3.- LOS PRIMEROS PASOS.Para los días 24 al 27 de Febrero de 1949 se programa y se da el 2º Cursillo, al cual asiste como Rector, Andrés Rullan. El Primer Cursillo será el único al que se denominará como ya se señalara: "Cursillo de Formación y Apostolado". A partir de este 2º Cursillo se les pasará a denominar "CURSILLOS DE JUVENTUD", a fin de que no cupiere ninguna duda de que se trataba de algo diferente de aquellos otros que se habían dado como Cursillos para Adelantados de Peregrinos y como Cursillos para Jefes de Peregrinos o Cursillos de Formación. Hasta junio de 1949 se van a dar un total de diez Cursillos, todos ellos en el Santuario de San Honorato, caracterizándose por los siguientes rasgos: "los cursillistas proceden, en su inmensa mayoría, de los Centros de Acción Católica; se incorporan los Grupos como pieza fundamental del Cursillo en orden a su continuidad; el rollo Aspirantes queda suprimido por resultar inadaptado y es sustituido por el rollo Seguro Total (hoy rollo Grupo y Ultreya); y cada Cursillo es sometido al terminar a un minucioso análisis que cierra el paso a toda improvisación". (Eduardo Bonnin.- "El Cómo y el Porqué".- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Cursillos de Cristiandad.- Pag. 30). Santuario de San Honorato Altar de la Capilla Al finalizar 1949 el número de Cursillos se elevará a dieciocho, y será en la Asamblea de la JACE de diciembre de ese año, cuando, a raíz de algunas críticas y ataques que se habían recibido, Mons. Hervás, saliendo en su defensa, les dará un espaldarazo definitivo al decir: "Desde el primer momento quiero contestar a un concepto que ha flotado varias veces en esta reunión, el de los Cursillos. Los bendigo y los apruebo ampliamente...no con una sola...sino con las dos manos". (Juan Capó.- "Pequeñas historias de la historia de los Cursillos de Cristiandad".- Editado por el Secretariado Nacional de España.- Colección Pablo Apóstol.- Pag. 39). Los Rollos, como ya se ha dicho, quedaron listos, salvo algunos pequeños ajustes, desde el principio, situación que no fue la misma en el caso de las Meditaciones, respecto de las cuales se dejó al comienzo bastante libertad de uso y de improvisación. En estos primeros tiempos la asistencia de sacerdotes como Directores Espirituales fue forzosamente accidentada y no pocas veces improvisada. Todos eran "nuevos en la empresa" y cada uno aportaba lo mejor que podía de sí. En 1950 se hará la primera recopilación de las Meditaciones, la cual quedó como definitiva, e incluso es la que se mantiene hasta hoy, salvo levísimas variantes, adaptaciones y actualizaciones. Para hacerla se recogió todo el material que se había usado desde enero de 1949, el cual fue aportado por sus autores en notas manuscritas, hojas sueltas, apuntes, etc., a fin de tratar de ver que era lo mejor. El alma de esta recopilación y ordenamiento fueron el padre Juan Capó y el padre Miguel Fernández, los cuales contaron, entre otros, con los aportes de los padres Jaime Daviú, Miguel Ramón, Bernardo Martorell y Guillermo Payeras, quién aportó concretamente las tres meditaciones que se habían preparado para el Primer Cursillo, mas sus propios trabajos. Padre Jaime Daviú, gran "motor" en la recopilación de las "Meditaciones" Ahora bien, para la 1ª Meditación: "Conócete a ti mismo", los ejemplos se sacaron en forma abundante de las obras de Tihamer Toth. Se intentaba con ella hacer pensar que "esos momentos" podían ser decisivos en la vida. Como en todas las cosas en que está metida la Providencia de Dios, resultó que de un simple ejemplo, planteado por vía incidental, tomo cuerpo, hasta convertirse en un punto casi central de la meditación, modificando incluso en cierto sentido la intención original, el tema de la "película de la vida". En cuanto a la 2ª Meditación: "El Hijo Pródigo", la primitiva redacción se complementaba con una consideración de Getsemaní, como una forma de lleva a asumir conciencia de que somos actores personalmente conocidos en la pasión y en el dolor de Cristo. La 3ª Meditación: "Las Tres Miradas", tuvo una trayectoria más azarosa, ya que no siempre se entendió claramente su objetivo y por consiguiente no siempre se aprovecharon plenamente sus virtudes. Se trataba no tanto de describir la mirada, cuanto "sentirse mirado", motivando con ello a una introspección y a un examen interior. En cuanto a la 4ª Meditación: "La Figura de Cristo", ella fue aportada íntegramente por el padre Miguel Fernández, quién a su vez la había tomado de los retiros dados en Mallorca por el padre Fayos S.J. Finalmente para la 5ª Meditación: "Mensaje de Cristo al Cursillista", se decidió sujetarse al texto evangélico del Monte Tabor, evitando de este modo que se transformara en una larga lista de advertencias y avisos, como más de alguna vez hasta ese entonces había sucedido. En Agosto de 1950 el padre Juan Capó es designado por Mons. Hervás como Asesor Diocesano de la JACE, en reemplazo del padre Sebastián Gayá, lo cual en ningún caso significó cambios o relevos de programas, sino por el contrario, una indiscutible continuidad de ideas y de estilos de trabajo, consecuencia de la mancomunada labor que habían venido realizando juntos desde la llegada del padre Capó a Mallorca. Ello sería incluso reconocido y recordado mas tarde por el propio padre Gayá cuando escribiera: "Con don Juan nos ensamblamos rápidamente. No pocas veces dejaba su Seminario Menor, de donde era Director Espiritual, u otras de sus actividades, para nuestras entrevistas en clave de cordialidad pastoral. Al fin para atender los deseos de Mons. Hervás, en orden a otras actividades de gobierno pastoral, hube de dejar en manos de don Juan la Conciliaría de la juventud y la responsabilidad inmediata del Movimiento de Cursillos..." Padre Juan Capó Asesor Diocesano JACE, Mallorca desde Agosto de 1950 "Proa", el Boletín del Consejo Diocesano de la JACE, al dar la noticia del "transvase", no dudó en afirmar: "Don Sebastián Gayá y don Juan Capó son dos almas íntimamente compenetradas. Creemos sinceramente que, si al primero se le pidiera un Conciliario, nos señalaría al segundo, y no dudamos que este pondría sus ojos en el primero". Puedo responder que por lo que a mi afectaba, la afirmación era una realidad elemental" (Mons. Sebastián Gayá.- "Recordando a don Juan Capó".- Artículo publicado con motivo del fallecimiento del padre Capó.- Boletín Cursillos de Cristiandad Nº234.Secretariado Nacional de España). Padre Sebastian Gayá Asesor Diocesano JACE, Mallorca desde 1947 a 1950 La fuerza y la vida propia que los Cursillos habían ido tomando, van a llevar a la Asamblea de la JACE de Mallorca de 1950 a crear la "Vocalía de Cursillos", dejando Eduardo Bonnin la presidencia del consejo de la JACE que servía hasta ese momento, para hacerse cargo de esta Vocalía, naciendo conjuntamente con ello la primera Escuela de Dirigentes, la cual funcionará originalmente en la Parroquia de San Alonso de Palma. Al llegar el mes de marzo de 1951 se habían realizado 33 Cursillos, celebrándose casi todos ellos, a partir de Nº10, en el Santuario de Montesión de Porreras, caracterizándose esta - que podríamos denominar segunda etapa de los Cursillos - por la creciente incorporación de elementos que no procedían ya de los Centros de Acción Católica, lo cual a su vez provocó como resultado la apertura de nuevos y amplios campos de acción para el Movimiento y el enfoque de las verdades, teniendo presente este nuevo tipo de elementos que se integraban a los Cursillos. De esta época será también la sustitución del rollo "Animación del Centro por parte de los Cursillistas", por el rollo "Cursillistas mas allá del Cursillo", hoy refundido con el rollo "Seguro Total" en el rollo "Grupo y Ultreya". Será también en esta etapa cuando se va a plantear formalmente el problema de la perseverancia, empezando a formarse las Reuniones de Grupo como pieza fundamental para asegurar la continuidad de los frutos conseguidos. Algo mas tarde se organizarían las Ultreyas, esto es la reunión semanal de las Reuniones de Grupo, para facilitar la perseverancia y para fomentar la formación de Grupos en un ambiente más comunitario.