el léxico del castellano. estructura de las palabras 1.

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EL LÉXICO DEL CASTELLANO.
ESTRUCTURA DE LAS PALABRAS
1.- LA ESTRUCTURA DELA PALABRA EN CASTELLANO
La palabra constituye en castellano, como otras unidades lingüísticas, una estructura. Es
decir, está formada por la combinación de unidades menores, los morfemas (tanto
léxicos como gramaticales), que ocupan una determinada posición y mantienen entre sí
relaciones jerárquicas de las cuales depende tanto la clase como el significado de la
palabra misma. Convendrá distinguir, por tanto, entre forma y función de los constituyentes
de la palabra, de manera similar a como los distinguíamos en la estructura de los sintagmas y
de las oraciones.
Se puede afirmar que toda palabra de nuestra lengua está formada por un morfema o complejo
de morfemas que desempeña la función léxica de tema de la palabra, al que pueden
acompañar o no -dependiendo de la clase de palabra- uno o varios morfemas que funcionarán
como desinencias.
1.1. LAS DESINENCIAS
Las desinencias son morfemas flexivos situados siempre detrás del tema, al final de la
palabra, que aportan exclusivamente un significado gramatical. Son elementos variables,
que alternan unos con otros, añadidos al tema sin que la palabra deje de ser la misma. Pueden
ser, según los casos, de dos tipos: nominales (morfemas flexivos de género y de número) y
verbales (morfemas flexivos de tiempo+aspecto+modo y de número+persona). Las
desinencias vienen exigidas por la categoría gramatical a la que pertenece la palabra y, por
tanto, permiten clasificarla en alguna de las clases que ya conocemos:

Palabras variables. Poseen desinencias, por lo que conocen formas distintas.
- Nominales: sustantivos, adjetivos, pronombres y determinativos. Desinencias
- Verbales: verbos.

Palabras invariables. Carecen de desinencias y, en consecuencia, de variación
formal: adverbios, preposiciones y conjunciones.
LEJOS
Tema
Desinen.
lexema
lejos
---
PERROS
AMABAIS
Desinencias
Tema
Lexem
perr-
Género
Morf. Flexi.
-o-
1
Número
Morf.
flexivos
-s
Tema
lexema
ama-
t./as./+m Nº+pers.
morf.
Morf.
flexivos flexivos
-ba-is
1.2. EL TEMA DE LA PALABRA: BASES Y AFIJOS
El tema es el componente que no puede faltar en ningún caso. Aporta el contenido
semántico fundamental de la palabra y es relativamente fijo, es decir, no cambia --salvo
en casos de irregularidad léxica- en las diferentes formas que la palabra pueda adoptar.
Hay tres clases de temas: simples, derivados o compuestos. Un tema simple es aquel
que no admite la segmentación en unidades con significado más pequeñas: el tema de
tinta es un lexema único e indivisible. Un tema derivado se compone de dos elementos al
menos: un morfema o grupo de morfemas con significado léxico, que funciona como
base, y un morfema derivativo que funciona como afijo. Así, en la palabra tintero, el tema
puede ser segmentado en dos elementos: el lexema tint- el morfema derivativo -ero, que
significa 'lugar'. Un tema compuesto es aquel que está formado por la suma de dos bases
diferentes: la palabra chupatintas está formada por chupa(r) + tintas. Según todo esto, al
igual que las desinencias establecen clases gramaticales de palabras, la estructura del tema
permite definir clases léxicas: palabras simples, derivadas y compuestas.
2.- LA BASE DE LA PALABRA
Cuando se crea una palabra nueva, podemos distinguir en ella una parte que
presenta la significación fundamental del tema (significación que es modificada por el
afijo que se le añade): es la base de la palabra. Conviene no confundir base, que es una
función léxica, con lexema, que designa un determinado tipo de unidad morfológica
caracterizada por tener un significado léxico. Así, en palabras formadas por más de un proceso
de derivación, la base no es una unidad simple, sino compleja: por ejemplo, en la palabra
señalizaciones, distinguimos entre tema (señalizacion-) y desinencias (-es), y, dentro del tema,
observamos la base (señaliza-) y el afijo añadido (-cion-). Pero señaliza- no es un lexema, sino
una unidad compleja formada a su vez por una base (señal-) más un afijo (-iza-). Para realizar
un correcto análisis léxico de las palabras y, por tanto, una comprensión adecuada de su
significado, es importante entender que la estructura de esta palabra no es la de la izquierda,
sino la de la derecha:
SEÑALIZACIONES
SEÑALIZACIONES
Señal- LEXEMA
+
-iza-AFIJO
+
-cion-AFIJO
+
-esDESINENCIAS
TEMAN
----------------------
DESINENCIAS
(plural)
-es
BASEV
AFIJO
----------------BASEN
AFIJO -cionLexema
señal-
-iza(-r)
Dicho de otra manera: el lexema señal-, que en la lengua es el tema de un nombre
sustantivo -de ahí la indicación (N)- se utiliza como base para crear un verbo (V), señalizar,
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formado añadiendo el sufijo -iza(r); el tema de esta palabra (señaliza-), marcado ya como
verbo, se convierte en base de un nuevo sustantivo, formado al añadir el sufijo -ción. De este
modo se explica el significado de señalizaciones como 'plural (-es) de la acción o efecto
(-cion-) de hacer o poner (-iza-) señales (señal-)'.
Este análisis jerarquizado permite comprender y explicar de manera adecuada el
significado de los términos derivados, algo que con la mera segmentación lineal no es posible
o, al menos, puede inducir a más de un error. Obsérvese que, en un derivado como ilegalizar,
no basta con señalar sus componentes para explicar su estructura y significado: si lo
analizamos como [i] + [legal] + [izar], podría interpretarse su significado como 'no hacer
legal', lo que sería incorrecto, pues esa palabra, por el contrario, significa 'hacer ilegal', que es
algo muy distinto. Este significado sólo puede explicarse si en el análisis se ordena
adecuadamente cada uno de los procesos de derivación ilegalizar se ha derivado añadiendo el
sufijo -izar a la palabra ilegal, la cual se derivó añadiendo el prefijo -i(n) al adjetivo legal (a
su vez, también un derivado): [[i-[leg-al]]-izar].
ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE ¡legalizar ANÁLISIS LINEAL DE ¡legalizar
ilegalizarv + legql + -izar
PREFIJO BASE LEXICA SUFIJO
1 negación' + 'legal' + 'hacer'
BASE Adj AFIJOv
F--~ -izar INTERPRETACIóN DEL SIGNIFICADO (INCORRECTA)
AFIJO BASE,,di no hacer legal [una cosa]'
i (n)- legal
INTERPRETACIóN DEL SIGNIFICADO (CORRECTA) 'hacer' + ['no legal']
'hacer ¡legal (una cosa),
La base primaria, es decir, el elemento léxico del que arranca la evolución de una palabra
(normalmente un lexema; en el ejemplo anterior, leg-), permite delimitar familias léxicas.
Una familia léxica es el conjunto de voces que utilizan el mismo lexema como base.
Así,existe la familia léxica terr- (tierr-), formada por palabras como tierra, terreno,
terroso, terrero, aterrizar, desterrar, entierro, enterrar enterramiento, terrícola, terraplén,
terrateniente, terremoto, etc. Todas ellas se han formado históricamente a partir de la misma
base léxica prima, a mediante los procedimientos de derivación y composición. Obsérvese,
además, que el lexema que sirve de base primaria puede presentar de una palabra a otra
variaciones que tienen que ver, sobre todo, con la evolución fonética que las palabras han
experimentado a la largo de la historia.
2.1. LAS PALABRAS COMPUESTAS
Como hemos señalado en el apartado anterior, el tema de una palabra puede ser también
compuesto. En este caso, está constituido por la suma de bases diferentes: por ejemplo,
agridulce, sacacorchos, maniatar tentetieso, etcétera.
Aunque es habitual afirmar que estas palabras compuestas están formadas por la unión de
dos lexemas, resulta fácil entender que ello no es cierto salvo en determinadas ocasiones.
Primero, porque en ciertas palabras que se han formado por composición alguno de los
elementos que les sirven de base no es un lexema, sino un morfema gramatical sin contenido
léxico alguno: así sucede con las conjunciones porque, conque o aunque, en las que el primer
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elemento es una preposición (por, con) o un adverbio (aun) y el segundo una conjunción
(que). Segundo, porque a veces es posible observar en alguno de los componentes del tema de
la palabra compuesta la presencia de morfemas derivativos o flexivos, como la -s final de
sacacorchos. Nótese que, si consideráramos que lo que se han unido han sido dos lexemas
(sac[a]+ corch[o]-), habría que entender la -s final como la desinencia de plural de
sacacorcho, lo ue es un claro error: sacacorchos, como matamoscas, lleva esa -s también en
singular (un sacacorchos, un matamoscas). Por tanto, el análisis adecuado de estos términos
no es el de la izquierda, sino el de la derecha:
La conclusión es fácil: el término que nos sirve como ejemplo no se ha formado por la
unión de dos lexemas, sino por la unión de dos palabras previamente existentes en la lengua.
Es algo que conviene tener muy en cuenta a la hora de realizar el análisis de la estructura
léxica de las palabras, porque nos permitirá explicar, por ejemplo, que latinoamericano y
aguardiente, a pesar de estar formadas ambas por composición y derivación, tienen una
estructura diferente:
Según todo esto, la composición es un proceso por el cual se forma una nueva palabra a
partir de la fusión de otras previas y la lexicalización del conjunto. Existen varios tipos de
palabras compuestas según los distintos grados de fusión y lexicalización: las palabras
compuestas consolidadas y las no consolidadas.
2.1.1. Compuestos consolidados (o perfectos)
En ellos la fusión, tanto gráfica como fonética, es completa: se escriben sin separación
alguna, el primer elemento está inmovilizado (no admite ningún tipo de morfemas
flexivos), y conservan un solo acento. Pueden tener distintas estructuras, dependiendo de la
categoría de las palabras que les sirven de base -sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios...- y
de la categoría de la palabra resultante.
N
N+N
Adj + N
N + Adj
V+N
Adj
V
V + Adv
V+V
N + Adj
Adj + Adj
Adv + Adj
N+V
Adv + V
COMPUESTOS CONSOLIDADOS
bocamanga, madreselva, varapalo, telaraña
ciempiés, malasangre, malhumor vanagloria, altamar, mediodía
aguardiente, hierbabuena
sacacorchos, matamoscas, hincapié, pasatiempo, aguafiestas,
trotamundos
catalejo, mandamás
duermevela, ganapierde, vaivén
alicaído, pelirrojo, cejijunto, boquiabierto, manirroto, casquivano
agridulce, blanquiazul, hispanohablante
bienintencionado
maniatar
malvivir, menospreciar, malformar, malcriar
Hay que tener en cuenta que la mayor parte de ellos proceden de la lexicalización de una
construcción sintáctica: así, bocamanga proviene de boca de la manga, y carricoche de carro
y coche. En los compuestos en los que aparece como base un verbo, es todavía posible
percibir la relación entre este y lo que antes era su complemento, como sucede en maniatar (=
CD + V: 'atar--s manos'), en matamoscas (V + CD: 'instrumento para matar las moscas') o en
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malvivir (CCM + V: 'vivir en malas condiciones'). Ello está aún más claro en los llamados
compuestos oracionales, donde lo que se ha lexicalizado es toda una oración: correveidile (>
corre, ve y dile), metomentodo (>métome en todo), tentempié (> tente en pie).
Las palabras que funcionan como base de un compuesto pueden aparecer sin ninguna
variación formal respecto a su uso como palabra independiente (sacacorchos) o, en otros
casos, adoptar una forma especial, sobre todo cuando funcionan como primer
componente. Así sucede con los adjetivos blanco, rojo, agrio, etc., que en palabras
compuestas se convierten en blanqui-, roji-, agri-
2.1.2. Compuestos no consolidados
En ellos la fusión de los componentes no es completa, pues se mantiene su separación
gráfica y, fónicamente, cada uno sigue conservando su propio acento. Hay distintos
grados de consolidación: así, algunos compuestos aparecen separados por guión y el primer
elemento está inmovilizado (es decir, no admite desinencias), como sucede en las guerras
franco-prusianas o en los conflictos político-sociales; otros, en cambio, siguen admitiendo
desinencias en el primer componente, como por ejemplo en coche-cama, mueble-bar
hombre-rana, cuyos plurales son coches-cama, muebles-bar, hombres-rana y no
*coche-camas, *mueble-bares u *hombre-ranas. Estos, aunque se siguen considerando como
compuestos, están en realidad muy cerca de lo que se suele denominar locuciones (en este
caso, nominales), es decir, grupos de palabras que constituyen una unidad funcional y
semántica porque son inseparables sintácticamente y tienen un significado unitario, como
sucede con ojo de buey, cabello de ángel, media naranja, cartón piedra, etc., pero no
constituyen en sí mismos una unidad morfológica y léxica. Es la misma diferencia que la que
establecemos entre porque (una conjunción compuesta) y puesto que (una locución
conjuntiva).
3.- LOS AFIJOS. PALABRAS DERIVADAS
Los afijos son morfemas gramaticales derivativos que funcionan en la estructura de la
palabra como formante temático (es decir, pertenecen también al tema): se añaden a una
base previa cuyo significado general modifican y concretan, y permiten así crear una
nueva palabra a partir de otra ya existente.
Estos morfemas que funcionan como afijos se caracterizan por tener un significado
gramatical de carácter abstracto (pre-, inter-, -er(o), -ble, -iza(r) no designan realidades
concretas e identificables), y también por no tener, en principio, un uso autónomo, Es decir,
no pueden formar por sí mismos una palabra. Se clasifican según varios criterios analizados a
continuación.
3.1. TIPOS DE AFIJOS POR SU POSICIÓN: PREFIJOS, SUFIJOS, INTERFIJOS
Los prefijos se sitúan delante de la base léxica, mientras que los sufijos se colocan
detrás. La diferencia entre ambos tipos de afijos no es sólo de posición: tienen en
realidad comportamientos distintos. Los prefijos nunca modifican la clase gramatical de
la palabra. Si se añaden a un verbo, la nueva palabra resultante seguirá siendo un verbo
(poner  anteponer, posponer, reponer). Sin embargo, los sufijos que crean nuevos
términos imponen su categoría a la palabra derivada; así, el sufijo -tiv(o) convierte en un
adjetivo la base a la que se añade (compara(r) comparativo); en cambio, el sufijo -ción
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impone que la palabra resultante sea un sustantivo (compara(r)  comparación). Otra
diferencia es que los prefijos pueden adquirir en ocasiones una autonomía sintáctica y
semántica que los sufijos desconocen: complicaciones pre y posparto.
Los interfijos son elementos átonos carentes de significado propio que se sitúan en
algunas palabras derivadas entre la base y el afijo que se añade (sea prefijo o sufijo). Las
palabras siguientes contienen un interfijo: polv-ar~eda, en-s-anchar, nube-c-ita, pie-cec-ito,
agu-an-oso, vin-at-ero, blanqu-in-oso, mans-urr-ón. Es importante no confundir con estos
interfijos los sufijos que han quedado en el interior de una palabra después de un proceso de
derivación sucesiva; así, en ros-al-eda, -al- no es ningún interfijo: existe la palabra rosal,
formada por la adición del sufijo -al a la base ros(a), y ambos elementos juntos forman una
nueva base a la que se une el sufijo -eda. Y los dos, por supuesto, tienen significado
gramatical, lo que no sucede con los interfijos.
3.2. TIPOS DE AFIJOS SEGÚN SU SIGNIFICADO: AFIJOS APRECIATIVOS
El significado que aporta el afijo a la base a la que se añade puede ser muy diverso, lo que
haría prolija y poco útil una clasificación que intentara recoger todos los valores posibles:
'negación', 'privación', 'lugar', 'acción', cualidad', 'agente', 'relación', 'instrumento', 'colectivo',
reiteración', etc.
De entre todos estos significados posibles, suele destacarse en la mayoría de las gramáticas
como un grupo especial el de los llamados apreciativos: son aquellos que aportan una
valoración subjetiva de quien habla sobre algún aspecto de la realidad a la que se refiere
la palabra que les sirve de base:
gato ['felino dornéstico']  gat-it-o ['felino doméstico pequeño']
gat-az-o [`felino doméstico grande'].
fino ['delgado, de poco grosor']  extra-fino ['muy delgado, de muy poco grosor'].
Lo peculiar de estos apreciativos no es tanto su significado como su comportamiento. El
resto de los afijos modifican el significado de la palabra a la que se añaden y crean otra
distinta cuya referencia no es ya la de la base; en el caso de los sufijos no apreciativos, la
palabra resultante suele pertenecer, además, a una categoría gramatical diferente:
Contar des-contar.
Cantar canta-nte.
En ambos ejemplos, el afijo añade a su base un significado o noción que ésta no posee
previamente y crea con ello un significado nuevo. De esta forma, la nueva palabra puede tener
un sentido que no se explica meramente por la suma de ambos elementos: cantante ya no es
'cantar + agente', sino que designa una profesión y a quien la ejerce. De la misma forma,
descontar no es sólo 'no contar', sino también 'rebajar una cantidad' o 'restar'.
Sin embargo, los apreciativos ni alteran la categoría gramatical ni cambian la
referencia de la palabra que les sirve como base: gatito sigue siendo un sustantivo y puede
seguir aplicándose al mismo animal que la palabra gato. únicamente aportan una valoración
sobre el tamaño del referente o la actitud del hablante ante él. En realidad, matizan el
significado de la palabra a la que se añaden, pero no lo transforman en otro distinto.
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Los valores semánticos que aportan los afijos apreciativos son muy diversos. En general,
se suele distinguir entre diminutivos, aumentativos y despectivos. Los dos primeros
indican una valoración del hablante sobre el tamaño del referente, aunque muy a
menudo sugieren también una cierta afectividad: ternura o simpatía (cariñito), ironía
(listillo), censura (señorona), desconsideración (caballerete), etc. Los despectivos
expresan preferentemente afectividad negativa, desprecio o desconsideración (gentuza).
A ellos hay que añadir los prefijos y sufijos superlativos, que aportan a la base léxica (un
adjetivo o adverbio) una valoración de la intensidad, pero sin alterar tampoco el
significado básico de la palabra (superbueno, buenísimo).
Un mismo afijo puede tener a veces doble uso, como apreciativo y como afijo que crea un
significado nuevo: el prefijo extra es no apreciativo en extrarradio (= 'las afueras'), pero es un
superlativo en extraplano (= 'muy plano'). También es frecuente que algunas palabras
derivadas con sufijos apreciativos se hayan lexicalizado: así sucede, por ejemplo, con la
palabra cerilla, que es una lexicalización del diminutivo de cera.
3.3. TIPOS DE AFIJOS SEGÚN SU CLASE GRAMATICAL
En general, los prefijos aparecen con bases léxicas de cualquier categoría (sustantivos,
adjetivos, verbos y -menos frecuentemente- adverbios). En cambio, los sufijos pueden ser
clasificados atendiendo a la categoría de la palabra que crean: hay sufijos nominales
(nutrición), sufijos adjetivales (gracioso), sufijos verbales (finalizar).
POSICIÓN
PREFIJOS
SUFIJOS
INTERFIJOS
CLASIFICACIÓN DE LOS AFIJOS
SIGNIFICADO
CARACTERÍSTICAS
Cambian
la referencia de la base.
‘negación’,
‘privación’,
dirección’,
No
cambian
la categoría gramatical
‘lugar’,reiteración’, etc.
APRECIATIVOS
(superlativos)
AUMENTATIVOS
DIMINUTIVOS
APRECIATIVOS
DESPECTIVOS
SUPERLATIVOS
NOMINALES
ADJETIVALES
VERBALES
Carecen de significado
de la base.
- No cambian la categoría ni la
referencia de la base.
- No cambian la categoría ni la
referencia de la base.
- Pueden dar lugar a lexicalizaciones
- Cambian la categoría y la referencia
de la base.
4.-CASOS ESPECIALESEN EL ANÁLISIS DELA ESTRUCTURA DE LA PALABRA
Aunque los mecanismos de composición y derivación que acabamos de estudiar explican la
inmensa mayoría de los casos de palabras con estructura no simple, hay algunos tipos de
palabras que pueden plantear algún problema de análisis, bien por utilizar un proceso de
formación que combina al mismo tiempo dos mecanismos distintos, bien por el carácter de los
componentes que funcionan como base o como afijo.
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4.1. LA PARASÍNTESIS
Aunque es habitual considerar la parasíntesis como un procedimiento diferente de formación
de palabras, lo cierto es que no se trata más que de un uso especial de la derivación y de la
composición. En todos los casos que hemos visto hasta ahora, hemos comprobado que una
palabra nueva se forma a partir de otra previamente existente que funciona como base, a la
cual se añade bien un afijo (derivación), bien otra palabra diferente (composición). De esta
forma, cuando en una palabra encontramos dos afijos lo normal es que se haya creado a partir
de un doble proceso de `dérivación: así, desvelar es una palabra derivada a partir de velar, que
a su vez es un derivado de velo. Pero en algunas ocasiones encontramos palabras que han
sido creadas añadiendo simultáneamente a la base un prefijo y un sufijo, o bien un afijo
y otra base, y en eso consiste precisamente la parasíntesis. Así, el término embarcar se ha
formado por prefijación y sufijación simultáneas: no existen previamente ni *barcar ni
*embarco. Lo mismo sucede con otras palabras como aterrizar, ensuciar, entorpecer
Podemos hablar en estos casos de derivados parasintéticos.
De forma similar, términos como picapedrero y sietemesino son compuestos parasintéticos
porque se han formado por composición y sufijación simultáneas: no existen ni el compuesto
*Picapiedra ni el derivado *pedrero, como tampoco existen *sietemeses ni *mesino.
4.2. LAS RAÍCES PREFIJAS Y SUFIJAS
Un problema especial es el que plantean ciertos morfemas que se han tomado más o
menos recientemente del latín y del griego y que el lenguaje científico y técnico utiliza
muy a menudo en la creación léxica: son las llamadas raíces prefijas (aero-, crono-, foto-,
hidro, etc.) y raíces sufijas (-algia, -filia, -grafía, -logía, -itis, etc.). Estos elementos poseen
un significado claramente léxico (aero-: 'aire'; crono-: 'tiempo; -algia: 'dolor'; -filia:
'amistad'), pero en castellano carecen de independencia y no pueden formar por sí
mismos una palabra (sólo ocasionalmente pueden adquirir independencia léxica, y ello como
resultado del acortamiento de una palabra compuesta, como sucede con electro
[>electrocardiograma], moto [>motocicleta], auto [>automóvil], narco [>narcotraficante],
etc.; por ello no hay acuerdo completo sobre si deben ser considerados como lexemas o como
afijos: de ahí la denominación de raíces prefijas y sufijas.
Estas raíces prefijas y sufijas pueden añadirse a bases léxicas castellanas
(autorregulación, dermoprotector, aeroespacial ...) o bien unirse entre sí para formar una
palabra nueva: vocablos como psicología, dermatitis, biblioteca y fotografia se han formado
uniendo una raíz prefija (psico-, dermat(o)-, biblio-, foto- ) y una raíz sufija (-logía, -itis,
-teca, -grafía). Tanto en un caso como en otro consideramos que raíces prefijas y raíces
sufijas son elementos compositivos y no afijos, y que las palabras que forman son
siempre palabras compuestas.
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