1 Fariseo y cobrador de impuestos Sermón del 27 de Agosto 2006 Muy queridas hermanas, muy queridos hermanos, El ejemplo del fariseo y del cobrador de impuestos es muy simple, quizás demasiado simple, que uno podría pensar: ya, para que necesito una aclaración – pues queda claro quien es el bueno y quien el malo. Jesús mismo lo dice: que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo, (ya perdonado y aceptado por Dios!) . El otro, el fariseo no. El es rechazado por Dios, no recibe perdón! Y para qué perdón? No había nada de perdonar! El fariseo no ha cometido pecados. El fariseo se jacta en forma auto convincente.” Ayuno dos veces a la semana; y te doy la décima parte de todo lo que gano. Además, gracias a ti, o Dios, no soy como los demás que son ladrones,, malvados y adúlteros – y mucho menos soy como este cobrador de impuesto, que además es enemigo político cómplice de los Romanos incrédulos. El fariseo menciona todas las categorías de maldades y malicias: 1. Religiosamente: Yo ayuno dos veces a la semana y te doy, o dios mío, la décima parte de todo lo que gano. Mira diosito: Religiosamente soy IMPECABLE! 2. No soy ladrón. Jurídicamente y legalmente, mis antecedentes son limpios – perfectos, también impecables 3. No soy malvado, (La traducción del texto original del griego que reza “adikaios”, que significa “ungerecht”. No soy injusto. Esto es la categoría social. Mira, o dios mío, como estoy tratando a la gente que vive conmigo: Estoy muy justo; nadie se puede quejar. Entonces: Socialmente también cabal y correcto: IMPECABLE 4. No soy adúltero! Con esto entra a la categoría moral. Mira Diosito, cuán fiel estoy. Ná´que ver con otras mujeres. Mi vida moral: - con una palabra LIMPIA Entonces moralmente también IMPECABLE 5. Y finalmente la categoría ideológico-política: Como puedes ver claramente , Dios mío, no soy como “este” que cobra los impuestos para Roma (Moscú o Cuba), que teme la luz del día y no se atreve aparecer frente a ti como yo. No cierto Dios, tu sabes que políticamente soy 2 irreprochable – soy un maestro de patriota! Así me conoce la gente!! Y ASÍ ME DEBES CONOCER TAMBIÉN TU: SOY Justo Correcto Incorruptible honesto integro en suma : I M P E C A B L E ¡!! Queridos hermanas y hermanos. Yo no veo ninguna causa para poner en tela de juicio la confesión del fariseo y soy un convencido de que el no se sobreestima. Es realmente un buen hombre. Y es por eso que la gente honra y respeta a los fariseos.. Jesús está un poco más crítico que yo si el dice como introducción a ésta parábola:” El cuenta este ejemplo “PARA ALGUNOS, QUE SEGUROS DE SI MISMOS POR CONSIDERARSE JUSTOS Y DESPRECIABAN A LOS DEMAS.” Quiere decir son buenos pero no deberían por eso desprestigiar a los de más. Si, son buenos – considerados con los ojos humanos - pero no son “más buenos” (mejores) que todos los demás, bajo los ojos de Dios. Queridos, nos resta la pregunta: ¿Para qué aparece el fariseo en el templo? El motivo puede ser su gratitud con Dios. Puede ser! ¿Para confesarse? Creo que no, porque no hay nada de confesarse y de arrepentirse!. ¿ Entonces que busca el fariseo en el templo.? Seguro, el busca a Dios – y el sabe como y donde encontrarlo. Pero a mi me interesa su intención su propósito que le motiva a visitar a su Dios? …… Saben , hermanas y hermanos, tengo una sospecha: El fariseo va a la casa de Dios para C O B R A R. Para cobrar lo que le corresponde, para cobrar lo que el merece: Alabanza, aplauso, aprobación, justificación y aceptación. Según mi juicio, queridas hermanas y queridos hermanos, el fariseo es el verdadero “cobrador” si no de impuestos – pero si! de sus méritos. Y la respuesta de Jesús es clara e inequívoca: DE DIOS NO SE COBRA NADA: DIOS NO ES DEUDOR DE NADIE!!!! Ahora debemos preguntarnos: ¿Cuál es el error del fariseo? Posterguemos la respuesta y volvámonos al “cobrador de impuestos. 3 De El Jesús dice:….”Se quedó a cierta distancia y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo (es decir “a Dios”) sino que golpeaba su pecho……” Que diferencia en comparación con el fariseo! El publicano es el odiado funcionario de Roma, un pequeño representante del Gran Imperio Romano y a él “queda a cierta distancia”, queda en una posición que no posibilita una cobranza; abre su corazón y emplea el lenguaje de su corazón: Dios, ten piedad , ten compasión de mi, que soy un pecador!” Entonces pregunto otra vez: ¿Cuál es la diferencia entre el representante de la religión oficial, el fariseo, y del agnóstico piadoso funcionario estatal????? Una primera observación al respecto: Del publicano se menciona que “queda en cierta distancia”. Quiere decir que el fariseo no respeta esta distancia con Dios. El ya logró la posición de cercanía con dios; pudo comunicarse fácilmente con Dios! Cambiemos el tema para entender mejor lo ocurrido en el templo de ---- de.. de ¿ en el templo de Jerusalén. Estimados y muy apreciados hermanas y hermanos, nos encontramos en una congregación de la Iglesia evangélica luterana, una Iglesia que ha sufrido mucho en el pasado, porque en relación con el golpe militar del año 1973 tuvo lugar un cisma que existe hasta hoy en día y que está causando muchos dolores entre los feligreses.. Hay el esfuerzo de muchos para reunificar las dos Iglesias luteranas esperadas.. Hasta hoy en día están trabajando en eso muchos – gente de muy buena voluntad en ambas partes. Y si analizamos este ejemplo, esta parábola del fariseo y del cobrador de impuestos debemos pensar en nosotros mismos. Son las dos iglesias luteranas que suben al templo en Jerusalén, la IELCH y la ILCH. Ahora mi pregunta es: ¿Quiénes somos nosotros? ¿Somos los impecables, es decir los fariseos o somos los “Que estamos a “cierta distancia de Dios”???? Y los que no se atreven levantar los ojos al cielo?????? Hermanas y hermanos, la corta historia de los últimos 30 años nos enseña que nosotros los miembros de la IELCH somos los que podemos aparecer como los “impecables”. Hemos resistido a la dictadura militar, hemos defendido la 4 dignidad humana y a los trechos humanos. Hemos prestado refugio y protección a los perseguidos y a los oprimidos. No cierto, somos los buenos!!!!! Mientras “estos” los pequeños representares de “Roma” estaban al lado de los victimarios. Hemos hecho todo, todo o casi todo muy correcto, impecable Y sin embargo fracasamos. Queridos, temo que nosotros …… temo, que por lo menos yo me parezco mucho al fariseo de ésta parábola. …..Y esto me angustia. Créenmelo!!!!! Les pongo sobre aviso: Nosotros cometemos un gravísimo error si empezamos a repartir los papeles que cada uno está jugando en este dificilísimo proceso de la reunificación de las iglesias luteranas todavía separadas. Los unos, los correctos, los limpios, los justos, los impecables. - Los otros los distanciados, los arrepentidos, los contritos. Cada uno de nosotros explore y examine su corazón antes de empezar a reclamar y a cobrar las deudas de los otros!!! Soy un convencido de que soy deudor de muchos. La oración de San Francisco nos puede ayudar mucho en nuestra situación Señor, hazme un instrumento de tu paz! Donde haya odio ponga yo amor. Donde haya ofensa ponga yo perdón Donde haya discordia ponga yo unión. Donde haya error ponga yo verdad. Donde haya duda ponga yo fe. Donde haya desesperación ponga yo esperanza. Donde haya tinieblas ponga yo luz Querida congregación Nuestra fe en Jesucristo es una gran cosa y se distingue fundamentalmente de todas las demás religiones en esta tierra. 5 Concentrémonos en lo esencial de nuestra fe en Jesucristo!!!! Para entender mejor el significado de esta parábola; para comprender el acontecimiento en el templo de Jerusalén donde se reúnen dos personas, dos “representantes” con Dios, debemos saber lo siguiente: 1. Nuestra fe en Jesucristo se distingue fundamentalmente de todas las demás religiones. Si definimos la religión como medio de relacionarse con Dios, como un camino que posibilita llegar a Dios y comunicarse con el; como método ingenioso del hombre que busca a Dios, a encontrar a Dios, - entonces el fariseo es el típico representante de la r e l i g i ó n. El sabe como llegar a Dios. En el templo de Jerusalén el experimenta la sublime sensación de un encuentro con su Dios, de estar en contacto directo con él. El está convencido que merece de la comunión inmediata con Dios porque está impecable y además respeta las reglas de la búsqueda de Dios. En contraposición a las religiones la fe cristiana no habla del hombre que está en la búsqueda de Dios. La fe cristiana anuncia la existencia de Dios que está buscando a los hombres. La fe cristiana proclama la llegada de Dios en esta tierra, en nuestra realidad. “Dios llega al hombre”! Eso es el fundamento de la fe nuestra. Religión es el perseverante intento del hombre para alcanzar la comunicación con Dios. La iniciativa y la acción salen del hombre. Religión es iniciativa y acción del hombre. La fe cristiana es lo contrario de religión.. Es proclamación de la llegada de Dios. Dios se encuentra en el camino hacia la humanidad. Y al mismo tiempo la comunidad cristiana, la comunidad de los discípulos de Jesús confiesa y narra e informa que Dios ya llegó a los hombres, y se presenta y se revela en la persona de Jesús de Nazaret. Dios no llega al hombre como anónimo; ni como sentimiento en nuestros corazones. Dios tiene cara humana y tiene nombre. El se presenta al mundo desde la cruz en Gólgota: Jesús de Nazaret crucificado. El mensaje de la presencia de Dios entre nosotros los hombres es el centro y la esencia de nuestra fe.. La autenticidad de este mensaje no podemos comprobar. La verdad y la autenticidad del Evangelio deben ser reveladas. 6 Queridos, no puedo explicarlo, porque milagros son inexplicables. Pero puedo si! Confesar: Jesucristo – mi Dios y mi Señor” Desde el punto de vista del cristiano el anuncio de la llegada de Dios entre nosotros los hombres significa el fin de la Religión para nosotros los cristianos. Queridas amigas, queridos amigos, echemos entonces un vistazo al cobrador de impuestos¡ De él Jesús dice: “El cobrador de impuestos se quedó lejos.” Otra traducción dice:”El cobrador se quedó a cierta distancia; o también:”mantiendose a distancia.” Vale la pena consultar el texto original del griego, donde Jesús usa la palabra “makrothen” que significa “Separado por una larga distancia”. El evangelista Lucas emplea la misma palabra en el “ejemplo del hombre rico y de Lázaro”, donde finalmente el hombre rico, padeciendo en el infierno puede ver a Lázaro en los brazos de Abraham. Y él grita por auxilio. Entonces Abraham le contesta: “Hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieren pasar de aquí allá no pueden”Luc.16,23 Esto quiere decir, que el pobre cobrador no estaba un poco más atrás en el templo, sino que existía una enorme distancia entre el y Dios, se trata de una distancia espiritual, que respetaba el cobrador. Sabia o por lo menos sentía que el no era digno y tampoco capaz de acercarse a Dios. El camino religioso le estaba cerrado. Le quedó solamente la esperanza de que Dios viniera a el “a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Luc. 19,10) Estimadas hermanas, estimados hermanos, conociendo esta famosa parábola del fariseo y del publicano sabemos ya quienes debemos ser: EL publicano, el cobrador de impuestos! Pero Ojo!!!!!Que no caigamos en la trampa del fariseo cuyo fe se trasforma en religión. Seamos honestos y modestos! La distancia entre nosotros y Dios es grande, demasiado grande. El intento de superarla con propias fuerzas fracasa! Pero, queridas hermanas, queridos hermanos, nosotros tenemos la firme promesa de que Dios quiere estar con nosotros, y ya está en el camino. Al escuchar su Evangelio y a reunirnos en la Santa Cena podemos experimentar su viva presencia, la presencia del crucificado. A Él oremos: “señor, ten compasión de mi, que soy pecador!” Amén.