Palabras del Ministro Luis Almagro en el Día Mundial del Refugiado 18 de junio de 2014 Estimada Alta Representante de la Oficina Regional del Alto Comisionado de las NNUU para los Refugiados (Buenos Aires), Sra. Eva Demant, Estimada Representante de ANONG, en representación de la CORE, Dra. Susana Novaro, Estimado Embajador de la Buena Voluntad del ACNUR, Sr. Osvaldo Laport, Estimados refugiados/as, Estimados todas y todos, Es para mí un gran honor poder sumarme hoy a la conmemoración del Día Mundial del Refugiado, nada menos que un día antes de celebrar un nuevo natalicio de nuestro prócer José Artigas, para quien “los más infelices son los más privilegiados”, verdadera síntesis de un pensamiento amplio, generoso y de avanzada, que tenía que ver con recibir y acoger a los más vulnerables, mucho antes del concepto moderno de derechos humanos o el derecho al goce de libertades fundamentales sin discriminación. Esto es inspirador de muchas de nuestras acciones en este tiempo. Pensamientos y acciones que tienen que ver con trabajar cada vez más por los derechos y con negociaciones cada vez más intensas con ACNUR. Uruguay abre sus fronteras y esto es muy bueno. Porque se abre para recibir a aquellos que vienen perseguidos por circunstancias de conflicto de miseria y hambre. Personas que han tenido que dejar atrás su medio social y su único objetivo es, primero, salvar su vida, y restablecerse en un lugar que ofrezca una posibilidad de vivir en paz, echar raíces, trabajar. Esto es parte del sentido que ha tenido trabajar con Eva (Demant) durante todo este tiempo. Encontrando compromisos y entendimientos mutuos, maneras de hacer las cosas juntos, basados en principios y valores fundamentales. Esos principios y valores que uno piensa que ya no deberían ser discutidos, que deberían ser la base de un acuerdo social básico en común, pero que no es tan fácil de alcanzar. Uruguay tiene un compromiso claro con los refugiados. Con el ACNUR, nuestro país firmó un Acuerdo Marco para el Reasentamiento de Refugiados, aprobado por la ley No. 18.832, en junio de 2007, algunos de cuyos beneficiarios hoy nos acompañan aquí. 1 También, tenemos la aprobación del acuerdo mismo que representa para nuestro país el compromiso con la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y su Protocolo de 1967, así como los instrumentos regionales, en particular, la Declaración de Cartagena de 1984. Ante el permanente llamado del ACNUR a la reflexión por los efectos de la guerra y los conflictos armados para millones de personas y familias en todo el mundo, no podemos permanecer indiferentes o cruzados de brazos. En este sentido se orienta nuestro apoyo a la concientización sobre las causas de los refugiados, así como acompañarlos en vuestra campaña “Una familia separada por la guerra es demasiado”, o en el llamado a la acción “únete al ACNUR y comparte tu historia de refugiados”. Aunque parezca mentira, la Alta Representante de la Oficina Regional, Eva Demant, nos deja en poco tiempo. Sólo tengo palabras de consideración hacia la institución que usted representa, y hacia el trabajo que usted ha hecho. Su propia presencia no será olvidada; su preocupación y dedicación hacia los refugiados es digna del mejor elogio y ha sido un sello de distinción que ha caracterizado su labor durante todos estos años. En este sentido, me permito rendir un justo homenaje a su lucha, a su tenacidad, a su perseverancia, carácter propio de su pueblo escandinavo, siempre comprometido con las políticas sociales y de justicia, que muchas veces, nos han servido de fuente de inspiración para nuestras propias políticas nacionales en materia de derechos económicos, sociales y culturales. Por eso, en este momento, me permito decirle gracias por su dedicación hacia aquellos que lo necesitan. Por sus permanentes muestras de cariño hacia nuestro país y sus palabras de elogio en varias oportunidades, reconociendo nuestro genuino compromiso nacional a través de políticas de integración de las personas refugiadas. También quiero agradecer la presencia de la Representante de la Asociación de ONGs del Uruguay (ANONG), en representación de la Comisión de Refugiados (CORE), por su permanente labor en defensa de los derechos de los refugiados. Todos saben que en diciembre de 2006 fue aprobada la ley No. 18.076 del derecho al refugio y a los refugiados, que creó la mencionada Comisión de Refugiados (CORE), la cual funciona en el ámbito del Ministerio de Relaciones Exteriores y es para nosotros verdadero ejemplo de órgano de interrelación entre los organismos del Estado y de la sociedad civil. Es precisamente a la CORE, a quien por mandato legal, le compete la determinación de la condición de refugiado. 2 Por último corresponde un saludo a nuestro compatriota, el embajador de Buena Voluntad del ACNUR, Osvaldo Laport. Varias personas me han contado de su entrega con esta causa; sus visitas al Congo, a zonas conflictivas en Colombia o su presencia desinteresada hoy junto a nosotros, son sólo una muestra de su compromiso y aporte en favor de los refugiados, causa que también es la nuestra. En conmemoración del Día Mundial del Refugiado no quiero olvidar que muchos de nuestros compatriotas sufrieron también persecución por causas políticas hace ya algunos años, y fueron recibidos por varios países amigos en condición de refugiados. Olvidarnos sería una afrenta. Por eso hoy redoblamos nuestros esfuerzos y le tendemos nuestra mano solidaria hacia aquellos que muchas veces se encuentran en condiciones de vulnerabilidad y por ende, requieren de nuestro respeto y de nuestro afecto con la más firme convicción de que para nuestro país ningún ser humano puede ser ilegal. Venga de Siria o venga de Guantánamo. Venga corrido por la pobreza o por la guerra. Sea niño o un adulto. Hombre o mujer. Todas las personas son titulares de derechos y nuestro país debe hacer el mayor esfuerzo por garantizarlos. Este es el sentido del trabajo que hemos empezado contigo, Eva, y que está coordinando Javier (Miranda). Para asumir nuevos compromiso a nivel internacional con la llegada a nuestro país de familias en estado de vulnerabilidad desplazadas por la guerra en Siria, y también de otras partes del mundo. Para que los perseguidos por las circunstancias políticas, económicas o de conflicto armado, encuentren siempre en el Uruguay el mejor lugar para ejercer sus derechos. Montevideo, 20 de junio de 2014 Fuente: Comunicación e Información Pública Ministerio de Relaciones Exteriores 3