COMENTARIO DE TEXTO: La construcción del ferrocarril ¿Por qué se tardó tanto en construir el ferrocarril en un país que tanto lo necesitaba? La respuesta es que se combinaron el círculo vicioso del subdesarrollo con la inepcia y la inercia gubernamentales.Las cosas cambiaron con la llegada al poder de los progresistas, que eran un partido en favor del desarrollo económico y de la importación de capital. Los progresistas consideraban que el ferrocarril era una parte esencial en la modernización de la economía española (fin que ellos perseguían explícitamente) y para lograr la construcción de la red estaban dispuestos a volcar todos los recursos necesarios,nacionales o importados. Ahora bien, que el ferrocarril fuera indispensable no quiere decir que hubiera que pagar por él cualquier precio ni que hubiera de construirse a cualquier ritmo ni de cualquier manera. La red ferroviaria española empezó a construirse demasiado tarde y después, en el decenio 1856-66, se emprendió con excesiva precipitación. Las consecuencias de tal premura fueron una planeación deficiente, una financiación inadecuada y un trazado especulativo que dieron como consecuencia una infraestructura física y una estructura empresarial endebles. A la velocidad de la construcción se sacrificaron muchas cosas; y cuando las grandes líneas troncales empezaron a estar terminadas, a partir de 1864, se comprobó que las expectativas de beneficios de la explotación quedaban defraudadas: los ingresos no bastaban ni para cubrir los gastos, y menos aún para restituir los capitales invertidos. G. Tortella, "El desarrollo de la España contemporánea", en Historia económica de los siglos XIX y XX, 1994. COMENTARIO DE TEXTO Como se puede apreciar se trata de una fuente secundaria debido a que el autor, el barcelonés Gabriel Tortella, un economista e historiador español especialista en la historia económica de la Edad Contemporánea, analiza sucesos ya acontecidos. Se trata también de un texto de carácter historiográfico, ya que el autor analiza los motivos por los que el ferrocarril llegó tarde a España a medidados del siglo XIX y las consecuencias que trajo la tardía construcción de este. Este texto se encuentra recogido en el libro “Historia económica de los siglos XIX y XX” , concretamente en el capitulo llamado “El desarrollo de la España contemporánea”. Fue publicado en 1994 , con la intención de convertirse en un manual univeristario sobre la economía de la Edad Contemporánea en España. Así pues vemos que la finalidad del documento no es otra que la informativa-explicativa/didáctica. Teniendo en cuenta la naturaleza del documento (historiográfico) vemos que va dirigido hacia un público lector interesado en la materia (historiadores, estudiantes, personas interesadas en la historia económica del siglo XIX). La historia del ferrocarril en España se remonta hasta mediados del primer tercio del siglo XIX y ha seguido desarrollándose continuamente hasta el presente. A comienzos del siglo XIX España disponía de un sistema muy rudimentario de transporte interior, de apenas 4.000 Km de carreteras y un escaso transporte fluvial. Mientras otros países europeos comenzaron un despliegue firme del ferrocarril en los años treinta de ese mismo siglo, España sufría una guerra civil (Primera guerra carlista) que requería la cifra de grandes cantidades de dinero, y la política de Desamortizaciones torcía por su parte el significado de la reforma agraria (previa a toda Revolución industrial). El ferrocarril encontró pues en España serias dificultades de inicio: Tortella hace referencia a la actitud gubernamental, de una parte (la inepcia e inercia gubernamentales), y a la falta de estímulos para activar la Revolución industrial en España (el atraso económico general, los problemas de la Deuda Pública, la falta de un mercado consolidado, o de una clase social burguesa suficientemente potente, entre otros). A pesar de que tradicionalmente se habla de la línea Barcelona-Mataró como la primera línea ferroviaria española (1848), hay que hacer obligatoria referencia a la línea cubana La Habana-Güimes de 1837, muy relacionada con la explotación azucarera de la zona. En 1849 se solicita la concesión de la línea Madrid-Aranjuez. La construcción masiva del ferrocarril se inició durante el bienio progresista del reinado de Isabel II (1854 - 1856) “Las cosas cambiaron con la llegada al poder de los progresistas”, y de una manera muy rápida. Para ello se exigió un gran esfuerzo financiero debido a dos motivos: El primero de ellos eran los accidentes geográficos existentes en la península, los cuales no facilitaban la construccion de las vías del tren y cómo no, suponían un mayor gasto económico. El segundo de ellos era el elevado coste del material pues era mayoritariamente de importación. El Estado cubrió estos gastos mediante subvenciones (materiales de importación libres de aranceles, por ejemplo) ya que estaban dispuestos a llevar a cabo todos los recursos necesarios para conseguir esta construcción. “y para lograr la construcción de la red estaban dispuestos a volcar todos los recursos necesarios, nacionales o importados”. ¿Por qué los progresistas se empeñaban tanto en la construcción de este artefacto? La respuesta es sencilla. “Los progresistas consideraban que el ferrocarril era una parte esencial en la modernización de la economía española (fin que ellos perseguían explícitamente)” : ellos creían que al contrarrestar las deficiencias existentes en las comunicaciones y permitir la existencia de un sistema de transporte más barato y rápido, se crearía una demanda mayor para los productos agrícolas e industriales, y , con ello, se induciría a esos sectores a un mayor crecimiento. El propio hecho de la construcción de las líneas y máquinas infuiría también en el desarrollo minero e industrial español. Así, el 18 de agosto de 1854 el Consejo de Ministros decreta la creación de un comité de expertos para estudiar la Ley de ferrocarriles, que fue aprobada en 1855 (Ley General de Caminos de Hierro). Tortella, sin embargo, nos habla de los impactos negativos relacionados con la planificación, construcción y explotación de la red ferroviaria: ● Ya hemos hablado de la exención de aranceles aduaneros: por este motivo las empresas que estaban a cargo de la construcción del ferrocarril podían importar, sin costes de más, los materiales y máquinas necesarios para su puesta a punto, sin beneficio para las industrial locales. ● Estructura radial: la estructuración de la red ferroviaria estaba mal distribuida ya que en centro de la red quedaba siempre Madrid y dejaba sin buenos medios de comunicación ● ● los principales focos industrializados (Cataluña y País Vasco) que sería cuando el texto hace referencia a un “ trazado especulativo”. Ancho entre carriles: en España la distancia entre los carriles del ferrocarril se hizo mayor. Se llegó a creer que fue para que los enemigos de otros países no nos atacaran por este medio de transporte, aunque tiene más relación con las exigentes características orográficas de España. Mala financiación :”una financiación inadecuada” o “una estructura empresarial endeble”. Un claro ejemplo, citado al final del texto, es la crisis financiera y bursátil de 1866: esta se debió a que una vez terminada la construcción de las primeras líneas, se comprobó que los beneficios aportados a las compañías ferroviaras no eran lo que se esperaba, por lo que muchas de ellas desaparecieron. Esta crisis de 1866 tuvo además repercusiones políticas, ya que influyó en la cercana Revolución de 1868, La Gloriosa. La pregunta con la que comienza el texto (¿ por qué se tardó tanto en construir el ferrocarril?) se desarrolla a lo largo de todo el texto , y, como hemos explicado , esa pregunta se vería contestada por los graves problemas y atrasos económicos de España (el círculo vicioso del subdesarrollo), la mala planificación y los continuos cambios políticos. Una tesis interesante expuesta también en el texto es que el hecho de que el ferrocarril fuera necesario no significaba que hubiera que volcar todo tipo de recursos en él: podríamos concluir que era tan malo tanto invertir todo el poder económico del Estado en el ferrocarril como pasar de él. Sería interesante, comparar esta política de ferrocarriles de mediados del XIX con la política de infraestructuras desarrollada en España durante el periodo 1985-2005 (en especial la Alta Velocidad Española).