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Evitando el sistema inmune
Como se ha explicado anteriormente, un primer mecanismo para escapar a la respuesta inmunitaria del
hospedador será la interacción con macrófagos y células dendríticas, que son los puentes entre la respuesta
inmunitaria innata y adaptativa.
El PRRSV tiene varios mecanismos para escapar al control del sistema inmunitario
Estas interacciones podrían explicar en parte algunas de las características inusuales de la respuesta
inmunitaria adaptativa contra el PRRSV. Por otra parte, se han postulado otros varios mecanismos para explicar
la capacidad del virus de escapar al control del sistema inmunitario. Por ejemplo, en (58) se describió la
existencia de un epítopo señuelo próximo al epítopo de neutralización que se sabe que existe en la
glucoproteína vírica (GP 5).
La modificación de este epítopo (59) potencia el desarrollo de anticuerpos neutralizantes. No obstante, el papel
del epítopo señuelo se ha debatido recientemente (60) después de constatar que, in vivo, solo una proporción
menor de viriones circulantes del PRRSV conservan este epítopo señuelo. Recientemente, en el genotipo 1 se
ha demostrado que GP4 contiene una región hipervariable en la que se encuentra un epítopo de neutralización.
Esto se ha interpretado como un mecanismo de desvío del virus (61).
Entre los mecanismos que se han atribuido al PRRSV para escapar del sistema inmunitario, también se ha
descrito la presencia de sitios de glucosilación en las proteínas de envoltura. Varios estudios (62) demostraron
que la eliminación de sitios de glucosilación en el epítopo de neutralización de GP5 promueve la inmunogenia y,
por contra, la adición de N-glucanos reduce la inmunogenia. No obstante, no está clara la influencia de este
aspecto sobre la susceptibilidad a la neutralización (63). En un artículo reciente se sugirió que la selección de
variantes del PRRSV que albergan una GP5 altamente glucosilada también podría estar relacionada con otras
funcionalidades biológicas que no están relacionadas con el escape del sistema inmunitario (64), por lo que la
cuestión de la relevancia de la glucosilación en GP5 todavía no está clara. En referencia a GP3, otra de las
proteínas de la envoltura que se sabe que contiene epítopos de neutralización (65), también se observó que en
el PRRSV con genotipo 2 la glucosilación de GP3 influye en el reconocimiento inmunitario.
Aparte de los mecanismos anteriores, se sabe que los macrófagos infectados no expresan glucoproteínas del
PRRSV en la membrana plasmática (66). Esto impediría la unión de anticuerpos a células infectadas y su
erradicación a través del complemento y fagocitos. Además, recientemente se ha demostrado que se forman
linfocitos T citotóxicos pero que existen problemas para erradicar los macrófagos infectados por PRRSV (67).
De hecho, en observaciones anteriores (68) se ha demostrado que la reducción de células CD8+ no provocó
una exacerbación de la infección. Además, se obtuvieron indicios claros de que la apoptosis al final del ciclo de
replicación permite que el virus se oculte en cuerpos de células apoptóticas. Así, la captación de estos
anticuerpos por macrófagos permite que el virus infecte estas células (69).
Uno de los aspectos más controvertidos sobre el modo en que el PRRSV puede escapar al sistema inmunitario
es si los cerdos infectados desarrollan linfocitos T reguladores (Treg) o no. En varios informes se ha demostrado
la inducción de linfocitos T reguladores potenciales con el genotipo 2 del PRRSV (70) pero no con el genotipo 1
(71). Todavía se debate si estos Treg son naturales o inducibles y si son perniciosos o no (72).
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