Hacia el enfrentamiento

Hacia el enfrentamiento
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Marruecos
Hacia el enfrentamiento
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Fecha de publicación en línea: Sábado 11 de junio de 2011
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Hacia el enfrentamiento
Tras haber hecho creer en una excepción marroquí, el poder, que es incapaz de responder a las aspiraciones de la
población, ha optado por la represión del Movimiento del 20 de febrero. La solidaridad internacional es
indispensable. Las jornadas de acción convocadas por el Movimiento del 20 de febrero (M20F) son reprimidas con
dureza. El poder no duda ya en dispersar violentamente a los manifestantes, en detener a centenares de activistas
del M20F y a los militantes más combativos en la calle o en su casa. Toda manifestación es ya no autorizada,
incluyendo las sindicales o asociativas.
Mientras tanto, el Ministro de Comunicación explica que el poder no tiene nada contra la juventud y el M20F pero
que no dejará que los islamistas y la extrema izquierda les infiltren con objetivos de desestabilización. En realidad, el
poder busca ahora abiertamente el enfrentamiento. La estrategia puesta en marcha para oponerse al despertar
social y democrática se basaba en la combinación de un descrédito mediático, una represión selectiva, una
infiltración del movimiento por los partidos institucionales y la puesta en marcha de un proyecto de reforma
constitucional. A éste se le suponía reforzar el estado de derecho, a la vez que dividía el movimiento entre sus
componentes reformistas, radicales e islamistas. El poder ha podido así cooptar de hecho a las burocracias
sindicales tras un acuerdo firmado la víspera del 1 de mayo que integra concesiones irrisorias. El cálculo era el de
una guerra de desgaste con la intención de delimitar el perímetro social y político de la contestación sin buscar un
enfrentamiento central que habría podido concluir en una radicalización.
Este planteamiento que intentaba validar "la excepción marroquí", se ha hundido ante el mantenimiento de la
movilización y su enraizamiento popular. En realidad, las reivindicaciones avanzadas por el movimiento formulan de
una forma amplia las aspiraciones sociales y democráticas de la mayoría popular: la exigencia de una Constitución
democrática que ponga en cuestión el despotismo, la dimisión del gobierno y la disolución del Parlamento actual, el
juicio de los autores de crímenes políticos y de la dilapidación de los bienes públicos, la liberación de todos los
presos políticos, el fin de la corrupción. Pero también la exigencia de la satisfacción de los derechos sociales, la
contratación de los parados diplomados, una revalorización de los salarios, el derecho a condiciones de vida dignas
y un reparto igualitario de las riquezas. Los grandes hombres de negocios ligados al palacio, los generales, los
torturadores están particularmente en el punto de mira.
Esta plataforma se ha apoyado en un amplio trabajo de sensibilización en dirección de los barrios populares. Este
proceso de enraizamiento progresivo ha permitido al movimiento hacer frente a las maniobras del poder y
extenderse geográficamente para cubrir el conjunto del país. Por otra parte, hay una extensión de las luchas
sociales y sindicales. Cada sector siente que es el momento de plantear sus reivindicaciones. Así en la salud, la
función pública, los ferrocarriles, correos, las huelgas se multiplican bajo la presión de la base y son realmente
masivas. Miles de campesinos llevan a cabo marchas de protesta, los habitantes de las chabolas reclaman el
derecho a un alojamiento digno. El conjunto de la sociedad se despierta bajo formas diversas, incluyendo a las
capas más oprimidas.
Este enraizamiento, la multiplicación de las reivindicaciones y el riesgo de una convergencia representan un riesgo
mayor para la dictadura que no tiene ni los medios ni la voluntad de responder a las reivindicaciones populares. El
poder intenta presentar su proyecto de reforma constitucional en el mes de junio, validado por un referéndum y
seguido de elecciones anticipadas en el próximo otoño. En realidad, los manifestantes rechazan una nueva
Constitución concedida que no haría sino embellecer la fachada democrática de la dictadura. Y ésta no puede
aceptar una protesta popular visible que se opone a la voluntad real. Quiere que desaparezca. Si las
manifestaciones del último fin de semana han sido toleradas, es debido a las protestas populares como reacción al
asesinato de un joven militante del movimiento en Safi, indicando un riesgo real de radicalización.
Este retroceso táctico no cambia nada en su voluntad de ir hacia un enfrentamiento mayor. Por el momento, el
M20F mantiene la dirección de la movilización. Si es difícil apreciar si el clima represivo va a provocar un repliegue
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de la movilización o al contrario radicalizar y ampliar el proceso, el movimiento popular, que hasta ahora parece
aguantar en el tiempo, busca apoyos internacionales para aislar al poder. Nuestra tarea es contribuir a ello de la
forma más amplia posible.
10/06/2011
http://www.npa2009.org/content/maroc%E2%80%89-vers-l'affrontement
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
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