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Catarata traumática
Ramón Lorente, M.ª Luisa Landaluce, Paula Vázquez de Parga
INTRODUCCIÓN
La cirugía de catarata traumática supone un reto importante para el cirujano de polo anterior. Pocas patologías oculares ocasionan las dificultades clínicas y quirúrgicas que produce la catarata traumática.
Hay que tener en cuenta que vamos a encontrar una gran
variedad de cuadros anatómico-clínicos: perforación ocular en
diferentes lugares, presencia de cuerpo extraño intraocular,
distintos grados de luxación del cristalino, roturas capsulares, tanto anterior como posterior, alteraciones iridianas, y
una mayor o menor afectación del segmento posterior.
Estas alternativas implican por una parte, tener que tomar decisiones importantes en muy poco tiempo, ya que muchas de las complicaciones, las vamos a ir descubriendo durante la cirugía, debido en parte, a que en algunos casos
entraña mucha dificultad hacer una detallada y completa exploración ocular previa. Para resolver las complicaciones vamos a tener que utilizar todo el «armamentarium» disponible:
anillos capsulares, retractores de iris, vitreotomo, tinción capsular, etc., con el reto que esto supone (Fig. 1).
Es una patología multidisciplinaria con afectación de
otras partes del globo ocular y/o anejos, en las que la catarata no siempre es la patología más importante.
La mayor frecuencia de cataratas traumáticas ocurre en niños y profesionales en plena actividad, siendo la causa de ce-
Fig. 1. «Armamentarium» que necesitamos tener disponible ante una situación inesperada. Fig. 2.1. Anillo capsular. Fig. 2.2. Gancho retractores de iris. 2.3. Tinción capsular.
guera monocular más frecuente entre los menores de 45 años1
(Fig. 2).
Operar en personas jóvenes implica un compromiso mayor, ya que el objetivo es poder restaurar la binocularidad en
la medida de lo posible.
Todo lo anteriormente expuesto, impide protocolizar una
actuación quirúrgica única, pero la catarata traumática exige
seguir una sistemática en la que destaca: la historia clínica y
una exhaustiva exploración del globo ocular, incluyendo pruebas especiales para saber el estado de la mácula, retina y
nervio óptico. Con todo ello, elaboramos un plan quirúrgico,
ahora sí personalizado, para evitar en la medida de lo posible
las sorpresas «invisibles» intraoperatorias.
Es una cirugía en la que es muy difícil hacer un pronóstico
exacto; primero porque no tenemos un diagnóstico completo
del estado del globo ocular y segundo por la cantidad de complicaciones que podemos tener, tanto en la cirugía como en el
postoperatorio. Todo esto nos obliga a ser muy cautos y reservados al hablar de pronóstico con el paciente y sus familiares.
Fig. 2. Catarata traumática en niños: La mayor parte de las cataratas
traumáticas ocurre en personas menores de 35 años (cortesía Dr. Abelairas).
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IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CATARATAS EN CASOS COMPLEJOS
Hasta la llegada de las lentes intraoculares, los resultados fueron desalentadores, especialmente en los jóvenes. A
partir de su implantación se produce la primera evolución importante, ya que mejoran significativamente los resultados visuales2-5. La segunda evolución se está produciendo actualmente con las lentes multifocales, ya que tenemos la
posibilidad de corregir en algunos pacientes la presbicia
pseudofáquica6. Como explicaremos después, no podemos
implantar lente multifocal a todos los pacientes.
Tres aspectos son motivos de controversia en la cirugía
de catarata traumática:
• El momento óptimo para realizar la cirugía
• Cómo realizar la biometría más exacta.
• Implantar la lente intraocular adecuada, en el lugar
más seguro.
Que son los temas principales que analizaremos a lo largo del capítulo (Tabla I).
Para terminar es muy importante no banalizar el proceso,
el término catarata ya lo está, explicar todos los problemas
que podamos encontrarnos durante la cirugía, así como las
posibles complicaciones posteriores y detallarlo todo en el
consentimiento informado.
DATOS ETIOLÓGICOS
Las cataratas traumáticas tienen diversas causas:
Tabla I. Controversias en cirugía de cataratas traumáticas
1. Escoger el momento óptimo para realizar la cirugía
2. Cómo realizar una correcta biometría. Modo de realizar la biometría
3. Implantar la lente intraocular adecuada, en el lugar más seguro
• Heridas perforantes producidas por numerosos objetos punzantes como: tijeras, clavos, anzuelos, cuchillos, pinchos, agujas, cristales7
• Trauma contuso: puñetazo, «air-bag» tras accidente de
coche8-11, incluso un masaje ocular vigoroso12.
• Electricidad: shock eléctrico13, lesión por rayo14.
• Energía infrarroja: sopladores de vidrio15.
• Radiación: tratamiento de tumores (Rai)16.
• Tras cirugía intraocular: vitrectomía17-19, retina, implante de lentes fáquicas20-21.
• Láser Nd: YAG: daño capsular tras realizar iridotomía22
(Fig. 3).
Con el paso del tiempo, al cambiar las costumbres, se ha
ido modificando la etiología de la catarata traumática. Hay muchas causas que se mantienen con el tiempo, mientras que
aparecen otras nuevas como los implantes de lentes fáquicas y
los producidos por el air-bag, que sustituye, en parte, a los producidos por la rotura del parabrisas tras accidente de coche.
Frecuencia
La formación de cataratas tras un traumatismo ocular
contuso se sitúa entre un 1223 y un 17%24, cifra difícil de precisar con exactitud ya que muchas veces la catarata se forma
años después. Resulta curioso que cuando la catarata se forma tardíamente, hasta en un 13%25 de los casos, el paciente
no recuerda ningún traumatismo, siendo evidente que la catarata es consecuencia de un traumatismo.
Cuando el traumatismo es penetrante la diferencia entre
autores es mayor: Maltzman23 refiere un 19%, Roper26 un
30%, Boorstein un 50% 27, Adhikary un 58% 28 , Moisseiev un
64% 29 y Slusher un 65%30.
Edad
La media de edad, en el momento del traumatismo oscila entre los 19 años25,31 y los 2829 años, que refiere la Academia Americana (American Academy of Ophthalmology American Society of Ocular trauma eye injury snapshot Project
2006). Según esta publicación, el 49% de las cataratas traumáticas, ocurren en edades comprendidas entre los 18 y 45
años y el 18% en menores de 12 años. Para Boudet31 la cifra varía: en 150 casos observa que el 51% ocurren en menores de 20 años y el 85% en menores de 40 años. No es de
extrañar, por tanto que sea la causa más frecuente de ceguera monolateral entre los menores de 45 años1.
Sexo
Fig. 3. Iridotomía láser Nd: YAG en paciente con ángulo cerrado. En algún caso puede afectar a la cápsula anterior y producir una catarata.
860
La predominancia es mayoritariamente masculina, ya que
entre el 66% y el 90%25, 31-33 ocurren en varones, siendo la cifra algo más baja cuando el traumatismo es penetrante25, ex-
74. CATARATA TRAUMÁTICA
cepto cuando la perforación ocurre en el trabajo que para algún autor llega a ser del 100%34. Lógicamente esta incidencia va modificándose en la medida que hay un gran aumento
de mujeres en el mercado laboral.
Naturaleza del accidente
Aunque hay una gran variedad de causas que pueden producir catarata traumática, las más importantes por su frecuencia son: haciendo deporte, trabajos caseros, juegos de
niños, trabajo, violencia, accidentes de tráfico y una miscelánea entre las que llama la atención que un 13% de los pacientes niegan haber tenido un traumatismo25, como dijimos anteriormente, aunque los signos son evidentes. Hay
diferencias entre las cataratas traumáticas contusivas y tras
herida penetrante que aumentan mucho en el trabajo.
Los accidentes por juegos en niños ocurren generalmente en menores de 15 años y un 33% en edades comprendidas entre 7 y 10 años31. Esta incidencia hace que el 29% de
las cataratas en niños sean de origen traumático31.
Los accidentes de trabajo conciernen casi exclusivamente a hombres33-34 y ocurren principalmente en la industria,
agricultura y la construcción. Son más frecuentes en menores
de 30 años25, 31 y predominan las cataratas traumáticas penetrantes25.
Practicando deporte y realizando trabajos caseros son la
principal causa entre los traumatismos contusivos, estando
muy igualada la cifra con accidentes de trabajo en cuanto a
traumatismos perforantes25 (ver tabla II y III).
Los accidentes de tráfico, en las estadísticas hasta el
año 2003, suelen producir cataratas con perforación ocular,
aunque el índice está cambiando debido a la incorporación de
cinturones de seguridad y air-bag en los coches, que además
de disminuir la incidencia hace que predominen las cataratas
traumáticas contusivas en este tipo de accidentes.
En una estadística de la Academia Americana de Oftalmología del año 2006, sólo el 4% de las cataratas traumáticas
se habían producido por accidentes de coches y de ellos en
el 50% de los casos no llevaba cinturón de seguridad (American Academy of Ophthalmology, american society of ocular
trauma, eye injury snapshot Project 2006).
La violencia es una causa importante, ocupando el 16% de
las cataratas contusivas25 y el 10% de las perforantes25. Suele
ocurrir más frecuentemente en jóvenes menores de 30 años25.
Es evidente que las causas van a ir cambiando a medida
que se modifican las costumbres de la gente, así como el aumento de cataratas traumáticas en las mujeres.
CLASIFICACIÓN
Dada la gran variedad de cataratas traumáticas, hacer
una clasificación que englobe todos los tipos, resulta poco
operativo. Vamos a realizar una clasificación sencilla, teniendo en cuenta los aspectos más importantes que influyen posteriormente en el modo de actuación.
Encontramos tres grupos principales de cataratas traumáticas:
• Catarata producida por un traumatismo contusivo (Fig.
4.1).
• Catarata producida por un traumatismo penetrante.
• Catarata producida por un traumatismo penetrante con
cuerpo extraño intraocular.
Tabla II. Naturaleza más frecuente de catarata traumática
contusiva25
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Deporte y trabajos caseros: 29,7%.
Niños: 22,6%.
Violencia: 16%.
Accidente de trabajo: 5,9%.
Miscelanea: 13%.
Niegan el traumatismo: 13%.
Tabla III. Naturaleza más frecuente de catarata traumática
penetrante
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Deporte y trabajos caseros: 20,8%
Trabajo: 20,6%
Niños: 19%
Accidente de tráfico: 11%
Violencia: 10%
Miscelánea: 19%
Fig. 4. Catarata traumática. 4.1. Catarata contusiva: son las cataratas
traumáticas más frecuentes. 4.2. Catarata traumática con subluxación
de cristalino ocurre en un 35% de las cataratas traumáticas contusivas.
4.3. Rotura cápsula anterior tras herida penetrante. La actuación va a
depender del grado de afectación corneal, capsular y la cantidad de masas en cámara anterior. 4.4. Catarata traumática contusa con iridodialisis. En un 44% de estos pacientes se produce algún grado de afectación
861
IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CATARATAS EN CASOS COMPLEJOS
Además, existen patologías asociadas al traumatismo
que condicionan de una manera importante la actuación posterior, como son:
• Alteración zonular (Fig. 4.2).
• Rotura capsular anterior, posterior o ambas. Aunque
acompañan generalmente a las cataratas penetrantes,
puede producirse también tras una contusión36-41.
• Daño vítreo-retiniano.
Tras una contusión ocular, además de la catarata, se producen unos cambios morfológicos en el ojo que pueden afectar tanto al tratamiento como al pronóstico. Los más frecuentes son:
• Recesión angular y defectos iridianos en un 44%25.
• Luxación o subluxación del cristalino en un 35%25.
• Glaucoma secundario en un 14%25.
Si el traumatismo ha sido penetrante, las alteraciones
más frecuentes en el polo anterior se producen en:
• La córnea en el 62%25 (Fig. 4.3).
• Defectos en el iris un 52%25 (Fig. 4.4).
• Rotura capsular en un 27%. Con un ligero predominio
de la cápsula anterior 13% sobre la cápsula posterior
11%24.
Otras lesiones asociadas, menos frecuentes, y que pueden hacernos reconsiderar el tratamiento son: hipema anterior, edema de polo posterior hemorragia vítrea, desprendimiento de retina, rotura coroidea, hemorragia retrobulbar,
neuropatía óptica, isquemia, y alteraciones maculares.
FISIOPATOLOGÍA
La transparencia del cristalino se mantiene mediante el
equilibrio adecuado de su estructura microscópica y su constitución bioquímica.
Cualquier cambio celular o ultraestructural puede afectar
alguna de las capas cristalinianas.
En un traumatismo contuso en el ojo se presentan unos
mecanismos de golpe directo (coup) y de contragolpe (countercoup)42. El golpe directo es el responsable del anillo de
vossius o pseudocatarata, que corresponde al pigmento del
collarete pupilar impactado en la cristaloide anterior. Esta impregnación iridiana no suele producir disminución de agudeza
visual (Fig. 5). El contragolpe refiere el daño causado a distancia por las ondas de choque que se desplazan a lo largo
de la línea de conmoción.
También se presenta un acortamiento súbito del diámetro antero-posterior ocular acompañado de una expansión
ecuatorial.
La combinación de golpe directo, contragolpe y expansión
ecuatorial es la responsable de la formación de una catarata
traumática tras un golpe contuso, así como de las lesiones
asociadas42.
La forma de girasol o roseta es la más frecuente de la catarata traumática contusa43 (Fig. 4.1). Se forma una opacidad
subcapsular posterior central debido a la expansión de edema desde los extremos de las fibras, rompiendo los procesos
que unen la punta de una fibra con la siguiente44.
Cuando se produce una herida penetrante con rotura capsular, el grado de opacidad depende del tamaño de la lesión.
Si es pequeña puede formar una opacidad cortical puntiforme
no progresiva que no interfiere con la visión ni provoca otra
patología asociada. Un ejemplo es la lesión causada por el láser Nd:YAG22 o por un pincho (Fig. 6). Cuando la perforación
es grande, se produce la entrada de humor acuoso al interior
del cristalino con la consiguiente opacificación masiva, y posterior catarata intumescente.
Las roturas capsulares desarrollan unos márgenes fibrosos, gruesos y opacos, aproximadamente a las 6 semanas
del tratamiento, que limitan la ampliación de la rotura y puede servirnos de capsulorrexis durante la cirugía de la catarata45. Es un factor a tener en cuenta para posponer la cirugía
hasta que se consolida la rotura capsular (Fig. 7).
Respecto al shock eléctrico, un voltaje tan bajo como 220
v. puede formar catarata15. Si la descarga se produce en un
plano medial será bilateral. En caso de que ocurra hacia un
Tabla IV. Lesiones asociadas a la catarata traumática contusiva
1. Recesión angular y defectos iridianos en un 44%25
2. Luxación o subluxación del cristalino en un 35%25
3. Glaucoma secundario en un 14%25
Tabla V. Lesiones asociadas a la catarata traumática penetrante
1. La córnea en el 62%25
2. Defectos en el iris un 52%25
3. Rotura capsular en un 27%. Con un ligero predominio de la cápsula anterior 13% sobre la cápsula posterior 11%24
862
Fig. 5. Anillo de Vossius. Pigmento del collarete pupilar tatuado en cristaloides anterior. No suele producir disminución de la visión.
74. CATARATA TRAUMÁTICA
SISTEMÁTICA
Ante una catarata traumática es imprescindible seguir
unos pasos establecidos. Debemos empezar por hacer una
evaluación clínica con tres aspectos principales: Historia clínica, exploración ocular y pruebas complementarias. Una vez
que conocemos el diagnóstico completo realizamos un plan
operativo en el que destacamos: el momento adecuado para
realizar la cirugía de catarata, el tipo de cirugía más conveniente con el instrumental adicional que podamos necesitar y
el modo de corregir la afaquia. Como último paso debemos
realizar el seguimiento de las posibles complicaciones postquirúrgicas, frecuentes en cataratas traumáticas (Tabla VI).
Evaluación clínica
Fig. 6. Opacidad leve tras rotura capsular puntiforme producida por un
pincho.
lado del cuerpo, se formará más frecuentemente, del lado
afectado. Inicialmente tiene aspecto de anillo en la periferia
del cristalino, que posteriormente formará una opacidad subcapsular anterior.
Durante una vitrectomía, además del mecanismo de toque directo a la cápsula posterior, también se puede formar
opacidad subcapsular posterior por sobrehidratación de las fibras del cristalino18-19.
Las lentes fáquicas refractivas pueden producir opacidad
subcapsular anterior por toque directo, bien en la implantación o durante el proceso de acomodación20-21 (Fig. 8).
En todos los casos, el daño contuso puede ocasionar una
opacidad inmediata, al poco tiempo o bien tardía, incluso
años después del traumatismo.
Una evaluación minuciosa y completa es crucial para evitar sorpresas intraoperatorias y obtener resultados finales satisfactorios, evitando sorpresas intraoperatorias. El objetivo
es conocer con exactitud y en toda su extensión el daño ocular, para poder organizar un plan operativo/quirúrgico.
Fig. 8. Lente fáquica refractiva (ICL) implantada en el espacio supracapsular. Este tipo de lentes, al estar situadas muy cerca de la cápsula anterior, pueden producir cataratas traumáticas, especialmente si la profundidad de la cámara anterior es menor de 3,0 mm.
Tabla VI. Sistemática ante una catarata traumática
Fig. 7. Catarata. Cápsula anterior tras herida penetrante.
Evaluación clínica
1. Historia clínica.
2. Exploración ocular.
3. Pruebas complementarias.
Plan operativo
1. Momento adecuado.
2. Tipo de cirugía y necesidades.
3. Modo de corregir la afaquia.
Seguimiento de posibles complicaciones
863
IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CATARATAS EN CASOS COMPLEJOS
La evaluación consta de tres partes: Historia clínica, Exploración ocular y pruebas complementarias.
1. Historia ocular/anamnesis
Como todas las historias clínicas es importante reseñar
en primer lugar los datos generales del paciente, como: alergias, tratamientos, operaciones que ha sufrido, etc. A continuación hacemos la historia del ojo traumatizado, empezando por datos previos al traumatismo, siendo importante
asegurarnos que es un ojo que tenía una agudeza visual normal, dato importante en el pronóstico visual final; si estaba
con algún tipo de tratamiento, especialmente antiglaucomatoso, si tenía retinopatía diabética, si había padecido procesos
inflamatorios frecuentes o algún tipo de cirugía previa.
Respecto al traumatismo debemos detallar:
• Tipo de traumatismo, si fue contuso o penetrante.
• Actividad que estaba realizando; dato útil para valorar
la posible presencia de un cuerpo extraño, si estaba
clavando un clavo, cavando, picando piedra, etc.
• Lugar donde se produjo, si era un sitio más o menos
contaminado: campo, casa, etc.
• En caso de traumatismo penetrante, la naturaleza del
material: metal, madera, plástico, cristal, etc.
Ante la sospecha de catarata traumática, en una exploración años después del traumatismo, hasta en el
13% de los casos25 el paciente no recuerda nada, pero
sí presenta signos evidentes de haberse producido la
catarata por un traumatismo antiguo, debemos seguir
la misma sistemática.
En el caso de niños, resulta más difícil realizar una historia detallada pero debemos intentar hacerla lo más
completa posible.
2. Exploración ocular
Conviene empezar por una inspección externa, con una
linterna, para valorar si existen asimetrías, fórias y para examinar el estado del tejido periorbitario.
La agudeza visual con corrección de ambos ojos, debe ser
lo más exacta posible, en el ojo traumatizado en ocasiones es
muy baja. En estos casos es importante detallar si cuenta dedos, movimiento de mano, percepción y proyección de luz y percepción de colores. El siguiente paso es estudiar los reflejos
pupilares para detectar un posible defecto pupilar aferente.
En la lámpara de hendidura, exploramos en primer lugar la
conjuntiva por si hubiera algún signo, como hemorragia o desgarro, que nos hiciera pensar en una probable vía de entrada de
algún cuerpo extraño o rotura escleral. En la córnea buscamos
la existencia de una laceración o pequeña perforación (Fig. 9).
En cámara anterior debemos valorar: la presencia de células inflamatorias, fibrina, hipopion, sangre, así como de vítreo que nos
indicaría la presencia de una mayor o menor alteración zonular.
864
Fig. 9. Laceración corneal que debe hacernos pensar en la posibilidad
de un cuerpo extraño intraocular.
La profundidad de la cámara anterior nos aporta numerosas
pistas de posibles complicaciones asociadas: una cámara estrecha puede ser debido a desplazamiento anterior del cristalino, prolapso vítreo, perforación córneo/escleral, desprendimiento seroso o hemorragia coroidea. Mientras que ante una cámara
demasiado profunda debemos pensar en iridodiálisis, recesión
angular, luxación de cristalino o rotura escleral (Tabla VII).
En el iris es importante comprobar que las pupilas sean
isocóricas y normorreactivas. Debemos observar el estroma
iridiano por si hubiera alguna perforación que nos indujera a
pensar en un cuerpo extraño. Haciendo mover el ojo al paciente valorar una posible iridodonesis y/o facodonesis. Si no
hay perforación y el paciente colabora, tomamos la tensión
ocular, para posteriormente, mediante gonioscopia, explorar
el ángulo camerular para detectar alguna posible alteración,
como diálisis iridiana o recesión angular.
El cristalino se explora mejor una vez dilatada la pupila,
se comprueba el grado de dilatación y la posible presencia de
sinequias. Valorar el grado de opacidad que tiene, si tiene
rota la cápsula anterior (en un traumatismo contuso también
puede ocurrir), o si hay algún signo de posible luxación como
facodonesis. Es interesante observar si existe reflejo de fondo de ojo; si no existe, en caso de cirugía, tendremos que utilizar azul tripán para realizar la capsulorrexis46 (Fig. 10).
Tabla VII. Profundidad de la cámara anterior y posibles
complicaciones asociadas
Profundidad de camara
Complicaciones asociadas
Cámara estrecha
Desplazamiento anterior del cristalino
Prolapso vítreo
Laceración córneo/escleral
Desprendimiento seroso
Hemorragia coroidea
Iridodiálisis
Recesión angular
Luxación de cristalino
Rotura escleral
Cámara profunda
74. CATARATA TRAUMÁTICA
2. Tipo de cirugía.
Va a depender de los muchos factores que intervienen como: edad, estado de la zónula, de la cápsula
anterior y posterior, presencia de un cuerpo extraño y
su situación en el globo ocular.
3. Modo de corregir la afaquia.
Hay un evidente consenso respecto a las ventajas de
implantar una lente intraocular2-6, pero no así con
otros aspectos relacionados con la implantación
como: ¿Dónde colocarla en ausencia de soporte capsular o con rexis incompleta?; en casos de perforación ¿Cómo hacer la biometría?; ¿En qué ocasiones
implantar una lente multifocal?
Fig. 10. Tinción capsular con azul tripán nos facilita la visualización de
la cápsula anterior para realizar la capsulorrexis.
3. Pruebas complementarias
Para una mayor exactitud en el diagnóstico completo del
traumatismo debemos pedir las pruebas especiales que consideremos necesarias, principalmente cuando no podemos
explorar el segmento posterior.
Ante la más mínima sospecha de cuerpo extraño intraocular tenemos que realizar radiografías con anillo de comberg
y/o un TAC para tener la certeza diagnóstica.
Puede ser útil una ecografía para valorar el grado de afectación vítreo-retiniana y también para diagnosticar una posible rotura de la cápsula posterior36-38.
Asimismo es conveniente realizar pruebas específicas de
la función del nervio óptico y de la retina si tenemos dudas al
respecto.
1. Momento adecuado para realizar la cirugía
Encontrar el momento óptimo para operar la catarata, va
a influir en el resultado final. Va a depender, lógicamente, no
sólo del tipo de catarata sino también del grado de afectación
ocular. Vamos a diferenciar tres situaciones: Catarata traumática contusa, Catarata perforante y Catarata penetrante con
cuerpo extraño intraocular.
En la catarata tras contusión se debe esperar, ya que en
muchas ocasiones, la opacidad no avanza. Para tomar una
decisión tenemos que evaluar la agudeza visual, edad, y tipo
de catarata así como la tensión ocular, complicación frecuente en este caso (Fig. 11). En el caso que existiera algún grado de alteración zonular, que ocurre en 33% de estos pacientes25, si no hay una hipertensión ocular no controlada, es
mejor esperar a que el ojo se tranquilice, baje la inflamación
y poder valorar con mayor exactitud el grado de zónula sana.
En lesiones traumáticas, es muy frecuente, que la alteración
Plan operativo
Una vez realizada la evaluación clínica y conocido el alcance del daño ocular, no sólo de la catarata, elaboramos el plan
quirúrgico en el que tres puntos son relevantes (Tabla VIII):
1. Momento adecuado para realizar la cirugía de cataratas.
Tenemos las opciones de realizarlo inmediatamente o
esperar; en el caso que sea un traumatismo penetrante valorar si es más conveniente realizarlo en un
tiempo, es decir al cerrar la perforación, o en un segundo tiempo cuando el ojo esté tranquilo.
Tabla VIII. Plan operativo
1. Momento adecuado para realizar la cirugía
2. Tipo de cirugía
3. Modo de corregir la afaquia
Fig. 11. Catarata traumática contusiva en paciente de 36 años, seis meses después del traumatismo la opacidad y la agudeza visual permanece estable (0.6). Se decide no intervenir hasta que sea présbita.
865
IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CATARATAS EN CASOS COMPLEJOS
zonular no progrese. Aunque no haya perforación, puede haber rotura capsular36-40.
En cataratas tras herida penetrante en las que tenemos
que suturar la herida con cierta urgencia, la duda se plantea
si realizar la cirugía de la catarata en el mismo acto quirúrgico o hacerla en un segundo tiempo.
La ventaja de realizar ambas cirugías a la vez, es utilizar
una sola anestesia, quizá sea más importante en niños. Sin
embargo tiene desventajas importantes:
• Mayor inflamación ocular.
• Mala visibilidad del polo anterior.
• Peor infraestructura de quirófano (quirófano de urgencias).
• Biometría más inexacta.
Para calcular la potencia de la lente en estos casos, tenemos que hacer la biometría del ojo sano, ya que la perforación nos impide hacerlo en el afecto. En un trabajo realizado
por Chuang47, analiza los resultados finales con este método,
encontrando que el 60% de los pacientes estaba en ±1 dioptría. Mientras que haciendo la biometría del ojo traumatizado,
una vez estabilizado el ojo, el 76% estaba en ±1 dioptría. Además, en los que se hizo la biometría del ojo contralateral, el
error refractivo variaba desde –1.50 dioptría hasta +6.50
dioptrías, rango excesivamente alto.
Resulta claro que siempre que podamos, debemos realizar la biometría del ojo afecto.
Diferir la cirugía de catarata a un segundo tiempo tiene
importantes ventajas:
Tabla IX. Desventajas de cirugía de catarata + cierre de la herida
en un tiempo
1.
2.
3.
4.
Mayor inflamación ocular
Mala visibilidad del polo anterior
Peor infraestructura de quirófano (quirófano de urgencias)
Biometría más inexacta
Tabla X. Intervención en un tiempo tras perforación cuando
1.
2.
3.
4.
Abundantes masas
Riesgo de glaucoma agudo
Cualquier situación que pueda empeorar
Caso especial en niños
Tabla XI. Ventajas de realizar la cirugía de catarata tras herida
penetrante en dos tiempos
1.
2.
3.
4.
Buena visibilidad del segmento anterior
Menor o ausencia de inflamación
Mayor seguridad en la biometría
Más completa exploración tanto del segmento anterior como del
posterior, por lo que la preparación de la cirugía es más minuciosa, con escasas «sorpresas» intraoperativas
5. Mejor infraestructura del quirófano
866
•
•
•
•
Ausencia de inflamación.
Buena visibilidad del segmento anterior.
Mayor seguridad biométrica.
Más completa exploración tanto del segmento anterior
como del posterior por lo que podemos preparar la cirugía minuciosamente.
• Mejor infraestructura de quirófano, al ser una cirugía
programada.
Analizando las ventajas y desventajas consideramos que
operar la catarata en el mismo acto, sólo es aconsejable
cuando: 1) Hay abundantes masas en cámara anterior, 2)
riesgo de glaucoma agudo, 3) ante cualquier situación que
pueda empeorar (Fig. 12), y 4) algún caso especial en niños.
En cataratas con heridas penetrantes y cuerpo extraño intraocular, la cirugía de cataratas pasa a un segundo plano. El
objetivo es la extracción del cuerpo extraño, cerrar la posible
vía de entrada y evitar la infección. En este caso es más frecuente tener que operar en un tiempo pues el cristalino puede estar más afectado y principalmente porque dificulta la visibilidad para realizar la vitrectomía y extraer el cuerpo
extraño.
2. Tipo de cirugía y necesidades
La cirugía de catarata traumática debes ser personalizada, teniendo en cuenta las diferentes situaciones que nos podemos encontrar y valorar las prioridades.
Vamos a explicar primero unas normas quirúrgicas generales y después analizar las situaciones de catarata traumática más importantes: Catarata traumática contusa, catarata
traumática penetrante, catarata traumática penetrante con
cuerpo extraño intraocular y catarata traumática en niños, teniendo en cuenta las posibles alteraciones zonulares y roturas capsulares.
Normas quirúrgicas generales
• Anestesia: En casos de perforación ocular y en niños
debe hacerse con anestesia general. Cuando el ojo
está cerrado, dependerá de la colaboración del paciente y de la costumbre del cirujano aunque es preferible
anestesia tópica para evitar presionar el ojo con balón
de Honan y similares en caso de alteración zonular.
También hay que valorar las posibles complicaciones y
que la cirugía pueda alargarse en cuyo caso una anestesia peri/retrobulbar es más aconsejable.
• Incisión: Si no hay afectación corneal importante, podemos realizarla en córnea clara, en una zona sin lesiones. En caso de haber subluxación, debemos hacer
la incisión lo más alejada posible de la zónula afectada, ya que el mayor estrés sobre la zónula lo generamos en la zona subincisional. También nos facilita realizar la vitrectomía si tenemos la incisión alejada de
la zona afectada, por donde presumiblemente habrá
mayor cantidad de vítreo.
74. CATARATA TRAUMÁTICA
Fig. 12. En paciente con abundantes masas y glaucoma agudo o riesgo de él es necesario intervenir en un tiempo. 12.1. Abundantes masas en cámara anterior tras perforación, cuatro días antes, tensión ocular = 45 mmHg. Al inyectar viscoelástico lo expulsa por la presión. 12.2. Aspiramos las masas de cámara anterior con una cánula de Simcoe. 12.3. y 12.4. Normalizada la presión ocular realizamos la facoemulsificación a través de la rotura capsular con ultrasonidos torsionales por incisión de 2,2 mm y con parámetros muy bajos. 12.5. Aspiración de masas con cánula de Simcoe. 12.6. Se
sutura la incisión corneal y se decide implantar una lente en un segundo tiempo, cuando el ojo este tranquilo y se pueda realizar una biometría fiable.
• Viscoelástico: En cataratas traumáticas, sin otra complicación, es aconsejable utilizar un viscoelástico viscoadaptativo para realizar la capsulorrexis y la facoemulsificación y uno cohesivo para la implantación de la
lente ya que es más fácil de eliminar. También podemos utiliza uno viscoadaptativo para las dos partes.
Si hay lesión zonular con algo de vítreo, es aconsejable uno dispersivo que tampone el vítreo, como el Viscoat® o el Vitrax®.
• Capsulorrexis: Con la cápsula anterior íntegra, no debemos tener problema para realizar una rexis centrada
de ±5,25 mm. Es frecuente encontrarnos con cataratas traumáticas intumescentes, en estos casos debemos utilizar alguna tinción capsular, para mejorar su visibilidad, preferiblemente azul tripan que está
comercializado46. Para contrarrestar la presión intralenticular que existe en estas cataratas debemos usar
la técnica de descompresión controlada48: hiperpresurizar la cámara anterior con viscoelásticos específicos, puncionar la cápsula con una aguja de 23 gauges
y aspirar inmediatamente el material licuado. (ver detalles en capítulo Faco en Cataratas Blancas).
• Si la cápsula anterior tiene una pequeña perforación
central, es fácil englobarla al hacer la capsulorrexis. Si
es periférica, hacemos la rexis en la zona central, dejando la zona perforada en la periférica, sin que afecte
al desarrollo de la facoemulsificación (Fig. 13). En
otras ocasiones la rotura no nos permite englobarla y
tenemos que hacer una capsulorrexis periférica, pequeña por donde realizar la facoemulsificación y posteriormente ampliarla.
Cuando se produce una rotura amplia, debemos valorar
que en 6 semanas estará fibrosada45 y nos puede servir de
rexis tanto para realizar la emulsificación del núcleo con seguridad como para mantener la lente estable en el saco capsular (Fig. 14).
• Hidrodisección-Hidrodelaminación: La hidrodisección
la realizamos si estamos seguros de la integridad de
la cápsula posterior. En caso de duda mejor hacer solamente hidrodelaminación, para separar el núcleo del
epinúcleo.
• Facoemulsificación: Va a estar condicionada por la integridad capsular y zonular, y en los casos de perforación corneal por el grado de visibilidad. Cuando no hay
otras complicaciones podemos realizar la técnica que
estemos acostumbrados, pero siempre teniendo en
cuenta la posibilidad que existan alteraciones capsulares o zonulares que no hayamos podido diagnosticar.
En caso de rotura de cápsula posterior tenemos dos
opciones para realizar la facoemulsificación:
a) Vía anterior: luxar el núcleo a cámara anterior y
emulsificarlo en cámara anterior.
867
IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CATARATAS EN CASOS COMPLEJOS
Tabla XII. Situaciones posibles de cataratas traumáticas más
frecuentes
1.
2.
3.
4.
Catarata contusa
Catarata contusa con subluxación del cristalino
Catarata tras traumatismo penetrante
Catarata tras traumatismo penetrante con cuerpo extraño intraocular
5. Catarata en niños
Fig. 13. Realización de la capsulorrexis según el lugar de la rotura: 13.1.
Pequeña perforación central. 13.2. Capsulorrexis que engloba la perforación. 13.3. Pequeña perforación periférica. 13.4. Capsulorrexis central sin que afecte la perforación periférica.
b) Vía pars plana, dejando el mayor remanente posible
de cápsula para posteriormente implantar una lente
intraocular. En niños y cuando la catarata es blanda,
esta opción parece la más segura, incluso podemos
hacerla con el vitreotomo: programando la posición
I/A cutter; en posición 2 del pedal se comporta como
aspiración, para aspirar el cristalino, y en posición 3,
con corte, para eliminar el vítreo si fuera necesario.
• Vítreo: Siempre que aparezca vítreo debemos eliminarlo con el vitreotomo, nunca aspirarlo, para no traccionar la retina.
• Si tenemos vítreo en cámara anterior, es aconsejable
hacer la incisión enfrentada a la mecha vítrea49 para
facilitar su eliminación, que haremos mediante vitrectomía bimanual. Posteriormente colocamos un viscoelástico dispersivo en esa zona que haga de tampón y
continuaremos con la cirugía.
Situaciones posibles más frecuentes
Vamos a describir las situaciones más frecuentes que
son las que figuran en la Tabla XII.
1. Catarata contusa
Es la más frecuente de las cataratas traumáticas22,23,29.
Suele ser subcapsular y con forma de girasol o roseta. Es
muy importante asegurarnos previamente que la zónula está
íntegra. Es una catarata que no necesariamente avanza, por
lo que conviene esperar un tiempo a que el ojo se tranquilice,
baje la inflamación, disminuya el riesgo de hemorragia y la
tensión ocular esté controlada, ya que muchas veces no es
necesario operar.
Esta forma clínica de catarata no plantea, por si misma,
ningún tipo de problema quirúrgico. Debemos tener prepara868
do azul tripán por si tuviéramos mala visibilidad para hacer la
rexis, así como un anillo capsular por si hubiera alguna pequeña alteración zonular no detectada.
Es importante en el postoperatorio inmediato explorar la
retina periférica por si hubiera alguna lesión por el traumatismo. También debemos controlar la tensión ocular ya que es
una complicación postquirúrgica frecuente en este tipo de cataratas 14.4%25.
2. Catarata traumática contusa con subluxación de
cristalino
Un tercio de las cataratas traumáticas por contusión, presentan algún tipo de alteración zonular25. Una ventaja, respecto a lesiones zonulares en otras patologías, es que el resto de zónula está perfectamente sana lo que disminuye la
posibilidad que se agrave la subluxación durante la cirugía.
Los signos indirectos que nos deben hacer sospechar
son: facodonesis, iridodonesis, aumento de la profundidad de
la cámara anterior o del ángulo irido-corneal, y presencia de
vítreo en cámara anterior. En estos casos debemos tomar
una serie de medidas precautorias (Tabla XIII).
Dependiendo de la extensión de la zónula sana, debemos
valorar si vamos a poder realizar una facoemulsificación o resulta más seguro emplear otra técnica: aspiración vía pars plana si
la luxación es grande y el núcleo blando o extracción intracapsular si el núcleo es muy duro y hay poca zónula sana (Fig. 15).
Si hacemos facoemulsificación, todas las maniobras deben producir el menor estrés zonular posible:
• Anestesia tópica o peribulbar sin balón de Honan.
• Incisión alejada de la luxación
• Eliminar vítreo de cámara anterior con vitreotomo
• Viscoelástico dispersivo en la zona de la luxación, que
sirva de tampón.
• Capsulorrexis sin traccionar la zónula afectada.
• Hidrodisección multizonal, seguida de rotación bimanual del núcleo, para separar el núcleo del cortex.
• Bajar la botella de irrigación.
Tabla XIII. Signos indirectos de luxación de cristalino
1.
2.
3.
4.
5.
Facodonesis
Iridodonesis
Aumento de la profundidad de la cámara anterior
Aumento de la profundidad del ángulo iridocorneal
Presencia de vítreo en cámara anterior
74. CATARATA TRAUMÁTICA
Fig. 14. Fibrosis que se forma alrededor de la rotura capsular. 14.1. Fibrosis a las 4 semanas del traumatismo. 14.2. Fibrosis que nos sirve de capsulorrexis para realizar la facoemulsificación. 14.3. Aspecto al terminar la facoemulsificación. 14.4. Tras implantar la lente en saco.
• Las técnicas para emulsificar el núcleo menos traumáticas para la zónula son: faco-chop, y faco-supracapsu-
Fig. 15. La facoemulsificación no siempre es la técnica más segura en
este tipo de cataratas: la crioextracción podría ser una indicación válida
en un cristalino muy duro y una luxación casi completa.
lar cuando el núcleo es pequeño y podemos luxarlo al
espacio supracapsular sin problemas.
Para mantener la estabilidad del saco capsular durante la facoemulsificación tenemos distintas opciones
según el grado de subluxación. La primera opción
cuando la luxación es pequeña, es colocar un anillo
capsular, preferiblemente el de diámetro mayor que da
mayor estabilidad (Fig. 16). El momento de implantar
el anillo capsular depende de las costumbres de los cirujanos. Pensamos que si hay una inestabilidad grande es conveniente implantarlo antes de empezar la facoemulsificación, aunque nos va a dificultar el manejo
del núcleo y posteriormente la aspiración de masas ya
que quedan enganchadas en el anillo y tenemos que
hacer excesiva tracción para liberarlas. En estos casos
es aconsejable hidratar primero las masas y posterior869
IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CATARATAS EN CASOS COMPLEJOS
Fig. 16. Implantación de anillo capsular. Debemos implantarlo en la dirección de la zona subluxada para no aumentar la alteración zonular. Según la estabilidad del saco capsular es aconsejable implantarlo antes o
después de la facoemulsificación.
mente con una cánula de Simcoe, aspirarlas con movimientos tangenciales (Fig. 17). Cuando la estabilidad
del saco es aceptable preferimos hacer la facoemulsificación e implantar el anillo una vez aspiradas las masas.
Si la luxación es grande, para realizar la facoemulsificación debemos colocar unos ganchos retractores de iris, sujetando la cápsula, en las zonas de mayor alteración zonular, y
posteriormente implantar un anillo de Cionni50 o un segmento de Ahmed51 suturado a esclera, para evitar el descentramiento del saco capsular + lente intraocular (Fig. 18).
Fig. 17. Cánula de Simcoe y movimientos tangenciales para aspirar el
cortex en presencia de un anillo capsular.
870
3. Catarata traumática penetrante
Es una de las complicaciones más frecuentes tras una
perforación corneal. El grado de afectación de la cápsula anterior, y posterior van a marcar la conducta a seguir.
Si la rotura capsular anterior es pequeña, debemos esperar, ya que en muchas ocasiones se produce una opacidad en
la zona de la perforación sin que progrese, en cuyo caso si no
quita mucha visión, ni hay abundantes masas en cámara anterior, no es necesario intervenir.
Si la opacificación va a más, y si el estado del ojo lo permite, es conveniente operar a partir de la 6º semana, que es
cuando está fibrosada la perforación capsular. La fibrosis capsular se forma por la metaplasia fibrosa que sufren células
epiteliales hiperplásicas migradas a esa zona delimitando la
perforación de la cápsula anterior, nos puede servir de capsulorrexis ya que es lo suficientemente fuerte como para ello, y
podemos hacer la faco en saco capsular45.
Si la rotura capsular es pequeña nos permite hacer la
capsulorrexis: englobándola si es central, dejándola al margen si la rotura es periférica (Fig. 13).
En caso de perforación corneal grande, que suele ir acompañada de rotura capsular grande, es urgente suturar la herida corneal (Fig. 19). El operar la catarata en el mismo acto,
tiene unas desventajas importantes como explicamos anteriormente, por lo que sólo debemos operar la catarata si hay
riesgo de glaucoma agudo, abundantes masas en cámara anterior o ante cualquier situación que pueda empeorar.
Para realizar la cirugía de cataratas debemos utilizar
anestesia general. Si la catarata es blanda, que es lo más frecuente, podemos aspirarla simplemente. Si el núcleo es
duro, raro en este tipo de cataratas, es más seguro luxarlo a
cámara anterior y emulsificarlo protegiendo el endotelio con
abundante viscoelástico dispersivo.
Fig. 18. Paciente de 30 años intervenido hace 5 años de catarata traumática más subluxación. Se realizó facoemulsificación, implante de lente intraocular más anillo de Cionni suturado a sulcus. El defecto residual
se corrigió mediante ablación de superficie con láser excimer.
74. CATARATA TRAUMÁTICA
Fig. 19. Catarata traumática avanzada con herida penetrante corneal importante. 19.1. Puesto que no hay abundantes masas en cámara anterior ni
riesgo de glaucoma agudo se decide suturar la córnea y en un segundo tiempo realizar la facoemulsificación. 19.2. Cuando no tenemos soporte capsular una opción es la implantación de una lente anclada al iris (Verisyse).
Cuando exista rotura de la cápsula anterior y posterior
suele ser producido por un cuerpo extraño intraocular que explicamos a continuación.
4. Catarata traumática con cuerpo extraño intraocular
Lógicamente tenemos la urgencia de extraer el cuerpo extraño intraocular y suturar la herida.
Si el cuerpo extraño intraocular atraviesa el cristalino y se
sitúa en el segmento posterior, la cirugía debe realizarla el cirujano de segmento posterior, vía pars plana y en el mismo
acto quirúrgico.
Tabla XIV. Connotaciones especiales de catarata traumática en
niños
1.
2.
3.
4.
Riesgo de ambliopía
Opacificación capsular prácticamente del 100%
Gran elasticidad de la cápsula anterior
Núcleo muy blando
Otra posibilidad es que el cuerpo extraño se encuentre en el
cristalino, sin llegar a perforar la cápsula posterior. Dependiendo
del material, hay casos, de cuerpos extraños pequeños, que son
bien tolerados y sólo producen una pequeña opacidad periférica,
que no son necesarios operar. En nuestra casuística, en dos ocasiones hemos operado de catarata, muchos años después de un
supuesto traumatismo que el paciente no recordaba, extrayendo,
a la vez que operábamos la catarata, un pequeño cuerpo extraño que no había dado ningún síntoma (Fig. 20).
Si decidimos no extraer un material de hierro de cámara
anterior o del cristalino es importante realizar electrorretinogramas de control por si se produjera una siderosis (Fig. 21).
La técnica quirúrgica de este tipo de catarata es igual y
con las mismas dificultades que las ya descritas de la perforante sin cuerpo extraño, donde la actuación dependerá en
gran medida del estado de la cápsula anterior.
5. Catarata traumática en niños
La cirugía de catarata traumática en niños tiene unas
connotaciones especiales debido principalmente a:
Fig. 20. Extracción de cuerpo extraño intracristaliniano en el mismo acto de realizar la facoemulsificación. Los pacientes no recordaban haber tenido
ningún traumatismo. 20.1. Aspecto antes de empezar la cirugía. 20.2. Tras realizar la facoemulsificación se extrae el cuerpo extraño con pinzas. 20.3.
Segundo caso en que tras implantar la lente se aspira el cuerpo extraño con el inyector.
871
IV. CIRUGÍA DE LA CATARATA: CATARATAS EN CASOS COMPLEJOS
Fig. 21. Siderosis tras cuerpo extraño en cámara anterior y enclavado
en iris (Cortesía Dr. J. A. Abreu).
• Riesgo de ambliopía, mayor cuanto más pequeño es el
niño, por lo que debemos operar lo más pronto posible, lo que no quiere decir que sea urgente. En el caso
de una laceración, podemos cerrar la herida, planear la
cirugía y en 8-10 días intervenir.
• Reacción inflamatoria mayor que en los adultos por lo
que conviene premeditarlos con antiinflamatorios.
• Opacificación capsular. Prácticamente en el 100% de
los niños se opacifica la cápsula posterior52, por lo
que es aconsejable realizar intraoperativamente una
capsulorrexis posterior, acompañada de una vitrectomía anterior en los menores de 7 años53.
• Elasticidad capsular. La técnica de capsulorrexis es
distinta debido a la gran elasticidad de la cápsula anterior54 (ver diferentes técnicas en capítulo de capsulorrexis).
• Núcleo muy blando. Solamente con aspiración podemos eliminar fácilmente el núcleo del cristalino. Debemos tener precaución por si la cápsula posterior estuviera rota.
3. Modo de corregir la afaquia
La implantación de lentes intraoculares en este tipo de cirugía, supuso un salto cualitativo importante2-5.
En los casos que tenemos que intervenir de urgencia no
es necesario, y muchas veces tampoco aconsejable, implantar la lente en el mismo acto, especialmente si la biometría
no es exacta, ya que la inflamación es mucho mayor.
Si tenemos el saco capsular íntegro, es el lugar más
apropiado para implantar la lente. Si no tenemos rexis completa y tenemos suficiente remanente capsular, implantar la
lente en sulcus parece la opción más razonable. Es importante en este caso que la lente sea apropiada para este lugar:
óptica acrílica, mejor de 6,5 que de 6,0 mm y hápticos de
PMMA de 13-13,5 mm de longitud.
Cuando no tenemos soporte capsular tenemos tres opciones: lente suturada a sulcus, lente suturada o anclada a
iris y lente de cámara anterior. Según la edad, características del paciente y las preferencias del cirujano escogeremos una de ellas (Ver capítulo de Implantes de lentes secundarias).
Lentes multifocales. Es un tema de controversia, ya que
vamos a implantarla de forma unilateral, produciendo una asi872
metría muchas veces difícil de tolerar. Son ojos en los que debido a secuelas del traumatismo, como astigmatismos, leucomas, etc. o pequeñas lesiones maculares, no siempre alcanzan buenas agudezas visuales, algo necesario para el buen
funcionamiento de la lente multifocal.
Por otra parte a una persona joven privarle de la visión
cercana puede considerarse una complicación importante,
sobre todo si es menor de 45 años.
Dadas las ventajas que ofrece una lente multifocal pensamos que debe implantarse siempre que el ojo reúna una
serie de condiciones (Tabla XV):
• Posibilidad de valorar una biometría exacta.
• Posibilidad de conseguir defectos residuales para conseguir la emetropia.
• No tener ninguna alteración corneal o macular que suponga una importante disminución visual.
• Tamaño pupilar normal. Alguna pequeña irregularidad
no impide su implantación55.
En cuanto a implantarlas en niños, la tendencia es cada
vez mayor. Están apareciendo los primeros resultados en cataratas congénitas con lentes multifocales56-57 que demuestran sus beneficios (Fig. 22). Es evidente, que con los mismos condicionantes que para adultos, ya que no es lo mismo
en una catarata congénita que en una traumática.
Tabla XV. Condiciones para implantar una lente multifocal
1. Realizar una biometría exacta
2. Posibilidad de corregir defectos residuales para conseguir la
emetropía
3. No tener ninguna alteración corneal o macular que suponga una
importante disminución visual
4. Tamaño pupilar normal. Alguna pequeña irregularidad no impide
implantarla
Fig. 22. Lente multifocal Acrysof implantada en un niño (Cortesía Dr. JA
Cristóbal).
74. CATARATA TRAUMÁTICA
Seguimiento de posibles complicaciones
La catarata traumática tiene un número mayor de complicaciones postquirúrgicas que la catarata normal, por lo que
debemos hacer un seguimiento más frecuente, para detectarlas a tiempo y que no estropeen un buen resultado quirúrgico.
Curiosamente las cataratas que mayores complicaciones
presentan son las contusas siendo hipertensión ocular, lesiones maculares, en retina periférica y descentramiento de la
lente las más frecuentes. Es importante en el postoperatorio
y hasta meses después, controlar la evolución de la tensión
ocular25.
La hipertensión inmediata es menos importante ya que
suele ser debido a retención de viscoelásticos y se controla
fácilmente con acetazolamida y antihipertensivos tópicos. Es
más refractaria al tratamiento cuando es debido a alguna alteración angular, teniendo en algunos casos, que llegar a realizar una cirugía filtrante para controlar la tensión ocular.
Debemos vigilar, también, los descentramientos de las
lentes intraoculares, teniendo que centrarlas cuando existan
problemas subjetivos del paciente o inflamación persistente.
Dada la naturaleza de la catarata, en ocasiones, pequeños trozos de material cristaliniano pueden caer al vítreo, que
tratados con antiinflamatorios por vía tópica y general suele
ser suficiente. Si son más grandes o producen una reacción
inflamatoria importante, deben extraerse en 7 – 10 días por
el cirujano de vítreo-retina.
Cuanto más joven es el paciente, más posibilidades hay
de tener una reacción fibrinoide por lo que debemos ser más
agresivos con el tratamiento antiinflamatorio58.
Es importante cuando el ojo esté tranquilo hacer una detallada exploración de la retina periférica por si hubiera alguna lesión retiniana que nos hubiera pasado desapercibida, o
que no hubiéramos podido explorar por falta de visibilidad en
el preoperatorio.
Otras complicaciones pueden ser: edema persistente de
córnea, que trataremos con dosis masivas de corticoide tópico, y edema macular quístico que es más frecuente en este
tipo de cirugía por lo que conviene tratar profilácticamente
con AINES antes de la cirugía59.
ASPECTOS CLAVE EN CATARATA TRAUMÁTICA
• Retrasar la cirugía hasta que el ojo se haya estabilizado del trauma y cirugía reparadora.
• Realizar una ecografía, cuando no podamos explorar
adecuadamente el segmento posterior.
• Estudio pupilar: es importante para detectar alguna alteración en nervio óptico.
• Tratamiento antinflamatorio previo profiláctico.
• Evitar balón de Honan o masaje digital para difundir el
anestésico.
• Disponer siempre de tinción capsular, anillos capsulares y retractores de iris.
• No hiperpresurizar la cámara anterior.
• Utilizar parámetros bajos durante la facoemulsificación.
• Evitar tracciones directas sobre la zónula.
• Inyectar la lente intraocular en lugar seguro.
• Vigilar las posibles complicaciones postquirúrgicas.
CONCLUSIONES
Para obtener buenos resultados en este tipo de cirugía
debemos escoger el momento más adecuado para realizar la
intervención. La exploración previa debe ser completa y realizar las pruebas complementarias necesarias para evitar «sorpresas invisibles» durante la cirugía. Debemos preparar la cirugía con todo el «armamentarium» que pudiéramos necesitar
como ganchos de iris, anillos capsulares, tinción capsular,
etc. En caso de realizar anestesia local, inyectar la menor
cantidad de anestésico posible y no utilizar masaje digital o
balón de Honan. Durante la cirugía no se conveniente hiperpresurizar la cámara anterior, utilizaremos siempre parámetros bajos de facoemulsificación, aunque en muchos casos
solamente será necesario aspiración y siempre procurando
no traccionar la zónula. La lente intraocular la debemos implantar en lugar seguro a corto y largo plazo. Para terminar,
esta patología necesita una vigilancia mayor y durante más
tiempo que en cataratas normales debido a una mayor tasa
de complicaciones.
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