Carver_Yates - PONS Idiomas

Anuncio
Raymond
Carver
A Small, Good Thing
•
Richard
Yates
Oh, Joseph, I’m So Tired
Read-Listen_carver_yates_book.indd 5
3/2/11 12:25:36
Director de la colección: Eduard Sancho
Coordinación editorial: Eulàlia Mata Burgarolas
Diseño y maquetación: Berta Obiols, Aina Obiols. La japonesa
Biografías y presentaciones de los relatos: Laura Fernández
Traducción del léxico: Escarlata Guillén
Revisión: Begoña Martínez Sarra, Susanne Nicolaus
Locución: Benjamin J. Nathan Serio
Fotografías: Raymond Carver © Bob Adelman/Corbis
Richard Yates © Jerry Bauer
“A Small, Good Thing” is taken from Cathedral,
Copyright © Raymond Carver 1983, Tess Gallagher 1989. All rights reserved.
“Oh, Joseph, I’m So Tired” is taken from Collected Stories
Copyright © The Estate of Richard Yates 1957, 1961, 1962, 1974, 1976, 1978,
1980,1981, 2001, 2004. All rights reserved.
© Difusión, Centro de Investigación y Publicaciones de Idiomas, S.L., 2011
www.difusion.com | www.ponsidiomas.com
ISBN: 978-84-8443-772-7
Depósito legal: B-720-2011
Impreso en España por Novoprint
Read-Listen_carver_yates_book.indd 6
3/2/11 12:25:36
ÍNDICE
introducción .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Raymond Carver
biografía .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
PRESENTACIÓN DEL RELATO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
A Small, Good Thing .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Richard Yates
63
PRESENTACIÓN DEL RELATO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Oh, Joseph, I’m So Tired . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
biografía .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Read-Listen_carver_yates_book.indd 7
3/2/11 12:25:36
Read-Listen_carver_yates_book.indd 8
3/2/11 12:25:36
INTRODUCCIÓN
Atrévete a leer pequeños clásicos en versión original
Para muchos de nosotros, leer en versión original supone un desafío a menudo difícil de abordar. Acostumbrados a leer en nuestra lengua, nos frustra no entender todas las palabras. ¿Cuántas
veces hemos dejado un libro por evitar estar consultando el diccionario constantemente? A la visita, casi siempre obligada, al
diccionario debe sumársele el desconocimiento de las referencias culturales, y la dificultad de percibir los matices y la ironía
del autor. En definitiva, nos fastidia no llegar a comprender la
esencia del relato y eso a menudo nos lleva a cerrar el libro e ir
en busca de la siempre amable versión traducida.
Ahora podemos evitar dar este paso atrás. Así como contemplar un cuadro original es una experiencia única e incomparable a
la de echar un vistazo al póster que lo reproduce, en PONS Idiomas creemos que leer en versión original también constituye una
experiencia única. Y no queremos renunciar a ella porque sus
beneficios son infinitos. No solo se aprende, también se disfruta
y se capta como no es posible de otra manera el verdadero espíritu del relato. Insistiendo en la comparación con la pintura, cada
trazo, cada palabra, exactamente como fue escrita, exactamente
como fue dibujado, resultan únicos. La traducción es solo una
lectura subjetiva del texto, una manera posible de desentrañar
el universo de un autor mediante un proceso de reescritura del
original en otro idioma, pero no la única.
Para que te animes a pasar al otro lado y puedas extraer tu
propia interpretación de los textos, hemos preparado la colección
Read-Listen_carver_yates_book.indd 9
3/2/11 12:25:36
10
INTRODUCCIÓN
read & listen,
que ofrece a los lectores hispanohablantes los
mejores relatos cortos de los autores más prestigiosos en lengua
inglesa —muchos de ellos premios Nobel, otros, a punto de serlo—, junto con las herramientas necesarias para comprenderlos
en su totalidad.
Se acabó leer con el diccionario al lado. Cada relato incluye
un extenso glosario para que no pierdas el hilo de la narración.
El glosario, además de todas las palabras que podrías no entender, recoge referencias culturales, aclara los matices y permite
comprender hasta el último giro irónico del texto. Si te interesa
practicar la comprensión oral o simplemente escuchar el texto
mientras lo vas leyendo, nada más sencillo: siéntate, relájate y
deja que un locutor nativo te cuente la historia, pues cada título
incluye un CD con la versión sonora de los relatos. Porque no hay
mejor manera de poner a tu alcance estas obras maestras que
rompiendo las barreras que te han mantenido alejado de ellas
durante tanto tiempo. ¿Quién dijo miedo al clásico?
Y hablando de clásicos… Los relatos han sido seleccionados
según cumplieran dos condiciones: en primer lugar, tenían que
ser textos sugerentes y no demasiado complejos lingüísticamente; y en segundo lugar, tenían que ser retazos de un mundo propio, el de su autor, clásicos en miniatura, de aquellos que no se
olvidan, que deben leerse con cuidado, degustando cada frase,
cada palabra, y que son capaces de convertir a sus personajes
en seres que creíste conocer, que conoces, y que pasan a ser
parte de tu vida. Instantes detenidos en el tiempo sin los que la
historia de la literatura no sería la misma.
Creemos que, después de años aprendiendo inglés, ha llegado el momento de disfrutar. Te lo mereces.
Read-Listen_carver_yates_book.indd 10
3/2/11 12:25:36
Raymond
Carver
A Small, Good Thing
“So far, he had kept away
from any real harm, from
those forces he knew
existed and that could
cripple or bring down a man
if the luck went bad,
if things suddenly turned.”
Read-Listen_carver_yates_book.indd 11
3/2/11 12:25:36
Read-Listen_carver_yates_book.indd 12
3/2/11 12:25:38
BIOGRAFÍA
Raymond Carver
Raymond Carver (Clatskanie, 1938-Port Angeles, 1988) es el padre del movimiento literario llamado “realismo sucio” en versión
“cápsulas dolorosas” reunidas en apenas cinco antologías de
relatos que le han convertido en uno de los mejores escritores
norteamericanos de la historia. Pero le costó, y mucho, llegar
hasta semejante púlpito. Hijo de un pescador y una camarera,
Raymond, un chico listo que leía sin parar historias de Mickey
Spillane, se casó demasiado joven, a los diecinueve años, con
una chica de dieciséis, Maryann Burk, y tuvieron una niña ese
mismo año. Un año después, nació su segundo hijo, Vance Lindsay, y Ray se vió obligado a trabajar de casi cualquier cosa –desde mensajero hasta bibliotecario– para mantener a su familia.
No pensó en escribir hasta que se mudó a California, donde
su suegra les prestó una casa en la que vivir. Allí tomó clases
de escritura creativa (en el taller de John Gardner) y escribió
sus primeros cuentos, que empezó a publicar en la revista de
la Universidad Estatal de Chico. Maryann también estudió en
la universidad y acabó dando clases de inglés en un instituto.
Poco después, Carver trabajó de vigilante nocturno en un hospital, el Mercy, y después de la muerte de su padre, en 1967, se
mudaron a Palo Alto, donde empezó a trabajar como corrector
de textos para una editorial de obras científicas. Lo despidieron
en 1970, porque su estilo no era nada apropiado para ese tipo de
textos. Así que se puso a escribir en serio y su carrera literaria
empezó a despegar. Su primera antología, Will You Please Be
Read-Listen_carver_yates_book.indd 13
3/2/11 12:25:39
14
BIOGRAFÍA
Quiet, Please? (¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?)
fue publicada en 1976 y, aunque pasó bastante desapercibida
entre el público, fue candidata al National Book Award. What
We Talk About When We Talk About Love (De qué hablamos
cuando hablamos de amor) fue la siguiente. Llegó a las librerías
en 1981, y con polémica. Su editor, Gordon Lish, redujo algunos
de los textos hasta dejar un 70% del original y acabó de perfilar
ese toque afilado propio de la prosa cruda de Carver. El escritor
le dedicó el libro a la poetisa Tess Gallagher, con quien Carver
había iniciado una relación –que mantuvo hasta su muerte– y
quien años después luchó para que la versión íntegra de sus
cuentos pudiera llegar a los lectores. Algo que logró en 2010,
con Beginners (Principiantes) que fue el título que le había dado
Carver originalmente a la antología.
En 1983, Carver publicó Cathedral, la antología de cuentos de
la que más orgulloso estaba y que incluía “A Small, Good Thing”.
Por su tormento y su pesar, es su libro más profundo, aquel en
el que el autor, por entonces ya sumido en una alcoholemia devastadora, expresó todas sus angustias y convirtió en fabuloso
material literario la vida que estaba convencido que iba a arrebatarle el alcohol. Finalmente, aunque consiguió dejar de beber y
salir del agujero, un cáncer fulminante se lo llevó seis semanas
después de su boda con Tess –se había divorciado de Maryann
en 1982, tras la publicación de What We Talk About When We
Talk About Love. En su epitafio Tess mandó inscribir uno de sus
poemas: “¿Y conseguiste lo que / querías de esta vida, a pesar
de todo? / Lo conseguí. / ¿Y qué querías? / Llamarme querido, /
sentirme querido en esta tierra.” Sí, ciertamente, lo consiguió.
Laura Fernández
Read-Listen_carver_yates_book.indd 14
3/2/11 12:25:39
PRESENTACIÓN DEL RELATO
A Small, Good Thing
Un día antes del octavo cumpleaños de Scotty, su madre fue al
centro comercial y encargó su tarta favorita. Una tarta de chocolate con una nave espacial y su nombre en letras gigantes. Le
dijo al pastelero que la recogería al día siguiente por la mañana.
Y Ann Weiss, la madre de Scotty, se fue a casa convencida de
que había hecho la mejor elección. La fiesta sería perfecta. Habría globos, regalos y una tarta maravillosa. Pero Ann no tenía
ni idea de lo que iba a ocurrir el día del cumpleaños de su hijo.
Aquella mañana, cuando Scotty se dirige al colegio, un coche lo
atropella y, aunque en un primer momento el chico se levanta del
suelo y finge que no ha ocurrido nada, acaba en el hospital con
una ligera conmoción. Todavía convencidos de que no tardarán
en estar de vuelta en casa, los padres se instalan en el hospital
y empiezan a turnarse para descansar unas horas. Olvidan la
fiesta de cumpleaños y, por supuesto, olvidan la tarta. Pero el
pastelero no tiene por qué saber que el pequeño Scotty ya no va
a celebrar su cumpleaños. Lo único que sabe es que tiene una
tarta sin pagar en la nevera que empieza a estropearse. Así que
llama insistentemente a casa de los Weiss, sintiéndose ridículo
por haber preparado una tarta que nadie va a comer.
Incluido en su más famosa antología de relatos, Cathedral, “A
Small, Good Thing” es uno de los cuentos más escalofriantes de
Raymond Carver, experto en la descripción de interiores, esos
instantes en los que el mundo se detiene y el tiempo se expande
Read-Listen_carver_yates_book.indd 15
3/2/11 12:25:39
16
PRESENTACIÓN DEL RELATO
en una conversación monstruosa y, en la mayoría de los casos,
a la vez redentora. Sirvan de ejemplo los breves pero punzantes
intercambios de palabras entre el pastelero y los destrozados
Weiss, y la majestuosa escena final: una burbuja en la que solo
existe lo que se cuentan unos a otros. Atormentado por sus propios demonios, Carver era capaz de detectar la angustia en cada
pequeño rato muerto que sus personajes pasaban tratando de
medirse con sus propios miedos.
Inquietantemente sencillo, el estilo de Carver solo es esclavo
de lo cotidiano pero con una profundidad tal que el lector se sumirá en la historia como si acabara de colarse en ella, como si de
repente fuese también testigo de lo que están viviendo los Weiss.
Encerrado en el microuniverso de una familia corriente que está
pasando un mal trago, el relato se nutre de un vocabulario hospitalario (radiografías, enfermeras, camillas) pero a la vez casero
(tazas de té, baños, un salón y recuerdos de otra época). Para
despejar dudas, cada una de las páginas va acompañada de un
glosario y el volumen incluye, además, una versión leída por un
locutor norteamericano. En ningún caso Carver complica o retuerce la trama. La fuerza de sus historias radica en la sensación
de estar presenciando algo real, de ahí que su estilo narrativo
pueda compararse al de una cámara que se colocara ante la
escena que describe y simplemente se dedicara a reproducir lo
que ve. Ni más, ni menos.
Laura Fernández
Read-Listen_carver_yates_book.indd 16
3/2/11 12:25:39
A Small,
Good Thing
Read-Listen_carver_yates_book.indd 17
3/2/11 12:25:39
Read-Listen_carver_yates_book.indd 18
3/2/11 12:25:39
Saturday afternoon she drove to the bakery in the
shopping center. After looking through a loose-leaf binder1 with photographs of cakes taped onto2 the pages, she
ordered chocolate, the child’s favorite. The cake she chose
was decorated with a spaceship and launching pad under a
sprinkling of white stars3, and a planet made of red frosting4 at the other end. His name, scotty, would be in green
letters beneath the planet. The baker, who was an older
man with a thick neck, listened without saying anything
when she told him the child would be eight years old next
Monday. The baker wore a white apron5 that looked like
a smock6. Straps cut under his arms7, went around in back
and then to the front again, where they were secured under his heavy waist. He wiped his hands on his apron as he
listened to her. He kept his eyes down on the photographs
and let her talk. He let her take her time. He’d just come
to work and he’d be there all night, baking, and he was in
no real hurry8.
1 a loose-leaf binder: una carpeta de anillas, un carpesano • 2 taped onto:
pegadas con celo • 3 a spaceship and launching pad under a sprinkling
of white stars: una nave espacial y su plataforma de lanzamiento bajo un manto de estrellas blancas • 4 red frosting: glaseado rojo • 5 apron: delantal •
6 smock: bata, blusón • 7 straps cut under his arms: las tiras le pasaban por
debajo de los brazos • 8 he was in no real hurry: no tenía ninguna prisa
Read-Listen_carver_yates_book.indd 19
3/2/11 12:25:39
20
RAYMOND CARVER
She gave the baker her name, Ann Weiss, and her
telephone number. The cake would be ready on Monday morning, just out of the oven1, in plenty of time for
the child’s party that afternoon. The baker was not jolly2.
There were no pleasantries3 between them, just the minimum exchange of words, the necessary information. He
made her feel uncomfortable, and she didn’t like that.
While he was bent over the counter4 with the pencil in
his hand, she studied his coarse features5 and wondered
if he’d ever done anything else with his life besides6 be a
baker. She was a mother and thirty-three years old, and it
seemed to her that everyone, especially someone the baker’s age—a man old enough to be her father—must have
children who’d gone through this special time of cakes
and birthday parties. There must be that between them,
she thought. But he was abrupt7 with her—not rude8, just
abrupt. She gave up9 trying to make friends with him. She
looked into the back of the bakery and could see a long,
heavy wooden table with aluminum pie pans stacked at
one end10; and beside the table a metal container filled
with empty racks11. There was an enormous oven. A radio
was playing country-western music.
The baker finished printing the information on the special order card and closed up the binder. He looked at her
1 oven: horno • 2 jolly: alegre • 3 pleasantries: cortesías • 4 he was bent
over the counter: estaba inclinado sobre el mostrador • 5 coarse features:
rasgos toscos • 6 besides: aparte de • 7 abrupt: brusco • 8 rude: grosero • 9
she gave up: desistió de • 10 aluminum pie pans stacked at one end: moldes
pasteleros de aluminio amontonados en un extremo • 11 racks: estantes
Read-Listen_carver_yates_book.indd 20
3/2/11 12:25:39
A SMALL, GOOD THING
21
and said, “Monday morning.” She thanked him and drove
home.
On Monday morning, the birthday boy was walking to
school with another boy. They were passing a bag of potato chips back and forth1 and the birthday boy was trying
to find out what his friend intended to give him for his
birthday that afternoon. Without looking, the birthday
boy stepped off the curb2 at an intersection3 and was immediately knocked down4 by a car. He fell on his side with
his head in the gutter5 and his legs out in the road. His
eyes were closed, but his legs moved back and forth as if he
were trying to climb over something. His friend dropped
the potato chips and started to cry. The car had gone a
hundred feet or so and stopped in the middle of the road.
The man in the driver’s seat looked back over his shoulder.
He waited until the boy got unsteadily6 to his feet. The
boy wobbled7 a little. He looked dazed8, but okay. The
driver put the car into gear 9 and drove away.
The birthday boy didn’t cry, but he didn’t have anything to say about anything either. He wouldn’t answer
when his friend asked him what it felt like to be hit by a
car. He walked home, and his friend went on to school.
But after the birthday boy was inside his house and was
telling his mother about it—she sitting beside him on the
1 passing … back and forth: pasándose • 2 stepped off the curb: bajó de
la acera • 3 intersection: cruce • 4 knocked down: atropellado • 5 gutter:
alcantarilla • 6 unsteadily: vacilante • 7 wobbled: tambaleó • 8 dazed: aturdido • 9 put the car into gear: puso el coche en marcha
Read-Listen_carver_yates_book.indd 21
3/2/11 12:25:39
22
RAYMOND CARVER
sofa, holding his hands in her lap1, saying, “Scotty, honey,
are you sure you feel all right, baby?” thinking she would
call the doctor anyway2—he suddenly lay back on the sofa,
closed his eyes, and went limp3. When she couldn’t wake
him up, she hurried to the telephone and called her husband at work. Howard told her to remain calm, remain
calm, and then he called an ambulance for the child and
left for the hospital himself.
Of course, the birthday party was canceled. The child
was in the hospital with a mild concussion4 and suffering
from shock. There’d been vomiting, and his lungs had
taken in fluid which needed pumping out5 that afternoon.
Now he simply seemed to be in a very deep sleep—but
no coma, Dr. Francis had emphasized6, no coma, when
he saw the alarm in the parents’ eyes. At eleven o’clock
that night, when the boy seemed to be resting comfortably enough after the many X-rays7 and the lab work8, and
it was just a matter of his waking up and coming around,
Howard left the hospital. He and Ann had been at the hospital with the child since that afternoon, and he was going
home for a short while to bathe and change clothes. “I’ll
be back in an hour,” he said. She nodded. “It’s fine,” she
said. “I’ll be right here.” He kissed her on the forehead9,
and they touched hands. She sat in the chair beside the bed
1 lap: regazo • 2 anyway: igualmente • 3 went limp: se quedó inmóvil • 4
mild concussion: conmoción leve • 5 his lungs had taken in fluid that needed
pumping out: tenía líquido en los pulmones y había que extraérselo • 6 had
emphasized: había recalcado • 7 X-rays: radiografías • 8 lab work: pruebas
de laboratorio • 9 forehead: frente
Read-Listen_carver_yates_book.indd 22
3/2/11 12:25:40
A SMALL, GOOD THING
23
and looked at the child. She was waiting for him to wake
up and be all right. Then she could begin to relax.
Howard drove home from the hospital. He took the
wet, dark streets very fast, then caught himself 1 and slowed
down. Until now, his life had gone smoothly2 and to his
satisfaction—college, marriage, another year of college for
the advanced degree3 in business, a junior partnership4 in
an investment firm. Fatherhood5. He was happy and, so
far, lucky—he knew that. His parents were still living, his
brothers and his sister were established, his friends from college had gone out to take their places in the world. So far,
he had kept away from any real harm6, from those forces he
knew existed and that could cripple or bring down7 a man
if the luck went bad, if things suddenly turned. He pulled
into the driveway8 and parked. His left leg began to tremble. He sat in the car for a minute and tried to deal with
the present situation in a rational manner. Scotty had been
hit by a car and was in the hospital, but he was going to be
all right. Howard closed his eyes and ran his hand over his
face. He got out of the car and went up to the front door.
The dog was barking inside the house. The telephone rang
and rang while he unlocked the door and fumbled9 for
the light switch. He shouldn’t have left the hospital, he
shouldn’t have. “Goddamn it!” he said. He picked up the
receiver and said, “I just walked in the door!”
1 caught himself: se controló • 2 had gone smoothly: había transcurrido sin
problemas • 3 advanced degree: posgrado • 4 junior partnership: socio
júnior • 5 fatherhood: paternidad • 6 harm: daño • 7 cripple or bring down:
mutilar o destruir • 8 driveway: entrada • 9 fumbled: buscaba a tientas
Read-Listen_carver_yates_book.indd 23
3/2/11 12:25:40
24
RAYMOND CARVER
“There’s a cake here that wasn’t picked up1,” the voice
on the other end of the line said.
“What are you saying?” Howard asked.
“A cake,” the voice said. “A sixteen-dollar cake.”
Howard held the receiver against his ear, trying to understand. “I don’t know anything about a cake,” he said.
“Jesus, what are you talking about?”
“Don’t hand me that2,” the voice said.
Howard hung up the telephone. He went into the
kitchen and poured himself 3 some whiskey. He called the
hospital. But the child’s condition remained the same; he
was still sleeping and nothing had changed there. While
water poured into the tub4, Howard lathered his face5 and
shaved. He’d just stretched out in the tub and closed his
eyes when the telephone rang again. He hauled himself
out6, grabbed a towel, and hurried through the house,
saying, “Stupid, stupid,” for having left the hospital. But
when he picked up the receiver and shouted, “Hello!”
there was no sound at the other end of the line. Then the
caller hung up7.
He arrived back at the hospital a little after midnight. Ann
still sat in the chair beside the bed. She looked up at Howard, and then she looked back at the child. The child’s eyes
1 that wasn’t picked up: que no han pasado a recoger • 2 don’t hand me that:
no me venga con esas • 3 poured himself: se sirvió • 4 water poured into the
tub: la bañera se llenaba • 5 lathered his face: se enjabonó la cara • 6 hauled
himself out: salió con dificultad • 7 hung up: colgó
Read-Listen_carver_yates_book.indd 24
3/2/11 12:25:40
Descargar