LA FINANCIACION DE LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS

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COMUNICACIONES
LA FINANCIACION DE LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS
Toribio Muñoz, Rosario
Sotomayor González, Sebastián
Universidad de Cádiz
INTRODUCCIÓN
En los últimos años es creciente la importancia que, para el desarrollo económico, adquieren las pequeñas
y medianas empresas. Es fácilmente apreciable como éstas cada día acaparan un mayor protagonismo en
todos los países desarrollados, relevancia que comienza a ponerse de manifiesto básicamente tras la crisis
de los años setenta, donde los procesos de creación de empleo y supervivencia de empresas, han venido
de manos de estas unidades1. Por otro lado la importancia de las economías de escala y de la integración
vertical del proceso productivo, características que situaban a la gran empresa en clara situación de
superioridad frente a la de menor dimensión, son ventajas que pierden importancia en la actualidad como
consecuencia del cambio tecnológico y organizativo acaecido en las PYMES, de forma que estas últimas
cada vez alcanzan mejores posiciones para poder competir junto a la primeras.
Por otro lado, Las PYMES constituyen el núcleo principal del tejido empresarial y vienen a representar la
casi totalidad de la empresa española, pues solo un 0,13% supera los 500 trabajadores, resultando aún mas
destacable el hecho de que el 97,79% del tejido empresarial español, esté formado por empresas que no
superan los 50 empleados2.
Por consiguiente, la importante presencia de las PYMES, unido a las ventajas que estas unidades
representan, exige de un análisis detallado de sus características y problemática, para así profundizar en la
realidad económica actual.
Y en este sentido y a pesar de lo que acabamos de decir son, obviamente, muchas las dificultades a las
que deben de hacer frente estas empresas, y entre ellas, una de las más relevantes, puestas de manifiesto
por los empresarios3, es la problemática financiera, por lo que en este trabajo nos centraremos en este
aspecto.
Para ello, en primer lugar analizaremos la estructura financiera de estas empresas, pues nos permitirá, a
continuación, profundizar con más facilidad en algunos de los problemas que desde este ámbito surgen.
Finalmente se decribirán las posibles vías de financiación que pueden contribuir a salvar los obstáculos
financieros a los que las PYMES han de enfrentarse.
LA ESTRUCTURA FINANCIERA DE LAS PYMES
La estructura financiera que adoptan las empresas, viene condicionada por múltiples factores de diversa
índole, y que podríamos agrupar en dos grandes bloques:
1 Fariñas, J.C. y otros (1992).
2 Seguridad Social 1990.
3 Toribio Muñoz, R. (1996).
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- En primer lugar los referentes al entorno macroeconómico de la empresa ( tipos de interés, niveles de
inflación, etc.) que en principio vienen a afectar por igual a todas las empresas, con independencia de su
tamaño.
- Por otro lado los referentes a la propia empresa (tamaño, capacidad de gestión, etc.) y que como
posteriormente se podrá comprobar son los que van a colocar a las PYMES y más concretamente a las
pequeñas empresas, en una situación de desventaja e inferioridad frente a la grande, sobre todo porque
más del 73% de las empresas españolas, no sobrepasan los cinco trabajadores1.
De esta forma conviene estudiar algunos de estos últimos condicionantes y para ello nos vamos a centrar
en algunas de las desventajas que presentan las PYMES respecto a la gran empresa.
En un análisis de la estructura financiera de las PYMES se observa cómo en la composición de su pasivo
empresarial, y más concretamente la de sus recursos premanentes, (Fondos Propios + Deudas a Largo
Plazo + Provisiones), escaso es el peso que representa la financiación ajena a largo plazo, sólo el 9,4% del
total, sólo el 17% de los capitales permanentes, por lo que el resto (83%) por aportación de los
propietarios y la autofinanciación generada (Cuadro 1). No obstante, ello no tiene por qué implicar un
gran montante de Fondos Propios, si no más bien la escasez de financiación ajena a largo plazo en estas
empresas.
CUADRO 1
ESTRUCTURA DEL PASIVO DE LA EMPRESA ESPAÑOLA POR TAMAÑO
PYME*
GRAN EMPRESA
F. PROPIOS
43,9
31,6
DEUDA L.P
9,4
14,4
DEUDA C.P.
44,9
47,0
13,5
9,8
1,8
7,0
Del cual, con entidades de crédito
PROVISIONES
* Hasta 500 empleados
FUENTE: Basch
Por otra parte, de su pasivo circulante, el 30% corresponde a financiación bancaria a corto plazo, mientras
que esta misma partida para la gran empresa representa el 20,85% de su endeudamiento a corto plazo.
Esto provoca que los coste financieros procedentes de la financiación ajena a corto que no proviene
directamente del ciclo empresarial, cobren una importancia que puede ser decisiva a la hora de determinar
los resultados alcanzados por estas empresas.
Pero el crédito de estas características, además de conferirle una estructura financiera más costosa, las
hace más sensibles y dependientes a la evolución de los tipos de interés, lo que supone una mayor
vulnerabilidad a un factor no controlable por la empresa.
Este hecho significativo se puede comprobar en el cuadro 2 en el que se recogen los costes de la
financiación para las empresas por tamaños, calculados dividiendo los intereses de la deuda y gastos
asimilados por el total de recursos ajenos con costes utilizados.
1 Seguridad Social. 1990.
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CUADRO 2
COSTE DE LA FINANCIACION AJENA SEGUN TAMAÑO DE LA EMPRESA
Tipo de Empresa
Coste Financiación Ajena
Pequeña
11,6
Mediana
9,4
Grande
8,7
Fuente: Base de Datos Basch
Se comprueba cómo la remuneración media a los pretamistas por parte de las pequeñas empresas se sitúa
2,9 puntos por encima de la que realizan las grandes empresas. Esta situación repercute además de cara a
terceros posibles inversionistas, ya que sus futuras exigencias de rentabilidad serán mayores para este tipo
de empresas, lo que dificulta la realización de nuevos proyectos de inversión.
El crédito a corto plazo, que es el que mayoritariamente emplean las PYMES, las hace más sensibles y
dependientes a la evolución de los tipos de interés, así como les confiere una estructura financiera más
costosa.
PROBLEMÁTICA FINANCIERA DE LOS EMPRESARIOS DE LAS PYMES.
La captación de recursos tanto para emprender un negocio como para poner en práctica nuevas ideas o
proyectos es un obstáculo, a veces insalvable, al que se enfrentan los empresarios de las PYMES, y puede
suponer un freno al crecimiento económico y empresarial.
Es por ello, la necesidad de descubrir los principales problemas que en torno a este aspecto afectan a las
pequeñas empresas. Y en este sentido, podemos resaltar, en primer lugar, la dificultad que presenta para
estas unidades el acceso a la financiación a largo plazo. Ya de su estructura financiera, se ha podido
comprobar, como éstas presentan un menor nivel de endeudamiento a largo plazo, aún siendo menos
costoso y permitiendo una estructura financiera más estable. Esto se debe básicamente a la falta de
garantías que ofrecen al sistema bancario y que en caso de la gran empresa se cubre gracias al mayor
volumen de recursos propios que posee. De esta forma, la empresas pequeñas y medianas debido a su
estructura financiera y unido a esta falta de garantías que presentan, suelen soportar una prima de riesgo
relativamente elevada en su coste financiero. Todo ello conduce a que, a pesar de su menor grado de
endeudamiento, sus costes financieros sean superiores a los de la gran empresa tal y como ya se ha
comprobado al analizar su estructura financiera.
Esta falta de garantías que presentan las PYMES, es un impedimento también para acceder al mercado de
capitales, de forma que los posibles inversores ven en otros proyectos unos mejores ratios rentabilidadriesgo. Además debido a los formalismos administrativos, contables y fiscales que se exige, se puede
afirmar que no es ésta una vía de financiación válida para las unidades empresariales pequeñas y
medianas.
Así, y en lo que a financiación externa se refiere, las PYMES suelen recurrir como principal fuente de
financiación externa, al crédito bancario a corto plazo, más costosa como ya se ha dicho, no siendo
,además, la adecuada para financiar proyectos de inversión para la renovación productiva de la empresa,
su aumento de capacidad, etc.
De esta forma, sus fuentes financieras principales son la autofinanciación, créditos bancarios,
proveedores, la Hacienda Pública y la Seguridad Social1. Sin embargo, con respecto a la primera, cabe
1 Durán, J.J. (1996)..
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destacar una importante debilidad, dado que suele presentar una importante carencia de aportaciones
externas, estando compuesta básicamente de las aportaciones propias de los empresarios1.
En lo que se refiere a las tres últimas, y que forman la llamada financiación espontánea, no presenta coste
explícito, pero supone una fuente financiera poco estable para abordar los proyectos de inversión de las
empresas.
Otro problema, que desde el punto de vista financiero afecta a las PYMES, es su debilidad a la hora de
entablar las condiciones de negociación con las distintas entidades financieras, que les lleva a tener que
aceptar los requerimientos que éstas impongan, y por lo general suelen implicar mayores cargas para las
empresas y mayores impedimentos para el acceso a la financiación. Este hecho se ve además apoyado
por la dificultad de las entidades financieras de obtener la información suficiente que le permita evaluar la
viabilidad de los proyectos presentados, lo que suele ser bastante costoso, y supone un coste añadido a
trasladar a las empresas solicitantes, además de tener que soportar por ello condiciones más restrictivas.
Ello se ve agravado, por el desconocimiento y falta de información que los dirigentes de las PYMES
frecuentemente presentan, que les impide esquivar y saber abordar todas estas rigideces e impedimentos
que desde esta órbita le aparecen.
Una de las consecuencias más graves que de todo ello se deriva, es un menor estímulo a la inversión, así
como el desaprovechamiento del potencial de creación de empleo de las pequeñas y medianas empresas,
lo que supone anular una de las más importantes ventajas que estas unidades presentan y a su vez aportan
para el crecimiento de la economía.
LAS VÍAS DE FINANCIACIÓN DE LAS PYMES
De todo lo que se acaba de exponer, es clara la necesidad de actuación por parte de las distintas
instituciones con capacidad para ello, con la finalidad de ayudar a las PYMES a superar todos los
inconvenientes que puedan frenar su potencial de crecimiento y desarrollo, entre los que ya han quedado
plasmados los de tipo financiero.
Y en este sentido, una de las vías de actuación va dirigida a diseñar una oferta de recursos financieros que
se adapte a las necesidades específicas de estas empresas2.
Durante muchos años, las distintas ayudas que han ido surgiendo se basaban en aportar, sin más,
subvenciones a las empresas, algo que si bien supone un alivio a la carga financiera de la empresa no
viene a resolver el problema de fondo, tratándose de medidas claramente proteccionistas que en la
mayoría de los casos se convertían en “pan para hoy y hambre para mañana”. Por ello, es necesario la
existencia de programas que fomenten la creatividad de las empresas, que las haga competitivas. Esta es
la idea que debe de imperar a la hora de establecer los distintos programas de fomento y apoyo financiero.
Desde este punto de vista conviene resaltar las principales figuras financieras que contribuyen a mejorar
las dificultades financieras de las PYMES, y entre ellas podemos destacar en primer lugar:
- Las Sociedades de Garantía Recíproca: Debido a la política practicada por las entidades financieras, en
claro perjuicio para las PYMES que como ya se ha comprobado, que se ha traducido en una mayor
dificultad para acceder a la financiación así como un mayor coste de la misma, surgen estas sociedades,
cuya composición social la forman:
- Socios partícipes: Que en su mayoría son las pequeñas y medianas empresas beneficiarias de los
servicios prestados por la Sociedad.
1 Toribio Muñoz, R. (1996). Opus Cit.
2 Otro aspecto de gran importancia, aunque en este trabajo no se va a abordar, es el referente a la demanda de recursos por parte de las
empresas.
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- Socios protectores: Si bien no son indispensables para crear la Sociedad, son esenciales para cumplir
con los requisitos mínimos de solvencia que ésta debe de cumplir. Lo constituyen entidades como
administraciones públicas, entidades financieras, etc., las cuales no pueden solicitar ningún tipo de
garantía de la Sociedad para sus operaciones.
Cabe destacar también el sistema de reafianzamiento, para aportar la cobertura y garantías necesarias a
los riesgos que las Sociedades de Garantía Recíproca adquieran, así como reducir los costes del aval para
sus socios1. Este reafianzamiento viene de manos de CERSA (Compañía Española de Reafianzamiento,
S.A.), empresa pública cuyo principal accionista es el IMPI (Instituto de la pequeña y mediana empresa
industrial).
Entre las funciones más importante al servicio de las PYMES que las Sociedades de Garantía Recíproca
realizan, podemos destacar:
* Aportar a las empresas las garantías necesarias para obtener financiación ajena sin tener que recurrir al
aporte de garantías complementarias o personales, algo que suele ser frecuente para los empresarios de
pequeñas y medianas empresas,
* Al poseer una mayor dimensión que una empresa aislada, su poder de negociación es mayor, lo que
supone obtener condiciones de financiación más ventajosas para las empresas.
* Disminuyen los costes de financiación a las PYMES al aportar mayores garantías al sistema.
* Contribuyen a solventar la falta de información a la que se enfrentan las PYMES, lo que permite
acceder de fuentes de financiación más adecuadas y adaptadas a sus necesidades.
* Permiten mejorar la formación de los empresarios o directivos en el aspecto financiero, lo que se
traduce en una mejora en la gestión de la empresa y en una posible mayor competitividad.
No obstante, a pesar de las ventajas que pueden suponer, adolecen de ciertas deficiencias, que exigen de
su superación para su mayor difusión, pues en la actualidad son muy escasas la empresas que acuden a las
mismas cuando necesitan financiación2.
El Capital Riesgo: Mediante éste, es posible el acceso de inversores (generalmente compañías de
seguros, fondos de pensiones, banca y sector público) al capital de pequeñas y medianas empresas de
forma temporal , dotándolas de un fondo de garantía necesario durante un periodo de tiempo que como
máximo es de cinco años.
Estas empresas deben presentar proyectos innovadores y que presenten una elevada capacidad de
desarrollo, lo cual en el caso de empresas de reducida dimensión no suele ser frecuente.
Además, cuando se produce esta participación, se suele designar un representante en el Consejo de
Administración de la empresa financiada, lo que puede llevar las empresas a renunciar a esta vía, ante el
rechazo a perder el control de la misma, aspecto que se presenta básicamente en las empresas pequeñas.
Los préstamos participativos: Estos préstamos se caracterizan en primer lugar por considerarse
integrables a los recursos propios de la empresa, al ser una mezcla entre recursos ajenos y propios,
suponiendo una garantía adicional para la misma.
En lo que se refiere a su remuneración, presenta la particularidad de presentar una parte fija y otra que irá
en función de los beneficios generados por la empresa, por lo que puede adaptarse a la evolución de la
empresa, de forma que cuando los resultados de las mismas sean reducidos, ésta no se verá muy
presionada por el peso de la deuda.
1 Artículo 11 de la Ley 1/1994 de 11 de marzo sobre Régimen Jurídico y Financiero de las Sociedades de Garantía Recíproca
2 Toribio Muñoz, R. (1996). Opus cit.
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No obstante es un instrumento que no ha proliferado debido a que por lo general se han aplicado a
empresas en crisis, en las que dichos préstamos han supuesto un fracaso para el inversor.
Mercado de valores: La idea de crear un mercado secundario de valores para PYMES, ha fracasado en el
caso español. No obstante a nivel europeo se crea el Mercado Europeo de Capitales para Empresas
Eficientemente Dirigidas, que permite el acceso de las pequeñas y medianas empresas al mercado
europeo.
A pesar de ello, los requisitos que se le exigen a una empresa para cotizar en bolsa (información
actualizada de la empresa, etc.), no parecen fácil de cumplir por parte de muchas PYMES, lo que unido a
su resistencia a ceder el control de las misma, conduce a pensar que no será ésta una vía de financiación
muy empleada por las mismas.
Ayudas financieras: En la actualidad, son muy numerosas las distintas ayudas (subvenciones, financiación
preferente, etc.) a la financiación de las pequeñas y medianas empresas. Ellas son gestionadas por
distintos organismos (incluso a veces dichas ayudas son compatibles) entre los que podemos resaltar:
* A nivel comunitario: Banco Europeo de Inversiones, Fondo Europeo de inversión o la Comunidad
Europea del Carbón y Acero para empresas del sector.
* A nivel nacional: Podemos destacar al Gobierno Central a través del ICO y al IMPI.
* A nivel autonómico: Que en el caso de Andalucía se centra en el Instituto de Fomento de Andalucía
(IFA).
El esfuerzo por parte de las distintas instituciones para apoyar desde el punto de vista financiero a estas
empresas, queda latente en la proliferación de múltiples líneas de financiación que pretenden abarcar
todas las necesidades de estas empresas, tanto en sus inicios como a lo largo de su vida, y que en muchos
casos por su compatibilidad permite financiar la práctica totalidad de la inversión.
Sin embargo, a pesar de sus ventajas, el grado de aceptación, básicamente par las empresas más pequeñas
suele ser considerablemente reducido1, lo cual puede encontrar sus causas tanto por el desconocimiento y
falta de información que padecen los empresarios de estas unidades, así como a la falta en muchos casos
de iniciativas o proyectos a financiar. No suele ser frecuente que las pequeñas empresas inicien procesos
de crecimiento y expansión, por lo que sus necesidades de financiación se orientan más a refinanciaciones
o a financiar el circulante.
Por tanto, tal vez sea conveniente plantearse el problema, no únicamente como una cuestión de oferta de
recursos financieros sino como, ya hemos mencionado con anterioridad, una cuestión de demanda y por
tanto de las características propias de los empresarios.
BIBLIOGRAFIA
- Central de Balance del Banco de España (1996).
- Durán, J.J. (1996). Ayudas para crear y desarrollar nuevas empresas. Ed. Pirámide. Madrid.
- Fariñas, J.C. y otros. (1992). La PYME industrial en España. Ed. Civitas. Madrid.
- Toribio Muñoz, R. (1996). Factores característicos del empresariado gaditano. Políticas de fomento.
Tesis doctoral.
1 Toribio Muñoz, R. (1996). Opus cit.
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