Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. IX, n.º 2 (79-89), 1989 COMUNICACIÓN SOCIAL Y USO DE LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE EN NIÑOS INSTITUCIONALIZADOS Por M. Coy Robert Psicóloga-logopeda en Llar d’lnfants de l'ACIS A. Missé Ferran Psicóloga-logopeda en el Servicio de protección y tutela del menor, Departamento de Justicia, Lérida ISTINTOS autores señalan la existencia de notables diferencias respecto a la evolución de la comunicación en el niño según hayan sido los estímulos que éste haya recibido y las oportunidades que se le hayan brindado. Nuestro interés se centra en las características de la comunicación en niños que se encuentran en situación de institucionalización. El objetivo del trabajo que presentamos es el estudio sobre el uso de las funciones comunicativas del lenguaje por parte de niños en régimen de institucionalización. En nuestro caso los niños observados pertenecen a la Casa Provincial de Maternidad de Barcelona. En un principio no nos fue fácil conseguir el acceso a esta institución pero, finalmente, en enero de 1985 se nos facilitó la entrada a la Casa de Maternidad de Barcelona. Las observaciones y conclusiones obtenidas son las que presentamos en este artículo. D INTRODUCCIÓN Los conceptos interacción y socialización nos interesan para comprender el proceso de desarrollo del niño ya que éste, cuando nace, se encuentra con un medio social organizado en grupos, los cuales tienen sus propias leyes. La mayoría de autores está de acuerdo en afirmar que la actividad social forma parte de la evolución infantil, aunque no todos coinciden en aceptar que el carácter social del niño ya está presente desde el nacimiento. La teoría cognitivoevolutiva postula que el desarrollo psicológico del niño se basa en la interacción estructurada entre el organismo y el medio. El hombre es un sistema organizado de forma compleja en el cual sus diferencias individuales y la diversidad de situaciones interactúan mutuamente. J. Piaget y H. R. Schaffer, son considerados como los autores más representativos de esta teoría. Una de las conductas que posibilitan la interacción y, por consiguiente, el desarrollo del aspecto social del niño es la llamada conducta de apego. Ésta consiste en un proceso que crea lazos afectivos entre el niño y los adultos, a la vez que un prerrequisito para la individuación (transformación gradual del bebé de componente subordinado al sistema de los padres en persona con funciones propias y autónomas. Mahler y Gosliner, 1955; Mahler, Pine y Bergman, 1975). El comportamiento de apego es una serie de actitudes Correspondencia: Montserrat Coy Robert. Llar d’lnfants de l'ACIS. Miquel del Sants Oliver, 4. 08024 Barcelona. 79 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES respecto a la interacción en general, unidas a una confianza relativamente mayor en las habilidades del bebé dentro de contextos familiares interpersonales. K. Kaye, 1982, afirma que un individuo apegado equivale a un miembro individual o socio pleno. El papel que desempeñan los padres en los procesos de apego e individuación del bebé cambian en el curso de la socialización de éste. El niño no adquiere autonomía hasta que no se ha convertido en miembro del sistema, cuando reconoce las funciones que han sido realizadas, en su lugar, por los padres. Si la socialización continúa a lo largo de toda la vida, llevando al individuo a sistemas sociales radicalmente diferentes, esto significa que el proceso inicial de socialización es de vital importancia. Según las teorías referidas al desarrollo de los vínculos afectivos y las relaciones que tienen con el proceso de sociabilización, queda claro que los niños que no han podido establecer lazos afectivos pueden generar patologías en sus conductas sociales. Diferentes autores, Ainsworth, 1961; Provence y Lipton, 1962; Bowlby, 1951; Spitz y Wolf, 1946, han confirmado que los niños institucionalizados o en situación de deprivación de la figura de apego presentan un retraso del lenguaje, además de otros problemas en las relaciones sociales. Según Spitz, 1958, el desarrollo de las relaciones objectales es un indicio de funcionamiento normal, no el suficiente pero sí el necesario. F. López, 1981, observa que el aspecto más afectado de la conducta de los niños institucionalizados es el lenguaje y cuando éstos, además, están sometidos a condiciones ambientales poco estimulantes manifestarán, también, problemas sociobiológicos. Para realizar nuestro estudio hemos creído oportuno tomar en cuenta lo que nos dice Halliday sobre las funciones del lenguaje, ya que para este autor cumple una función comunicativa que, a su vez, tiene una dimensión social. Este autor afirma que los orígenes del desarrollo del lenguaje pueden interpretarse como el aprendizaje de un conjunto de funciones, cada una asociada a su «significado potencial». El lenguaje es un sistema funcional en el cual cada emisión tiene una función. Halliday divide el aprendizaje de la lengua materna en tres fases (véase tabla n.º 1). El sistema funcional del niño en la primera 80 Tabla I Informativa 1.ª Fase 2.ª Fase 3.ª Fase (HALLIDAY, 1975) fase es un sistema de contenido y expresión que evoluciona al sistema funcional del adulto en cual está formado por contenido, forma y expresión. Cuando el uso del lenguaje evoluciona hacia contextos sociales generalizados, el sistema lingüístico es capaz de transmitir la cultura al niño. De esta forma el lenguaje llega a ocupar una posición central en todo el proceso de aprendizaje social. ESTUDIO EMPÍRICO En 1853 se constituye la primera junta de gobierno de la Casa Provincial de Maternidad y Expósitos de Barcelona. Desde esta fecha y hasta 1985 este centro ha sufrido cambios en su funcionamiento interno, a la vez que han variado sus objetivos institucionales. Cuando se inicia el presente estudio, enero 1985, las vías de acceso de los niños al centro eran: por trámite policial, por mandato del Tribunal Tutelar de Menores o por decisión de los padres. Asimismo, el objetivo del centro, con validez en la actualidad, era conseguir la adopción o el régimen de guarda y custodia lo más pronto posible para la totalidad de los niños. Este criterio implica la voluntad de disminuir el número de niños que permanecen en régimen de institucionalización de forma más o menos indefinida. En 1984 esta institución inicia una remodelación en su funcionamiento respecto a la distribución de Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. grupos de niños. En 1985 el número de niños disminuye, pasando de los 120 en 1984 a 60 en la fecha indicada. Éstos estaban distribuidos en dos modalidades. - Modalidad A: Consta de dos salas formadas por tres grupos de 5-6 niños. En ellos se incluyen niños con alteraciones físicas o psíquicas. Cada uno de los tres grupos tiene una cuidadora permanente por la mañana y otra por la tarde. En la constitución de los grupos se respetan los vínculos familiares entre los niños. Todos ellos siguen régimen escolar de 9 de la mañana a 5 de la tarde en la guardería laboral de la Casa de Maternidad, la cual, además, atiende a niños que residen en el barrio. Cuando finaliza la jornada escolar los tres grupos están juntos, con sus cuidadoras, a la vez que comparten el comedor, dormitorio y sala de juego. - Modalidad B «casita»: Consta de un grupo de 5-6 niños con espacio propio que incluye comedor, sala de juego, dormitorio y baño. En esta modalidad también se contempla el vínculo familiar entre los niños y la integración de niños con dificultades físicas o psíquicas. Cada «casita» tiene una cuidadora permanente durante las horas que no cubre el horario escolar de la guardería del mismo centro. El funcionamiento de esta modalidad es parecido al de una unidad familiar. Tal como se indica en la presentación de este artículo, el objetivo de nuestro trabajo se centró en el estudio del uso de las funciones comunicativas del lenguaje definidas por M. A. K. Halliday por parte de niños que se hallan en situación de institución. Con el fin de recoger muestras de verbalizaciones de estos niños se realizaron distintas sesiones de observación de niños de la Casa Provincial de Maternidad de Barcelona. METODOLOGÍA Las observaciones de los niños se realizaron longitudinalmente y durante las situaciones de desayuno y juego libre. La frecuencia de observación fue semanal, alternándose las dos situaciones, totalizando 10 observaciones de cada una y con una duración de media hora. Los niños observados de ambas modalidades de funcionamiento (A y B) fueron escogidos entre los que formaban parte del grupo. Como criterio de selección el centro sólo nos permitió tener en cuenta la edad y la posibilidad de su permanencia en el centro durante los meses en que tuvo lugar la observación. Respecto a las cuidadoras, se tuvo en cuenta que éstas aceptaran la presencia de un observador en la sala y que mantuviera una actitud colaboradora y de motivación. No nos fue posible controlar otras diferencias individuales, lo cual hubiera permitido establecer variables más homogéneas para la observación. No dimos ninguna consigna a las cuidadoras ni a los niños con el fin de no condicionar su conducta espontánea. Los materiales que los niños han tenido a su disposición durante las sesiones de observación fueron los que éstos tenían, cotidianamente, a su alcance. No se ha incorporado ningún elemento nuevo. Los niños de la modalidad B disponían de juguetes de uso propio en mayor cantidad que los niños de la modalidad A, a la vez que podían hacer uso de medios audiovisuales (TV, radio y casette). El registro de las verbalizaciones se hizo por escrito al no autorizarnos el centro a usar otros medios. En las hojas de registro se hacían constar los datos siguientes: - Situación de la observación (desayuno, juego libre). - Hora y día de la observación. - Niños observados. - Verbalizaciones de los niños emitidas durante el período de observación (media hora). - Actividad de los niños en el momento de emitir cada una de las verbalizaciones. - Verbalizaciones de las cuidadoras emitidas durante el período de observación (media hora). - Actividad de las cuidadoras en el momento de emitir cada una de las verbalizaciones. En cada sesión de observación estaban presentes, en la modalidad A, los niños de los tres grupos que la componían, las cuidadoras respectivas y el observa81 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES dor. Enla modalidad B se hallaban los niños de la «casita», su cuidadora y el observador. Las funciones lingüísticas analizadas a partir de las emisiones verbales recogidas fueron las descritas por M. A. K. Halliday. Por otra parte, se analizó el tipo de frases que utilizaron los niños para tener así una información complementaria al análisis de las funciones lingüísticas. La clasificación utilizada para analizar la estructura de las frases fue: holofrase, frase telegráfica, frase simple, frase compleja y frase incompleta. Una vez finalizado el período de observación el conjunto de verbalizaciones recogidas se clasificó en diferentes hojas de registro para poder así analizar el uso y frecuencia de utilización de las distintas funciones comunicativas. En dichas hojas se hacían constar los datos siguientes. — Modalidad observada. — Situación de observación. — Verbalizaciones entre niños, de los niños dirigidas al adulto y del adulto dirigidas al niño. — Nombre de los niños observados. — Funciones comunicativas a analizar (véanse tablas II y III). Las hojas de registro que se utilizaron para clasificar las verbalizaciones de los niños según el tipo de frases utilizadas contenían los mismos aspectos que las descritas anteriormente, únicamente se varió el último punto. En su lugar se especificaron los diferentes tipos de frases a analizar (véanse tablas IV y V). DATOS PERSONALES DE LOS NIÑOS OBSERVADOS Modalidad A Javi: 3 años 2 meses de edad al inicio de la investigación. Rocío: 2 años 2 meses al inicio de la investigación. Estos dos hermanos ingresan en la Casa de Maternidad en octubre de 1983 a través del Tribunal Tutelar de Menores. La situación anterior al ingreso es de abandono familiar y desatención de las necesidades primarias. En el esquema familiar sólo aparecen la figura de la madre. Semanalmente ésta visita a los niños en el centro. En el momento de iniciar las observaciones se está tramitando el proceso de guarda y custodia, previa autorización materna. Tabla II. — Modalidad B/Juego libre/Verbalización entre niños Instrumental Reguladora Interactiva Personal Heurística Imaginativa Informativa Imaginativa Informativa Javi Rocío Tabla III. — Modalidad A/Desayuno/Verbalizaciones adulto-niño Instrumental Javi Rocío 82 Reguladora Interactiva Personal Heurística Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Tabla IV. — Modalidad B/Juego libre/Verbalización adulto-niño Holofrase F. telegráfica F. simple F. compleja F. incompleja Yolanda Iván Tabla V. — Modalidad A/Desayuno/Verbalizaciones entre niños Holofrase F. telegráfica F. simple F. compleja F. incompleja Javi Rocío Modalidad B Valoración Yolanda: 3 años 6 meses, al inicio de las observaciones. Iván: 2 años 6 meses, al inicio de las observaciones. Ambos son hermanos e ingresan en el centro en marzo de 1984 por decisión de los padres y la asistente social. El ingreso es transitorio mientras los padres solucionan su situación laboral y de vivienda. La relación familiar es continua (fines de semana, vacaciones y visitas semanales al centro). La situación de los dos hermanos está en trámite de retorno familiar. Los datos obtenidos a partir de las observaciones realizadas nos han permitido llevar a cabo un sondeo y valoración cualitativa de las consecuencias que RESULTADOS Tabulación La cuantificación de las verbalizaciones que presentamos en las siguientes tablas corresponde a la totalidad de las emisiones verbales registradas a lo largo de todas las sesiones de observación (véanse tablas VI a XI). Tabla VI. — Verbalizaciones entre niños/Desayuno Modalidad A Javi Rocío Instrumental Reguladora Interactiva 0 1 2 0 1 0 Personal Heurística Imaginativa Informativa 0 0 0 2 0 0 0 0 Holofrase F. telegráfica 3 0 0 1 F. simple F. compleja F. incompleta 3 0 0 0 0 0 Modalidad B Yolanda Iván No se producen verbalizaciones no se producen verbalizaciones 83 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Tabla VII. — Verbalizaciones entre niños/Juego libre Modalidad A Modalidad B Modalidad A Javi Rocío Yolanda Iván Instrumental Reguladora Interactiva Personal Heurística Imaginativa Informativa 0 9 3 1 1 0 2 0 2 0 0 0 0 0 0 2 0 1 1 0 2 1 1 1 1 1 0 1 Holofrase F. telegráfica F. simple F. compleja F. incompleta 2 6 8 0 0 1 1 0 0 0 1 2 6 0 0 5 2 0 0 0 puede tener la situación de institucionalización del niño en la comunicación social a través del lenguaje. En el momento de realizar el análisis de las verbalizaciones según las funciones comunicativas de M. A. K. Halliday nos encontramos que éstas no se correpsondían estrictamente con la teoría del autor mencionado, ya que, si bien a las emisiones verbales de los niños se les podía atribuir una función determinada, cuando éstas se valoran según el contexto en el cual se han producido la función que en realidad cumplen es otra distinta. Esto nos llevó a tener Tabla VIII. — Verbalizaciones niño-adulto/Desayuno Modalidad A 84 Tabla IX. — Verbalizaciones niño-adulto/Juego libre Modalidad B Javi Rocío Yolanda Iván Instrumental Reguladora Interactiva Personal Heurística Imaginativa Informativa 6 8 4 4 9 0 11 0 7 14 3 2 0 3 2 7 5 3 4 1 3 1 5 5 3 0 2 3 Holofrase F. telegráfica F. simple F. compleja F. incompleta 4 14 19 0 5 3 5 5 0 0 1 3 14 0 0 1 3 9 0 0 Modalidad B Javi Rocío Yolanda Iván Instrumental Reguladora Interactiva Personal Heurística Imaginativa Informativa 1 20 4 5 10 0 29 0 1 2 1 2 0 6 0 11 2 6 10 0 48 1 8 0 3 4 0 21 Holofrase F. telegráfica F. simple F. compleja F. incompleta 7 22 23 0 3 5 3 1 0 1 0 44 5 4 2 4 9 8 0 1 en cuenta la situación que las acompañaba a la hora de clasificarlas. Ejemplos: Muestra n.o 1. Situación de desayuno: J — Niño/C — cuidadora J a C: Mamá un yogurt, a Joaquín no: informativa. C a J: ¿Mamá te trajo un yogurt? ¡Qué bien! J a C: Diana, esto es blanco (señala la mesa): informativa. C a J: ¿Y esto? J a C: Azul: informativa. J a C: Aio también vetido blanco. Es bonita Aio, a quero: informativa. J a C: Guapa, Diana: interpersonal. J a C: A pinchao señora: informativa. C a J: Sí, un día te pinchó una señora, te vacunó. J a C: Sí, Aio también, y a Joaquín: informativa. J a C: No puedo (no puede recoger el resto de la papilla del plato): personal. C a J: Espera que te ayudo. J a C: Ya está, Diana (se termina el pan): informativa. Muestra n.o 2. Situación juego libre: J — Niño/C — cuidadora. C a J: ¿Qué es esto? (señala la nariz de J). J a C: La nariz: informativa. C a J: ¿Qué es esto? (señala la boca de J). Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. J a C: C a J: J a C: J a C: La boca: informativa. ¿Qué es esto? (señala el pelo de J). El pelo: informativa. ¿Pendientes? (señala los pendientes de C): heurística. C a J: Pendientes, sí. Tú no tienes pendientes. En ambas muestras podemos observar que cada verbalización cumple funciones distintas, la mayoría informativas. Sin embargo, las hay interpersonales, personales y heurísticas. Analizando el conjunto de emisiones queda claro que la situación que se ha creado entre el niño y su cuidadora es de diálogo. Por tanto, la función de las verbalizaciones no es la que realizan cada una de ellas por separado, sino una sola que las engloba a todas. Así pues, la función que hemos otorgado en esta serie y similares es la interpersonal, en este caso, o la función superior en otros. Un aspecto a destacar que se desprende de las observaciones es el hecho de que las verbalizaciones entre los niños se han producido muy escasamente, tanto en la modalidad A como en la B (casita). Aun teniendo en cuenta que en el período de edad observado todavía prevalece el juego en solitario o paralelo, nos sorprendió lo poco que se comunicaban los niños entre sí, teniendo en cuenta que las situacioens de observación escogidas (desayuno y juego libre) facilitan normalmente el intercambio verbal. Cabe destacar que los niños de la modalidad B estaban acostumbrados a desayunar con la radio o el casette en marcha, lo cual les privaba de poder comunicarse entre sí. Por otra parte, la actitud de las cuidadoras de ambas modalidades tampoco favorecía este intercambio ya que su preocupación era que los niños desayunasen bien y deprisa, y no sobrepasar así el tiempo dedicado a esta actividad. Otra observación a destacar, principalmente durante la situación de juego libre y que se relaciona con la anterior, es la práctica ausencia de juego simbólico en ambas modalidades. Todo ello a pesar de que una de las características representativas del período evolutivo al cual pertenecen los niños observados es la presencia constante de este tipo de manifestación. Por todos es conocida la gran actividad simbólica que desarrolla el niño a par- Tabla X. — Verbalizaciones adulto-niño/Desayuno Instrumental Reguladora Interactiva Personal Heurística Imaginativa Informativa Modalidad A Modalidad B 0 47 21 1 11 0 27 0 8 0 0 6 0 9 tir, principalmente, de los dos años de edad, y aunque este tipo de juego suele darse en solitario o paralelo, va evolucionando hacia elaboraciones más complejas hasta tener argumento y permitir la participación activa de un grupo de niños, y en ocasiones de los adultos. Todo ello facilita la comunicación verbal y la representación de actividades vividas por los niños. Durante el juego, los niños de la modalidad A están en una misma sala, y son un total de 15 los que han de compartirla. El material de que disponen es escaso y la actividad de las cuidadoras tampoco favorece la aparición de situaciones de juego ya que éstas se limitaban, gran parte del tiempo, a ejercer una función de vigilancia. El comportamiento observado en los niños de la modalidad B, durante el juego, mostraba que su interés principal no era la actividad lúdica en sí misma, sino llamar y mantener la atención de la cuidadora. Por ello, el material de juego, abundante en este caso, y la actividad del niño cumplían una función de enlace entre éste y el adulto. Las verbalizaciones que se producen en estas circunstancias tienen en su maTabla XI. — Verbalizaciones adulto-niño/Juego libre Instrumental Reguladora Interactiva Personal Heurística Imaginativa Informativa Modalidad A Modalidad B 0 15 4 0 16 0 13 0 7 2 0 21 0 11 85 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES yoría una función informativa/interpersonal diridas al adulto. Ejemplos: Verbalizaciones entre niños. Modalidad A. Juego libre J a N: — Dame uno (pide un caramelo): — Así no, no: — Déjalo, déjalo, no; es mío mamá: N a J: — A piedras Javi, mira a piedras. N a R: — Rocío mira - toma. — Yo también, ara yo. — No es tuyo, tonta. R a N: — Tonto. J a N: — Esto es para mí. — No va. — ¿Se acabó, Pedro? R a N: — Aquí no, aquí no. — Va piedras. Verbalizaciones entre niños. Modalidad A. Desayuno. J a N: — Tonta. — Mamá no está. — Son mías las gafas. N a R: — ¡Rocío! — Toma Aio. R a N: — ¡¡Toma!! Verbalizaciones entre niños. Modalidad B. Juego libre I a N — A bici, a bici. — ¡¡Quica, Quica!! — Yo aquí. — Va ¡caca! N a I — ¡El caballo! ¡el caballo! — ¡¡Yo aquí, yo aquí, yo aquí!! I a N — A José, mira sí, yo sí. Y a N — ¡No, quita! — M.ª José, como la tuya. — Dame de comer, Quica. — ¿Dónde está Iván? N a Y — ¿Adónde está el tuyo? ¿éste? Y a I — Iván, ¡¡el Espinete!! — Mira está caminando. I a N — M.ª José, yo también. — Tengo bicicleta. 86 Referente a la elaboración de las frases cabe decir que los niños utilizaron gran cantidad de construcciones que corresponden a frases telegráficas y simples, siendo casi nula la aparición de frases complejas, así como el uso de partículas y determinantes. El tiempo verbal más utilizado es el infinitivo y el gerundio; por una parte, este hecho llama la atención sobre todo en los niños que ya han cumplido los tres años, pero por otra es comprensible si tenemos en cuenta la experiencia de abandono por la que han pasado los niños. El lenguaje no aparece de la nada sino que se construye sobre experiencias comunicativas que se producen con la exploración del medio con las oportunidades de poder manifestar necesidades y estados afectivos y con las respuestas que los adultos dan a todo ello. Cuando se producen alteraciones graves en estas relaciones es fácil que encontremos desviaciones en el desarrollo del niño. Este es el caso de los niños observados. Respecto a las verbalizaciones de las cuidadoras de ambas modalidades, tienen, en buena parte, un carácter controlador de la actividad del niño o de respuesta a sus preguntas. En pocas ocasiones fueron motivadoras de actos comunicativos. No obstante, comparando ambas modalidades observamos que la cuidadora de la modalidad B se dirige a los niños con más frecuencia que la cuidadora de la modalidad A, principalmente en la situación de juego libre. Durante el desayuno las intervenciones de la cuidadora de la modalidad A se dirigen, en más ocasiones, a los niños en particular, mientras que la cuidadora de la modalidad B se dirige al grupo en general. Globalmente, la actitud de la cuidadora de la modalidad B puede definirse como más estimulante y activa de cara a los niños. Este factor diferencial entre un adulto y otro es importante, ya que repercute directamente en el nivel de actuación lingüístico y educativo de los niños en general. Verbalizaciones adulto - niño. Modalidad A. Desayuno. — No toques los coches. — Siéntate. — No lo tires. — No te manches. — No, con la mano no. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. — Vas a romper el plato. — Oye Rocío, ¿quieres comer?, va come. — Toma guapa. — Vamos a lavar las manos. — Qué niño más chiquitillo, no come solo. — Eres guapo. — Muy guapa la Rocío, que ha terminado la primera. — Ahora os traigo la leche. ¡Mira!, lechecita. Cuidado que quema, ¡que quema mucho! Verbalizaciones adulto-niño. Modalidad A. Juego libre — Déjalo que no puedes. — No te las saques más (las gafas). — No, tú miras. — Va, a jugar. — Venga, súbete los calzones. — Ahora vamos a poner los zapatos a Joaquín. — ¿Ya estás? — ¿Tienes un pañuelo? Verbalizaciones adulto - niño. Modalidad B. Desayuno — ¿Te sientas? — ¿Qué estás soñando? — ¡No tienes pan! — El Iván va a terminar el primero. — Se ha caído el pan. — Ya es mayor, ya se bebe la leche sola. — ¡Vaya garbo que llevas hoy! — Sí, es una tragona y se lo come todo. — Vamos, que son menos diez. — ¿Quieres más leche? — ¡Qué bueno! — Dame un beso. — Recoged todo y lo guardáis ¿eh? — Dame el pitet que lo guardaré. Verbalizaciones adulto - niño. Modalidad B. Juego libre — No le pegues, déjalo que es tu hermano. — Vé a jugar y déjame trabajar. — A ver Iván, ¿qué ha pasado con estos pantalones? — Yo trabajo cosiendo la ropa para vosotros. — A ti te pondré unos Dodotis si te haces pipí. — Sí, es listísima, ésta lo entiende todo. — ¿Qué quiere la nena?, ¿quiere agua? — Anda, dale de comer a la muñeca. — Va, a jugar. Id todos con los juguetes. CONCLUSIONES Una vez analizadas las distintas muestras de verbalizaciones podemos concluir que el nivel de lenguaje que reflejan presenta cierto empobrecimiento y poca elaboración respecto al desarrollo normal. Es como si los niños no hubieran descubierto cuál es la función del lenguaje, no están motivados para la comunicación en sí misma. Las causas de las deficiencias observadas habría que buscarlas, en primer lugar, en el abandono y privaciones sufridas por los niños con anterioridad al ingreso en el centro. K. Kaye, 1982, destaca la importancia de los «marcos» de los padres (unidades de actividad organizada proporcionados por los adultos), quienes realizan tres funciones: a) b) c) Facilitar la interacción adulto-niño. Facilitar la exploración del mundo por parte del niño y la práctica de habilidades sensoriomotrices. Proporcionar medios para educar al niño en las convenciones del lenguaje, tanto las universales como las específicas de la cultura. Los tres tipos de funciones (social, sensoriomotrices y lenguaje-comunicación) forman parte de la evolución intelectual y de la personalidad. Los «marcos» que Kaye describe como facilitadores de la actuación del adulto son: crianza, protección, instrumental, feedback, moldeado, discurso y memoria. Todos ellos estructuran el mundo al niño e intervienen en el proceso de diferenciación de éste. Asimismo, este autor también considera importantes las actuaciones por turno entre el adulto y el niño; éstas establecen las bases de la futura capacidad del niño para tomar parte y mantener un diálogo, el cual no es posible sin aprender antes algunas reglas convencionales de la comunicación humana. 87 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Es fácil deducir que cuando se altera profundamente la relación adulto-niño, la cual tiene lugar desde el nacimiento, el desarrollo general del niño quede afectado, siendo, en ocasiones, difícil conseguir normalizar las funciones que han sido alteradas. Por otra parte, si variamos la situación que rodea a los niños, pero no conseguimos que ésta sea estimuladora en los distintos niveles de actuación de que dispongan los adultos que estén a su cargo, obtendremos un nuevo obstáculo que habrá que añadir al bagaje de los niños. Queremos hacer hincapié en que no dudamos de la voluntad de las cuidadoras de los niños observados por ofrecerles un ambiente lo más positivo posible, pero quizás habría que tener en cuenta factores importantes que componen la relación adulto-niño que en el momento de realizar las observaciones, el centro no valoraba suficientemente. No queremos concluir sin manifestar nuestra opinión sobre la situación de institucionalización. Creemos que ésta no es, en sí misma, la causa de las alteraciones en el lenguaje y la comunicación de los niños, sino que este hecho es debido a la falta de figuras de apego, a la ausencia de estimulación general y al trato no individual ni personalizado de los niños. Es decir, al no establecimiento de relaciones adulto-niño normalizadas. No es necesario recurrir a situaciones de institucionalización para encontrar alteraciones graves en el desarrollo de los niños. Hay muchas situaciones familiares que también las generan. Insistimos en la importancia que tiene el modelo de funcionamiento de la modalidad B (casita), ya que ésta facilita más atención individualizada a los niños y provoca, por parte de éstos y de forma más acusada, intentos para llamar la atención del adulto. Por ello consideramos oportuno su potenciación en la Casa de Maternidad. Nuestra intención ha sido, en todo momento, valorar cualitativamente el uso de la función comunicativa del lenguaje en niños que se encuentran en una situación particular. La valoración que nos ha permitido realizar las observaciones llevadas a cabo nos ha abierto la puerta a posteriores trabajos sobre el papel del adulto en el desarrollo de la comunicación social en el niño. 88 Asumimos las críticas que se puedan derivar de lo expuesto en el presente artículo y esperamos poder ampliar los datos aquí presentados, y así comprender mejor el inicio del proceso comunicativo y su papel en el establecimiento de las relaciones interpersonales en los niños, en las cuales el lenguaje cumple una función definitiva. RESUMEN Se realiza un estudio sobre el uso de las funciones comunicativas del lenguaje en niños en régimen de institucionalización. En el mismo se llega a la conclusión de que los niños han desarrollado de una forma limitada las funciones de comunicación. BIBLIOGRAFÍA Ainsworth, M. 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