OTITIS CANINA Mar Bardagí Admetlla Lda.Vet, PhD, Diplomada por el European College of Veterinary Dermatology Profesora asociada Universitat Autònoma de Barcelona, Dept Medicina i Cirurgia Animals Servicio de Dermatología, Otología y Alergología a clínicas veterinarias www.marbardagi.com ([email protected]) Servicio de teleconsulta y dermatopatología www.vetreferenceconsulting.com Es importante explicar con detalle a los propietarios de perros con otitis externa que se trata de un problema complejo, que requiere un seguimiento estricto mientras dura el tratamiento y que, en muchos casos, se tiene que tratar durante mucho tiempo, a veces toda la vida. Además se les debería explicar cuáles son las expectativas reales de curación. Tenemos que tener presente que la otitis no es un diagnóstico, sino un problema. En las otitis externas existen factores predisponentes, causas primarias, que son las enfermedades o agentes que provocan directamente la otitis externa, y causas secundarias, que son agentes específicos que no causan enfermedad en un oido normal. También existen factores perpetuantes, que son los cambios estructurales que sufre el canal auditivo externo como consecuencia de la inflamación. Estos cambios son el resultado de la combinación de los efectos de las causas predisponentes, primarias y secundarias y se observan en casos crónicos. La diferencia entre las causas secundarias y los factores perpetuantes es que las primeras se pueden encontrar en canales auditivos normales sin causar alteraciones y, cuando se se tratan correctamente, normalmente responden rápidamente y no reaparecen si se controla la causa primaria. Factores predisponentes: - Conformación - Humedad excesiva - Tratamientos - Enfermedad obstructiva - Enfermedad sistémica - Enfermedades metabólicas o de queratinización Canales estenóticos Abundantes pelos en el pabellón o el canal Pabellones péndulos Otitis del bañista Clima húmedo Traumatismos con los bastoncillos de algodón Irritantes tópicos Alteración de la microflora que provoca un sobrecrecimiento microfbiano Neoplasias Pólipos Debilidad Estado catabólico negativo Inmunosupresión Seborrea idiopática primaria Hipotiroidismo Causas primarias: - Enfermedades alérgicas - Parásitos Dermatitis alérgicas Dermatitis alérgica de contacto Otodectes cynotis Demodex Sarcopters/ Notoedres Otobius megnini Eutrombicula - Microorganismos Dermatofitosis - Cuerpos extraños - Miscelánea Espigas, arena Celulitis juvenil Eritema multiforme Causas secundarias: - Bacterias - Levaduras Staphylococcus intermedius Proteus spp. Pseudomonas spp. Escherichia coli Malassezia spp. Candida albicans Factores perpetuantes: - Otitis media - Cambios patológicos progresivos - Epidérmicos - Dérmicos - Anexal - Luz del canal Aumento del grosor, formación de pliegues Migración epitelial anormal Úlceras Edema Fibrosis Calcificación Hipertrofia/ hiperplasia glándulas apocrinas Hidraadenitis Foliculitis / furunculosis Estenosis Diagnóstico: Cuando evaluamos un paciente con una otitis externa es muy importante identificar cual es la causa primaria, tanto en otitis agudas como crónicas. Debemos empezar con una historia clínica y dermatológica completa, que nos dará las pistas para identificar la fuente del problema. El examen físico general debe ser completo, podemos identificar conjuntivitis (que puede sugerir un componente alérgico de la enfermedad) o bradicardia (que podría sugerir un hipotiroidismo). El canal auditivo externo está recubierto por un epitelio que es la extensión de la epidermis hacia el tímpano, y por lo tanto es susceptible a los mismos cambios de la piel en otras localizaciones del cuerpo. En el examen dermatológico debemos buscar lesiones cutáneas que nos den pistas de las enfermedades que pueden causar otitis externa, como por ejemplo una dermatitis alérgica (pododermatitis eritematosa, otitis eritematosa, excoriaciones, liquenificación, hiperpigmentación), una enfermedad endocrina (pelo mate, alopecia parcial, descamación) o un problema de queratinización (otitis externa ceruminosa, cilindros foliculares, descamación, alopecia parcial). Sin embargo, es importante recordar que cualquiera de las enfermedades anteriores puede manifestarse como una otitis externa y sin otras lesiones cutáneas. Por ejemplo, la otitis externa es el único síntoma en un 3-5% de los perros con dermatitis atópica y un 20% de los perros con una reacción adversa a la comida empieza con una inflamación del conducto auditivo. Dependiendo de los hallazgos del examen físico y dermatológico y de los datos obtenidos de la historia clínica, estará indicado realizar distintas pruebas complementarias de diagnóstico, como por ejemplo una dieta de restricción (como parte del protocolo diagnóstico de las dermatitis alérgicas), un hemograma, un perfil bioquímico general, ecografías abdominales y testiculares y pruebas de funcionalidad tiroidea si se sospecha de enfermedades endocrinas, o biopsias cutáneas si se sospecha de una seborrea idiopática o una adenitis sebácea. Exploración del conducto auditivo externo: Se deben explorar las dos orejas. Si es necesario, se seda al paciente. Si el canal está muy inflamado con una marcada estenosis del canal, se deberá administrar prednisona a 0,5-1 mg/kg/12 horas durante 7-10 días antes de explorarlo. Cuando exploramos el canal con el otoscopio debemos valorar la presencia de: - eritema - úlceras - cuerpos extraños o nódulos - exudado y sus características - los tímpanos y sus características morfológicas Características citológicas de los exudados: Citología normal: - Corneocitos con queratina de color basófilo claro - Bacterias: 5 cocos/campo x40 (HPF) (normalmente Satphylococcus spp y Streptococcus spp.) - Levaduras: Malassezia spp. ( 2 levaduras/HPF) Citología anormal: - levaduras (generalmente del género Malassezia): ≥5/ HPF (discutible, pues puede haber una hipersensibilidad al microorganismo) - bacterias: normalmente se trata de stafilococos coagulasa positivos, estreptococos hemolíticos, Pseudomonas spp. y Proteus spp. Sobrecrecimiento: número elevado de bacterias sin la presencia de neutrófilos. Infección: se observan bacterias y neutrófilos. - Leucocitos: los neutrófilos, los macrófagos y otras células inflamatorias acceden a la luz del canal a través de una inflamación exudativa, ulcerativa o desde la bulla timpánica en el caso de una otitis media. En muchos pacientes con otitis externa, un exudado purulento puede ser la única evidencia de una otitis media. Dado que una otitis media puede estar presente en el 16% de las otitis externas agudas, y hasta en un 82% de las otitis externas crónicas, la presencia de neutrófilos en el exudado ótico indicará la necesidad de realizar más pruebas diagnósticas para determinar la extensión de la infección (radiografías, TAC, resonancia magnética) Examen microscópico del cerumen: Sirve para detectar parásitos, normalmente el ácaro Otodectes cynotis. Aunque este ácaro no se detecte mediante esta técnica, no se puede descartar una otoacariosis de la lista de diferenciales. Con esta técnica también podemos detectar: Demodex spp, Notoedres cati, Neotrombicula autumnalis. Tratamiento: Con el fin de evitar recidivas, deberemos tratar la causa primaria de la otitis. Pero para solucionar la otitis, también deberemos tratar o modificar los factores predisponentes, las causas secundarias y los factores perpetuantes. Tratamiento de las causas secundarias: Sobrecrecimiento por Malassezia con el tímpano visible: - Limpiezas del canal auditivo 1-2 veces por semana. - Gotas óticas con un azol y si hay antibiótico, que sea de primera generación (no usar gotas con fluorquinolonas!) BID tres semanas. - +/- prednisona sistémica si hay inflamación, dolor y/o diámetro del canal auditivo externo disminuido. Sobrecrecimiento por Malassezia sin tímpano visible: - Limpiezas del canal auditivo externo con suero fisiológico - Prednisona sistémica 1 semana y reevaluar. - S¡ se observa el tímpano tratar como en el apartado anterior. Si no se observa el tímpano, realizar una limpieza del canal bajo anestesia general (perro intubado). - En caso que no se observase el tímpano, valorar tratamiento sistémico con ketoconazol o itraconazol (no tan efectivo como el tratamiento tópico para la otitis externa). Sobrecrecimiento bacteriano con el tímpano visible: - limpiezas del conducto con un limpiador con clorhexidina y TrisEDTA (Otodine® ICF; TrizEDTA-plus® VetNova). - Gotas óticas con un antibiótico de primera generación (no lo son las fluorquinolonas!) BID dos semanas y reevaluar. - Tratar hasta que la citología sea normal. - +/- prednisona sistémica si hay inflamación y/o dolor. Sobrecrecimiento bacteriano sin el tímpano visible: - Limpiezas del conducto auditivo externo con clorhexdina al 0,25% (5ml de solución de clorhexidina al 5% en 95 ml de agua destilada) cada 24 horas. - Prednisona sistémica 1 semana y reevaluar. - Si no se observa el tímpano, realizar una limpieza del canal bajo anestesia general (perro intubado). - Si se observa el tímpano, tratar como en el apartado anterior. Infección bacteriana con coco o bacilos: - Asumir que el tímpano estará roto o dañado y que podría existir una otitis media concomitante. - Prednisona sistémica 1 mg/Kg/24 h 7-10 días e ir disminuyendo la dosis paulatinamente. - Limpiar con clorhexidina al 0,25% i TRIS-EDTA cada 12 horas (Otodine® ICF; TrizEDTA-plus® VetNova). - A la semana, valorar oido medio (RX, TAC o Resonancia Magnética) y realizar una limpieza y exploración del conducto auditivo externo bajo anestesia general. Si no se ve el tímpano o éste tiene una membrana opaca, asumir que existe una otitis media, en este caso se debe realizar una miringotomía (mantener siempre el animal intubado) - Tomar muestras para cultivo bacteriano y antibiograma del conducto auditivo externo y de la bulla (en caso de otitis media). - Tratar vía tópica y sistémica con un antibiótico escogido a partir del antibiograma. - Controlar al paciente cada 15 días. Si la infección no remite, se deberán realizar nuevos cultivos y antibiogramas para ir adecuando el tratamiento según las resistencias que vayan apareciendo. A menudo es necesario sedar al animal y realizar flushings del conducto auditivo externo en más de una ocasión, sobre todo en aquellos casos dónde el propietario no puede realizar las limpiezas correctamente. Puntos a tener en cuenta en las otitis por Pseudomonas spp: - Las otitis por Pseudomonas spp. respresentan unos de los problemas más difíciles de solucionar a los que nos enfrentamos los veterinarios dermatólogos. Pseudomonas spp. son resistentes a múltiples antibióticos y adquieren más resistencias con extrema facilidad. - Las causas más frecuentes de otitis por Pseudomonas spp. recurrentes son: - no tratar el tiempo suficiente con un antibiótico adecuado - no realizar limpiezas de los conductos - no identificar y no tratar una otitis media concomitante o los factores perpetuantes de la otitis externa - no identificar y no tratar las causas primarias de la otitis. - Se podría considerar que una otitis por Pseudomonas spp. es de las pocas urgencias que existen en dermatología veterinaria, dado que cuanto antes se administre un tratamiento adecuado, más probabilidades existen que se resuelva la infección. - Pseudomonas spp. tienen una sensibilidad limitada a los antibióticos, por esta razón si se observan bacilos en la citología se deben coger muestras para realizar un cultivo y un antibiograma (del conducto auditivo externo y de la bulla si existe otitis media) que nos servirá para escoger el antibiótico a administrar por vía sistémica. La sensibilidad que nos da el antibiograma, normalmente se expresa en “sensible”, “intermedia” o “resistente” (discos de Kirby-Bauer) o en concentraciones mínimas inhibitorias (MICs). Esta información no nos va a ser de ayuda para escoger el antibiótico tópico dado que no se alcanzaran las concentraciones mínimas en el epitelio del canal cuando el antibiótico se administra vía sistémica y porque la concentración del antibiótico aplicado tópicamente será mucho mayor que la que nos indica el antibiograma. Por ejemplo, un organismo resistente in vitro a la gentamicina en un cultivo/antibiograma, puede ser sensible al mismo antibiótico cuando se aplica tópicamente a concentraciones mucho más elevadas de las que vienen expresadas en el antibiograma. La información del antibiograma sí que nos va ayudar a escoger el tratamiento antibiótico sistémico, porque la bulla timpánica está tapizada por una mucosa muy vascularizada que permitirá la difusión del antibiótico desde el compartimiento vascular al interior de la bulla, y porque los tratamiento tópicos no alcanzan el oído medio en concentraciones adecuadas. - Medios de que disponemos para detectar una otitis media: - radiografía - video otoscopio (ausencia de membrana timpánica) +/- miringotomía - TAC, resonancia magnética nuclear - ecografía - Antibioterapia: - Tópica: en aquellos casos donde no hay una otitis media concomitante. Se pueden usar: polimixina B, gentamicina, enrofloxacina,.. - Sistémica: en aquellos casos con otitis media concomitante, con estenosis marcada del canal y/o úlceras en el canal auditivo. La otitis media necesita de 4 a 6 semanas de antibitoerapia sistémica como mínimo. - Las fluorquinolonas y los aminoglicósidos tienen un mecanismo de función dependiente de la concentración, por lo tanto es más importante subir la dosis de antibiótico al rango alto de dosificación, que aumentar la frecuencia de administración. - La acción de las penicilinas, al contrario, es tiempo dependiente, y se deberán administrar cada 6 o 8 horas. - Los aminoglicósidos son inactivos en ambientes anaeróbios, por esta razón será muy importante mantener el canal lo más limpio posible. - Las resisitencias a la polimixina o a la sulfadiazina argéntica son poco frecuentes, pero estos dos antibióticos se inactivan en ambientes purulentos y con abundantes detritus, de aquí también la importancia de realizar limpiezas adecuadas de los canales auditivos (si es necesario bajo anestesia general) - La solución de Tris-EDTA (Otodine® ICF; TrizEDTA-plus®, VetNova) aumenta la eficacia de los antibióticos frente a bacterias gram-negativas disminuyendo su grado de resisitencia. Se debe aplicar al canal preferiblemente 20 o 30 minutos antes que el antibiótico. - Resistencia a antibióticos: Cada vez más microorganismos muestran resistencia a numerosos antibióticos, lo que ha provocado que la comunidad médica internacional lanzase una voz de alarma para hacer frente a esta situación tan preocupante. Los veterinarios tenemos a nuestra espalda parte de responsabilidad en este proceso. Dejando a parte el uso indiscriminado de antibióticos para aumentar la producción animal en explotaciones ganaderas, nuestra práctica clínica diaria con sobreprescripción de antibióticos está agravando este problema médico, y la resistencia que presentan muchas cepas de Pseudomonas spp. frente múltiples antibióticos no es una excepción. Dado que tenemos un número muy limitado de antibióticos para tratar las infecciones por Pseudomonas spp., es muy importante hacer un uso adecuado de ellos. El primer paso será utilizarlos en un orden cronológico concreto. Es mejor empezar por los antibióticos más clásicos y dejar aquellos más nuevos para tratar las cepas multiresistentes. No menos importante es tratar como mínimo durante 4 o 6 semanas, pues con una duración menor del tratamiento, Pseudomona spp. se hará resisitente a él o tendremos una recidiva de la otitis. No se puede parar el tratamiento hasta que los signos clínicos hayan remitido y, sobretodo, hasta diez días después que la citología del canal auditivo externo sea normal. También es importante no utilizar productos comerciales con fluorquinolonas para tratar otitis con un sobrecrecimiento por Malassezia o bacteriano, porque los bacilos que pueden estar presentes en el canal se harán resistentes a estos antibióticos, dado que estos tratamientos en general se prescriben durante 10 días aproximadamente. Si utilizamos estos productos indiscriminadamente en nuestra práctica clínica diaria, en un futuro muy próximo las fluorquinolonas ya no serán una opción de tratamiento en las infecciones por Pseudomonas spp., cuando hoy en día, representan uno de los mejores tratamientos que podemos administrar a nuestros pacientes, por tener presentaciones que se pueden administrar tanto por vía oral como por vía tópica. Las otras opciones terapéuticas sistémicas son a veces inviables, tanto desde el punto de vista económico, como por sus efectos secundarios o porque en la mayoría de los casos se deben administrar vía endovenosa (tabla 1). - La cirugía es la última opción terapéutica en aquellos casos donde no se ha conseguido solucionar el problema con un tratamiento médico (por ejemplo en casos donde la fibrosis del canal no responde a corticoterapia, en casos con lisis y/o proliferación de la bulla timpánica o infecciones que no responden a antibioterapia). La gran mayoría de los casos requerirán una ablación total del conducto auditivo externo y una osteotomía de bulla. Tabla 1. Antibióticos para el tratamiento de infecciones óticas por Pseudomonas spp. Antibiótico Gentamicina Enrofloxacina Dosis Tópica o 5-10 mg/kg/24 h SQ 5-20 mg/Kg/24h PO inyectable 2,5% 1:3 SF (tópica) comenetarios Ototoxicidad y nefrotoxicidad Ciprofloxacina Marbofloxacina Tobramicina Amikacina Polimixina B Baycip ótico (tópica) 4 mg/kg/24h PO inyectable 1:4 SF (tópica) Tópica: gotas oftálmicas (Tobrex) o solución inyectable (tópica) 10-15 mg/Kg/24h SQ 50 mg/ml BID (tópica) tópica Sulfadiazina argéntica Ticarcilina Solución al 1% Carbenicilina Cefatazidina 10-20 mg/Kg/8h IV 25-50 mg/Kg/8h IV 14-40 mg/Kg/8h I.V. Solución inyectable tópica Ototoxicidad Ototoxicidad y nefrotoxicidad Inactivada en exudados purulentos Inactivada en exudados purulentos Solución estable por 5 días a temperatura ambiente y 1 mes congelada IMPORTANTE: Todos los tratamientos deben ser administrados un mínimo de 4 semanas, no se debe parar el tratamiento hasta que la citología del conducto auditivo externo sea normal. Si la membrana timpánica está intacta, se pueden administrar tópicamente los antibióticos ototóxicos. Lecturas recomendadas: Angus JC. Otic cyoloty in health and disease. Veterinary Clinics Small Animal Practice 2004; 34: 411-424. Cole LK. Chronic recurrent otitis externa in the dog. Bayer Selected Proceedings, TNAVC, January 1999. Dickie AM et al. Comparasion of ultrasonography, radiography and a single computed tomography for the identification of fluid within the canine tympanic bulla. Research in Veterinary Science 2003; 75: 20916. Farca AM et al. Potentiating effect of EDTA-Tris on the activity of antibiotics against resistant bacteria associated with otitis, dermatitis and cystitis. Journal of Small Animal Practice 1997:38: 243-45. Foster AP. The role of Pseudomonas in Canine Ear Disease The Compendium on Continuing Education 1998; 20:909-18. Griffiths LG et al. Ultrasonography versus radiography for detection of fluid in the canine tympanic bulla. Veterinary Radiology and Ultrasound 2003; 44: 210-3. Griffin CE. Treatment of otitis externa (part 1 and 2). Proceedings of the 4th World Congress of Veterinary Dermatology, San Francisco, 2000. Griffin CE. Otitis techniques to improve practice. Clinical Techniques in Small Animal Practice, 2006; 21: 96-105. Harvey RG. Ear Diseases of the dog and cat. Manson Publishing, London 2001. Kwochka KW. Managing underlying causes of ear disease. Bayer Selected Proceedings, TNAVC, January 1999. Merchant SR. Ototoxicity. 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