SPEECH/05/739 Joaquín Almunia Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios Coyuntura económica, aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y ampliación de la zona euro Parlamento Europeo Economic and Monetary Affairs Committee – 28 noviembre de 2005 Muchas gracias Madame la Présidente. Vuelvo con mucho gusto a esta Comisión para continuar el diálogo institucional en materia económica e intercambiar puntos de vista con sus Señorías sobre las cuestiones de actualidad dentro de la cartera de asuntos económicos y monetarios de la que soy responsable. En esta ocasión, los temas que voy a tratar en mi intervención inicial son la coyuntura económica, la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y la ampliación de la zona euro. Posteriormente, estaré encantado de responder a sus preguntas sobre estos temas o sobre cualquier otra cuestión de mi competencia que sus Señorías estimen oportuna. Hace pocos días, el jueves 17 de este mes, presenté las previsiones económicas de otoño de la Comisión. El dato principal de las mismas era la confirmación de la aceleración del crecimiento económico en la segunda mitad del año, corroborada por la cifra de crecimiento del tercer trimestre hecha pública unos días antes. Bien es verdad que, aún así, el crecimiento económico en 2005 será inferior al esperado en las previsiones de primavera. En concreto, prevemos un crecimiento de la economía de la Unión Europea del 1,5% para este año, mientras que en primavera nuestra previsión se situaba en el 2%. Esta reducción de la tasa de crecimiento prevista se debe principalmente al incremento de los precios del petróleo y a su mantenimiento en niveles elevados. Pero como he dicho antes, el dato relevante es la senda de recuperación sostenida emprendida por la economía europea aprovechando la robustez de la economía mundial, las condiciones favorables de financiación y el repunte de la confianza de los actores económicos. La proyección para los dos próximos años es igualmente de un crecimiento sostenido, cercano al potencial de crecimiento de nuestra economía, de un paulatino descenso de la inflación y de una reducción de la tasa de desempleo. Se trata de un escenario positivo pero que al mismo tiempo demuestra carencias estructurales. La primera es que nuestro potencial de crecimiento es preocupantemente bajo comparado con el de otras regiones del mundo. La segunda que la tasa de desempleo, a pesar de disminuir en los dos próximos años, se situaría aún en 2007 en un 8,1%, una cifra demasiado lejana del pleno empleo que deseamos todos. Este panorama invita a dos tipos de consideraciones en cuanto a política económica. Por un lado, se plantea la necesidad de adoptar unas políticas económicas que apoyen y fortalezcan la recuperación en curso. Por otro lado, y aprovechando el contexto favorable, urge emprender las reformas de carácter estructural que permitan una elevación del potencial de crecimiento y supongan mayores oportunidades de empleo de calidad para nuestros ciudadanos. Empezando por el apoyo y fortalecimiento de la recuperación en marcha, debemos atender el restablecimiento de los equilibrios fundamentales con el fin de asentar el crecimiento sobre unas bases sólidas. En este sentido, una de las prioridades es la mejora de las cuentas públicas, seriamente deterioradas tras varios ejercicios de crecimiento débil. Para ello, tenemos a nuestra disposición al Pacto de Estabilidad y Crecimiento como herramienta principal de estabilidad macroeconómica. En realidad, Señorías, se trata de un test de máxima importancia para la credibilidad futura del Pacto reformado. Lo hemos reformado precisamente para hacerlo más eficaz a la hora de tener en cuenta la realidad económica del momento y para que su aplicación induzca a una disciplina presupuestaria basada en ajustes estructurales duraderos, que restablezcan el equilibrio presupuestario sobre unas bases sanas. 2 Ahora se nos plantea una situación delicada: las previsiones económicas ofrecen un cuadro de recuperación económica sobre un fondo de déficit excesivos en las principales economías de la zona euro. El desafío es corregir los déficit excesivos, para que la recuperación sea duradera, sin llegar a fragilizarla y poner en peligro la recuperación misma. El desafío es tanto para la Comisión y el Consejo, que deben encontrar el justo equilibrio en los ajustes a preconizar, como para los Estados miembros concernidos, que deben demostrar su voluntad y su compromiso de cumplimiento de un Pacto concebido para proporcionar a la Unión Europea y a sus ciudadanos un marco económico estable y duradero. Consecuentemente, la Comisión presentará en las próximas semanas recomendaciones para la reducción de los déficit excesivos constatados o previstos. Bien calibradas, estas recomendaciones no suponen un freno a la recuperación económica en curso, antes al contrario: un compromiso creíble de saneamiento de las finanzas públicas crea expectativas de un marco macroeconómico estable que permita condiciones de financiación ventajosas, estabilidad de precios y una mayor capacidad de absorción de choques gracias a un bajo endeudamiento. A su vez, estas expectativas generan confianza entre los inversores y las familias y contribuyen a crear un círculo virtuoso de crecimiento y estabilidad presupuestaria. Los ciudadanos deben entender que la exigencia de corregir los déficit excesivos tiene por objeto hacer más sólida y duradera la recuperación económica en curso. Para que así lo entiendan, convendría que los gobiernos hicieran suyas las recomendaciones que apruebe el Consejo, a propuesta de la Comisión, en aplicación del Pacto. Lo que no es admisible es pretender que la repetición de un déficit excesivo durante años es necesaria para estimular el crecimiento económico. Las cifras demuestran lo contrario. El compromiso de cumplimiento del Pacto es uno de los pilares de su credibilidad. El otro es una aplicación justa y por igual del mismo. Cuando la Comisión proponga la reactivación en las próximas semanas de procedimientos de déficit excesivo relativos a grandes Estados miembros, volverá demostrar su respeto riguroso del principio de igualdad de trato sobre el que se sustenta el Pacto. Yo espero, y solicito para ello el apoyo de este Parlamento, que el Consejo actuará con la misma voluntad de respetar la igualdad de trato. La aplicación del Pacto es una de las acciones en manos de los Estados miembros para sentar las bases de un crecimiento económico duradero. Sin embargo, la debilidad del crecimiento en los últimos tiempos se debe en mayor medida a razones estructurales, ya que el marco macroeconómico ha sido bastante favorable, sobre todo si lo comparamos con el de otras regiones del mundo. Por ello, de cara a sustentar el crecimiento económico futuro, cobra especial importancia la necesidad de poner en marcha reformas estructurales que eleven el potencial de crecimiento y creen mayores oportunidades de empleo para los ciudadanos. He oído en numerosas ocasiones a sus Señorías avisar de que unas condiciones económicas favorables son indispensables para que las reformas estructurales tengan mayor aceptación ciudadana y cumplan mejor sus objetivos. Ahora que se materializan perspectivas de un crecimiento más firme, convendrán conmigo que los Estados miembros no deben dejar pasar esta oportunidad de emprender medidas que eleven la tasa de empleo, que aumenten la calificación de la mano de obra, que incrementen la inversión pública y privada en investigación y desarrollo, que favorezcan un funcionamiento eficiente de los mercados, en una palabra, que pongan en práctica la estrategia para el crecimiento y el empleo acordada por el Consejo Europeo de marzo pasado. 3 En el marco de dicha estrategia, casi todos los Estados miembros han enviado a la Comisión sus planes nacionales de reforma que estamos analizando con vistas a presentar en enero próximo un informe de seguimiento. Precisamente antes de esta comparecencia he conversado con Mme Berès sobre el modo de implicar en las mejores condiciones posibles a este Parlamento en el análisis de dicho informe. Por último, Señorías, deseo informarles del avance de los preparativos de la ampliación de la zona euro. Actualmente, tres Estados miembros cumplen el requisito temporal de pertenencia al mecanismo de tipo de cambio (ERM-II) para poder acceder a la zona euro en 2007. Se trata de Estonia, de Lituania y de Eslovenia. Chipre, Malta y Letonia están en situación de ingresar en la zona euro en 2008. El viernes pasado ingresó Eslovaquia en el mecanismo de tipo de cambio. Pasado mañana miércoles votará el plenario el informe del Señor Rosati sobre la modificación de la base legal sobre la introducción del euro para adaptarla a las próximas ampliaciones previstas. Como saben, el ingreso en la zona euro lo decide el Consejo sobre la base un informe de la Comisión y tras recabar la opinión de este Parlamento. Este informe, a su vez, se redacta atendiendo a los criterios de estabilidad y convergencia establecidos por el Tratado. Sin embargo, conviene resaltar que el cumplimiento de los criterios no conlleva automáticamente el acceso a la zona euro. Existe un margen de apreciación cualitativo sobre el grado de preparación del Estado miembro para dar el paso. En este sentido, quisiera dejar claro ante sus Señorías que la Comisión acordará una especial atención al grado global de preparación de un Estado miembro para ingresar en la zona euro, por delante de la legítima aspiración a adoptar el euro lo antes posible. En cualquier caso, hemos intensificado la colaboración con los Estados miembros concernidos sobre los preparativos de paso al euro. Uno de los aspectos en el que más estamos insistiendo es la prevención de los abusos. Una gran parte de la opinión pública tiene la falsa impresión de que la adopción del euro conlleva un aumento significativo de los precios. Los datos de inflación del año 2002 demuestran que no es así, sólo que los abusos en el redondeo del precio de algunos artículos de consumo cotidiano ha creado dicha percepción. Esto no es una fatalidad, es el resultado de una mayor o menor preparación para prevenir los abusos. Existen ejemplos de países que gracias a medidas preventivas han conseguido evitar dichos abusos. Nuestro empeño actual es difundir las experiencias positivas (best practices) entre los países que se encuentran en la última fase de preparación de su ingreso en la zona euro. Muchas gracias. 4