¿Quien pide el despido libre? ¿Quien pide el despido libre? Del mismo modo que algunos le dicen amor cuando hablan de sexo, otros le dicen flexibilidad cuando proponen desregulación. Mira por dónde, ahora resulta que nadie ha pedido el despido libre. No lo ha hecho la patronal española, la CEOE, no lo ha hecho la Patronal catalana, Fomento, tampoco el grupo de expertos que propugnan una reforma laboral. Nadie, ni siquiera los media en sus editoriales y artículos han dicho nada de todo esto. Se trata sólo de una mala interpretación de las palabras, de un mal entendido o quizás de la malintencionada voluntad de los sindicalistas de montar broncas y meterse con los empresarios. Lo han repetido tantas veces estos días que están a punto de convencernos. De hecho las reivindicaciones patronales sólo plantean descausalizar la contratación, o sea no distinguir entre contratos que tengan como causa la prestación de trabajo por tiempo indefinido de los que tengan como causa una punta de trabajo, una obra determinada o una sustitució. De hecho sólo están planteando descausalizar el despido y reducir ostensiblemente el derecho de tutela judicial efectiva, limitando los casos en que los trabajadores podrán impugnar la decisión de despedirlos a aquellos en que se haya producido una discriminación prohibida por la Constitución española. De hecho sólo están pidiendo reducir las indemnizaciones por los supuestos en que el despido sea considerado improcedente y acercarlo al resto de supuestos de rescisión de contratos. Quizás si que tienen razón los que dicen que nadie ha pedido el despido libre. Que acordar de manera simultanea la descausalización de la contratación, la descausalización del despido, la limitación de la posibilidad de acudir a los tribunales y la reducción de las indemnizaciones en caso de despido improcedente, no puede ser considerado el despido libre. No será despido libre pero se parece mucho. Cuestión aparte merece la reflexión de cómo estas reformas para tirar adelante deberán pasarse por el forro la doctrina del Tribunal Constitucional que basándose en el derecho al trabajo reconocido en el artículo 35 de la CE da cobertura a la causalización legal de la contratación y el despido. Lo que más sorprende es que todo el mundo reconoce que las causas de la crisis y las soluciones no están en la regulación de la relación laboral. Todo el mundo en un debate sereno asume que las causas del "SPAIN IS DIFERENT" no las debemos buscar en la legislación laboral, si no en un modelo productivo que se ha montado sobre sectores surfistas como la construcción y de alta estacionalidad como el turismo, proclives a utilizar mano de obra barata y poco cualificada y a obtener elevados rendimientos con poca inversión en capital y tecnología. Cuando todo esto sucede, los que dicen ser los representantes de los empresarios, vuelven con las propuestas de siempre. Con propuestas que desde 1984 han demostrado sus limitaciones. En democracia todas las posiciones son legitimas. Pero para ser creíbles hace falta que no nos quieran hacer trampas en el solitario. Estas reivindicaciones son legitimas, pero no tienen nada que ver con las medidas contra la crisis, ni con la dinamización económica, ni con una mayor flexibilidad del mercado de trabajo. Sólo pretenden redistribuir de una manera concreta los costes de la crisis. Del mismo modo que algunos le dicen amor cuando hablan de sexo, otros le dicen flexibilidad cuando proponen 1/2 ¿Quien pide el despido libre? desregulación. A ver si lo entendéis : Nadie ha pedido el despido libre. Sólo se han limitado a plantear la descausalización de la contratación, la descausalización del despido, la limitación de la acceso a los Tribunales de lo Social por parte de los trabajadores/as y la reducción de las indemnizaciones en caso de despido improcedente. Joan Coscubiela Conesa © CCOO SERVICIOS 2015 Logos y marcas propiedad de sus respectivos autores Se permite la reproducción total o parcial de todos los contenidos siempre que se cite la fuente y se enlace con el original 2/2