos se
consiguen a base de esfuerzo y dedicación constante.
A mi abuelita Ma. De la Luz Oliva de Bobadilla por su fé, por su paciencia y ternura.
A mis tíos César e Hidai y a mi tía Cristina por su amor e invaluable apoyo.
A mis tíos Francisco y Lourdes por su cariño y consejos.
A mis primos César, Héctor, Alejandro por ser como hermanos para mí.
A mis primos Eddi y Anú porque puedo contar con ellos.
A mi abuelo Agustín Olivares Islas porque sus experiencias han sido para mí, lecciones
de vida.
A mi abuela Josefina Aguilar de Olivares por preocuparse por mi prosperidad desde
pequeño.
A mi tío Marco por hacerme parte de sus aventuras y por protegerme.
A mis tíos Boni y Toña por su humildad y sencillez que me ayudan a tener los pies
sobre la tierra.
A mi tía Mireya por su gran apoyo, confianza e infinita comprensión.
A mis tíos Mimis y Gustavo por el amor que desde niño me regalaron.
A mis tíos Agustín y Beto por apoyarme siempre que lo necesité y a mi tía Norma por
todos los consejos que me brindó.
A mis primas Lorena, Karen, Katia y Yazmín por alegrar mi vida enseñándome que la
convivencia entre primos puede llegar a ser fenomenal.