Enérgico y resistente

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instinto | parson russell terrier
Al igual que todas las razas terriers, el Parson Russell es un excavador nato:
si habita en un jardín, requerirá una mayor frecuencia de higiene
Parson Russell Terrier
Enérgico y resistente
Siempre alerta y al acecho, no pierde detalle de lo que ocurre en su entorno.
Por su dinamismo, demanda un importante nivel de ejercicio
Lena Jahn Santorufo | fotografía roberto mata
Origen
Desarrollado en Devon, condado situado al sur de Inglaterra, el Parson Russell Terrier desciende de una línea
de Fox Terrier de pelo duro modificada a mediados del
siglo XIX por el reverendo John Russell, a quien debe
su nombre la raza. Cruces sucesivos con otras variedades de terriers permitieron obtener un ejemplar hábil
para el trabajo: de patas más largas para desarrollar
velocidad y de menor tamaño para introducirse en las
madrigueras y ayudar en la caza de zorros, principal
utilidad para la cual fue creado.
Clasificación
La Organización Canina Mundial lo incluye en el grupo
de los terriers, específicamente en los de talla grande
y media.
Anatomía
Balanceado en sus proporciones, el Parson Russell es
de cabeza ancha y mandíbulas poderosas. Su nariz
es negra y sus ojos almendrados, de color oscuro y
expresión vivaz. Las orejas tienen forma de V y caen
hacia adelante, sin sobrepasar la altura de los ojos. Su
lomo es fuerte y ligeramente arqueado y las extremidades son flexibles y bien desarrolladas. De inserción
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moderadamente alta, la cola es gruesa en su base y se
afina hacia la punta.
Peso promedio
Machos y hembras, entre 6 y 8 kilos.
Altura promedio
Machos, 36 centímetros; hembras, 33 centímetros.
Color
Totalmente blanco o con marcas de color fuego (rojizas), limón (fuego más claro) o negras, o de cualquier
combinación de esos tres colores.
Textura
El pelaje es corto, áspero, espeso y con doble capa. La
raza presenta dos variedades ligeramente diferenciadas: de pelo liso, adherido al cuerpo, y de pelo duro,
de mayor crecimiento.
Número de cachorros
De 3 a 4.
Expectativa de vida
Entre 12 y 14 años.
parson russell terrier | instinto
Rasgos distintivos
• Al igual que todas las razas terriers, el Parson Russell
es un perro autónomo y de temperamento fuerte, lo cual
obliga a una crianza firme: “Se debe establecer liderazgo y
autoridad sobre el cachorro, de modo que la mascota sea
manejable en la edad adulta”, advierte el criador Alexander Liendo.
• Es una raza territorial, rasgo evidente cuando socializa
con otras mascotas. En el caso de las hembras, su carácter dominante se expresa de manera sutil; en cambio, los
machos buscan enfrentarse a perros del mismo sexo, por
lo que sólo se recomienda su convivencia con hembras.
• Enérgico y vivaz, necesita una hora diaria de ejercicio
físico moderado. Bien sea que viva en casa o apartamento,
requiere prácticas como pasear, trotar y jugar. De allí que
no se recomiende como mascota a personas sedentarias o
de la tercera edad ni a quienes pasan el día fuera de casa:
el encierro y la inactividad prolongada pueden provocarle
un cuadro de ansiedad.
• Por ser un perro curioso e inquieto, se recomienda sacarlo a la calle con pechera y collar, y asegurar cercas y
rejas en caso de que habite en áreas externas como patios
o jardines. “Cualquier estímulo llama su atención y si nada
se lo impide irá tras su objetivo”, ilustra Liendo.
Muy atento a su entorno,
se le considera un buen
cuidador de su espacio,
pues advierte situaciones
irregulares
Modelo MIRANDA
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instinto | parson russell terrier
Aunque de similares rasgos físicos
y temperamentales –y desarrolladas
ambas por el reverendo John
Russell–, las razas Parson Russell
Terrier y Jack Russell Terrier son
diferentes y están reconocidas
individualmente por la Organización
Canina Mundial desde al año 2000.
Si bien a primera vista pueden
lucir iguales, el Jack Russell es más
pequeño y liviano (no excede
los 30 centímetros de altura
ni los 6 kilos de peso) y su pelaje
es más corto y no presenta
doble capa.
• Amigable y afectuoso, aunque no en exceso, muestra
predilección por los más pequeños de la casa, a quienes
protege con celo. Gracias a su fuerte estructura ósea y
muscular, es resistente a los juegos bruscos. Sin embargo,
se recomienda supervisión.
• Muy atento a su entorno, se le considera un buen cuidador
de su espacio, pues advierte situaciones irregulares. No obstante, se relaciona de manera equilibrada con los extraños.
“Su primera reacción es inspeccionar, pero una vez descartada la amenaza baja la guardia y socializa”, comenta Liendo.
Acicalamiento
El mantenimiento varía de acuerdo al tipo de pelaje de la
raza. El pelo duro, que crece en forma voluminosa y adquiere una longitud de hasta 4 centímetros, puede requerir
un corte mensual para conservar su forma. El pelo liso,
en cambio, crece pegado al cuerpo y no amerita retoques.
Ambos mantos, que se renuevan anualmente por muda,
mantienen su condición óptima con un cepillado semanal
y un baño quincenal.
Historia clínica
Caracterizado por su resistencia, el Parson Russell es una
raza vigorosa y saludable. Sin embargo, ciertas patologías
pueden afectarle. El médico veterinario Reinaldo Pacheco
las describe:
• Luxación del cristalino. Ocurre cuando el cristalino,
lente del ojo situada detrás del iris, sale de su lugar por
una ruptura de las fibras zonulares, filamentos que dan
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sostén a esta membrana ocular. En algunos casos, el desplazamiento se evidencia cuando una capa blanquecina
cubre total o parcialmente el ojo, pero se requieren exámenes oftalmoscópicos y ecográficos para confirmar el
diagnóstico. La solución es quirúrgica y el pronóstico está
sujeto al tipo de luxación. La patología debe atenderse
tan pronto se manifiesta (por lo general entre los 3 y 6
años de edad), pues puede causar aumento de la presión
intraocular (glaucoma).
• Luxación patelar. Resultado de una mala alineación del
fémur durante el crecimiento, es una alteración de la biodinámica de la rodilla que afecta la movilidad del perro. Los
signos, que no en todos los casos suponen dolor, incluyen
arqueo de las extremidades posteriores y desplazamiento
irregular (cojera). Puede detectarse a partir de los 3 meses
de edad, mediante examen físico y radiológico, y corregirse
quirúrgicamente.
• Sordera congénita. De origen desconocido, consiste en
la degeneración postnatal de las células que estimulan el
nervio auditivo. Evidente cuando el perro no atiende a los
estímulos sonoros, es una condición permanente que no
afecta la calidad de vida de la mascota siempre que se siga
un entrenamiento basado en señas y gestos.
•
F u entes cons u lt a d a s
º Reinaldo Pacheco, médico veterinario. Grupo Vetimagen.
º Alexander Liendo, criador de Parson Russell Terrier desde hace 8 años.
º Organización Canina Mundial (www.fci.be).
º American Kennel Club (www.akc.org).
º Parson Russell Terrier Association of America (www.prtaa.org).
º Canine Health Information Center (www.caninehealthinfo.org).
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