Cómo superar en diez días los ataques de pánico y ansiedad Reeduca tu propio cuerpo, sin medicación ni efectos secundarios, y deja de tener miedo MAYA RUIBARBO Nota Legal Copyright © 2015 Maya Ruibarbo ISBN CDLAP00003224 Todos los derechos reservados. Incluyendo el derecho de reproducir este libro o fragamentos de él, en cualquier forma. Ninguna parte de este texto puede ser reproducida en ninguna forma ni formato sin el permiso escrito de la autora. Límite de responsabilidad / Exención de garantía: Si bien el editor y la autora han utilizado sus mejores esfuerzos en la preparación de este libro, no pueden ofrecer ninguna garantía legal ni formal con respecto a la exactitud o integridad de los contenidos de este libro y niegan específicamente cualquier garantía implícita de comerciabilidad o idoneidad para un propósito particular. No se ofrece por tanto ninguna garantía ni creada ni ampliada con vistas a las ventas ni a los contenidos de los materiales escritos. Los consejos y estrategias contenidas en el presente documento son fruto de la experiencia personal de la autora, y de parientes y otras personas cercanas a ella. Por eso pueden no ser adecuados para su situación. Úselos siempre bajo su propia responsabilidad. Se sugiere y aconseja consultar con un profesional de la Medicina donde lo considere apropiado. Ni el editor ni el autor será responsable de cualquier consecuencia o cualquier daño personal o comercial, incluyendo pero no limitado a daños especiales, incidentales, consecuentes, o de otro tipo. Tabla de Contenidos INTRODUCCIÓN: Convertida En 5 Minutos En Una Ruina Viviente CHAPTER 1: ¿Qué Me Está Pasando? Aprende A Lo Que Te Enfrentas Encuentra la solución con la que no contabas Los remedios que te ofrece el mercado Truco 1: El mismo de Sherlock Holmes: atar cabos CAPÍTULO 2: Voy A Morirme, ¿Verdad? El miedo que no es tal miedo El método infalible de las leyes de la robótica CAPÍTULO 3: De Buenas Intenciones Está Empedrado El Infierno La doctora "Que viene el Coco" Activando la primera directiva para sobrevivir CAPÍTULO 4: Mierda, Se Ha Puesto En Marcha. ¿Cómo Lo Paro? Aprende a manejar a tu niñito rebelde CAPÍTULO 5: No hay marcha atrás; entonces, hacia adelante Truco 2: Activar el monólogo interior. A tu favor y cuanto antes Sabes que no es nada físico. La vía mental CAPÍTULO 6: Los tres minutos que me devolvieron a la vida Situaciones de vida o muerte La mejor defensa es un buen ataque Qué hacer cuando el cuerpo está soprepasado Truco 3: la tercera reacción válida, la parálisisel CAPÍTULO 7: Un túnel que hay que atravesar La medicina definitiva: Si no puedes pararlo, aceléralo Se acabaron los truquitos de magia CONCLUSIÓN Introducción Convertida en una ruina viviente Si no hay riesgo, no hay diversión. No se puede vivir a tope si no te juegas algo. Paul Auster Me sentía exultante aquel 8 de septiembre de 2013. Por primera vez después de dos meses de ingreso hospitalario, cirugía y convalecencia, volvía a ser yo misma y a recuperar las riendas de mi vida. Me había puesto en camino hacia la casa de mis abuelos en el occidente de la región, mi lugar favorito en el mundo. Allí esperaba acabar de recargar mis pilas y disfrutar de largos paseos bajo el sol otoñal con mis perros, amenas charlas al anochecer con mis cariñosas tías y todos los placeres que puede brindar el campo a una urbanita. Gracias a la Autovía del Cantábrico, puesta en servicio hace pocos años, tan solo era cuestión de hora y media de conducción relajada, y me dejaba como quien dice a la puerta de mi destino. Estaba a punto de abandonar el área central de la región y de adentrame en el occidente asturiano, que llegaba hasta Galicia. El DVD reproducía una alegre canción de la década de los 60 del siglo pasado. Y entonces ocurrió. Mis manos empezaron a temblar. Primero fue solo una sensación molesta. Un embotamiento que me molestaba al sujetar el volante. Pero en segundos fue a más. Advertí horrorizada que empezaban a paralizarse. Ya no podía mover los dedos, era como llevar guantes de boxeo. Probé a tratar de mover el volante con el dorso de mi mano. A continuación mis pies y piernas también dejaron de funcionar, y se paralizaron. El vehículo seguía lanzado a más de 120 kilómetros por hora, y había otros coches pasando a mi lado. Me adelantaban ignorantes de que en cualquier momento podía ocurrir una catástrofe. Yo ya no podía manejar mi automóvil. No podía frenar con el pie, porque mi pierna se negaba a obedecer mis órdenes. Y con la mano convertida en lo que me parecía un bloque inerte, era incapaz de alcanzar el freno de mano. Además, mis brazos parecían tener empeño en pegarse a mi cuerpo. Y el coche continuaba moviéndose. Allí empezó mi odisea, la que durante los dos meses siguientes me convertiría de una mujer emprendedora e independiente, que siempre había tomado sus propias decisiones, en una ruina viviente. Pero salí. Este es el relato de cómo lo logré. Lo escribo porque espero que pueda ayudar a muchas personas que están pasando por las mismas o similares circunstancias. Si ese es tu caso, y por eso estás leyendo esta introducción, bienvenido / bienvenida. La mala noticia es que, si padeces ataques de ansiedad, también conocidos como ataques de pánico, tendrás que adentrarte en el corazón de las tinieblas. La buena es que hay salida, y es igual de rápida y directa que la entrada. Ante todo debo pedirte que tengas paciencia conmigo al leer este libro. En ocasiones, o quizá incluso la mayor parte del tiempo, te parecerá que no vas a ninguna parte, y que lo único que hacemos es regocijarnos en la desgracia. Créeme, no es así. Lo he escrito de esta forma a propósito, porque creo que tengo que compartir contigo todo el proceso por el que pasé yo, sino al llegar a la solución final no podrás entenderla, y mucho menos aplicarla y quedar libre, como corresponde. Es necesario que vayamos como Pulgarcito, recogiendo una a una las miguitas perdidas en el camino, para llegar a casa. En este caso el hogar se halla en el punto en que te verás libre de esos horrendos ataques para siempre. Rápidamente. Sin secuelas. Sin medicinas. Por ti misma. Solo con tu valor y capacidad de reacción, que llevas incorporados. De modo que para sacar el máximo provecho de este libro y lograr lo que pretendes, librarte de esos ataques de pánico de una vez por todas, te recomiendo que lo leas en orden secuencial, con calma. Tranquilo o tranquila, no tardarás mucho. El texto es breve y se lee con facilidad. Tú solo tendrás que adaptarlo en tu mente a tus propias circunstancias personales. Y proceder a la acción. Nada será para mí mayor recompensa que ayudarte a librarte de esos terrores que asolan tu vida. Incluso si has logrado evitar las circunstancias para que no se repitan en mucho tiempo, tú y yo sabemos que el miedo sigue ahí, latente, y que te lastrará hasta el final de tus días a menos que hagas algo. ¿Quieres ser una persona permanentemente tocada con una maldición? No, claro que no. Dedícame una tarde o dos. Y déjame guiarte de la mano por el túnel del terror.