“La política en la era de la globalización y las finanzas: algunas investigaciones de la Escuela de la Regulación” 1 Robert Boyer Crecimiento y Desarrollo Económico Facultad CCEE Mayo 2012 Alejandra Sosa Alfonsina Calvette Ivana Rodríguez María Inés Ignatczuk 1 Traducción de “The political in the Era of Globalization and Finance: Focus on Some Regulation Schoool Research”, realizada por Gonzalo Barraza, Marcos Grill, Annick Peter, Lucas Puig y Belén Rolín. Introducción Robert Boyer, uno de los principales exponentes de la Escuela de la Regulación, es quien desarrolla el texto que analizamos en las siguientes líneas. El desarrollo de su Teoría se basa en torno a dos conceptos fundamentales: uno es el de los regímenes de acumulación2 y el otro el de los modos de regulación3. El primero de ellos hace referencia a la forma de producir, mientras que el segundo a las reglas que rigen socialmente el mecanismo de acumulación. A partir de lo anterior, el autor se plantea la tarea de demostrar la falsedad de tres ideas centrales que han sido “impuestas” por las corrientes de pensamiento más liberales desde la década del 80´: primero, la suposición de que existe un determinismo económico inevitable que explica la globalización y el domino de las finanzas como procesos irreversibles; Segundo, que los mecanismos de mercado se consideran superiores a las intervenciones estatales; y tercero, como consecuencia se presupone la convergencia de todas las formas de capitalismo a una configuración única dominada por el mercado. Boyer, a través de la Escuela de la Regulación, quiere demostrar entonces, en base a la interrelación entre política y economía, que éstas proposiciones son falsas planteándose como objetivo refutarlas: en cuanto a la primera el objetivo es demostrar que la internacionalización está en una nueva fase pero aún se mantiene la globalización de las finanzas; para la segunda, se enfoca en demostrar que las instituciones públicas son superiores a los mecanismos de mercado; y por último, que la consecuencia es que pueden coexistir varias configuraciones de capitalismo. DESARROLLO DE LA TEORÍA A pesar de los esfuerzos realizados por diferentes intelectuales por separar desde el siglo XVI la política de la economía, no se puede negar que la intervención de la política en la conformación de las sociedades le ha dado forma a la actividad económica y al mismo tiempo, el éxito económico ha afectado el ejercicio de la autoridad. Ninguna de estas dos esferas termina por dominar a la otra, por lo que plantear una teoría económica autónoma de la ciencia política es muy difícil. Así se busca, que se puedan combinar y conformar una teoría más completa que permita integrar ambas áreas. Como consecuencia, uno de sus principales planteos es que la globalización y su influencia en la economía son resultado de elecciones políticas y no de fenómenos económicos irreversibles. Por esto, por la existencia de diferentes formas institucionales, es que surgen diferentes configuraciones de capitalismos. Para analizar de forma precisa las diferentes configuraciones de capitalismo, se deben estudiar al detalle los compromisos institucionales. Éstos, rigen las diversas esferas de las sociedades modernas que no son independientes entre sí, ya que combinan varios procesos. Por una parte, son de algún modo un elemento de anticipación, un elemento de análisis que mide su impacto y su viabilidad. Sin embargo, no es común la realización de estos planes, de hecho la historia muestra la existencia de efectos inesperados de las principales innovaciones institucionales. Ahora, los compromisos institucionalizados han de demostrar cierta compatibilidad o independencia, aunque esta última sea bastante improbable al considerar los 4 tipos de capitalismo propuestos acá; pero se señala en el sentido de que pueden existir innovaciones institucionales que sean incompatibles haciéndose necesario ciertas condiciones estructurales mínimas (como, la capacidad para responder ante la incertidumbre, circunstancias económicas variables, conflictos sociales recurrentes, desequilibrios económicos). Por otra parte, ha de reconocerse que se han impuesto principios comunes a la vida social con el fin de resolver los conflictos inherentes a las sociedades individualistas. Por último, el carácter complementario de las instituciones en el capitalismo puede provenir como consecuencia de un principio constitutivo en consonancia con la sociedad con la cual comparten el período temporal en el que están inmersas. Es necesario tener presente que la Teoría de la Regulación busca identificar la sucesión de períodos que marcan la acumulación, no teniendo efectos sobre la configuración exacta de las formas institucionales. Veamos algunos alcances de la Escuela de la Regulación: para el desarrollo y selección de instituciones se ha de prestar atención a las economías, para ver cuales se adecuan más al contexto en que van a estar insertas y porque no han sido aún tomadas en cuenta. El origen de las instituciones se ha de encontrar en las bases políticas y sociales que mueven a nivel macro las acciones y 2 Conjunto de regularidades que aseguran un progreso general y relativamente coherente en la acumulación de capital, es decir, que permite reabsorber o postergar en el tiempo las distorsiones y desequilibrios que nacen permanentemente del propio proceso. (Fuente: Boyer, R. y Saillard Y. (1996). “Glosario “en “Teoría de la regulación: Estado de los conocimientos” Vo.l 1 Oficina de publicaciones del CBC, UBA, BS AS. Pág. 203 a 213.”) 3 Hablar de la regulación de un modo de producción es tratar de expresar la manera en que se reproduce la estructura dominante de una sociedad en sus leyes generales. Es el estudio de la transformación de las relaciones sociales que crean nuevas formas económicas y no económicas, formas organizadas en estructuras y que reproducen una estructura dominante: el modo de producción. (Fuente: Idem Nota al pie de página nº 1). decisiones de los distintos agentes económicos. En los momentos de crisis pasan a cuestionarse las decisiones que se han toma do sobre las instituciones, pero ningún agente dispone de capacidad suficiente para evitar las contradicciones que surgen de su mismo modelo a modo de evitar estas crisis; sí se pueden tomar decisiones con el fin de mitigar las consecuencias. Para poder comprender mejor lo antes expuesto, debemos considerar varios elementos que de una forma u otra determinan la configuración capitalista que surja: el primero es que ya no estamos pensado en un único punto de equilibrio al cual todas las economías confluyen, ya que la información no es perfecta; Junto con esto, el enfoque de los especialistas del cambio técnico, plantea que las decisiones técnicas y organizacionales juegan un rol estructurador en la dinámica del capitalismo a través de las eficiencias de escala, ya que afirma que los rendimientos crecientes tienen consecuencias sobre los procesos de desarrollo; tercero el enfoque de la ciencia política, supone que cada gran decisión política o constitucional abre o cierra ciertos prospectos; y por último establecen que la naturaleza complementaria de las instituciones del capitalismo es consecuencia de que la creación de las instituciones resultan de intervenciones explícitas y de una fuerte dependencia histórica. Finalmente, debemos considerar que el término globalización, va más allá de la concepción que sugiere que las naciones, las empresas y los individuos no ejercen control sobre un determinismo que está más allá del control de las políticas nacionales, y por ello debería ser remplazado por el de Interdependencia y el de Articulación entre diferentes niveles de regulación, según el autor. Tras el análisis de los determinantes de la innovación en 12 países industrializados, se arribó a que existen cuatro configuraciones de capitalismo: Dirigido por el mercado (EEUU): los sectores de alta tecnología se desarrollan en paralelo con la expansión de los puestos de trabajo en el sector terciario. Se caracteriza por la acumulación extensiva y autónoma, junto con un continuo proceso de crecimiento de las desigualdades, que solo se interpone en las fases de escasez de mano de obra. Meso corporativista (Capitalismo japonés): dominado por el impulso dinámico de las grandes empresas, se caracteriza por la liberalización financiera y una gran apertura internacional. El régimen de acumulación se basa en cierta estabilidad de las desigualdades y la búsqueda de competitividad exterior. Capitalismo Socialdemócrata (Escandinavia, Austria, Alemania): basado en una fuerte negociación salarial entre representantes de los asalariados, las empresas y las autoridades. El régimen de acumulación refiere a una competitividad basada en la calidad, los servicios y la innovación. Destacan el papel dominante de la distribución del ingreso, así como la función del sector público en sectores de la salud, educación, formación profesional, etc. Dirigida por el Estado (Francia): el Estado comienza a intervenir en la actividad económica, ya sea en materia de producción, demanda o ajuste del mercado. Además es parte de la codificación de las formas institucionales (régimen monetario). Concluye a partir de la anterior caracterización, que las trayectorias nacionales son contrastantes, observándose diferentes configuraciones de capitalismo, reforzando su idea de que el capitalismo tiene un movimiento en espiral, no teniendo porqué una misma configuración alcanzarse en más de una oportunidad. En cuanto al silogismo que sostiene la existencia de una convergencia hacia el capitalismo guiado por el mercado, plantea tres problemas, basándonos en tres conceptos: GLOBALIZACIÓN, ha representado ciertamente un cambio estructural grande comparado con el funcionamiento mundial de posguerra, pero no ha implicado en lo absoluto la existencia de único modo de regulación a n ivel mundial, que uno prevalezca no quiere decir que no sobrevivan en algunas partes del mundo otras formas de regulación; CONVERGENCIA, tampoco es un término seguro, existen condiciones que no necesariamente justifican el correcto funcionamiento del libre juego de oferta y demanda, por tanto nada asegura la necesaria convergencia a los mecanismos de mercado; JUSTICIA SOCIAL, si bien el libre juego del mercado puede no cumplir con los objetivos deseados, también la intervención estatal puede juagar en contra, de hecho la acción pública puede terminar generando mayores desigualdades. Podemos decir que es difícil que se dé la convergencia hacia un capitalismo de mercado puro. Una mirada histórica Los diferentes regímenes económicos que se registraron luego de 1945, alcanzaron notables niveles de crecimiento hasta finales de la década de los 90. La cuestión que se plantea entonces es: ¿qué llevó a que se diera este crecimiento? ¿Fue la liberalización del mercado o la imposición de fuertes controles? Factores determinantes que propone en este sentido la Escuela de la Regulación son: por un lado el nexo entre salario y trabajo, jugando un rol determinante en el acelerado crecimiento de la acumulación intensiva; Y por otro, la independencia en el accionar de las instituciones económicas. En 1960 estos notables regímenes de acumulación que enumerábamos más arriba, y sus configuraciones socio-políticas se han desestabilizado por su propio éxito. El pleno empleo dio a los asalariados una mejora pero incrementó la inflación, lo que generó problemas de distribución del ingreso. Sumado a esto el método fordista 4 en EEUU y la sustitución de trabajo por capital se enfrentaron a una desaceleración sostenida de la productividad. La acumulación ya no es intensa y concentrada en el consumo masivo, pero es amplia y está basada en la diferenciación de estilos de vida y el refuerzo de acentuar las desigualdades. Este cambio es fundamental para la comprensión de las formas contemporáneas del capitalismo. A su vez se observa una ampliación del mercado mundial, lo que trae una disminución en la capacidad de negociación de los salarios, incrementando el desempleo. En los años 80 la IED suplanta al comercio. Estos son todos factores que se combinaron para explicar el carácter generalizador de la transformación de los modos de regulación. En la década de los 90 se ha observado un cambio cualitativo en la estructuración de las formas institucionales, un aspecto que ha jugado en favor de ello ha sido la integración de la economía internacional en un creciente comercio mundial. Las consecuencias se ven en otras formas institucionales, como en la desestabilización de la forma oligopólica de fijación de precios dando lugar a la competitiva; en los objetivos de los Bancos Centrales que se enfocan cada vez más en el control de la inflación en lugar del crecimiento y la estabilidad; se observa una política presupuestaria pro cíclica, en donde el Estado deja de ser el benefactor del keynesianismo; y por último se observan cambios en la relación salario trabajo, como consecuencia más bien de los anteriores mencionados. Para finales de la década de 1990, los cuatro modos de regulación, habían desarrollado una serie de fortalezas y debilidades. El MODO DE REGULACIÓN POR EL MERCADO, presenta un rápido ajuste al cambio estructural y la capacidad de desarrollar cambios tecnológicos radicales. Pero también genera aumento de las desigualdades sociales, y presenta sub inversión en infraestructura para el colectivo. Por último señalar que la reducción del gasto público en educación e investigación y la incapacidad de coordinar las distintas ramas industriales, son factores que determinaron su desestabilización. El de REGULACIÓN MESO-CORPORATIVA, se caracteriza por la especialización en actividades ricas en educación, presenta ventajas por innovaciones incrementables, y por ende se caracteriza por la competencia basada en la calidad. Pero, el vuelco hacia los sectores productivos vinculados a la ciencia y la desregularización financiera son factores que desestabilizan al mismo, y por ello s e presenta sub inversión en la investigación llegando a niveles mínimos, falta de reacción ante ciertas circunstancias económicas y falta de control (o de cierto control) en las decisiones de inversión. El modo GUIADO POR EL ESTADO, se identifica por la especialización en actividades que se vinculan a las necesidades colectivas y por ser estados que se encuentran abiertos a las innovaciones que se dan de forma radical. Pero también hay sub inversión para satisfacer las necesidades de los consumidores y lentas reacciones a las intervenciones públicas. La forma de organización no favorece el avance en la frontera de la tecnología, la estimulación al estado no es suficiente para que pueda desenvolverse dada las restricciones que se ejercen sobre la política económica. El MODO SOCIAL-DEMÓCRATA, tiene un contrapeso que es la alta tributación y la inadecuación del sistema financiero, pero a su vez se observa la especialización avocada a los recursos naturales y al bienestar social, buscando disminuir la brecha de las desigualdades. Un factor que se destaca como desestabilizante es la divergencia de lo que son las tendencias internacionales. Al finalizar la década de los 90 comenzó a resaltarse la hegemonía estadounidense aún más y se puso de manifiesto la necesidad de competir no sólo en aspectos económicos sino también por el poder político para lograr la misma; y esto fue así dado la flexibilidad en el corto plazo y la necesidad de reestructuraciones sociales y económicas. Para poder alcanzar dicha flexibilidad es necesario: cierta flexibilidad financiera; interrelación de las instituciones del país a través de la sincronización y de la graduación; aceptar la integración nacional que traen como resultado los puntos recién mencionados, ya que una de sus principales características es la de la incertidumbre y el querer obviarla o esquivarla desestabilizaría la economía en cuestión; y por último la presión que tienen los gobiernos capitalistas en la adopción de las instituciones propicias para este modo (norteamericanas básicamente). Este modo de regulación lleva a aumentos en las desigualdades sociales, perpetuando las mismas. ¿Por qué prevalece entonces? La respuesta quizá es la Ley de Greshman del dinero al capitalismo en donde dice que: “las malas regulaciones están desplazando a las buenas”. 4 Organización del trabajo que, partiendo del taylorismo, lleva aún más lejos la parcelación de las tareas, la mecanización de los procesos productivos y una separación completa ente concepción y ejecución. (Fuente: Idem Nota al pie de página nº 1). De esta forma nos encontramos con que estamos frente a un régimen de acumulación gobernado por las finanzas, ya que se busca mantener un nivel e incluso incrementar las tasas internas de retorno, para atraer inversiones internacionales y además las perspectivas de ganancias en los mercados financieros tiene una influencia directa en la elección entre consumo y ahorro. Los hogares invierten en fondos de pensiones, mercados de valores y acciones de empresas, conformándo una proporción cada vez mayor del ahorro de los hogares. Los niveles de Deuda Pública se han ido incrementando constantemente, provocando que el gasto Público sea cada vez más sensible a las variaciones en las tasas de interés reales. Las dificultades que se encuentran en el sistema de protección social a través de la distribución del ingreso, el envejecimiento de la población y la fragilidad de los programas de pensiones, favorecen los seguros privados y por ende, acentúan las variaciones individuales en los programas de pensiones, afectando profundamente el nexo salario-trabajo. Así, elementos de la demanda sienten la presión de los mercados financieros: la Inversión productiva es más cautelosa, buscando la mejor financiación y la menor carga fiscal; mientras que el Consumo doméstico es más volátil, al ser el salario más incierto. El mercado financiero supervisa el uso eficaz del Capital, con la expectativas de desarrollar aún más el beneficio, dinamizar la TIR y bajar la sustitución entre trabajo – capital; lo que termina determinando las capacidades de producción y la orientación de la racionalización. Entonces, ¿Puede ser viable éste modelo? Depende. Si el efecto propiedad está muy desarrollado en la economía en cuestión, los mercados financieros llevan a que la Inversión sea determinada por la rentabilidad, surge un crecimiento virtuoso dominado por las finanzas. Existe un exceso de flexibilidad que afecta la estabilidad, siendo ésta muy vulnerable. En economías en donde los mercados financieros estén dominados por una economía de sociedad asalariada, siendo la renta determinante del consumo, los incrementos de rentabilidad tienen un efecto negativo sobre el crecimiento y el empleo. Hay que tener cuidado con los incrementos exógenos que puedan generar presiones inflacionarias. En los 90´los riesgos de desestabilización se pueden ver en la Intensidad, Diversidad, y Rápida difusión de las innovaciones financieras, generando especulación, basada en los supuestos falsos de que los mercados financieros pueden auto regularse y que en realidad no se está observando el verdadero valor de las empresas La Teoría de la Regulación quiere ir más allá y cruzar ese umbral de inestabilidad. Así, la distribución de los ingresos se ha visto desplazada por los beneficios. La Demanda se encuentra contenida porque los salarios reales han tendido a crecer menos rápidamente que la productividad para poder llegar a elevadísimas tasas de beneficios insostenibles, como en 1930. La existencia de crisis estructurales, nos lleva a que cada una es diferente de la siguiente porque al momento de afrontar la siguiente crisis, tomó la forma institucional que le permitió superar la anterior. Países desarrollados enfrentan el fantasma de la deflación, mientras que países de reciente industrialización enfrentan una situación riesgosa ante el ingreso del Capital de Corto Plazo, y la apertura de las exportaciones. Se verifica el mantenimiento de la espiral en el modo de producción capitalista, donde el autor observa una tensión entre las exigencias de la lógica de mercado y las expresiones de opción política democráticas. Consideraciones finales. El autor pone un claro énfasis en las instituciones para explicar los regímenes que se configuran en una sociedad. De hecho, busca en la complementariedad institucional las bases que pasan a configurar el modelo que resulta. A su vez observa que cuando un modelo entra en crisis, provocando desestructuraciones, genera la conformación de nuevas instituciones que no van a ser las mismas que las anteriores, e incluso van a dar paso a un nuevo modo de regulación, que luego va a dar paso a una nueva crisis pero que no va ser como la anterior. He aquí el comportamiento en espiral del que habla el autor. Según éste, las instituciones que se desarrollen en un cierto país, no dependen sólo de las decisiones que tomen las autoridades, sino que se han de tener en cuen ta otros aspectos, como el entorno inter-temporal e histórico en el que van a estar inmersas, así como aspectos más particulares que hacen a cada sociedad. Señala el autor, que las configuraciones de la economía que se observan hoy en día, son varias, aunque el capitalismo de mercado prevalezca, con la hegemonía de los EE.UU., lo cual no significa en lo absoluto que sea el único modo de regulación que tenga cabida hoy en día; de hecho señala el autor que existirían en principio 4 configuraciones distintas. Por ello sostiene la no convergencia hacia un único modo de regulación capitalista guiado por el mercado. Enfocándonos un poco más cerca en el tiempo, vemos que Boyer plantea cómo los problemas que enfrenta Europa actualmente es resultado de que las políticas han fracasado, junto con el incumplimiento de los pactos de estabilidad y crecimiento, además de una preocupante falta de control sobre las finanzas internacionales. Nuevamente se observa la inclinación del autor a señalar éstas últimas como factor determinante de los problemas de las economías. La Escuela de la Regulación, ha opinado en cuanto a las medidas que se han adoptado como solución ante estos hechos, sugiriendo qué, por un lado la disminución del Gasto Público no va a lograr frenar la especulación (y de hecho no lo ha logrado), ni tampoco se va lograr disminuir los niveles de Deuda Pública existentes (éstos ya están demasiado acrecentados). Por último queríamos destacar que Boyer plantea como puntos necesarios para avanzar en esta crisis, primero y antes que nada, reformar las instituciones, claro reflejo del planteo del texto que hemos analizado hoy; y por otro, el control del capital financiero (nuevamente hace hincapié en el mismo factor). Para dar final a esta presentación, quisiéramos plantear una cuestión, simplemente a modo de reflexión tomando como base el pensamiento que hemos expuesto de Robert Boyer y la Escuela de la Regulación, ¿Se podrá conformar un nuevo modo de regulación que permita relanzar el crecimiento de forma sostenida (sin altos ni bajos tan pronunciados) como en el modo de regulación financiera, y de esa forma hallar un camino de estabilidad y desarrollo social? Solo el tiempo lo dirá.