ACUMULACIÓN Y LIXIVIACIÓN DE MACRONUTRIENTES EN SUELOS SOMETIDOS A RIEGO CON AGUA RESIDUAL TRATADA Daisy Isea* Luis Vargas Norelis Bello José Durán Edith Blanco Suher Yabroudi José Delgado Daisy Isea* Ingeniera Química, egresada de LUZ (1992). M.Sc. en Química. Especialista en el área de la Ingeniería Ambiental. Profesora e Investigadora a dedicación exclusiva del centro de Investigación del Agua de La Universidad del Zulia. Presentación de trabajos científicos en eventos nacionales e internacionales. Publicaciones en revistas técnicas nacionales e internacionales. La Universidad del Zulia (LUZ) Centro de Investigación del Agua (CIA) de la Facultad de Ingeniería. Maracaibo, Venezuela. Apartado 98 Delicias. Telfs. 0261-7597182-7185-7187-7195. Telefax: 0261-7597181. e-mail: [email protected] RESUMEN Se estudió la acumulación y lixiviación de los macronutrientes potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) en suelos sometidos a riego con agua residual tratada. Para tal efecto se evaluó el perfil del suelo a las profundidades: 15, 30, 45, 60 y 75 cm, se construyeron diez (10) percoladores con tubos de PVC y orificios de salida para el agua percolada de acuerdo a la profundidad evaluada. Cada ensayo se realizó por duplicado, los percoladores se codificaron como: API-1, API-2, API-3, API-4, API-5, APII-1, APII-2, APII-3, APII-4 y API-5. El suelo y agua residual tratada, provienen de la parcela experimental y lagunas de estabilización del Centro de Investigación del Agua (CIA) de La Universidad del Zulia (LUZ). Se estableció un proceso de muestreo del agua percolada a las distintas profundidades y se recolectaron muestras durante diez (10) semanas. El calcio y el magnesio se cuantificaron, usando la técnica de espectrofotometría de absorción atómica por llama, para el potasio se utilizó la técnica de emisión atómica. La evaluación de la curva característica de humedad del suelo obtenida a través de los percoladores de las series I indica un percolado continuo durante las diez (10) semanas de muestreo, observándose una disminución progresiva de la cantidad de agua percolada con relación al tiempo. La concentración de K durante la primera semana fue de 26,20 mg/L, disminuyendo a 1,60 mg/L hacia la décima semana; en el caso del Ca la concentración inicial fue 129,60 mg/L reduciéndose a 29,90 mg/L; en cuanto al Mg la concentración inicial fue de 20,12 mg/L y una concentración final de 4,44 mg/L. Los resultados obtenidos indican que los suelos sometidos a riegos con aguas residuales tratadas ofrecen una adecuada lixiviación de los elementos bajo estudio, permitiendo la acumulación de nutrientes en un área accesible para su absorción por la planta. Palabras Claves: Agua residual, lixiviación, macronutrientes, riego, sales. INTRODUCCIÓN El agua utilizada en el riego de las cosechas no es pura, ni aún el agua de lluvia; la mayoría de las sustancias presentes en los suministros de agua son completamente inocuos a los cultivos aunque varía según sea su concentración. Por otra parte el suelo puede contener gran variedad de elementos químicos, por lo que resulta difícil establecer cuando un elemento deja de ser beneficioso o indiferente para pasar a ser un contaminante, de aquí la importancia de la química de los suelos está relacionado con el estudio de los diferentes elementos nutritivos que lo constituyen. Dentro de los elementos nutritivos se encuentran: el hidrógeno (H), el oxígeno (O), y el carbono (C), que las plantas toman del agua y del aire. El nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y el azufre (S), son suministrados por el suelo Avilan y Rengifo (1988) y requeridos por las plantas para la síntesis de la clorofila, hidrólisis de los azúcares, pr ducción de aminoácidos y la formación de las proteínas, por lo que son requeridos en cantidades considerables Buckman y Brady (1972). Los distintos procesos concernientes al contenido y forma de estos elementos integran los diversos aspectos de la génesis y desarrollo de los suelos, que sirve como base para su clasificación con fines agrícolas Fassbender, (1975). Los metales al acumularse en el suelo y en el agua retenida en el, se incorporan a la planta a través de su absorción en el intercambio de cationes; debido a lo anterior se pueden originar efectos tóxicos no solo en las plantas sino que se pueden transferir al hombre a través del consumo de éstas, y acumularse en el organismo provocando serios problemas. La contaminación constituye uno de los aspectos mas importantes en la degradación de las aguas y de los suelos por ello es imprescindible conocer si el agua residual tratada provoca acumulación o lixiviación d elementos que causen el deterioro de la calidad del suelo. OBJETIVOS Determinar la concentración de los macronutrientes potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) en el agua residual tratada y en el agua extraída a diferentes profundidades (15, 30, 45, 60 y 75 cm) del suelo de la parcela experimental del Centro de Investigación del Agua (CIA) con el propósito de evaluar los niveles de acumulación y lixiviación de macronutrientes presentes en suelos sometidos a riego con agua residual tratada. MATERIALES Y MÉTODO Sistema de Muestreo El área de estudio está conformada por una parcela experimental de cinco (5) Ha, destinadas al cultivo de frutales y plantas de ciclo corto irrigadas por microaspersión y goteo, empleando el agua proveniente del sistema de tratamiento de aguas residuales del CIA. El diseño experimental consistió en construir percoladores cilíndricos verticales. Empleando tubos PVC de dos (2) pulgadas de diámetro y diferentes longitud, los cuales se sellaron en uno de los extremos con tapones del mismo material. Cada percolador consta de cuatro zonas: 1) zona de entrada en la que se agrega el agua residual tratada (AR); 2) zona de percolado, representa el perfil del suelo; 3) zona de goteo con perforaciones de diámetro combinadas de 1/5” y 1/10” y 4) zona de recolección del agua percolada (AP). Los percoladores se clasificaron en cuatro series distribuidas en cinco (5) perfiles cada una de 15, 30, 45, 60 y 75 cm. Dos (2) series se colocaron en el campo (III y IV) y las otras dos (2) en el laboratorio (I y II). Cada una de las series III y IV se dispusieron en el suelo próximo a dos (2) plantas de lima persa sobre limón volkameriano, regadas a través de un sistema de goteo en puntos cercanos y equidistantes a cada planta, cavando cinco (5) hoyos con la profundidad correspondiente a la longitud de cada percolador, a fin de insertarlos y fijarlos con la tierra. El AP se recolectó mediante un sistema de succión. Los percoladores de la serie I y II se montaron en una armadura de metal conteniendo el perfil del suelo extraído durante la excavación de los hoyos en el campo, el AP se recogió en recipientes de polietileno de un litro para el traslado y análisis en el laboratorio. Recolección de Muestras Los percoladores identificados como: AP III–1, AP III–2, AP III–3, AP III–4, AP III–5, AP IV–1, AP IV–2, AP IV–3, AP IV–4 y AP IV–5 se ubicaron en la parcela experimental, se regaron tres veces por semana usando agua residual tratada, durante un período de dos (2) a cuatro (4) horas diarias. A los percoladores ubicados en el laboratorio se les adicionó agua residual tratada de la siguiente manera, los codificados como: AP I-1, AP II-1, AP I-2 y AP II–2 se le agregó un volumen promedio de 185 ml; los AP I–3 y AP II–3 un volumen promedio de 172 ml; los AP I-4, AP II-4, AP I-5 y los AP II–5 un volumen promedio de 167 ml. El AP de cada perfil se recogió en recipientes de polietileno de un 1L de capacidad, se etiquetaron y clasificaron por semana. Las muestras recolectadas se sometieron a digestión ácida, siguiendo las metodologías descritas en el Métodos Standard de la American Water Works Association N° 2340/3500. Cuantificación de los Macronutrientes Para la cuantificación de los macronutrientes se elaboraron curvas de calibración (absorbancia vs concentración) con patrones externos para cada metal, según la sensibilidad requerida. Las concentraciones de magnesio (Mg) y calcio (Ca) se determinaron mediante la técnica instrumental de la espectrometría de absorción atómica mientras que el potasio (K) se evaluó utilizando la técnica de espectrometría de emisión atómica. Las soluciones patrones se obtuvieron preparando patrones certificados correspondiente a cada elemento, seguidamente se prepararon diluciones seriales de las soluciones patrones, empleando agua bidestilada. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Evaluación de la Curva Característica de Humedad del Suelo Los percoladores de las series I (API-1, API-2, API-3 y API-4) y II (APII-1, APII-2, APII-3 y APII4) mostraron un percolado continuo durante las diez (10) semanas de muestreo, observándose una disminución progresiva de la cantidad de agua percolada con relación al tiempo. La cantidad de agua recolectada por el API-1 durante la primera semana fue de 315 ml disminuyendo progresivamente hasta 69 ml en la última semana; para APII-1 la cantidad de agua recolectada inicialmente fue de 300 ml reduciéndose este volumen a 73 ml durante la última semana; el API-2 la recolección inicial y final fueron de 276 ml y 59 ml respectivamente, mientras que para el APII-2 durante la primera semana se recolectaron 260 ml disminuyendo en la décima semana a 48 ml; en el API-3 se recolectaron 267 ml durante la primera semana y en la última semana se recolectaron 30 ml; en el APII-3 la recolección inicial fue de 255 ml , disminuyendo este volumen a 43 ml durante la última semana; para el API-4 la recolección durante la primera semana fue de 241 ml, durante la última semana la recolección fue de 35 ml; en el APII-4 la recolección en la primera semana fue de 249 ml y en la última semana se recolectaron 31 ml, mientras que, en el API-5 se recolectaron 220 ml inicialmente y 30 ml durante la última semana, en el APII-5 se recolectaron 220 ml durante la primera semana y 29 ml durante la semana final del muestreo. Estos resultados indican que el movimiento del agua en el suelo para cada perfil de las series (I y II) genera una curva exponencial, cuyos valores al iniciar el riego se hacen mas dispersos que cuando alcanza la linealidad. Este comportamiento es similar al obtenido por Porta (1994) y otros autores y representa la curva característica de humedad a través de los diferentes perfiles del suelo. Evaluación de los Macronutrientes Presentes en el Agua para Riego La concentración de los macronutrientes presentes en el agua para riego muestra tendencia a decrecer con relación al tiempo, ya que las concentraciones disminuyeron progresivamente desde la primera hasta la décima semana. La concentración del K durante la primera semana fue de 26,20 mg/L, disminuyendo en 1,60 mg/L hacia la décima semana; en el caso del Ca la concentración inicial fue 129,60 mg/L reduciéndose a 29,90 mg/L; en cuanto al Mg la concentración inicial fue de 20,12 mg/L y una concentración final de 4,44 mg/L. Obteniéndose valores por debajo de los limites de permisibilidad para descargas de aguas residuales en suelos destinados para el cultivo. Movilidad de los Macronutrientes a través del Suelo En el AP la variación de la concentración de los macronutrientes con respecto al tiempo presentan una tendencia lineal descendente para cada perfil de las series I y II, la concentración inicial para el K fue de 53,60 mg/L decreciendo progresivamente hasta la décima semana a 1,60 mg/L; el Ca y el Mg mostraron un comportamiento similar ya que la concentración inicial del Ca fue de 66,90 mg/L disminuyendo a 3,20 mg/L mientras que, las concentraciones iniciales y finales del Mg fueron de 15,04 mg/L y 2,76 mg/L respectivamente. Con relación a la movilidad del K, Ca y Mg a través de los diferentes perfiles, se aprecia una relación directamente proporcional entre el incremento de la concentración y la profundidad del percolador, lo que nos hace inferir que el proceso de lixiviación de los suelos regados con agua residual no se ven afectado. Sin embargo, es importante destacar que en las series I y II se observan concentraciones superiores con relación a las concentraciones de las series III y IV. Las concentraciones promedios de los macronutrientes en el agua percolada de las series I y II fueron de 34,79 mg/L para el K, 13,39 mg/L para el Ca y 9,48 mg/L para el Mg, mientras que, en las series III y IV los concentraciones promedios fueron de 9,64 mg/L para el K; –3,21 mg/L para el Ca y 0,34 mg/L para el Mg. Debido probablemente a que en el laboratorio el agua de riego se restringe debido al área superficial de tierra fija en cada percolador mientras que, en el campo el agua de riego puede esparcirse a través del terreno alrededor del percolador, lo que hace que la precolación sea mayor en el primer caso. CONCLUSIONES 1. Las características fisicoquímicas de las aguas residuales tratadas en el Sistemas de Lagunas de Estabilización de LUZ indican que cumplen con los requerimientos para emplearse para el riego de terrenos agrícolas 2. Las curvas características de humedad empleando agua residual presentan un drenaje de agua más rápido a medida que la profundidad del perfil disminuye. 3. Los suelos sometidos a riegos con aguas residuales tratadas ofrecen una adecuada lixiviación de los elementos bajo estudio, permitiendo la acumulación de nutrientes en forma asimilable para las plantas. 4. Los niveles de salinidad en el suelo bajo estudio no ven significativamente afectados por el uso del agua residual para el riego, estableciéndolos como suelos aptos para el cultivo. REFERENCIAS BIBLIOGRAGRAFICAS APHA, AWWA, WPCF. Standard Methods for the Examination of Water and Waster. th Edition, 18 Edition.. 1992. era Avilan R. y Rengifo, A. (1988) Los Cítricos. 1 Edición, Centro Interamericano de Desarrollo Integral de Agua y Tierras. CIDIAT. Mérida Venezuela. 277-300. Buckman y Brady (1972) Naturaleza y Propiedades del Suelo. Editorial Montaner y Simçon, S.A., 400-510 Fassbender, H.W. (1975) Química de Suelos con Énfasis en Suelos d América Latina. Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la O.E.A. y Centro Regional de Ayuda Técnica de la Agencia de Desarrollo Internacional (AID) 332-379. Porta, J.; López-Acevece, M.; Roquero, C. (1994) Edafología para la Agricultura y el era Medio Ambiente. 1 Edición. Edit. Ediciones Mundi-Presa, Madrid, España. 773-743.