Jesús Gallego Montero DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA LITERATURA. 1º BACHILLERATO 1. LA NARRATIVA RENACENTISTA 1.1. Se mantiene un género medieval: los LIBROS DE CABALLERÍAS. Son extensas narraciones, denominadas aventuras, de un héroe, ser extraordinario por su valentía portentosa y a veces sobrehumana, en el que se reflejan las virtudes del honor, la lealtad y la generosidad, que le incitan a la lucha con el fin de adquirir méritos suficientes que lo hagan digno del amor de una dama. La obra fundamental es el Amadís de Gaula, texto publicado en 1508 por Garci Rodríguez de Montalvo. Satirizando sus disparates y combatiendo su éxito escribirá Cervantes el Quijote (1605-1615). Plenamente renacentistas son los siguientes géneros: 1.2. NOVELA PASTORIL: narra los amores contrariados que profesan idealizados pastores a esquivas pastoras en paisajes amenos y con pasiones líricamente expresadas. Se imitaba al italiano Sannazaro, autor de la Arcadia (h. 1504). En España hay que recordar tres obras: - El primero fue Jorge de Montemayor con Los siete libros de la Diana (h. 1559). - Después surge Gil Polo con Diana enamorada (1564). - Y no podemos olvidar la genial obra de Cervantes, La Galatea (1585). 1.3. NOVELA BIZANTINA: fue un relato nacido en la época griega. Se caracteriza por la narración de dos enamorados que viven increíbles peripecias hasta lograr unirse. En España destaca especialmente Cervantes con su obra Los trabajos de Persiles y Segismunda (1617). 1.4. NOVELA MORISCA: de creación española, ofrece historias de moros y cristianos que rivalizan en cortesía y caballerosidad durante la Reconquista. En España destacan dos obras: la anónima Historia del Abencerraje y de la pág. 1 Jesús Gallego Montero hermosa Jarifa (1551) y la Historia de los amores de Ozmín y Daraja, obra que apareció en el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. 1.5. NOVELA PICARESCA: de creación española, fue fundada por el anónimo autor del Lazarillo de Tormes (1554). El género se consolidó con Vida de Guzmán de Alfarache (1599), obra de Mateo Alemán. 1.6. La NARRACIÓN DE TIPO ITALIANIZANTE: también en el siglo XVI se cultivó en España la novela de imitación italiana, inspirada principalmente en el Decamerón de Boccaccio. Esta narrativa de imitación italiana deriva en dos direcciones: el cuento y la novela corta. En España destaca especialmente Juan de Timoneda con su Sobremesa y alivio de caminantes (colección de cuentos) y el Patrañuelo (colección de novelas cortas). 1.7. La Lozana andaluza: fue publicada en Venecia en 1528. Su autor es Francisco Delicado. La obra se desarrolla en Roma, donde la protagonista, Aldonza-Lozana, se ve rodeada de un clima de prostitución, picardía, bullicio y alegre vitalidad. Aun con su entronque celestinesco, La Lozana andaluza es una obra plenamente instaurada en el ámbito del placer renacentista localizable en Roma y donde la mujer podía moverse en la corriente de libertad femenina que predicaba una parte del Renacimiento. 2. TEXTOS 2.1. Rodrigo de Narváez, barruntando la necesidad en que sus compañeros estaban, atravesó el camino, y como traía mejor caballo se adelantó; y viendo la valentía del moro, quedó espantado, porque de los cinco escuderos tenía los cuatro en el suelo, y el otro, casi al mismo punto. Él le dijo: —Moro, vente a mí, y si tú me vences, yo te aseguro de los demás. Y comenzaron a trabar brava escaramuza, mas como el alcaide venía de refresco, y el moro y su caballo estaban heridos, dábale tanta priesa que no podía mantenerse; mas viendo que en sola esta batalla le iba la vida y contentamiento, dio una lanzada a Rodrigo de Narváez que, a no tomar pág. 2 Jesús Gallego Montero el golpe en su darga, le hubiera muerto. Él, en recibiendo el golpe, arremetió a él y diole una herida en el brazo derecho, y cerrando luego con él, trabó a brazos y, sacándole de la silla, dio con él en el suelo. Y yendo sobre él le dijo: —Caballero, date por vencido; si no, matarte he. —Matarme bien podrás —dijo el moro— que en tu poder me tienes, mas no podrá vencerme sino quien una vez me venció. El Abencerraje (novela y romancero), ed. Francisco López Estrada, Madrid, Cátedra, 1987, p. 110. 2.2. Con muy gran contentamiento caminaban las hermosas ninfas con su compañía por medio de un espesso bosque. Ya que el sol se quería poner, salieron a un muy hermoso valle, por medio del cual iva un impituoso arroyo, de una parte y otra adornado de muy espesos salzes y alisos, entre los cuales había otros muchos géneros de árboles más pequeños, que enredándose a los mayores, entretexiéndose las doradas flores de los unos por entre las verdes ramas de los otros, daban con su vista gran contentamiento. Las ninfas y pastores tomaron una senda que por entre el arroyo y la hermosa arboleda se hazía, y no anduvieron mucho espacio cuando llegaron a un verde prado muy espacioso, adonde estaba un muy hermoso estanque de agua, del cual procedía el arroyo que por el valle con grande ímpetu corría. En medio del estanque estaba una pequeña isleta, donde había algunos árboles, por entre los cuales se devisava una choça de pastores: alrededor de ella andava un rebaño de ovejas pasciendo la verde yerva. Pues como a las ninfas paresciese aquel lugar aparejado para pasar la noche, que ya muy cerca venía, por unas piedras que del prado a la isleta estaban por medio del estanque, puestas en orden, pasaron todas y se fueron derechas a la choça que en la isla parescía. Jorge de Montemayor, Los siete libros de la Diana, ed. Francisco López Estrada y M. Teresa López García-Bedoy, Madrid, Espasa-Calpe, Austral, 1993, pp. 207-208. pág. 3 Jesús Gallego Montero COMENTARIO Los dos textos anteriores son representaciones de prosa idealizada, no realista, como pudiera encontrarse en textos como la picaresca o Retrato de la Lozana andaluza. El primero, representante de la mejor novela morisca, destaca sobre todo por la maurofilia, es decir, una aceptación del honor de los caballeros moros que lucharon en España durante la Reconquista. La maurofilia resulta sumamente extraña en una época en la que lo árabe y morisco se encontraba totalmente denigrado y puesto en cuestión debido a la limpieza de sangre, lo que hace de la novela morisca una tipo de relato insólito. Este concepto de maurofilia solamente se volverá a dar en la literatura española en el Romanticismo. En el segundo texto, entramos en el mundo pastoril idealizado que tiene como referente las églogas de Virgilio y la literatura de Sannazaro. Destaca esa idealización de la realidad a través de la descripción idealizada de la naturaleza, muy cercana al tópico del locus amoenus o lugar ameno y agradable donde suelen ocurrir las relaciones entre pastores y pastoras de este mundo literario. 3. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA El Abencerraje (novela y romancero), ed. Francisco López Estrada, Madrid, Cátedra, 1987. DELICADO, Francisco, La Lozana andaluza, ed. Claude Allaigre, Madrid, Cátedra, 19942. Historia etiópica de los Amores de Teágenes y Cariclea, traducida en romance por Fernando de Mena, ed. Francisco López Estrada, Madrid, Aldus, 1954. HURTADO TORRES, Antonio, La prosa de ficción en los Siglos de Oro, Madrid, Playor, 1983. MONTEMAYOR, Jorge de, Los siete libros de la Diana, ed. Francisco López Estrada y M. Teresa López García-Bedoy, Madrid, Espasa-Calpe, Austral, 1993. pág. 4