rimas de hoy Tengo la mesa llena de jazmines y en ellos se respira tu presencia. Un relámpago cruza por mi espalda al recordarte aquí. Musa divina, acaso tú adivines a oscuras mi camino con urgencia, y me encienda tu beso la Giralda con luces de organdí. Alza tu velo, virgen permanente, la misma siempre siempre, como un cuadro ensartado en el tiempo, pero vivo por arte del pintor. Siempre la misma, nunca diferente, recuerdo tu cariño y me taladro, harakiri del alma, cuando escribo los versos de tu amor. Enrique Hernández Luike [email protected]