cíes que debian seguir en adelante. E n efecto, sin otro examen se ha hecho creer al Ministerio la inutilidad de cualesquiera Q u i n a s de este rey no en oprobio de las anteriores Reales aprobaciones, y de los sobresalientes efectos que producen aquí y en otros reynos de E u ropa , las mismas cortezas de la especie roja tan injustamente infamada Procedemos siempre en nuestras reflexiones disculpando estos errores; porque conocemos muy b i e n , que son casi inevitables semejantes e q u i v o caciones en géneros, que.se cosechan á dos mil leguas de distancia. Ñ A l e g u e m o s otros hechos en que se apoyan los razonamientos de analogía. Serán pocos en Europa los que sepan que siendo mucho mas débil la canela reciente que la vieja bien conservada, la ponen á puñados los orientales en sus guisos y confituras. I g n o rábase también que el sigiloso comercio de los holandeses , deslumhrando á los europeos en todo el ramo p r o d i g i o s sin necesidad de mendigarla en L o x a ni demás provincias meridionales , acaba de ser condenada en la ú l t i m a R e a l orden ál infeliz deslindo de los c u r t i d o s , si hubiere quien la c o m p r e á este f i n ; ó finalmente al f u e g o , por ignorarse todayia los preciosos usos de esta determinada especie , y las miras con que se hicieron estos acopios. S i llegasen á t i e m p o de reparar esta pérdida en las grandes partidas almacenadas de cuenta de S . M . en C á d i z y en este r c y n o Jos descubrimientos que p u b l i c a m o s en este discurso , serian menos dolorosas á su autor las aflicciones que ha sufrido, en el curso de una c o m i s i ó n ; en c u y o desempeño se c o m p o r t a b a sin gratificación ni la esperanza de o t r o p r e m i o , á que renunció anticipadamente persuadid o del beneficio que hacía á la h u m a n i d a d . (*) ¿ N o hubiera sido un cargo á que no hubiéramos p o d i d o satisfacer si ordenándonos determinadamente acopiar la misma especie roja de las muestras examinadas y apir b a d a s , hubiésemos r e m i t i d o otras especies distintas ? L a inculpable inadvertencia d é l o s profesores posteriormente c o m i s i o n a d o s para el nuevo examen era consecuencia necesaria de las preocupaciones dominantes , y de haber ignorado a b solutamente las ideas ministerial.-.-, de la época a n t e r i o r , en que se m.indó estén der el proyectó de la R e a l A d m i n i s t r a c i ó n , cuya c l a v e se reserva el autor hasta su debido t i e m p o .