joseph yves limantour (1811-1885) y su aventura californiana

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JOSEPH YVES LIMANTOUR
(1811-1885) Y SU A V E N T U R A
CALIFORNIANA - II
Jan
BAZANT
El Colegio de México *
E N UN ARTÍCULO publicado con el mismo título de éste en
el número 109 de Historia Mexicana (vol. xxvm, núm. 1,
jul.-sep. 1978, pp. 1-23) describí los viajes a la Alta California del navegante bretón Limantour, famoso aquí por sus
compras de los bienes nacionalizados durante la reforma
y también por ser padre del secretario de Hacienda en 18931911. Los viajes culminaron en ciertos negocios que continúan siendo hasta la fecha un enigma. Según ciertos documentos, Limantour adquirió en 1843 del gobernador
mexicano de esa provincia el título de propiedad de lo que
se convertiría en la futura ciudad de San Francisco, o una
mitad de ella. Pasaron varios años, Alta California fue
ocupada por los norteamericanos, se descubrió el oro, San
Francisco creció, y sus habitantes, como también el gobierno de los Estados Unidos, negaron la validez de los títulos
de Limantour. U n proceso ruidoso y bastante escandaloso
—parece que el escándalo era el compañero inseparable de
Limantour— terminó con un fallo del juez de San Francisco
en 1858, que declaró que todas las pruebas documentales
de Limantour eran falsas y sus testigos perjuros, y reconoció
como auténticas y verídicas las pruebas documentales y los
testigos presentados por el fiscal. Allí quedó el asunto en
lo tocante a la propiedad del inmueble tan valioso, tan bello
y tan sacudido por los terremotos.
* M i agradecimiento a la Nettie Lee Benson Latin
American Col-
lection por su permiso para utilizar a q u í varios documentos.
353
354
JAN
BAZANT
En un viaje reciente a Austin, Texas, pude consultar
en la Nettie Lee Benson Latin
nos documentos desconocidos
American
Collection
algu-
para mí hasta entonces, los
cuales aumentan la duda y la inquietud en torno al asunto.
En estos papeles se descubre, entre otras cosas, a) que había
una relación especial entre Limantour y Manuel Castañares,
que arroja luz sobre la validez de los títulos; y b) que L i mantour adquirió tierras también en Baja California, apareció un personaje nuevo —José Matías Moreno— y también
que entre ambos surgió una amistad especial que tendría que
ver precisamente con Baja California, además de otros asuntos.
Los SANFRANCISCANOS y el gobierno norteamericano afirmaron que los dos títulos de Limantour a la mitad de San
Francisco habían sido fabricados probablemente en la ciudad de México en 1852, nueve años después de la fecha en
los documentos; esto es, falsificados por Limantour, el general Micheltorena y Manuel Castañares. En 1843 Micheltorena, como gobernador de California, y Castañares, como
jefe de la aduana de Monterrey, intervinieron —según
los
papeles presentados por Limantour— en la discutida concesión de tierras. En la Latin American
Collection se conser-
va una copia de la carta de Castañares al general Mariano
Valle jo,
uno de los hombres más poderosos de la región,
1
del 31 de octubre de 1843. Es una copia, pero no se puede
dudar de su autenticidad porque Bancroft vio el original de
la misma carta en el archivo de Valle jo,
Documentos para la historia de California,
History of California.
2
conocido como
y la citó en su
Este precioso documento merece trans-
cribirse en su totalidad. A l leerlo no debe olvidarse que un
empleado público se dirige a un hombre rico e influyente
con el fin de pedirle un favor.
1 U T , LAC/WBS,
5 1 , pp. 13-14. Véanse las explicaciones sobre siglas
y referencias al final de este a r t í c u l o .
2 BANCROFT,
1886,
iv,
p.
386.
LIMANTOUR Y SU AVENTURA CALIFORNIANA
355
Copia. Sr. Dn. Mo. Guadalupe Vallejo
Monterrey, octubre 31 de 1843
Estimado amigo:
Hace algunos días que he estado determinado a pasar a
Sonoma [residencia de Vallejo al norte de la bahía de San
Francisco—J. B.] para visitar a ud. y tener el gusto de estar
algún tiempo en su compañía, pero los negocios de mi oficina se me han amontonado en estos días y me impiden esta
satisfacción. Ya que no puedo ir personalmente aprovecho la
presente
oportunidad para exigir de su amistad un servicio
importante.
Sabrá ud. que los mejicanos tenemos el grave defecto de
nunca calcular nuestros verdaderos intereses y que por esto
los
estranjeros,
aprovechándose
de
nuestra inesperiencia,
quedan por su saber con cuanto por justicia nos
se
pertenece.
Por esto sacará ud. en claro que aludo al grande negocio
que ha sabido hacer un francés que ud. conoce mucho, quedándose con la mayor y mejor parte de los terrenos de Yerba
Buena [la futura ciudad de San Francisco.—J. B.] y otros lugares en partes muy nobles de este departamento, que, si bien
hoy no llaman mucho la atención, creo no estar muy lejos el
día de su engrandecimiento pues siempre he premeditado que
este país por su posición geográfica y el constante
connato
de los norteamericanos en quedarse con él, será en el Pacífico un punto de interés general.
Creo que el general Micheltorena, sin mezclarme en las
causas que lo han motivado, se ha visto obligado a condescender a los pedidos que le ha hecho este carajo de francés
[quien] ha sabido aprovecharse de las facultades
con
omnímodas
que el general se halla investido por el gobierno provi-
sional. Ya, pues, que este maldito es dueño de quizas la mejor
parte de los terrenos que cercan la Yerba Buena y otros, como
digo arriba, queriendo yo [sic] adquirir algunas posesiones en
esos puntos del norte para estar en parte con el porvenir [en
las palabras de Bancroft, Castañares quería un pedazo de tierra "before that confounded Frenchman gets it all". Loe cit.
J. B.]. Quiero tener cerca de la orilla del mar mil varas de
largo y doscientas de ancho y cincuenta varas en el agua para
LIMANTOUR Y SU AVENTURA CALIFORNIANA
357
hacer un muelle con todo o parte como mejor convenga a mis
intereses.
Dirá ud. que es una locura, pero yo quiero imitar a ud. en
ideas grandes. Espero de su bondad me diga en respuesta qué
terrenos sobrantes se encuentran en San Francisco o en la
Yerba Buena que puedan llenar mi deseo y capaces de valer
un dice algo, pues cuento con la aquiescencia del general para
obtener el que pida, y ojalá ud. pudiera valerse de algunos
de sus amigos a quienes les pidiese informes particulares sobre el objeto de mi pretensión.
Ya he molestado a ud. mucho; por lo mismo doy fin a la
presente suscribiéndome su más atento amigo y s. s.
Firma. M. Castañares.
En realidad, no era mucho lo que Castañares pretendía:
p o c o más de una hectárea de tierra, una insignificancia en
comparación con las superficies cedidas a l . . . francés. Pero
Castañares no tenía fondos con qué refaccionar al gobernador y de ahí su casi impotente irritación. Para los propósitos de este artículo la carta es importante como testimonio
escrito de que los títulos de Limantour eran conocidos o
existían ya en 1843. Si bien Castañares no lo menciona por
nombre, no había o t r o francés —hasta dónde se pueda saber—
en Yerba Buena. E l primer encuentro de ambos personajes
no fue muy feliz.
Vallejo decidió complacer al enojado jefe de la aduana.
£1 7 de noviembre, pocos días después de recibir la carta,
escribió a su compadre Guillermo Richardson, inglés naturalizado mexicano, fundador de Yerba Buena y el mejor
conocedor de la situación. La carta se encuentra traducida
al
inglés
3
en un panfleto.
Con calma, Vallejo explicaba:
"Don Manuel parece estar un poco celoso de las concesiones
extensas otorgadas a otros individuos por don Manuel M i cheltorena y, como ud. sabe, el señor Castañares quiere gozar
de los mismos derechos que los extranjeros... Tengo enten-
3 WILSON,
1853,
pp.
55-57.
358
JAN
BAZANT
dido que nuestro amigo, el bien conocido Limantour... ha
prestado grandes sumas al general Micheltorena... y trata de
obtener tierras en este y otros lugares aprovechándose de la
penuria de la tesorería del departamento... E l señor Castañares me ha dicho en conversación privada que pensaba
establecer aquí un rancho, y yo le ofrecí ganado, caballos
e indios, calculando así ganar su amistad y predisponerlo así
a nuestro favor". La autenticidad de la carta fue certificada
en 1853 en San Francisco por la comisión examinadora de
los títulos. Aun cuando pobre, Castañares era lo suficientemente importante para que los influyentes locales intentaran
ganarse su buena voluntad. Luego se verá por qué.
Después de investigar el asunto, Richardson contestó a
Vallejo el 21 de noviembre que Micheltorena en efecto había
concedido "arenales y quebrados a varios individuos", sobre
todo a extranjeros (no nombra a Limantour), pero que aún
quedaban baldíos. De acuerdo con esta información, Castañares solicitó el 6 de diciembre de 1843 al gobernador la
concesión para construir un muelle, lo que, por lo visto, le
interesaba más que un rancho.
4
5
Entretanto la situación había cambiado mucho muy en favor de Castañares. Fue elegido diputado al Congreso General
por el departamento de las Californias, y se disponía a partir.
Ya el 3 de diciembre de 1843 Micheltorena le dio una carta
poder para actuar en México como su agente personal. U n
muelle parecía ahora poca cosa. Así que Micheltorena le otorgó
en el año siguiente —en el acostumbrado papel sellado, habilitado por Micheltorena y el nuevo jefe de la aduana, Pablo
de la Guerra, para 1844 y 1845— dieciocho leguas cuadradas.
Del texto se desprende más bien que eran ochenta leguas (10
por 8), pero esto último no es creíble en vista de lo inmenso
de la superficie (1 400 km ). Probablemente cerca de San
Francisco ya no quedaban baldíos tan enormes (dieciocho
6
2
4 E l original de la carta está en U T , LACjWBS,
5 U T , LACjWBS,
6 U T , LACjWBS,
15.
61.
132.
LIMANTOUR Y SU AVENTURA CALIFORNIANA
359
leguas equivalen a más de trescientos kilómetros cuadrados)
y entonces se lo dieron cerca del Cabo Mendocino, bastante
al norte de San Francisco, al lado de las tierras concedidas
ya
anteriormente
a Limantour.
Micheltorena extendió
el
7
título definitivo el 24 de diciembre de 1844.
Hemos visto que los sentimientos de Castañares hacia
Limantour no eran precisamente amistosos. Quizás
cificaron después un poco con su éxito
político
se dul-
y con la
posesión de más de trescientos kilómetros cuadrados —si es
que no casi mil cuatrocientos. Sea como fuere, la situación
cambió radicalmente con la incorporación de la Alta California a los Estados Unidos. Todas aquellas tierras concedidas allí antes de la guerra por Micheltorena parecían perdidas para siempre, sin valor alguno. En estas circunstancias,
Limantour, que tenía sus planes, debe de haberse acercado
a Castañares. E l resultado fue un endoso de la escritura
firmado por
Castañares el 25 de marzo de 1851, según el
cual Castañares vendía
sus tierras a Limantour por cinco
mil dólares, suma pequeña para el francés pero seguramente
grande para el mexicano. Esto fue el punto de partida de
una
relación muy estrecha entre ambos hombres, descrita
en mi artículo anterior. Dos veces viajó Castañares a San
Francisco para ser testigo de Limantour y la segunda vez
casi le costó la vida.
Antes de
cerrar el capítulo
sobre Castañares quisiera
referirme a la correspondencia de 1843 entre él y Micheltorena que se halla en la Latin
American
Collection.
Para
probar que en los primeros meses de 1843 no había en la
Alta California papel sellado habilitado para tal año —las
concesiones principales de Limantour datan precisamente de
esa fecha— los fiscales norteamericanos presentaron dos cartas de Micheltorena a Castañares del 9 de enero y del 15
de marzo de 1843 en las que el gobernador se quejaba de que
aún no recibía papel sellado para 1843 (con el año impreso).
7 U T , LAC/WBS,
51, pp. 21-24.
360
J A N
BAZANT
Por supuesto, esto nulificaba las pruebas de Limantour. Ahora
resulta que en el Latin American Collection hay tres cartas de
Micheltorena a Castañares de la misma época: del 1? de diciem8
bre
de 1842,
del
mismo año.
del 15 de marzo de 1843 y del 30 de marzo
9
En ninguna se menciona al papel sellado.
Hecho curioso, hay una carta del 15 de marzo, del mismo
día que la carta presentada por los fiscales, la otra carta sobre
la falta del papel sellado. Desde luego, parece sumamente improbable que Micheltorena haya escrito dos cartas el mismo
día
a Castañares (también considerando la distancia de Los
Ángeles a Monterrey). E n conclusión, son falsas las cartas
que están en la Latin
American
Collection
o las presenta-
das por los fiscales.
U N A PERSONA muy diferente del poblano Castañares fue el
bajacaliforniano José Matías Moreno. Igualmente
diferente
fue su relación con Limantour. Cinco años más joven que
éste, José Matías Moreno nació en Baja California como
hijo de un ballenero inglés. Su verdadero apellido era Brown
(Brown =
Moreno). Habiendo sido educado por los padres
de las misiones fronterizas y participado en 1842 en la política de Baja
California,
10
Moreno se cambió en 1844 a
la Alta California. Con el deseo de seguir el ejemplo del
francés —aunque fuera en una escala más reducida— Moreno
solicitó el 25 de abril de 1846 al gobernador Pío Pico media
legua cuadrada de terreno colindante con las tierras de L i mantour en San Francisco. Desde el principio, Moreno mostró admiración por Limantour y un deseo de estar cerca de
él. Pico aprobó la solicitud al día siguiente y ordenó expedir
la
escritura correspondiente. Pico seguramente
ya conocía
bien a Moreno, pues poco tiempo después lo nombró secretario del gobierno. La mala suerte quiso que el 25 de abril
8 U T , LAC/WBS,
58.
o Ambas en U T ,
LAC/WBS,
io MARTÍNEZ,
CROFT, 1886,
iv,
13.
1956, p. 3 6 3 . Los datos biográficos
p.
745.
los
tomó
de
BAN-
LIMANTOUR
Y SU AVENTURA
CALIFORNIANA
36 i
estallaran en Texas las hostilidades entre México y los Estados Unidos. Moreno no tuvo tiempo de formalizar la toma
de posesión de su terreno pues el poder mexicano en la Alta
California se desmoronó y, para no rendirse, el gobernador
decidió partir al sur junto con Moreno, que ya era su secretario. Entonces este último pidió el 7 de agosto una
prórroga para cumplir con las formalidades, a lo cual Pico
accedió el mismo d í a .
Luego, los dos salieron rumbo a
Sonora. Bañeroft recoge la creencia general de que Moreno
se llevó muchos documentos de los archivos gubernamentales.
Este rumor parece haber sido confirmado años después, cuando el ex gobernador Pío Pico escribió en sus memorias que
la viuda de Moreno (Moreno murió en 1869 a la edad de
52 años) debía tener cierto documento oficial que Pío buscaba. En 1847 Moreno participó en la resistencia mexicana
a la invasión y la ocupación norteamericana de la Baja
California. Después de la guerra decidió irse a vivir a San
Diego, pero lejos de perder interés en su tierra natal figuró
—del lado liberal— en la política bajacaliforniana. Por supuesto, su aspiración de poseer tierras en San Francisco al lado
de las de Limantour se desvaneció, pero ahora quedaban
las tierras en la Baja California...
11
12
13
E n el artículo anterior mencioné que una mitad del
inmueble de San Francisco no era la única propiedad de
Limantour —o reclamada por Limantour— en California.
Limantour había pedido concesiones a diestra y siniestra
y las había obtenido. E l pequeño libro de Kenneth M . John-
n
U T , LAC/WBS,
nales, sino
mismo
copias
50,
hechas
pp. 9-14.
en
Moreno, cuya letra
se
una
Estos
fecha
puede
documentos
posterior
identificar
no
por
la
fácilmente,
son
origi-
mano
del
como
se
v e r á m á s adelante. Se ignora por q u é hizo las copias. E n ellas aparece
varias veces el nombre de Limantour, pero ya que no son cartas originales no pueden
servir de prueba de que
de San Francisco ya en
12 Pico,
1973,
13 FLORES,
p.
421.
p.
1940,
el ú l t i m o
era propietario
1843.
139.
p.
91;
MARTÍNEZ,
1956,
p.
378;
GERHARD,
1945,
362
JAN
son, José
Yves Limantour
toda una lista de ellas.
14
BAZANT
vs. the United
States contiene
Pero esta lista no está completa.
Por ejemplo, no está en ella una solicitud del 10 de enero
de 1843, aprobada por Micheltorena el 26 de febrero, cuyo
original se encuentra en la Latin
American
Collection.
15
En el papel sellado válido según el texto impreso para el
año de 1843, papel declarado más tarde por el juez de San
Francisco como falsificado, Limantour solicitó un "terreno*
de once sitios o leguas cuadradas conocido bajo el nombre
de Campo Francés, hoy día French Camp, al sur de Stockton,
cerca del río San Joaquín. Se ignora por qué Limantour no
lo reclamó en 1853 junto con sus otras propiedades. Quizás
se lo habían quitado durante la fiebre del oro, de la que
Stockton fue uno de los centros; quizás lo vendió. En realidad, ya tenía tantas tierras que, aun suponiendo que México hubiera conservado la Alta California, no es creíble
que el gobierno mexicano hubiera aceptado tamaña concentración de la propiedad por contradecir la ley de colonización vigente, según cuyo artículo 12 no se permitiría que
se reunieran en una sola mano como propiedad más de
once leguas cuadradas, amén del hecho de que casi todas
las concesiones de Limantour estaban en la costa, para lo
cual se necesitaba la previa aprobación del gobierno central.
Únicamente
en la Alta California tenía, si hemos de creer
a sus documentos, varias docenas de leguas cuadradas o, lo
que es lo mismo, de sitios de ganado mayor (un sitio
=
2
17.5 km ).
Y esto, aparte de lo que tenía en la Baja California. En
1843 nadie podía
una
saber que California
sería dividida en
parte norteamericana y la otra mexicana. Y entonces
Limantour obtuvo también —hasta dónde se sepa— tres concesiones en la Baja California. Los originales de las tres
solicitudes debidamente aprobadas por Micheltorena están
14 JOHNSON,
1961, p. 80, nota
15 U T , LAC/WBS,
49.
16.
LIMANTOUR Y S U A V E N T U R A
en la Latin American
1
Collection. *
CALIFORNIANA
363
En dos solicitudes del 20
de enero de 1843 pidió la isla de Santa Margarita y la costa
desde la Punta Delgada
(que no hemos podido localizar)
hasta la punta del Cabo San Quintín
(Limantour señala
también la latitud, pero no es exacta) con diez leguas de
profundidad; el 2 de marzo de 1844 solicitó tierras costeras
desde la Bahía de Santa Marina (¿María o Magdalena?) hasta la de Almejas, con diez leguas de fondo "empezando desde la playa". Las dos solicitudes de 1843 fueron escritas en
el papel sellado válido para 1843, declarado falso después
por el juez de San Francisco. Nos preguntamos: ¿tendría objeto falsificar en 1852 papel sellado de 1843 y la solicitud
de tierras en Baja California? Como acreedor importante
del gobierno mexicano, Limantour podía conseguir lo que
quería sin tener que falsificar.
A continuación transcribimos el texto íntegro de una de
las solicitudes citadas:
Exmo. Sr. gobernador
José Yves Limantour, capitán de la marina francesa, ante
la justificación de V . E. con el respeto debido parezco y digo:
Que en consideración de los prestamos que en diversas fechas
he hecho a este gobierno he de merecer de V . E. se me conceda la propiedad del terreno baldío comprendido desde la
Punta Delgada hasta la punta del Cabo San Quintín, de los
3 0 ° 40' a los 31 ° 5' latitud norte y en extensión de diez leguas de longitud del oeste al este. Podré tomar posesión de
dicho terreno cuando mejor me parezca, darle el uso que más
me acomode, de lo que recibiré gracia.
Pueblo de Los Ángeles
Enero 20 de 1843.
Limantour
16 U T , LAC/WBS,
50, pp. 1-6; 51, pp. 1-7.
364
JAN
BAZANT
[Al margen:]
Ángeles, enero 22 de 1843.
Siendo baldío el terreno, según los informes recibidos por este
gobierno, y atendiendo a la actitud y servicios del interesado,
expídanle el título.
Micheltorena.
Si bien se podría decir que sí tenía objeto para Limantour
falsificar en 1852 papel sellado de 1843 para reclamar tierras en los Estados Unidos, para entonces ya muy valiosas,
no es en cambio lógico que lo falsificara para reclamar concesiones de tierras en Baja California, las cuales por su extensión y ubicación no podían ser válidas según la ley vigente en México. Por otro lado, no es imposible que Limantour
haya creído en la próxima pérdida de Baja California y su
incorporación a los Estados Unidos y que haya pensado reclamar esas tierras ante las futuras autoridades norteamericanas, así como ya en 1852 preparaba hacerlo en San Francisco.
Sigue la duda. Pero si las solicitudes bajacalifornianas son
auténticas, entonces cabe la conclusión de que el papel sellado para 1843 ya existía a principios del año, lo que los fiscales de San Francisco precisamente negaron.
Surge ahora una duda de otra índole. La Memoria
Ministro
de Fomento
del
de 1857 contiene la "Noticia de las
enajenaciones de terrenos baldíos que se han reprobado, por
haberse hecho... en contravención de la ley de 18-VIII-1824
y ratificado mediante alguna indemnización",
17
L a "Noticia",
que pretende ser completa, menciona terrenos en diversos
estados y territorios de la república. En vano buscaríamos
allí el nombre de Limantour. Claro está, él habría podido
traspasarlos. En su artículo 13, la ley de 1824 prohibía únicamente traspasos a manos muertas; por implicación, se permitía traspasar a personas físicas. Pero en la lista no aparecen tierras adjuntas a las bahías de Santa María y Almejas.
En la Concesión Léese de 1864, que las incluía, no se men-
TT Memoria Fomento,
1857, n u m e r a c i ó n de páginas repetida.
LIMANTOUR
Y SU A V E N T U R A
CALIFORNIANA
365
cionan cesiones anteriores de esas tierras o de parte de ellas;
18
mucho menos en la concesión de los años ochenta a Flores,
Hale y C í a .
19
Es, pues, probable que Limantour ni se tomó
la molestia de regularizarlas. Como propietario de la concesión tercera, la de San Quintín, aparece en la Memoria
Fomento
de
nada menos que José Matías Moreno. E l terreno,
de quince sitios, fue regularizado el 15 de diciembre de 1855
mediante cuatrocientos pesos. Considero muy probable que
Limantour se lo hubiera traspasado o se lo fuera a traspasar,
porque en tres cartas dirigidas a Limantour en 1856 desde
San Francisco (cuya autenticidad se discutirá luego), Moreno aludió varias veces al tema.
20
E n la primera, del 20 de
enero de 1856, Moreno escribió: "Me vine de Acapulco con
el sentimiento de no haber recibido carta de ud., que tanto
esperaba, y hoy le suplico que me responda de todo lo que
de aquel puerto y de Cuernavaca le dije a mi salida. Sobre
todo, aquello de San Quintín". E l 5 de mayo escribió: "Yo
estimaré a ud. mucho que se sirva mandarme el documento
que tantas veces le tengo pedido. No me niege ud. esto'*. Y
por último el 23 de agosto escribió: "Muchos disgustos me
ha causado lo acontecido con el señor don José Castro [gobernador de Baja California.— J . B . ] y muchos más los asuntos del título de San Quintín. Todos aquí me han engañado
por mi comportamiento caballeresco y es muy probable que,
al fin, ud. y yo tengamos que quedarnos con este negocio.
Para el mes de octubre próximo escribiré a ud. diciéndole
lo que debemos hacer en esto. Por ahora confórmese con
este aviso". Y hay otras alusiones e indirectas que sólo ellos
dos podían entender.
M i explicación de todo lo anterior es la siguiente: Moreno trajo del norte varios documentos con los que Limantour podría probar la validez de sus concesiones, como, por
ejemplo, el original de la solicitud del 10 de enero de 1843
18 MARTÍNEZ,
1956,
p.
19 M A R T Í N E Z ,
1956,
p.
406.
425.
20 Las tres cartas están en U T , LAC/WBS,
51, pp. 115-125.
366
JAN BAZANT
de las tierras en San Francisco aprobada al margen por
Micheltorena, o quizás trajo papel sellado de 1843 en blanco,
en el cual se podían falsificar posteriormente las solicitudes.
Sea como fuere, Limantour le debía uno o varios favores
muy importantes. En pago le prometió pasarle las tierras de
San Quintín, las cuales tenían para Limantour un valor de
todos modos problemático, pero no tenía mucha prisa en
cumplir su palabra. De ahí el tono y las amenazas veladas
de Moreno. A l fin, éste ganó. Creo poco probable que Moreno haya actuado como prestanombre de Limantour, a
quien nunca se le conocieron intereses en Baja California.
Las tres cartas mencionadas son originales. La letra y la
firma de Moreno se han cotejado con las que aparecen en dos
cartas comerciales escritas en 1855 por Moreno a Limantour
y se han encontrado iguales. Esto es importante porque las
tres cartas abordan también temas muy personales.
21
En primer término, claro está, hablaban de los negocios.
Así, por ejemplo, Moreno escribió el 20 de enero de 1856:
"Mis negocios aquí han estado bien, esto [sigue una palabra
ilegible por lo incompleto de la copia xerográfica.— J . B . ] que
he tenido la ocasión de facilitar al señor Castro unos mil
pesos para que se vaya a la Baja California a recibirse de los
empleos en que el gobierno supremo de México lo ha destinado. E l señor Castro me pagará cuando sus circunstancias
se lo permitan. Espero, y esperamos todos los interesados, que
ud. no cesará de ayudarnos allí en todo lo que sea relativo
al bien de la Baja California. Tengo la esperanza de que en
pocos días pueda contratar armamento y municiones para la
Baja California. Sin embargo de que por la falta de las instrucciones escritas que he pedido a S.E. el presidente, señor
Comonfort, como ud. sabe, me vea entorpecido. Antes de mi
salida para San Diego veré los últimos precios y escribiré a
S.E. para que determine sobre ello". Es obvio que Moreno
se dedicaba al mismo tipo de negocios que su admirado amigo, pero en una escala más pequeña.
21 U T , LAC/TxU,
996.
LIMANTOUR
Y SU A V E N T U R A
CALIFORNIANA
367
Moreno no pudo evitar mencionar también el asunto de
las tierras de Limantour en San Francisco. La comisión examinadora de los títulos de propiedad acababa de reconocer
como válidas las concesiones de Limantour. En vista de las
protestas de los sanfranciscanos, varias personas aconsejaron
que Limantour fuera a San Francisco a entrar en transacciones con los ocupantes de los solares. "Que procediendo de
este modo", escribió Moreno a Limantour el 5 de mayo, "no
d e j a r á de sacar su millón de pesos libre, cuando menos...
Ud. sabe mejor que nadie calcular sus intereses, y si es que
ud. quiere disfrutar de este interés antes de su muerte, debe
ud. arreglarlo de modo que lo vea ud. pronto, y no el que
a otros les sirva cuando ud. se haya muerto. Entonces, ¿qué
vale el mundo para ud., o espera este dinero en el cielo? Un
millón de pesos de América son cinco millones de francos en
Francia... A esto agregue ud. su capital anterior, y calculará
si hay con qué visitar a las muchachas que sé que tanto le
gustan". En mi artículo anterior indiqué que Limantour había obtenido por este concepto —según se rumoró— una quinta parte; ignoro si esta suma habría bastado para el propósito
sugerido por Moreno.
Este tono se explica tal vez por la amistad íntima que los
unía, y tal vez también por un cierto resentimiento que se
nota en los párrafos introductorios de las dos últimas cartas.
Así escribió Moreno el 5 de mayo: "Muy estimado y buen
amigo. De Cuernavaca, de Acapulco y de esta ciudad he escrito a ud. muchas cartas y he sido tan desgraciado que no
he recibido respuesta a ninguna de ellas. Yo no sé a qué
atribuir ese desprecio, o tanto cinismo de parte de ud. hacia
un amigo que verdaderamente lo aprecia, y de que ocupa
en su corazón un lugar distinguido. L a esperiencia me da a
cada paso pruebas de la ingratitud de mis amigos, y esto no
obstante yo siempre les doy el rango que merecen. Sirva lo
dicho de una justa queja y pongamos a esto un punto redondo". E l 23 de agosto el tono ya era más fuerte: "Ignoro la
causa de tanto desprecio. Soy poco amigo de quejas, mucho
menos de quitar el tiempo a los hombres de negocios, pero
368
JAN
BAZANT
sea los que éstos fueren, siempre estoy listo para exigirles
satisfacción...
E l desprecio más inaudito, manifestado
por
el silencio. Ese proceder no es del siglo en que vivimos, a
más de que es un delito grave a la amistad... Nuestro amigo
c o m ú n . . . en carta de Acapulco... me dice que ud. me manda espresiones por su conducto. ¡Eh. ¿conque se acuerda ud.
de mí, y aún sabe que existo en California? Vale más tarde
que nunca
"
Es patente que Limantour significaba mucho más para
Moreno que Moreno para Limantour. Pero después de las
quejas el tono de las cartas vuelve a lo normal, eso sí, con
algunas alusiones un poco vulgares motivadas quizás por un
deseo de vengarse del "desprecio". Moreno nunca olvida
mandar saludar a "madama Adela", esposa de Limantour.
Hecho curioso, se sabe más sobre el origen de Limantour que
sobre el de su esposa. No es que no se haya intentado ocultarlo. Según la Historia
guas de México
genealógica
de las familas más anti-
de Ricardo Ortega y Pérez Gallardo, obra
publicada en 1908-1910 y probablemente subsidiada por José
Ivés Limantour hijo (el secretario de Hacienda), Limantour
padre nació en Francia, sin indicación de lugar o de fecha.
22
Esto dio origen a fábulas sobre el supuesto origen judío de
Limantour (apellido raro en Francia) y otras por el estilo.
Gracias a la carta de Limantour escrita en 1857 al cónsul
francés de San Francisco y adquirida junto con muchísimos
otros papeles hace cuarenta años
CollectionP'
por la Latin
American
se ha podido saber dónde y cuándo nació. A
continuación reproducimos su fe de bautizo y acta de nacimiento y su texto traducido al español.
Registro de los bautizos y bodas.
Parroquia de Ploemeur, a ñ o de
E l dos de abril de
1812 h a sido bautizado Joseph-Yves L e
L i m a n t o u r , nacido ayer en
22 O R T E G A
Y
PÉREZ
1812.
GALLARDO,
23 CASTAÑEDA y DABBS, 1939,
p.
Keryado, del matrimonio l e g í t i m o
1910,
VIII.
ni,
paginación
repetida.
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de Ivés Mathurin Le Limantour y de Jeanne-Renée Le Pogam.
Padrino, Joseph Le Limantour, su abuelo, y madrina, Jeanne Francoise Le Gouyan, quienes han declarado no saber firmar. E l padre presente ha declarado saber firmar.
Firmas: Limantour
Bertrand, vicario.
Copia certificada el 12 de febrero de 1979 por el cura de Ploemeur (firma ilegible). Sello: Parroquia S. Pedro, Ploemeur,
Morbihan.
Ciudad de Ploemeur
A ñ o 1812
Núm. del acta: 63
Extracto del acta de nacimiento
El primero de abril de 1812, a las dieciseis horas, en nuestro municipio, nació Joseph-Yves Limantour del sexo masculino, de
Yves Mathurin Limantour, guardia en el puerto de Lorient,
de 29 años de edad, domiciliado en Keryado, y de Jeanne
Renée Le Pogam. Mención marginal: ninguna.
Extracto hecho el 20 de junio de 1978.
Firma ilegible
Sello: Ayuntamiento de Ploemeur (Morbihan)
24
El motivo para ocultar el lugar y la fecha de nacimiento
del primer Limantour residente en JVÍéxico fue, sin duda, su
origen humilde. En la encopetada sociedad porfirista todos
eran o se creían aristócratas, y puesto que los Limantour no
ostentaban ningún título de nobleza lograron ser incluidos
en el último volumen de la Historia
milias más antiguas de México
genealógica
de las
fa-
gracias a su fuerza financiera
y política. Hoy día todo esto son cosas del pasado.
E l padre de la señora Adela fue
—según la Historia
ci-
tada— Pedro Juan B. Marquet, pero se ignora si pertenecía
a la familia de
panaderos Marquet, establecidos en
Méxi-
24 Cortesía del párroco de Ploemeur y del archivista de Lorient«
LIMANTOUR
Y
SU A V E N T U R A
CALIFORNIANA
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co a mediados del siglo pasado. Carlos Díaz Dufoo afirma
que también ella vino de Francia pero no dice de d ó n d e .
A ú n más misterioso parece ser el origen de Limantour
hijo. En su carta del 5 de mayo de 1856 Moreno escribió:
"A mi buen amigo y mi muy amable Pepito hará ud. millones de caricias, muchos besos y abrazos, que no lo olvido
y que todos los días recuerdo sus gracias. Se lo recomiendo
mucho, y les suplico que no lo traten con r i g o r . . M o r e n o
debe de haberse despedido de Pepito a fines de 1855 cuando
cumplía apenas un año. Por lo visto, era un niño precoz.
Pero lo notable aquí es la severidad de los padres, que puede
tener dos explicaciones: o, a diferencia de los mexicanos, los
padres en Europa no acostumbraban consentir a sus hijos,
o Pepito no era hijo de ellos. ¿Sabía Moreno algo sobre esto?
E n la época porfirista hubo dos versiones sobre su origen:
Una, que fue hijo de Limantour padre y una bailarina rusa
a quien conoció en Europa. Esto suena demasiado romántico. Según la segunda y más aceptada versión, fue hijo de
Adela Marquet y Carlos Baric, antes de casarse ella con
Limantour. Lo único que puedo ofrecer es una información sobre Baric. Era un joven francés residente en México
que se fue en 1834 con José María Híjar (de Jalisco), Padres y otros a California con el fin de establecer allí una
colonia y reforzar el poder mexicano. La colonia fracasó y
Baric se quedó en Los Ángeles como comerciante. Quizás
podríamos observar que personas ricas, poderosas y talentosas suelen ser objeto de rumores denigrantes. Es el precio que
pagan por su posición.
25
26
27
Moreno debe de haber perdido los terrenos bajacalifornianos a fines de 1856 o a principios de 1857, a juzgar por la
carta escrita el 5 de enero de 1857 en Mazatlán por José M .
Yáñez, "general en jefe de las fuerzas de los estados de Occidente", y dirigida al jefe político y comandante general del
25 D Í A Z
DUFOO,
26 A S T O N ,
1910,
p.
9.
1972.
27 B A N C R O F T ,
1886,
II,
p.
710;
IV,
pp.
297,
631.
372
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28
territorio de la Baja California en L a Paz. Preocupado
por el peligro —real o imaginario— que compañías norteamericanas con prestanombres mexicanos pudieran presentar a
la integridad del territorio nacional, Yáñez informó lo siguiente:
"Una compañía se formó, y lo sé de una manera evidente, para hacer que el señor Matías Moreno consiguiera los
terrenos del Valle de Guadalupe, de la misión vieja y San
Vicente, que son de los más importantes de la frontera y
entre los cuales está el puerto y salinas de San Quintín,
y esa compañía dio a Moreno una suma de dinero y costeó
el viaje que hizo a México para conseguirlos [según esto,
Moreno le pagaría a Limantour por la concesión.—J. B.].
Como en los proyectos de la compañía estaba que el señor Castro, socio también de ella, fuese nombrado jefe político del
territorio para que diera inmediatamente posesión, y dicho
señor está de sub-jefe político en la frontera [ya conocemos
las relaciones estrechas entre Moreno y Castro.—J. B.], yo me
puse de acuerdo inmediatamente con el señor general Blancarte y éste le libró orden para que no diera posesión de esos
terrenos... E l señor Castro es hombre patriota y suponiendo
que el señor Moreno, a quien no conozco, lo sea también,
creo que sencillamente habrá entrado en este negocio que cautelosamente les habrán pintado como puramente mercantil.
Otra compañía se ha formado para adquirir por compra los
terrenos de la Isla de la Margarita frente a la Bahía de la
Magdalena, y para esto se han valido también de un sencillo
mexicano que dé la cara [no se menciona a Moreno; Limantour debe de haber traspasado esta última concesión a otra
persona.—J. B.]."
Las relaciones entre Limantour y Moreno llegaron a su fin.
Tanto uno como otro adquirieron preocupaciones e intereses
muy distintos y geográficamente separados: Limantour como
el comprador más famoso y combatido de los bienes eclesiásticos, y Moreno como un dirigente liberal en Baja Cali-
28 U T , LAC/WBS,
51, pp. 199-206.
LIMANTOUR Y SU A V E N T U R A
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CALIFORNIANA
fornia, en unión de su primo hermano Manuel Márquez,
diputado por Baja California al Congreso Constituyente de
1856-57. E l parentesco lo reveló Moreno en su carta a L i mantour del 5 de mayo de 1856.
La serie de documentos presentados aquí refuerza la impresión de que el papel sellado para 1843 ya estaba impreso
a principios de ese año y que, por lo tanto, las concesiones
de tierras fueron otorgadas a Limantour ese mismo año y no
falsificadas años después. Si es así, fue en San Francisco
víctima de una injusticia. De cualquier modo casi todas
sus concesiones eran, según las leyes mexicanas, nulas y sin
valor legal, en particular las de San Francisco, por no haber
sido aprobadas previamente por el gobierno central. En
suma, Limantour perdió lo que no era, y nunca fue, en realidad, suyo.
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Descargar