Juan José Díaz - Quinta Los Ombúes

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Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal “Dr. Horacio Beccar Varela"
Quinta Los Ombúes
Juan José Díaz. Esculapio en San Isidro
Juan José Díaz comenzó sus días en San Isidro el 24 de noviembre del año de 1852, en el hogar
formado por otro prestigioso médico, Estanislao Díaz, al que este pueblo también reconoce su
relevante actuación, y su esposa doña Valentina Granca y Angulo.
Siguiendo los pasos de su ilustre progenitor, Juan José Díaz cursó sus estudios para aprender el
abnegado “arte del buen curar” en la Universidad de Buenos Aires, donde se recibió de médico
en 1876 con la presentación de una tesis doctoral sobre “Profilaxis de la viruela”, enfermedad que
por aquellos tiempos azotaba a la población.
Dos años después, en 1878 la Asociación Médica Bonaerense le confió el cargo de Prosecretario de
la institución, participando como vocal de la mesa directiva del Consejo Médico Sudamericano
realizado ese mismo año. En 1881 integró el Consejo de Higiene, desempeñándose como médico
en el Asilo Buen Pastor dependiente de la Escuela de Agronomía y Veterinaria de Santa Catalina;
también fue médico del Conservatorio de Vacuna Animal.
En 1889 el gobierno argentino lo envía a Europa para que lo represente ante el Congreso reunido
en París para estudiar nuevas técnicas para el alivio de los ciegos, en iguales condiciones, ese
mismo año, también concurrió en aquella ciudad al Congreso de farmacología y terapéutica.
De regreso en su patria, en 1893 se lo designó con el cargo de Director del Conservatorio Nacional
de Vacuna, ocupando igual cargo en los Consultorios del Patronato de la Infancia y como miembro
del Congreso Nacional de Higiene.
Su dedicación lo lleva a prestar sus servicios en el Hospital de Niños, y en 1904 asumir una jefatura
en el Departamento Nacional de Higiene. La intensa actividad desplegada en el orden nacional, no
le impide consagrar sus desvelos profesionales en bien de la población de San Isidro, dedicándose
especialmente a la atención de aquellos semejantes de menores recursos, haciendo con ellos un
verdadero apostolado.
El Dr. Beccar Varela, en ocasión de la designación de la calle que perpetuaría la memoria de
Juan José Díaz, sostuvo que la Municipalidad de San Isidro había tomado esa resolución “para
que así perdure el recuerdo de este ciudadano que con su abnegada vida de sacrificios
por la humanidad ha servido a este pueblo en forma heroica, y para que las
generaciones que se suceden cumpliendo la fatal ley de renovación, puedan inspirarse
en el ejemplo de este hombre cuya vida no ha sido sino de ejemplos y enseñanzas”,
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manifestando seguidamente que “era, como decía un célebre escritor argentino al referirse
a San Martín, un hombre de bien”.
Este abnegado médico, que tanto y tan desinteresadamente hizo por la salud de San Isidro,
entregó su alma al Señor el 3 de septiembre de 1904.
Había contraído Sagradas Nupcias el 9 de mayo de 1879 con doña Inés Gregoria Arana , de
quien desciende, entre otros, el doctor Rodolfo Díaz Arana, también de distinguida actuación en
el campo de la medicina, casado con Mercedes Saubidet, cuyo hijo médico, el Dr. Rodolfo
Marcos Díaz Saubidet y María Clotilde Moy, también tuvieron un hijo médico, el Dr. Jorge
Enrique Díaz Saubidet (n.1954) padre del Dr. Ignacio Díaz Saubidet, por lo que hasta el
presente suman seis generaciones de médicos sanisidrenses, cosa poco común en una misma
familia. Pareciera que Esculapio –el galeno mitológico, hijo de Apolo– se hubiera encarnado en esta
familia de médicos sanisidrenses.
[Fuente: Nueva reseña histórica del partido de San Isidro – Bernardo Lozier Almazán – Sammartino Ediciones ]
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