V - La composición

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Composición
V - La composición
1 - La composición como método etimológico
La composición es junto a la derivación uno de los métodos más
utilizados en la explicación etimológica. Sin embargo, no alcanzó nunca la
frecuencia de uso de ésta última. Aun así, algunas de las etimologías por
composición gozaron de gran consideración por parte de gramáticos y
eruditos. Ese es el caso de la etimología de frater propuesta por Nigidio
Fígulo y recogida por Gelio y Nonio Marcelo1. Entre las causas que pudieron
haber influido en el menor uso de la composición figuran los fenómenos de
síncopa y apofonía vocálica que impiden reconocer las formaciones
compuestas más antiguas.
En lo que respecta al origen de este método, algunos autores como
Muller (1910: 104), Barwick (1957: 63) o Zamboni (1988: 38) defienden su
carácter estoico. Existen, sin embargo, diversos factores que invitan a pensar
en otro origen. El primero de ellos es que en la descripción que Agustín hace
del método etimológico estoico, la más completa, no nombra para nada los
compuestos. Muller (1910: 58) explica esta omisión como resultado de la
reticencia de la lengua latina por los términos compuestos. A su falta de
mención en Agustín se une el hecho de que los ejemplos latinos más antiguos
de este proceder son anteriores a la introducción de la gramática en Roma por
Crates de Malos.
2 - Fuentes latinas para el estudio de este método etimológico
Los autores latinos eran conscientes de la escasa productividad de la
377
Métodos etimológicos
composición en su lengua frente al griego2. No obstante, pese a ello, los
compuestos llamaron su atención. Entre los gramáticos Varrón habla en el
libro octavo de su de lingua Latina del genus compositicium. Quintiliano le
dedica un capítulo en el libro primero de la Institutio oratoria. Los artígrafos
y los gramáticos irlandeses incluyen en sus exposiciones de las distintas
partes de la oración, salvo en la interjección, referencias a la figura, esto es,
al carácter compuesto de las palabras.
También fue objeto de atención por parte de los rétores quienes hablan
de ella al tratar el tema de la creación de nuevas palabras. Así lo hacen
Cicerón en las Partitiones oratoriae y Quintiliano en el libro octavo de su
Institutio oratoria.
2. 1 - La composición en la gramática
2. 1. 1 - Varrón.
El Reatino abordó de forma teórica la cuestión de los compuestos en
el de lingua Latina. Sin embargo, no lo hizo como un tema específico, sino
como argumento para ilustrar la controversia entre analogía y anomalía. En
el libro octavo señala que en la composición no se da la analogía puesto que
junto a los compuestos que sí que existen podría haber otros de formación
idéntica que no existen3.
La mención del libro octavo no es la única que encontramos en esta
obra. A lo largo de los libros quinto al séptimo registramos también otras
referencias acerca de este proceder. Así, señala en el libro sexto que la
composición es uno de los procedimientos que hay que seguir en la formación
de las palabras secundarias junto con la derivación4.
En el libro quinto, en su exposición de los cuatro grados de dificultad
progresiva que estableció en la indagación etimológica, da a entender que los
compuestos son el tipo de palabras objeto del primero de ellos5 .
378
Composición
2. 1. 2 - Quintiliano
Tras Varrón no volvemos a encontrar consideraciones teóricas hasta
finales del siglo I d.C. Fue entonces cuando Quintiliano abordó la cuestión
de la composición desde un punto de vista gramatical en el primer libro de
su Institutio oratoria. Su tratamiento está orientado casi exclusivamente a la
técnica compositiva, esto es a la forma del compuesto, y no a la semántica.
Los verbos que emplea en Inst. 1. 5. 65, constant, subiuguntur y coalescunt,
son notaciones puramente formales (cf. Monaco, 1976: 11). Señala en dicho
pasaje que los compuestos se forman con ayuda de una o dos preposiciones
o con dos elementos independientes. Como ejemplo de lo primero propone
innocens e inperterritus y de lo segundo maleficus.
En este autor encontramos por primera vez la doctrina de los cuatro
modos de composición. Ésta puede tener lugar de cuatro formas diferentes
atendiendo al carácter integrum o corruptum de los elementos que forman
el compuesto y a su combinación. Puede tratarse de un compuesto de dos
términos íntegros, de dos términos corruptos, de un término íntegro y uno
corrupto o de un término corrupto y uno íntegro.
Quintiliano distinguió entre compuestos de términos latinos, compuestos
de términos latinos y extranjeros y compuestos de términos extranjeros. En
opinión de Barwick (1922: 153) dicha distinción la habría tomado de su
maestro Remio Palemón. En su opinión, la composición, al igual que los
restantes procedimientos etimológicos, debe ser escasamente utilizada6.
2. 1. 3 - Los artígrafos de los siglos IV al VI.
Los artígrafos abordaron la composición en el capítulo de figuris. En
su desarrollo sigue la misma tradición gramatical que siguiera Quintiliano en
la redacción de 1. 5. 65 ss. Tan sólo se distinguen de él en algunos ejemplos
y en que ninguno de ellos, salvo Consencio7, admitió compuestos de palabras
extranjeras.
379
Métodos etimológicos
La exposición de este capítulo de figuris se desarrolla por extenso en
las páginas dedicadas al nomen. En las restantes partes del discurso, aunque
la figura es uno de sus accidentes, las referencias a ella son breves y remiten
por lo general a lo dicho en el nomen. Algunos autores, como Carisio, indican
la existencia de palabras simples y compuestas, ofrecen algún ejemplo y poco
más, mientras que otros, como Pompeyo o Dositeo, mencionan la posibilidad
sin ofrecer ejemplos8. Diomedes, Consencio y Prisciano vuelven a exponer,
aunque de forma más rápida, lo expuesto acerca del nomen en el capítulo
dedicado al uerbum9. Por su parte Probo al hablar de la figura en las distintas
partes del discurso tras indicar que ésta puede ser simplex o composita remite
siempre a lo dicho en el nombre acerca de los modos de la figura composita
con las mismas palabras iam in nomine satis tractauimus10.
Los artígrafos repiten la doctrina de los cuatro modos de composición
(ex duobus integris, ex duobus corruptis, ex integro et corrupto, ex corrupto
et integro). Probo es el único de los artígrafos que no admite la combinación
de dos elementos componentes corruptos11. Asimismo Prisciano y él son los
únicos que indican qué clase de palabra es cada uno de los elementos
composicionales12. Carisio, Diomedes, Donato, Probo y Dositeo admiten la
posibilidad de que los compuestos tengan más de dos elementos. De todos
ellos, sólo Probo señala cuál podría ser la estructura de esos compuestos de
tres o más elementos13. Este autor lleva hasta el límite la segmentación de las
palabras. Siguiendo sus explicaciones, todas las palabras podrían ser
consideradas compuestos y este hecho le es criticado por Pompeyo y Sergio.
Pompeyo señala que si Probo admitiera la posibilidad de compuestos de dos
elementos corruptos no habría llegado a esos límites14. En el desarrollo de su
crítica aclara que aquellos elementos del compuesto que aparecen corruptos
anteriormente debieron de ser íntegros, si no el compuesto no existiría. Las
críticas que le hace Sergio son las mismas15
380
Composición
2. 1. 4 - Los gramáticos irlandeses
Ni Casiodoro ni Isidoro recogen en las gramáticas de sus obras
enciclopédicas referencias a la figura. Isidoro la menciona de pasada al tratar
la comparación del nombre (Orig. 1. 7. 30). La figura volverá a ser objeto de
atención en las gramáticas irlandesas.
Los irlandeses al seguir en sus obras la estructura de las artes donacianas
sí incluyen referencias a la figura como uno de los accidentes de las partes del
discurso en sus obras. Las explicaciones más extensas corresponden, como
ya ocurriera en los artígrafos de siglos anteriores, al nomen.
En relación con este tema conviene agrupar a los gramáticos insulares
en dos grupos. El primero está compuesto por aquellos autores de los siglos
VII y VIII que aún no conocen las Institutiones grammaticae de Prisciano y
que tan sólo distinguen dos tipos de figuras aplicables a las diferentes partes
del discurso, (figura) simplex y (figura) composita. Esa es la doctrina que
encontramos en Bonifacio, Malsacano, Tatuino, en el anonymus ad
Cuimnanum, en el ars Ambrosiana y en el ars Bernensis16.
El segundo grupo lo componen los autores del siglo IX que sí conocen
la obra de Prisciano y hablan de una segunda clasificación de las figuras que
incluye no dos sino tres tipos diferentes de figuras para el nomen, simplex,
composita y decomposita17. A este segundo grupo pertenecen Muretach,
Sedulio, el autor del ars Laureshamensis y el del Donatus ortigraphus. Este
último habla sólo de dos tipos de figuras pero admite la figura decomposita
en los participios18. Pero éste no es el único rasgo que caracteriza a este
segundo grupo de autores. A diferencia de aquellos otros que forman parte
del primero hablan también de dos motivos distintos para la formación de un
compuesto, la oposición, propter contrarietatem, y la eufonía, propter
euphoniam19.
Pese a sus diferencias ambos grupos tienen también elementos en
común. En los dos se encuentra repetida la doctrina ya tradicional de los
cuatro modos de la formación de los términos compuestos (ex duobus
381
Métodos etimológicos
integris, ex duobus corruptis, ex integro et corrupto, ex corrupto et integro),
de cuyo conocimiento dan cuenta también en otros pasajes de sus gramáticas.
Es el caso, por ejemplo, del anonymus ad Cuimnanum cuyo autor, al hablar
de los géneros de los nombres, ofrece como ejemplo el término sacerdos y
señala su etimología indicando sus elementos componentes20.
En las explicaciones sobre los cuatro modos una gran mayoría de estos
autores va señalando en los ejemplos que ofrecen cuáles son los términos
íntegros que han dado lugar a los elementos composicionales que han visto
alterada su forma original. Y al hacerlo, sin que sea de forma expresa, están
dando a entender la presencia de cambios fonéticos. Para que esa indicación
sea más concreta habrá que esperar al siglo IX en el que los comentaristas,
en especial en Sedulio, ofrecen la consignación específica de determinados
cambios. Los tres comentaristas son los únicos autores que especifican
claramente la presencia de determinados cambios fonéticos ya sea al hablar
de la figura en el nombre ya en el verbo21. Recurren a esta práctica también
en otros ejemplos a lo largo de sus respectivos comentarios. Casi todos ellos
coinciden22 .
Pero no toda la información que los gramáticos irlandeses ofrecen de
la composición está basado en la doctrina de artígrafos de siglos anteriores.
En el siglo IX dos autores concretos, Muretach y Sedulio, hablan de ella como
uno de los modos de la definitio soni, es decir uno de los modos de hacer
etimología (uid. supra 312). Esta consideración es algo nuevo en las gramáticas.
Sin embargo, no ofrecen ninguna consideración teórica específica acerca de
ella. La nombran en las explicaciones que ofrecen de la definición gramatical
al hablar de las partes orationis antes de pasar a tratar cada una de ellas en
particular23. Se trata de una simple mención. No está acompañada de ninguna
aclaración de carácter teórico. Tan sólo de ejemplos. Ambos autores ofrecen,
además, los mismos, participium y municeps, que están tomados de las artes.
En el desarrollo de sus obras los dos comentaristas vuelven a señalar este
modo concreto de definitio soni al hablar del participio, que había sido uno
382
Composición
de los ejemplos propuestos. Cuando ofrecen su etimología los dos indican
que estamos ante una definición de sonido por composición24. No señalan
ninguna consideración acerca de ésta.
Así pues, la consignación de la composición como un modo de
definitio soni es novedoso pero está aún escasamente desarrollado.
2. 2 - La composición en la retórica: Cicerón y Quintiliano
Cicerón aborda la cuestión de los compuestos al hablar de la creación
de palabras. En Partitiones oratoriae25 señala que la composición es uno de
los métodos por los que se crean nuevos vocablos a partir de las palabras
primigenias. Designa éstas últimas como uerba natiua y las de nueva
creación, sea por efecto de la composición sea por cualquier otro método,
uerba reperta. La composición recibe la designación de adiunctio.
En el libro primero de su Institutio oratoria Quintiliano había tratado
la composición desde el punto de vista del análisis de las palabras. En el libro
octavo (Inst. 8. 3. 36 s.) vuelve a abordar el tema, pero esta vez desde el punto
de vista de su creación.
Como antes hubiera hecho el Arpinate, Quintiliano señala que la
composición es una forma de crear nuevos términos26. Para referirse a las
palabras primigenias y a las de nueva creación se sirve de los mismos
términos que Cicerón, no ocurriendo lo mismo para designar la composición.
En este uso recurre al verbo coniungere.
Quintiliano indica también que la composición fue un procedimiento
más frecuente en la lengua griega que en la latina (Inst. 8. 3. 31)
3 - La práctica etimológica de la composición
3. 1 - Los inicios
Los primeros ejemplos de explicaciones etimológicas por composición
383
Métodos etimológicos
aparecen ya en los comienzos de la época literaria, en los textos de Plauto y
Ennio. Dichos ejemplos tienen un punto en común: están referidos a nombres
de origen griego. Ennio recurrió a la composición para justificar los nombres
de ciertos personajes míticos griegos. Siglos más tarde, Varrón desacreditaría
su manera de proceder diciendo que sus etimologías se entendían en griego
pero no en latín27. Plauto se había servido de la composición en la explicación
de alguno de los nombres propios que aparecen en sus comedias28.
Así pues, en sus comienzos la composición está ligada a lo griego.
3. 2 - Elio Estilón, Varrón y Nigidio Fígulo.
El influjo heleno se volvió a sentir con Elio Estilón. Como adaptador
de la etimología griega a la lengua latina recurrió a los métodos empleados
por los griegos, entre los cuales estaba la composición.
En los ejemplos de compuestos que nos han llegado de este autor no se
registra ningún término técnico que designara este procedimiento, ni ninguna
explicación teórica acerca del mismo29. Será su discípulo Varrón el primer
autor en el que encontremos testimonios de ambos aspectos.
Varrón da a entender en su descripción de los cuatro grados etimológicos
que los compuestos son el objeto del primero de ellos. Se trata de compuestos
de fácil interpretación, incluso para la gente vulgar. Sin embargo, los
compuestos no son privativos de ese grado. Entre los ejemplos que ofrece
para el segundo grado, el de la llamada gramática antigua, hay también un
compuesto, incuruiceruicus (L. 5. 7). A él habrá que añadir todos aquellos
que aparecen en el libro séptimo dedicado a las palabras poéticas. No es raro
que en este libro aparezcan ejemplos de compuestos, pues la poesía es un
campo privilegiado para el desarrollo de la composición.
Descartando el cuarto grado del que, como ya indicamos (uid. supra
25 s.) no da ejemplo alguno en su exposición, el tercero es el único en el que
no registramos un compuesto entre los ejemplos que ofrece del mismo. Sin
384
Composición
embargo, a lo largo de los libros quinto y sexto, exponentes del tercer grado
y de sus intentos de alcanzar el cuarto, nos encontramos también etimologías
de palabras explicadas por composición.
Tanto los compuestos aparecidos en los libros quinto y sexto, como los
que figuran en el séptimo (hemos registrado un total de cincuenta y tres
etimologías explicadas por composición en esos tres libros) no son tan fáciles
de explicar como los del primer grado. Para aclarar su origen es necesaria la
experiencia del etimólogo quien puede indicar cuáles son sus elementos
componentes30, los cambios fonéticos operados31 e, incluso, puede recurrir a
un nomen fictum para facilitar la comprensión de la relación fonética
establecida32.
Muller (1910: 194 ss.) agrupa los compuestos de Varrón en tres
grandes grupos: compuestos que se reconocen como tales de un sólo golpe
de vista, compuestos que en las fuentes de Varrón tal vez eran explicados de
esa forma y los que no pareciendo exigir una explicación como compuestos
son explicados por el Reatino como tales. Como ejemplos ofrece, entre otros,
aedificium y diobolares para el primer grupo, crusta y ficedula para el
segundo y para el tercero ocrea, semita y quaerere33. En la explicación de
los compuestos de este último grupo Muller le reconoce cierta osadía a
Varrón. En su opinión, el Reatino se sirvió en escasa medida de la composición
y al modo estoico no lo hizo nunca. Los ejemplos de compuestos estoicos,
añade, se deben siempre a otros autores, en especial a Elio Estilón.
Por su parte, Ferrari (1978: 18 s.) no distingue grupos y afirma que los
compuestos de los que habla Varrón son sólo presuntos compuestos y se
pueden explicar como producto de una “addizione linguistica”.
En sus etimologías de términos compuestos Varrón recurre tanto al
esquema derivativo, como al esquema causal, mostrando cierta preferencia
por el primero de ellos34.
Mayor predilección por la composición sintió Nigidio Fígulo. Ya
indicamos que la frecuencia con la que recurre a este proceder se justifica por
385
Métodos etimológicos
su pitagorismo: la palabra igual que un organismo se descompone en
elementos (cf. Traglia, 1978: 279).
Nigidio señala siempre los términos composicionales del compuesto y
en algunos de ellos advierte, incluso, la existencia de cambios fonéticos35. Se
sirve como Varrón y Elio Estilón de los esquemas derivativo y causal. Junto
a ellos encontramos por primera vez el empleo del esquema “B quasi”, en el
que el adverbio introduce los dos elementos composicionales, y que tendrá
gran éxito en siglos futuros36.
3. 3 - Gelio y Festo
Gelio no aporta ninguna consideración teórica acerca de la composición.
Sin embargo, su testimonio es importante. No dudó en criticar el uso indebido
que de ella hacían otros autores a la hora de explicar el origen de algunas
palabras. Critica, por ejemplos, las etimologías de testamentum y sacellum
propuestas la primera por Servio Sulpicio (7. 12. 1-4) y la segunda por
Trebacio (7. 12. 5 s.). También critica la de auarus propuesta por Nigidio
Fígulo (10. 5. 1).
Pero que lo critique no significa que esté en contra de este método.
También hace uso de él (hemos registrado veinticinco ejemplos casi todos
correspondientes a otros autores cuyo nombre cita) e, incluso, alaba en
ocasiones las etimologías explicadas con su ayuda. Así lo hace con frater y
con indutiae37. La primera de ellas corresponde a Nigidio Fígulo, autor al que,
si es necesario, no duda en criticar tal y como hemos señalado.
Como en Gelio, también en Festo encontramos indicaciones de que
algunas explicaciones por composición no le parecen correctas38.
3. 4 - Nonio Marcelo
Nonio recurrió en diecisiete ocasiones a la composición en el libro I de
386
Composición
su obra de compendiosa doctrina. En ellas se sirvió de los diferentes
esquemas etimológicos existentes, “B ab A”, “B quod” y “B quasi” siendo
éste último el más frecuente39. Sus compuestos son siempre de dos elementos.
En el no encontramos ningún ejemplo de uso de las quaternae causae o de
los nomina ficta.
3. 5 - Los artígrafos de los siglos IV al VI
Aquellos artígrafos que desempeñaron también la labor de comentaristas
ofrecen en sus diferentes comentarios ejemplos de términos compuestos40.
Así lo hacen Donato, Servio y Prisciano. Pero entre ellos hay ciertas
diferencias. Los ejemplos de Servio suelen ser nombres propios, mientras
que los de Donato y Prisciano son palabras de todo tipo. A ello se une que
Servio no suele aportar ninguna información acerca de los distintos elementos
del compuesto. Por su parte Prisciano va preguntando por la figura de los
diferentes términos que comenta. En aquellos casos en los que se trata de un
término compuesto especifica a cuál de los cuatro modos de composición
corresponde y, de aquellos elementos composicionales que no aparecen en
el compuesto de forma íntegra, señala cuál es la corrupción sufrida y los
cambios fonéticos operados amén de otros detalles acerca de ambos términos41.
3. 6 - Casiodoro
En sus Institutiones Casiodoro no ofrece ninguna mención teórica
acerca de la composición. No incluye en los capítulos dedicados a la
gramática referencia alguna a la figura. Sin embargo, sí la conocía como
método etimológico. De ello da cuenta en su comentario a los salmos en el
que un grupo no muy grande de palabras es explicado por composición.
Por lo general, no suele señalar que los compuestos sean tales. Sí lo
indica en la explicación de tabernacula, donde dice que es un término ex
duobus nominibus unum factum, y en la de simulacrum del que dice que es
387
Métodos etimológicos
un compositum42.
Todos sus ejemplos son compuestos de dos elementos composicionales.
En ellos recurre preferentemente al esquema “B quasi”, en el que el adverbio
introduce los dos componentes del compuesto, y en un menor número de
ocasiones a los esquemas “B quod” y “B ab A”43.
3. 7 - Isidoro
Al igual que Casiodoro, Isidoro tampoco incluye un capítulo de figuris
en la gramática de su obra enciclopédica. Lo menciona de pasada al tratar la
comparación del nombre44. Sin embargo, los comentarios que hace al hablar
de los términos beniuolus y osanna permiten deducir que conocía la
tradición gramatical referente a este tema. En el primer caso señala que a
menudo en un compuesto se ve alterada la primera o la segunda letra; en el
segundo insiste en los cambios que se operan en algunos compuestos en la
parte final del primer elemento composicional (en su explicación compara lo
ocurrido en el compuesto con la elisión que se opera en ciertos contextos
métricos)45.
En el capítulo dedicado a los pronombres señala la posibilidad de que
haya palabras compuestas y en el dedicado a las preposiciones dice que éstas
se unen a los verbos para formar verbos compuestos46.
Aunque en su tipología etimológica no aparece la composición, ésta
está presente como método etimológico a lo largo de su obra. De hecho, en
él es donde más ejemplos de este tipo de etimología encontramos. Isidoro
recurrió a los diferentes tipos de esquemas etimológicos, siendo elevado el
número de ejemplos en los que se sirve del esquema “B quasi”47.
Los términos explicados por composición constan por lo general de
dos elementos composicionales. Algunos, no obstante, están formados por
tres elementos48.
388
Composición
4 - Vocabulario técnico
Los primeros indicios de un vocabulario técnico referido a este método
los encontramos en la obra del Reatino. Sin embargo no se sirve de un único
término. En L. 6. 55 distingue las palabras derivadas de las compuestas. Para
nombrar las primeras recurre al término declinata, para las segundas a
compositicia. Este último término lo emplea también para designar el
conjunto de formas compuestas de la lengua latina, el llamado compositicium
genus49. Así pues, compositicium sirve tanto para designar los compuestos
de forma general, como para para consignar de forma particular cada uno de
ellos.
Junto a compositicium también se sirve de los términos compositum,
propositio y origo duplex. El primero de ellos lo emplea para designar los
compuestos de forma particular contraponiéndolo a simplex. Esta
contraposición se perpetuará con el paso del tiempo en las artes gramaticales.
Los otros dos términos, propositio y origo duplex, los emplea cada uno de
ellos en una única ocasión50. Goetz y Schoell (cf. Riganti, 1978: 161)
consideran que propositio no debe entenderse como compuesto sino como
‘concepto’. Por el contrario Riganti lo traduce como ‘compuesto’. Taylor
(1974: 12 ss.), que sigue a Kent, considera que Varrón designó la composición
también con el término declinatio.
El problema del vocabulario, su falta de uniformidad, se registra
también en autores coetáneos a Varrón. Nigidio Fígulo se refería a los
compuestos designándolos como copulatum, iunctum, compositum y
composita uox. Contrapone los dos primeros a simplex51. También ofrece una
designación para la propia composición, copula52. En ese mismo siglo pero
en el ámbito retórico Cicerón nombra la composición con el término
adiunctio53.
Frente a las designaciones gramaticales de Varrón y Nigidio Fígulo,
Quintiliano se sirvió de un único término, compositum54, para designar la
composición en el libro primero de su Institutio oratoria. Al igual que el
389
Métodos etimológicos
Reatino opone compositum a simplex. Emplea también el verbo iungere.
Este reaparece en las consideraciones sobre la composición del libro octavo,
de contenido retórico, y junto con él coniungere55.
La uniformidad registrada en Quintiliano es sólo pasajera. En el siglo
II Gelio empleó para designar la composición un vocabulario mucho más
variado que el utilizado por Varrón o Nigidio Fígulo. Recurrió a los términos
compositum, confictum y duplex y a los giros copulatum nomen y mixtum
nomen. La composición la designa con los términos coitum y copula.
Asimismo, el giro iuncte et producte y el verbo conficere también nos
indican que estamos ante un término compuesto56.
Festo tan sólo indica que está ante un compuesto con ayuda de los
verbos componere y confingere, preferentemente el primero. Sin embargo,
lo más usual es que ofrezca las explicaciones etimológicas por composición
sin emplear siquiera esos verbos57. En una ocasión Festo utiliza el verbo
componere no para indicar la presencia de un término compuesto sino el
origen onomatopéyico de una palabra58. Este empleo no será exclusivo de
Festo también encontramos ejemplos en autores de siglos posteriores como
Isidoro
Nonio Marcelo recurre diecisiete veces a la composición como método
etimológico. En ninguna de ellas señala que se trate de palabras compuestas.
No obstante, en diez ocasiones recurre al esquema “B quasi” en el que el
adverbio introduce los dos elementos del compuesto59.
Los artígrafos siguen la tradición gramatical de Quintiliano a la hora
designar los compuestos. Utilizan el término (figura) composita y lo oponen
a (figura) simplex60. Prisciano añade a la oposición simplex /compositum’ un
tercer elemento ,(figura) decomposita, que no es sino el término derivado a
partir de un compuesto61.
Casiodoro no suele señalar que los compuestos sean tales. Tan sólo lo
hace en dos ocasiones empleando para ello distintos giros, ex duobus
nominibus unum factum y compositum62. La presencia de una etimología por
composición suele estar marcada por el uso del quasi que introduce los dos
390
Composición
elementos del compuesto.
Isidoro, como Casiodoro, recurre mayoritariamente al adverbio quasi
para indicar la presencia de un compuesto. En un menor número de ocasiones
emplea el verbo componere63. El de Sevilla utiliza este verbo con poca
uniformidad pues, además de para la composición, también lo emplea para
designar la derivación y la onomatopeya64.
Los gramáticos irlandeses continúan la tradición artígrafa. En sus
obras encontramos la oposición simplex / compositum. Los comentaristas
del siglo IX que ya conocen las Institutiones grammaticae de Prisciano
añaden el tercer elemento, los decomposita pero sólo lo aplican a los
nombres. Al hablar de las restantes partes del discurso tan sólo acuden a la
oposición simplex / compositum.
El autor del anonymus ad Cuimnanum designa la composición con el
término conpossitio e indica que ésta consiste en la unión de dos nombres65.
Así pues, podemos concluir que:
1º - existe en los autores de gramáticas escolares una gran uniformidad en
el vocabulario referente a los términos compuestos, no ocurriendo lo
mismo en los restantes autores;
2º - pese a esa variedad terminológica existente, los términos más
generalizados para indicar la presencia de un compuesto son el adjetivo
compositum y el verbo componere;
3º - en cuanto a la composición, no se registra indicio alguno de
uniformidad en su designación.
5 - Esquemas empleados en las explicaciones etimológicas
por composición
Para explicar un término como resultado de una composición los
autores latinos se sirvieron de diferentes esquemas. Bien emplearon el
esquema derivativo, “B ab A”, bien el esquema causal, “B quod”, con sus
391
Métodos etimológicos
respectivas variantes.
5. 1 - Esquema derivativo
Cuando se emplea el esquema derivativo los dos elementos del
compuesto pueden estar coordinados66 o puede existir entre ellos una
relación de dependencia sintáctica del tipo sustantivo-complemento del
nombre o sustantivo-adjetivo/adjetivo verbal67. Los tipos de palabras
explicados mediante este esquema son mayoritariamente nombres sustantivos
y adjetivos. Contamos también con algunos ejemplos de verbos. En este
esquema las preposiciones empleadas para introducir los términos
composicionales son ab y ex. El uso de una u otra preposición depende del
autor.
Varrón utilizó exclusivamente la primera de ellas. Por su parte Gelio
y Festo emplearon las dos. Pero mientras que en Gelio el uso de una u otra
preposición no parece seguir ninguna regla, en Festo sí. Este autor recurre
mayoritariamente a la preposición ex cuando señala el compuesto con el
término compositum. Cuando no lo hace la preposición que emplea es ab68.
Nonio Marcelo y Servio utilizan una única preposición, ab. Casiodoro
en sus escasos ejemplos de explicaciones etimológicas por composición se
decanta por el uso de ab. Isidoro emplea mayoritariamente ab pero también
hay ejemplos con ex.
En los gramáticos irlandeses se encuentran ejemplos de ambas
posibilidades, pero según el autor parece preferirse una u otra. Casi todos los
ejemplos de este tipo de etimologías aparecen en los gramáticos del siglo IX.
De ellos Muretach utiliza ex, el autor del ars Laureshamensis se decanta por
el uso de ab, Sedulio, que emplea las dos, recurre en un mayor número de
ocasiones a ex y el autor del Donatus ortigraphus se sirve de una y otra sin
mostrar preferencia por ninguna de ellas69.
392
Composición
5. 2 - Esquema causal
Cuando se recurre al esquema causal, los elementos composicionales
no aparecen nunca coordinados, sino que ambos son dos de los componentes
de la oración causal introducida por la conjunción70. Las relaciones sintácticas
entre dichos elementos son variadas: sustantivo-complemento del nombre;
sustantivo-adjetivo; verbo-complemento directo; adverbio-verbo, etc. Los
tipos de palabras que así se explican son nombres sustantivos y adjetivos.
En este tipo de esquema la causa puede estar introducida por diversas
conjunciones quod, quoniam, quia. Asimismo no es raro que aparezca un
término correlativo del tipo eo, ideo y ab eo.
5. 3 - Esquema “B quasi”
Además de los dos esquemas nombrados existe una tercera posibilidad,
el esquema “B quasi”. En él el adverbio quasi introduce los dos elementos
que forman el compuesto. La relación sintáctica existente entre estos es
variada: sustantivo - complemento del nombre, sustantivo-adjetivo/adjetivo
verbal, preposición-sustantivo, verbo-adverbio, verbo-complemento directo71.
Los tipos de palabras que se explican con ayuda de este esquema son más
variados que en los otros dos esquemas. Encontramos ejemplos de nombres
sustantivos y adjetivos, verbos y adverbios.
Los primeros ejemplos de esta tercera posibilidad se encuentran ya en
Nigidio Figulo72. Su empleo aumentaría con el paso del tiempo llegando a ser
en algunos autores la forma más usual de explicar los compuestos. Así
ocurre, tal y como ya hemos señalado anteriormente, en Nonio Marcelo y
sobre todo en Casiodoro y en Isidoro. Nonio lo emplea en diez de las
diecisiete etimologías explicadas como compuestos en el libro primero de su
de compendiosa doctrina, Casiodoro recurre a este esquema en veintisiete de
las treinta y ocho etimologías explicadas por composición e Isidoro se sirve
de él en casi un centenar de ocasiones73.
393
Métodos etimológicos
Este esquema es el más empleado por los gramáticos irlandeses,
especialmente por Sedulio. Los ejemplos de los gramáticos irlandeses
corresponden en su mayoría a términos no técnicos registrados en autores
anteriores74. En ocasiones no cuentan con precedentes. Sedulio, por ejemplo,
ofrece una etimología por composición de corpus. De dicho término si
contamos con una etimología de Isidoro, pero los elementos composicionales
señalados por el Sevillano no son los mismos75.
También contamos con ejemplos de etimologías de términos técnicos.
Como ocurre con los términos no técnicos algunas corresponden a la
tradición gramatical y otras aparecen en sus obras por primera vez. Son
nuevas las etimologías de simplex y proprium76. Cuentan con toda una
tradición las de oratio y participium77.
5. 4 - Frecuencia de uso de los diferentes esquemas
La frecuencia de uso de uno u otro esquema varía según el autor. En
ningún caso la mayor frecuencia de uso de un determinado esquema anula la
presencia de los otros dos esquemas.
Elio Estilón recurrió, a tenor de los ejemplos conservados,
mayoritariamente al esquema causal. De los cuatro ejemplos de palabras
compuestas tres se explican con su ayuda y la cuarta mediante el esquema
derivativo.
Varrón se sirvió también de esos dos esquemas, pero en él, al
contrario que en su maestro, el uso del esquema derivativo supera al esquema
causal. Empleó el primero de ellos en veintinueve ocasiones y el segundo en
veintitrés. En Nigidio Figulo encontramos ejemplos de los esquemas derivativo
y causal y también por primera vez, tal y como hemos indicado anteriormente,
el esquema quasi.
Entre los lexicógrafos no hay uniformidad pues mientras que Festo
parece preferir el esquema derivativo, Nonio Marcelo recurre en un mayor
número de ocasiones al esquema “B quasi”. Servio también parece preferir
394
Composición
dicho esquema en sus comentarios a los poemas de Virgilio, mientras que en
ese mismo oficio Prisciano se decanta por el esquema derivativo “B ab A”.
Casiodoro prefiere el esquema “B quasi”. También Isidoro recurre
mayoritariamente a ese mismo esquema.
6 - Elementos composicionales del compuesto
6. 1 - Número de elementos que forman parte de un compuesto
Quintiliano señala que los términos compuestos latinos son el resultado
de la unión de dos palabras, pese a que autores de la talla de Cicerón afirmen
que hay palabras compuestas por tres elementos composicionales78.
También los artígrafos insistieron con sus cuatro modos de llevar a
cabo la composición en que los elementos del compuesto son dos. No
obstante, recogieron en sus escritos la posibilidad de compuestos de más de
dos elementos, aunque suelen indicar mediante adverbios del tipo aliquando
que eso ocurría en escasas ocasiones. Los ejemplos propuestos por Carisio,
Diomedes y Consencio al respecto son todos de más de tres elementos79. Por
su parte, Probo habla tanto de compuestos de tres elementos como de cuatro
de los que ofrece también su esquema compositivo80. Prisciano al referirse a
estos compuestos de más de dos elementos dice que que son derivados a partir
de los compuestos y los designa con el nombre de decomposita81.
Los gramáticos irlandeses no ofrecen ninguna explicación novedosa.
Todos dan muestras de conocer la doctrina de Donato y los comentaristas del
siglo IX demuestran también conocer a Prisciano. Tan sólo el autor del ars
Ambrosiana señala los ocho tipos de compuestos de más de dos elementos
distinguidos por Probo82.
En la práctica la mayoría de los términos cuya etimología se explica
por composición están formados por dos elementos y raramente por tres.
Contamos con algunos ejemplos en Gelio, Donato, Servio, Casiodoro e
Isidoro83.
395
Métodos etimológicos
6. 2 - Lengua de procedencia de los elementos composicionales
Independientemente del número de elementos que conforman un
compuesto, éstos son en la mayoría de los ejemplos registrados términos
latinos. Hemos visto que sólo en las explicaciones de Quintiliano y de
Consencio se admite la posibilidad de compuestos con elementos procedentes
de una lengua extranjera. En la práctica estos compuestos son escasos.
Cuando alguno de los elementos es de origen extranjero la lengua de
procedencia suele ser el griego84. En este caso lo más frecuente es que en la
explicación etimológica se indique expresamente el origen griego de uno de
los elementos composicionales sin indicar cuál es. Encontramos también
ejemplos de un elemento de origen sirio85.
En ocasiones los dos elementos del compuesto son explicados como
procedentes de una lengua extranjera. En esos casos la lengua en cuestión
suele ser el griego86. Puede ocurrir también que uno de los elementos sea
griego y el otro sea de una lengua diferente87 o que los dos pertenezcan a otra
lengua. Esto último es lo que nos encontramos en las explicaciones de
algunos nomina sacra. En ese caso los dos elementos del compuesto pueden
ser de origen hebreo o sirio88.
El número de autores en los que encontramos ejemplos de compuestos
de elementos composicionales extranjeros es menor que el de aquellos otros
que ofrecen ejemplos de compuestos con ambos elementos composicionales
de origen latino. Tan sólo registramos ejemplos en Festo, Nonio Marcelo,
Servio, Isidoro y Sedulio. De todos ellos el que reune un mayor número de
ejemplos es Servio. Casi todos ellos son compuestos de dos elementos
composicionales griegos. Dichos ejemplos son, en su mayoría, nombres
propios relacionados en mayor o menor medida con la cultura griega89.
En las etimologías con uno o con los dos términos inductores
procedentes de una lengua diferente al latín los étimos extranjeros no
adquieren valor de tal si no se ofrece su traducción latina y se establece las
396
Composición
equivalencias entre ésta y aquellos. Sólo en ese caso la etimología será
completa. Ejemplo de ello serían las etimologías que Isidoro ofrece de
monogamus y Sedulio de magister. Señala Isidoro que monogamus es un
compuesto de dos elementos griegos, movnon y gavmoß, cuyas traducciones
latinas son unum y nuptiae respectivamente. La equiparación de los términos
griegos y su traducción facilita la comprensión de la explicación etimológica
ofrecida90. Por su parte Sedulio indica que magister es un compuesto
grecolatino. Los elementos composicionales son el latín magis y el griego
sthvrion. La relación semántica queda establecida al indicar que sthvrion
significa statio91.
Si no se indica el étimo extranjero que da lugar a uno de los elementos
composicionales o si éste se indica pero no se establece una equivalencia con
su traducción latina, la etimología no será completa, pues no habrá quedado
perfectamente justificada la relación formal en el primer caso o la semántica
en el segundo. Un ejemplo es la etimología que Isidoro ofrece de sacerdos.
Señala que es un compuesto grecolatino pero no indica cuál es el étimo griego
en cuestión92. Este mismo autor ofrece también la etimología de chamaemelos.
Se trata también de un término compuesto pero en este caso es un compuesto
dos elementos griegos que no nombra, camaiv y mh`lon. Dice que recibe ese
nombre porque huele a manzana, es de pequeño tamaño y no se levanta
mucho de la tierra. Con su explicación justifica la relación semántica entre
los dos étimos y el compuesto resultante pero no la relación formal93 .
Al igual que es posible encontrar de un mismo término diferentes
explicaciones etimológicas basadas en distintos métodos, cabe también la
posibilidad de encontrar una palabra explicada como compuesto a partir de
términos inductores latinos o términos inductores procedentes de una lengua
extranjera. Es el caso, por ejemplo, de centaurus. Servio lo explica como un
compuesto de dos palabras de origen griego y el gramático irlandés autor del
ars Ambrosiana lo explica como un compuesto de dos elementos latinos94.
Los ejemplos de esta concurrencia son escasos.
397
Métodos etimológicos
6. 3 - Naturaleza de los elementos composicionales
Una vez examinados el número de elementos que pueden formar parte
del compuesto, así como las lenguas a la que pueden pertenecer los diferentes
términos composicionales es el momento de analizar su naturaleza, esto es,
los tipos de palabras que se unen para formar los compuestos.
Aquellos autores que abordan en sus obras de forma teórica la
composición no siempre indican en sus explicaciones cuál es la naturaleza de
los distintos elementos composicionales.
Varrón y Quintiliano señalan que muchos compuestos se forman con
un primer elemento preverbio o preposición95.
Entre los artígrafos sólo Probo y Prisciano indican qué clase de
palabras es cada uno de los diferentes términos que forman un compuesto,
pero lo hacen de una forma diferente. Probo tan sólo señala la naturaleza de
aquellos elementos que, en su opinión, se conservan íntegros en el compuesto.
Ya hemos dicho que este autor llevó al límite la segmentación de la palabra
dividiéndola de forma tal que siempre apareciera en ella algún elemento
íntegro de fácil identificación. En esta tarea recurría a las preposiciones,
conjunciones y pronombres monosilábicos y en menor medida a pronombres,
nombres y participios bisilábicos. Así, según su división, praesidia estaría
formado por cuatro elementos íntegros, una preposición, prae, una conjunción,
si, y dos preposiciones, di y a, mientras que catulinam lo estaría por un
término corrupto, ca, un pronombre tu, otro término corrupto, li, y una
conjunción nam96.
Por su parte, Prisciano señala, tanto en el capítulo dedicado al nomen
como en el dedicado al uerbum, qué tipo de palabra pueden ser los dos
elementos composicionales del compuesto. Con relación a los nombres
indica que los elementos pueden ser nombres, verbos, participios, pronombres,
adverbios, preposiciones o conjunciones y al hablar de los verbos señala que
el primer elemento puede ser un nombre, un verbo o un adverbio97.
Al igual que ocurre con los artígrafos tampoco todos los gramáticos
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Composición
irlandeses especifican la naturaleza de los elementos que conforman el
compuesto. Sí lo hacen el autor del anonymus ad Cuimnanum, el del ars
Laureshamensis, Muretac y Sedulio. El primero de ellos dio muestras de
conocer la doctrina de Probo al señalar que inperterritus es un compuesto de
cuatro elementos cuya naturaleza señala98. Por su parte, el autor del ars
Laureshamensis y Sedulio siguen la doctrina expuesta por Prisciano en la
composición de los verbos99.
Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. De hecho, los diferentes
autores que recurren a la composición no suelen especificar qué clase de
palabras forman el compuesto. Por lo general se limitan a decir cuáles son los
elementos composicionales sin más. La excepción a esta regla son Probo,
Prisciano y algunos gramáticos irlandeses.
Realizar una enumeración detallada de las diferentes combinaciones
posibles para formar un compuesto sería algo excesivo en este análisis. Sin
embargo no queremos dejar de señalar que, de una forma general, el segundo
elemento suele ser un nombre - sustantivo o un verbo, mientras que el primero
ofrece un mayor abanico de posibilidades. Puede ser un nombre (sustantivo
o adjetivo, pues para los gramáticos latinos ambos eran nomina), un verbo,
un adverbio, una preposición o un pronombre.
También se observa que, según la clase de palabra a la que pertenezca
el compuesto resultante, los elementos composicionales que se distinguen
son unos u otros.
7 - El empleo de las quaternae causae en los compuestos
La unión de los distintos elementos de compuesto no se opera siempre
con igual fuerza. Tal y como se señala en la tradición gramatical latina los
compuestos pueden ser de cuatro tipos:
A - con los dos términos íntegros: pronuntiare es un compuesto de pro
y nuntiare100 .
399
Métodos etimológicos
B - con el primer elemento corrupto por mor de una reducción, de una
apofonía vocálica, de una asimilación o una disimilación consonántica, etc
y el segundo íntegro: cura deriva de cor y urat, meridies es el resultado de
la unión de medius y dies, iuglans es un compuesto de Iouis y glans101.
C - con el segundo elemento corrupto por alguna de las causas antes
nombradas y el primero íntegro: nomenclator es un compuesto de nomen y
calator102.
D - con los dos elementos corruptos: peluis procede de pedes y lauatio,
autumno es un compuesto de ab y aestumno103.
Los únicos autores que especifican el tipo de compuesto y las formas
íntegras de aquellos elementos que han sufrido una corrupción son los
artígrafos Probo y Prisciano y algunos gramáticos irlandeses, aunque no en
todas las ocasiones. Dichos ejemplos se encuentran en sus explicaciones
sobre la figura de las diferentes partes de la oración, en especial el nombre
y el verbo. En el caso de Prisciano la mayor parte de los ejemplos los
encontramos en su comentario técnico Partitiones duodecim uersuum Aeneidis
principalium104.
Salvo en el primer tipo, en todos los demás forma parte del compuesto
un elemento corrupto. La corrupción de los elementos composicionales
puede afectar a una letra, a una sílaba o a varias sílabas. No hay reglas. Es el
propio autor el que en cada caso elimina aquello que le sobra o modifica
aquella letra que impide el parecido formal necesario para establecer la
relación etimológica. Lo que le interesa a la hora de formular una etimología
es explicar el significado de la palabra con ayuda de otros vocablos cuyo
parecido fonético y semántico así lo permiten. Estas corrupciones llegan en
ocasiones a causar verdadero asombro a los comentaristas gramaticales105.
Pese a la frecuencia con la que se recurre a las quaternae causae, en la
mayoría de los casos no se señalan los cambios fonéticos operados al
producirse la composición. El uso de las quaternae causae no está
400
Composición
generalizado. Encontramos algunos ejemplos en Varrón, Nigidio Figulo,
Gelio, Festo, Prisciano, Isidoro y el gramático del siglo IX Sedulio106. Gelio
habla, incluso, de cambios fonéticos corrientes en los compuestos como es
la apofonia vocálica107. Isidoro advierte que en ellos es frecuente que se
produzcan cambios fonéticos y que se operen reducciones en la forma de su
primer elemento componente108.
8 - Los nomina ficta en la explicación etimológica por
composición
Con anterioridad hemos indicado que el uso de las quaternae causae
no estaba muy generalizado en las explicaciones etimológicas en las que se
recurre a la composición. Por el contrario, el uso de los nomina ficta es más
frecuente.
Cuando el término resultante de una composición guarda escasa
relación con alguno de sus elementos componentes, puede recurrirse al uso
de un nomen fictum que permite el establecimiento de la misma. Se encuentran
ejemplos en Q. Escévola, Varrón, Gavio Baso, Servio Claudio, Frontón,
Gelio, Festo, Servio e Isidoro109.
No existe un único término para introducir los nomina ficta. Mientras
que Varrón empleaba ut, los restantes autores nombrados utilizan
mayoritariamente quasi. Otra posibilidad es uelut, que encontramos en muy
escasas ocasiones en Festo. Sobre este aspecto incidiremos nuevamente en
el capítulo dedicado a los nomina ficta.
9 - Tipos de palabras que reciben una explicación
etimológica por composición
Las palabras explicadas por composición son en su mayoría nombres
sustantivos. Estos pueden ser tanto nombres propios como comunes. Los
ejemplos de unos y otros son muy variados.
401
Métodos etimológicos
Entre los nombres propios hay topónimos110, antropónimos y
gentilicios111, teónimos112, nombres de astros y vientos113.
Entre los nombres comunes encontramos términos técnicos
gramaticales114, términos relacionados con el parentesco familiar y las
edades de la vida115, el derecho116, las magistraturas117, el calendario118, las
monedas y los pesos119, la fauna120, la flora121, la religión122, la muerte123, los
instrumentos musicales124, el cuerpo humano125, los sentimientos126, etc.
Los ejemplos de nombres adjetivos son mucho menos frecuentes que
los de los nombres sustantivos127. Isidoro es el autor que ofrece un mayor
número de ejemplos. Todos ellos están reunidos en el libro X de sus
Etymologiae, un pequeño diccionario sobre el hombre.
Los ejemplos de verbos, pronombres, adverbios y conjunciones son
escasos128.
La composición fue un método fue empleado por todo tipo de autores.
10 - Conclusiones en torno a la composición
Finalizado este examen sobre la composición como método etimológico
podemos concluir que:
1º - la composición es junto con la derivación uno de los métodos
etimológicos más utilizados;
2º - algunos autores como Gelio y Festo denuncian el uso incorrecto de
la composición como método de explicación etimológica. Otros como
Quintiliano defienden un uso escaso de la misma;
3º - aunque la composición es objeto de indagación teórica, no lo es desde
un punto de vista estrictamente etimológico;
4º - los diferentes autores que ofrecen consideraciones teóricas acerca de
la composición contraponen los términos simplex y compositum Prisciano
y los comentaristas del siglo IX incluyen también decompositum. Sin
embargo, aquellos que recurren a la composición en sus explicaciones
etimológicas ofrecen una mayor variedad de términos para designar los
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Composición
compuestos;
5º - en Quintiliano encontramos por primera vez la doctrina gramatical
de los cuatro modos de composición que será repetida por los artígrafos
y los gramáticos irlandeses;
6º - en las explicaciones etimológicas por composición encontramos un
nuevo tipo de esquema etimológico: “B quasi”;
7º - la frecuencia de uso de un esquema u otro varía según el autor. No
obstante, el esquema “B quasi” parece imponerse sobre los otros dos a
partir del siglo IV;
8º - por lo general los elementos composicionales de un compuesto son
dos;
9º - los elementos composicionales suelen ser de origen latino, pero
también pueden proceder de otras lenguas, siendo el griego la más usual;
10º - pese a que Gelio hable de cambios fonéticos específicos de los
compuestos el empleo de las quaternae causae es escaso. Por el contrario,
el uso de los nomina ficta es más frecuente;
11º - las palabras objeto de este tipo de explicación son mayoritariamente
nombres sustantivos.
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