LA COMPASIÓN Y EL AMOR: ESENCIA DE LOS SERES HUMANOS Por Martín (Thupten Chophel) Este artículo pretende incrementar la compasión y el amor en el mundo y dar a conocer que son la naturaleza fundamental de los seres humanos. No está dedicado sólo a personas creyentes en el Budismo o el Cristianismo, está dedicado a cualquier ser humano, para que no renuncie a su condición fundamental y la desarrolle y la potencie al máximo. Con este desarrollo llegará la felicidad para los demás seres y para nosotros. Hay personas que niegan que el altruismo exista de verdad. Alegan que todo se hace esperando algo a cambio. Si esperar algo a cambio es lograr la felicidad de haber dado nuestro amor y nuestra ayuda a los demás, sí es cierto que se espera algo a cambio, pero es muy sutil esta forma de esperar y no es la convencional que espera fama, dinero, elogios o poder. Para ilustrar la clase de altruismo de la que hablo, podéis pensar en las personas que durante la dictadura de Hitler, acogieron a algún judío o judía perseguidos. Le tuvieron en su casa escondido, le alimentaron, le cuidaron, y no podían esperar nada a cambio, de esta persona y no sólo esto, sino que incluso se jugaban la vida protegiendo de esta manera a un perseguido. Desde luego estas personas no esperaban algo a cambio desde el punto de vista convencional. Estas personas confiaban: a través de su compasión, en aliviar el sufrimiento de otro ser humano y a través de su amor en darle felicidad. Este ejemplo ilustra claramente que el altruismo es posible y existe. También yo conozco a muchas personas que han recogido un animal abandonado y en mal estado, lo han cuidado y luego lo han integrado en su casa, lo han brindado en adopción, o lo han llevado a una protectora de animales. Por tanto vemos con este ejemplo que la compasión y el amor no sólo se extiende a los seres humanos. La COMPASIÓN y el AMOR, escritos con mayúsculas, son abiertos a todos los seres sin excepción. Este es el destino final, nuestra meta última. Si logramos extender nuestro amor y compasión a todos los seres, habremos logrado el gran objetivo. Evidentemente esto no es fácil y requiere de una práctica continua, día tras día y año tras año, que puede verse también acompañada de un adiestramiento a través de pequeños textos, como por ejemplo el Bodhicharyavatara del gran Maestro Budista Santideva, en el que escribe, “Mientras dure el espacio y existan los seres sintientes, pueda permanecer en el samsara para aliviar los sufrimientos del mundo”. Esta determinación de querer permanecer al lado de todos los seres que sufren, para siempre, y si creemos en la reencarnación, vida tras vida, es un acto de compasión y amor sublime. Según el Budismo hay otras dimensiones de seres además de los humanos y animales, y la compasión y el amor se hace extensible también a ellos. Ahora os preguntaréis ¿cómo podemos fortalecer nosotros nuestro amor y compasión y extenderlos cada vez más?. Pues a mi se me ocurren varias formas que os escribo a continuación: - El tomar como ejemplo alguna persona que haya ejemplificado o ejemplifique este Amor y Compasión: Buda, Cristo, el Dalai Lama, Gandhi, la Madre Teresa de Calcuta, Vicente Ferrer. Es muy bueno recopilar información sobre ellos y leerla. Si tenemos una biografía es sumamente inspirador leerla, y si podemos viajar a lugares donde ellos viven o vivieron y dejaron su legado, también nos dará mucha fuerza. - Leer todos los días al despertarnos, el siguiente texto escrito por SS el XlV Dalai Lama: UNA VIDA HUMANA PRECIOSA: “Hoy soy afortunado por haberme despertado. Estoy vivo, tengo una vida humana preciosa. No la malgastaré, sino que utilizaré todas mis energías para mi crecimiento, para abrir mi corazón hacia los demás, para conseguir el Despertar en beneficio de todos los seres. Tendré pensamientos amables hacia los demás. No me enfadaré ni pensaré mal de los otros. Actuaré en beneficio de los demás tanto como sea capaz” - Recitar todos los días el mantra OM MANI PEME JUM, de Chenreszig, que tiene un poder enorme de expandir el amor y la compasión. Sus beneficios son enormes. Sería muy largo explicarlos todos. También se puede recitar el mantra OM TARE TUTTARE TURE SOJA, de Tara Verde. - Explicar y expandir a los demás y dejar como legado a las futuras generaciones esta práctica de la compasión y del amor. - Estar en contacto con personas positivas y altruistas, y evitar frecuentar las malas compañías cuando podemos elegir entre unos u otros. Por supuesto en el trabajo o la familia, nos toca estar con personas que no hemos elegido y ahí no podemos seleccionar tanto y sí practicar con intensidad. - Tener en casa una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, o de Chenreszig, que es la divinidad Budista del Amor y de la Compasión, también puede ser la Divinidad Budista Tara o la Virgen María. El contacto con estas imágenes tiene un poder transformador, debido a la interdependencia y cómo nos afectan las cosas que nos rodean. Los símbolos sagrados tienen poder transformador y purificador, aunque tan sólo se miren y no practiquemos nada más. Estas imágenes son el mejor FENG SHUI, para nuestra casa. A veces hay personas que destruyen una comunidad, una familia, un grupo de trabajo y causan graves perjuicios a numerosas personas. Pues bien, si nosotros tenemos la responsabilidad de dirigir a esas personas o de influenciar a esas personas, no hay que aplaudir sus malos actos, sino sacar a relucir nuestra energía airada externamente, pero llena de compasión y de amor internos, y pararles en seco e intentar conseguir que no perjudiquen a los demás y a sí mismos. El mejor ejemplo para comprender esto, es el de una madre que ve que su pequeño hijo va a introducir los dedos en los agujeros de un enchufe. La madre entonces, si el niño aún no tiene capacidad de entender sus palabras, le puede hasta dar un pequeño golpe en la mano, y hablar con un tono de voz muy fuerte, para que esta situación no se vuelva a repetir. Esta energía airada de la madre, es fruto de la compasión y el amor hacia su hijo, no llega por el odio y el enfado. Espero y deseo que estas pequeñas reflexiones os sean de ayuda y logren expandir un poquito el amor y la compasión universales.