20 La Hipocresía - A LA MANERA DEL MAESTRO

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20 ­ La Hipocresía
Charles Spurgeon: "Se me ha dicho que hay cristianos que no se aman unos a otros. Lo lamentaría si esto fuera verdad, pero mas bien dudo esto, pues sospecho que quienes no se aman unos a otros no son cristianos."
Kirk Cameron: “Como adolescente, los hipócritas religiosos de TV eran la razón principal por la que pensaba que el cristianismo era una broma. Luego aprendí que no habrá hipócritas en el cielo.”
"No deberías hablar acerca del pecado porque Jesús no condenó a nadie. Él siempre mostró amor y bondad".
Jesús es amor, y esta es la razón por la que Él tuvo duras palabras de advertencia para los pecadores. En Mateo 23, Jesús llamó a los líderes religiosos "hipócritas" unas siete veces. Él les dijo que eran necios ciegos, hijos del infierno, llenos de hipocresía y pecado. El clímax de Su sermón era "ustedes serpientes, ustedes generación de víboras ¿cómo escaparán de la condenación del infierno?" Él les advirtió de lo que diría a los malvados un día "apartaos de mi, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles." (Mt.25:41). Parece que a nadie le gustan los hipócritas. Sin embargo, hay algo particularmente desagradable acerca de aquellos que profesan amar a Dios, pero cuyas vidas no ilustran lo que proclaman. Un gran predicador dijo que si la vida de un hombre no coincidía con lo que profesaba y deseaba predicar el evangelio, debería irse a gran distancia de su casa, y cuando se parase a predicar no debería decir nada.
Uno de los más grandes obstáculos para que la gente venga a Cristo es ver que la iglesia está "llena de hipócritas". Algunos sostienen que está llena hasta el tope; otros admitirán que en la iglesia hay, entre los falsos, cristianos genuinos. Cualquiera sea el caso, quienes presentan este argumento usualmente lo hacen porque aman la oscuridad y aborrecen la luz. Aunque ellos puedan tener motivos genuinos acerca de esto, la hipocresía de otros no será una excusa legítima en el Día del Juicio.
Hipócrita viene de la palabra griega para "actor" o simulador. Hipocresía es "la práctica de profesar creencias, sentimientos o virtudes que uno no abraza." Los hipócritas pueden asistir al edificio de una iglesia pero en realidad no hay hipócritas en la iglesia. En su ignorancia el mundo cree que la iglesia es el edificio y que quienes se sientan allí son cristianos. Pero la iglesia es el cuerpo de Cristo, el cual está constituido sólo de verdaderos creyentes; los hipócritas son "simuladores" que se sientan entre el pueblo de Dios, habitan como cabritos entre el rebaño de Dios, son peces malos entre los buenos, cizaña entre el trigo, hasta el Día en que Dios los separe.
Es interesante saber que el cuerpo humano rechaza cualquier transplante extraño, así sea una simple raíz de pelo transplantado. El falso convertido, es decir el hipócrita, no es parte del cuerpo de Cristo. Él nunca se ha arrepentido verdaderamente, y debido a sus pecados será rechazado como parte del Cuerpo. Dios conoce a quienes le aman y la Biblia advierte que todos los hipócritas, los que fingen ser cristianos, terminarán en el infierno (Mt.24:51).
La raíz de la hipocresía es la idolatría, la cual se arraiga en el suelo de un corazón pecaminoso. El falso convertido se ha creado un dios a quien no teme. El árbol que crece desde la raíz lleva fruto que todos pueden ver. Por eso se nos anima a examinarnos a nosotros mismos a fin de asegurarnos de que estamos en la fe y de que Cristo Jesús vive en nosotros (2Co.13:5). Jesús dijo "todo buen árbol da buenos frutos" (Mt.7:17). Nosotros debemos seguir el ejemplo de Pablo y procurar vivir de una manera santa, justa e irreprensible a la vista de un mundo pecaminoso (1Ts.2:10). Que Dios no permita que ningún alma tropiece por ver hipocresía en nuestras vidas. ¿Alguna vez nuestros consiervos nos han escuchado reírnos de chistes obscenos? ¿Hemos sido vistos yendo a ver una película para adultos? ¿Hay ira, amargura o cualquier mal fruto en nuestras vidas que el mundo pueda señalar? Entonces debemos cortar con el hacha la raíz.
Si hay simulación en cualquier cosa que hacemos evidentemente no tememos a Dios. Nuestro concepto de Su carácter es erróneo y debemos cultivar un entendimiento bíblico que nos lleve a adquirir un adecuado temor de Dios. Judas Iscariote era un hipócrita, un simulador, no tenía idea de quien era Jesús, se quejó diciendo que un acto de adoración sacrificial era una pérdida de dinero: el caro ungüento con el que una mujer ungió a Jesús debería haber sido vendido y el dinero dado a los pobres. Jesús de Nazaret no era digno de tal extravagancia. Judas valoró a Jesús en treinta piezas de plata. La Biblia nos dice que Judas estaba mintiendo cuando dijo que él tenía cuidado de los pobres, en realidad era un ladrón que robaba dinero de la bolsa de ofrendas (ver Juan 12.6) demostrando una falta total de temor a Dios.
El mundo odia la hipocresía en la iglesia, detesta al simulador. ¿Significa que desea que los cristianos sean genuinos? ¿Desea que seamos fieles y verdaderos en nuestro testimonio y hablemos del pecado, de justicia y de juicio? ¿Quiere que vivamos en santidad en vez de una vida sin compromiso? ¿El mundo realmente desea que hablemos claro contra la pornografía, avaricia, el adulterio, el aborto, la homosexualidad, fornicación, y otros pecados que ellos aman tanto? A sus ojos nosotros somos condenados si lo hacemos, y condenados si no lo hacemos.
Preguntas
1. ¿Por qué los incrédulos argumentan que la iglesia está llena de hipócritas?
2. ¿Qué es hipocresía?
3. ¿Por qué no hay hipócritas en la iglesia?
4. ¿Cuál será el final de los hipócritas?
5. ¿Cuál es la raíz de la hipocresía? Explícalo.
6. ¿Por qué debemos examinarnos a nosotros mismos?
Plumas para flechas
La forma en que los oficiales de un banco enseñan a los cajeros a reconocer los billetes falsos es estudiando el genuino. Cuando ven el falso, ellos lo pueden detectar porque sus ojos están entrenados para conocer las cosas reales. Lo real en el cristianismo es alguien que es fiel, bondadoso, amoroso, bueno, sin hipocresía, tierno, humilde, paciente, con autocontrol, y que habla la verdad en amor. La próxima vez que miras en la televisión un hipócrita de sombrero negro barba estilo Abraham Lincoln, pasado en alcohol, que habla inglés antiguo y cita la Biblia hundiendo una horquilla en la espalda de su vecino "en el nombre del Señor" pregúntate: "¿es un cristiano genuino? ¿Ama a su prójimo como a sí mismo? ¿Es bondadoso, tierno, bueno, generoso con dominio propio? ¿Ama a sus enemigos? ¿Hace bien a los que rencorosamente lo usan?" Si no es así, entonces lo que ves es otro incrédulo que está fingiendo ser cristiano.
Las últimas palabras James Buchanan (1791­1868), decimoquinto presidente de los Estados Unidos, se retiró del cargo y vivió en penumbras hasta su muerte. Sus últimas palabras fueron: "Oh Señor Todopoderoso, como tú desees."
Versículo a memorizar
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra mas su corazón está lejos de mí." (Mt.15:7­8)
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