El suscrito, Alfonso Primitivo Ríos Vázquez, integrante del Grupo

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QUE REFORMA LOS ARTÍCULOS 3O. Y 114 DE LA LEY GENERAL DE SALUD, A CARGO DEL DIPUTADO ALFONSO
PRIMITIVO RÍOS VÁZQUEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PT
El suscrito, Alfonso Primitivo Ríos Vázquez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo en la
LXI Legislatura del honorable Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71,
fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo 6, numeral 1,
artículos 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración de este pleno, la presente
iniciativa de ley con proyecto de decreto que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Salud, al
tenor de la siguiente
Exposición de Motivos
Los trastornos alimentarios constituyen en la actualidad un problema de salud pública. En los últimos años se ha
incrementado su prevalencia, aunque se desconoce su etiología exacta, se acepta una hipótesis multifactorial,
donde intervienen distintos factores biológicos, psicológicos y sociales.
Las manifestaciones clínicas y sus complicaciones que arrojan estos trastornos son muy graves, pudiendo
conducir al paciente a la incapacidad a corto y largo plazo, así como a una muerte prematura.
En este sentido, la bulimia y anorexia es una enfermedad presente tanto en hombres como en mujeres y cada
vez empieza desde edades más tempranas, queriendo tener un cuerpo delgado, ya sea siguiendo el ejemplo de
las modelos, actores o actrices, llenándose de información innecesaria ya sea como dietas ejemplos en las
páginas de internet proporcionando todo tipo de formas para poder bajar de peso.
De igual forma, la anorexia nerviosa (AN) se considera como una enfermedad psicosomática que se caracteriza
por una pérdida ponderal inducida y mantenida por el propio paciente que le conduce a una malnutrición
progresiva y rasgos psicopatológicos peculiares como la distorsión de la imagen corporal y el miedo a la
obesidad, entre otros, además de considerar que la anorexia nerviosa se manifiesta de una forma típica o
restrictiva y otra purgativa.
Este tipo de anorexia es la tercera enfermedad crónica más común en mujeres adolescentes y se estima que se
presenta entre un 0.5 a un 3 por ciento de la población adolescente en nuestro país.
Por otra parte, la bulimia nerviosa (BN) se define por contar con episodios repetidos de ingesta excesiva de
alimentos (atracones) junto con una preocupación exagerada por el control del peso corporal, lo que lleva al
enfermo a adoptar medidas extremas para mitigar el aumento de peso producido por la excesiva ingesta, las
personas que padecen de bulimia, poseen una baja autoestima y sienten culpa por comer demasiado, suelen
provocarse vómitos, ingieren laxantes y realizan ayunos, debido a esto, se presentan oscilaciones bruscas del
peso corporal.
El comportamiento bulímico se observa en los enfermos de anorexia nerviosa o en personas que llevan a cabo
dietas exageradas, sin embargo, la bulimia no produce perdidas de peso exagerada. Aunado a ello, es necesario
recordar que los cuadros bulímicos se dividen en purgativos y no purgativos.
Debemos mencionar que las estimaciones acerca de la prevalencia de bulimia entre las mujeres jóvenes, varían
desde un 4 hasta un 10 por ciento, aunque algunos investigadores sostienen que este problema es subestimado
porque muchas pacientes son capaces de ocultar sus purgas o vómitos, y no presentan pérdida significativa de
peso.
En México la situación es alarmante ya que de cada 100 mujeres diez padecen anorexia y cinco de ellas mueren,
mientras el resto sufre las consecuencias de la enfermedad durante toda su vida, según cifras del Hospital
Adolfo López Mateos del ISSSTE, con base en cifras difundidas por el sector salud, cada año se registran 20
mil casos de anorexia y bulimia afectando a más de 2 millones de mexicanos y la edad promedio de inicio de
estos padecimientos es a los 17 años, aunque algunos datos revelan edades de 14 a 18 años, el 95 por ciento de
los pacientes que padecen anorexia y bulimia son mujeres, mientras que el otro cinco por ciento son hombres.
Estos pacientes, en general, no piden inicialmente ayuda, sino que llegan a la consulta cuando el proceso ya está
establecido; por ello, son esenciales el uso de medidas preventivas y un diagnóstico y tratamiento oportuno que
mejorará las posibilidades de controlar y erradicar el trastorno alimenticio.
El papel del médico de atención primaria es fundamental, incluyendo la coordinación de los diferentes
profesionales que intervienen en el tratamiento ya que los primeros síntomas son retraimiento social, estado de
ánimo bajo, irritabilidad, insomnio y comportamientos obsesivos, lo cual hace difícil su diagnostico ya que
estos síntomas son característicos de diversas enfermedades.
Diversas investigaciones sobre el tema de la anorexia y la bulimia, señalan que cada vez es mayor el número de
adolescentes que expresan no estar satisfechos con su cuerpo, este hecho se agudiza en el caso de las personas
del sexo femenino, y recurren a dietas y otras formas de controlar el peso, sin control y supervisión médica o de
un nutriólogo.
La anorexia nerviosa tiene un comienzo bimodal que va entre los 13-14 años y los 17-18 años, mientras que la
bulimia suele iniciarse al final de la adolescencia (17-20 años). Últimamente, se está observando que los
cuadros se inician a edades más precoces, entre los 9 y los 11 años, incluso antes del inicio de la pubertad.
Las personas que son víctimas de estas enfermedades tienen consecuencias físicas y de salud considerables, en
casos extremos son de carácter irreversible. Las personas con bulimia sufren la erosión de los dientes, cavidades
y los problemas con las encías son comunes.
Los episodios bulímicos también pueden resultar en la retención de agua e hinchazón e inflamación abdominal,
el proceso de comer excesivo y purgación resultan en la pérdida de líquido y niveles de potasio bajos, que
pueden causar debilidad extrema y casi parálisis, los niveles peligrosamente bajos de potasio pueden resultar en
ritmos cardíacos peligrosos y a veces mortales.
La cardiopatía es la causa médica más común de muerte en las personas con anorexia severa. El corazón puede
desarrollar ritmos de bombeo anormales peligrosos y ritmos lentos conocidos como bradicardia. Se reduce el
flujo sanguíneo y la presión arterial puede descender. Además, los músculos del corazón llegan a padecer de
hambre, perdiendo tamaño.
Las personas con anorexia severa pueden sufrir daño nervioso y experimentar convulsiones, pensamiento
desordenado y cosquilleo, pérdida de sensación u otros problemas nerviosos en las manos o los pies. Las
exploraciones cerebrales indican que partes del cerebro experimentan cambios estructurales y actividad
anormalmente alta o baja durante los estados anoréxicos; algunos de estos cambios regresan a la normalidad
después del aumento de peso, pero existe evidencia de que algún daño puede ser permanente.
La anemia es un resultado común de la anorexia y la inanición. Un problema sanguíneo particularmente grave
es la anemia perniciosa, que puede ser causada por niveles severamente bajos de la vitamina B12. Si la anorexia
se torna extrema, la médula ósea reduce de manera importante su producción de glóbulos y origina la aparición
de una enfermedad potencialmente mortal conocida como pencitopenia, además de la presencia frecuente de
malestares como la inflamación y el estreñimiento, ambos como problemas asociados a la anorexia.
Lamentablemente ningún programa de tratamiento para la anorexia nerviosa es completamente eficaz hasta este
momento. Ante ello, hay que decir que el riesgo de muerte prematura es dos veces más alto entre anoréxicos
bulímicos que entre los tipos de dieta-restrictor.
Con lo anterior, es pertinente mencionar que los trastornos alimenticios son un problema muy grave que en
muchos casos traen consecuencias fatales y que el nivel de la población que padece este tipo de trastornos es
cada vez mayor.
Por lo anteriormente expuesto, sometemos a su consideración, la presente iniciativa de ley con proyecto de
Decreto que incluye a los trastornos alimentarios, como materia de atención de salubridad general, para
quedar como sigue:
Artículos
Artículo Único.- Se reforma la fracción XII del artículo 3o., así como el segundo párrafo del artículo 114, de la
Ley General de Salud, para quedar como sigue:
Artículo 3o....
I a XI. ...
XII. La prevención, orientación, control y vigilancia en materia de nutrición y trastornos alimenticios,
enfermedades respiratorias, enfermedades cardiovasculares y aquellas atribuibles al tabaquismo
...
Artículo 114.-. . .
La Secretaría de Salud, las entidades del sector salud y los gobiernos de las entidades federativas, en sus
respectivos ámbitos de competencia, formularán y desarrollarán programas de nutrición, promoviendo la
participación en los mismos de los organismos nacionales e internacionales cuyas actividades se relacionen con
la nutrición, alimentos, trastornos alimenticios y su disponibilidad, así como de los sectores sociales y privado.
Transitorios
Primero. El presente decreto, entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Segundo. Se derogan todas aquellas disposiciones que se opongan al presente decreto.
Dado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a los 13 días del mes de marzo de 2012.
Diputado Alfonso Primitivo Ríos Vázquez (rúbrica)
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