Un recorrido por tres colonias de los descendientes de los alemanes del Volga en Argentina. Colonia Santa Trinidad La inmigración es mixtura, es cambio y esperanza. La inmigración trasluce ánimo de modificación, necesidad de transformación, implica casi siempre aventurarse, animarse, atreverse. Convierte los deseos en ansias de progreso, las expectativas en tierra fértil de prosperidad. En Argentina durante varias corrientes inmigratorias, ellos trajeron a cuestas sus usos y costumbres, tradiciones y hábitos, mitos y religiones. En el caso particular de los alemanes del Volga, desde Europa atesoraron nuevos rumbos por recorrer instalándose principalmente en dos territorios de nuestro país, la provincia de Entre Ríos y de Buenos Aires. Los alemanes del Volga eran alemanes étnicos que vivían en las cercanías del Volga en la región europea meridional de Rusia, alrededor de Sarátov y al sur, que conservaron el idioma alemán, la cultura alemana, sus tradiciones e iglesias, todas cristianas: católicos, protestantes luteranos y menonitas. Numerosos alemanes del Volga emigraron a Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y otros países a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los que llegaron a la Argentina lo hicieron merced a una ley del entonces presidente argentino Nicolás Avellaneda. La primera colonia se estableció en Hinojo, cerca de Olavarría en la Provincia de Buenos Aires, el 5 de enero de 1878, y otros lo hicieron en el departamento entrerriano de Diamante el 24 de enero del mismo año, fundando General Alvear. Más tarde lo fueron haciendo en el resto de las provincias. La población total de descendientes de alemanes del Volga en la Argentina está estimada en algo más de 2.000.000 de habitantes. Santa Trinidad – Colonia 3 Santa Trinidad es un pueblo rural que pertenece al partido de Coronel Suárez, ubicado al sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Geográficamente pertenece a la región pampeana y dentro de ésta a la subregión de la llanura Interserrana y de la Ventania, representada por una extensa planicie acompañada de un sistema serrano. El partido comprende una superficie de 5.985 km2 y limita con los distritos de Guaminí, Daireaux, General La Madrid, Coronel Pringles, Tornquist, Saavedra y Adolfo Alsina. El distrito está integrado por 17 localidades y parajes, la colonia Santa Trinidad es un lugar para ser visitado, conocer sus tradiciones, costumbres, idioma, comidas, danzas y arquitectura. Se encuentra a 240 metros sobre el nivel del mar, es un pequeño asentamiento rural de manzanas irregulares, que conserva un trazado urbano con pautas culturales propias del lugar de origen de sus colonos, en el valle del río Volga al sur de Rusia, muy diferente con relación a las ciudades hipanoamericanas, con casas centenarias, sus calles, su plaza, el club y el templo parroquial. Cuenta también con escuelas, unidad sanitaria, destacamento policial, parroquia, delegación municipal y otras instituciones. Fue creada el 3 de septiembre de 1887, en octubre se celebran las fiestas patronales o kerb y el Encuentro Regional del Acordeón. Un poco de historia A mediados de la segunda mitad del siglo XVIII, la emperatriz Catalina II de Rusia produjo un manifiesto llamando a los colonos europeos a poblar las estepas rusas. Las largas guerras, ocupaciones, saqueos extranjeros, malas cosechas, impuestos elevados, fueron las causas decisivas para el éxodo de los colonos alemanes hacia la zona sur del río Volga, buscando la salvación en esas tierras desconocidas para ellos. Durante un largo siglo poblaron esas tierras vírgenes, formando varias colonias a ambas márgenes del río. Desaparecida Catalina II y con el paso del tiempo, el imperio ruso quiso que los colonos alemanes, ya no tuvieran ciertos privilegios. La poca autonomía de la cual gozaban les fue denegada, dejaron de renovarles los contratos de las tierras y todo condujo a que buscaran nuevos horizontes. Dirigieron sus destinos hacia Norteamérica y Brasil donde se establecieron muchas familias. En Argentina la llegada de los alemanes del Volga comienza un 24 de diciembre de 1877 cuando arriba el primer grupo de familias a las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires. En ésta última, en las inmediaciones de Olavarría, fundan la colonia Santa María de Hinojo. El 5 de enero de 1878 se considera la fecha de fundación de la colonia madre (Hinojo) de la colonización alemana del Volga en Argentina. Siete años más tarde de esta fundación llegan al puerto de Buenos Aires 50 familias más de alemanes del Volga procedentes de las colonias de Kamenka, Hildmann, Dehler y Vollmar, en el vapor Strasburg. El trazado urbano Su principal actividad fue la agricultura, a la que sumaron como actividad complementaria la ganadería y los trabajos de granja. Los primeros pobladores eran expertos labradores de la tierra, ese fue uno de los motivos que los hicieron emigrar a este país. Según el relato de Andrés Marcelo Diel y Catalina Scheffer, grupos de familias acarreaban arena que obtenían del arroyo Sauce Corto, llegando inclusive hasta las sierras de Ventania, destinada a la construcción de viviendas. Con mucho sacrificio comenzaron a construir sus casas, generalmente de adobe o de piedra, el templo, escuelas, que distribuyeron de acuerdo al trazado de sus colonias en Rusia, con calles de una sola salida, para facilitar la organización y el control de los colonos. A la calle principal o calle de la entrada la llamaban “la calle de los ricos”, también estaban “la calle patronal” o “la calle ancha”y la calle de atrás, donde vivía la gente más humilde, aquellos que no tenían tierras. La arquitectura Si bien hay diferentes etapas y tipologías de viviendas en las colonias, hay que tener en cuenta que se trata de un patrimonio rural y modesto, en contraposición a la arquitectura rural de las grandes estancias. Los primeros colonos construyeron según la tradición popular que acostumbraban en el Volga, donde en su momento plasmaron costumbres constructivas europeas, como proporciones, trabajo en ladrillo y ubicación del acceso, que se adaptaron al territorio ruso. Una característica común que se aplica a todas las tipologías, es la ubicación del acceso a la vivienda. Este se ubica lateralmente al volumen que da hacia la calle, entrando en primera instancia al patio, luego a la galería y recién en una tercera instancia al espacio cerrado y privado de la vivienda. La Avenida Libertad presenta como nombre original en dialecto alemán Vordere Gasse y popularmente la llaman “calle ancha”. Aquí se ubican las instituciones principales como la iglesia, la escuela y las viviendas de las familias más acomodadas de la comunidad. En las colonias este espacio es el equivalente a la plaza de los pueblos trazados con el damero colonial hispano. En su plazoleta central, se ubican monumentos que rinden homenaje a acontecimientos o personajes históricos y a los valores de la cultura ruso-alemana. En 1887, gracias a la colaboración de la gente de la zona se colocó la primer cruz de madera donde hoy está la iglesia. Los colonos imploraban por sus familias, sus cosechas y por la pronta construcción de un templo. Hasta el año 1900, la parroquia del pueblo San José abarcaba las tres comunidades en cuanto a lo religioso, se registraban todas las actas, tanto de bautismo como casamientos. En 1889 se establece con gran esfuerzo la primera capilla de madera y recién en 1917, el Padre Juan Thomala, impulsó la construcción de la nueva y definitiva iglesia, que al igual que en pueblo San José se edificó dejando dentro la existente, para que una vez terminada la nueva, recién demolerla. La construcción de este templo fue posible gracias a la rifa de un automóvil Packard, rifa que circuló por toda la provincia de Buenos Aires, sin que apareciera alguien a reclamar el premio, con lo cual todo se destinó al templo. Fuentes: Centro de Investigaciones Territoriales y Ambientales Bonaerenses. El Banco Provincia y los pueblos.