AUTOR: Richard Pérez C.I: 4.306.311-8 Email: [email protected] CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONOMICO CURSO 2010 (TRABAJO PARA EL 2º SEMESTRE) “La política en la era de la globalización y las finanzas: algunas investigaciones de la escuela de la regulación” (Robert Boyer) Introducción Robert Boyer, es considerado uno de los máximos exponentes de la Teoría de la regulación, dicha teoría intenta explicar la paradoja de por qué el capitalismo tiene tendencias hacia la crisis, el cambio y la inestabilidad así como una habilidad para instaurar nuevas instituciones, reglas y normas. La teoría está basada en dos conceptos claves, los regímenes de acumulación ó sistemas de producción y consumo y los modos de regulación, que se refieren a las reglas sociales que controlan el régimen de acumulación y determinan su forma. Boyer tiene por objetivo principal demostrar la falsedad de ciertas proposiciones que son defendidas por diversos enfoques teóricos. Las proposiciones que intenta desmentir hacen referencia a que: el creciente proceso de globalización y el dominio de las finanzas son explicados por el determinismo económico, en segundo lugar se defiende que los mecanismos de mercados son superiores a las intervenciones del Estado para resolver los problemas actuales, y en tercer lugar que todas las formas de capitalismo van a converger a una configuración mundial en donde el mercado controla y configura la esfera económica y también la esfera social. Como se puede ver; en la era de las globalizaciones algunas corrientes de pensamiento cuestionan el papel predominante de la política. Tras el agotamiento del régimen de crecimiento fordista, Boyer se cuestiona la posibilidad de la emergencia de un nuevo modo de regulación fundado sobre las finanzas y su capacidad para relanzar el crecimiento de forma sostenida. El autor prestara especial atención a las interrelaciones entre la política y la economía para arribar a conclusiones que permitan realizar un cambio sustancial a las anteriores proposiciones. Desarrollo La separación entre las relaciones económicas y las relaciones sociales se da cuando el intercambio de mercado penetra una sociedad dada, a veces puede generarse conflicto; un ejemplo es el colapso de los regímenes soviéticos. En los distintos espacios geográficos, esta separación puede darse en diversas épocas, por ejemplo; en el caso de las economías capitalistas industrializadas, la diferenciación entre lo económico y lo político sucedió hace más de cuatro siglos. La política trata las cuestiones de poder, la economía trata la circulación de bienes y la riqueza, se comprende así el interés de entender cómo se correlacionan el orden político y el orden económico (uno movido por la búsqueda del poder y el otro movido por la búsqueda de la riqueza). En el texto se afirma que la intervención política le da forma a la actividad económica, y viceversa, el éxito económico afecta el ejercicio de la autoridad. Boyer intenta demostrar que las distintas formas en que se relacionan la Economía y la Política conducen a la creación de variados regímenes socioeconómicos, que a la vez pueden ser dinámicos y cambiantes a lo largo del tiempo, la pluralidad de formas de regulación política y económica no es la excepción sino la regla, a partir del conocimiento de este principio queda por nombrar las principales fortalezas y debilidades de cada modo de regulación, los cuales pudieron convivir antes de finales de 1990 en un régimen internacional más o menos estable y/o predecible. El modo de regulación guiado por el mercado posee como principales fortaleza la especialización en conocimiento codificable, la rápida respuesta al cambio estructural y la capacidad para innovaciones radicales, como principales debilidades aduce de sub-inversión en elementos colectivos, posible crecimiento de las desigualdades y énfasis en decisiones de corto-plazo. El modo de regulación Meso-corporativista presenta entre sus fortalezas una alta especialización en actividades donde el aprendizaje localizado predomina, cierta naturaleza acumulativa de los efectos de la experiencia y algunas ventajas por innovaciones incrementales, entre sus debilidades se recalca sub-inversión en investigación básica, una posible reacción tardía ante circunstancias económicas y el control sobre decisiones de inversión relativamente laxas. El modo de regulación guiado por el estado presenta entre sus fortalezas; especialización en actividades vinculadas con las necesidades colectivas, favorece la convergencia y genera más programas a largo plazo abiertos a innovaciones radicales, sus debilidades son sub-inversión en innovaciones de productos que satisfacen las necesidades de los consumidores y lentitud en la adaptación de las intervenciones públicas. El modo de regulación Social-demócrata se fortalece por la especialización en actividades vinculadas a los recursos naturales y el bienestar, menores niveles de inequidad y una fuerte presión para adoptar nuevas técnicas en sectores de 1 alta tecnología, sus debilidades son una alta tributación en comparación con los otros modos de regulación, y la inadecuación de su sistema financiero. La diversidad antes mencionada se da porque las distintas luchas por el poder van formando distintas coaliciones a través del tiempo que repercuten en el intercambio de mercado y la producción. Por otro lado, a la vez que el proceso de expansión del mercado se va convirtiendo en regla general, se crea una dinámica capaz de incidir finalmente en la base fiscal, el gasto del gobierno e incluso en algunos casos sobre la legitimidad del orden político económico. En el siglo XIX el ascenso del capitalismo industrial supone cierto tipo de estado, que se encuentra limitado en el poder que las autoridades políticas poseen para recaudar, debido al poder que ostentan las distintas coaliciones y la forma de distribución del ingreso reinante. Durante el desarrollo del siglo XX se pueden generar conflictos económicos, que al irse agravando y profundizando terminan convirtiéndose en conflictos políticos de gran envergadura capaces de llevar a una guerra mundial, al finalizar la misma, la relación entre la política y la economía puede quedar totalmente redefinida. En este periodo de tiempo, y dadas las circunstancias anteriormente acaecidas parece legítimo que el estado debiera intervenir en algunos aspectos de la producción y las finanzas, algo que hubiera parecido inconcebible en el orden constitucional previo. En este contexto los gobiernos pueden recaudar cada vez más, y la forma en que es mejor aceptado por la sociedad, acontece cuando la política estatal permite el surgimiento de una fase de acumulación intensiva. Como conclusión principal se desprende que; ni la esfera económica, ni la política, son capaces de imponer su propia lógica sobre la otra. Implica la anterior conclusión que es difícil construir una teoría económica pura, así como una totalmente autónoma ciencia política. Surge un interesante debate, en el que se cuestiona sobre los orígenes del excepcional crecimiento acaecido a partir de 1945. Muchos economistas defienden que es consecuencia de la liberación de las fuerzas de mercado, otros por su parte afirman que es el resultado de aplicar controles más estrictos en las finanzas y la moneda, y en general destacan la importancia creciente de la cohesión social por sobre la persecución de intereses económicos. Boyer aquí recurre a uno de los principales desarrollos de la Teoría de la Regulación, afirmando que el fuerte crecimiento económico se originó en los límites impuestos por el desarrollo social y político del período inmediatamente posterior a la guerra sobre las formas de acumulación de capital. La producción en masas, integro a los asalariados a la sociedad, usando como mecanismos principales, la masificación del consumo y la creación de sistemas de protección social. El estado capitalista pasa a considerarse gradualmente Estado benefactor. En el centro de este proceso de cambio se encuentra la relación capital-trabajo (el compromiso político de compartir las ganancias de productividad) que configuró las bases para que la regulación entre en acción. Al hacer referencia a las múltiples configuraciones del capitalismo, se pueden mencionar varios enfoques: El enfoque microeconómico; basado en el supuesto de que la información nunca es completa, esto genera un equilibrio sub-óptimo que hace perder fuerza al mito de un único equilibrio de mercado, Se considera que los múltiples equilibrios de mercado se pueden visualizar en el trabajo y también en los mercados financieros. El enfoque de los cambios técnicos; el cual afirma la influencia de las eficiencias de escala, generadas en mecanismos muy diversos; tales como el impacto de una nueva técnica, el rol de innovaciones radicales o el conocimiento tácito, lo cual hace difícil creer que todas las economías orbiten alrededor del mismo punto de equilibrio. Por último están los enfoques de la ciencia política que consideran que cualquier organización o institución deriva de un complejo proceso basado en el poder. Los defensores de este enfoque afirman tener pruebas de que la diversidad de las instituciones políticas se correlaciona con una variedad de formas de capitalismo. Al punto anterior agregan la naturaleza complementaria de las instituciones, organizaciones y la especialización económica, asumen que las instituciones del capitalismo no pueden ser analizadas por separado, ya que el funcionamiento y existencia de algunas de ellas no puede ser entendido sin referencia a otras. El análisis de los determinantes de la innovación en doce países industrializados revelo cuatro formas de capitalismo; En los Estados Unidos, caracterizado por un régimen de acumulación extensivo y autónomo, que es alimentado por un continuo proceso de crecimiento de las desigualdades, que sólo se interrumpe en las fases de escasez de mano de obra. El capitalismo japonés, donde el régimen de acumulación se basa en una cierta estabilidad de las desigualdades y la búsqueda de la competitividad exterior. En Escandinavia, Austria y Alemania; el régimen de acumulación se caracteriza 2 por una competitividad basada en la calidad, los servicios y la innovación. En estos países juega un papel preponderante la distribución del ingreso y la función compensatoria del empleo público en sectores relacionados con la salud, la educación, la formación profesional, etc. Y los países europeos, con la exclusión del Reino Unido, en los cuales, durante su historia social y política no se ha observado una amplia aceptación de la competencia del mercado, ni el desarrollo de fuertes gremios patronales y sindicatos, es ahí donde se confirma un fuerte patrón de regulación, el Estado comienza a intervenir en la mayoría de los elementos de la actividad económica, ya sea en materia de producción, en la demanda o incluso en el ajuste del mercado. Estas cuatro formas de capitalismo comparten algunos rasgos generales en lo referente a la producción y el consumo masivo, a pesar de eso las trayectorias nacionales coexistentes son relativamente contrastantes, a causa de que cada espacio nacional se caracteriza por determinados compromisos políticos. En un principio, los defensores de la teoría de la regulación mantuvieron dos posiciones cuando se trato de analizar y teorizar sobre un régimen de acumulación, con el tiempo se ha logrado cierto consenso y se ha formado una idea central, que defiende la naturaleza complementaria de las formas institucionales. Lo anteriormente mencionado refiere al punto de vista del análisis teórico, desde el análisis empírico la investigación ha revelado clasificaciones muy parecidas a pesar de la diversidad en el objeto y el método de análisis aplicado. Los regímenes de acumulación y sus configuraciones socio-políticas, llevan a través de sus desequilibrios y contradicciones la semilla que propicia su propia desestabilización. Principalmente en EE.UU. a partir de la década de 1960 se produce una desaceleración sostenida de la productividad, por las características del régimen de acumulación se están reforzando las desigualdades. Tras las dos crisis del petróleo y la liberalización de las finanzas estas pautas se han extendido a la mayoría de las economías capitalistas avanzadas. Con el agotamiento del régimen de acumulación fordista, se produce un aumento del desempleo que le quita poder de negociación a los asalariados. Los gobiernos; pasan gradualmente de ser gobiernos favorables a los asalariados, a buscar restaurar la buena salud de las empresas. Las nuevas circunstancias económicas llevan a que los modos de regulación que fueron en gran parte autónomos, sean cada vez más sometidos a los vaivenes de la economía internacional, en donde los gobiernos nacionales adolecen tener menos poder. En la década del 90, se produce un cambio en la jerarquía de las formas institucionales. La integración en la economía internacional juega un papel fundamental en el contexto de la apertura al comercio mundial más amplio, en el aumento de las inversiones productivas en el extranjero y en la creación de mercados financieros globalizados. Se producen consecuencias que repercuten en todas las formas institucionales; se puede mencionar que la creciente influencia de los mercados financieros afecta directamente la distribución de los ingresos, esto repercute en las relaciones laborales. La relación capital-trabajo que antes estaba en el centro del cambio, ahora está jerárquicamente dominada. El régimen monetario y financiero que antes gozaba de una autonomía muy amplia, ahora es directamente objeto de evaluación por los mercados financieros internacionales. Haciendo mención al banco central, se puede ver en general que su principal objetivo se ha convertido en estabilizar la inflación, esto difiere de políticas anteriores, en donde con frecuencia se perseguían objetivos de crecimiento y estabilidad de los compromisos salariales, aun a expensas de la inflación. Hay un marcado desarrollo de las relaciones entre el estado y la economía, debido a que la política monetaria ha tendido a convertirse en autónoma y porque la política presupuestal y fiscal se ven afectadas por el cambio en el régimen internacional. En una década donde la tasa de crecimiento general ha sido inferior a la tasa de Interés real; la protección social se ve amenazada, es aquí donde surge la idea que debe tomar la ruta de los mercados financieros hacia la privatización. Por sus diversas repercusiones a variados niveles se desprende la importancia del fenómeno de la internacionalización, el cual ha llevado a la aparición del término globalización, que se ha extendido por todo el mundo. La palabra globalización ha tenido diversos significados; dependiendo de qué el análisis se refiera a una Firma, Sector, País, Región o El Mundo. En un principio se considero una nueva estrategia por parte de las multinacionales, las cuales pretendían vender el mismo producto en cualquier lugar del mundo. Posteriormente comienzan a surgir otras definiciones: una hace referencia al rompimiento con los oligopolios nacionales: esto es un cambio en el espacio competitivo, otra definición presenta La globalización como el fin del estado-nación. Por otro lado, la confusión asociada al concepto de globalización se vuelve extrema cuando se lo usa para describir un “proyecto de integración regional”. Haciendo hincapié en esta última definición se reduce que la situación contemporánea está lejos de que la economía mundial funcione como un todo totalmente integrado. Boyer afirma que no existe, o no existirá por un largo tiempo, un estado 3 supranacional que centralice y comprenda todas las funciones que previamente eran provistas por las distintas naciones-estado. Por otro lado, hay una esfera de actividad que tiende a la integración a nivel mundial: las finanzas. Hay que aclarar que su integración a nivel mundial no le asegura su estabilidad, esto lo muestra claramente la crisis financiera asiática de 1997. Posteriormente a la crisis, muchas de las intervenciones de las autoridades políticas nacionales y organizaciones internacionales como el FMI, fueron criticadas por el deseo de aplicar el mismo programa en todos los países. No es aceptada la idea de que un régimen financiero internacional use la lógica del mercado como único principio de regulación, por consiguiente la hipótesis de determinismo económico y financiero es contradicha por el análisis teórico y también por la observación. Sobre finales de la década de los 90, la hegemonía norteamericana recobra su fuerza, las restricciones traídas por el régimen naciente dan primacía al modo de regulación dirigido por el mercado, que responde mejor a la urgencia de flexibilidad en el corto plazo y de reestructuración social y económica. Responde mejor en primer lugar porque el tipo de capitalismo dirigido por el mercado lidera el progreso de innovación financiera y provee gran parte de la actividad de intermediación financiera a nivel internacional, a parte, han llevado a cabo una campaña a favor de que el principio del libre comercio sea impuesto en cada vez más países y muy importante es el hecho de que la regulación guiada por el mercado ha demostrado toda su eficiencia y ha prosperado en el contexto internacional, con Estados Unidos ocupando una posición central en la definición de las reglas del juego. A pesar de lo anteriormente mencionado, para el autor la regulación dirigida por el mercado está lejos de ser superior desde cualquier punto de vista, a otras formas de organización. La regulación dirigida por el mercado se apoya en el incremento de la desigualdad en el nivel de ingresos, en los niveles de vida y en la propiedad. Sería preferible tanto para las firmas como para aquellos en el poder político tener la posición de mediar en la distribución de un fuerte crecimiento de ingresos en una sociedad donde las desigualdades se mantienen dentro de estrechos límites, como era tradicionalmente asegurado por una regulación social-demócrata, meso-corporativista o incluso por la estatal. La regulación dirigida por el mercado ofrece mayor flexibilidad a corto plazo, lo que favorece las circunstancias económicas, en detrimento de la eficiencia dinámica y la justicia social. La observación detallada sugiere que la eficiencia no es el criterio determinante para la selección entre varias formas de capitalismo, es más bien su compatibilidad con el entorno internacional lo que rige su desarrollo. De esta manera el entorno y el modo de regulación evolucionan conjuntamente. Existe otra argumentación, que sostiene que la corriente fase de internacionalización, implica convergencia hacia una forma de capitalismo guiado por el mercado, en el cual el rol de lo político será reducido a la menor participación posible. Esta argumentación se enfrenta a varios problemas, por ejemplo; las brechas entre precios para un mismo producto no han mostrado tendencia a la reducción, a pesar de la internacionalización de algunos mercados financieros, varios regímenes monetarios coexistentes organizan la distribución del crédito en forma muy diversa, en lo que refiere a salarios, como ejemplo, el comercio entre Alemania y China no ha conducido a la convergencia de salarios en la industria textil al mismo nivel en ambos países y por último el mercado no siempre puede auto-regularse, ni posee la propiedad de crear sus propias instituciones. A partir de estas carencias, Boyer sugiere que el mercado debería asumir la tarea de coordinar decisiones marginales de corto alcance, mientras las instituciones políticas realizan las elecciones sobre dirección estratégica. El objetivo de justicia social es difícil de alcanzar, se debe controlar la acción pública que puede generar nuevas desigualdades que dañen la eficiencia del sistema económico en su totalidad, esto a pesar de que el Estado posea aspiraciones de igualitarismo. Algo similar sucede en ciertos casos con el mercado que actuando libremente algunas veces genera desigualdades que pueden comprometer la eficiencia. A veces es seductor aplicar la lógica del mercado, debido a que parece proveer una solución simple a problemas complicados, que los políticos no encuentran solución. En este punto hay que recordar que extender la esfera que es sujeto de la lógica del mercado no ha traído las consecuencias prometidas por los partidarios de la privatización, liberalización y descentralización de la actividad económica. La difusión general de la lógica del mercado no ha traído la estabilidad, ordenado el desarrollo o aumentado la productividad y el nivel de vida. En lo que refiere al régimen monetario y financiero, la liberalización financiera no logro eliminar los desequilibrios externos, ni logro promover la inversión productiva, por el contrario, se noto un crecimiento del consumo de los grupos más favorecidos. Entre las relaciones del estado con la economía, se creía que un estado minimalista estimularía el ahorro, la innovación, la productividad y el crecimiento. Por el contrario, se ha notado insuficientes niveles de inversión en educación, infraestructura e investigación. En lo referente a las formas de competencia, se pensaba que la desregulación favorecería la competencia y la entrada de nuevas firmas, los resultados han sido distintos, se ha dado una concentración financiera sin precedentes. En el ámbito de las relaciones de ingresos, 4 la desregulación permitiría alcanzar el pleno empleo, en la realidad ha sucedido que varias formas de desregulación no han tenido grandes efectos (por ejemplo en Europa), y donde se ha logrado bajar en algo el desempleo (Gran Bretaña), se ha notado mayor exclusión y desigualdad social. Por último en lo relativo al régimen internacional, se tenía la esperanza de que los desequilibrios externos fueran eliminados y un tipo de cambio flexible permitiría un desarrollo constante hacia la paridad del poder de compra, esto no ha sucedido. En todo el análisis, el autor ha sido un fiel exponente de los desarrollos de la escuela de la regulación, en este punto se plantean cuales son las principales características que definen la naturaleza particular del programa de investigación de la escuela de la regulación en relación a la vasta literatura sobre las instituciones del capitalismo. 1ºCaracterística: Principio de desarrollo y selección de instituciones. Muchas de las nuevas teorías neoclásicas utilizan principalmente el criterio de eficiencia. Para la escuela de la regulación es necesario insistir en el rol de la acción colectiva y en última instancia de la autoridad política, en la determinación del surgimiento de formas institucionales. En este punto hay coincidencia con la escuela institucionalista. 2ºCaracterística: Orígenes de las principales características del capitalismo. Aquí las diferencias se deben a que la escuela de la regulación parte de diferente base, para dicha escuela la mayoría de las instituciones del capitalismo surgen del proceso de socialización que opera al nivel de la sociedad, es por eso que se enfoca en encontrar los cimientos políticos y sociales a nivel macro de las estrategias y conductas de los actores económicos. Las teorías neoclásicas por el contrario buscan orígenes puramente microeconómicos ya que parten de la base de que las instituciones del capitalismo surgen de la suma de compromisos locales y sectoriales. 3ºCaracteristica: Las contradicciones, los conflictos o desequilibrios están siempre presentes y finalmente se revelan a través de crisis. Los agentes económicos no son capaces de anticipar y frustrar las crisis que a largo plazo son el resultado de la interacción de sus estrategias contradictorias. La teoría de la regulación no se conforma con analizar como las trayectorias nacionales se han diferenciado, también se propone prever los regímenes emergentes que tenderían a imponerse, de mantenerse las condiciones de los noventa. Toman como ejemplo que durante el fordismo, las contradicciones de la acumulación del capital finalmente se revelaron, por lo mismo, consideran conveniente prever que sucederá lo mismo en los primeros años del siglo XXI. En este punto, Boyer intenta prever cuales serán las características principales de una economía, en donde las finanzas hayan impuesto su lógica. Teniendo en cuenta sus propiedades, tiene como objetivo definir las posibilidades de reproducción a largo plazo. En este sentido, el autor nota que se está prestando cada vez mayor cuidado a mantener en un buen nivel y estabilidad la tasa de retorno de los accionistas, como consecuencia de este comportamiento la naturaleza de la relación capital-trabajo resulta afectada y se producen profundos cambios en los modos de financiación de las inversiones. Por otro lado, se nota una transformación importante en el comportamiento de los hogares, a pesar de que la remuneración salarial sigue siendo el elemento principal de ingreso, los hogares invierten cada vez más, y de diversas maneras, si estos nuevos comportamientos aumentan considerablemente, pueden provocar una dinámica de consumo sin precedentes. En lo relativo a las relaciones entre el Estado y la economía, es aceptado que se han ido transformando considerablemente, debido a eso la política monetaria ya no tiene la función de asegurar la mejor combinación de políticas entre el crecimiento y la inflación, su papel es dirigir lo mejor posible el desarrollo de los mercados financieros, los cuales son propensos a crear repentinas burbujas especulativas. Todos los elementos de la demanda sienten las consecuencias de la dominación por parte de las finanzas. La inversión productiva se hace con mayor cautela, el consumo doméstico se ha vuelto más volátil, el acceso al crédito se hace más fácil. Como consecuencia final de estos movimientos, es que los mercados financieros supervisan el uso eficaz del capital, de tal manera que las capacidades de producción y cualquier orientación hacía la racionalización y aumento de las capacidades se han transformado en comparación con el período Fordista. Solo la combinación de un conjunto muy preciso de condiciones es probable que produzca un régimen financiero viable en el tiempo. Para que esto suceda, los efectos de la propiedad deben estar muy desarrollados y los mercados financieros deben estimular la generalización de una inversión fuertemente determinada por la rentabilidad, de esta manera puede surgir un régimen de crecimiento virtuoso, siempre teniendo en cuenta que existe un límite para la rentabilidad exigida por los mercados financieros, si no se respeta ese límite puede producirse desequilibrio o inestabilidad en el conjunto de la economía. Por el contrario, si la renta del trabajo sigue siendo el determinante fundamental del modo de consumo en la sociedad, el aumento de la rentabilidad puede traer efectos negativos sobre el crecimiento y el empleo, estas consideraciones sólo son viables si el nexo entre salario y trabajo no es muy competitivo. 5 Otra condición es que las instituciones encargadas deben actuar rápidamente para evitar el estallido de las burbujas financieras y de esta manera estabilizar el régimen financiero. Así como las burbujas financieras, hay otros riesgos que están presentes y tienen la capacidad de generar desestabilización. Por ejemplo, el caso de la especulación; sucede que la intensidad, la diversidad y la rápida difusión de las innovaciones financieras han hecho de este fenómeno una característica esencial de las economías contemporáneas, el cual debe ser vigilado. Otro riesgo latente, es el que surge de prever los niveles de acumulación siguiendo la tendencia que han mostrado durante los últimos años, se pronostica que la acumulación se enfrentará a una tasa de beneficio que es demasiado alta en comparación con lo que puede realizar el mercado – situación que recuerda a la gran crisis de 1930. A pesar de notarse algunos síntomas parecidos a los acaecidos en la gran crisis de 1930, la Escuela de la Regulación tiene la idea de un movimiento en espiral en el modo de producción capitalista, que nunca pasa por las mismas configuraciones dos veces. Por eso es uno de sus objetivos definir cómo las fuentes de desestabilización de cada régimen (en particular los más contemporáneos) se implementan y se combinan. Para cumplir dicho objetivo, se ha puesto la mirada en la interacción entre lo político y lo económico. Conclusión El autor ha querido mostrar como los cambios acontecidos en la década de los 90, han llevado a nuevos desarrollos en la teoría de la regulación. Desde el punto de vista metodológico, la investigación ofrece cierta claridad en nuevas áreas. Esto se debe a que la complementariedad y la jerarquía institucional pueden explicar una gran parte de la coherencia de un régimen de crecimiento y su modo de regulación. Cuanto más arraigado es un régimen institucional, más estructurados son los trastornos a los cuales será sometido, de aquí se desprende que las crisis posiblemente nunca serán una repetición de las crisis anteriores. Y finalmente las formas institucionales y modos de regulación definen las interacciones entre la política y la esfera económica, que son lógicamente separadas, pero de hecho interdependientes También ha buscado ofrecer respuestas a las posibles fuentes de crisis asociadas con el predominio de las finanzas, esto lo hace analizando las principales características de un régimen de este tipo. Los investigadores de la Escuela de Regulación están esperanzados en poder proporcionar un análisis en tiempo real de la crisis que el capitalismo contemporáneo lleva consigo. El autor piensa que para comprender cómo se transforman las estructuras económicas y sociales en el largo plazo, se necesita adoptar una aproximación institucionalista, los fenómenos económicos sólo pueden ser comprendidos a partir de la interdisciplinariedad. Al comienzo del texto se menciono que Boyer tiene por objetivo principal demostrar la falsedad de ciertas proposiciones que son defendidas por diversos enfoques teóricos. La primera proposición que intenta desmentir hace referencia a que el creciente proceso de globalización y el dominio de las finanzas son explicados por el determinismo económico, Boyer observa que la hipótesis de determinismo económico y financiero es contradicha por el análisis teórico y también por la observación, por lo tanto concluye que ni la esfera económica, ni la política, son capaces de imponer su propia lógica sobre la otra. Implica la anterior conclusión que es difícil construir una teoría económica pura, así como una totalmente autónoma ciencia política. En segundo lugar intenta desmentir que los mecanismos de mercados sean superiores a las intervenciones del Estado para resolver los problemas actuales, a partir del análisis se demuestra que la anterior argumentación se enfrenta a varios problemas, por lo que Boyer sugiere que el mercado debería asumir la tarea de coordinar decisiones marginales de corto alcance, mientras las instituciones políticas realizan las elecciones sobre dirección estratégica. Ampliando un poco más el tema del rol del Estado, Boyer afirma que es el de defender la estabilidad monetaria y financiera, la segunda tarea sería el planeamiento de largo plazo y la tercera tarea del Estado sería la de limitar las inequidades, manteniendo el pleno empleo. En tercer lugar busca desmentir que todas las formas de capitalismo van a converger a una configuración mundial en donde el mercado controla y configura las esfera económica y también la esfera social, Boyer defiende que las distintas formas en que se relacionan la Economía y la Política conducen a la creación de variados regímenes socioeconómicos, que a la vez pueden ser dinámicos y cambiantes a lo largo del tiempo, afirma que la pluralidad de formas de regulación política y económica no es la excepción sino la regla. 6