SOBRE SEXUALIDAD ¿Qué es la sexualidad? Es una dimensión de nuestra persona, es cómo nos sentimos en relación a nuestro cuerpo sexuado, esas vivencias, experiencias, sentimientos, sensaciones, emociones, actitudes, deseos.. cada persona vive su sexualidad a su manera, por ello podemos hablar de sexualidades en plural, ya que cada uno y cada una tenemos la nuestra y es diferente a la de los/las demás. ¿A qué edad empezamos a tener sexualidad? Pues desde que nacemos, la sexualidad está presente a lo largo de toda nuestra vida, lo que ocurre es que también cambia conforme vamos cambiando nosotros/as. Estamos aprendiendo y experimentando sobre nuestra sexualidad durante toda nuestra vida y podremos compartir y aprender que nos gusta y que no nos gusta y expresarlo a los demás. ¿Qué ideas manejamos respecto a la sexualidad? Respecto a la sexualidad existen creencias o ideas que muchas veces repetimos sin saber si son ciertas o no o creyendo que lo son, a estas ideas se les ha llamado mitos. Los mitos funcionan como los rumores: se nos meten en la cabeza, los creemos y acabamos transmitiéndolos, incluso sin darnos cuenta. Algunos ejemplos La primera vez que una chica tiene una relación sexual con penetración le duele y sangra. No tiene por qué doler, si sentimos molestias en las penetraciones puede que nos tengamos que preguntar si estamos nerviosas, si sentimos desconfianza o miedo. Esas emociones pueden ayudar a contraer los músculos de la entrada de la vagina e impedir o dificultar una penetración. Una propuesta puede ser expresar lo que sientes a tu pareja, dejar la penetración para otro momento y realizar otras prácticas eróticas. En cuanto al sangrado, no siempre sucede, si ocurre un sangrado es muy pequeño y puede deberse a la rotura del himen que es una membrana que recubre parcialmente la entrada de la vagina. Esta membrana, además puede romperse previamente por otros motivos (deportes, montar en bicicleta…) o puede que no se llegue a romper en la primera relación con penetración y se rompa después. “La marcha atrás” es un método eficaz para evitar el embarazo. Esta práctica consiste en meter el pene en la vagina y sacarlo antes de eyacular, eyaculando fuera de la vagina para así evitar un embarazo. Pero esto no evita la posibilidad de que se produzca un embarazo y tampoco previene infecciones de transmisión genital. Antes de que salga la eyaculación, se expulsa el líquido preseminal que también contiene espermatozoides capaces de fecundar un óvulo. Además es una práctica que nos puede generar tensión, ya que podemos estar más pendientes del momento de la eyaculación que del placer de las sensaciones que se producen. La primera vez no te puedes quedar embarazada. Desde la primera vez que se tiene una relación con penetración vaginal existe la probabilidad de que haya un embarazo siempre que ya haya óvulos y espermatozoides si no se usa un método anticonceptivo o de prevención. Sin preservativo se disfruta más de las relaciones con penetración. En cuanto al tema del preservativo, existen una serie de “argumentos ” para no usarlo, por ejemplo: Se siente menos placer. Se rompe. Si le digo que lo usemos va a desconfiar de mi. Te corta el rollo. No teníamos a mano Por una vez no va a pasar nada Hacemos la marcha atrás y ya está Pero todo esto podemos replanteárnoslo de la siguiente manera: Es el único método que protege a la vez contra una infección de transmisión genital y evita un embarazo no deseado. La rotura de un preservativo no es algo habitual, ya que pasan controles de calidad exhaustivos. El que se rompa depende principalmente de una mala conservación o una mala colocación. El contacto entre el pene y la otra parte del cuerpo (vagina, boca, ano) no es directa, por tanto puede notarse algo menos de sensibilidad, pero es muy poco perceptible, además la sensación de placer tiene un componente subjetivo muy importante. El uso del preservativo en ningún caso es un indicio de desconfianza hacia la otra persona sino un acto de responsabilidad y de buena autoestima. Si quiero usar el preservativo es porque me respeto, me cuido, me quiero y me valoro y me responsabilizo de mi conducta sexual. Además demuestro que la otra persona también me importa. El preservativo no te corta el rollo, puedes introducirlo en la relación como un elemento más de placer, darle valor erótico y convertir su uso en un juego. Lo que de verdad te corta el rollo es una infección de transmisión genital y un embarazo no planificado, ni deseado. El no tener a mano un preservativo no debe implicar correr riesgos innecesarios. Si no lo tengo, puedo experimentar con otros tipos de relaciones eróticas que no impliquen un riesgo: besos, caricias, masturbación mutua, masajes, fantasias, etc. Cuanto antes practiquemos relaciones sexuales con penetración mejor. A veces nos podemos sentir presionados/a para tener relaciones con penetración, escuchamos cosas como: “todos mis amigos ya lo han hecho y yo no, me siento un bicho raro”. Tener relaciones con penetración tan sólo implica incorporar una práctica más en nuestra vida sexual. Tenemos que aprender a escucharnos y olvidarnos de las presiones sociales o las de nuestras parejas. Tenemos que aprender a decir No cuando sentimos que no es nuestro momento y dejar de preocuparnos por el qué dirán. Una relación sexual debe terminar con penetración y orgasmo. Las relaciones sexuales pueden ser de muchos tipos, podemos tener una relación muy rica y satisfactoria sin tener penetración alguna. Abrazarnos, acariciarnos, besarnos, mirarnos, hablarnos, puede formar parte de una relación sexual muy placentera. En ocasiones cuando tratamos de llegar al orgasmo a toda costa, nos obsesionamos y nos perdemos otras formas de disfrutar, de estar, de compartirnos con nuestra pareja. La masturbación es cosa de chicos. La masturbación es una forma más de conocer nuestro cuerpo y de experimentar con él. Es una práctica íntima que forma parte de nuestro desarrollo sexual, la pueden realizar tanto chicos como chicas en el momento que se desee o apetezca. Podemos realizarlo tanto individualmente como en pareja. Una vez que mantienes relaciones sexuales crees que lo sabes todo. La información no tiene que ver con lo que hacemos, sino con lo que sabemos, las experiencias personales aportan vivencias positivas y negativas y de todas ellas aprendemos. Nunca está demás recibir, escuchar, aprender y respetar para vivir nuestra sexualidad de una manera más placentera. Estas son algunas de las ideas erróneas que manejamos, pero existen muchas más, ante cualquier duda… pregunta, investiga, infórmate…ya sabes dónde encontrarnos. ¿Qué entendemos por sexo? Generalmente cuando nos referimos al sexo o bien nos referimos a la conducta (principalmente coito o penetración) o bien nos referimos a los genitales, es decir si tenemos un sexo masculino (pene y testículos ) o sexo femenino (vulva). Pero el sexo es algo más que esto, somos sexo, el sexo nos define, nos diferencia, nos vivimos como seres sexuados. Esto quiere decir que nos vamos construyendo como hombres y como mujeres y que nos influyen multitud de factores, biológicos, sociales, personales, etc. ¿Qué entendemos por erótica? Son nuestros deseos, fantasias, cómo nos gusta vivir nuestra sexualidad.