MELODRAMAS URBANOS JERÓNIMO GARCÍA PUBLICA “TRAMA DE GRISES” Cartelera Turia nº 365, julio 2014. Abelardo Muñoz “El material del autor de novelas policíacas es el melodrama, que es una exageración de la violencia y el miedo más allá de lo que experimentamos normalmente en la vida”. Raymond Chandler (Cartas selectas) Jerónimo García ha publicado “Trama de grises” (Foto: Eva Molina) Pequeños melodramas callejeros es lo que ha escrito Jerónimo García en este volumen de relatos (*) que posee el aroma de la ópera prima y bebe de cierta atmósfera costumbrista y del realismo sucio que pusieron de moda los nuevos periodistas americanos el siglo pasado. Esa es una fuente de la que no se ha dejado de beber y Jerónimo no es una excepción. El territorio del autor es el universo choni de los barrios populares. Las chonis son adolescentes pandilleras que pululan por los barrios proletarios , y que se las ve bien maqueadas y pintadas, a bordo de las motos de sus colegas. Son lo contrario que los pijos. Guitarrista, técnico de imagen y guionista de dos cortos, García Tomás (Valencia 1977) se ha lanzado a la arena narrativa recopilando un puñado de cuentos de factura desigual y en los que domina un universo de jóvenes. Utilizando un lenguaje callejero, los personajes que desfilan por el libro tienen en común el desarraigo y la extrañeza. Machismo, violencia, cuitas de barrio suburbial. También hay dosis de ingenuidad en los personajes que intervienen en ocasiones como protagonistas de una comedia de enredos. Tragicomedias como la vida misma, con profusión de diálogos y con un final imprevisible, abierto a la imaginación del lector. Hay cuentos muy logrados como Lo sentimos por ti, breve y eficaz relato donde se parte de una idea brillante para construir una pequeña y enigmática trama, una suerte de realismo fantástico al estilo de los cuentos de Julio Cortázar; en otras, Jerónimo gusta de enredar la acción con diálogos que reflejan la más pura realidad de la vida. Lenguaje grueso, tacos y hablar de las chonis: esos chicos y chicas que golfean porque no tienen nada mejor que hacer y habitan un microcosmos de pandillismo y pequeños delitos. Gran aficionado a la novela negra, el autor logra eficacia narrativa con símiles contundentes: “…sumía la calle en un letargo al que sólo las hojas de los plátanos parecían inmunes” o “empezó a toser y fue como si los pulmones se hubiesen hecho piedra y luego partido en pedazos”. Más visual, imposible. Trama de grises es un libro que anuncia a un narrador en ciernes. El gusto por observar de cerca los comportamientos humanos y extraer de ellos un material narrativo sin pretensiones ni moralinas, dejar que la realidad de unos hechos, en apariencia absurdos, tome sentido por la fuerza misma de la escritura. En ocasiones, Jerónimo lo consigue; en otras, hay u exceso de diálogos que ralentizan la acción. En Expedición nocturna uno de los más densos del volumen los hechos se demoran aposta con objeto de crear tensión. Hay ocasiones en que el narrador explica demasiado. Se echa en falta una acción de poda. La violencia es una constante pero no es más que una excusa para narrar un mundo juvenil que el autor mira ya desde la atalaya de su propia madurez. Esperaremos con interés la próxima entrega (*) Trama de grises de Jerónimo García Tomás. Ediciones Contrabando. Valencia 2014