Cuba - Juventud Rebelde

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NACIONAL
SÁBADO
23 DE JULIO DE 2016
juventud rebelde
Lo que rueda en La Habana
El Acuerdo del Consejo de la Administración Provincial para proteger el bolsillo del pueblo
provoca diversas reacciones. Estar atento a todas y saber responder con justeza
y sin extremismos seguirá siendo la clave
por LORAINE BOSCH, SUSANA
GOMES y YUNIEL LABACENA
[email protected]
EL ambiente es de tensión entre los
transportistas privados por estos
días en la capital. Ninguno de los
entrevistados quiere dar su nombre
ante los periodistas,algunos se han
recogido a sus casas —esperando
tal vez «tiempos mejores»—, otros
guardan con celo los tiques que validan la compra del combustible…
No faltan quienes se presentan
como víctimas de una medida
injusta, e intentan ganarse para su
«particular lucha» la solidaridad de
los clientes. Algunos de estos últimos comparten la idea de que la
decisión gubernamental debió
poner más oído al criterio de los
choferes privados.
Los pasajeros tampoco esconden inquietudes. Hay quienes lamentan la disminución de los
almendrones, otros se ven precisados a esperar las guaguas, porque
la medida del Consejo de la Administración de la capital para proteger el bolsillo popular busca ser burlada por algunos «boteros» con la
división de los viajes por tramos.
Esa es una estrategia para seguir
ganando lo mismo por menos kilómetros y hace que las personas
acaben pagando 30 pesos o más
por un viaje que siempre les ha costado 20.
Mientras, quienes administran
la red de Servicentros Cupet
Cimex, informaron recientemente
al Noticiero Nacional de la Televisión que las curvas de venta de combustible comienzan a dispararse.
Una rápida indagación de JR,
estimulada por algunos de nuestros lectores web, arrojó que en
otros territorios, como Pinar del
Río, Camagüey y Matanzas no
parecen haber estos sobresaltos.
Todo esto está ocurriendo en La
Habana luego de que el Acuerdo,
emitido el 14 de julio, estableciera
que los transportistas que ejercen
el trabajo por cuenta propia no pueden subir los precios del pasaje debido a que las condiciones de obtención del combustible para el ejercicio de la actividad no han tenido
cambios que originen la elevación y
alertó que solo se admitirán los precios que se cobraban hasta el 1ro.
de julio.
DICEN LOS TRANSPORTISTAS…
Los choferes reunidos en el Parque El Curita, que como dijimos no
aceptaron ofrecer su identidad, sí
transmitieron sus puntos de vista.
—El problema no es el combustible, sino la temporada veraniega, la falta de transporte estatal y que las personas comienzan
a ofrecer más dinero con tal de llegar a sus casas más rápido. Y si
yo normalmente cobro 15 pesos
por un tramo, la calle está llena
de personas desesperadas que
Foto: José Raúl Concepción. Foto: Tomada de Cubadebate
quieren irse, y me ofrecen 25
pesos, ¿debo decir que no?
—Es un error retirar la licencia
a los titulares porque muchos de
ellos no manejan y quienes salen
a la calle son los ayudantes.
Entonces los dueños se ponen a
conducir o dejan de salir a trabajar
por temor a que sus ayudantes
hagan algo indebido y los afecte a
ellos», dice otro, y uno cercano a él
ilustra que muchos se van a quedar sin trabajo porque los dueños
de carros más pequeños no pueden poner ayudantes porque la
cuenta no da para dos.
—No es fácil pasarse el día de
un lado a otro manejando por 200
o 300 pesos, y eso contando con
que no se rompa», alega uno de
los choferes e inferimos que se
refiere a que antes lograba ganar
más. «Y cuando se rompe un
cacharro de estos, hay que gastar
mucho. Las piezas salen muy
caras, tapizar los asientos o cambiar las gomas cuesta una pila de
pesos y el Estado no nos da nada.
—Somos trabajadores como
otros. La gente piensa que somos
millonarios, pero cuando se acaba
el día, tenemos que comprar la carne de cerdo a 50 pesos, el aceite,
el arroz y las cosas de la casa.
—Lo que hace falta es que
publiquen la lista de los precios
establecidos, los que hemos
cobrado hasta ahora. Porque en
estos días hay quien se está aprovechando de la situación y quieren
pagar en diez pesos el viaje que
siempre costó 20. Dicen que fue
porque lo dieron en el Noticiero o
empiezan a inventar.
Pero la población piensa diferente, e incluso muchos de los choferes particulares. Y aunque algunos
de estos planteamientos pudieran
analizarse, el Acuerdo llegó para
poner orden.
LAS AUTORIDADES ACTÚAN
Pese a los criterios formulados,
el reciente Acuerdo parece
cumplirse. Así lo aseguraron a este
diario responsables del departamento de Inspección Estatal de
Transporte en La Habana, quienes
destacaron el trabajo colegiado
entre diferentes instituciones,
como la Dirección Nacional de
Tránsito y la Policía Nacional Revolucionaria.
Hasta el pasado jueves se
habían radicado, por vía telefónica, 60 denuncias de la población
por violación de precios. De los
infractores, 33 están bajo investigación y 27 en proceso de contactarlos, explicó Erasmo Arias
Verdecia, director de Inspección
Estatal de Transporte en la capital.
Recordó que antes de proceder
a esta labor, se realizó la visita a los
transportistas privados para notificarles sobre el Acuerdo. A partir del
lunes, 34 inspectores están ubicados en 18 puntos estratégicos de
la capital, en diferentes horarios,
para velar por lo establecido, y existe un equipo que visita los hogares
de los titulares de los vehículos que
son denunciados, además de
entrevistarse con ellos en la Dirección General de Transporte.
Rafael Naranjo Moreno, jefe de
departamento de Inspección Estatal, comentó que no se trata de eliminar al trabajador por cuenta propia, como muchos piensan, sino
de que quienes se desempeñan a
esta actividad cumplan con lo establecido y con las decisiones del
Estado. Además, señaló, el
aumento de tarifas no tiene justificación, pues no se ha incrementado el precio del combustible ni los
impuestos.
El mejor inspector que tenemos
es el pueblo. Es nuestro termómetro ante estas situaciones. Por eso
es necesario que sigan contribuyendo a que este trabajo se organice y que sean veraces, exactos y
precisos para posibilitar la actuación eficaz de los inspectores.
Los funcionarios explicaron que
«partir» el viaje también constituye
una violación, pues si el recorrido
comienza en el hospital Frank País,
debe terminar en el Parque de la Fraternidad, y no en la Calzada del
Cerro y Boyeros, como hacen
muchos. Por incurrir en esta violación ya dos infractores están siendo
procesados para el retiro de las
licencias operativas.
Apuntaron que a todas las
denuncias de la población se le da
respuesta. No ha sido rápida en
ocasiones, porque depende de
cómo se formulen los datos, pero
se trabaja intensamente. Se han
inspeccionado alrededor de 2 000
vehículos. En esas inspecciones se
encontraron 22 conductores de transporte privado que estaban ejerciendo la actividad de forma ilegal,y tambien se detectó que dos vehículos
estatales ejercían actividad privada.
Según los funcionarios han
logrado que la mayoría de los propietarios de vehículos y los conductores reaccionen positivamente ante el Acuerdo. Más del 70 por
ciento de los trabajadores que
hemos entrevistado están de
acuerdo con la medida y muchos
han cooperado con nuestro trabajo, enseñan la documentación y
hasta el tique que certifica la compra del combustible en el Cupet,
reconocen.
Señalan que perciben disminución de los transportistas privados, a partir del Acuerdo, sobre
todo de quienes esperan a ver
qué pasa, o quizá aguardando a
que se cansen los que están asumiendo la inspección. Pero esta
actividad llegó para quedarse y
nos estamos multiplicando y
esforzándonos para defender
nuestra misión y que las personas
entiendan la magnitud y la importancia de tomar esta medida para
proteger al pueblo, aseveran estos
directivos.
FUNCIONA EL SINDICATO
Luis Romelio Salazar Lora,
secretario general del Sindicato
Provincial de Trabajadores del
Transporte y Puerto, comentó a JR
que cada tres o seis meses se
efectúan las asambleas de representantes, donde se discuten las
inquietudes y preocupaciones de
los trabajadores por cuenta propia, a quienes se les informa de
los cambios que existan.
En esa reunión participan los
secretarios de las sesiones sindicales, y los encargados de los organismos que se relacionan y tienen que dar respuestas a las inquietudes. Luego los secretarios
deben transmitir cada criterio a
sus trabajadores. Cuando se trata
de una situación compleja — como
la de ahora— no hay que esperar
las asambleas, explicó.
En la ciudad hay alrededor de
18 000 TCP (Trabajadores por
Cuenta Propia) en el sector del
transporte. De esos, 12 000 son
trabajadores contratados, ya sean
dueños de los medios de transporte o choferes. Igual número
son los afiliados al sindicato.
De entre las dificultades resueltas con la relación sindicato-trabajadores, resume que han logrado
mejorar el respeto a las piqueras.
Por otra parte, estos trabajadores
han exigido, en reiteradas ocasiones, que se les venda el combustible y se les fije una tarifa para negociar una que mejore las condiciones del pueblo. Ello se está estudiando con el Ministerio del Transporte, teniendo en cuenta la situación económica del país, explicó.
Agregó que trabajan en educar
a los trabajadores no estatales y
crear conciencia sobre el valor
social del cumplimiento con el fisco. Se trata de una relación solidificada en los principios revolucionarios, y eso es una gran fortaleza, la mayoría de estas personas
son revolucionarias, comprometidas y trabajadoras. Existen indisciplinados, y a ellos principalmente
tiene que dirigirse nuestra labor.
Se trata de un colectivo que quiere organizarse; de ahí la importancia de responder a sus preocupaciones, significó.
Sabemos que las tarifas para el
sector no estatal responden a la
oferta-demanda, pero comprendemos que ni antes ni después del
día primero —que fue cuando se
empezó a aplicar la medida— se
cambió el monto de las contribuciones tributarias, ni el precio del
combustible donde ellos deben
comprarlo, porque nadie está facultado para adquirirlo por bolsa
negra. Los trabajadores firmaron
un contrato con el Estado que
decía que iban a transportar pasajeros comprando el combustible
en el Cupet. Si eso no cambió no
hay ninguna razón moral para
subir los precios, razonó.
El Acuerdo del Consejo de la Administración de la urbe para proteger a la ciudadanía, provoca diversas reacciones. La clave será
seguir aplicando lo establecido con
justeza y sin extremismos.
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