Yo así manejo mejor… ¡En la prevención, tú eres la pieza más importante! por PGJ Querétaro PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA DIRECCIÓN DE PREVENCIÓN DEL DELITO Y ASISTENCIA A LA VÍCTIMA PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA DIRECCIÓN DE PREVENCIÓN DEL DELITO Y ASISTENCIA A LA VÍCTIMA Ruth miró nuevamente el reloj, marcaba las tres de la madrugada. Llevaba ya dos angustiosas y largas horas esperando que su hijo llegara. Esa tarde, cuando Juan le pidió prestado su auto para irse de fiesta, no pudo decirle que no ante la audaz insistencia y las promesas de buen comportamiento. Dijo que sí sin imaginarse que esa decisión tendría un impacto tan importante en sus vidas. Exactamente a las 03:25 horas recibió una llamada de Verónica, la novia de Juan; en su voz se notaba el esfuerzo por contener el llanto, le dijo que tenía que ser fuerte, que estaba en el hospital, esperando noticias sobre el estado de salud de Juan, quien estaba hospitalizado porque había sufrido un accidente automovilístico y resultado con lesiones de gravedad. Sintió que le faltaba el aliento, pero sin pensarlo mucho se puso un suéter, tomó las llaves del coche de su esposo y salió a la cochera, abordó el auto, encendió el motor y las luces, se abrochó el cinturón de seguridad y salió de su casa. Durante el trayecto pensó lo peor, vinieron a su mente las noticias que tantas veces había visto en los periódicos sobre accidentes de tránsito de consecuencias fatales; el remordimiento y la culpa le impedían pensar con claridad a tal grado que estuvo a punto de hacer caso omiso de los señalamientos, pisar el acelerador a fondo y pasarse los semáforos en rojo; sin embargo, se contuvo y decidió que lo mejor sería que se calmara; se orilló, estacionó el auto, lo apagó y trató de tranquilizarse y pensar lo más fríamente posible sobre lo que tenía que hacer. Cinco minutos más tarde ya podía controlar la respiración, tomó su teléfono móvil y le marcó a su esposo, pero la llamada entró directo al buzón de voz; colgó y reanudó su marcha rumbo al hospital. Al llegar se encontró con Verónica, quien entre sollozos le contó que Juan había tomado varias cervezas en el transcurso de la noche, pero que aún así había dicho sentirse bien para manejar, y ella, como también había consumido varias bebidas alcohólicas, no pensó siquiera en cuestionarle nada al respecto. Ambos se encontraban eufóricos por el efecto del alcohol en su organismo y al circular por una avenida en la que prácticamente no había tráfico, Juan aceleró a más de 120 kilómetros por hora, pero al aproximarse a una curva perdió el control de la unidad, impactándose contra otro vehículo en el que viajaban varias personas. Después de eso ya no se enteró de nada hasta encontrarse en la sala de urgencias del hospital, en donde una enfermera le comentó que había tenido mucha suerte de haber salido ilesa, porque en la mayoría de los accidentes el que lleva la peor parte siempre es el copiloto. PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA DIRECCIÓN DE PREVENCIÓN DEL DELITO Y ASISTENCIA A LA VÍCTIMA Ante las lágrimas de Verónica, Ruth no tuvo el ánimo para discutir, lo único que le importaba en ese momento era la salud de su hijo, por lo cual se dirigió de inmediato al módulo de información, en donde le comentaron que los médicos aún lo estaban valorando y más tarde se le informaría sobre el diagnóstico. Tres horas después un doctor le indicó que Juan se encontraba estable, pero que probablemente perdería la movilidad de la pierna izquierda. Los meses pasaron y gracias a terapias de rehabilitación, Juan logró recuperar casi en su totalidad la movilidad de su pierna, pero ya nunca volvería a ser el mismo, no después de todo lo que le implicó la recuperación, además de todas las consecuencias jurídicas y económicas que representó para su familia el accidente, ya que por conducir en estado de ebriedad el seguro no cubrió los daños, además de que tuvieron que hacer frente a un proceso penal por esta misma causa y por las lesiones que sufrieron los ocupantes del otro vehículo. La Procuraduría General de Justicia del Estado recuerda a la ciudadanía que las principales causas que provocan accidentes de tránsito son: •Exceso de velocidad. •Conducir bajo los influjos de alcohol u otras drogas. •Distracciones. De igual manera, le invita a tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para reducir el riesgo de verse involucrado en un incidente de este tipo: 1.Respete límites de velocidad, señales de tránsito y semáforos. 2.Maneje con precaución, sobre todo cuando las condiciones climáticas no sean las idóneas (lluvia, neblina, granizo). 3.Nunca maneje bajo los efectos del alcohol u otras drogas. 4.Evite cualquier distracción al manejar, como hablar por teléfono celular, maquillarse o consumir alimentos o bebidas. 5.Sea cortés y precavido al conducir, sobre todo si se encuentra con tráfico intenso. Evite caer en provocaciones. 6.Siempre utilice el cinturón de seguridad y cerciórese de que los pasajeros también lo hagan. 7.Revise con regularidad las condiciones mecánicas de su vehículo. En caso de ser víctima o testigo de algún delito, comuníquese a los números 2.38.76.76 y 01.800. 975.57.76 para recibir orientación. Si desea conocer más medidas para prevenir el delito, visítenos en nuestra página www.pgjqueretaro.gob.mx En la Prevención ¡Tú eres la pieza más importante!