20 INTERES GENERAL La Plata, jueves 14 de enero de 1999 PELIGRO EN EL AGUA Los chicos, las piscinas y dos casos que conmocionaron a los platenses En medio de un profundo dolor, fue sepultado el bebé de 8 meses que murió al caer en la piscina de la casa de su abuelo, el empresario automotor Jorge Conde. La tragedia ocurrió dos meses y un día después de la muerte de un hijo del Profe Córdoba La casa del empresario automotor Jorge Conde, en el 131 de la calle 5 (entre 34 y 35), tiene un parque separado por una reja. Dentro del perímetro que marca ese cerco, hay plantas y una piscina de material de unos 4 metros por 9. No es muy profunda, dicen que en la parte más baja mide 80 centímetros y en la más alta un metro y medio. El martes a la tarde, María Dolores Conde (una de las hijas del empresario) fue a visitar a su padre, llevando al nietito, al orgullo de la familia: su hijo Julio. El chiquito tenía 8 meses y apenas sí sabía gatear. Un instante en el que lo perdieron de vista en el parque fue fatal. Fueron unos segundos, apenas un minuto, quizás. Eran cerca de las 16.30. María Dolores cargó a su hijo en brazos y lo llevó al Hospital Español, a menos de diez cuadras. Los médicos estuvieron tratando de reanimarlo durante más de dos horas. Pero todo fue inútil: el chiquito ya habría entrado sin vida al hospital. A esa altura, el padre de la criatura, el abogado Julio Garro, ya había llegado desde Capital Federal. Se había enterado que algo grave había pasado, y había dejado todo para estar con su familia. Ayer a la mañana, el cortejo fúnebre partió desde sepelios Betti hasta el cementerio privado Parque del Campanario, donde los restos del chiquito recibieron el último adiós de sus familiares, en medio de un clima de profundo dolor. Conde y Garro están casados desde hace aproximadamente un año y medio y todos estuvieron con ellos para darles su apoyo en el momento más difícil de sus vidas; luchando para salir adelante. Accidentes domésticos Este tipo de casos figuran dentro de los accidentes domésticos. Según las asociaciones civiles, son una de las principales causas de mortalidad infantil. Entre ellos se encuentran la electrocución con heladeras, lavarropas y cables pelados; las caídas de balcones y escaleras; la muerte por asfixia al calefaccionar ambientes sin ventilacion; etc. El año pasado, por ejemplo, una chiquita de 9 años murió en un departamento del centro, cuando al salir de la ducha se patinó El Profe Córdoba en el hospital. En el barrio privado San Facundo había muchas piletas sin cercos en el baño y se cortó una arteria de una pierna con un bidet. Las recomendaciones para evitarlos son extremar los cuidados con los niños de corta edad, que comienzan a descubrir las dimensiones, formas, distancias y peligros. Cuando los bebés empiezan a gatear (y sobre todo a caminar) hay que aumentar los controles, ya que el riesgo es mayor. Los casos de chicos ahogados aumentan con el calor. La mayoría de los casos se producen en piletas en casaquintas, pero también en clubes y countries. Vaya coincidencia, la muerte del bebé de 8 meses se produjo exactamente dos meses y un día después de otra tragedia que conmovió a la ciudad: la muerte del hijo menor del Profe Córdoba en una pileta. Ese día, el director del Hospital San Roque, Rodolfo Fígari, había advertido: “cuando empieza el verano, en el mapa de riesgo del hospital, los accidentes ocasionados por inmersión accidental en piletas son importantes y casi siempre son víctimas los Una beba de un año murió ahogada en un balde Los accidentes domésticos que se producen en el verano muchas veces no se dan específicamente en una pileta, pero se desatan en cualquier medio utilizado para refrescarse. Una beba de un año y cuatro meses murió ahogada al caer a un balde con agua cuando jugaba en el patio de su casa, ubicada en la ciudad de Salta. El accidente ocurrió cuando la niña se encontraba al cuidado de su abuela, en la vivienda en la que habitaba, situada en La Nueva Provincia al 2400, del barrio El Intersindical. La mujer salió unos pocos minutos a hacer unas compras y dejó a sus siete nietos, el mayor de 10 años y el menor de pocos meses, en la vivienda. La nena, quien estaba comenzando a caminar, jugaba en el patio con un vaso y un balde de diez litros cuando se inclinó más de la cuenta y cayó de cabeza en los escasos 20 centímetros de agua que había en la cubeta. Según voceros policiales, el primo mayor de la pequeña salió al patio y la encontró agonizando, por lo que comenzó a pedir auxilio, momento en el que llegó su abuela y, con la ayuda de vecinos, trasladó a la niña a un centro de salud, donde ingresó sin vida. Las autoridades del centro médico informaron del caso a la policía de Salta, por lo que intervino el juez de Instrucción Sumaria de feria, Pablo Mariño, quien ordenó el traslado del cadáver a la morgue del hospital San Bernardo. mas chiquitos”. Ese centro asistencial, todos los veranos recibe casi todos los casos de City Bell, Gonnet, Villa Elisa, Ringuelet y Tolosa. Así, con una atención rápida, se han salvado muchas vidas. Barrio San Facundo La seguridad, la tranquilidad, la vida al aire libre. Todos esos motivos llevaron a Daniel Córdoba, ex técnico de Estudiantes, a vivir en un lujoso chalet del barrio privado San Facundo, un predio en 489 y 28 de City Bell. Ese bucólico paisaje de canchas de golf, piletas, árboles frutales y casas de dos plantas diseñadas por los arquitectos más sofisticados, era el sitio elegido para criar a sus tres hijos más chicos (Juan, Sofía y Daniel) y vivir con su segunda esposa, Laura Moro. El miércoles 11 de noviembre, cerca de los 11, el menor de los nenes (Juan de 3 años) salió del chalet y escapó a los ojos de su cuidadora, una muchacha de unos 35 años que hace las tareas domésticas en el hogar del Profe. Aparentemente, iba a jugar a lo de una nenita que vive en otro chalet, dentro del country. En San Facundo, en esa época, muchas casas estaban siendo remodeladas. Las estaban poniendo a punto para el inicio de la temporada. Por eso podían verse montañas de arena, piedras y mezcladoras de cemento. La entrada y salida de albañiles, jardineros, arquitectos y pintores era incesante. Fue precisamente uno de esos obreros el que encontró el cuerpito de Juan flotando en una pileta. El chiquito fue trasladado en una ambulancia al Hospital San Roque. En el centro asistencial, los médicos le hicieron ejercicios de reanimación durante una hora, ya que han existido casos de menores que llegan prácticamente sin pulso y con masajes cardíacos y respiración artificial logran devolverle la vida. Sin embargo, esa vez todos los esfuerzos resultaron inútiles. Las escenas que siguieron después, fueron las mismas que siguieron después de una tragedia de este tipo. El Profe Córdoba se enteró mientras dirigía un entrenamiento de Platense y ni bien llegó a La Plata comenzó a recibir el apoyo de toda la ciudad y del ámbito futbolero. Contradicción, incoherencia, contrasentido. Un luchador (un hombre que se ganó todo sin que le regalaran nada) enfrentando una paradoja, un absurdo: esta tragedia le vino a tocar justo a él, que durante tantos años trabajó como profesor de natación. ¿Acaso podía entenderse que una pileta le hubiera dado ese golpe a él, que había pasado tanto tiempo enseñándole a nadar a cientos de platenses? La tragedia de la familia Córdoba caló muy hondo. Al sepelio asistieron los mellizos Barros Schelotto, Palermo, Chiquito Bossio, Passarella (que dos años antes había perdido un hijo cuando su auto fue embestido por un tren) y hasta Maradona hizo llegar sus condolencias. El entierro, también se realizó en el cementerio Parque del Campanario luego de un emotivo responso oficiado por un diácono que dos décadas antes también había perdido una hija: “ante lo inexplicable -dijo-, ante la muerte de una criatura, sólo nos queda saber que todos nos reuniremos con él en la eternidad. Lo que se pierde es la materia, el cuerpo; pero el espíritu y todo eso que le dio energía para que corriera riéndose seguirá presente entre nosotros”. Apenas horas después de la tragedia, desde los alambrados que separan el lujoso barrio San Facundo de una humilde zona de City Bell, podían verse muchas piletas sin cercos protectores, al alcance de los niños. Los encargados optaron por mantener silencio. Sus caras mostraban preocupación, nerviosismo y hasta cierta hostilidad con la prensa. Ninguno quiso responder por qué, en un lugar dónde la seguridad es uno de los bienes más preciados, la mayoría de las piscinas del predio no tenían cercos para evitar este tipo de tragedias. INTERES GENERAL La Plata, jueves 14 de enero de 1999 CONTROLES Y MEDIDAS DE SEGURIDAD Las piletas, un arma mortal de doble filo A partir del reciente caso en el que un bebé de 8 meses murió ahogado en una piscina, los especialistas recomiendan tomar todos los recaudos Con la llegada de la estación veraniega tanto en las quintas como en los clubes y casas particulares, los habitantes de la región limpian y llenan sus piletas para disfrutar del agua y descansar de las altas temperaturas, pero de no tomar los recaudos necesarios para la seguridad, éstas se convierten en un arma de doble filo. La falta de medidas de seguridad y de control hacen que los natatorios pasen de ser un divertimento a una tragedia. El no tener cercos alrededor de las piscinas y el peligro que los niños pequeños jueguen en las cercanías del agua pueden provocar accidentes lamentables como los que se han registrado ya en nuestra ciudad. En este marco, los habitantes de la región se vieron conmovidos en la jornada de ayer por la muerte de un bebé de 8 meses que murió ahogado al caer en la pileta, mientras estaba de visita en la casa de su abuelo en 4 entre 34 y 35. Cabe recordar, que el pasado 12 de noviembre el hijo de tres años del ex director técnico de Estudiantes, Daniel Córdoba, se cayó a una piscina y murió ahogado, mientras se encontraba jugando en una quinta ubicada en 489 y 28 de la localidad de City Bell. Por tal motivo, luego de estos dos casos, que han tomado notoriedad pública, los habitantes de Recomiendan para este verano tomar todos los recaudos necesarios en los natatorios tanto públicos como privados la región se mostraron muy preocupados, ya que en estos días el calor hace necesario concurrir a un lugar donde haya una pileta. Prevenir Para prevenir este tipo de accidentes, los guardavidas recomiendan mantener cercadas las piletas profundas, en especial en las viviendas donde hay niños, no dejar que los pequeños se acerquen demasiado al agua y observarlos continuamente mientras se están bañando. Cuando los niños juegan cerca de las piletas, ya sea dentro de su hogar, en una quinta o en las instalaciones de los clubes, los padres deben prestar especial atención para evitar que sus hijos sufran un accidente. En tal sentido, Emilio Boggiano, miembro del comité de pediatría ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría, remarcó a “Hoy” la importancia de extremar los cuidados de los chicos sobre todo en horas de la siesta, cuando algunos padres descansan y los niños aprovechan para jugar. “Los accidentes por inmersión en las piletas son elevados y los papás deben estar muy alertas”, explicó el profesional, a lo que añadió que “los pequeños, sobre todo si tienen menos de un año y medio, tienen poca capacidad de reacción si caen en el agua y eso les juega en contra”. En este marco, el especialista instó, además, a corroborar que el cerco que se le coloque a la pileta para protegerla de la llegada de los más pequeños esté siempre cerrado o en caso de no poseerlo adquirirlo con urgencia para evitar accidentes en un futuro cercano. De todas formas, en lo que a niños pequeños se refiere las medidas de seguridad nunca son suficientes, un descuido puedeterminar en un susto o lo que es peor, una tragedia familiar. Una ordenanza para los natatorios En las épocas de verano muchos pequeños de la región recurren a los clubes que se encuentran en la zona para aprovechar sus instalaciones y, en especial, las piletas donde además de refrescarse podrán jugar y divertirse. Si bien los natatorios son vistos como una buena opción para la diversión durante el período de vacaciones, estos constituyen un verdadero peligro, cosa que justifica la toma de precauciones para evitar riesgos fatales y obliga a las autoridades competentes a ocuparse de ejercer controles a fin de garantizar que los recaudos de seguridad estén presentes. En este sentido, tras la muerte de los dos pequeños ahogados en piletas, se ha abierto un debate sobre los natatorios de nuestra ciudad en torno a si cumplen con los requisitos que establece la Ordenanza Nº 6716, destinada a pro- NO TIRE SUS DISCOS VIEJOS PASELOS A CD (COMPAC) TAMBIÉN EN CASSETTE, en el Estudio de CASA DE LAS PROVINCIAS. Consulte nuestro stock para regrabar. RECIBIMOS DONACIONES DE LIBROS, REVISTAS Y DISCOS 2 n° 417 e-40 y 41. TE 24-4684 Horario 8-12 y 16 a 20 hs teger las piscinas y a controlarlas. Esta ordenanza establece en su artículo 23º que “en todo perímetro de la pileta deberá existir una cerca, a fin de impedir el acceso de aquellas personas que no se encuentren autorizadas para hacerlo”. En este sentido, el texto de la norma indica en otro de sus apartados -artículo 2º- que “la Secretaria de Bienestar Social de la Municipalidad de la Plata, a través de sus dependencias específicas, será la encargada de fiscalizar el cumplimiento de esta disposición”. Sin embargo, y a pesar de la norma vigente desde el pasado octubre de 1987, varios habitantes de la región se comunicaron con “Hoy” para denunciar que en muchos natatorios de la región no están dadas las garantías mínimas de seguridad para los usuarios”. 21