04/05/2015 - Iglesia Galilea

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Capacidad, fidelidad y productividad
Mt 25:14-30
INTRODUCCIÓN: Tenemos un Dios que es muy generoso, pero que
también demanda. Todos los hijos de Dios tenemos la responsabilidad de
producir. Ninguno de nosotros tenemos derecho a no producir, la
mayoría de personas tienen un problema: siempre están viendo lo que
producen otros, y no que producen (o pueden producir) ellos mismos.
Existen algunas personas que esperan recibir mucho de parte de Dios,
pero no le dan al Señor nada de lo que tienen.
Todos nosotros debemos ser productivos delante de Dios. Para lograrlo es
importante que entendamos y estemos conscientes que todo lo que
tenemos, Dios no lo ha dado y que a Él le pertenece. La mayor parte de
veces, decimos que todo lo que tenemos es de Dios, pero actuamos de
una forma diferente.
Es probable que hayamos leído este pasaje muchas veces. Hay algo
impactante en esta parábola; se pueden ver tres cosas muy notables y
que van de la mano. La primera de ellas es la capacidad, la segunda la
fidelidad y la última es la productividad.
DESARROLLO
1) Capacidad: Como se puede ver en esta parábola, Dios dio talentos a
algunos de sus siervos, pero no los dio al azar. Él dio a cada uno de ellos
según su capacidad. Por lo tanto, nosotros no podemos presumir de lo
que tenemos, ya que Dios es el dueño de todo y hasta la capacidad que
tenemos para producir las cosas que poseemos nos la ha dado Él.
Dios nos da la capacidad, y junto a ella nos da una oportunidad. En
algunos casos, tenemos la capacidad de hacer muchas cosas, pero lo
que nos falta para poder desarrollar esa capacidad es una oportunidad.
Debemos estar atento a las oportunidades que se nos presentan.
En el mundo existen dos clases de personas, las que ven pasar
oportunidades, y otras que las toman. Por ejemplo, en el caso de los
goleadores. Hay gente que dice: “Ese no juega bien, lo que pasa es que
es un oportunista”. Creo que no es un oportunista sino un goleador;
porque menos sirve jugar bien y no meter goles.
No tiene caso que una persona vaya corriendo de un lugar a otro sin
meter un gol. Al parecer, el brasileño Ronaldo era el jugador que menos
tocaba la pelota en un partido, pero al final es quien siempre estaba a la
altura y es el que metía los goles. Él sabía tomar la oportunidad para
meter un gol. De la misma forma debemos ser nosotros, debemos estar
atentos para tomar las oportunidades que se nos presenten para poder
desarrollar las capacidades que Dios nos ha dado.
2) Fidelidad: Al principio de esta parábola dice que el señor les dio
talentos a cada uno de ellos y no les dijo que debían hacer, solo se los
dio y se fue lejos.
Este señor estaba confiando en la inteligencia y capacidades que había
en cada uno de ellos. Por esa razón, al siervo que no hizo nada con el
talento que le había dejado le dijo que lo mínimo que debería haber
pensado, era meter el dinero al banco para que ganara por lo menos
intereses. Además el dinero hubiera estado más seguro ahí que en un
hoyo bajo la tierra.
Es importante entender que el dueño de los bienes, se los confió a las
personas que eran sus siervos. Jesús no confía sus talentos a quienes no
son sus hijos. Él los llamó, les confió sus cosas, se fue, y regresará a pedir
cuentas.
Mucha gente argumenta que no toma las oportunidades que se le
presentan y que no hacen las cosas, porque Dios “no les dijo” que hacer;
eso no debe ser así. Él da las capacidades y las oportunidades para
producir. Puede que no hable audiblemente para decir que hacer, pero
cuando regrese va a pedir cuentas acerca de lo que produjimos con lo
que nos dio. No esperes a que Dios venga y te pregunte: ¿Qué hiciste con
lo que te di?, para justificar respondiendo: “Es que tu no me dijiste que
hacer, tu no me hablaste”. Dios nos ha dado capacidad y debemos estar
atento a las oportunidades.
3) Productividad: Esta parábola también habla de productividad. Dios
nos manda a multiplicar lo que nos ha entregado. Cada uno de los siervos
buenos y diligentes multiplicaron los talentos entregados; al doble. Él nos
ha dado la capacidad y las oportunidades para hacerlo. Mucha gente
no es productiva y se justifica diciendo que no ha escuchado la voz de
Dios para hacer algo o también que no tienen las capacidades o
“talentos” necesarios. Solo basta con echarle un vistazo a la biblia para
darnos cuenta que es justamente las personas que creían que no tenían
capacidades a quienes Dios uso más, pero cuando dejaron las excusas.
APLICACIÓN: Él puede llegar en cualquier momento y decirte: “Hola, ya
vine y quiero mis talentos y algo más”. Existen cosas que hace Dios, y otras
cosas que hacemos nosotros. Dios nos da el talento y espera que nosotros
produzcamos. ¡Que enorme privilegio que Dios cuente con nosotros para
este maravilloso trabajo que tiene trascendencia eterna! Pídale al Señor
en oración que le ayude a identificar sus talentos y mientras tanto,
esfuércese por servirlo y ser productivo para Él. Amen.
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