Un liberal llamado Keynes.

Anuncio
Expectativas
Análisis de tendencias socioeconómicas
5. Un liberal
llamado Keynes
El keynesianismo ha pasado a la historia como una
doctrina estatista. Sin embargo, muchos socialdemócratas
se echarían a temblar ante alguien que defendía una
presión fiscal máxima del 25%. Antes de su muerte en
1946, reclamó a que Estados Unidos renunciara a los
estímulos porque en ese momento eran contraproducentes
D
ecir ‘keynesiano’ se ha convertido
en sinónimo de socialdemócrata.
Sin embargo, un análisis detallado
de la teoría de ese economista revela
que esa idea es equivocada. Y muchos
expertos lo saben. Incluso aquéllos
que no son keynesianos.
Uno de los mejores ejemplos del
verdadero valor de Keynes es esta
frase: “[Keynes] escribió la Teoría
22
General en la década de los treinta,
cuando muchos de los grandes países
estaban en un proceso de alejamiento de la democracia liberal y del capitalismo en dirección al fascismo en
Alemania e Italia y al comunismo en
Rusia. Esos países parecían ser capaces de afrontar mejor la depresión de
los años treinta que naciones como
la nuestra [Estados Unidos] que se
Expectativas
Análisis de tendencias socioeconómicas
23
Expectativas
mantenían con instituciones liberales. El mensaje de la Teoría General
de Keynes es que podemos afrontar
depresiones dentro del marco general de una economía básicamente capitalista y unas instituciones democráticas liberales”.
Esa cita no es de ningún keynesiano, sino de Robert Lucas, ganador del
Nobel en 1995 y estandarte de la Teoría de las Expectativas Racionales.
Así pues, Keynes es reconocido
por los liberales como esencialmente
un defensor del liberalismo. Pero hay
que tener en cuenta más cosas. Por
ejemplo, su más que cauto enfoque de
la regulación. Así, el ex jefe del equipo de asesores económicos de George W. Bush y actual coordinador del
programa económico del candidato
republicano Mitt Romney, el profesor
de Columbia Greg Mankiw, recordaba
en noviembre una carta que Keynes
envió en 1933 al entonces presidente estadounidense Franklin Delano
Roosevelt y que tanto los keynesianos como los seguidores de Roosevelt parecen haber olvidado:
“Usted está involucrado en una doble tarea: Recuperación y Reforma;
recuperación de la crisis y aprobación
de reformas empresariales y sociales
que deberían haber sido introducidas
hace mucho tiempo. Para lo primero,
la agilidad y los resultados rápidos
son esenciales. La segunda puede ser
urgente, también. Pero la prisa puede
ser gravosa, y es más necesaria una
visión de largo plazo que los logros
24
Análisis de tendencias socioeconómicas
inmediatos. Será el elevar el prestigio
de su Gobierno por medio del éxito
en la Recuperación en el corto plazo
que tenga la fuerza motivadora para
lograr la Reforma en el largo plazo.
Por otra parte, incluso una inteligente y necesaria Reforma puede, en
algunos casos, impedir y complicar
la Recuperación, pues estropeará la
confianza del mundo de los negocios
y debilitará sus motivaciones para
pasar a la acción, antes de que usted
sea capaz de poner otras motivaciones en el lugar de éstas. Puede sobrecargar la maquinaria burocrática [del
Gobierno] (…). Y confundirá el pensamiento y la voluntad de usted y de su
Gobierno al darle demasiado en qué
pensar en muy poco tiempo”.
Esa carta revela, para Mankiw, que
Keynes era un “firme creyente en el
‘business cycle’ en el corto plazo”, una
teoría clave de la Escuela Austriaca.
La carta refleja una firme convicción
de que introducir regulaciones en un
momento de crisis es un grave error,
porque lastra el crecimiento.
Acaso más importante es el hecho de que Keynes nunca dijo que
los déficit no importan (esa frase, de
Keynes es el ‘padre ideológico’
de la ‘revolución de Ronald
Reagan y Margaret Thatcher.
Así lo admitió en 2004 el
propio Arthur Laffer
Expectativas
hecho, es del ex vicepresidente de
EEUU, el presunto liberal Dick Cheney). Al contrario. Su tesis era que
el gasto público se podía impulsar,
sólo como un mal menor en épocas
de recesión, pero no en las de expansión. Igualmente, tenía muy claro en
qué posición económica y cultural
se encontraba cuando escribió: “La
lucha de clases me encontrará en el
lado de la burguesía educada”. No es
menos cierto que Keynes gestionó
las inversiones de un grupo de personas sin ningún tipo de salvaguarda
del Estado, hasta el punto de que se
arruinó—y arruinó a sus socios—dos
veces en su vida, y en ambas ocasiones recuperó sus pérdidas. En cierto
sentido, Keynes fue un predecesor de
los hedge funds, tomando riesgos y
posiciones apalancadas en renta fija
y variable dentro y fuera del Reino
Unido.
Keynes es el ‘padre ideológico’ de
la ‘revolución de Ronald Reagan y
Margaret Thatcher. Así lo admitió en
2004 el propio Arthur Laffer, el economista que popularizó la tesis de
que, con tipos fiscales más bajos, la
recaudación sube. Laffer explicó en
un artículo publicado en el think tank
Heritage Foundation que Keynes explicó ese mecanismo “con increíble
claridad” al comprar las subidas de
impuestos en épocas de crisis con
“un industrial que, experimentando
pérdidas, decide subir los precios y,
cuando sus declinantes ventas aumentan las pérdidas, envolviéndose
Análisis de tendencias socioeconómicas
en la rectitud de su aritmética pura,
decide que la prudencia reclama subir más los precios”.
Acaso el ejemplo más obvio del liberalismo de Keynes sea el hecho de
que, cuando murió, estaba reflexionando acerca de cuál debía ser el tamaño ideal del Estado en tiempos de
paz. Su tesis provisional era que no
debía superar el 25% del PIB. Hoy,
cualquiera que proponga eso, sería
literalmente expulsado del debate
público.
Referencias
Michael Parkin, ‘Economics’, Addison-Wesley,
Massachusetts, 2000
Greg Mankiw, ‘What Would John Maynard
Keynes Have Said On Obamacare?’
http://gregmankiw.blogspot.com/2011/11/
what-would-keynes-have-said-about.html
Arthur Laffer, ‘The Laffer Curve. Past, Present,
And Future’
http://www.heritage.org/research/reports/2004/06/the-laffer-curve-past-present-and-future
John Cassidy, ‘The Demand Doctor, ‘The New
Yorker’, 10 octubre 2011:
http://www.newyorker.com/
reporting/2011/10/10/111010fa_fact_cassidy
Robert Skidelsky, ‘Keynes. The return Of The
Master’, New York, Public Affairs, 2009-2010
25
Descargar