Capacidad, fidelidad y productividad Mt 25:14-30 INTRODUCCIÓN: Tenemos un Dios que es muy generoso, pero que también demanda. Todos los hijos de Dios tenemos la responsabilidad de producir. Ninguno de nosotros tenemos derecho a no producir, la mayoría de personas tienen un problema: siempre están viendo lo que producen otros, y no que producen (o pueden producir) ellos mismos. Existen algunas personas que esperan recibir mucho de parte de Dios, pero no le dan al Señor nada de lo que tienen. Todos nosotros debemos ser productivos delante de Dios. Para lograrlo es importante que entendamos y estemos conscientes que todo lo que tenemos, Dios no lo ha dado y que a Él le pertenece. La mayor parte de veces, decimos que todo lo que tenemos es de Dios, pero actuamos de una forma diferente. Es probable que hayamos leído este pasaje muchas veces. Hay algo impactante en esta parábola; se pueden ver tres cosas muy notables y que van de la mano. La primera de ellas es la capacidad, la segunda la fidelidad y la última es la productividad. DESARROLLO 1) Capacidad: Como se puede ver en esta parábola, Dios dio talentos a algunos de sus siervos, pero no los dio al azar. Él dio a cada uno de ellos según su capacidad. Por lo tanto, nosotros no podemos presumir de lo que tenemos, ya que Dios es el dueño de todo y hasta la capacidad que tenemos para producir las cosas que poseemos nos la ha dado Él. Dios nos da la capacidad, y junto a ella nos da una oportunidad. En algunos casos, tenemos la capacidad de hacer muchas cosas, pero lo que nos falta para poder desarrollar esa capacidad es una oportunidad. Debemos estar atento a las oportunidades que se nos presentan. En el mundo existen dos clases de personas, las que ven pasar oportunidades, y otras que las toman. Por ejemplo, en el caso de los goleadores. Hay gente que dice: “Ese no juega bien, lo que pasa es que es un oportunista”. Creo que no es un oportunista sino un goleador; porque menos sirve jugar bien y no meter goles. No tiene caso que una persona vaya corriendo de un lugar a otro sin meter un gol. Al parecer, el brasileño Ronaldo era el jugador que menos tocaba la pelota en un partido, pero al final es quien siempre estaba a la altura y es el que metía los goles. Él sabía tomar la oportunidad para meter un gol. De la misma forma debemos ser nosotros, debemos estar atentos para tomar las oportunidades que se nos presenten para poder desarrollar las capacidades que Dios nos ha dado. 2) Fidelidad: Al principio de esta parábola dice que el señor les dio talentos a cada uno de ellos y no les dijo que debían hacer, solo se los dio y se fue lejos. Este señor estaba confiando en la inteligencia y capacidades que había en cada uno de ellos. Por esa razón, al siervo que no hizo nada con el talento que le había dejado le dijo que lo mínimo que debería haber pensado, era meter el dinero al banco para que ganara por lo menos intereses. Además el dinero hubiera estado más seguro ahí que en un hoyo bajo la tierra. Es importante entender que el dueño de los bienes, se los confió a las personas que eran sus siervos. Jesús no confía sus talentos a quienes no son sus hijos. Él los llamó, les confió sus cosas, se fue, y regresará a pedir cuentas. Mucha gente argumenta que no toma las oportunidades que se le presentan y que no hacen las cosas, porque Dios “no les dijo” que hacer; eso no debe ser así. Él da las capacidades y las oportunidades para producir. Puede que no hable audiblemente para decir que hacer, pero cuando regrese va a pedir cuentas acerca de lo que produjimos con lo que nos dio. No esperes a que Dios venga y te pregunte: ¿Qué hiciste con lo que te di?, para justificar respondiendo: “Es que tu no me dijiste que hacer, tu no me hablaste”. Dios nos ha dado capacidad y debemos estar atento a las oportunidades. 3) Productividad: Esta parábola también habla de productividad. Dios nos manda a multiplicar lo que nos ha entregado. Cada uno de los siervos buenos y diligentes multiplicaron los talentos entregados; al doble. Él nos ha dado la capacidad y las oportunidades para hacerlo. Mucha gente no es productiva y se justifica diciendo que no ha escuchado la voz de Dios para hacer algo o también que no tienen las capacidades o “talentos” necesarios. Solo basta con echarle un vistazo a la biblia para darnos cuenta que es justamente las personas que creían que no tenían capacidades a quienes Dios uso más, pero cuando dejaron las excusas. APLICACIÓN: Él puede llegar en cualquier momento y decirte: “Hola, ya vine y quiero mis talentos y algo más”. Existen cosas que hace Dios, y otras cosas que hacemos nosotros. Dios nos da el talento y espera que nosotros produzcamos. ¡Que enorme privilegio que Dios cuente con nosotros para este maravilloso trabajo que tiene trascendencia eterna! Pídale al Señor en oración que le ayude a identificar sus talentos y mientras tanto, esfuércese por servirlo y ser productivo para Él. Amen.