Resonancia Magnética Funcional como complemento en la planificación neuro-quirúrgica. Poster no.: S-0034 Congreso: SERAM 2012 Tipo del póster: Presentación Electrónica Científica Autores: J. J. Aguilar García, F. Roldan Lora, J. M. Cabello Bautista, J. Ortega Quintanilla, R. F. Ocete Pérez, R. Rodríguez Romero; Sevilla/ES Palabras clave: Neurorradiología cerebro DOI: 10.1594/seram2012/S-0034 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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Página 1 de 29 Objetivos El objetivo de nuestro trabajo es analizar y valorar la correlación entre la información anatómica de las áreas corticales motoras aportada por Resonancia Magnética Funcional (RM-f) y la existencia de déficits motores postquirúrgicos. Material y método La muestra procede de un grupo de pacientes diagnosticados de lesión cerebral susceptible de tratamiento quirúrgico, en el periodo comprendido desde Noviembre del 2007 hasta Marzo del 2010 en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. 1.1 Diseño: Estudio descriptivo de una serie de casos evaluados retrospectivamente desde Noviembre de 2007 a Marzo del 2010. 1.2 Factores demográficos y protocolo de RM-f: Todos los pacientes con lesión cerebral susceptible de tratamiento quirúrgico y que pudieran encontrarse en proximidad o en la corteza funcional motora fueron evaluados con RM-f en el periodo anteriormente mencionado. La muestra estaba constituida por 12 hombres y 5 mujeres de edades comprendidas entre los 20 y 71 años. Todos los casos fueron sometidos a una evaluación clínica multidisciplinar por parte de neurología y neurocirugía y les fue asignado un protocolo para cartografiar las áreas corticales motoras de cara a determinar la distancia de éstas a la lesión cerebral objeto del estudio. Los estudios se realizaron en un equipo de resonancia magnética marca Philips (Eindhoven, Holanda), modelo Intera Master, con una potencia de campo de 1,5 T. Todos los estudios de RM incluyeron una exploración morfológica para determinar las características y localización de las lesiones con secuencias potenciadas en T1 3D, sin y con contraste intravenoso (Gadolinio), SE Dual (DP-T2), Flair y EG T2. Para el cartografiado de la corteza funcional motora se llevo a cabo un diseño de bloques consistente en la realización de dos tareas, la tarea de activación y la tarea de control, Página 2 de 29 de forma repetida en fases alternas (4 bloques de activación y reposo alternativos, de 10 segundos de duración cada uno). Estos paradigmas consistieron en la apertura y cierre consecutivos de la mano y de flexo-extensión del pie, de forma repetitiva durante la adquisición de la secuencia, utilizando el procedimiento BOLD y obteniéndose los niveles de correlación mediante post-procesado en estación de trabajo. En uno de los pacientes se realizaron paradigmas de movimientos faciales (movimientos de pulsión y retracción de la lengua y cierre y apertura unilateral del párpado). Para una interpretación más precisa de los mapas de activación cortical cerebral, éstos se fusionaron con las imágenes T1 3D con contraste. Se determinaron las medidas de la lesión cerebral, así como la distancia de la misma a las áreas funcionales corticales de interés. Los resultados de la cirugía fueron evaluados mediante examen neurológico tanto durante su evolución en planta como tras el alta, tomándose nota de las complicaciones. Resultados 2.1 Resultados de la RM-f: En nuestra serie 8 pacientes presentaban la lesión en hemisferio derecho y 9 en el hemisferio izquierdo, siendo diagnosticadas 10 como lesiones tumorales, 6 como malformaciones vasculares (4 malformaciones cavernosas y 2 malformaciones arteriovenosas) y 1 absceso cerebral. La localización más frecuente de las lesiones fue en lóbulo frontal (6 pacientes) y parietal (con 5 pacientes); localizándose las restantes a nivel fronto-parietal, y temporo-parietal. El tamaño de las lesiones oscilaba entre 1,3 x 1,2 x 1 cm la más pequeña y 8,4 x 6,5 x 6,3 cm la mayor. En los 17 pacientes se realizó un protocolo de RM-f para evaluar y localizar las áreas elocuentes de las cuales dependen la movilidad de mano y pie derechos o izquierdos según el caso; llevándose a cabo en uno de ellos además la localización del área funcional motora facial. La localización de la corteza funcional motora de pie y mano se realizó con éxito en 14 pacientes, en los 3 restantes no conseguimos una representación adecuada de la activación cortical, en 2 casos del pie derecho y en 1 caso del pie izquierdo. Se determinó la distancia entre la lesión y la corteza funcional motora, considerándose que el riesgo quirúrgico de lesionar el área motora en las lesiones situadas a más de 20 mm era muy bajo, entre 10 y 19 mm intermedio y por debajo de 10 mm muy alto. De esta forma, se vio que las lesiones se encontraban alejadas (>20 mm) de las áreas Página 3 de 29 corticales funcionales en 10 pacientes, entre 10-19 mm en 2 pacientes (1 lesión tumoral y 1 malformación cavernomatosa) y a <10 mmen 5 pacientes (4 lesiones tumorales y 1 malformación cavernomatosa) (Figura 1). 2.2 Resultados de la cirugía (Figura 2): - Malformaciones vasculares: 1. En un caso la lesión se localizaba en la corteza motora y dado el riesgo de hemiplejia que conllevaría la resección de la misma se descartó la intervención quirúrgica (8 mmde distancia entre el área cortical motora de la mano a la lesión). La activación de la cortical del pie no fue valorable. 2. En otro caso se demostró que la lesión se encontraba a 19 mm y a 6 mm de separación respectivamente de las áreas corticales funcionales de mano y pie realizándose actitud expectante. 3. Los 4 casos restantes, se encontraban alejados de las áreas corticales funcionales motoras: -En 1 caso se realizó tratamiento endovascular con embolización de la MAV por neurorradiología intervencionista. -En una malformación cavernomatosa que originaba secundariamente epilepsia sintomática con crisis parciales y microsangrados repetidos, el paciente rechazó el tratamiento quirúrgico planteado. -Dado el control de la sintomatología en los 2 pacientes restantes, se mantuvo actitud expectante. - Tumores: 1. No susceptible de tratamiento quirúrgico en 1 caso: -La lesión englobaba a la arteria cerebral media (ACM) y sus ramas Silvianas, demostrándose en el estudio funcional que las áreas de activación cortical de mano y pie estaban muy separadas de los márgenes tumorales. Se revisó el caso en Sesión Clínica conjunta con Oncología-Neurocirugía donde se consideró la no resecabilidad de la lesión. 2. Actitud expectante en 1 caso: Página 4 de 29 -El paciente realizó adecuadamente los paradigmas motores de apertura y cierre del puño izquierdo y de flexo-extensión del pie, encontrándose las áreas de activación cortical alejadas del límite teórico de la tumoración. El paciente se presentó inicialmente con crisis parciales somato-sensoriales en número de 2-3 al día. Ante el control adecuado de las crisis parciales con tratamiento médico y estabilidad de la lesión en controles sucesivos de radiología se decidió tratamiento expectante. 3. Con indicación quirúrgica: - Separadas >20 mm de las áreas corticales motoras: 3 pacientes que no presentaron déficits motores tras la cirugía. - Separadas entre 10-19 mm: Un paciente, en el estudio de RM-f se apreciaron las áreas de activación motora de mano y pie, anteriores al tumor, separadas respectivamente 17 y 15 mm del margen tumoral más próximo. Tras la cirugía quedó una hemiparesia izquierda transitoria, que recuperó totalmente. -Lesiones en estrecho contacto con las áreas corticales funcionales motoras (< 10 mm), 4 pacientes: 1º. En un paciente se apreció contacto del margen anterolateral de la lesión con las principales áreas de activación cortical de la mano y pie derechos, incluso con áreas focales de superposición con la cortical morota del pie. Tras la cirugía, el paciente presentó dificultad para hablar y hemiplejía derecha que fue recuperando paulatinamente, quedando finalmente una hemiparesia de predominio braquial. 2º. En un paciente se identificó el área de activación motora de la mano izquierda en íntima relación al margen anterolateral de la lesión sin que el paradigma de activación cortical del pie obtuviera resultados concluyentes. Aunque el riesgo quirúrgico era alto se decidió intervención. La paciente no presentó déficit motor en quirófano pero días después comenzó con una hemiparesia izquierda de predominio braquial que no ha recuperado. 3º. En el estudio funcional, el área de activación cortical de la mano se localizaba en contacto con el margen posterolateral de la lesión y la activación cortical del pie se localizó a menos de 10 mm del margen anterolateral del tumor respectivamente. Tras la cirugía, el paciente presentó paresia de hemicuerpo derecho que recuperó completamente, persistiendo fallos para movimientos finos de la mano derecha que mejoraron a lo largo del año posterior quedando como secuela temblor ocasional en mano derecha. 4º. En el último paciente con lesión tumoral, el área motora de la mano quedaba a 2 mm del margen de la lesión mientras que la cortical motora del pie se localizaba posterior a la tumoración a 10 mm del margen de la misma, quedando tras la cirugía una hermiparesia izquierda permanente. Página 5 de 29 Absceso: En un único paciente, la lesión estaba alejada de las áreas funcionales de activación motora. Se intervino quirúrgicamente con evolución favorable y sin presentar déficits motores postcirugía. CASOS PRÁCTICOS: -Caso 1: Figuras 3, 4, 5 y 6. -Caso 2: Figuras 7, 8, 9 y 10. -Caso 3: Figuras 11, 12, 13 y 14. -Caso 4: Figuras 15, 16, 17, 18 y 19. Images for this section: Página 6 de 29 Fig. 1 Página 7 de 29 Fig. 2 Página 8 de 29 Fig. 3 Página 9 de 29 Fig. 4 Página 10 de 29 Fig. 5 Página 11 de 29 Fig. 6 Página 12 de 29 Fig. 7 Página 13 de 29 Fig. 8 Página 14 de 29 Fig. 9 Página 15 de 29 Fig. 10 Página 16 de 29 Fig. 11 Página 17 de 29 Fig. 12 Página 18 de 29 Fig. 13 Página 19 de 29 Fig. 14 Página 20 de 29 Fig. 15 Página 21 de 29 Fig. 16 Página 22 de 29 Fig. 17 Página 23 de 29 Fig. 18 Página 24 de 29 Fig. 19 Página 25 de 29 Conclusiones Es conocido que los tiempos de progresión tumoral y la supervivencia global especialmente en pacientes intervenidos de neoplasias del SNC dependen del volumen de tumor extirpado y del volumen tumoral residual post-cirugía. Es importante que la resección del tejido patológico se maximice, sin embargo, el grado de resección debe ser equilibrado, de forma que se evite el posible riesgo de déficit neurológico permanente y sus efectos sobre la calidad de vida del paciente tras la cirugía. Este equilibrio pone de relieve la necesidad de una información prequirúrgica relativa a la anatomía funcional que se relaciona con tareas que son fundamentales para nuestra vida cotidiana. Es razonable pensar que cuanto más cerca se encuentre el área patológica al área funcional más importante resulta dicha información de cara a una posible resección de la lesión por posible implicación de las áreas elocuentes motoras. Este conocimiento se puede obtener de forma no invasiva a través de la RM-f preoperatoria. En nuestro trabajo se obtuvo una buena calidad de "activación" en una alta proporción de pacientes, siendo del 100% para las áreas de activación motora de la mano y del 82,35% para las áreas de activación motora del pie. En términos de resultados neurológicos, en nuestra muestra presentaron ausencia de déficit neurológico motor postoperatorio aquellos pacientes en los que se demostró que las áreas corticales motoras se encontraban alejadas más de10 mm de las lesiones tumorales, quedando con algún tipo de déficit neurológico los casos en los que se encontraban a <10 mm. La información proporcionada por la RM-f en el presente estudio, se consideró de gran valor para el neurocirujano, ya que facilitó una resección quirúrgica más segura de las lesiones que se encontraban en localizaciones anatómicas antes consideradas de alto riesgo quirúrgico sin ICS (estimulación cortical intraoperatoria). La fuerza de este argumento se ve reforzado por el hecho de que ningún paciente de nuestra serie con lesión tumoral alejada de la corteza funcional motora presentó déficit neurológico permanente tras cito reducción tumoral. Los resultados de esta revisión se apoyan en la literatura publicada que sugiere que la RM-f es un complemento muy útil en la planificación de la intervención quirúrgica. Si bien quedan muchas cuestiones aún por resolver que requieren de más estudios entre las que se incluyen: posibles variaciones sobre el efecto BOLD de diferentes entidades patológicas, la angiogénesis y el robo vascular, los efectos debidos a la presencia de patología accesoria como enfermedad aterosclerótica y las variaciones interindividuales e intraindividuales en la anatomía vascular cerebral, complianza/ autorregulación y gasto cardíaco. También hay una gran diversidad de equipos de RM que realizan estudios de imagen funcional, así como en las técnicas y protocolos utilizados. Cabe señalar que el método empleado en esta serie se basa en habilidades cualitativas del radiólogo Página 26 de 29 para la superposición de los datos morfológicos y funcionales en el post-procesado de cara a obtener los mapas de activación cortical. Esto no es ideal y como otras tantas interpretaciones radiológicas se encuentra abierto al posible sesgo del observador. Sin embargo, los resultados de este estudio coinciden con los resultados de otros muchos trabajos ya publicados. BIBLIOGRAFÍA. 1. Yoo SS, Talos IF, Golby AJ, Black PM, Panych LP. Evaluating requirements for spatial resolution of fMRI for neurosurgical planning. Hum Brain Mapp. 2004; 21(1):34-43. 2. Zhang D, Johnston JM, Fox MD, Leuthardt EC, Grubb RL, Chicoine MR, et al. Preoperative sensorimotor mapping in brain tumor patients using spontaneous fluctuations in neuronal activity imaged with functional magnetic resonance imaging: initial experience. Neurosurgery. 2009; 65(6):226-36. 3. 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