LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO Guatemala, agosto 2006 2 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Este documento fue publicado gracias al apoyo técnico y financiero de Plan internacional Guatemala y Plan Japón. Director de País Lic. Ricardo Gómez Agnoli Directora de Programas Licda. Anabella Cerezo de García Coordinador del Programa de Protección a la Niñez Lic. José Campang Créditos Investigadores Maria Ester Caballero Sergio González Myrella Saadeh Coordinación Mariana de Del Águila Gerente Proyecto Anual Maria Eugenia Villareal Asistente de Gerencia Belia Rodas Coordinadora Técnica Diagramación MAVS desiGN Revisión Belia Rodas Elaborado por CONACMI LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO INDICE Presentación ......................................................................................... 5 Resumen Ejecutivo ................................................................................ 7 Introducción ......................................................................................... 11 1. Marco teórico conceptual ...................................................................... 13 1.1 El enfoque teórico de las representaciones sociales. .......................... 15 1.2 Abuso sexual e incesto contra niñas, niños y adolescentes desde el análisis social. ..................................................................... 17 * Conceptualización sobre el abuso sexual a niños, niñas y adolescentes .. 18 * Caracterización del abuso sexual ................................................ 19 * Prácticas más comunes de abuso sexual ....................................... 20 * Proceso de desarrollo del abuso sexual ......................................... 20 * Abuso sexual incestuoso ........................................................... 21 * Caracterización del abuso sexual incestuoso .................................. 22 * Proceso de desarrollo del abuso sexual incestuoso ........................... 23 * Factores que convergen en la ocurrencia del abuso sexual incestuoso ... 27 * El papel de la madre ante el abuso sexual incestuoso ....................... 28 * Falsas creencias sobre el abuso sexual a niñas, niños y adolescentes ..... 29 1.3 El abuso sexual y el incesto desde la mirada de la psicologíaÊ ............... 31 1.4 Una mirada antropológica de la representación social del incesto. ......... 33 * Interpretación de las teorías antropológicas sobre el incesto .............. 34 * El incesto desde la perspectiva de la sociedad post moderna .............. 35 * Fundamentación para la sanción del incesto. ................................. 37 1.5 La protección contra el abuso sexual y el incesto: representación social desde lo jurídico. ......................................... 37 a. Normativa internacional. ........................................................ 37 3 4 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala b. Normativa interna. ............................................................... 38 * Constitución Política. ....................................................... 38 * Ley de protección integral de la niñez y la adolescencia. ............ 38 * Código Penal. ................................................................ 39 2. 3. Aspectos Metodológicos ................................................................... 41 2.1 Objetivo general ..................................................................... 43 2.2 Objetivos específicos ................................................................ 43 2.3 Metodología ........................................................................... 43 2.4 Facilitadores y limitaciones de la investigación ................................ 45 Hallazgos de la Investigación ............................................................. 47 3.1 El abuso sexual e incesto, una mirada cuantitativa del fenómeno .......... 49 * Escuintla ............................................................................. 49 * Guatemala ........................................................................... 55 * Casos conocidos por la Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público ............................................................................... 55 * Casos denunciados en la PNC .................................................... 59 3.2 La Familia de las niñas, niños y adolescentes víctimas / Factores de riesgo ................................................................... 67 3.3 Las representaciones sociales sobre el abuso sexual incestuoso ............ 69 * Hombres / Padres de familia ..................................................... 71 * Mujeres / Madres de familia ...................................................... 74 * Niñas y niños ........................................................................ 76 * Adolescentes ........................................................................ 79 * Actores sociales .................................................................... 82 4. ¿En qué podemos utilizar los hallazgos de esta investigación? ................... 87 Bibliografía ................................................................................... 93 Anexo ......................................................................................... 95 * Instrumentos ............................................................................... 97 LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 5 Presentación El abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes constituye un grave delito que atenta contra la integridad de las víctimas, y particularmente si es de tipo incestuoso, al ocurrir dentro del ámbito familiar. El presente estudio nos muestra, aún con la limitante del sub-registro, que hay una alta prevalencia del abuso sexual incestuoso, en datos recabados en dos departamentos. Por otro lado hace un análisis de las representaciones sociales que padres, madres, niños, niñas y diversos actores sociales tienen sobre la problemática, que nos permite comprender cómo lo entienden y su actitud, siendo preocupante que se tienda a culpabilizar a las víctimas como “provocadoras” y así minimizar la culpa del agresor. Aunque en años recientes, a nivel nacional e internacional, se han dado algunos avances en el reconocimiento de que la niñez y la adolescencia son sujetos sociales de derechos, todavía prevalecen representaciones sociales sobre la infancia que lo conciben como un “menor”, en términos de inferior o disminuido, débil o incapaz, en relación a los adultos. Estas representaciones sociales desvalorizan a la niñez y a la adolescencia, y como consecuencia legitima o justifica la intervención violenta contra las personas menores de edad en diversos ámbitos. Uno de estos ámbitos es al interior de las familias y una forma de acción que violenta los derechos humanos de las personas menores de edad, es el abuso sexual incestuoso, i.e. el contacto sexual, directo o indirecto, entre familiares, consanguíneos o afines, en el cual una niña, niño o adolescente, ve sometida su voluntad mediante el ejercicio y abuso de poder, desde la condición de género y generacional: es decir, por la diferencia de edad, sexo, fuerza, conocimiento o autoridad entre la víctima y el agresor. Otro factor que predispone a la ocurrencia del abuso sexual es la sociedad patriarcal con una ideología que concibe a las mujeres como un sistema de propiedad social y privada, que permite a los hombres apropiarse y usar de sus cuerpos. Para Plan, como una organización que trabaja por el respeto de los derechos de la niñez en Guatemala y a nivel mundial, es fundamental que todas las instituciones, tanto del Estado como de la sociedad, asumamos nuestra responsabilidad para garantizar la protección de la niñez contra cualquier forma de abuso, físico, mental, o sexual. Es importante el papel de la prevención mediante programas educativos dirigidos a padres y madres de familias, a niños, niñas y adolescentes, a maestros y maestras, a líderes comunitarios, a autoridades locales, municipales y nacionales, para evitar la ocurrencia de esos hechos lamentables que producen un daño emocional permanente en la vida de las niñas y los niños. Por otro lado, es esencial promover la denuncia y la respuesta eficaz, tanto social como judicial, para la atención de los casos que se detecten, con la finalidad de restituir los derechos de la persona agraviada como para la persecución penal de los agresores. Esperamos que este estudio contribuya a un mayor conocimiento sobre estos temas, que son de difícil abordaje, y a un mayor compromiso por parte de todos para erradicarlo. Ricardo Gómez Agnoli 6 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 7 Resumen Ejecutivo Informe Final de la Investigación Septiembre 2006 La Red para la Prevención y Atención del Maltrato y el Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala realizó una investigación sobre el abuso sexual con énfasis en el incesto, en los departamentos de Guatemala y Escuintla. Primero, se hizo una aproximación cuantitativa al número de casos denunciados y posteriormente, con un enfoque más cualitativo, se hizo un análisis sobre las representaciones sociales sobre el abuso sexual con énfasis en el incesto, con el propósito de conocer la información, el campo de representaciones, la actitud y prácticas que niños, niñas, adolescentes, padres y madres de familia, y actores locales tienen sobre la problemática. La investigación fue realizada por un equipo de investigadores integrado por María Ester Caballero, Sergio González y Myrella Saadeh. Plan Guatemala y Plan Japón dieron el apoyo financiero y técnico para la realización de la investigación. Se recopilaron datos estadísticos del número de casos denunciados durante los años 2004 y 2005 en la Oficina de Atención a la Víctima –OAV- del Ministerio Público –MP- y en la Sección de Delitos Sexuales de la Policía Nacional Civil –PNC-. También se hizo una revisión de casos atendidos en el Hospital Roosevelt, Hospital Nacional San Juan de Dios y en la Asociación Nacional contra el Maltrato Infantil –CONACMI-. Con base en le información de la base de datos se seleccionó el municipio de Escuintla y la zona 18 de la ciudad de Guatemala, para realizar la investigación cualitativa por tener mayor incidencia de casos denunciados ante los organismos mencionados. Como resultados relevantes de la investigación se pueden mencionar: * La información cuantitativa de este estudio revela que del total de casos de abuso sexual denunciados durante los años 2004 y 2005, de 976 casos, el 32% representa abuso sexual incestuoso que incluye el abuso sexual cometido no sólo por ascendientes, descendientes y hermanos como lo define el Código Penal, sino también por otros miembros de la familia. * En el análisis de las representaciones sociales, a nivel de conocimientos, todos (as) saben de hechos ocurridos en sus comunidades, los que interpretan como actos inmorales, incorrectos, cometidos por hombres con problemas psicológicos y emocionales; sin embargo, en el ámbito del campo de representaciones y en el de actitudes, los y las adultas consideran que éste es un hecho que por ocurrir al interior de la familia es competencia únicamente de ésta, por lo que no se puede ni se debe intervenir, lo que provoca una invisibilización del fenómeno y se confina a la esfera privada familiar. 8 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala * Se percibe como un hecho reprobable. Sin embargo, el temor a las consecuencias de denunciar este hecho funciona como uno de los mecanismos sociales de control, de ahí que nadie está dispuesto a intervenir. Esta situación refuerza la representación social de que el abuso sexual incestuoso debe ser abordado y resuelto al interior de la propia familia. * Del estudio se desprende que la culpa del abuso sexual incestuoso recae sobre las madres y las víctimas, idea que se correlaciona con el mito que alude a que la madre es cómplice y culpable, y que las niñas provocan el incesto, en tanto que su actitud incita a que sus padres pierdan el control de sus actos y abusen sexualmente de ellas. Se consolida de esta manera la idea de responsabilidad compartida entre la víctima y su victimario. * La alusión a la responsabilidad de la víctima se percibe más claramente cuando se trata de una adolescente. La representación social tiene que ver con la idea de que se trata de abuso sexual si la víctima tiene menos de 12 años de edad; en contraste, si es una adolescente, ella es la que provoca o lo hace por su voluntad. Su silencio es asimilado a un acto de consentimiento y de mutuo consenso. De esta forma, se diluye la responsabilidad del abusador en función de la etapa de desarrollo en que se encuentre la víctima, al dejar de considerar que el abuso sexual es el mismo con independencia de la edad que tenga la persona menor de edad. * Todos los consultados perciben a los abusadores como enfermos mentales, como hombres que tienen problemas psicológicos, que padecen impulsos biológicos que no pueden resistir, siendo esto lo que los lleva a abusar de sus hijas(os). AL respecto, es importante considerara que este es un mito presente en la representación social del abuso sexual incestuoso en la comunidades estudiadas, pero que ha sido negado por estudios clínicos realizados, mismos que evidencian que la mayoría de autores del abuso sexual no presentan ningún trastorno psicológico. * En este imaginario social, las formas de control para evitar el incesto recaen sobre las potenciales víctimas y no sobre los probables victimarios, es así que, los hombres pueden seguir siendo abusivos, pero las mujeres (menores de edad o adultas) deben ser controladas para que ninguno de sus actos sea considerado como una provocación al abuso sexual. * Por otra parte, se cree que es imposible prevenir y erradicar el abuso sexual incestuoso porque éste es una práctica cultural. EL fatalismo de esta representación social, se acompaña de una contradicción, pues como práctica cultural gozaría de la tolerancia comunitaria, sin embargo, como quedó establecido antes, las personas consultadas interpretan el abuso sexual incestuoso, como un acto inmoral y no correcto. De lo que se desprende que existe una prohibición social del abuso sexual incestuoso interiorizada como una norma de convivencia en las comunidades. * La información con que cuentan las fuentes consultadas (hospitales nacionales de referencia y CONACMI) no permite construir una tipología definida de una familia LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 9 incestuosa en las áreas geográficas seleccionadas (Departamentos de Guatemala y Escuintla), especialmente porque los expedientes no recogen toda la información que la sustente. * No existe entonces un comportamiento que defina que la desintegración familiar o la ausencia de una de las figuras (padre o madre) sean significativas en la incidencia y prevalencia del abuso sexual de la niñez y adolescencia, cuestión que también se maneja como representación social de este fenómeno. Tomando como base los resultados de la investigación se plantean las siguientes recomendaciones: * La necesidad impostergable de visualizar este problema como un asunto público. * Las instancias de salud declaren el abuso sexual incestuoso como un problema de salud pública, lo que implica que se coloque en la agenda institucional para darle atención específica. * El problema debe ser parte de la agenda de las autoridades locales, de las políticas públicas municipales, con acciones concretas que lo prevengan y lo atiendan de manera apropiada. * Supone, adicionalmente, la modificación del Código Penal y el Código Procesal Penal guatemaltecos, para establecer las tipificaciones penales que mejor justicia le hagan a la niñez y adolescencia afectada por este ilícito, y para que las niñas, niños y adolescentes víctimas no sean revictimizados durante la fase procesal. * Impulsar programas de atención psicológica que trasciendan la preparación de las victimas para intervenir en el proceso legal derivado de la denuncia, para que acompañen el proceso de superación de las consecuencias derivadas del abuso sexual. * Generar procesos continuos, permanentes y sistemáticos de información, concientización, y sensibilización de la problemática, con la finalidad de modificar paulatinamente conocimientos, actitudes y prácticas basadas en mitos que niegan o minimizan el abuso sexual incestuoso a niñas, niños y adolescentes. * Multiplicar proceso de discusión y reflexión, dirigidos al personal de las instancias gubernamentales y no gubernamentales que de una u otra manera se vinculan con este tipo de casos (hospitales de referencia, centros de salud, Policía Nacional Civil, Ministerio Público, etc.) * Los espacios de formación deberían de tener características de profundidad y especialidad, para que, todas aquellas personas que atienden a niñas, niños y adolescentes conozcan de mejor manera cómo abordarlos, apoyarlos y acompañarlos para que superen la situación que están viviendo, desde la perspectiva psicológica, médica, legal, social, de género, etc. 10 * Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala La capacitación también debería de tomar en cuenta la necesidad de que estas instancias tengan mayores competencias para un mayor y mejor nivel en la atención a la niñez y adolescencia abusada sexualmente, lo que se reflejará en su sistema de archivo, protocolos homogéneos de atención que brinden información para continuar profundizando en este fenómeno. Para lo anterior, es importante implementar cuestiones concretas, tales como: * Elaborar un protocolo de atención con un enfoque integral (médico, psicológico, sociológico, antropológico) con su manual de uso, que pueda ser utilizado por las instancias que reciben denuncias (PNC, MP) que tenga como finalidad evitar la revictimización de la niña, niño o adolescente víctima. * Lo más relevante de este aporte es contar con mejor cantidad y calidad de información que posibilite un mejor abordaje médico, psicológico, jurídico y social de la niñez y adolescencia con este tipo de problema. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 11 Introducción La investigación sobre las representaciones sociales sobre el abuso sexual con énfasis en el incesto pretende conocer el número de casos denunciados durante los años 2004 y 2005 en los departamentos de Guatemala y Escuintla, conocidos en la Oficina de Atención a la Víctima – OAV- del Ministerio Público –MP- y en la Sección de Delitos Sexuales de la Policía Nacional Civil –PNC-. Se pretende conocer también las representaciones sociales sobre esos fenómenos en dos comunidades de esos mismos departamentos, en donde la incidencia de casos fue más alta. Además, identificar los factores de riesgo asociados a esta problemática. La señora Ramírez (*) se presentó a la Oficina de Atención a la Víctima del municipio de Escuintla acompañada de su hija Julita (*) de 9 años de edad. Refiere que viven en el municipio de Palín en ese departamento, y que se acaba de dar cuenta de que la niña ha sido abusada sexualmente por su abuelo, su papá y su hermanastro, quienes se turnaban todos los días para tener relaciones sexuales con ella. Estos hechos ocurrían en la casa donde vive la niña víctima y la madre informa del caso como violación. El abuso sexual en nuestro país es más frecuente de lo que se piensa y de lo que se conoce. Todos los grupos sociales de las comunidades consultadas conocen casos de abuso sexual perpetrados contra personas menores de edad. Casos como el de Julita fueron denunciados con una frecuencia de 976 veces durante los años 2004 y 2005, solamente en los departamentos de Escuintla y Guatemala. No obstante es importante señalar que los casos conocidos por el sistema de justicia, son sólo la punta del iceberg, en tanto que no reflejan la verdadera magnitud del problema. De este total, una tercera parte representa casos de abuso sexual incestuoso, categoría ampliada por este estudio, que incluye el abuso sexual cometido no sólo por ascendientes, descendientes y hermanos como lo define el Código Penal, sino también por otros miembros de la familia, quienes valiéndose de su poder y vinculación afectiva con niñas, niños y adolescentes víctimas, vulneran su derecho a vivir libres de toda forma de violencias y abusos. El estudio refleja también que en el imaginario social prevalece la idea de que la responsable de estos hechos es la víctima, minimizando o negando la responsabilidad del victimario. Además, la responsabilidad se extiende a la madre de la niña, niño o adolescente abusado sexualmente, de quien se piensa que, independientemente de la relación del agresor con la víctima, la madre no cumplió con el rol de cuidar debidamente a sus hijas e hijos. En esta investigación se pone de manifiesto también que en la mayoría de los casos es la madre quien, enfrentando amenazas del agresor, interpone la denuncia ante las autoridades correspondientes, desmitificando la idea de que la mayoría de madres es cómplice del abuso sexual incestuoso. Con relación a las representaciones sociales, los diferentes grupos (adultos hombres y mujeres, niños y niñas, adolescentes y actores sociales) de las comunidades consultadas difieren en algunas percepciones. A nivel de conocimientos, todos(as) saben de hechos ocurridos en sus comunidades, los que interpretan como actos inmorales, incorrectos, cometidos por hombres 12 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala con problemas psicológicos y emocionales; sin embargo, en el ámbito del campo de representaciones y en el de actitudes existen diferencias: los y las adultas consideran que éste es un hecho que por ocurrir al interior de la familia es competencia únicamente de ésta, por lo que no se puede ni se debe intervenir. De alguna manera esta representación social alude a la interiorización de la tipificación del delito de incesto contenida en el Código Penal, la que lo sanciona como un acto que atenta contra el orden jurídico familiar. Por su parte, en el campo de las representaciones sociales y actitudes, los niños, niñas y adolescentes consultados reclaman la intervención de personas de fuera del grupo familiar, específicamente de las autoridades a las que compete sancionar penalmente este delito, y de las instituciones a quienes les corresponde brindar atención integral a las niñas, niños y adolescentes víctimas, ubicando así este problema en el marco de los delitos contra la persona y no contra la institución familiar. Este informe está organizado de la siguiente manera: el primer capítulo desarrolla el marco teórico sobre las representaciones sociales en general y los paradigmas de niñez y adolescencia, así como del fenómeno del abuso sexual, con énfasis en el abuso sexual incestuoso, desde una perspectiva interdisciplinaria (social, psicológica, antropológica y legal). El segundo capítulo contiene el abordaje metodológico, el cual da cuenta de los lugares donde se realizó el estudio, los actores consultados, las técnicas e instrumentos empleados y el proceso de investigación documental y de campo. Un tercer capítulo se refiere a los hallazgos de la investigación y se realiza en 3 apartados: el primero retoma la información recuperada en el sistema de denuncia (PNC y MP) y se desarrolla una parte estadística que permite conocer el número de casos denunciados en los años 2004 y 2005 en los departamentos de Guatemala y Escuintla. El segundo desarrolla un apartado sobre la caracterización de la familia y los factores de riesgo. El tercero desarrolla las representaciones sociales en dos comunidades de mayor incidencia del fenómeno. Cada apartado termina con las respectivas conclusiones de los hallazgos más importantes. Un cuarto capítulo se refiere a las conclusiones recomendaciones a partir de los hallazgos más relevantes de este estudio. Finalmente se presentan las fuentes bibliográficas consultadas y el anexo con los instrumentos utilizados. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 1. Marco teórico conceptual El presente marco teórico ofrece los puntos, teorías, autores y subtemas más importantes, los cuales, en su mayoría sirven como marco para el análisis de los hallazgos del trabajo de campo que se realizó para este estudio. 13 14 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 15 1.1 El enfoque teórico de las representaciones sociales. La elaboración conceptual y formulación teórica de la teoría de las representaciones sociales se debe al psicólogo social Serge Moscovici, con base en tres influencias: la Etnopsicología de Wundt, el Interacionismo Simbólico de Mead y el concepto de Representaciones Colectivas de Durkheim. De acuerdo con Moscovici, las representaciones sociales no sólo son productos mentales, sino que construcciones simbólicas que se crean y recrean en el curso de las interacciones sociales; son maneras específicas de entender y comunicar la realidad, que influyen en las personas al mismo tiempo que son determinadas por éstas, a través de sus interacciones. Aluden a una forma particular del conocimiento que moldea el comportamiento y la comunicación entre las personas. Las define como un “conjunto de conceptos, declaraciones y explicaciones originadas en la vida cotidiana, en el curso de las comunicaciones interindividuales, puede incluso afirmarse que son la versión contemporánea del sentido común. Estas formas de pensar y crear la realidad social están constituidas por elementos de carácter simbólico ya que no son sólo formas de adquirir y reproducir el conocimiento, sino que tienen la capacidad de dotar de sentido a la realidad social. Su finalidad es la de transformar lo desconocido en algo familiar.1 Denise Jodelet anota que las representaciones sociales designan el saber del sentido común, una forma de pensamiento social, en tanto que sus contenidos manifiestan la operación de ciertos procesos generativos y funcionales con carácter social.2 Las representaciones sociales se expresan en la forma en que las personas hacen suyos, durante las interacciones sociales, los sucesos de la vida diaria y las informaciones que circulan sobre los mismos, su propia experiencia y los modelos de pensamiento que reciben. De esta manera, las representaciones sociales refieren a una forma de conocimiento específico conocido como ‘sentido común’; es decir, un conjunto de conocimientos e imágenes que se construyen y comparten de manera espontánea, y que es reconocido por todos los miembros del grupo. De acuerdo con Jodelet, la “noción de representación social involucra lo psicológico o cognitivo y lo social, argumentando que el conocimiento se constituye a partir de las experiencias propias de cada persona y de las informaciones y modelos de pensamiento que se reciben a través de la sociedad (pensamiento social). Define las representaciones sociales como una forma de conocimiento socialmente elaborado y compartido, orientado hacia la práctica, la que concurre a la construcción de una realidad común a un conjunto social”. 3 1 2 3 Álvaro, José Luis. “Representaciones sociales”. Diccionario crítico de las Ciencias Sociales. Mora Martín. “La teoría de las representaciones sociales de Serge Moscovici. Athenea digital 2. México, 2002., p. 7. Ibidem, p. 11-12. 16 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Vistas de esta forma, las representaciones sociales son conocimientos compartidos que se relacionan de manera directa con el sentido común de las personas, debido a que parten de su propia realidad. Asimismo, son un producto social, porque el conocimiento que se genera se comparte colectivamente; además, dotan a los sujetos del mundo simbólico propio de los grupos sociales. De allí que, las representaciones sociales son una forma de expresión que refleja no solo identidades individuales sino también sociales. En la dinámica de las representaciones sociales, Moscovici distingue dos procesos que explican cómo lo social trasforma un conocimiento en representación colectiva y como esta misma modifica lo social. Estos son: la objetivación y el anclaje. * Objetivación: este proceso va desde la selección y descontextualización de los elementos hasta formar un núcleo figurativo que se naturaliza enseguida. Es decir, lo abstracto como suma de elementos descontextualizados debe tornarse en una imagen más o menos consistente en la que los aspectos metafóricos ayuden a identificarla con nitidez. Se constituye así un edificio teórico esquematizado que cumple las siguientes funciones: a) es punto común o mediador entre la teoría científica inicial y su representación social; b) lo que en la teoría es exposición general, abstracta e indirecta de una serie de fenómenos, pasa a ser traducción inmediata y funcional de la realidad que sirve al servicio de las personas comunes; c) asocia diversos elementos en un foco explicativo, con una dinámica propia y funcional; y, d) permite a la representación social convertirse en un marco cognitivo estable y orientar tanto las percepciones o los juicios sobre el comportamiento como las relaciones interindividuales. * Anclaje: la representación social se liga con el marco de referencia de la colectividad y es un instrumento útil para interpretar la realidad y actuar sobre ella. Se inserta en la jerarquía de los valores y entre las operaciones realizadas por la sociedad, adquiriendo una función reguladora de la interacción grupal que permite utilizar la representación como un sistema de interpretación que guía la conducta colectiva. Así como la objetivación hace visible cómo los elementos de la ciencia se articulan con la realidad social, el anclaje visibiliza la manera en que contribuyen a modelar las relaciones sociales y cómo se expresan. 4 La utilidad práctica de las representaciones sociales deriva entonces no solo del hecho de ser un modo de conocimiento, sino también una forma de pensamiento social que determina las conductas de los miembros de una colectividad. En ese mismo sentido, Darío Páez apunta que las representaciones sociales tienen cuatro características: * * 4 Privilegiar, seleccionar y retener algunos hechos relevantes del discurso ideológico concernientes a la relación sujeto en interacción; o sea, descontextualizan algunos rasgos de este discurso. Descomponer este conjunto de rasgos en categorías simples, naturalizando y objetivando los conceptos del discurso ideológico referente al sujeto en grupo. Ibídem, p. 12 LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO * * 17 Construir un mini-modelo o teoría implícita, explicativa y evaluativo del entorno a partir del discurso ideológico que impregna al sujeto. El proceso reconstruye y reproduce la realidad, otorgándole un sentido y procura una guía operacional para la vida social, para la resolución de sus problemas y conflictos.5 Por último, para los fines del presente estudio, es importante señalar que todas las familias poseen una serie de creencias, mitos, formas de pensar y actuar sobre las personas menores de edad y sobre lo que significa ser niño(a) y adolescente en su colectividad. Es en función de esas ideas que deciden las conductas deseables (obediencia, sumisión, respeto a los mayores, sexualidad, etc.) y la manera de reforzarlas. Las familias y grupos sociales “alimentan creencias, hijas de representaciones sociales de la infancia que provienen del acervo de la “psicología del sentido común” y son presupuestos culturales que orientan las prácticas parentales de crianza. A lo largo del desarrollo estas ideas-prácticas, van constituyendo la urdimbre de las relaciones parento-filiales.6 1.2 Abuso sexual e incesto contra niñas, niños y adolescentes desde el análisis social. La problemática de la violencia contra la infancia es un fenómeno social de graves dimensiones que hoy día es reconocido y discutido por organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales y otras instancias, en búsqueda de mecanismos que conduzcan a su prevención, a la protección de las personas menores de edad y la efectiva punidad de los delitos que se cometen en esa esfera. Una de sus dimensiones es la violencia sexual, cuya particularidad radica en que se dirige al lugar de apropiación por excelencia: el cuerpo, la sexualidad; se utiliza lo sexual como arma y/o como objetivo. Se trata de una violencia de género, en tanto que las víctimas mayoritarias son de sexo femenino y la mayoría de agresores de sexo masculino. La violencia es ejercida por personas que se encuentran en una posición de ventaja frente a otras, ya sea real (un adulto frente a un niño) o simbólica (un hombre frente a una mujer), quienes optan por abusar del poder que les otorga su situación particular. El abuso sexual de niñas, niños y adolescentes es una de sus expresiones de la violencia sexual. Por su propia naturaleza, esta es una problemática sumamente difícil de cuantificar. La información disponible en Guatemala sobre su incidencia es todavía escasa, no solo por la secretividad que lo rodea y la ausencia de denuncias, sino también porque en términos generales, se carece de una metodología apropiada y homologación de criterios, que permita al menos hacer una estimación más aproximada del número de víctimas menores de edad que se conoce. De ahí que, puede afirmarse con certeza que las estadísticas disponibles no reflejan su magnitud real. 5 6 Ibídem, p.8. “Representaciones sociales de la infancia y socialización”, en www.edioc.es/libroweb/3/11 18 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala No obstante, del número de hechos denunciados se deduce que es una realidad. Durante los años 2003 y 2004, las instituciones del sistema de justicia recibieron 125 denuncias por abuso sexual e incesto contra personas menores de edad y el sector de salud pública brindó atención a 153 víctimas. En ambos sectores, la mayoría de víctimas está representada por niñas y adolescentes de sexo femenino.7 * Conceptualización sobre el abuso sexual a niños, niñas y adolescentes. De acuerdo con el Centro Internacional de la Infancia de París, “el abuso sexual infantil es cualquier clase de placer sexual con un niño por parte de un adulto desde una posición de poder o autoridad, no siendo necesario que exista un contacto físico, utilizando al niño como objeto de estimulación sexual”.8 Galdos Silva señala que “es toda acción sexual que una persona adulta, hombre o mujer, impone, sea con engaños, chantajes o fuerza a un niño que no tiene la madurez para saber de lo que se trata… va desde miradas, palabras, mostrar láminas, tocar o pedir ser tocado, caricias en el cuerpo o en los genitales hasta la penetración.9 Por su parte, C.H. Kempe, fundador de la Sociedad Internacional para la Prevención de los Niños Abusados y Maltratados, define el abuso sexual como: “la implicación de un niño o de un adolescente en actividades sexuales ejercidas por los adultos y que buscan principalmente la satisfacción de éstos, siendo los menores de edad inmaduros y dependientes y por tanto incapaces de comprender el sentido radical de estas actividades, ni por tanto de dar su consentimiento real. Estas actividades son inapropiadas a su edad y a su nivel de desarrollo psicosexual, son impuestas bajo presión, por la violencia o la seducción, y transgreden tabúes sociales en lo que concierne a los roles familiares”. 10 Para el Nacional Center of Child Abuse and Neglect, el abuso sexual comprende “los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual también puede ser cometido por una persona menor de 18 años, cuando ésta es significativamente mayor que el niño o cuando (el agresor) está en posición de poder o control sobre otro menor”.11 El abuso sexual se define a partir de dos grandes conceptos: el primero es el de la coerción (fuerza física, presión o engaño) debe ser considerada por sí misma criterio suficiente para que una conducta sea etiquetada de abuso sexual del menor, independientemente de la edad del agresor. El segundo, refiere a la diferencia de edad entre el agresor y su víctima. Esta asimetría supone en sí misma un poder que vicia toda posibilidad de relación igualitaria”. 12 17 18 19 10 11 12 Red de prevención y atención del maltrato y abuso sexual a niñas, niños y adolescentes. “Rompamos la cultura del silencio”. Guatemala, s/f. p. 21 y 25 www.fundacionamparo.org.ar Galdos Silva, Susana. ”Prevención del abuso sexual infantil”. En www.psicocentro.com/cgi-bin/artticulo_s.asp “El abuso sexual infantil”. www.apsique.com/tiki-index. Citado por FUNCOE, en “Abuso sexual infantil”.1998, pág.2. Ibídem p.3. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 19 Por su parte Perrone y Nannini (1997), precisan que el abuso sexual es como “una relación de “hechizo”, misma que incluye situaciones en las que un individuo ejerce una influencia exagerada y abusiva sobre otro, sin que éste sea conciente de ello.13 La Ley de Protección de la Niñez y Adolescencia de Guatemala establece que el abuso sexual ocurre cuando una persona en una relación de poder o confianza, involucra a un niño, niña o adolescente en una actividad de contenido sexual que propicie su victimización y de la que el ofensor obtiene satisfacción, incluyéndose dentro del mismo cualquier forma de acoso sexual (Art. 54b). Como se observa, los conceptos antes presentados aluden por un lado, al poder –concebido como dominación y prerrogativas de unos sobre otros y por otro, a la responsabilidad exclusiva que atañe a la persona adulta que establece cualquier tipo de contacto de contenido sexual con una persona menor de edad. De modo que, cualquier tipo de abuso sexual se considera una actividad impuesta por alguien que ejerce poder físico o psíquico sobre la víctima, quien por su edad no está en condiciones de comprender el significado y las consecuencias que de este acto se derivan. Se trata entonces “de una violación de los derechos humanos, que se expresa en cualquier contacto sexual directo o indirecto con una niña, niño o adolescente, cuya voluntad es sometida mediante el ejercicio y abuso de poder, entendido éste desde la condición de género y generacional; es decir, por la diferencia de edad, sexo, fuerza, conocimiento o autoridad entre la víctima y el agresor.14 Esta consideración es particularmente importante, sobre todo si se toma en cuenta que con la intención de minimizar la incidencia y naturaleza del abuso sexual, a menudo se culpa a las víctimas, a partir de la idea de que los niño(as) son los que incitan y provocan el abuso, o que lo imaginan. * Caracterización del abuso sexual En general, cualquier tipo de abuso sexual perpetrado contra personas menores de edad presenta las siguientes características: a. Puede ser concretado mediante la fuerza, a través de tácticas coercitivas o de la seducción. b. Las niñas tienen más probabilidad de ser abusadas sexualmente. La mayoría de las personas agresoras está conformada por hombres y la mayoría de sus víctimas por niñas y adolescentes de sexo femenino. c. Generalmente, el agresor no es un extraño, proviene del entorno social del niño(a); es decir, es una persona conocida. d. El agresor asegura el silencio de su víctima, para ello lo hace sentir culpable y cómplice por haber hecho “esas cosas”, diciéndole que “si se dejó es porque le gustó”, que por eso “sus papás se van a enojar y lo van a castigar cuando se enteren”, o que “nadie le va a creer”. 13 14 Citado por Castañeda Chang Ana María, Castamán Díaz Desireé y Pimentel, Ruiz Roxana, en “Niñas y adolescentes con historia de abuso sexual infantil”. En psicocentro.com/cgi-bin/articulo_s.asp. Batres Gioconda. Consulta regional sobre violencia sexual hacia los niños, niñas y adolescentes, citada en “Rompamos la Cultura del Silencio”. Red de Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niñas, Niños y Adolescentes”, p. 13, s/f. 20 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala e. Regularmente, los niños(as) no le cuentan a nadie lo que les sucede pues tienen miedo de que el agresor cumpla las amenazas que les han hecho; además, el agresor logra que se asuman culpables. f. Los niños(as) se sienten incómodos, pero no saben realmente qué es lo que les está pasando, ni se pueden defender. g. Las perturbaciones psicológicas que ocasiona prevalecen por sobre los daños físicos. h. Tiene un impacto negativo directo en la salud de la victima, el cual persiste durante su vida adulta si no recibe el apoyo adecuado, debido a que el abuso sexual no se olvida nunca. * Prácticas más comunes de abuso sexual Durante el proceso del abuso sexual las personas menores de edad son agredidas a través de diversas prácticas, entre éstas las siguientes: o o o o o o o o o o Manoseo del cuerpo y de los genitales del niño(a). Obligar al niño(a) a que toque los genitales del agresor. Frotamiento del pene contra el cuerpo del niño(a). Masturbación en presencia del niño(a). Forzar al niño(a) a masturbar al agresor. Mostrar materiales pornográficos al niño(a). Hacer películas pornográficas en las que participe el niño(a). Relaciones sexuales genitales-orales (cunilinguismo y felación) Penetración vaginal y anal (dedos, pene u objetos extraños) Involucrar al niño(a) en actividades sexuales de carácter comercial. * Proceso de desarrollo del abuso sexual. De acuerdo con Galdós Silva, el proceso del abuso sexual pasa por tres fases, las que se describen a continuación: 1. Inicio o “enganche”. En esta fase, el abusador logra establecer un primer nivel de acercamiento a su víctima y se asegura de que ésta no le contará a nadie el contacto establecido. Por lo general, en esta fase el niño o niña, dependiendo de la edad que tenga, está confundido y no entiende exactamente lo que está ocurriendo. El abuso comienza como un “juego sólo entre los dos” “un secreto sólo entre tú y yo” y también con promesas de dulces o dinero. 2. Continuidad. Una vez asegurado el silencio de la víctima, el abusador trata de buscar más y más ocasiones para estar juntos, aumentando el abuso sexual, pudiendo llegar hasta la penetración. En esta fase puede ocurrir que el niño o niña, si ya tiene suficiente edad como para darse cuenta, no quiera quedarse con el abusador. Cuando la madre o padre le preguntan la razón, no da explicaciones porque el abusador ya ha logrado de alguna manera asegurar su silencio. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 21 3. Evidencia o confirmación. Puede darse de improviso, cuando el abusador es sorprendido o porque la víctima cuenta lo que le ocurre.15 Es importante mencionar que Galdos Silva llama a tener presente que es bastante difícil que los adolescentes varones que son abusados sexualmente cuenten lo ocurrido, pues socialmente se relaciona con la pérdida de la masculinidad, al presumirse erróneamente que tal experiencia condiciona a futuro un comportamiento homosexual. Sobre el proceso de desarrollo del abuso sexual, también se anota que las niñas, niños y adolescentes víctimas presentan un síndrome llamado “de acomodación”, el cual se caracteriza por cuatro aspectos básicos que se anotan enseguida: * * * * Acomodación al abuso: Las víctimas se vuelven ‘adictas’ a la excitación sexual. Atrapamiento: todas las salidas conducen a una pérdida. Se sienten entre la espada y la pared, creen que no podrán salir nunca del drama que viven. Debelación o denuncia: Le cuentan a alguien lo que les está sucediendo, pero tardíamente y con datos que a los ojos de los demás aparecen confusos. Retractación: Se retractan en su denuncia porque sienten que el peso de la verdad es demasiado grande.16 * Abuso sexual incestuoso Una de las modalidades del abuso sexual es el que afecta a personas menores de edad exclusivamente al interior del grupo familiar. Normalmente, se entiende que el incesto es una interacción sexual entre personas ligadas por vínculos consanguíneos a quienes la ley prohíbe el matrimonio; es decir, padres e hijos y hermanos. Así lo considera el Código Penal guatemalteco, al tipificarlo de la siguiente manera: Artículo 136.- (Incesto propio). Comete incesto, quien yaciere con su ascendiente, descendiente o hermano. El incesto será sancionado con prisión de dos a cuatro años. Artículo 237.- (Incesto agravado). Quien cometiere incesto con un descendiente menor de edad, será sancionado con prisión de tres a seis años. En este estudio se adopta una definición que no se ajusta exactamente a la tipificación legal, en tanto que comparte un concepto más amplio que indica que el incesto es “el contacto sexual entre familiares, consanguíneos o afines. Esta relación puede ocurrir con o sin consentimiento de una de las personas, (aunque) los actos sexuales frecuentemente se presentan con acoso, con violencia física e incluso con violación.”17 15 16 17 Galdos Silva, Susana. Op. Cit. www.elcolombiano.com.co/ CREFAL. “Violencia en la familia”. México, 2000, p.48 22 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala De este modo, la traición, el secreto y el daño psicológico son las variables que se enfatizan, por encima de la naturaleza de cualquier contacto físico. Al considerar la consanguinidad y la afinidad, quedan comprendidos -además de los integrantes de la familia nuclear (ascendientes, descendientes y hermanos) otros miembros de la familia como tíos(as) y sobrinos(as), abuelos(as) y nietos(as), cuñados y tíos(as) y sobrinos(as) políticos; así como aquellas personas que desempeñan el papel de los padres biológicos en su ausencia (padrastro, madrastra, guardas o tutores). El abuso sexual incestuoso quebranta los límites trasgeneracionales, en tanto que es llevado a la práctica por un miembro cercano del grupo familiar, quien trastorna las relaciones familiares al utilizar a niños, niñas y adolescentes para lograr su propia gratificación sexual. Es por eso, que “su prohibición y la de las relaciones sexuales de personas adultas con niños y niñas constituye una regla fundamental para proteger a los(as) más pequeños del abuso de poder sexual de los adultos, asegurando la supervivencia del grupo y de la especie. En la familia humana existe un freno etiológico a las relaciones sexuales entre adultos y niños, así como entre hermanos, aún antes de que la ley de prohibición sea verbalizada. El tabú del incesto se apoya en una estructura afectiva con emociones que se expresan en comportamientos de inhibición de la sexualidad entre los miembros familiares. Toda familia sana integra a través de mensajes analógicos y digitales la ley universal de la prohibición del incesto. El desafío para cada familia es determinar los límites de esta prohibición”. 18 * Caracterización del abuso sexual incestuoso. En el abuso sexual incestuoso se observan las mismas situaciones que caracterizan al abuso sexual en general, tales como la mayor frecuencia de hombres como agresores -en este caso familiares-, las estrategias utilizadas para lograr el silencio de la víctima, el traslado de la responsabilidad y culpa a la víctima y, el daño psicosocial ocasionado a las víctimas. No obstante, presenta particularidades; entre éstas las siguientes: a. El abuso incestuoso es mayormente cometido por el padre biológico y/o el padrastro. b. Se realiza sin violencia, suele ser repetitivo y tiene un tinte seductor. c. Es repetitivo y puede prolongarse durante varios años sin ser descubierto, ya que nadie sospecha que pueda estar pasando. d. Entre menos edad tengan las niña(os), para el agresor es más fácil someterlas con engaño y seducción. Con niñas más grandes utiliza la fuerza, la amenaza o la culpa. e. Siendo que el agresor es un familiar, los niños(as) sienten temor de que la familia se separe al enterarse; o asumen que serán responsables si el agresor es castigado. Estos sentimientos hacen que sea mucho más difícil que lo divulguen. 18 “El abuso sexual infantil”. Op. Cit. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 23 * Proceso de desarrollo del abuso sexual incestuoso El abuso sexual incestuoso no se lleva a cabo de la noche a la mañana; éste se concretiza mediante un proceso. Estudios realizados indican que en el transcurso del mismo se distinguen dos períodos: el de la secretividad y silencio del abuso, y el de divulgación del mismo19. Durante el primero (período de secretividad), se distinguen tres fases: 1. Fase de seducción. Durante esta fase, el padre (padrastro o cualquier otro familiar manipula la dependencia y la confianza de la niña o adolescente, incitándola a participar en los actos abusivos que él presenta como un juego o como comportamientos normales entre padres e hijas o entre familiares. El abusador prepara el terreno tomando precauciones para no ser descubierto y elige el momento y el lugar en que comenzará a abusar de su víctima. 2. Fase de interacción sexual abusiva. Los gestos sexuales incestuosos, lejos de ser aislados y únicos, corresponden a una diversidad que se suceden en el tiempo. Frecuentemente el abusador comienza con gestos de exhibicionismo, paseándose semidesnudo delante de su víctima o por ejemplo dejando al descubierto sus órganos sexuales mientras ve la televisión sentado al lado de su hija. En otros casos, invita a su hija a entrar al cuarto de baño mientras se ducha, etc. Luego, a estos comportamientos se agregan gestos voyeuristas en donde él solicita a su hija que le muestre sus órganos genitales, para luego manosear las zonas genitales de su víctima y obligarla a que le manosee sus genitales. El proceso continuará con otros gestos como actos masturbatorios en presencia de la víctima, o el abusador obligará a la víctima a masturbarle. En etapas más tardías, el sujeto viola a su víctima, comenzando a menudo por la felación, siguiendo con la penetración digital del ano y genitales. La penetración genital o coito se da en una fase avanzada. 3. Fase de imposición del secreto y la ley del silencio. Esta fase empieza paralela a las interacciones sexuales. En la mayoría de los casos, el abusador sabe que está transgrediendo la ley; por lo tanto, se protege como un delincuente para no ser descubierto. Su alternativa es imponer la ley del silencio. Para esto, se vale de todas las fórmulas posibles, desde la amenaza, la mentira, la culpabilización, el control de los movimientos de la víctima, hasta el chantaje y la manipulación psicológica. El abusador convence a su víctima del peligro que existe para ella, para él y para su familia, si se conoce lo que pasa entre ellos. La niña(o) termina por aceptar esta situación y se adapta a ella para sobrevivir. Entra en la dinámica del chantaje, con lo que obtiene regalos y privilegios del abusador. Esto cierra el círculo infernal, en la medida que estas respuestas adaptativas permiten minimizar la culpa del abusador y, en contraste, aumentar la culpabilidad y vergüenza de la niña(o). Se ha logrado observar, que cuando la víctima, sobretodo si se trata de una adolescente, logra mantener la distancia con su padre o familiar abusador, una parte de su personalidad 19 Para el proceso del incesto se utilizó la información de “El abuso sexual infantil”. Op. Cit. 24 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala será traumatizada, pero su dignidad se mantendrá intacta. Esto corresponde a los casos donde gracias a la comprensión de la situación y su valor, las niñas(os) pudieron, en todo momento sentirse víctimas violadas por sus padres u otro familiar, o cuando el violador era, además violento y sádico. En esta situación, las víctimas pueden, a través de la rabia que sienten contra su agresor, guardar la distancia necesaria para entregar su propio cuerpo, pero al mismo tiempo proteger y mantener intacta su subjetividad. Los casos más dramáticos se producen cuando la víctima pierde toda capacidad de sentirse como tal. En estos casos, es frecuente que experimente placer en la relación, lo que producirá consecuencias catastróficas en su vida adulta. El segundo período del proceso, o sea el de la divulgación, corresponde a la desestabilización del sistema familiar, como resultado de la divulgación de los hechos abusivos. Es el momento de la crisis del sistema familiar, así como del sistema social que le rodea. En este segundo período se pueden distinguir dos fases: 1. La fase de la divulgación propiamente dicha. A pesar de los esfuerzos de los abusadores por mantener a sus víctimas dentro de una celda de silencio, culpa y vergüenza, algunas terminan por divulgar los hechos incestuosos. En este punto es interesante comprender las circunstancias y el proceso a través del cual la niña(o) o adolescente se atreve a romper la ley del silencio y a divulgar los hechos abusivos. Para ello, es necesario distinguir la divulgación accidental, de la divulgación premeditada. En la primera, los hechos abusivos incestuosos son descubiertos accidentalmente por una tercera persona; por ejemplo, cuando alguien entra en la habitación en el momento en que el padre está abusando de su hija. En el caso de una divulgación premeditada, el elemento que parece determinante es que la niña(o) o adolescente se atreve a hablar cuando la situación se le hace insoportable, cuando se siente prisionera(o) de un conflicto de pertenencia. Para madurar y estructurarse, la niña(o) necesita determinar, en relación con los demás, los límites de su propio territorio personal; para esto, en determinados momentos de su desarrollo deberá establecer jerarquías diferentes entre su cuerpo individual y su pertenencia a su sistema familiar y/ o social. Esto explica el hecho de que la mayoría de las niñas y niños más pequeños (entre dos y diez años) divulguen la situación abusiva a partir de los gestos que su familiar abusador les provoca, sobre todo en el caso de la penetración. En este caso la niña(o) elige su propio cuerpo denunciando a su abusador sin pensar en el riesgo de perder su consideración. La niña(o) divulga el abuso para resolver un problema que en ese momento le parece prioritario: el dolor. En el caso de las adolescentes, la divulgación se produce con bastante frecuencia alrededor de un conflicto de autonomía, que es el resultado de una crisis de pertenencia entre su familia y los miembros de su entorno. La adolescencia le plantea nuevos desafíos y necesidades; el problema de fondo puede definirse como un conflicto entre su pertenencia LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 25 familiar o su pertenencia al grupo de su edad, que simbólicamente representa el desapego de su familia. Esta tensión familia/ entorno social, se expresa en un conflicto creciente con el abusador, que hace lo posible por mantener a su víctima bajo su área de influencia. En medio de este conflicto la adolescente puede sentirse atraída por primera vez por un muchacho de su edad, lo que amplía la tensión entre ella y su padre o familiar abusador. La adolescente puede entonces, divulgar su secreto buscando una solución inmediata a su conflicto, con la esperanza de obtener más libertad. Por ejemplo, cuando denuncia que su padre abusa de ella, no solo quiere que el abuso termine, sino también resolver el conflicto de poder con el abusador. Existen otras circunstancias a partir de las cuales es posible la divulgación. Por ejemplo, la víctima divulga la situación cuando se da cuenta de que su padre también abusa de una de sus hermanas, o en el momento del nacimiento de un nuevo hermano en la familia, que enfrenta a la víctima con el miedo de quedar embarazada de su padre, o en el momento en que su madre por otras razones decide divorciarse. 2. La fase represiva. En muchos casos, ante la denuncia de los hechos incestuosos, algunos miembros de la familia o de su entorno, manifiestan un conjunto de comportamientos y discursos que tienden a neutralizar los efectos de la divulgación, como un esfuerzo desesperado de la familia para recuperar su equilibrio. La descalificación del discurso de la víctima y de su persona, las acusaciones que tienden a señalarla como culpable y la negación de la evidencia de los hechos, son sólo algunos de los medios empleados. En esta estrategia participan activamente no sólo el abusador, sino también la esposa, los hermanos y hermanas y, desgraciadamente, también policías, jueces, médicos, etc., que no tienen la formación necesaria para manejar la situación. Estas presiones y amenazas explican el hecho de que muchas víctimas de incesto se retracten posteriormente de lo que se han atrevido a divulgar20. * Consecuencias del abuso sexual. El abuso sexual de personas menores de edad deriva en consecuencias nefastas, tanto para las víctimas como para la sociedad en su conjunto. a. Consecuencias para la víctima. El abuso sexual ocasiona como consecuencia severos daños a las personas menores de edad que tienen esta vivencia, particularmente en su bienestar psicosocial. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que no se puede generalizar, cada caso es particular, existen variables que condicionan el impacto en las víctimas. Entre éstas, cabe anotar las siguientes: * Duración del abuso. El impacto aumenta de acuerdo al tiempo que se prolonga la situación de abuso. 20 El proceso del abuso sexual incestuoso se elaboró con base en la información contenida en “El abuso sexual infantil”, Op. Cit. 26 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala * Relación con el abusador. El impacto aumenta cuando existe una relación estrecha entre abusador y víctima. Los daños sufridos por la víctima son devastadores cuando la persona agresora es la que debería cuidarlo y amarlo * Ubicación física del abusador. Cuando el agresor y la víctima residen en el mismo espacio, el impacto es mucho mayor. * Capacidad de resiliencia. Algunas víctimas son capaces de resistirse ante la adversidad, sin resultar dañadas por la misma. Además, la gravedad de las secuelas también tiene que ver con haber o no recibido apoyo profesional. Los daños emocionales son mayores si no reciben tratamiento terapéutico. De la misma manera, el impacto es mayor entre más tiempo pase entre el abuso y el inicio del tratamiento. Haciendo esta salvedad, sin pretender generalizar, se señalan algunas de las consecuencias del abuso sexual y del incesto en las niñas, niños y adolescentes víctimas: * Físicas. Como se anotó antes, en atención a sus características el abuso sexual ocasiona más daños psicológicos que físicos. Sin embargo, en algunos casos, ocasiona serias lesiones en su cuerpo (rasgaduras genitales y anales sobre todo) y riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual y VIH. Si este se lleva a cabo durante el período de la adolescencia desemboca además en embarazos no deseados y en consecuencia, maternidad temprana. * Emocionales * Miedo desmedido no solo al agresor sino a todas las personas adultas. * Fobias, ansiedad, depresión. * Dificultad para desarrollar su sentido de autoestima y pertenencia. * Sentimientos negativos, culpa y vergüenza. * Aislamiento. * Regresión en su desarrollo. * Dificultad para centrar la atención. * Comportamiento sexualizado. * Sentimiento de impotencia. * Adicción al alcohol u otras drogas como un medio de evasión que permita sobrevivir al abuso. Al respecto, la psiquiatra Irene Intevi anota que la mayor herida que deja el abuso sexual en las personas menores de edad es emocional, en tanto que se lastima su capacidad de establecer vínculos de confianza. Para ellas “nadie es digno de confianza, si las personas que tenían que haberlas protegido las han abusado descaradamente...”21 Durante su vida adulta, las consecuencias se relacionan directamente con la manera como vivirán su sexualidad, su vida amorosa y erótica, así como dificultad para enfrentar situaciones complicadas e incapacidad para afrontar los problemas cotidianos. 21 Citada en Periódico La Vanguardia. España, 24-01-99. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 27 De lo anterior se deduce que el abuso sexual, al conculcar el derecho de las niñas, niños y adolescentes a vivir libre de toda forma de violencia, es un daño a su presente y una amenaza seria para su futuro. * Sociales Además de los graves costos humanos, la sociedad sufre pérdidas pues debe invertir recursos para brindar la atención médica y psicológica necesaria en el tratamiento de las consecuencias en la salud de las víctimas. También debe costear servicios de protección a la víctima y procesos judiciales. Por otro lado, ocasiona pérdida del potencial laboral, en tanto que la ansiedad o depresión interfiere en la capacidad escolar de la víctima y en su inserción digna en el mercado laboral, debilitando su potencial como persona y como miembro de la sociedad. El abuso sexual a niños, niñas y adolescentes perjudica a la comunidad en general. Las víctimas de abuso sexual que no reciben tratamiento tienen mayor posibilidad que otros niños de ser abusadores y de manifestar conductas antisociales cuando sean adultos, trasmitiéndose esta forma de violencia a la siguiente generación. Por su parte, las niñas tienden a establecer relaciones maltratantes donde siempre serán víctimizadas y por extensión, sus propios hijos(as). Cuando por diversas razones (falta de denuncia, dificultad para probar tal hecho), el agresor no es penalizado legalmente, la impunidad refuerza no solo la repetición del abuso, sino también las relaciones de poder de la persona adulta sobre las personas menores de edad, y por ende recrea la causalidad de esta forma de violencia sexual. * Factores que convergen en la ocurrencia del abuso sexual incestuoso. Existen algunas variables que incrementan el riesgo de ocurrencia del abuso sexual, entre éstas la presencia de padres adictos a bebidas alcohólicas u otras drogas o el caso de niñas y niños que se quedan mucho tiempo al cuidado de adultos. Sin embargo, para entender el por qué ocurre el abuso sexual en general y el abuso sexual incestuoso en particular, es necesario develar primero, los mecanismos de dominación presentes en estas prácticas para centrar la atención en la relación de poder que las subyace; y, segundo, el comportamiento abusivo de personas adultas que sin ningún escrúpulo se aprovechan de la inocencia de niñas, niños y adolescentes, a quienes se somete mediante la fuerza, el engaño y/o la persuasión. La explicación causal de la violencia sexual en general y del abuso sexual en particular se origina en la ideología patriarcal, en la que el hombre adulto se representa socialmente como el actor dominante de la relación familiar. En contraste, los otros integrantes de la familia: mujeres, niñas, niños y adolescentes son representados socialmente como objetos de propiedad del hombre jefe de familia. Durante el proceso de socialización, el hombre interioriza que su función es ejercer el poder y autoridad sobre su familia y que los demás miembros deben ser obedientes y sumisos ante su autoridad. Desde temprana edad, las niñas, niños y adolescentes reciben este aprendizaje, el 28 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala cual los conduce a ser dóciles y a satisfacer las expectativas y pretensiones que de ellos(as) tienen las personas adultas, en particular de la figura que detenta y ejerce el poder. “La concepción patriarcal de la familia juega un rol fundamental en el aprendizaje de la obediencia y la sumisión a la autoridad del hombre. Desde muy temprana edad, los niños están habituados a considerar normal su sumisión y la de la mujer. El poder del hombre es algo incuestionable porque la cultura dominante le atribuye la fuerza, la autoridad, la protección y la competencia. La ideología patriarcal se traduce en el hecho de que casi todos los abusadores de niños(as) son hombres, convencidos profundamente de sus derechos sobre los miembros de su familia”.22 Estudios clínicos realizados evidencian que “casi todos los abusadores tienen una representación del género masculino profundamente trastornada”, en tanto que utilizan el sexo y la sexualidad como instrumentos de dominación y prueba de su virilidad; “la representación de su masculinidad se caracteriza por atributos de poder, fuerza y dominación.23 En estas condiciones, la víctima -casi siempre una niña-, afronta dificultades para rebelarse ante los requerimientos del padre agresor, de quien ejerce esa figura, o de cualquier otro miembro adulto de su familia, situación que se refuerza con el silencio que rodea las conductas abusivas que se realizan en el espacio familiar, las que no se cuestionan públicamente al considerar que éste es un espacio privado e íntimo en el que nadie debe intervenir, independientemente de que esos asuntos refieran a hechos constitutivos de graves violaciones a derechos humanos Por último no puede dejar de mencionarse el tabú del sexo como factor asociado al abuso sexual en general y al incestuoso en particular, en tanto que al vedar el acceso a información científica a las niñas, niños y adolescentes, las coloca en situación de mayor vulnerabilidad frente a hechos como el abuso sexual. De lo anotado se desprende que la sociedad tiene la responsabilidad de promover cambios al interior de la familia, con la finalidad de superar las desigualdades existentes -entre sus miembros menores de edad y adultos y entre hombres y mujeres- que obstaculizan el normal y sano desarrollo de las niñas, niños y adolescentes y, en consecuencia el goce de su derecho a vivir libres de toda forma de violencia. * El papel de la madre ante el abuso sexual incestuoso Aunque la mayoría de denuncias de incesto son presentadas por las madres de las víctimas, no es raro que se les responsabilice y culpe, a partir de variados argumentos: “es su culpa porque no cuidó bien a su hija(o)”, “ella se lo buscó por meterse con otro hombre”, “ella lo sabía desde hace tiempo y lo permitió”, “ella no satisfizo las necesidades de su marido”, y otras. Batres G. anota que a las mujeres se asigna el papel de cuidadoras de sus hijas(os), y de soporte de los valores morales de la familia, tareas que debe desempeñar pese a la dependencia económica y psicológica derivadas de la socialización y discriminación. “La separación de una pareja donde el padre maltrata o es abusador de la hija(o) es para las mujeres un proceso 22 23 “El abuso sexual infantil”. Op. Cit. Ibidem LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 29 difícil, amén de doloroso; significa a veces la miseria”. No obstante, “el fenómeno económico no es suficiente explicación en el caso de mujeres con profesión o dinero, en tanto que “la valoración de su autoestima está en relación con la clase de pareja escogida, quien se vuelve vital para desarrollar su propio ser desde la dependencia”24 Con relación a la madre, estudios realizados evidencian que cuando se revela el abuso incestuoso, y según su reacción al mismo, se pueden distinguir tres perfiles de madres: Madres Tipo A. Estas madres no pueden ni siquiera imaginarse la posibilidad de que su cónyuge pueda hacer algo parecido con sus hijos, en tanto que éste se presenta como un hombre normal y respetable, buen esposo y padre ejemplar. En este caso, aunque sus hijas(o)s traten de contarles lo que está pasando, a ellas les resulta extremadamente difícil decodificar las señales. Cuando obtienen la prueba irrefutable del incesto, les sobreviene un verdadero cataclismo. La madre se siente culpable y en medio de su dolor le brinda apoyo a la víctima. Madre Tipo B: Corresponde a madres que son cómplices indirectas del abuso, saben lo que está pasando, pero lo callan. Se trata de mujeres dependientes del abusador y/o que comparten el mismo sistema de creencias respecto a que los adultos tienen todos los derechos sobre las niñas(os). Por esto son incapaces de brindarle protección. Madre Tipo C: Son cómplices directas. Conforman un grupo minoritario y participan activamente del abuso junto a su cónyuge: En casos extremos pueden ser las instigadoras del abuso sexual incestuoso”. 25 Por otra parte, se señala que “en ocasiones la connivencia de la madre es indispensable para que la situación se perpetúe. Hay madres que lo saben pero callan porque temen a los abusadores o por conveniencia económica. Si las víctimas del abuso son adolescentes, las ven como rivales. Si son más pequeñas, la madre calla porque no quiere que la familia se rompa... Si bien se ha observado que la madre brinda apoyo, éste es menor considerablemente si quien ha cometido el abuso es su pareja o si es el padre biológico del niño.”26 * Falsas creencias sobre el abuso sexual a niñas, niños y adolescentes. En la mayoría de las opiniones sobre el abuso sexual a niñas, niños y adolescentes, y en particular sobre el incesto, prevalecen mitos o falsas creencias, que conducen a minimizar, distorsionar, silenciar y negar tales hechos. Entre éstos se anotan los siguientes: Ê “Los niños abusados son pocos”. Aunque no hay datos completos, los existentes coligen que es un problema social importante. “Los agresores son enfermos, desviados sexuales”. No. La mayoría de los autores materiales del abuso sexual y/o del incesto no presenta signos de trastorno psíquico. 24 25 26 Batres Méndez, Gioconda. “Del ultraje a la esperanza. Tratamiento de las secuelas del incesto”. ILANUD, Costa Rica, 1997. La elaboración del perfil de las madres se basó en “El abuso sexual infantil”. Op. Cit. Intevi, Irene V. Op. cit. 30 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala “El abuso sexual se hace con brutalidad”. No siempre. Es más, una buena parte de abusadores no utiliza fuerza física para lograr sus fines, sino la seducción o el engaño”. “La madre consiente el abuso sexual de su hija(o)”. Solo es verdad en una parte de los casos. “El abuso sexual a niñas, niños y adolescentes se da únicamente en ambientes familiares deprimidos”. Aunque efectivamente se detecta con más frecuencia en estos ambientes, se presenta en todos los grupos sociales. “El abusador es un desconocido”. En el abuso sexual infantil, el agresor es un miembro de la propia familia o un conocido cercano. En pocos casos es un desconocido. Con relación a los mitos y realidades acerca del incesto, Batres M. Gioconda apunta las siguientes:27 27 Batres M. Gioconda. Op. Cit. p. 34 y 35. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 31 1.3 El abuso sexual y el incesto desde la mirada de la psicologíaÊ Desde la Psicología, el abuso sexual se denomina pedofilia, cuya característica esencial “supone actividades sexuales con niños prepúberes (generalmente de 13 o menos años de edad). El individuo con este trastorno debe tener 16 años o más y ha de ser por lo menos 5 años mayor que el niño. En los adolescentes mayores que presentan este trastorno no se especifica una diferencia de edad precisa, y en este caso debe utilizarse el juicio clínico; para ello, debe tenerse en cuenta tanto la madurez sexual del niño y la diferencia de edades. La persona que presenta pedofilia declara sentirse atraída por los niños dentro de un margen de edad particular. Algunos individuos prefieren niños; otros, niñas, y otros, ambos sexos. Las personas que se sienten atraídas por las niñas generalmente las prefieren entre los 8 y los 10 años, mientras que quienes se sienten atraídos por los niños los prefieren algo mayores. La pedofilia que afecta a las niñas como víctimas es mucho más frecuente que la que afecta a los niños.”28 El abuso sexual a la niñez y adolescencia o pedofilia “puede limitar su actividad simplemente a desnudarlos, a observarlos, a exponerse frente a ellos, a masturbarse en su presencia o a acariciarlos y tocarlos suavemente. Otros, sin embargo, efectúan felaciones o cunilingus, o penetran la vagina, la boca, el ano de la niña(o) con sus dedos, objetos extraños o el pene, utilizando diversos grados de fuerza para conseguir. Estos hechos se explican comúnmente mediante excusas o racionalizaciones que aluden a que los mismos tienen «valor educativo» para la niña(o), que la niña(o) obtiene «placer sexual» o que es «sexualmente provocador», temas que por lo demás son frecuentes en la pornografía pedofílica.”29Ê Los individuos pueden limitar sus actividades a sus propias hijas(o)s o a familiares, en ocasiones pueden hacer víctimas a niñas(os) de otras familias. Por las características del fenómeno, usualmente las personas que padecen este trastorno amenazan a las niñas(os) para impedir que hablen, imponiéndoles silencio. Otras desarrollan estrategias para estar cerca, con técnicas de seducción para ganarse la confianza de las niñas(os) y la de otros familiares.Ê La pedofilia se vincula especialmente con individuos de género masculino, por lo que se da en una relación de poder y dominación, especialmente de un adulto de sexo masculino, hacia una persona menor de edad de sexo femenino (niña o adolescente).Ê Aunque en mucha menor cantidad también hay casos de mujeres abusadoras de niños y adolescentes de sexo masculino.Ê Otra característica de algunas relaciones pedófilas o incestuosas es la presencia de violencia.Ê Son múltiplesÊlasÊteorías que existen para explicar la pedofilia; sin embargo, ninguna explica este comportamiento. Las investigaciones dan cuenta de la existencia de factores de muy diverso tipo: orgánico, psicológico, cultural, ambiental y social. Tres son las teorías principales desde donde se aportan ideas que dan algún nivel explicativo de este fenómeno: * La teoría psicodinámica, desarrollada a partir del psicoanálisis freudiano. * La teoría del aprendizaje. * Las teorías sociológicas (enfoque psisocial).Ê 28 29 DSM IV. “Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”. España, 1995, p. 540 Ibídem 32 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala De acuerdo con laÊteoríaÊpsicodinámica, este tipo de conducta en personas adultas puede derivarse de experiencias adversas vividas durante su infancia o niñez, que afectaron el desarrollo “normal” de su sexualidad y personalidad. Ê Esta teoría explica que el adulto que sufre una sobreactivación ansiosa hacia la madre lo puede llevar a elegir parejas sexuales “seguras” pero inapropiadas, como por ejemplo niños, niñas o adolescentes. El Tratado de Psiquiatría DSM IV cita a Stoller, quien afirma que estos actos representan el intento del individuo de recrearse y vencer la humillación o el castigo sufrido en su primera infancia. Esta misma fuente cita a Abel y colaboradores, quienesÊ consideran que “la conducta sexual desviada es una alternativa al desarrollo neurótico, atribuyendo al Yo la aceptación de fantasías sexuales infantiles no reprimidas”.Ê Las teorías psicológicas que explican este fenómeno han observado que muchos individuos con conductas pedófilas tienen ciertas características tales como: * Manifiestan comportamientos, conductas y sentimientos agresivos.Ê * Su perfil los ubica como solitarios, dominantes, agresivos, inseguros, fracasados, dependientes, explotados, rechazados. * Han experimentado violencia intrafamiliar. * Son dóciles, sumisos, callados. * En muchas ocasiones con adicción a drogas o bebidas alcohólicas. * Sienten poca o ninguna satisfacción sexual con personas adultas.Ê * Tienen dificultad para controlar sus impulsos.30Ê Ê De acuerdo con la teoría del aprendizaje, “la activación sexual se desarrolla cuando un individuo emprende una conducta sexual que posteriormente es reforzada mediante fantasías sexuales y masturbación”31. Esta situación se produce, por ejemplo, en periodos de alta vulnerabilidad como en el de la pubertad y adolescencia, época en que los niveles de excitación sexual son altos.Ê Si este adolescente sostiene relaciones sexuales con un niño o niña menor que él y esta acción no le acarrea consecuencias negativas, su conducta y fantasías sexuales hacia niños(as) son reforzadas, llegando a acciones tales como masturbarse a partir de estas fantasías y desarrollar placer sexual única y excluidamente con niños y niñas de corta edad. Ê En el mismo contexto de las teorías de aprendizaje se afirma que quienes cometen abusos contra niñas y niños suelen tener un concepto erróneo sobre si mismos, el cual utilizan para justificar su conducta.Ê Por su parte, en la explicación de la pedofilia desde lasÊteoríasÊsociológicas se destaca el efecto de la estructura e institución familiar como una unidad social, asunto que se desarrolla con mayor profundidad en este texto, en los apartados correspondientes a la visión sociológica y antropológica del problema. Ê Desde la Psicología, es importante hacer mención de las teorías evolutivas, las que enfatizan factores vinculados a la sobrevivencia para explicar cómo determinadas uniones sexuales dan mejores oportunidades de sobrevivir.Ê Uno de estos factores es la juventud, misma que es privilegiada con estos fines, sin considerar que las niñas(os) no cuentan aun con la madurez necesaria para consentir relaciones sexuales. 30 31 Escartin, Maggie. “Abuso Sexual a las niñas y los niños: una guía para acercarse al tema del abuso sexual”. Guatemala. PRONICE, 2003. El Tratado de Psiquiatría, DMS IV. 3ª edición. España, 2000. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 33 También aluden a la importancia que tienen para el análisis de esta fenómeno las distorsiones cognitivas, las que conducen a pensamientos erróneos que permiten llevar a cabo conductas sexuales inadecuadas o desviadas; entre éstos, considerar que es correcto tener relaciones sexuales con una niña(o) o adolescente siempre que ésta manifieste su consentimiento, o pensar que si ésta mira el pene y le gusta lo que ve, deseará tener relaciones sexuales con la persona adulta que se lo muestra. 1.4 Una mirada antropológica de la representación social del incesto. Edward Burnett Tylor, fundador de la Antropología como disciplina científica, fue el primero en tratar el tema del incesto. Según Tylor, las sociedades con organización social avanzada tienen control sobre las relaciones sexuales reproductivas de sus miembros, vinculando la prohibición del incesto a conceptos religiosos. Además de darle el calificativo de “tabú”, Taylor identificó que las prácticas sociales aceptadas tenían mecanismos coercitivos que permitían controlar el comportamiento de los individuos, La religión -a través de rituales y creencias- fue el principal mecanismo ideológico que utilizaron las sociedades “primitivas” para controlar y organizar de otra manera las relaciones entre las personas, por lo tanto era una prohibición social, religiosa y moral. La idea de evolución social fue retomada por Lewis Henry Morgan, quien dividió la evolución en tres grandes fases: Salvajismo, Barbarie y Civilización. Cada una de estas fases contiene elementos culturales, económicos, políticos y tecnológicos que hacen que la sociedad escale en estas etapas evolutivas. Para Morgan, durante el salvajismo superior se prohíbe el matrimonio entre hermanos y durante la barbarie inferior se prohíbe el incesto, lo que llevó a eliminar la familia comunal consanguínea, endogámica y poligámica, dar paso a la familia monogámica y promover la exogamia entre los grupos sociales cercanos. Malinowski por su lado, centró su análisis en las necesidades y sostuvo que la evolución de las sociedades demandó adecuar los seres humanos a las exigencias que la naturaleza y el grupo le exigían. Es por ello que divide las necesidades en biológicas y sociales. Malinowski interpretó la prohibición del incesto como una reacción ante la necesidad biológica de intercambio de genes, con la finalidad de mejorar la especie humana. Para lograr este intercambio genético era necesario erradicar la endogamia, de ahí que el incesto fue prohibido. En el siglo XIX, Mauss y Durkheim introducen en este análisis la idea del intercambio. Para ellos, la institucionalización de la exogamia tenía como fin último establecer alianzas entre los grupos, como forma de protección de las sociedades. Estas alianzas sociales se establecieron por medio del matrimonio -utilizando a las mujeres como símbolos de reciprocidad-, permitiendo el intercambio de bienes entre los hombres y asegurando de esa forma el acceso a recursos y bienes que de otra manera eran difíciles de obtener. 34 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Levi-Strauss, fundador de la corriente antropológica del Estructuralismo, retoma y adecua a su propuesta los postulados de Mauss y Durkheim. Para esta corriente, las relaciones de parentesco son elementos simbólicos de la sociedad y la prohibición del incesto es la regla mínima que debe tener toda cultura humana para alcanzar el mayor grado de desarrollo social. Por esta razón, el Estructuralismo le da el calificativo de “regla universal”, ya que según indica Levi-Strauss, la prohibición del incesto está presente en todas las culturas “civilizadas”. El Estructuralismo ve en las alianzas matrimoniales y en las normas de parentesco la base de la organización social, las que tienen un carácter de “símbolo” que las sociedades han logrado conservar a través del lenguaje. La mujer en esta lógica alcanza un papel fundamental, ya que al ser la encargada de la reproducción y ampliación de la sociedad, se convierte en objeto simbólico de reciprocidad de gran valor para el intercambio social. Para el Estructuralismo, la exogamia se convierte en una estructura social que permite el intercambio comercial, reduce las hostilidades entre grupos vecinos y la ampliación del territorio de los grupos sociales. Por su lado, la corriente del Materialismo Histórico Dialéctico concibe la prohibición del incesto como un elemento que crea y reproduce la desigualdad entre las personas. Al promover la exogamia y utilizar a las mujeres como objetos de intercambio, el hombre asume un papel primordial en la sociedad y asume la libertad de disponer de los bienes y de las mujeres de su familia. Con el intercambio de las mujeres el hombre se asegura ser el poseedor único de los recursos familiares, crea la dependencia económica y política de la mujer; así como la capacidad de demandar comportamientos sumisos de la mujer y de sus hijos(as). El hombre renuncia a sus hijas como objetos sexuales, para intercambiarlas con otros hombres, siempre y cuando los demás hombres renuncien a las suyas, porque de esta manera puede acumular riquezas -a través de la dote matrimonial-. Las relaciones de poder entre hombre y mujer se establecen a favor del hombre, visualizando a la mujer como simple objeto sexual de intercambio. * Interpretación de las teorías antropológicas sobre el incesto El incesto ha sido motivo de estudio de distintas disciplinas del saber humano y ha tenido, como todo fenómeno social, una evolución conceptual asociada a los preceptos vigentes en los distintos períodos de la historia. Tylor encontró que en grupos de la Polinesia la relación sexual entre hermanos era prohibida, que en estos grupos a lo prohibido, sagrado, intocable e impuro se le denominaba tabú. Apropiándose del término denominó al incesto como un tabú y lo atribuyó a una prohibición asociada a lo religioso. A partir de entonces, varios teóricos de la Antropología han retomado el concepto de tabú para explicarlo, aunque varían en la interpretación de su origen y objetivos. En tanto que para algunos teóricos, el tabú del incesto se establece por la necesidad de regular la reproducción del grupo y asegurar el intercambio de relaciones y de bienes con otras familias y grupos; para LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 35 otros la prohibición del incesto se origina en la necesidad de asegurar la sobrevivencia del grupo o en el establecimiento de una jerarquía en las relaciones de poder. Para otros más, la prohibición del incesto tiene su razón en la necesidad de organización de los grupos humanos. En el conjunto de estas corrientes teóricas se observa que es compartida la idea de que el origen de la prohibición del incesto es cultural, aún cuando divergen en la interpretación de los objetivos de la prohibición. La recurrencia a la cultura como explicación de la prohibición encuentra su razón en su capacidad de englobar los condicionantes del comportamiento humano. No obstante, pese a identificar a la cultura como origen de la prohibición del incesto, no logran explicar fehacientemente cuáles son las causas reales del mismo. Otro aspecto fundamental del estudio del incesto como prohibición, es su universalidad. Para la corriente Estructuralista, el incesto como tabú tiene un carácter universal, es una regla básica para establecer las normas de parentesco presentes desde los grupos primitivos hasta las sociedades civilizadas. Para los Evolucionistas culturales, esta condición universal es relativa, dado que, aun cuando se encuentra en todos los grupos sociales, éstos difieren en cuanto a su estadio evolutivo como sociedad. Así entienden que allí donde se encuentra el incesto como práctica aceptada, esa cultura es poco desarrollada socialmente. Una idea compartida, surgida en el Evolucionismo, es la de que el incesto está relacionado con el instinto natural del ser humano de reproducirse (naturaleza animal), ante el cual, la cultura como mecanismo de regulación, únicamente ha logrado controlar su práctica, no así, su eliminación. En contraposición con la condición de necesidad natural atribuida al incesto, su prohibición es entendida como una necesidad social. Por otro lado, es importante asentar que aún siendo una prohibición de larga data, el incesto ha estado presente, como hecho aislado, en toda la historia de las sociedades humanas. En algunas épocas -y aún en día-, el incesto se ha justificado en la necesidad de mantener la pureza de una casta o bien para asegurar la riqueza de un grupo familiar, permitiéndose la reproducción entre individuos con vínculos de consanguinidad (hermanos y primos). * El incesto desde la perspectiva de la sociedad post moderna Es claro que la prohibición del incesto también se ha desarrollado como noción socio-cultural. Así, las razones que anteriormente fundamentaban la prohibición como daño que tenía un impacto colectivo, se han ido entendiendo y delimitando cada vez más, como un fenómeno de impacto en el ámbito individual. Incluso hoy día, el interés por erradicar la práctica del incesto está centrado, no en la protección de la organización social, o de la familia, sino en la protección de la persona. Los antecedentes de esta reciente concepción del incesto, también interpretado como problema social, probablemente se encuentren en la emergencia del replanteamiento de las mujeres como sujeto social-político, en el desarrollo de las teorías feministas y en el desarrollo de normativas de carácter multisocial o global, como la doctrina de los derechos humanos. 36 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Los planteamientos del movimiento feminista y de los derechos humanos, tienen a la persona como el eje principal de su razón de ser y se desarrollan a partir de la promoción de sus derechos y del establecimiento de condiciones sociales y políticas que permitan su pleno desarrollo. En ambas perspectivas se ubica al sujeto como centro de interés, para propiciar el desarrollo pleno de las sociedades. En la medida en que han cobrado relevancia en la vida social, se han desarrollado ideas que se promueven como los valores deseados en torno a los cuales deberían establecerse las relaciones entre las personas y las sociedades. El impacto de estas ideas ha producido cambios en los marcos legales de la mayor parte de los países del mundo. En este sentido, el incesto asume nuevas características en su concepción política social. En un principio, la prohibición del incesto se vinculó a las ideas divinas y por tanto a la religión, explotando el temor a la divinidad y a su castigo para condicionar el comportamiento de las personas. Conforme la aplicación de esta prohibición se internaliza en la cultura y forma parte de la identidad de los sujetos, evoluciona hasta instituirse como una prohibición legal formal. Esa transición, de simple convención moral a convención institucionalizada y la influencia de las nuevas ideas aportadas por el feminismo y la doctrina de los derechos humanos, da una perspectiva diferente al significado de la trasgresión, pues de considerarse una trasgresión de las leyes divinas pasa a constituirse en atentado contra la integridad de la personas. En la discusión del incesto como problema social que afecta la integridad y el desarrollo de la persona, se ha incorporado de nuevo el tema del poder. Si bien ya no desde la perspectiva en que es analizado por la Antropología -considerado una necesidad para el desarrollo de la organización social y el surgimiento de las sociedades modernas-, sino desde una visión que analiza y cuestiona las relaciones de poder intrínseco en las relaciones humanas, en particular las relaciones entre padres e hijos. Como una contribución de la Antropología feminista, las relaciones de poder se explican a partir del carácter patriarcal de las sociedades y el desempeño del papel dominante que se ha atribuido al hombre, a quien se ha asignado una posición de superioridad frente a los demás miembros de la familia y la atribución de propiedad no solo de los recursos familiares, sino también de los miembros que la integran. En consecuencia, cuestiona la posición de dependencia en la que se ubican tanto las mujeres, como los niños y niñas, por las condiciones de vulnerabilidad que ésta produce en su integridad. Los postulados feministas resultan ser un cuestionamiento del concepto patriarcal de familia, que promueve cambios a lo interno de la organización familiar, con la finalidad de establecer un equilibrio en las relaciones de poder. Este enfoque tiene implicaciones directas en la reconceptualización de sus miembros para ser considerados, ya no objetos, sino sujetos de derecho; a su vez, da lugar a demandar que el incesto sea tratado como una cuestión de abuso de poder y abre la posibilidad de que la normativa legal regule los fenómenos que ocurren a lo interno del grupo familiar. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 37 * Fundamentación para la sanción del incesto. En la perspectiva actual, resulta poco razonable la prohibición del incesto en tanto no tenga como base el hecho de ser un atentado contra la dignidad e integridad de los sujetos. Es considerado por tanto, fuente de diversos daños en la víctima y un hecho delictivo que amerita sanción legal. Es a la luz de estas ideas que se busca promover un tratamiento más profundo del incesto. Aunque persiste la tendencia a atribuir a la cultura la causa del incesto, al considerarlo como un fenómeno derivado de prácticas culturales particulares, es necesario tomar nota de que la cultura es precisamente el mecanismo por medio del cual, las distintas sociedades humanas han intentando erradicarlo. Quizá sería más adecuado buscar respuestas en las condiciones psicológicas de los seres humanos, y tratar de comprender, que la condición instintiva de la naturaleza humana plantea los límites de la cultura y de la organización social, sobre todo si no actúan sobre el conjunto de paradigmas que constituyen el entendimiento de la sexualidad humana. Basándose en este saber, la organización de la familia, las relaciones y el papel de sus miembros, las formas de convivencia y los valores que sustentan esa convivencia tendrían, por fuerza, que sufrir una profunda modificación. 1.5 La protección contra el abuso sexual y el incesto: representación social desde lo jurídico. a. Normativa internacional. El Estado de Guatemala ha suscrito y ratificado instrumentos jurídicos internacionales relativos a la protección de la niñez y adolescencia, los que de acuerdo al orden constitucional, hacen parte de la legislación interna. Esta normativa se inscribe en el marco de la representación social de los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho. Establece los derechos que les asisten, los deberes y responsabilidades que competen al Estado y a sus autoridades, de cara al cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos. Entre la normativa jurídica del Sistema de Naciones Unidas, los instrumentos más relevantes a la problemática son: la Convención sobre los Derechos del Niño, el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía y, el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños que complementa la Convención contra la delincuencia organizada transnacional. La Convención sobre los Derechos del Niño obliga a reconocer la calidad de sujetos de derecho de los niños, niñas y adolescentes y orienta hacia su debida protección legal contra toda forma de abuso, incluido el abuso sexual. 38 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala El Protocolo Facultativo de la Convención asegura el mejor logro de los propósitos de la Convención sobre los Derechos del Niño y la aplicación de sus disposiciones. Además, amplía las medidas que deben adoptar los Estados Partes para garantizar la protección de las personas menores de edad contra la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. El Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente de mujeres y niños incluye medidas para prevenir la trata de personas, especialmente mujeres y niños; la punidad de los responsables y la protección de las víctimas, con la finalidad de lograr la realización de los derechos humanos. Por su parte, la Convención interamericana sobre el tráfico internacional de menores se inspira en lo previsto en los artículos 11 y 35 de la Convención sobre los Derechos del Niño, con el propósito de regular los aspectos civiles y penales de la trata internacional de personas de edad. La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer tiene la finalidad de prevenir y eliminar la violencia contra la mujer, tanto en el ámbito público como privado, por considerar que la misma ofende la dignidad humana, expresa las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres e impide su desarrollo individual y social y su plena e igualitaria participación en todas las esferas de la vida. Aunque éste no es un instrumento específico para personas menores de edad, por razones de género es extensivo y vinculante. b. Normativa interna. * Constitución Política. La Constitución Política de la República de Guatemala establece los deberes que competen al Estado con respecto a las personas y los derechos que asisten a las personas menores de edad, tal como se describe a continuación: Artículo 1° : “El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia, su fin supremo es la realización del bien común”. Artículo 2° : “Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona”. Artículo 51. Protección a menores y ancianos. El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores de edad y de los ancianos. Les garantizará su derecho a la alimentación, salud, educación y seguridad y previsión social. * Ley de protección integral de la niñez y la adolescencia. Esta ley es la normativa jurídica que recoge el marco de derechos y la protección que asiste a la niñez y la adolescencia guatemalteca, desde una representación social que los reconoce como sujetos de derecho. En los artículos 11, 15, 16, 54 y 56 se desarrollan el derecho que les LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 39 asiste de ser protegidos contra toda forma de violencia, incluido el abuso sexual; así como la obligación del Estado de protegerlos mediante la adopción de medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas. * Código Penal. La legislación penal aun no se adapta a los estándares internacionales de los derechos de la niñez, ni a los preceptos establecidos en la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, en tanto que: * No tipifica el delito de abuso sexual, aunque las acciones que caracterizan los delitos contra la libertad y seguridad sexuales y contra el pudor refieren al abuso sexual. * Tipifica en el Título III (De los delitos contra la libertad y la seguridad sexuales y el pudor), Capítulo III, Art. 179, el delito de “abusos deshonestos”, referidos claramente a abusos sexuales, pero el bien jurídico tutelado es la honestidad y el pudor. * El incesto es considerado un delito que atenta contra el orden jurídico familiar. De lo anterior se deduce que, no existe en la legislación penal una representación social de las víctimas de estas prácticas como víctimas -ni siquiera en el caso de las personas menores de edad-, incluso implica, de manera implícita, su culpabilización como incitadora de la acción delictiva. Además, los bienes jurídicos que tutela –honestidad, pudor- son diferentes a la libre determinación, la integridad física, seguridad y dignidad que menoscaban el abuso sexual y el incesto. 40 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 2. Aspectos metodológicos En este apartado se registra lo que persigue la investigación, así como los pormenores de cómo se realizó la misma, con quién, dónde y a través de que recursos técnicos e instrumentos y procedimientos utilizados. Finalmente, los alcances y límites de la misma. 41 42 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 43 2.1 Objetivo general Conocer el número de casos registrados, las representaciones sociales sobre el abuso sexual con énfasis en el incesto y los factores de riesgo. 2.2 Objetivos específicos a. Conocer las representaciones sociales (concepción, percepción, justificación y actuación) que familias, actores claves (niños, niñas, adolescentes, padres y madres de familia, maestros y maestras, líderes comunitarios y religiosos, personal de salud y comadronas) e instituciones (del sector salud, justicia y derechos humanos) tienen sobre el abuso sexual con énfasis en el incesto. b. Identificar los factores de riesgo (individuales, familiares, socioculturales y ambientales) que contribuyen a la práctica del abuso sexual con énfasis en el incesto. c. Conocer la incidencia de casos registrados de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes, con énfasis en el incesto de los años 2004 y 2005 en instituciones de salud, justicia y derechos humanos. 2.3 Metodología: La a. b. * * c. * * d. e. f. g. h. metodología para la presente investigación incluyó los siguientes pasos: Revisión documental que permitió la elaboración de un primer borrador de marco teórico La elaboración de instrumentos para recuperar información cuantitativa sobre: Denuncias presentadas en la Sección de Delitos Sexuales de la Policía Nacional Civil en la ciudad de Guatemala, y los casos atendidos por la Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público tanto en el departamento de Guatemala como de Escuintla. Casos atendidos en el Hospital Roosevelt y Hospital Nacional San Juan de Dios, así como en la Asociación Nacional contra el Maltrato Infantil –CONACMI-. Se realizó el trabajo de campo cuantitativo en los siguientes lugares: Ciudad de Guatemala y Municipios de Amatitlán, Villa Nueva, San Juan Sacatepéquez, del departamento de Guatemala. Escuintla y Santa Lucía Cotzumalguapa, del departamento de Escuintla. Se construyó una base de datos y se alimentó la misma con la información cuantitativa recabada. Análisis de la información cuantitativa con base en las consultas, cuadros y gráficas generadas a partir de la base de datos. A partir del criterio establecido en los términos de referencia, y con base en la información de la base de datos se seleccionó el municipio de Escuintla y la zona 18 de la ciudad de Guatemala, para realizar la investigación cualitativa por tener mayor incidencia de casos denunciados ante los organismos mencionados. Con la información del sector salud se alimentó la base de datos y se construyó la caracterización de la familia. Se elaboraron los instrumentos para recolección de información cualitativa en las regiones seleccionadas, tal y como se refleja en el cuadro a continuación: 44 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 45 i. Vaciado de información en un juego de matrices elaboradas para ordenar la información y construir las tres dimensiones que constituyen las representaciones sociales (información, campo de representaciones y actitud). j. Análisis de la información en las matrices. k. Redacción del informe. 2.4 Facilitadores y limitaciones de la investigación: a. El * * * * * * trabajo de campo se facilitó gracias al apoyo recibido por parte de: Plan Internacional en su oficina de Escuintla, Auxiliatura de Derechos Humanos de Escuintla Esperanza y Fraternidad –ESFRAPro Niño y Niña Centroamericanos –PRONICEOficina de Atención a la Víctima del Ministerio Pública (central y municipales) Sección de Delitos Sexuales de la Policía Nacional Civil. b. Las limitaciones de esta investigación fueron las siguientes: * No haber podido acceder a los expedientes de la ciudad de Guatemala de los casos atendidos por la Oficina de Atención a la Víctima del MP en tanto que el trabajo de campo coincidió con el traslado de sus oficinas a otro edificio. * El proceso de acceso a los expedientes del sector salud fue difícil y lento debido a la complejidad de los trámites de autorización de acceso y la dificultad de ubicar los expedientes requeridos. * La convocatoria en la zona 18 para los grupos de hombres (padres) y adolescentes no fue atendida por lo que el número de participantes fue bajo. 46 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 3. Hallazgos de la Investigación Este capítulo presenta los resultados y el análisis de los mismos, comenzando con la parte cuantitativa o magnitud del problema en dos departamentos del país (Escuintla y Guatemala), y posteriormente, la parte cualitativa, la que corresponde a la caracterización de las familias, los factores de riesgo y las representaciones sociales del fenómeno del abuso sexual incestuoso, en comunidades de mayor incidencia del fenómeno, en los departamentos seleccionados con anterioridad 47 48 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 49 3.1 El abuso sexual e incesto, una mirada cuantitativa del fenómeno A continuación se presenta información general recabada en la Oficina de Delitos Sexuales de la Policía Nacional Civil -PNCy en la Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público -OAV del MP-de los departamentos de Guatemala y Escuintla, durante los años 2004 y 2005. En total se denunciaron 976 casos, de los cuales el 38% corresponde a los registros de la OAV del MP y 62% a la PNC. Estas dependencias conocieron 507 casos durante el año 2004 y 469 casos durante el 2005. * Escuintla: Según reportan las Oficinas de Atención a la Víctima del departamento de Escuintla (situadas en los municipios de Escuintla y Santa Lucía Cotzumalguapa), los casos de abuso sexual a niñas, niños y adolescentes que fueron conocidos durante el periodo 2004-2005 suman 219. Estos corresponden, en orden descendente, a violación (43%), abuso sexual incestuoso (32%), estupro (11%), abuso deshonesto (8%) y rapto (6%). Estos hechos se desagregan por municipio tal y como se muestra en la siguiente gráfica: 50 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala El municipio con mayor incidencia de abuso sexual es Escuintla (94 casos). En contraste, Santa Lucia Cotzumalguapa reporta 71. En ambos municipios los tipos de abuso sexual más frecuentes son la violación sexual y el abuso sexual incestuoso. Los datos revelan, en términos generales, que se han denunciado más casos de abuso sexual en el área urbana de Escuintla. Mientras en el área urbana el abuso sexual incestuoso, el abuso deshonesto, el estupro y el rapto son mayoritarios, la violación sexual conforma la mayoría de denuncias que proviene del área rural. La edad de los niños y niñas abusadas sexualmente se registran en el cuadro adjunto, el cual refleja que la adolescencia es el período en el cual se hace el mayor número de denuncias Sin embargo, se refleja que los rangos entre 4 y 11 años agrupan casi una tercera parte (30%) del total de casos denunciados. Las principales víctimas de abuso sexual son niñas y adolescentes de sexo femenino, tal como refleja la gráfica anexa. No obstante, es importante anotar que se reportan 25 casos (11%) de niños y adolescentes de sexo masculino. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 51 El abuso se lleva a cabo de manera preferente en la casa de la persona abusada (39%). De lo anterior se desprende que para estas niñas y adolescentes, su hogar es el espacio de mayor riesgo de abuso sexual. Comparten el mismo porcentaje (25%) tanto el que se realiza en la casa del abusador, como el que se concreta en áreas públicas. Los datos reflejan que usualmente es la madre quien interpone la denuncia. En orden descendente, 16 casos fueron denunciados por el padre de la víctima y el mismo número por la misma niña o adolescente. Esta información desmitifica la idea alrededor de la madre como cómplice del abuso sexual. En un porcentaje bastante alto no se obtuvo información sobre la edad de los agresores. En los expedientes que registran esta información se observa que los agresores son hombres jóvenes, de entre 18 y 40 años de edad (38 de 56 casos). 52 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Entre los abusadores sexuales familiares de la niña o adolescente (abuso sexual incestuoso), una tercera parte se concentra en el padre biológico, un 22% en el padrastro, el resto se distribuye entre otros miembros de la familia, como tíos, tíos políticos, cuñados, abuelos, hermanos y primos. En su mayoría, los abusadores sexuales que están fuera del contexto y escenario familiar son conocidos de la niña o adolescente (36%); en el 22% de los casos se trata del novio; en un 10% representa a hombres que viven en el mismo vecindario. Destaca que el 4% representa a empleadores que han abusado sexualmente de niñas y adolescentes trabajadoras. Los agresores desconocidos conforman el 19%. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 53 En el municipio de Escuintla fueron conocidos 48 casos de abuso sexual incestuoso cometido en niñas y adolescentes en la Oficina de Atención a la Víctima del MP. El 17% de las víctimas representa a niñas de entre 4 y 6 años de edad; el 54% a niñas de entre 7 y 12 años de edad; y, el 29% a adolescentes cuyas edades oscilan entre los 13 y 16 años. En 12 casos se registró la edad de inicio del abuso. Esta información colige que más de la mitad (58%) de las víctimas tenía entre 8 y 12 años cuando su familiar comenzó a abusarlas sexualmente. En uno de los casos, una niña de 8 años de edad es abusada no solo por su abuelo, sino también por hombres que visitan el prostíbulo del que su abuelo es dueño. Una niña de 6 años de edad que es abusada por su cuñado, fue violada antes por un tío. Una niña de 8 años abusada por su padre, antes lo fue por hombres desconocidos. Una niña de 9 años no solo era abusada por su padre, sino también por su abuelo y su hermano. Entre el grupo de las adolescentes, 6 quedaron embarazadas como producto del abuso incestuoso. 54 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Del total de víctimas de abuso sexual incestuoso conocido por esta dependencia durante el año 2005, el 41.4% sufrió este hecho de forma continuada durante varios años (entre 1 y 10 años). Los expedientes revisados anotan dos casos de niñas de 10 y 15 años de edad cuyos abusadores las contagiaron con enfermedades de transmisión sexual. Tres de las adolescentes quedaron embarazadas (2 de su padre y una de su hermano). La adolescente que era abusada por su padre desde que tenía 7 años de edad, también era vendida por éste (a Q.25) a dos agentes de seguridad privada de un centro recreativo, quienes la utilizaban sexualmente. De la revisión de los expedientes de las OAV-MP se desprende que durante el período 2004-2005 fueron denunciados 77 casos de abuso sexual incestuoso perpetrado contra niñas, niños y adolescentes en el Departamento de Escuintla. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 55 * Guatemala: En el Departamento de Guatemala fueron consultadas las Oficinas de Atención a la Víctima del Ministerio Público de los municipios de San Juan Sacatepéquez, Villanueva, Mixco y Amatitlán, y la Sección de Delitos Sexuales de la PNC en la ciudad capital. En total, durante los años 2004 y 2005, estas instancias conocieron 757 denuncias. * Casos conocidos por la Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público Estas OAV atendieron 146 casos referidos a abuso sexual, que afectaron a 165 personas menores de edad. Estos casos incluyen violación, abuso deshonesto, rapto y abuso sexual incestuoso. En el departamento de Guatemala, la mayoría de casos que las OAV conocieron en los municipios antes citados, provienen del área urbana; cuya mayoría se refieren a abuso sexual incestuoso y violación sexual, según se refleja en la gráfica anterior. 56 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala La edad de las víctimas se ubica en los siguientes rangos: la etapa de la pubertad y adolescencia es en la que mayores casos se reportan (109 de 146 casos). No obstante, es importante resaltar que 16 casos corresponden a niñas en edad temprana (0 y 7 años de edad). Del total de casos, 137 víctimas son de sexo femenino y 9 de sexo masculino. En el mayor número de casos (40%), la casa de la abusada fue el escenario en el que se perpetró el hecho victimizante. En segundo término aparece un lugar público (18%). Para contribuir con la desmitificación del rol de la madre en el fenómeno de la violencia sexual contra la niñez y adolescencia, que en muchos casos se le posiciona como cómplice, específicamente del incesto, es relevante mencionar que de acuerdo con la información recabada en la OAV del MP, en el 65% de los casos es la madre quien interpone la denuncia. Destaca que en el 16% de los casos es la misma niña o adolescente quien denuncia. Así como la mayoría de personas abusadas sexualmente representa a niñas y adolescentes de sexo femenino, el total de los abusadores es de sexo masculino. En la mayoría de casos no se obtuvo información sobre la edad de los mismos. No obstante, entre el grupo que tiene ese registro se observa una mayor concentración en hombres jóvenes: de un total de 43 con edad identificada, solamente 8 son mayores de 40 años. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 57 En 49 de los 151 casos que conforman el total, el abusador es un miembro de la familia de la niña o adolescente abusada. Dentro del ámbito familiar, el abuso proviene en el 21% del padre, en el 25% del padrastro, en el 18% del tío, en el 12% del cuñado. El resto se distribuye entre abuelos, primos, tíos políticos, hermanos y otros. Fueron identificados 101 abusadores que no pertenecen al grupo familiar. Los abusadores extrafamiliares en este departamento son: en el 23% una persona desconocida, el 36% representa a vecinos y conocidos. Un 3% representa a empleadores que abusaron de niñas y adolescentes trabajadoras. El resto de casos se distribuye entre maestros, amigos de la familia, novios y otros. La Oficina de atención a la víctima del MP del municipio de San Juan Sacatepéquez brinda sus servicios a partir de enero del 2005. Durante ese año, conoció 9 casos de abuso sexual incestuoso, perpetrado contra niñas y adolescentes. En dos casos se trata de hechos continuados: la niña de 10 años fue abusada por su abuelo desde que tenía 5 años y la de 16 por un primo desde un año antes, una de ellas fue embarazada por el abusador. Destaca el caso de una adolescente, cuyo padre también abusa de sus otras tres hijas, con quienes ha tenido hijos. 58 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala En el municipio de Villanueva, la Oficina de Atención a la Víctima atendió 15 casos de abuso sexual incestuoso, cuyas víctimas son niñas y adolescentes de entre 8 y 17 años de edad. Al momento de la denuncia, más de la mitad de ellas en edades que oscilan entre los 13 y 15 años de edad. Solamente se registró información sobre un caso de abuso prolongado; se trata de una niña de 13 años que fue abusada por su padre desde que tenía 3 años de edad. La OAV del municipio de Amatitlán atendió 8 casos de abuso sexual incestuoso del que fueron víctimas niñas y adolescentes de entre 4 y 17 años de edad. El abuso sexual continuado se evidencia en cuatro casos. Los datos reflejan que si bien es cierto, cuando se presentó la denuncia 5 de las víctimas eran adolescentes, al conocer la edad que tenían cuando se inició el abuso se evidencia que la mayoría de ellas estaba en la etapa de su niñez. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 59 * Casos denunciados en la PNC De acuerdo con los registros de la Sección de Delitos Sexuales de la PNC, fueron denunciados 592 casos ocurridos en el departamento de Guatemala. El mayor número corresponde a denuncias de violación (39%), muy de cerca seguido por abuso sexual incestuoso (31%), abuso deshonesto (18%), rapto (8%) y estupro (4%), tal y como se muestra en la gráfica a continuación: La mayoría de casos denunciados en la PNC proviene del municipio de Guatemala. El segundo municipio de mayor incidencia es Villa Nueva y el tercero es Mixco. Estas diferencias geográficas quedan registradas en la siguiente gráfica: En el municipio de Guatemala, se reporta que la mayoría de denuncias corresponde a la zona 18, en orden descendente le sigue la zona 7, 12 y 1. 60 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala La mayoría de personas menores de edad abusadas en el departamento de Guatemala representa a niñas y adolescentes del sexo femenino (95%). El mayor número de denuncias se presenta cuando las víctimas tienen entre 12 y 17 años de edad. No obstante, en los otros rangos de edad también se reporta un número considerable de casos, especialmente si se valora que 16 niños/niñas fueron abusados/as en el rango de 0 a 3 años. 147 casos representan niños y niñas de entre 4 y 11 años. Es importante mencionar que en 85 casos no se logró registrar la edad de los niños, niñas o adolescentes abusados, dato que es relevante para el proceso judicial. En casi la mitad de los casos, el abuso sexual se llevó a cabo en la casa de la niña, niño o adolescente y el resto, en la casa del abusador o en un área pública. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 61 En su mayoría la denuncia fue presentada por un familiar de la niña, niño o adolescente víctima. También es relevante considerar que en el 7% de los casos fue la misma víctima quien se presentó a denunciar. La gráfica superior, que refleja el actor que interpuso la denuncia en el departamento de Guatemala, evidencia que en la mayoría de los casos (78%) la madre se presentó a denunciar el hecho, lo que invalida el mito sobre la complicidad de la madre en el abuso sexual, especialmente el incestuoso. El 15% de las denuncias las interpone el padre de familia. 62 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala El 97% de los abusadores es de sexo masculino y el 3% de sexo femenino. En el 44% de los casos denunciados no se consignó la edad del agresor. En el grupo que se consignó este dato destaca que el 39% corresponde a jóvenes de entre 18 y 40 años de edad. Es relevante destacar que dentro del núcleo familiar padres y padrastros son responsables del 26% y 25% de los casos, respectivamente. Los tíos son responsables del 10% y los primos del 8%. El resto de abusadores fueron identificados como abuelo, hermano, cuñado, tío político y otros. Hombres desconocidos (44%), conocidos (26%) y vecinos (12%) son los principales abusadores fuera del círculo de la familia. El 3% corresponde a empleadores que han abusado de niñas y adolescentes trabajadoras. El resto representa maestros, vecinos, amigos de la familia y novios. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 63 Del total de casos de abuso sexual incestuoso ocurridos durante el 2004 y 2005 en el departamento de Guatemala conocidos por esta dependencia de la PNC, 40 expedientes ofrecen información que contrasta la edad que tenía la niña cuando se hizo la denuncia y la que tenía cuando se inició este hecho. A partir de esos datos se destacan las siguientes observaciones: * * * * 40 niñas y adolescentes fueron víctimas de manera continuada; es decir, se repitió durante un período largo (entre 1 y 9 años). 4 fueron víctimas desde que tenían 5 y 6 años de edad. 24 niñas fueron víctimas cuando tenían entre 7 y 12 años de edad. 12 fueron víctimas en su adolescencia temprana, cuando tenían entre 13 y 15 años de edad. De los testimonios anotados en los expedientes policiales se desprende que 11 adolescentes (de entre 12 y 15 años de edad) estaban embarazadas de sus abusadores: padres, padrastros, tíos, cuñados y tíos políticos. Tres más habían sido contagiadas de enfermedades de transmisión sexual, una de ellas de VIH SIDA. Una de las niñas informó que su padrastro filmaba las escenas del abuso sexual para venderlas en su negocio de venta de videos. Otra informó que su papá ponía videos pornográficos y después le hacía a ella lo que se miraba en esas escenas y la obligaba a que ella también se las hiciera a él. 64 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala De la revisión de los expedientes de la Sección de Delitos Sexuales de la PNC y de las OAV-MP se desprende que durante el período 2004-2005 fueron denunciados 231 casos de abuso sexual incestuoso perpetrado contra niñas, niños y adolescentes. A partir de la información ofrecida en este apartado se concluye en lo siguiente: 1. Durante los años 2004 y 2005, las Oficinas de Atención a la Víctima del MP, de los departamentos de Escuintla y Guatemala y la Sección de Delitos Sexuales de la PNC conocieron 976 casos de abuso sexual a niñas, niños y adolescentes. 2. Del total, 219 fueron reportados en Escuintla y 757 en Guatemala. Estos hechos ocurrieron en su mayoría en áreas urbanas. En el municipio de Guatemala, se reporta que la mayoría de denuncias corresponde a la zona 18, en orden descendente le sigue la zona 7, 12 y 1. En el departamento de Escuintla, el mayor número de casos denunciados refiere a hechos ocurridos en la cabecera municipal. 3. En cuanto a la tipificación, los abusos sexuales de mayor ocurrencia corresponden a las formas más graves en términos penales: violación (penetración bucal, vaginal, anal o intento de penetración) y abuso sexual incestuoso. 4. En el sector justicia, la mayoría de las víctimas son niñas y adolescentes de sexo femenino; en contraste, la mayoría de abusadores son de sexo masculino. En el sector salud, las LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 65 personas menores de edad del sexo femenino siguen siendo mayoritarias, pero el porcentaje de niños y adolescentes del sexo masculino alcanza un 30% del total. 5. Se refleja que en las instancias del sector justicia, un porcentaje alto de denuncias se presenta cuando las víctimas son preadolescentes y adolescentes. Sin embargo, es importante consignar que un número importante de ellas tenía entre 0 y 11 años de edad cuando el hecho fue denunciado. Cuando los casos llegan para su atención al sector salud la mayoría corresponde a niños y niñas de menor edad. 6. Las edades de los abusadores son variables, aunque se puede afirmar que la mayoría son jóvenes. Estos se agrupan en abusadores familiares y abusadores no familiares de las niñas y adolescentes. Entre los familiares son mayoría los padres biológicos y los padrastros, seguidos de tíos, cuñados, tíos políticos, primos, abuelos y hermanos. Los abusadores no familiares están integrados por desconocidos, vecinos y conocidos, seguidos de empleadores que abusaron de niñas y adolescentes trabajadoras. El resto de casos se distribuye entre maestros, amigos de la familia, novios, y otros. 7. En el mayor número de casos, el escenario del abuso sexual es la casa de las niñas, niños y adolescentes y, el resto, en la casa del abusador o en un área pública. 8. La mayoría de hechos fue denunciada por la madre de la víctima, sin importar si el abusador es o no un miembro de su familia, lo cual desmitifica la complicidad de la madre con el abuso sexual, especialmente el incestuoso. 9. El abuso sexual incestuoso representa el 32% del total de abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes, denunciados en los departamentos de Guatemala y Escuintla durante los años 2004-2005. 10. En el municipio de Guatemala, la Sección de Delitos Sexuales de la PNC conoció 231 niñas y adolescentes que fueron abusadas sexualmente por familiares. Del análisis de los expedientes de 40 casos de abuso sexual incestuoso, que tienen información sobre la edad que tenía la niña cuando se hizo la denuncia y la que tenía cuando se inició el abuso, se desprende lo siguiente: * * Todas las niñas y adolescentes fueron víctimas de manera continuada; es decir, el abuso se repitió durante un período largo (entre 1 y 9 años). 4 niñas fueron víctimas desde que tenían 5 y 6 años de edad; 24 fueron víctimas cuando tenían entre 7 y 12 años de edad; 12 fueron víctimas en su adolescencia temprana, cuando tenían entre 13 y 15 años de edad. Además, 11 adolescentes (de entre 12 y 15 años de edad) estaban embarazadas de sus abusadores: padres, padrastros, tíos, cuñados y tíos políticos. Tres más habían sido contagiadas de enfermedades de transmisión sexual, una de ellas de VIH SIDA. 11. Durante el 2005, la OAV-MP del municipio de San Juan Sacatepéquez conoció 9 casos de abuso sexual incestuoso, perpetrado contra niñas y adolescentes. En dos casos se trata de hechos continuados: la niña de 10 años fue abusada por su abuelo desde que tenía 5 años 66 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala y la de 16 por un primo desde un año antes, una de ellas fue embarazada por el abusador. Destaca el caso de una adolescente, cuyo padre también abusa de sus otras tres hijas, con quienes ha tenido hijos. 12. En el municipio de Villanueva, la OAV-MP atendió 15 casos de abuso sexual incestuoso, cuyas víctimas son niñas y adolescentes de entre 8 y 17 años de edad. Al momento de la denuncia, más de la mitad de ellas en edades que oscilan entre los 13 y 15 años de edad. Solamente se registró información sobre un caso de abuso prolongado; se trata de una niña de 13 años que fue abusada por su padre desde que tenía 3 años de edad. 13. La OAV-MP ubicada en Mixco atendió 17 casos de niñas y adolescentes de entre 2 y 15 años de edad, abusadas sexualmente por familiares. El mismo porcentaje (41%) representa a niñas de 9 a 12 años y adolescentes de 13 a 15 años de edad. El 18% del total está conformado por niñas de muy tierna edad (de 2 a 5 años). Solamente se registró información sobre 3 casos de abuso prolongado; se trata de una niña de 10 años que fue abusada por su padrastro desde que tenía 8 y dos de 12 años abusadas por su padre y padrastro, respectivamente, desde los 11 años de edad. 14. La OAV-MP ubicada en Amatitlán conoció 8 casos de abuso sexual incestuoso. El abuso sexual continuado se evidencia en cuatro casos. Si bien, cuando se presentó la denuncia 5 de las víctimas eran adolescentes, al conocer la edad que tenían cuando se inició el abuso se revela que la mayoría estaba en la etapa de su niñez y que el abuso se prolongó entre 3 y 7 años. 15. En el municipio de Escuintla fueron conocidos 48 casos de abuso sexual incestuoso cometido en niñas y adolescentes. El 17% de las víctimas representa a niñas de entre 4 y 6 años de edad; el 54% a niñas de entre 7 y 12 años de edad; y, el 29% a adolescentes cuyas edades oscilan entre los 13 y 16 años. De 12 casos de los que se tuvo conocimiento, más de la mitad (58%) de las víctimas tenía entre 8 y 12 años cuando su familiar comenzó a abusarlas. Entre el grupo de adolescentes, 6 quedaron embarazadas como producto del abuso incestuoso. 16. Del total de víctimas de abuso sexual incestuoso conocido por la OAV-MP del municipio de Santa Lucía Cotzumalguapa, el 41.4% sufrió este hecho de forma continuada durante varios años (entre 1 y 10 años). Los expedientes revisados anotan dos casos de niñas de 10 y 15 años de edad cuyos abusadores las contagiaron con enfermedades de transmisión sexual. Tres de las adolescentes quedaron embarazadas (2 de su padre y una de su hermano). LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 67 3.2 La Familia de las niñas, niños y adolescentes víctimas / Factores de riesgo Para iniciar este apartado interesa notar cinco puntos importantes: Primero, estudios clínicos realizados en otros países confirman que el abuso sexual incestuoso se presenta indistintamente de la clase o estrato social de las familias de niños, niñas y adolescentes víctimas. Segundo, la información con que cuentan las fuentes consultadas (hospitales nacionales de referencia y CONACMI) no permite construir una tipología definida de una familia incestuosa en las áreas geográficas seleccionadas (Departamentos de Guatemala y Escuintla), especialmente porque los expedientes no recogen toda la información que la sustente. Tercero, las niñas, niños y adolescentes atendidos en las fuentes consultadas pertenecen a sectores que se encuentran en situación de pobreza. Cuarto, los expedientes hacen énfasis en información relativa a la niña, niño o adolescente abusado y muy escasa información sobre el abusador. Se desconoce si existen expedientes y tratamiento psicológico para el grupo familiar, incluyendo al abusador. Quinto, de las observaciones anteriores se deduce que la información que se presenta en este apartado no constituye una caracterización familiar propiamente dicha, no es una tipología de las familias incestuosas, sino más bien un acercamiento a partir de algunas de las particularidades de las familias de sectores populares afectadas por esta problemática. Por lo anterior, tampoco fue posible identificar factores o variables específicas sociales, familiares, psicológicas parentales, y derivadas del niño o niña, que converjan en el riesgo de ocurrencia del abuso sexual incestuoso, a no ser que se hagan señalamientos generales no sustentados, como el caso de afirmar, por ejemplo, que tener padrastro es un riesgo, cuando los hallazgos de esta investigación evidencian que padrastros y padres biológicos fueron denunciados como responsables casi con la misma magnitud; o revictimizar a las víctimas al concluir que determinadas características de las niñas y adolescentes abusadas constituyen por si mismas factores de riesgo; o generalizar los factores a tal nivel, que casi todo se considera un riesgo, incluso el tener papá. El acercamiento a la información familiar se basa en la revisión de 98 expedientes de casos atendidos durante los años 2004 y 2005, provenientes de Registros Médicos del Hospital General San Juan de Dios; del departamento de Trabajo Social del Hospital Roosevelt y del Centro de Atención Psicosocial de la Asociación Nacional contra el Maltrato Infantil –CONACMI-. Cabe anotar que el Hospital Nacional de Escuintla no cuenta con registros de los casos de abuso sexual a niñas, niños y adolescentes que hayan sido atendidos, en virtud de la carencia de personal para esos propósitos. 68 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Según esta información, dos terceras partes de los casos se reportaron en el año 2005 y una tercera en el 2004. La mayoría de casos atendidos en estas instancias proviene del departamento de Guatemala, pero también de otros departamentos (12%), entre éstos Escuintla (6% de los casos). Como representación social existe la creencia generalizada de que el abuso sexual se presenta con mayor incidencia y prevalencia en el área rural. Este análisis de casos atendidos por la CONACMI e instancias del sector salud evidencia que casi tres cuartas partes del total de casos provienen de áreas urbanas, y el resto (22%) de áreas rurales. Al respecto, es necesario considerar que se desconoce la realidad y magnitud del fenómeno, en tanto que es probable que no todos los casos que ocurren en el área rural busquen atención en estas instancias. La representación social prevaleciente sobre el abuso sexual remite a la creencia de que éste ocurre cuando se consuma la relación sexual propiamente dicha. Las instancias consultadas ofrecen información que amplía esa representación social al visibilizar la primera fase del proceso del abuso sexual cuando incluyen en su tipología la sospecha y manoseo, la que posteriormente debería ser confirmada por la unidad de psicología o salud mental de los mismos hospitales o de las instancias del sector justicia. De acuerdo con sus registros el mayor porcentaje de casos atendidos es por sospecha de abuso sexual que incluye el manoseo, y hasta en un segundo y tercer lugar aparece penetración vaginal y anal. Del total de casos, 78 fueron referidos a otras instancias para su seguimiento. Salvo los referidos a CONACMI (8%) para atención psicosocial y a la PGN para medidas de protección (1%), el resto fue referido con el objetivo de dar seguimiento legal: 55% de ellos fueron enviados a los diferentes juzgados de 1ª Instancia de la Niñez y Adolescencia del Organismo Judicial, 6% a la Misión Internacional de Justicia y 7% a la PNC. Estas fuentes aportan un dato interesante y es que se mantiene que la mayoría (70%) de personas menores de edad abusadas sexualmente pertenecen al sexo femenino. Sin embargo, el porcentaje de niños y adolescentes de sexo masculino es alto (30%), comparado con otras fuentes. Al momento de solicitar ayuda médica o psicológica, el mayor número de casos se sitúa en los rangos de edad de 4 a 7 años (35 de 98 casos) y de 8 a 11 años (24). No obstante, se reporta que en 11 casos el abuso sexual se inició cuando las niñas y niños víctimas tenían menos de 3 años de edad. Con relación a las familias de las niñas, niños y adolescentes abusados/as, destaca que la mayoría corresponde a familias denominadas integradas. Le siguen en su orden, las desintegradas y las familias mono parental materna. No existe entonces un comportamiento que defina que la desintegración familiar o la ausencia de una de las figuras (padre o madre) sean significativas en la incidencia y prevalencia del abuso sexual de la niñez y adolescencia, cuestión que también se maneja como representación social de este fenómeno. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 69 La información refleja que la mayoría de casos (70%) de abuso sexual se da en familias de entre 2 y 5 miembros, con un máximo de 4 hijos o hijas menores de edad, lo que invalida la creencia de que este problema se presenta con mayor énfasis en familias numerosas. Solamente el 9% del total de familias reportó el consumo de drogas (alcohol y estupefacientes) por parte de algunos de sus miembros. Los expedientes no aclaran si el consumo corresponde al abusador u otros miembros de la familia. Con relación a los abusadores se detecta que la mayoría (97%) es de sexo masculino, un 57% corresponde a solteros y un 43% a casados/unidos. El 43% de los abusadores es familiar de la víctima, por lo que se está hablando en términos de abuso sexual incestuoso. Al interior de los abusadores familiares, el 38% está conformado por padres, 31% por tíos, 14% por abuelos. Se reportan 4 casos de madres abusadoras. Por último, es importante relevar la poca información disponible en el país para efectos de una caracterización típica que revele el fenómeno en toda su complejidad, incluyendo las particularidades del abusador (más allá de su edad y estado civil) y de las víctimas secundarias (los otros miembros del grupo familiar); así como, las manifestaciones de esta problemática en otros sectores sociales. 3.3 Las Representaciones Sociales sobre el Abuso Sexual Incestuoso Recuperar las representaciones sociales del abuso sexual incestuoso de los grupos consultados, amerita confrontar el marco teórico del estudio con los hallazgos. Para ello, en el desarrollo de este capítulo se retoman las representaciones sociales que estos mismos grupos tienen sobre género, niñez y adolescencia y sexualidad. Para iniciar es importar recordar que desde el enfoque de género el abuso sexual incestuoso es una forma de violencia dirigida hacia la mujer, sin importar su edad ni el vínculo consanguíneo que tenga con el agresor, que se sustenta en el poder que la sociedad patriarcal le ha asignado al hombre. La particularidad de este fenómeno es la apropiación del cuerpo y sexualidad de las mujeres, la utilización de lo sexual como arma y como objetivo, en donde las mujeres son víctimas y los agresores son hombres. Un caso que claramente ilustra la anterior afirmación refiere al siguiente ejemplo registrado en la declaración de una madre denunciante que recoge un expediente de la PNC: la madre al encontrar a su esposo abusando sexualmente de su hija menor de edad, le reclama que por qué esta haciéndole eso a su hija. El marido le responde “dejame, en esto no te metás, esto es cosa mía”. En otro caso, la madre reclama a su marido diciéndole “cómo sos capaz de hacerle eso a tu propia hija”. El respondió de la siguiente manera: “si ya le entra, sí”. 70 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala El estudio también confirma lo que la teoría con perspectiva de género aporta con relación a los roles que de manera arbitraria se asignan a las personas en función de su sexo. Esta investigación revela que la representación social de ser mujer que tienen en las comunidades consultadas alude al papel de cuidadora de sus hijos e hijas y por ende, la responsable por lo que a ellos y ellas les suceda. Las personas, incluyendo a las mismas madres, revelan que es un derecho de ellas cuidar a sus hijos, corregirlos, educarlos, alimentarlos. Por lo tanto, si una de sus hijas o hijos es abusado sexualmente, la responsable de que esto suceda es la madre, por no haber sabido cuidarla/o. Otra representación social que se vincula con el enfoque de género es la concepción de que, especialmente las adolescentes, son responsables del abuso sexual, en tanto son coquetas y se arreglan y actúan de manera provocativa. Otras representaciones sociales que tienen íntima relación con el abuso sexual son aquellas relacionadas con la niñez y adolescencia. Los diferentes marcos teóricos que han reflexionado sobre los paradigmas de niñez aluden a creencias relacionadas con su dependencia de las personas adultas, un reflejo de lo que se les enseña, su incapacidad de hacer bien las cosas (como las hacen los adultos), su inmadurez. Se concibe a los niños, niñas y adolescentes como futuras personas y no como una realidad del presente, pero también como una inversión de su grupo familiar. Estas representaciones son captadas en el estudio cuando las personas adultas y ellos mismos se describen en términos de: seres obedientes, cariñosos, que sirven para hacer mandados y ayudar en los oficios domésticos. Además, se les ve como el futuro del país, personas buenas si se les educa para ello, que sirven para hacer favores, y para ayudar o mantener a sus padres en el futuro. Entonces la percepción prevaleciente es la de seres sumisos, dispuestos a servirles a los demás sin ningún cuestionamiento. La representación social de sexualidad en las comunidades remite al tabú del sexo. Este es un tema del que no se habla, especialmente con los niños y niñas, vedándoles el acceso a información científica, situación que los hace más vulnerable al abuso sexual. El análisis de las representaciones sociales sobre el abuso sexual incestuoso, principal énfasis de esta investigación, se presenta a continuación a partir de las dimensiones que constituyen toda representación social (información, campo de representaciones y actitud) por cada grupo meta: padres, madres, niños y niñas, adolescentes de ambos sexos y actores(as) sociales. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 71 * Hombres/ padres de familia a) Información De acuerdo con los padres de familia, es corriente ver en las calles a otros hombres que acosan a las niñas desde que tienen 12 años de edad con frases de fuerte carga sexual, esta es una práctica diaria, cotidiana y normal en sus comunidades. Igualmente cotidiano es ver a hombres mayores que buscan adolescentes para tener relaciones sexuales. Han conocido casos de abuso sexual de padres a hijas, hecho que según indican pasa a menudo.Ê b) Campo de representaciones Aunque el acoso sexual les parece desagradable y deshonesto, responsabilizan de este tipo de conductas a las propias niñas y adolescentes, ya que en su opinión “la forma en que se visten provoca que les pierdan el respeto en la calle.”Ê 72 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala El incesto es percibido como algo malo e inmoral, como una falta de respeto, realizado por hombres mañosos, que no piensan, les falta cerebro o están borrachos. No obstante refieren que esta situación se da porque “los hombres quieren vivir bien, y solo con una jovencita pueden conseguirlo”; “los hombres necesitan mujeres jóvenes para vivir mejor y rejuvenecerse” ; “las mujeres viejas no pueden tener hijos, solo así se pueden asegurar los hombres de seguir teniendo familia.” Agregan que la comunidad ve mal que un padre abuse de su hija, se piensa que los hombres que hacen eso no son buenos para la comunidad, porque un hombre que hace eso puede hacer cualquier otra cosa; sin embargo, los demás hombres lo ven bien, no piensan que eso sea un problema. Sobre las razones que llevan a un padre a abusar sexualmente de su hija señalan las siguientes: * * * Descuido de la madre. Las niñas y adolescentes son muy coquetas. Provocan que se les pierda el respeto. Costumbres en la familia: cuando una niña se sienta en las piernas del papá o no cierra las piernas cuando se sienta delante de él, puede hacer que el padre no pueda controlarse. c) Actitud Como respuesta al acoso sexual que ocurre en la calle, los padres aconsejan a sus hijas que no hagan caso de esas insinuaciones, porque si prestan atención serán las responsables de que algo peor ocurra.Ê Sienten coraje, rabia, asco y odio hacia los hombres que abusan sexualmente de sus hijas. Aunque sienten lástima y pena por las niñas y adolescentes víctimas, se les critica porque también consideran que son responsables de lo ocurrido. Cuando se tienen conocimiento de un caso, en la comunidad se comenta y critica fuertemente tanto al abusador como a la abusada, ya que se asume que la responsabilidad es de ambos. Aunque ven el incesto como una acción condenable, la responsabilidad siempre depende de la edad de la víctima. Para ellos, si ésta es adolescente ya sabe lo que hace, por lo tanto el castigo para el padre abusador no debe ser tan fuerte.Ê Esta representación social se ve reforzada por el estatus que el hombre tiene dentro de la sociedad, además de calificar las actitudes de los varones como incontrolables en sus instintos sexuales, también piensan que el único mecanismo de control del acoso sexual no está en regular la actividad de los abusadores sino en condicionar las acciones de las abusadas, lo cual denota el intento por justificar al hombre abusador y culpar a la niña o adolescente víctimaÊ por las acciones de éste.Ê Por último es importante anotar que con relación a los roles familiares, los hombres perciben a las madres como responsables de cuidar y proteger a los hijos, mientras se ven a sí mismos como proveedores, con derecho a corregir a sus hijos y según sea el caso, utilizar la fuerza como mecanismo para ser obedecidos.ÊEs por eso que, en cualquier caso, la madre lleva la LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 73 carga de responsabilidad del incesto, en tanto que sostienen que el descuido de la madre es un factor determinante para que éste ocurra. De ese modo, la madre es culpabilizada por el abuso sexual cometido por el padre contra su hija. Consideran que los abusadores de sus propios hijos o hijas deberían ser castigados con privación de libertad. No obstante, la comunidad no actúa porque consideran que es riesgoso hacerlo, además de no tener confianza en las autoridades. En el caso particular de la ciudad de Guatemala opinan que las leyes son inoperantes, que no funcionan en estos casos, porque creen que al hombre siempre se le dará la razón y siempre será visto como inocente. Por eso, cuando se conoce un caso de incesto la reacción de los vecinos es la misma; comentarlo en la calle con la gente de confianza, pero nunca actuar por el riesgo que conlleva, ya que si un hombre ha sido capaz de realizar un acto como éste, puede hacer cualquier otro tipo de cosas, como matar a la persona denunciante.Ê d) Síntesis La representación social que tienen los padres de familia sobre el incesto es que es un acto inmoral, pero al mismo tiempo es normal que pase en la comunidad. Para ellos, la culpa no recae únicamente en el padre abusador, sino sobre las personas menores de edad víctimas en tanto que, en su imaginario social las actitudes o comportamientos de las niñas, niños o adolescentes con sus padres pueden provocan el abuso sexual.Ê En esta representación social, las madres son las principales responsables de que ocurra el incesto en su familia al descuidar a sus hijos, ya que el hombre no puede controlar sus actos. De ahí que, la madre debe encargarse de velar por la seguridad de sus hijos o hijas para evitar un ataque sexual por parte de su propio padre.Ê Cualquier tipo de abuso sexual, ya sea a miembros menores de edad de su propia familia o a otros de la comunidad, es responsabilidad final de las víctimas, pues creen que la provocación juega un papel esencial en la conducta del hombre.Ê 74 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala * Mujeres / madres de familia a) Información Las mujeres madres informan que conocen casos de abuso sexual a niñas y adolescentes por parte de padres y otros familiares. Para ellas, estos hechos constituyen una vergüenza para la familia, además de ser un delito que merece castigo porque el error del padre provoca la humillación y vergüenza a las niñas y adolescentes víctimas. Están concientes de que no sólo una violación o penetración genital es un abuso y explicaron que tocar, espiar o acosar verbalmente con insinuaciones sexuales también es abuso sexual.Ê “Este es su noticiero Telediario, con su conductora Elvira. ¡Noticia, noticia de última hora! En Aldea de Guadalupe, el señor Ernesto Gonzáles, abusó de su hija menor de 12 años, y su esposa no lo denuncia por miedo, porque él la ha amenazado. Los miembros de la familia piensan que los ha puesto en vergüenza, la hija se siente humillada, maltratada sexualmente por este hecho. El padre piensa que la hija le pertenece. La gente opina, ¿cómo la madre ha permitido esto? Hay que denunciarlo. La hija se ha quedado callada. Queremos que las autoridades hagan justicia. Este fue su noticiario Telediario por la mañana.” Noticia construida por mujeres de La Guadalupe, Escuintla. b) Campo de representaciones Con relación a los abusadores creen que unos lo hacen porque están mal de la cabeza y otros por el consumo de drogas y bebidas alcohólicas. Agregan que los motiva el orgullo machista, LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 75 en tanto que estos hombres piensan que si es su hija les pertenece y pueden hacer con ella lo que quieran. Con relación a los factores que determinan que ocurra este hecho, interiorizan culpa al considerar que las madres son responsables, por un lado, porque se ven obligadas a descuidar a sus hijos(as) cuando se van al trabajo, dejándolas al cuidado de un adulto de la familia y por otro, por confiar en sus esposos. También señalan que muchos hombres de la comunidad que abusan de sus propios familiares, han crecido con la mentalidad de que deben ser agresivos y sobre todo de que pueden utilizar a las mujeres. En su opinión, este tipo de conductas se ha formado en la misma familia, ya que muchas veces utilizan frases como “son hombres, está bueno que toquen”, cuando violan la integridad física de una adolescente o de una mujer adulta.Ê Otra causa se deriva del hecho de que muchas veces los padres de familia expresan su deseo sexual sin cuidar que sus hijos no vean estas expresiones. A pesar de esto, no se habla de sexo y sexualidad, muy pocas personas se animan a tratarlo en sus familias, por lo general nadie quiere hablar de este tema y mucho menos con sus hijos.Ê Una de sus preocupaciones alude al futuro de las víctimas de abuso sexual, el que en su opinión depende de si es de sexo masculino o femenino. En el caso de los varones, creen que si son abusados sexualmente terminaran siendo homosexuales, mientras que las niñas irremediablemente serán ‘prostitutas’.Ê c) Actitud Las mujeres madres consideran que las adolescentes ya saben a lo que se meten; sin embargo, reconocen que éstas son manipuladas y amenazadas por su padre. No obstante, cuando se conoce un caso de abuso sexual por parte de un padre, la comunidad critica y juzga a la adolescente y no hacen nada por ella. A la comunidad no le parece, se alarma porque este es un hecho reprobable, saben que es penado por la ley pero nadie hace nada por temor a los problemas que se pueden derivar de la presentación de la denuncia. “Aquí Cañoneras 101 en la comunidad Valle Lirio, se descubrió un incesto, que el señor Juan Pablo tiene relaciones sexuales con su hija Karlita de diez años, y la mamá doña Casimira y los demás miembros de la familia no dicen nada porque los tiene amenazados. La niña se siente triste y humillada, y no dice nada por las amenazas del padre. El papá se siente muy orgulloso de lo que hace, porque es muy machista. La comunidad al darse cuenta del caso llama a la policía y a derechos humanos para que detengan al culpable.” Noticia construida en una dinámica por madres de La Guadalupe, Escuintla. Señalan que las madres que han enfrentado esta problemática se sienten humilladas y amenazadas, tristes al no poder proteger a su hija y que no denuncian por miedo a las amenazas del esposo. En su opinión, toda la familia se siente igual, hay una crisis familiar porque hay enojo con el padre y mucha vergüenza. Para este grupo, la representación social del incesto alude aÊ una acción que merece sanción por parte de las autoridades judiciales del país. No obstante, creen que aunque se presente la denuncia no se resolvería el problema, como ejemplo ponen el caso de una niña que fue abusada por su padre y las autoridades policiales dijeron que no podían hacer nada porque no sabían si la misma niña había provocado el problema.Ê 76 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Por otra parte, aunque conozcan este tipo de hechos, no pueden denunciarlos por temor, porque las pueden matar si acusan a alguien de este delito. También expresaron que el gran problema del incesto en la comunidad no es lo que le pasaba al niño o niña, sino lo que la gente, que vive en este lugar, puede llegar a pensar de la familia, la víctima o el abusador.ÊDe lo anterior se deriva que más allá de ser percibido como un daño específico a las niñas, niños y adolescentes, visualizan el incesto como un daño a la familia, en tanto que viola las normas morales que socialmente se asignan a la institución familiar.Ê El incesto dentro del ideario de las mujeres es cometido por un hombre, específicamente por los padres; de ahí que, representan socialmente a los hombres como potenciales abusadores sexuales, inclusive de sus propios hijos(as). d) Síntesis Es evidente que las representaciones sociales del incesto que tienen las mujeres madres entrevistadas, es el de un acto inmoral e impropio. Con relación a la responsabilidad del mismo, destaca que no se atribuye solamente al padre abusador sino que recae en ellas mismas, pues piensan por un lado, que por el solo hecho de ser hombre éste no tiene control de sus deseos sexuales y por otro, que el descuido que ellas tengan de sus hijas puede ser aprovechado por los padres, abuelos o tíos para abusarlos. Además, los hombres no son responsables directos pues se cree que sufren algún tipo de patología psicológica que impide que razonen sus actos.Ê En esta representación, la responsabilidad directa también se extiende a las adolescentes víctimas, aun cuando se reconoce que son manipuladas y/o amenazadas por el padre abusador.Ê * Niñas y niñosÊ LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO a) Información Los niños y niñas con los que se trabajó conocen casos de abuso sexual que le han ocurrido a otros niños/as y señalan que constantemente ocurren en sus comunidades. Conocen y cuentan detalles de esos casos y del proceso del mismo. Anotan los mecanismos utilizados por los abusadores, tales como las amenazas que hacen a las víctimas para que no le digan a nadie lo que les está pasando y han interiorizado que les puede pasar si no acatan los consejos recibidos con relación a que no deben hablar con desconocidos. 77 “El cuento trata de un padre que ha abusado de la hija. Dice que una pareja en un bar tuvo su primera hija. El padre no trabajaba pero hacía las cosas de la casa. La mamá trabajaba y el padre se quedaba con la hija, y dice que la hija se quedaba con el padre y el padre abusaba de la hija. Dice que el padre la amenazaba con que si decía, que le iba a pegar y la iba a masacrar o algo así parecido a eso. Entonces llegaron los quince días después y esta hija le cuenta a su mamá. Su mamá rápidamente actúa, y le dice, y habla de esto a las autoridades. Las autoridades llevan la sangre de la niña a un laboratorio para hacerle una prueba de ADN para comprobar si ella fue violada o algo así. Entonces descubren que sí ha sido violada y el padre se irá de una vez a la cárcel con 13 años de cárcel.” Cuento narrado por un grupo de niños y niñas de Las Champas, zona 18. b) Campo de representaciones “La niña dormía tan tranquila, pero cuando había intentado dormir, su padre la empezaba a tocar. Cuando ella despertó le tapó la boca y la manoseo y le dijo que ese iba a hacer su gran secreto, le dijo que no le contara a nadie porque nadie le iba a creer, porque era una mentirosa. Como tantas veces le había mentido a la mamá, la mamá no hallaba si creerle, pero un día la mamá descubrió manchas de sangre en la ropa y eso la dejó en qué pensar. Quince minutos después ella salió, pero ya tenía un mal presentimiento, y cuando volvió encontró al papá tocándole sus partes a la niña y la mamá se puso a llorar porque ella no le creyó, no le creyó la niña, sino al papá. Entonces la mamá echó al papá y le brindó ayuda a la niña, y ahora la niña comprendió no callar nada, así sea grande o pequeño el secreto, más vale romper el silencio.” Para los niños y niñas, que un familiar tenga relaciones sexuales con uno de ellos/as es algo malo que interpretan claramente como abuso sexual. Desconocen el significado del término incesto, el abuso sexual lo relacionan con violación sexual. Los niños y niñas no se explican por qué un familiar puede llegar a abusar de una persona menor de edad de su familia, pero lo perciben como algo dañino.Ê Dos grupos de trabajo escribieron sobre el abuso sexual del que fueron víctimas unas niñas del lugar por parte del padre, que fue publicado por los medios de comunicación. En Cuento narrado por niños y niñas de la Aldea El Mango, Escuintla. los cuentos que hicieron durante el taller, incorporaron, información científica que han logrado comprender por medio de programas de televisión por cable, como el caso del examen de ADN, que según relatan se le hizo al responsable para probar su culpa y deducirle responsabilidades.Ê c) Actitud La representación social de las madres es la de ser las salvadoras de la situación, en tanto que en los casos referidos actuaron denunciando a sus esposos y “echándolos de la casa”, aunque al principio no creían que fuera cierto lo que sus hijas les habían dicho. Los niños y niñas conocen que el abuso sexual se da en el contexto del silencio y que las niñas abusadas tienen miedo y vergüenza. Sin embargo, al finalizar la actividad que se realizó con ellos/as, de manera espontánea escribieron una moraleja: “Esa clase de secretos no se deben guardar”. 78 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala En su representación social, la denuncia ante las autoridades aparece como la medida que permite terminar el abuso. Asimismo, indican la necesidad de que las niñas y niños que lo sufren reciban el apoyo de su familia, amigos y atención profesional (específicamente ayuda psicológica). d) Síntesis La representación social de los niños y niñas sobre el abuso sexual y el incesto aún se encuentra en proceso de construcción, y aunque conocen casos de este tipo de abusos solo perciben este fenómeno como algo malo y dañino pero sin lograr todavía comprender por completo las implicaciones físicas, emocionales y sociales que conlleva. La palabra incesto aún no tiene significado para ellos, pero la acción que implica la catalogan como algo reprobable. El abuso sexual por parte de personas desconocidas lo interpretan como producto de no respetar la norma social impuesta de evitar conversaciones con extraños. Si algo les ocurre, la responsabilidad recae sobre ellas/os mismos y no sobre el victimario. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO * Adolescentes 79 80 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala a) Información La mayoría de adolescentes conoce muy de cerca casos de abuso sexual a niñas y adolescentes que han ocurrido en sus comunidades, en los que el abusador es un familiar de las víctimas. Los relatos sugieren que algunas adolescentes podrían estar viviendo esa situación. “Esto pasa cuando la mamá está enferma y se va con mi tía. Nosotros queremos que ella se venga luego a nuestra casa”. Adolescente de Escuintla. Asimismo, están familiarizados con refranes que aluden al tema del abuso sexual a personas menores de edad. Como ejemplo, citan que se usa el dicho “A gato viejo ratón tierno”; el que a su juicio explica el interés de hombres mayores por tener esposas o novias jóvenes o menores de edad. Expresan que en sus comunidades es muy común ver a hombres adultos que tienen relaciones sexuales con jovencitas.ÊSeñalan además que el acoso verbal de hombres mayores hacia una niña o una adolescente es una actitud cotidiana en sus comunidades, pues “cuando una niña ya está creciendo, los adultos andan detrás de ella”.Ê También señalan que los hombres dicen que “durante la juventud hace falta el dinero y durante la adultez, la juventud”, como una forma de explicar el porque buscan a jóvenes para tener relaciones sexuales. El refrán “De lagartija para arriba ya es cacería” es utilizado por los hombres para justificarse cuando son cuestionados por enamorar o tener un noviazgo con una jovencita, o cuando acosan a una niña que empieza a desarrollarse anatómicamente. Por otra parte, aluden a ciertos mitos sobre sexualidad que se maneja entre los hombres de la comunidad, tales como la idea de que los adultos que tienen relaciones sexuales con jovencitas se rejuvenecen.Ê b) Campo de representaciones Los/as adolescentes califican el abuso sexual a personas menores de edad como un hecho que no es correcto, no es bueno, denota abuso de confianza, es una falta de respeto, es una injusticia porque a ellos/ellas no se les debe hacer eso. Piensan que los hombres que lo cometen son abusivos y mañosos, lo hacen porque no están bien de su mente, están mal de la cabeza, están locos, son destrabados, no piensan. Agregan que esos hombres quieren dañar a sus hijas porque no las quieren y que lo hacen cuando la madre no está en la casa. Indican que esos padres no merecen seguir viviendo por ocasionarles ese sufrimiento a sus propias hijas. “Pasa cuando su mamá se va de compras y se queda sola con su padrastro, él abusa de ella. Cuando llega su mamá le cuenta, pero ella no le cree, dice que es una mentirosa.” Adolescentes de Escuintla. Consideran que el abuso sexual provoca sufrimiento a las niñas y adolescentes que lo viven, que impide que vivan en paz con su padre abusador. Relatan que muchas veces, cuando las niñas se lo cuentan a una persona adulta dudan de que sea cierto. c) Actitud Entre los sentimientos que este hecho les provoca dicen sentirse muy mal y enojadas/os cuando saben que le pasó a una amiga y no pueden hacer nada para ayudarla y que las niñas y adolescentes que lo viven sienten cólera, vergüenza de lo que piensen de ellas, decepción y miedo, no quieren contárselo a nadie. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO “Se debería llevar a la cárcel y darle cadena perpetua por lo que le hizo a su hija, pero si ella no le dice nada a nadie, no le causa grave problema a su padre. Si ella lo piensa bien y lo cuenta, se va a hacer justicia.” Adolescente de Escuintla. 81 La impotencia al no poder hacer nada para ayudar a las víctimas con las que tienen algún tipo de relación afectiva es parte de los sentimientos de los(as) adolescentes, y perciben como normal que las víctimas construyan sentimientos de odio hacia sus padres abusadores.Ê Los y las adolescentes no identifican acciones que se hacen o hayan hecho en su comunidad para enfrentar este problema. No obstante, plantean muy claramente lo que esperan que se haga: dar aviso a autoridades para que encarcelen a los padres abusadores. Además, que se le de información sobre este tipo de hechos a las niñas y niños desde que están pequeños para que se puedan proteger. d) Síntesis Las representaciones sociales sobre el incesto de los/as adolescentes, aunque son mucho más claras que las de los niños y niñas, todavía no se han construido totalmente. No obstante, los preadolescentes y adolescentes logran comprender algunos de los problemas que se derivan del incesto y demandan acciones vinculadas con la responsabilidad penal de los victimarios. 82 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala * Actores sociales LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO a) Información El grupo de actores sociales consultados conoce casos de incesto en las comunidades en las que se desempeñan, incluso de niñas y niños de 4 meses de edad y perciben esta práctica como una falta de respeto a las niñas. . En su opinión, el abuso sexual á niños, niñas y adolescentes es una práctica cotidiana que es perpetrada sobre todo por padres y padrastros, pero la violencia es tan normal y cotidiana que en la comunidad se ve como algo natural. 83 “…aparte de lo que dijo el compañero… que es falta de cultura, falta de educación, pero esa es nuestra cultura en Guatemala y no podemos erradicar eso (el abuso sexual incestuoso) porque la cultura no nos permite descubrir las situaciones. Entonces, todo el tiempo va a estar en el anonimato, ¿verdad? Es nuestra cultura, por temor no vamos a salir de ahí, una y la otra es que somos un país grande en pobreza…” Un participante en grupo focal con actores sociales de Escuintla. b) Campo de representaciones Los actores sociales se representan a los hombres abusadores como enfermos, con graves desequilibrios psicológicos. Si bien señalan que en la comunidad el incesto no goza de tolerancia social, la falta de moral y de valores, la drogadicción, la desintegración familiar, el bajo nivel educativo, la falta de trabajo y las condiciones de pobreza que generan promiscuidad, y la cultura que hace que los adultos siempre buscan relaciones sexuales con jovencitas, son factores que influyen en su ocurrencia. A lo anterior se agrega que las madres no protegen a sus hijos/as por descuido y que le dan credibilidad a su cónyuge acusando de mentirosos/as a sus hijos e hijas y que estos esos “hombres machistas y abusadores han sido criados por las mismas mujeres”.Ê Anotan el papel de algunos medios de comunicación (TV sobre todo) y la música que está de moda que tiene una fuerte carga sexual que atenta contra los valores y da lugar a que los niños tengan pensamientos morbosos y puedan desarrollar conductas que provocan el abuso sexual por parte de su propio padre. Opinan que la poca vigilancia que se ejerce en los videojuegos y locales de servicio de Internet ha provocado que los niños crezcan con mucho libertinaje y morbosidad, sumado a que los medios de comunicación pasan programas y comerciales a cualquier hora con contenido no apto para personas menores de edad. También identifican como posible causa el hecho de que los padres de familia no toman las debidas precauciones para que sus hijos no los observen cuando tienen relaciones sexuales. Interpretan el incesto como un acto instintivo, lo que sugiere que el abusador solo es culpable de no poder controlar sus instintos ante la provocación de una hija o hijo. Coinciden también al afirmar que existe hermetismo en la familia, no dan a conocer los casos, los ocultan y callan por vergüenza. Con relación específica a las adolescentes señalan que si éstas no dicen nada es porque lo consienten, explicando que se pueden volver mañosa, a tal punto, que esperan al abusador para que las abuse. 84 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Se observa diferencia en la representación social de las mujeres actoras sociales, respecto a la de sus compañeros de sexo masculino, en tanto que ellas interpretan que éste no es derivado de falta de principios en las familias, sino de prácticas contrarias a esos principios y argumentan que hay predisposición a la ocurrencia de este fenómeno porque el padre de familia ejerce la autoridad sin permitir ningún cuestionamiento, la madre no toma decisiones, no desempeña un papel activo en el hogar; y, por la creencia de los hombres de que pueden abusar libremente de sus hijas(os) sin que nadie intervenga. Agregan que si bien es cierto en muchos casos las madres callan este tipo de abuso sexual, lo hacen por la dependencia económica que tienen de su compañero de hogar, lo que la obliga a soportar y callar y porque no existen mecanismos que den seguridad a la familia. c) Actitud Sienten pena por los niños y niñas abusadas y sus expectativas con respecto a su futuro están contenidas en las siguientes expresiones: “Un niño abusado es un futuro homosexual. Una niña abusada es una futura prostituta”. Normalmente, cuando se conoce un caso se oyen los rumores. Aunque señalan que se debe presentar denuncia, creen que lo debe hacer la madre, una persona no familiar no lo puede hacer porque la involucran en los trámites judiciales y corre peligro de muerte, dado que los abusadores son violentos y muchos de ellos portan armas. Aunque le dan importancia a la información que al respecto se brinde a la sociedad; consideran que es una labor muy difícil y casi imposible de realizar.Ê De acuerdo con los/as actores sociales el abuso sexual a niñas, niños y adolescentes y en particular el incesto, no se pueden erradicar porque la cultura no permite hacerlo. Además, porque en las comunidades no saben que éstos son delitos y que aunque lo supieran, el sistema legal no funciona. d) Síntesis Se puede establecer que para los sectores sociales meta de este estudio, el abuso sexual incestuoso se percibe como un hecho reprobable. El temor a las consecuencias funciona como uno de los mecanismos sociales de control, de ahí que nadie está dispuesto a intervenir, por lo que debe ser tratado y resuelto al interior de la propia familia. Los victimarios son considerados responsables; no obstante, no se les ve como responsables directos y únicos, en tanto que según su opinión las personas menores de edad y las madres dan lugar a los hombres abusadores simplemente respondan ante los estímulos que reciben de los propios niños o niñas. De esta forma se acusa a las mismas víctimas, se minimiza la responsabilidad del abusador y se justifica su acción.Ê La ocurrencia del abuso sexual incestuoso se atribuye a desequilibrios psicológicos sufridos por los hombres abusadores. La responsabilidad final recae en el sistema social y particularmente en las mujeres, porque son ellas las que reproducen y desarrollan ideas machistas en los hombres. Al mismo tiempo la víctima adolescente es señalada de tener cierta responsabilidad y de disfrutar el abuso.Ê LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 85 Los niños y niñas víctimas de abuso sexual pierden su valor social, y terminan condenados a vivir con tendencias homosexuales o a ser prostitutas el resto de su vida.Ê Con relación a las representaciones sociales que los grupos involucrados en este estudio poseen sobre el abuso sexual incestuoso, se rescatan algunos elementos comunes, referidos a las causas del fenómeno y a la responsabilidad del mismo. Todos los consultados perciben a los abusadores como enfermos mentales, como hombres que tienen problemas psicológicos, que padecen impulsos biológicos que no pueden resistir, siendo esto lo que los lleva a abusar de sus hijas(os). Al respecto, es importante considerar que este es un mito presente en la representación social del abuso sexual incestuoso en las comunidades estudiadas, pero que ha sido negado por estudios clínicos realizados, mismos que evidencian que la mayoría de autores del abuso sexual no presentan ningún trastorno psicológico. Otro factor asociado a esta representación social de enfermedad o de falta de control sobre sus actos alude a la creencia de que el alcoholismo y la drogadicción son una condición para cometer el abuso. En cualquier caso, la representación social de los abusadores los ubica como hombres que no tienen control sobre sí mismos.Ê Otro mito remite a la idea de que es la madre la responsable porque consiente el abuso sexual a sus hijas/os. Este mito se confirma en la representación social de los y las consultadas en las comunidades de Escuintla y zona 18 en ciudad Guatemala. Desde esta falsa creencia, la responsabilidad del incesto nunca es del todo del victimario, ya que en su imaginario, al hombre se le despoja de su racionalidad y se le percibe como un ser influenciado y gobernado por sus instintos sexuales, al grado de no poder controlarlos ni siquiera para respetar a sus propios descendientes. Según comparten las personas consultadas para esta investigación, de una u otra forma la culpa del abuso sexual incestuoso recae sobre las madres y las víctimas, idea que se correlaciona con el mito de que la madre es cómplice o culpable y que las niñas provocan el incesto, en tanto que su actitud incita que sus padres pierdan el control de sus actos y abusen sexualmente de ellas. Se consolida de esta manera la idea de responsabilidad compartida entre la víctima y su victimario.Ê A partir de lo anterior, se puede afirmar que la desigualdad que se da entre hombres y mujeres, entre personas adultas y personas menores de edad que caracteriza a las sociedades androcéntricas y adultistas, es una realidad en las comunidades. Pese a ser víctimas, las mujeres y las niñas, niños y adolescentes cargan con el mayor grado de responsabilidad, lo cual justifica el abuso de poder que personas adultas ejercen sobre las personas menores de edad; así como cualquier otro abuso que se cometa en su contra. Esta representación social del abuso sexual incestuoso puede ser uno de los motivos del por qué muchas madres omiten o tardan en presentar la denuncia, ya que, sumado al riesgo económico y físico derivado de acusar a su esposo, se culpabiliza ella misma por no haber cumplido a cabalidad con la función de cuido y protección de sus descendientes, que en forma exclusiva la sociedad le ha asignado.ÊTambién esto explica el silencio de las víctimas directas. 86 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala No obstante es importante reiterar que este estudio revela que en la realidad y en la mayoría de los casos, es la madre la que interpone la denuncia ante las instancias correspondientes. La alusión a la responsabilidad de la víctima se percibe más claramente cuando se trata de una adolescente. La representación social tiene que ver con la idea de que se trata de abuso sexual si la víctima tiene menos de 12 años de edad, por el contrario si es una adolescente, ella es la que provoca o lo hace por su voluntad. Su silencio es asimilado a un acto de consentimiento y de mutuo consenso. De esta forma, se diluye la responsabilidad del abusador en función de la etapa de desarrollo en que se encuentre la víctima, al dejar de considerar que el abuso sexual es el mismo con independencia de la edad que tenga la persona menor de edad. En este imaginario social, las formas de control para evitar el incesto recaen sobre las potenciales víctimas y no sobre los probables victimarios, es así que, los hombres pueden seguir siendo abusivos, pero las mujeres (menores de edad o adultas) deben ser controladas para que ninguno de sus actos sea considerado como una provocación al abuso sexual. La pobreza dentro del imaginario social de los participantes también es percibida como una de las causas del incesto, lo cual es coherente con un mito estudiado que afirma que el incesto sólo ocurre entre gente pobre y en ambientes familiares deprimidos, asumiendo que este tipo de abuso no es practicado en otros sectores sociales. Al respecto, los estudios anteriores reflejan que este es un fenómeno que se descubre con mayor frecuencia en este sector social, pero que se presenta en todos los grupos socioeconómicos. La diferencia estriba en que los casos ocurridos en los sectores privilegiados son atendidos de manera privada, espacios a los que los investigadores casi nunca tienen acceso. La representación social del abuso sexual incestuoso es un asunto privado según se constata en los grupos consultados, los que coinciden en afirmar que estos son problemas íntimos y personales que sólo competen a la familia involucrada. A partir de esta interpretación, se invisibiliza este fenómeno, haciendo caso omiso de que este es un problema público, desde el momento en que el Estado guatemalteco asumió compromisos nacionales e internacionales para proteger a los niños, niñas y adolescentes de todo tipo de abuso. Los grupos consultados comparten la idea de que el abuso sexual incestuoso ha estado presente siempre en sus comunidades, aunque de manera aislada, confirmando la idea que sustenta el mito de que el incesto es poco frecuente. No obstante se puede afirmar que la realidad contradice esta creencia, pues la información cuantitativa de este estudio revela que del total de casos de abuso sexual denunciados durante los años 2004 y 2005, el 32% representa casos de abuso sexual incestuoso. Por otra parte, se cree que es imposible prevenir y erradicar el abuso sexual incestuoso porque éste es una práctica cultural. El fatalismo de esta representación social, se acompaña de una contradicción, pues como práctica cultural gozaría de la aprobación comunitaria, sin embargo, como quedó establecido antes, las personas consultadas interpretan el abuso sexual incestuoso como un acto inmoral y no correcto. De lo que se desprende que existe una prohibición social del abuso sexual incestuoso interiorizada como una norma de convivencia en las comunidades. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 4. ¿En qué podemos utilizar los hallazgos de esta investigación? A continuación se presenta de forma sintética conocimientos, creencias, campo de representaciones, actitudes y prácticas, que en su conjunto constituyen la representación social que los grupos consultados tienen sobre el abuso sexual incestuoso. A partir de ésta, se anotan algunos de los retos necesarios de enfrentar: 87 88 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 89 90 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 91 92 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 93 Bibliografía Álvaro, José Luis. “Representaciones Sociales”. Diccionario crítico de las Ciencias Sociales. Castañeda Chang Ana María, Castañeda Díaz Desiré, Pimentel Ruiz, Roxana, en www.psicocentro.com/cgi-bin/articulo-s,asp Constitución Política de la República de Guatemala. 1985. Código Penal. Decreto No. 17-73. Guatemala. 2003. Convención sobre los Derechos del Niño. Convención Interamericana sobre el Tráfico Internacional de Menores. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. CREFAL. “Violencia en la familia”. México, 2000. DSM IV, Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. España: 1995. p. 540 El Tratado de Psiquiatría DSM IV, 3ª. Edición. España, 2000. Escartin, Maggie. Abuso sexual a las niñas y los niños: una guía para acercarse al tema del abuso sexual. Guatemala: PRONICE, 2003. FUNCOE. “Abuso sexual infantil”.España, 1998. Galdos, Susana.”Prevención del abuso sexual infantil”, en www.psicocentro.com/cgi-bin/articulo-s,asp IFEJANT. “Infancia e historia”. Perú, 1998. Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia. Decreto No. 27-2003. Guatemala. 2003. MINNATSOP/ IFEHANT. “Niños trabajadores y protagonismo de la infancia”. Perú, 1997. Periódico La Vanguardia España, 24-01-99. Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente de mujeres y niños. 94 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Red de prevención y atención del maltrato y abuso sexual a niñas, niños y adolescentes. “Rompamos la cultura del silencio”. Guatemala, s/f “Representaciones sociales de la infancia y socialización”, en www.edioc.es/libroweb/3/11 UNICEF. “Niñas prostituidas: silencio y violación de derechos”. Costa Rica, 1997. www.fundacionamparo.org.co www.elcolombiano.com.co www.psicocentro.com/cgi-bin/articulo_s.asp www.apsique.com/tiki_index.pmp LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO Anexos 95 96 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 97 98 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Frases incompletas Instrucciones: Por favor complete las siguientes frases con sus propias ideas sobre lo que en su comunidad se piensa sobre los temas que allí se le plantean. En mi comunidad: 1. Un niño es ______________________________________________________ 2. Una niña es _____________________________________________________ 3. Un niño sirve para ________________________________________________ 4. Una niña sirve para _______________________________________________ 5. Las mamás tienen derecho a _______________________________________ 6. Los papás tienen derecho a ________________________________________ 7. Con sus hijos e hijas, las mujeres pueden _____________________________ _______________________________________________________________ 8. Con sus hijos e hijas, los hombres pueden _____________________________ _______________________________________________________________ LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO Escenarios Instrucciones: Por favor complete los siguientes escenarios, con todo aquello que usted ha observado en su comunidad. 1. ¿Qué piensa o siente si ve que un adulto le toca las nalgas a una niña o adolescente cuando pasa por su lado? 2. ¿Qué piensa o siente cuando un adulto le dice a una niña o adolescente “que está rica o buena”? 3. ¿Qué piensa o siente si se da cuenta de que una niña o adolescente es abusada sexualmente por su papá, padrastro o cualquier otro miembro de su familia? 99 100 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Guía de preguntas para discusión de tema: Noticia: En nuestra comunidad se conoció la noticia de un papá que tiene relaciones sexuales con su hija adolescente. A. Sobre esta noticia, discuta con su grupo lo siguiente: 1. ¿Cuál es el papel que usualmente juega la madre en estos casos? 2. ¿Cuál es la situación de los otros miembros de la familia? 3. ¿Cómo creen ustedes que se siente la hija adolescente? ¿Por qué creen que se siente así? 4. ¿Cómo creen que piensa el papá? ¿Por qué creen que hace eso? 5. ¿Cómo responde normalmente la comunidad cuando se entera de estos casos? ¿Por qué responde así? 6. ¿Creen ustedes que las autoridades pueden hacer algo en este caso? ¿Qué pueden hacer? ¿Por qué? B. Posteriormente, cada grupo deberá resumir la información y exponer las ideas que platicaron, imitando un noticiero. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO Refranes Instrucciones: A continuación se te presentan 5 refranes o expresiones utilizadas comúnmente por los adultos de tu comunidad. Explica qué significa cada uno, y cómo se viven esos refranes en tu comunidad. 1. “Al gato satisfecho, no le preocupa el ratón” ¿Qué quiere decir este refrán? ¿Cómo se vive este refrán en tu comunidad? 2. “De lagartija para arriba ya es cacería” ¿Qué quiere decir este refrán? ¿Cómo se vive este refrán en tu comunidad? 3. “Para que agarrar maduras, si las verdes son las que me gustan” ¿Qué quiere decir este refrán? ¿Cómo se vive este refrán en tu comunidad? 101 102 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala 4. “A la que te dé jalón, derecho pa’l colchón” ¿Qué quiere decir este refrán? ¿Cómo se vive este refrán en tu comunidad? 5. “A gato viejo, ratón tierno”. ¿Qué quiere decir este refrán? ¿Cómo se vive este refrán en tu comunidad? LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO 103 104 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Construyamos un cuento Se lee a los niños y las niñas el cuento El secreto del pequeño caballo. Ana es una niña que todas las tardes, después de salir de la escuela y hacer sus deberes, se reúne con sus dos amigos: María y Manuel. Siempre se juntan para jugar pelota, brincar cuerda, jugar a la escuela, pero este día es especial: Ana decide que después de jugar, les va a contar y a mostrar a sus queridos amiguitos el gran secreto, que ha guardado y que nadie conoce. Ana se dirige a donde se encuentran reunidos sus amiguitos. La puerta de la casita se abre, Ana entra en la casita seguida de Manuel y de María. Manuel cierra la puerta rápidamente detrás de ella. Ana se detiene y dice: “es un secreto”, volviéndose hacia sus amigos ¡nadie debe oírnos! María le pregunta ¿por qué tanto misterio? ¿cuál es el secreto? El lugar es oscuro a pesar de que una luz suave entra por la ventana cubierta de polvo. Se produce una serie de sombras e imágenes, debido a que algunos rayos del sol se filtran y alumbran toda clase de objetos amontonados en las esquinas del lugar. Los padres de Ana guardan herramientas, llantas viejas y cajas de madera en la casita. Es que tengo escondido un caballo con alas, dice Ana. Manuel sube sobre una caja, observa alrededor de él y murmura: ¡no te creo! Un caballo… eso no tiene alas… no hay caballo aquí. ¿dónde está? Sin decir una palabra Ana saca con mucho cuidado una caja. Adentro de la misma hay un bote, lo toma y con mil precauciones saca un objeto pequeño envuelto en un trapo de color café. Con curiosidad Manuel y María se acercan para ver mejor lo que ana ha sacado con tanto cuidado y así poder observarlo mejor. Ana retira delicadamente el trapo que envuelve el objeto. Manuel y María se deslumbran y quedan sorprendidos, cuando aparece ante ellos el pequeño caballo plateado, con unas alas espléndidas, tiene una brillantez excepcional, ¡única! Que se acentúa cuando Ana lo toma entre sus manos… ¡es increíble! Desplegadas sus hermosas alas y la cabeza erguida y alzado sobre sus patas, pareciera que está listo para emprender su vuelo. ¿Verdad que es maravilloso? Dice Ana, con mucho orgullo. -Es extraordinaria- exclama Manuel. María queda en silencio, su reacción es distinta a la de los demás. -No olviden, no es necesario que se hable de esto a ninguno, dice Ana, dirigiéndose a sus dos amigos, recuerden, me lo prometieron, trato es trato, “es un secreto”, nadie lo debe saber… -Manuel, inquieto, pregunta: ¿en dónde lo encontraste? LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO -Ana responde, en una caja llena de objetos, mi madre quería tirarlo, me dijo que el caballo estuvo mucho tiempo en la parte delantera de un carro, pero el carro estaba muy viejo y ya no funcionaba bien. Manuel sigue contemplando maravillado la hermosura del pequeño caballo. Nunca había observado algo parecido a ese caballo, es mil veces mejor que la bolsa de cincos que guardó bajo el ropero, pensó. María, en cambio, no parece reaccionar con nada, su rostro refleja una tristeza profunda. Ana se vuelve hacia María, conserva entre sus manos al pequeño caballo y se le acerca y se lo muestra nuevamente, para despertar el interés de su amiga. Le pregunta: ¿qué es lo que tienes? ¿no te ha gustado mi secreto acaso? Esperando su respuesta… María, sin reaccionar y sin que desaparezca esa sombra de tristeza en su rostro le responde: no sólo tú tienes un secreto… yo también tengo uno… Ana –dice- bueno ahora que yo confesé mi secreto, tú también puedes decirnos el tuyo, y retira rápidamente el caballo de la vista de María. -Ana se acerca nuevamente a María y le muestra el caballo pequeño y le dice: ¡te presto mi caballo, dos minutos, si nos dices tu secreto!... en los ojos de María se empiezan a asomar lágrimas, ella con mucho esfuerzo no quiere dejarlas escapar, más no puede detenerlas… observa el caballo de Ana… es maravilloso, sus largas patas, sus alas desplegadas y sus crines flotantes que lo hacen ver con tanta fortaleza y gallardía. María deseaba tanto poder tenerlo, aunque sea por un solo rato…no, no puedo, dijo María, conteniéndose. Pero ¿quién te dijo que no puedes? Preguntó Manuel a María. “La gran persona” respondió María, con una voz quebrada y baja. Bien, dijo Ana, insistiendo, ¿por qué no puedes contarnos tu secreto? María, con un gesto de preocupación, frunce el ceño, y dice: ¡la gran persona! Ella me dijo que no podía hablar sobre eso, que si hablaba, tendría grandes problemas y que me pasaría algo muy malo. Ana y Manuel le dijeron: pero nosotros somos tus amigos, puedes hablarnos de eso… si es que de verdad tienes un secreto… y más si tu secreto te está haciendo daño, vamos, cuéntalo… Un largo silencio reinó en la casita, la cual estaba en penumbra. Luego María dijo: “la gran persona me hizo cosas” ¿Qué cosas? Le pregunta Ana. Cosas, caricias, algo peor, otras cosas que me da vergüenza decir, dijo María. Ana y Manuel se miraron sorprendidos ¿y qué?, eso no es nada, dijo Manuel, mi tia me hace siempre caricias cuando viene a visitarnos a casa. Ana, murmura, y dice: ¡eso no es un secreto! Sabía que no tenías un secreto. 105 106 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala María se levanta precipitadamente, se observa su enojo, su impotencia, su frustración, su rostro se sonroja.. no, no, eso no es igual, esto, no es la misma cosa –dice- con voz firme y quebrada. -¿Entonces qué es lo que quieres decir? Le pregunta Ana nuevamente. María baja el tono de su voz y empieza a contar: “La gran persona, puso su mano en mi calzón, me hizo cosas muy feas y no pude negarme, no sabía qué decir y hacer, siempre insistía que no debía contárselo a nadie, absolutamente a nadie, que era un secreto, nuestro secreto, entre él y yo”. Manuel y Ana no sabían qué decir… un inmenso silencio invadió la casita, creían en lo que María les estaba contando, creyeron en su secreto, se sentían tristes, porque “la gran persona” le hizo mucho daño a María. Ana por fin pudo hablar y dijo: deberías hablar con tu madre o con tu padre; el mío me dijo que nadie tenía derecho de hacerme cosas como esas, y me dijo que si ocurría algo así, no debía de quedarme callada, que debía decírselo. Pero es un secreto, insiste María, inundada de un llanto profundo. No es un secreto, insiste diciendo Ana, lo del caballo es un secreto, esto no. María se limpia sus ojos de las lágrimas que derramó con la manta de su blusa. Y dice ¿y si se lo digo a mi padre y a mi madre y no me creen? O sí “la gran persona” se entera de que se lo dije a alguien que pasará conmigo. Ana se acerca a María y la abraza fuertemente. No se, dijo Manuel, lo mejor es hablar con tus padres, o con una persona a quien tú le tengás más confianza, y si no te creen, díselo a otra persona mayor, lo importante es que se lo digas a alguien, que te ayude, estoy seguro de que alguien te ayudará. ¡Buena idea! Dijo Ana, papá me dijo que si mi mamá no estaba allí, debería de hablar con alguien a quien uno le tenga mucha confianza, como mi maestra de la escuela o alguien más… Luego, Manuel invita a María a sentarse y le dice: si se lo cuentas a tu padre o a tu madre, ellos sabrán cuál es la mejor forma de ayudarte, te protegerán, pero este tipo de secretos no deben guardarse jamás. María se siente confundida… “dijeron ustedes que a veces no es necesario revelar los secretos”… y ahora dicen que es importante y necesario hablar con alguien mayor, de los “secretos que nos hacen daño”. Si María, esa es la diferencia entre uno y otro, dice Ana. Ana le da el pequeño caballo a María y le dice: puedes tomarlo… “se que no le hablarás a nadie de nuestro bello secreto! María toma el precioso caballo entre sus manos ¡Cómo brilla! Dice. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE EL ABUSO SEXUAL CON ÉNFASIS EN EL INCESTO María se imagina los maravillosos viajes que este caballo debió hacer, los lugares extraordinarios y mágicos que debió visitar. ¡Qué orgulloso se debió sentir viajar en frente del automóvil, por tanto tiempo! Tras unos momentos Ana toma de nuevo el caballo entre sus manos y lo envuelve en el trapo café y lo vuelve a poner en el bote… Luego sigilosamente, sobre las puntas de sus pies, va a guardar el caballo en su escondite. Manuel limpia su mano, que está cubierta de polvo, y se va para afuera de la casita. Luego Ana abre lentamente la puerta, mira hacia fuera, y ve que no hay nadie, le hace una señal a Manuel y María para que puedan salir. Los tres amigos salen de la casita –cierran la puerta detrás de ellos- y vuelven a insistirle a María: ¡No olvides hablar con tu papá o tu mamá!, ellos sabrán qué hacer. Lo que hizo esta “gran persona” en contra tuya es muy malo, no es tu culpa, no te sientas culpable, jamás creas que es tu culpa. Ese mismo día María le cuenta todo a sus papás, lo que la “gran persona” le hizo. Estaba segura que tanto su mamá como su papá u otra persona mayor de su confianza iban a hacer algo para ayudarla. Lo que no hizo María fue hablar con sus papás del secreto del “pequeño caballo”. ¡Este es un maravilloso secreto, un buen secreto, que Ana quiere guardar para siempre! Con ayuda de sus amigos. 107 108 Red para la Prevención y Atención del Maltrato y Abuso Sexual a Niños, Niñas y Adolescentes en Guatemala Preguntas para trabajar cuento El secreto del pequeño caballo con los niños y las niñas Parte A: Con tu grupo de trabajo, reflexiona las siguientes preguntas y compártelas después en una plenaria: 1. ¿Cómo te pareció la historia? 2. ¿Crees que hay otras niñas y niños en tu comunidad que tienen ese tipo de secretos? 3. ¿Qué opinan los niños y niñas de tu comunidad sobre ese tipo de secretos? 4. ¿Qué opinan los y las adultas de tu comunidad sobre ese tipo de secretos que guardan los niños y niñas? Parte B: Con el apoyo de tu grupo de trabajo elabora una historia parecida, según lo que has escuchado en tu comunidad. Cuéntala en plenaria.