Políticas exteriores y la nación joven Capítulo 12 12.1 Introducción Tú llevas una lección de historia en tu bolsa o bolsillo. ¿Lo sabías? La encontrarás en cualquier billete de $1. ¡Saca un dólar y velo por ti mismo! Primero observa el retrato de George Washington. Los americanos todavía honran a su líder como “Primero en la guerra, primero en la paz y primero en el corazón de sus compatriotas”. Pero pocos recuerdan que Washington definió nuestra primera política exterior. Durante su presidencia, Washington estableció los principios que guiarían a los Estados Unidos en todas sus relaciones posteriores con otras naciones. Voltea el billete. Verás dos círculos que muestran el Gran Sello de los Estados Unidos. Hace miles de años que los gobiernos usan sellos como éste para señalar su aprobación de documentos importantes. Los fundadores de nuestra nación creían que un sello nacional era tan importante que comenzaron a trabajar en él el mismo día en el que declararon su independencia—el 4 de julio de 1776. En 1782, el Congreso aprobó el diseño que en la actualidad vemos representado en nuestro dinero. Los elementos del Gran Sello reflejan las esperanzas y los sueños de los fundadores para los Estados Unidos. Por ejemplo, la pirámide construida a medios a un lado del sello significa la fuerza y resistencia. El águila norteamericana de cabeza blanca al otro lado es un símbolo de poder nacional. En una garra sostiene las flechas de la guerra. En la otra, sostiene una rama de olivo de la paz. Las flechas y la rama de olivo son símbolos perfectos de dos opciones de política exterior. Los Estados Unidos podría estar involucrado activamente en los problemas del mundo, arriesgando una guerra. O podría evitar involucrarse en los conflictos de otras naciones con la esperanza de estar en paz. ¿Flechas o rama de olivo? ¿Qué opción hubieras escogido para la nación nueva? En este capítulo leerás acerca cuatro dilemas a las que se encararon los primeros presidentes de los Estados Unidos. Sus decisiones influenciaron la política exterior futura del país. © Teachers’ Curriculum Institute Arte ¿Qué representa cada símbolo? Capítulo 12 161 Usarás un espectro para organizar una gráfica de la gama de la política exterior de los Estados Unidos, del aislacionismo a la participación. Organizador gráfico: Espectro En 1796, los Estados Unidos estaba rodeado de colonias de países europeos. ¿Qué problemas podría haberle causado esta situación a los Estados Unidos que apenas se había independizado? Mapa: Reclamos territoriales en Norteamérica en 1796 12.2 El Presidente Washington crea una política exterior Cuando George Washington asumió el cargo del primer presidente de la nación en 1789, América se veía débil. El ejército que Washington había dirigido durante la Guerra Revolucionaria se había ido a casa. No había sido remplazado por dos razones. En primer lugar, un ejército costaría dinero, lo que el gobierno no tenía. En segundo lugar, los americanos habían aprendido que un ejército permanente podía servir para quitarles la libertad. Creían que los soldados de las milicias de los estados eran suficientes para manejar cualquier amenaza que el país pudiera enfrentar. Y sí había amenazas. La nación nueva estaba rodeada por poderes que no eran nada amistosos. Al norte, estaba Canadá aún controlado por los ingleses. Los británicos también se rehusaban a abandonar sus fuertes en el Valle de Ohio, a pesar de que esta región ya pertenecía a los Estados Unidos. Al sur y al oeste, España controlaba la Florida y Luisiana. Los eventos en Europa también amenazaban a la nación nueva. Como leíste en el capítulo 11, en 1789 los franceses se alzaron en contra de su rey y declararon que Francia era una república. La mayoría de los americanos se emocionaron por la Revolución Francesa. Sin embargo, cuando Francia fue a la guerra contra Gran Bretaña en 1793, el presidente Washington tuvo que encararse a una decisión difícil. Durante su propia revolución, los Estados Unidos había firmado un tratado de alianza con Francia. (Las alianzas son acuerdos hechos con otras naciones para ayudarse y apoyarse mutuamente). En ese tratado, los Estados Unidos había prometido ayudar a Francia en tiempos de guerra. Muchos americanos estaban ansiosos por cumplir con esta promesa, aún si significaba ir a la guerra contra Gran Bretaña. Washington sabía que los Estados Unidos no estaba preparado para la guerra. En vez de declarar la guerra, anunció una política de 162 Capítulo 12 Arte A George Washington se le consideraba un héroe aún en su propio época. Aquí vemos a la Dama Libertad coronando el busto de George Washington. La inscripción en el busto dice “Primero en la Guerra, Primero en la Paz, Primero en el Corazón de Sus Compatriotas”. © Teachers’ Curriculum Institute neutralidad. Bajo esta política, los Estados Unidos no haría nada para ayudar ni a Francia ni a Gran Bretaña en esa guerra. Antes de dejar el cargo, Washington resumió su política exterior en su famoso discurso de despedida. Los Estados Unidos, dijo, no ganaría nada al involucrarse en los asuntos de otra nación. “Es nuestra política verdadera”, declaró, “no tener alianzas permanentes con ninguna parte del mundo exterior”. La política de Washington de evitar las alianzas con otros países llegó a ser conocida como aislacionismo. Durante el siguiente siglo, el aislacionismo sería el cimiento de la política exterior americana. 12.3 Dilema 1: ¿Qué debería hacer el presidente Adams para proteger a los barcos americanos? El aislacionismo sonaba bien como teoría. Pero a menudo era difícil permanecer alejado de los conflictos de otros países. Nadie lo sabía mejor que John Adams, el segundo presidente de la nación. Adams trató de seguir la política de Washington de neutralidad. Sin embargo, con Francia resultó difícil ser neutral. El Tratado Jay Los líderes franceses esperaban que el rechazo de Gran Bretaña de salir del Valle de Ohio llevara a la guerra entre Estados Unidos e Inglaterra. Estas esperanzas se acabaron cuando Washington envió al Juez en Jefe (presidente de la Corte Suprema) John Jay a Londres a llegar a un arreglo con los británicos. En el Tratado Jay, los británicos finalmente aceptaron sacar a sus soldados del Valle de Ohio. Los oficiales franceses consideraron el Tratado Jay un acta de traición de los Estados Unidos. En julio de 1796, la marina francesa comenzó a atacar los barcos mercantes americanos en ruta a Gran Bretaña. Durante el siguiente año, los barcos de guerra franceses capturaron 316 barcos americanos. neutralidad: una política de no aliarse con ningún lado en una guerra o disputa entre otros países aislacionismo: una política de evitar acuerdos políticos o militares con otros países; George Washington fue el primero en establecerlo Arte En esta caricatura, los enviados americanos se reúnen con un diplomático francés, que se muestra como un monstruo de muchas cabezas que carga un puñal. El dibujante compartía la visión muy negativa de la diplomacia francesa que tenía la mayoría de los americanos durante la década de 1790. El Asunto XYZ El presidente Adams despachó a tres enviados, o re- presentantes, a Francia para hacer que se terminaran los ataques. El Ministro del Exterior francés Talleyrand se negó a recibir a los americanos. En su lugar, los recibieron agentes secretos, identificados después solamente por X, Y y Z. Los agentes comunicaron que no habría conversaciones acerca de la paz a menos que Talleyrand recibiera de antemano una cantidad grande de dinero en forma de tributo. (Un tributo es un pago de dinero que sirve de precio de protección.) “¡No! ¡No! ¡Ni un centavo!” respondieron los enviados atónitos. © Teachers’ Curriculum Institute Capítulo 12 163 El Asunto XYZ enfureció a los americanos. Cuando insistió el presidente, el Congreso votó a favor de reclutar un ejército de 10,000 hombres. También votó a favor de construir 12 barcos nuevos para la pequeña marina de la nación. El lema “¡Millones para la defensa, pero ni un centavo para el tributo!” se escuchó por todas partes mientras los americanos se preparaban para la guerra. Mientras tanto, el Congreso autorizó que barcos de guerra americanos y barcos privados, llamados corsarios, lanzaran una “guerra a medias” en el mar. Durante esta guerra no declarada, los barcos americanos capturaron más de 80 naves francesas armadas. Cuando creció la fiebre de la guerra, John Adams—que no era nunca un líder muy amable—descubrió que, inesperadamente, era muy popular. Su partido Federalista también ganó apoyo en todo el país. La cuestión a la que se encaraba Adams era si hacer lo que iba a resultar popular, eso es, soltar las flechas de guerra contra Francia, también era lo mejor para el país. 12.4 Lo que pasó después: Adams trata de mantener la paz Adams sabía que no importaba qué tan favorable sería una guerra en cuanto a la popularidad del partido Federalista, porque, en realidad, no sería buena para el país. En febrero de 1799, el presidente anunció que enviaba una misión de paz a Francia. Los líderes Federalistas se pusieron furiosos. Le rogaron al presidente que cambiara de opinión, pero Adams no cedió. Para cuando la misión de paz llegó a Francia, Napoleón Bonaparte había tomado control del gobierno francés. Los americanos descubrieron que Napoleón estaba ansioso por negociar la paz tanto con Gran Bretaña como con los Estados Unidos. Él ya había ordenado un alto a la captura de barcos americanos y la liberación de los marineros americanos capturados. Más importante aún, Napoleón aceptó terminar la alianza de Francia de 1778 con los Estados Unidos. Mientras que la alianza con Francia había sido esencial para los Estados Unidos durante la Guerra Revolucionaria, desde entonces no había hecho nada más que producir problemas. A cambio, los americanos aceptaron no pedirle a Francia que pagara por los barcos que había capturado. Esto significaba que el gobierno de los Estados Unidos tendría que pagarles a los dueños de barcos el costo de su propiedades perdidas. Para Adams, esto parecía un precio mínimo a pagar a cambio de garantizar la paz. 164 Capítulo 12 Arte El presidente Adams creía que los Estados Unidos necesitaba una marina fuerte. El Congreso aprobó la construcción de 12 barcos de guerra, incluyendo el Filadelfia, el cual se muestra en construcción en la pintura de arriba. © Teachers’ Curriculum Institute Escoger la rama de olivo le costó a Adams su popularidad. Su búsqueda de la paz resultó en grandes desacuerdos dentro del Partido Federalista. Estos desacuerdos les costaron votos a Adams y a los Federalistas cuando él buscó las reelecciones en 1800. Como leíste en el Capítulo 11, Jefferson derrotó a Adams y el Partido Federalista perdió gran parte de su apoyo. En los siguientes años, Adams atestiguaría la desaparición gradual de su Partido Federalista. Aún así, Adams no tenía remordimientos. Él escribió: Defenderé mis misiones a Francia, en cuanto tenga un ojo para guiar mi mano, o un dedo para sostener mi pluma... No deseo otra inscripción en mi lápida que: “Aquí está John Adams, quien tomó por sí mismo la responsabilidad de la paz con Francia en el año 1800”. Adams dejó su cargo con la nación en paz y sin alianzas permanentes que la pudieran arrastrar a la guerra. Él tenía todo el derecho de sentirse orgulloso. 12.5 Dilema 2: ¿Cómo debería proceder con piratas el presidente Jefferson? Mapa: La Costa Bárbara La paz con Francia no duró mucho. Para 1803, Francia y Gran Bretaña estaban en guerra otra vez. Cuando aumentó el conflicto, ambas naciones comenzaron a capturar barcos americanos que comerciaba con el enemigo. El presidente Thomas Jefferson, quien asumió el cargo en 1801, se quejó amargamente, “Inglaterra se ha convertido en un nido de piratas y Francia se ha convertido en un nido de ladrones”. Aún así, como Washington y Adams antes que él, Jefferson se esforzó por seguir una política de neutralidad. A finales de los años 1700 estaban capturando sus barcos era bastante difícil. Se puso aún más difícil cuando Gran Bretaña comenzó a reclutar, o secuestrar, a marineros americanos para que sirvieran en la marina británica. Los británicos insistieron en que los hombres que reclutaban eran desertores británicos. Bien podría haber sido cierto en algunos casos, ya que algunos marineros podrían haberse huido por las condiciones terribles de los barcos británicos. Aún así, miles de americanos desdichados también se veían reclutados y obligados a trabajar en los “infiernos flotantes” británicos. El enojo de los americanos ante el reclutamiento llegó a su nivel máximo en 1807 después de que un barco de guerra británico, el venir estos ataques. Reclutamiento Que una nación permaneciera neutral cuando otras © Teachers’ Curriculum Institute y a principios de los años 1800, el Mar Mediterráneo estaba lleno de piratas que atacaban barcos mercantes americanos. Los Estados Unidos les pagaron tributos a los líderes de los estados de la Costa Bárbara para pre- Capítulo 12 165 Leopard, detuvo a un barco de guerra americano, el Chesapeake, en busca de desertores. Cuando el capitán del Chesapeake se negó a permitir que buscaran en su barco, el Leopard abrió fuego. Veintiún marineros americanos murieron o salieron heridos. Este ataque inició otro período de afán por la guerra, en esta ocasión contra Gran Bretaña. Piratería Los barcos de guerra americanos enfrentaban una amenaza diferente de los Estados Bárbaros de Noráfrica: piratería, o robo en el mar. Durante años, los piratas de Marruecos, Algeria, Túnez y Trípoli habían atacado a barcos mercantes que entraban en el Mar Mediterráneo. Los piratas capturaban los barcos y retenían a la tripulación a cambio de una recompensa. Los presidentes Washington y Adams les pagaron tributos a los gobernantes de los Estados Bárbaros a cambio de la seguridad de los barcos americanos. Mientras los americanos gritaban “millones para la defensa, pero ni un centavo para el tributo” durante el Asunto XYZ, los Estados Unidos seguían enviando dinero sin mencionar nada acerca de los Estados Bárbaros. Para la época en la que Jefferson llegó a ser presidente, los Estados Unidos les había pagado a los Estados Bárbaros casi dos millones de dólares. Sin embargo, el gobernante de Trípoli demandó aún más de tributo. Para mostrar que hablaba en serio, le declaró la guerra a Estados Unidos. Jefferson odiaba la guerra. Pero tampoco le encantaba seguir pagando tributos. La cuestión era, ¿cuál era peor? 12.6 Lo que pasó: Jefferson resuelve la mitad del problema Así como Jefferson odiaba la guerra, él odiaba más pagar tributos. En 1802 envió una flota pequeña de barcos de guerra al Mediterráneo para proteger a los barcos americanos. La guerra siguió hasta 1804, cuando los barcos americanos comenzaron a bombardear Trípoli con sus cañones. Uno de los barcos, el Filadelfia, encalló en un arrecife escondido en el puerto. El capitán y su tripulación fueron capturados como rehenes y los piratas exigieron un rescate por ellos. En vez de dejar que los piratas tomaran posesión del Filadelfia, un oficial naval joven llamado Stephen Decatur encabezó un grupo de marineros al puerto de Trípoli y le prendió fuego al barco. Un año después, Trípoli firmó un tratado de paz con Estados Unidos. Trípoli aceptó dejar de exigir tributos. A cambio, los Estados Unidos pagó un rescate de 60,000 dólares por la tripulación del Filadelfia. Eso sí que 166 Capítulo 12 Arte El presidente Jefferson ordenó un embargo—un alto al comercio con países extranjeros—para obligar a Gran Bretaña y Francia a que dejaran en paz a los barcos americanos. En esta caricatura política se presenta el embargo como una tortuga que muerde más a los mercaderes de Estado Unidos que a Gran Bretaña o Francia. © Teachers’ Curriculum Institute fue una ganga en comparación con los tres millones de la demanda original. Los piratas de otros Estados Bárbaros siguieron atacando barcos en el Mediterráneo. En 1815, las fuerzas navales americanas y europeas finalmente destruyeron las bases de los piratas. Mientras tanto, Jefferson trató desesperadamente de convencer tanto a Francia como a Gran Bretaña de que dejaran en paz a los barcos americanos. Fallaron todos sus esfuerzos. Entre 1803 y 1807, Gran Bretaña capturó al menos mil barcos americanos. Francia capturó cerca de la mitad. Cuando falló la diplomacia, Jefferson propuso un embargo—un alto completo al comercio con otras naciones. Bajo el Acta del Embargo de 1807, ningún barco extranjero podía entrar en puertos de Estados Unidos y ningún barco americano podía salir, excepto para otros puertos de Estados Unidos Jefferson esperaba que detener el comercio les resultara tan difícil a Francia y Gran Bretaña que aceptaran dejar en paz a los barcos americanos. Pero el embargo les afectó más a los americanos que a cualquier país europeo. Unos 55,000 marineros mercantes perdieron su empleo mientras sus barcos permanecieron en los muelles desiertos, podriéndose. En Nueva Inglaterra, los periódicos maldijeron el embargo de Jefferson. Además señalaron que “embargo” (la misma palabra que al revés deletrea “O Grab Me”, lo cual significa que me apriete or pellizque) tenía sentido para todos los que estaban apretados de dinero. El Congreso invalidó la impopular Acta del Embargo en 1809. Los barcos americanos volvieron al mar y los barcos de guerra franceses y británicos continuaron a atacarlos. © Teachers’ Curriculum Institute embargo: una orden de gobierno que prohíbe a los barcos mercantes que entren o salgan de los puertos del país Capítulo 12 167 12.7 Dilema 3: ¿Qué debería hacer el presidente Madison para proteger a los marineros y los colonos? El presidente James Madison, quien asumió el cargo en 1809, intentó una nueva táctica para proteger a los americanos en los altos mares. Él les ofreció a Francia y a Gran Bretaña un trato: Si ustedes se ponen de acuerdo en dejar de atacar a los barcos americanos, los Estados Unidos dejará de comerciar con sus enemigos. Napoleón anunció de inmediato que Francia aceptaba el trato de Madison. Al mismo tiempo, le dio a su marina el orden secreto de seguir capturando barcos americanos que iban rumbo a puertos británicos. Madison, quien quería creer desesperadamente la falsa promesa de Napoleón, cortó todo comercio con Gran Bretaña. Mientras tanto, los británicos rechazaron la oferta de Madison y continuaron capturando barcos y reclutando a marineros americanos. Para Madison, parecía existir una sola manera de obligar a los británicos a respetar los derechos de los barcos y marineros americanos. Madison comenzó a pensar en abandonar la política de Washington de aislacionismo y entrar en una guerra contra Gran Bretaña. Los habitantes de Nueva Inglaterra y los Federalistas por lo general se oponían a la guerra. Los mercaderes de Nueva Inglaterra sabían que una guerra significaría que la marina británica montaría un bloqueo de sus puertos. Ellos preferían arriesgarse con los problemas en el mar. Muchos habitantes del Sur y del oeste, no obstante, favorecían la guerra. Como todo americano, ellos resentían la política de Gran Bretaña de reclutar a marineros americanos. También les acusaron a los británicos de buscar pleitos entre los nativos americanos en los estados y territorios del noroeste. Conforme los colonos extendieron a poblar los valles de los Ríos Ohio y Misisipí, ellos desplazaron a muchos de los indios de esas regiones, aumentando los problemas con los grupos nativoamericanos. Dos indios Shawnee—un jefe llamado Tecumseh y su hermano, el Profeta—intentaron detener a los colonos al unir en una gran nación a los nativos americanos a lo largo del Río Misisipí. El 7 de noviembre de 1811, Tecumsah y sus guerreros entraron en una batalla contra tropas de milicia encabezadas por el gobernador de Indiana, William Henry—la Batalla de Tippecanoe Creek (el arroyo Tippecanoe). Después de la batalla, las fuerzas de Harrison descubrieron rifles británicos en el suelo. Los americanos se pusieron enfurecidos. Varios Congresistas jóvenes del Sur y del Oeste, incluyendo Henry Clay de Kentucky y 168 Capítulo 12 Arte Esta litografía muestra en el extremo izquierdo a William Harrison, animando a sus tropas durante la batalla de Tippecanoe Creek. Después de la batalla, las fuerzas de Harrison descubrieron que los indios estaban armados de rifles británicos, lo que hizo que se aumentara el enojo de los americanos contra los británicos. bloqueo: el acto de cerrar una zona para que no entre ni salga personas o equipo © Teachers’ Curriculum Institute John C. Calhoun de Carolina del Sur, estaban tan ansiosos por una guerra contra Gran Bretaña que recibieron el apodo de “Halcones de Guerra”. Los Halcones de Guerra alegaron que sacar a los británicos de Canadá les ayudaría a garantizar la seguridad a los colonos que se asentaban por la frontera del noroeste. Y una vez que lograran esa meta, se podría agregar Canadá a a los Estados Unidos. Las pérdidas en los altos mares, el orgullo nacional y un deseo de hacer que la frontera sea segura para asentamientos, todos contribuyeron a las razones por las cuales se favorecía una guerra. Aún así, Madison se dudó. ¿Era la nación lo suficientemente fuerte para lanzar las flechas de la guerra? ¿O debería continuar a sostener con toda su fuerza las ramas de olivo de la paz? 12.8 Lo que pasó: Madison lanza la Guerra de 1812 Arte Madison optó por echar a un lado el aislacionismo. A su petición, el Congreso le declaró la guerra a Gran Bretaña el 17 de julio de 1812. Éste era un paso muy atrevido para una nación con un ejército de 7,000 hombres mal entrenados y una marina de sólo 16 barcos. El líder Shawnee jaron cuando se declaró la guerra. Para ellos, conquistar a Canadá consistiría “únicamente en un asunto de marchar” a la frontera canadiense. Una vez que los soldados americanos cruzaran la frontera, dijeron, los canadienses los recibirían como libertadores. Estaban equivocados. Las fuerzas americanas invadieron a Canadá en 1812, en 1813 y una vez más en 1814, y en cada intento fueron sacados. Los británicos, también, descubrieron que ganar la guerra era mucho más difícil de lo que habían pensado. El 10 de septiembre de 1813, una fuerza naval americana bajo el mando de Oliver Hazard Perry derrotó y capturó a una flota de seis barcos en el Lago Erie. La victoria de Perry permitió que William Henry Harrison se adentrara más al norte de Canadá, donde derrotó a los británicos en una batalla de mayor alcance. El jefe Tecumseh, quien combatía al lado británico, murió en una batalla. No obstante, en diciembre los británicos lograron que los americanos retrocedieran y cruzaran la frontera otra vez para regresar a los Estados Unidos. Para 1814, Napoleón quedó derrotado en Europa y Gran Bretaña pudo enviar a 15,000 tropas a Canadaá. La esperanza de los americanos de conquistar a Canadá había llegado a su fin. Mientras tanto, en agosto de 1814, otro ejército británico invadió a tierras de los indios. Batallas en la tierra y en el mar Los Halcones de Guerra se regoci- © Teachers’ Curriculum Institute Tecumseh, en la pintura de arriba, reunió a los nativos americanos en un intento de detener el avance de colonos blancos en las Capítulo 12 169 Washington, D.C. Los británicos incendiaron varios edificios públicos, incluyendo el Capitolio y la Casa Blanca. El presidente Madison tuvo que huirse para salvar la vida. Luego, los británicos atacaron el puerto de Baltimore. El 13 de septiembre, un abogado americano, Francis Scott Key, observaba mientras los británicos bombardeaban el Fuerte McHenry, que protegía el puerto de la ciudad. El bombardeo continuó toda la noche. Cuando amaneció, Key se emocionó al darse cuenta de que la bandera americana aún ondeaba sobre el fuerte. Capturó sus sentimientos en un poema al que después se le puso la múscia como “La Bandera de Estrellas Centelleantes” (“The Star-Spangled Banner”). Arte Los Estados Unidos ganó control del Lago Erie durante la guerra de 1812 como resultado de la victoria de sus fuerzas navales bajo el mando de Oliver Hazard Perry en 1813. La Batalla de Nueva Orleans Dos días antes del fallado ataque contra Baltimore, una flota británica se había rendido a las fuerzas americanas después de la Batalla del Lago Champlain en Nueva York. En Gran Bretaña, la noticia de esta derrota debilitaría en gran parte el deseo de continuar con la guerra. Pero la noticia de la derrota tardó su tiempo debido en llegar a Gran Bretaña y mientras tanto los comandantes británicos en América lanzaron otra invasión. En esta ocasión su objetivo era Nueva Orleans. A cargo de defender la ciudad estaban Andrew Jackson y un ejército que consistía en una mezcolanza de 7,000 milicianos—afroamericanos libres, indios y piratas. El 8 de enero de 1815, 7,500 soldados británicos marcharon confiadamente al combate. Los soldados de Jackson los recibieron a fuego mortal, convirtiendo el campo de batalla en un “mar de sangre”. Se murieron o se quedaron heridos alrededor de 2,000 soldados británicos, comparado con únicamente cerca de 20 americanos. La Batalla de Nueva Orleans fue la victoria americana más grande de la guerra. También fue totalmente innecesaria. Dos semanas antes de la batalla, los diplomáticos americanos y británicos se habían reunido en Gante, Bélgica, y habían firmado un tratado de paz que le dio fin la guerra. La noticia del tratado no llegó a la ciudad de Nueva Orleans hasta después de que se había peleado la batalla. Resultados de la guerra Aunque las dos bandas reclamaron la victo- ria, en verdad ni Gran Bretaña ni los Estados Unidos ganó la Guerra de 1812. Y el Tratado de Gante no resolvió los problemas que los habían llevado a la guerra. Más bien, los problemas de reclutamiento y la captura de barcos desaparecería a medida que la paz se asentaría en Europa. Aún así, la guerra produjo efectos importantes. En primer lugar, después de la muerte de Tecumseh, se debilitó la 170 Capítulo 12 © Teachers’ Curriculum Institute resistencia de los indios en el Noroeste. Con el paso del tiempo, la mayoría de los nativos americanos que lucharon al lado de Tecumseh serían expulsados del Valle de Ohio. En segundo lugar, surgió un sentimiento de orgullo nacional en los Estados Unidos. Muchos americanos consideraban que la Guerra de 1812 era “la segunda guerra de independencia”. Al defenderse contra los británicos, ellos creían, los Estados Unidos se había convertido en una verdadera nación soberana. En tercer lugar, la guerra tenía sus efectos políticos. Los Federalistas perdieron su auge (sufrieron mucho) a causa de su oposición en contra de la guerra y el partido Federalista nunca se recuperó. Dos de los héroes de la guerra—William Henry Harrison y Andrew Jackson—después serían electos a la presidencia. 12.9 Dilema 4: ¿Qué debería hacer el presidente Monroe para apoyar a las nuevas naciones latinoamericanas? Arte Un sacerdote católico, James Monroe fue electo en presidente en 1817. Después de la emoción de la Guerra de 1812, estaba feliz de devolver a la nación a su política de aislacionismo. Los americanos dejaron de enfocar su atención en Europa y la enfocaron en los eventos que ocurrían en su propio patio. Desde México hasta la punta de Sudamérica, los colonos se estaban alzando en contra de España. Miguel Hidalgo (al centro y España era inspirada por un sacerdote llamado Miguel Hidalgo. El 16 de septiembre de 1810, Hidalgo pronunció un discurso ante una multitud de indios pobres en el pueblo de Dolores. “Mis hijos”, gritó Hidalgo, “¿Cuándo recuperarán las tierras robadas a sus ancestros hace trescientos años por los odiados españoles? ¡Abajo con el mal gobierno! ¡Muerte a los españoles!” El discurso de Hidalgo, hoy día recordado como el “Grito de Dolores”, inspiró una revolución que duró diez años. En 1821, México finalmente le ganó su independencia a España. Otros dos líderes liberaron América del Sur. En 1810, un venezolano llamado Simón Bolívar lanzó una revolución en el norte con el grito: “¡Españoles! ¡Recibirán la muerte a nuestras manos! ¡Americanos! ¡Ustedes recibirán la vida!” José de San Martín, un revolucionario de Argentina, encabezó la lucha por la independencia en el sur. Para los fines de 1825, los últimos soldados españoles habían salido de Sudamérica. de los años 1800. Revoluciones latinoamericanas En México, la revuelta contra © Teachers’ Curriculum Institute abajo), inspiró el movimiento de independencia en México. En la mano levantada, Hidalgo sostiene las llamas revolucionarias que se extendieron por toda Latinoamérica a principios Capítulo 12 171 Las Nuevas naciones latinoamericanas Muchos americanos se emo- cionaron por lo que el Congresista Clay describió como el “espectáculo glorioso de dieciocho millones de personas que luchaban por quitarse las cadenas y ser libres”. Los británicos también apoyaron estas revoluciones, por sus propias razones. España no les había permitido a las otras naciones que comerciaran con sus colonias. Una vez liberadas del gobierno español, las nuevas naciones latinoamericanas podrían abrir sus puertas al comercio exterior. Otros líderes europeos no estaban tan complacidos. Algunos aún comenzaron a hablar de ayudarle a España a recuperar sus colonias perdidas. En 1823, Gran Bretaña le pidió a los Estados Unidos que se le uniera para enviarles un mensaje a esos líderes, diciéndoles que dejaran en paz a Latinoamérica. El presidente James Monroe les pidió su consejo a los expresidentes Thomas Jefferson y James Madison. ¿Debería hacer algo los Estados Unidos para apoyar a las nuevas naciones Latinoamericanas? Si así fuera, ¿que hacer? 12.10 Lo que pasó: Los Estados Unidos emite la Doctrina Monroe Tanto a Thomas Jefferson como a James Madison les gustó la idea de unirse a Gran Bretaña de enviarles una advertencia a las naciones de Europa. Jefferson le escribió a Monroe, “Nuestra primera y fundamental máxima [principio] debería ser, nunca enredarnos en las peleas de Europa. Nuestra segunda, nunca sufrir que Europa se inmiscuya [meta]... con América, Norte y Sur”. El secretario de estado del presidente Monroe, John Quincy Adams, estaba de acuerdo con los principios de Jefferson. Pero insistió en que “sería más honesto, además de más dignificado” que los Estados Unidos se expresara de una forma audaz por su propia cuenta. Aunque él en sí no tenía las tendencias de una persona audaz, Monroe estaba de acuerdo. En 1823, el presidente Monroe dio un discurso en el Congreso anunciando una política que llegó a ser conocida como la Doctrina Monroe. Monroe declaró que las naciones de las dos Américas, del Norte y del Sur, “no se deben considerar sujetas a futuras colonizaciones por cualquier potencia europea”. Los Estados Unidos, dijo, consideraría los esfuerzos de los europeos por apoderarse “de cualquier parte de este hemisferio peligrosos para nuestra paz y seguridad”. 172 Capítulo 12 secretario de estado: El encabezado del Departamento de Estado, quien supervisa la política relacionada con países extranjeros. El secretario de estado es un miembro importante del gabinete del presidente. doctrina: una declaración de la política oficial del gobierno, especialmente con respecto a relaciones exteriores © Teachers’ Curriculum Institute Los europeos denunciaron el mensaje de Monroe por arrogante. “¿Con qué derecho”, preguntaba un periódico francés, presume los Estados Unidos decirles a las otras naciones qué hay que hacer en “las dos Américas”? Los americanos, sin embargo, aplaudieron el mensaje de Monroe. Les enorgulleció atestiguar que los Estados Unidos defendía a los habitantes de Latinoamérica que amaban la libertad. Si los europeos “intentan controlar los destinos de Sudamérica”, alardeó un periódico de Boston, “se toparán con un águila que impida su avance”. En los años por venir, la Doctrina Monroe se unió al aislacionismo como un principio básico de la política exterior de Estados Unidos. La doctrina declaraba que los Estados Unidos no aceptaría interferencia europea en asuntos americanos. También contenía otro mensaje oculto. Gracias a su misma audacia, la Doctrina Monroe le declaró al mundo que los Estados Unidos ya no era una colección débil de estados peleoneros. Se había convertido en una nación fuerte y confiada, una nación que merecía el respeto del mundo. 12.11 Resumen del capítulo En este capítulo aprendiste acerca del nacimiento de la política exterior de los Estados Unidos. Usaste un espectro para graficar la gama de la política exterior de Estados Unidos desde el aislacionismo hasta la participación. Nuestro primer presidente, George Washington, sabía que los Estados Unidos no estaba preparado para la guerra. Él estableció una política de aislacionismo que declaró que América evitaría alianzas con otros países. Cada presidente que siguió a Washington se encaró a un nuevo dilema que requirió decisiones en cuanto a lo más apropiado para América. Durante la presidencia de John Adams, el dilema tuvo que ver con ataques franceses a barcos americanos. Adams siguió la política de Washington de aislacionismo y mantuvo a América en paz. El presidente Thomas Jefferson también se enfrentó con amenazas en el mar. Cuando fallaron las charlas de paz, él declaró un embargo en los puertos americanos. Éste no tuvo éxito. Entonces, el presidente James Madison intentó ofrecerles un trato a Francia y a Gran Bretaña. Pero los ataques en el mar continuaron. Finalmente, Madison abandonó el aislacionismo y le declaró la guerra a Gran Bretaña en 1812. La Guerra de 1812 acabó con un tratado de paz con Gran Bretaña. El dilema del presidente Monroe era si debiera apoyar a los nuevos estados latinoamericanos contra las naciones europeas. © Teachers’ Curriculum Institute Arte Con la Doctrina Monroe a su lado, el Tío Sam se extiende las manos en forma de advertencia a las potencias extranjeras para que no “se metan las manos” a las Américas. A pesar de que la Doctrina Monroe tiene 180 años, aún guía a los presidentes americanos cuando toman decisiones referentes a su política exterior. Arte El águila americana sostiene la rama de olivo de la paz en una garra y las flechas de la guerra en la otra. Ambas son necesarias para proteger la “libertad” (escrita en la parte superior del dibujo) que los americanos valoran tanto. Capítulo 12 173 Monroe emitió una política llamada la Doctrina Monroe. En ella, les advirtió a las naciones de Europa que dejaran en paz a las Américas. La Doctrina Monroe estableció a los Estados Unidos como una nación fuerte y confiada, dispuesta a defender su libertad y la de otros. En el siguiente capítulo aprenderás cómo los Estados Unidos desarrolló una identidad nacional durante la primera mitad del siglo diecinueve. 174 Capítulo 12 © Teachers’ Curriculum Institute