Palabras del Sr. Embajador Matthias Sonn con motivo del Congreso

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Palabras del Sr. Embajador Matthias Sonn con motivo del Congreso
Iberoamericano sobre Prevención, Seguridad y Justicia
Guatemala, 10 de noviembre de 2014
Excelentísimo Señor Presidente Molina
Honorable Ministra Ana María Morales Mazun
Honorable Ministro López Bonilla
Honorable Estimada Fiscal General Thelma Aldana
En mi calidad de presidente pro témpore de la Comunidad de Donantes
agrupados en el G13 y como Embajador de Alemania en Guatemala, me
complace estar hoy con ustedes, participando en la inauguración de este
Primer Congreso Iberoamericano sobre Prevención, Seguridad y Justicia.
Ayer hace 25 años cayó el Muro de Berlín. Mañana hace cien años terminó la
Primera Guerra Mundial.
Durante el Siglo XX, nosotros los europeos, fuimos testigos y protagonistas de
dos guerras mundiales que devastaron muchos de nuestros países y
afectaron a millones de seres humanos. Alemania quedó dividida y la Guerra
Fría instaló una profunda desconfianza que puso al mundo al borde del
abismo.
Al igual que Guatemala, también nuestros aprendizajes han derivado de
duras experiencias. Experiencias de posconflicto. El tema de nuestro
Congreso Iberoamericano sobre Prevención, Seguridad y Justicia es
eminentemente un tema de posconflicto en América Central. Los altos
índices de criminalidad, la debilidad de las instituciones estatales en general
pero en especial de las instituciones del Estado de Derecho y Judicial, son en
gran parte una consecuencia de más de treinta años de conflicto armado
interno.
En esta conferencia hay muchos expertos en el tema del fortalecimiento de la
prevención, la seguridad y la justicia, seguramente mucho más calificados de
lo puede o debe ser un Embajador. Los Embajadores no son expertos en
asuntos policiales. Sin embargo, desde mi posición como Embajador puedo
nombrar de manera clara la meta de todas las medidas que se discutirán
aquí.
Las fuerzas de seguridad deben formar parte de la arquitectura general del
Estado de Derecho. Ellos sirven al Organismo Judicial y a los fiscales como
ente de investigación. Aseguran el orden y la seguridad pública y
principalmente la prevención para así asegurar la realización de un buen
trabajo de investigación en contra de las estructuras criminales. Se entienden
como parte del Estado de Derecho.
Guatemala ha mostrado en este sentido grandes avances. La cooperación
entre la policía y el Ministerio Público, ha logrado una calidad e intensidad
que hace pocos años era inimaginable.
¿Cómo fue eso posible? Por individuos, actores políticos y un trabajo
profesional, tenaz y leal por parte de ambos. Aquí quiero mencionar al
Ministro López Bonilla y a las Fiscales Generales Paz y Paz y Aldana.
Pero también con el apoyo internacional, aquí hay que mencionar en primer
lugar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala CICIG.
Nosotros, la comunidad de donantes en Guatemala y nosotros el socio
alemán en el desarrollo compartimos los elogios del Presidente Pérez Molina
y muchos funcionarios políticos al trabajo del Comisionado Velásquez.
¿Cómo seguirá el proceso? El camino hacia el Estado de Derecho no ha
finalizado. Después del fortalecimiento de los órganos de seguridad y de la
fiscalía, del que se hablará en esta conferencia, tiene que seguir
obligatoriamente una reforma judicial.
Policía, fiscales y el poder judicial que no solo actúan independientemente en
lo constitucional y lo legal, sino también en el proceder y la rectitud de la
práctica diaria de cada juez y magistrado, forman una unidad inquebrantable.
Sin este trio no hay Estado de Derecho ni una eficiente política criminal de
Estado. Nadie sabe mejor que nosotros los europeos, que los avances en el
Estado de Derecho siempre estarán amenazados y deben ser protegidos
constantemente. La pregunta a la cual Guatemala se enfrenta hoy en día, es
decir la pregunta que todos los ciudadanos deben hacerse, es de manera
muy simple y concreta:
¿Puede una reforma judicial y de la carrera judicial mantener los
impresionantes avances logrados en los últimos años sin el apoyo de la
CICIG?
Con ello es importante mencionar que hoy en día el trabajo de la CICIG, se
basa principalmente en el excelente trabajo de juristas guatemaltecos. Bajo
la protección de un mandato robusto, estos ciudadanos hacen un trabajo que
en otras partes del organismo judicial aún no se puede lograr.
Esto tampoco sucede en otras áreas, y allí me he dado cuenta que los
partidos políticos incluyen únicamente aspectos muy generales sobre el
Estado de Derecho en la parte político judicial de sus programas.
Mi conclusión después de todo esto es: Guatemala puede y Guatemala debe
continuar el camino del Estado de Derecho sobre sus propios pies. En el
momento que esto suceda, la CICIG habrá alcanzado completamente las
metas y objetivos de su mandato. A partir de este momento, ya no se
necesitará más de su apoyo.
Pero ante todo: cuándo este momento llegue, son ustedes los que deben
decidir. Ustedes, los guatemaltecos. Bajo su responsabilidad. Deben tener
por seguro que este proyecto no fracasará por la falta de apoyo de la
comunidad internacional.
Muchas gracias!
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