CA Antofagasta 88-2013 Principios Derecho Laboral

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ID 66150
Derecho del Trabajo - Corte de Apelaciones de Antofagasta
Finiquito. Concepto. Naturaleza contrato de trabajo. Contratación por obra o a plazo fijo
constituye una excepción. Primacía de la realidad. Se privilegia los hechos sobre lo formalizado por
escrito. Necesidades de la empresa. Empleador debe probar hechos constitutivos de causal legal
de despido
HECHOS
Demandado interpone recurso de nulidad contra la sentencia que acogió la demanda laboral sobre
despido injustificado y cobro de prestaciones impetrada en su contra. La Corte de Apelaciones
rechaza el recurso de nulidad laboral deducido
ANTECEDENTES DEL FALLO
Recurso: Recurso de nulidad (rechazado)
Rol, Fecha, Corte: 88-2013, nueve de septiembre de 2013, Corte de Apelaciones de Antofagasta
Partes: Sociedad Constructora Baical Ltda. con González Santibáñez Hugo y otro
Ministros: Virginia Soublette Miranda, Sra. Dora Mondaca Rosales y la Fiscal Judicial Sra. Myriam
Urbina Perán
Doctrina, bibliografía:
DOCTRINA
1.- Tal como ha resuelto la Excma. Corte Suprema, el finiquito constituye: "Una convención, es
decir, acto jurídico que genera o extingue derechos y obligaciones, que se origina en la voluntad
de las partes que lo suscriben, es vinculante para quienes concurrieron a otorgarlo para dar por
terminada una relación laboral, esto es, a aquellos que consintieron en finalizarla en determinadas
condiciones y expresaron ese asentimiento libres de todo vicio y sólo en lo tocante a ese acuerdo,
es decir, es factible que una de las partes manifieste discordancia en algún rubro, respecto al cual
no puede considerarse que el finiquito tenga carácter transaccional, ni poder liberatorio"
(Considerando sexto sentencia Corte de Apelaciones)
2.- Para determinar la naturaleza del contrato que unió a las partes, es pertinente considerar que
la contratación por obra o a plazo fijo constituye una excepción, siendo la regla general que los
contratos de trabajo tengan una duración indefinida, extendiéndose mientras subsista el trabajo
que lo motiva, constituyendo el principio de la continuidad un principio esencial en el derecho del
trabajo, razón por la cual en caso de duda en cuanto a que si las prestaciones de servicios fueron
continuas o discontinuas, debe estimarse que éstas tienen el carácter de continuas (Considerando
octavo sentencia Corte de Apelaciones)
3.- En el derecho del trabajo tiene aplicación el principio conocido como primacía de la realidad,
debiendo privilegiarse lo que ocurre en el terreno de los hechos, incluso sobre lo formalizado por
escrito por las partes y en este contexto, la sucesiva existencia de diversos contratos por obra o
faena o a plazo fijo, descritos en el considerando octavo de la sentencia recurrida, todos
terminados con sus respectivos finiquitos para volver a suscribirse otros, demuestra como ya se
señaló, que en los hechos y más allá de lo señalado en los finiquitos, se está ante una única
relación laboral permanente y continua por parte de ambos actores para la empresa demandada
(Considerando noveno sentencia Corte de Apelaciones)
4.- En cuanto a la referida causal de necesidades de la empresa invocada por la demandada para
poner término a los contratos de trabajo, se debe tener presente que si bien el artículo 161 del
Código del Trabajo faculta al empleador para poner término al contrato de trabajo, esgrimiendo
como causal las necesidades de la empresa, recae sobre ésta la prueba de los hechos constitutivos
de las mismas, y la sentenciadora se refiere a ella en los considerandos décimo octavo y vigésimo,
indicando que no se rindió prueba en atención a las razones económicas o simplemente técnicas
de la racionalización o modernización que hizo necesaria la desvinculación de los actores, por lo
que concluye que debe declararse improcedente el despido y en consecuencia, ordenar el pago
del incremento legal (Considerando décimo quinto sentencia Corte de Apelaciones)
NORMA RELEVANTE CITADA
art. 161,163, 168, 456, 474, 477 C. trabajo
Sentencia
Corte de Apelaciones
Antofagasta, a nueve de septiembre de dos mil trece.
VISTOS:
Ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones, integrada por las Ministras Titulares Sra.
Virginia Soublette Miranda, Sra. Dora Mondaca Rosales y la Fiscal Judicial Sra. Myriam Urbina
Perán, se llevó a efecto la audiencia para conocer del recurso de nulidad deducido por el Abogado
don Gabriel Sánchez Rubio, en representación de la parte demandada Constructora Baical
Limitada, en contra de la sentencia dictada con fecha 27 de mayo de 2013 por el Juzgado de Letras
del Trabajo de esta ciudad, que acogió la demanda interpuesta por despido injustificado por el
Abogado don Nicolás Márquez Herrera en representación de don Hugo González Santibáñez y don
Claudio Hermosilla Cisternas, condenando a la Sociedad Constructora Baical Ltda., al pago de las
siguientes prestaciones: Al Sr. González Santibáñez la suma de $2.839.188 a título de dos años de
servicio y fracción superior a seis meses; y $851.756 a título de 30% de incremento legal; y al Sr.
Hermosilla Cisternas a la cantidad de $3.977.584 a título de cuatro años de servicio; y $1.193.275 a
título de 30% de incremento legal, debiendo responder en forma subsidiaria Minera Escondida
Ltda. las prestaciones antes mencionadas, rechazando en lo demás la demanda interpuesta.
Participaron en la audiencia el Abogado recurrente ya individualizado, quien solicitó se acoja el
recurso intentado por su parte; y el Abogado don Nicolás Márquez Herrera, pidiendo el rechazo
del mismo, en virtud de los argumentos que quedaron registrados en el sistema de audio.
Se puso término a la audiencia, quedando la causa en estado de acuerdo.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el Abogado don Gabriel Sánchez Rubio, en representación de Constructora Baical
Ltda., deduce recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva, fundado en que ha sido
dictada con infracción de ley influyendo ésta sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Señala que la sentencia incurre en la causal de nulidad contemplada en el artículo 478 letra e) del
Código del Trabajo, toda vez que se dictó con omisión del requisito señalado en el artículo 459 el
cual en su N° 4 establece que la sentencia debe contener "el análisis de toda la prueba rendida, los
hechos que estime probados y el razonamiento que conduce a esta estimación"; lo que alega
conjuntamente con la infracción al artículo 177 del Código del Trabajo.
Dice que al efectuar un análisis de la prueba rendida para determinar los hechos que estima
probados, el tribunal no analizó el mérito probatorio de los finiquitos de la relación laboral que
vinculó a las partes hasta el día 21 de diciembre de 2012, fecha de la separación de los
demandantes, limitándose solamente a hacer mención a los respectivos contratos individuales de
trabajo que le sirvieron de antecedente, según se indica en el considerando octavo.
Expresa que el tribunal no analiza la causal de término de contrato consignada en el finiquito, el
artículo 161 inciso 1° del Código del Trabajo, y si éste reúne o no las solemnidades contempladas
en el artículo 177 del Código del Trabajo.
Lo anterior, ocurre también respecto del actor Claudio Hermosilla Cisternas en el considerando
octavo y no obstante la falta de análisis específico de los finiquitos de la relación laboral que
vinculó a las partes hasta el 21 de diciembre de 2012, el tribunal deja asentado que ambos
trabajadores fueron despedidos con fecha 21 de diciembre del año 2012 por la causal de
necesidades de la empresa.
Arguye que a pesar de no contenerse formalmente en la sentencia un análisis pormenorizado de
los finiquitos referidos, así como de los demás finiquitos relativos a los anteriores contratos
celebrados entre las partes, que también fueron aportados por su parte en la audiencia de juicio,
el tribunal deja implícitamente asentado en su sentencia que todos aquellos cumplen con los
presupuestos del artículo 177 del Código del Trabajo, avocándose a analizar el poder liberatorio de
los mismos, lo que se desprende de lo señalado en los motivos noveno y undécimo.
Expresa que si la sentencia hubiere dado cumplimiento al contenido obligatorio que el legislador
prescribe, analizando particularmente los finiquitos de fecha 21 de diciembre de 2012, habría
tenido que consignar explícitamente que los señalados finiquitos reúnen todos los requisitos y
presupuestos de validez consagrados en el artículo 177 del Código del Trabajo y luego analizar su
poder liberatorio, el cual fue rechazado en la sentencia, tratándose del término de la relación
laboral, no obstante que reúne los presupuestos de validez consagrados en el artículo 177 del
Código del Trabajo.
Afirma que la infracción denunciada se suma a la trasgresión de la doctrina asentada por la Excma.
Corte Suprema en sentencia de unificación de jurisprudencia.
El recurrente cita los considerandos décimo, undécimo y duodécimo de la sentencia y como
corolario de ellos señala lo siguiente: a) La sentencia reconoce el hecho que las partes celebraron
o suscribieron finiquito de su relación laboral concluida con fecha 21 de diciembre de 2012 y que
también suscribieron finiquitos con motivo del término de relaciones laborales pretéritas. b) La
sentencia reconoce que la relación laboral que concluyó con fecha 21 de diciembre de 2012, fue
por aplicación de la causal de necesidades de la empresa. c) La empresa reconoce el hecho que los
finiquitos celebrados con motivo del término de la relación laboral de fecha 21 de diciembre de
2012, como los anteriores finiquitos suscritos entre las mismas partes, reúnen los requisitos y
presupuestos consagrados en el artículo 177 del Código del Trabajo. d) Que no obstante lo
anterior, la sentencia entiende que la suscripción de dichos finiquitos no constituye obstáculo para
que los trabajadores puedan reclamar judicialmente de su desvinculación laboral. e) La sentencia
establece que tales finiquitos carecen de poder liberatorio respecto de la relación laboral que
vinculó a las partes.
La sentencia atribuye pleno valor a las "reservas" efectuadas por los actores en sus finiquitos de
fecha 21 de diciembre de 2012.
Sostiene que, como se puede advertir, de los citados finiquitos aportados por su parte en la
audiencia de juicio, no analizados pormenorizadamente en la sentencia recurrida, los actores de su
puño y letra consignaron la siguiente leyenda "me reservo el derecho a reclamar años de servicio".
En cuanto a la reserva efectuada por el actor Sr. González, ésta fue consignada después de las
firmas de ambas partes y por debajo de ellas, lo que ciertamente resta toda validez a la misma.
Expresa que la supuesta reserva para reclamar años de servicio es absolutamente insuficiente para
entender que lo que el trabajador quiso fue reservarse el derecho para poder reclamar
judicialmente en contra de la causal de término de contrato que le fuera aplicada y de los hechos
en que se funda.
Indica que para el caso de que la intención de los actores hubiese sido reservar derechos para
reclamar indemnizaciones por años de servicio, ello no les habilita para ejercer la acción de
reclamación por supuesto despido injustificado indebido e improcedente, que han deducido en
autos, presupuesto necesario para poder optar a las indemnizaciones derivadas del término de
una relación laboral, pero sólo en el evento que el tribunal acogiere la reclamación formulada por
el trabajador, reclamación consagrada en el artículo 168 del Código del Trabajo, que requiere una
reserva de derechos precisa y determinada para el caso de haberse suscrito finiquito de la relación
laboral, cuestión que ciertamente no ocurrió en la especie.
Es así que la sentencia recurrida estimó que no obstante el valor liberatorio del finiquito y los
términos de las reservas en ellos, consignadas, los actores sí tenían derecho a formular la
reclamación judicial de autos, según consta de su considerando duodécimo.
Refiere que conforme lo establece el considerando duodécimo de la sentencia recurrida, no sería
necesaria la reserva de derechos efectuada por los actores en sus respectivos finiquitos para que
pudieran accionar.
Expresa que el tribunal entiende que la reserva tuvo el propósito de permitir a los actores
reclamar indemnización por años de servicios por su falta de pago, atendida la real duración de su
contrato, para cuyo efecto la acción ejercida en autos era absolutamente inconducente.
Señala que de haberse analizado pormenorizadamente los finiquitos de la relación laboral que
vinculó a las partes hasta el 21 de diciembre de 2012, advirtiendo que éstos reúnen todos los
requisitos o presupuestos del artículo 177 del Código del Trabajo y se les hubiere otorgado el
poder liberatorio que tanto la ley como la jurisprudencia unificada les reconoce, desestimando las
reservas de derecho en ellos consignada por las razones señaladas, necesariamente habría tenido
que rechazar la demanda por falta de legitimación de los actores.
Como petición concreta solicita que se anule la sentencia recurrida, toda vez que ésta no analizó
pormenorizadamente los finiquitos de la relación laboral entre las partes y porque, aun cuando a
falta de ese análisis formal la sentencia da por establecida la existencia de tales finiquitos y que
éstos cumplen con los requisitos y presupuestos de validez del artículo 177 del Código del Trabajo,
les resta todo poder liberatorio en relación con los contratos que vincularon a las partes hasta el
21 de diciembre de 2012, dictando en su reemplazo una sentencia en la que se proceda a analizar
pormenorizadamente dicha prueba documental, se atribuya a tales finiquitos el poder liberatorio
que la ley y jurisprudencia les reconoce por cumplir con los presupuestos y requisitos del artículo
177 del Código del Trabajo, y desestime la demanda en todas sus partes.
SEGUNDO: Que la parte recurrente sostiene además que la sentencia incurre en infracción al
artículo 168 del Código del Trabajo, que opone en subsidio de la anterior.
Expresa que la sentencia hace extensiva la reclamación a anteriores desvinculaciones laborales y
contratos, lo que desvirtúa o desnaturaliza absolutamente la acción de reclamación del artículo
168 del Código del Trabajo, acción referida a un preciso y determinado contrato, cuyo término
debe haber acaecido dentro de los sesenta días hábiles anteriores a la presentación, so pena de
caducidad de la acción.
Manifiesta que el trabajador no puede ampararse en la acción del artículo 168 del Código del
Trabajo para revisar su situación laboral anterior al último contrato y despido y desmerecer los
finiquitos respectivos que se hubiere otorgado con su empleador, como lo han hecho los
demandantes de autos y lo ha aceptado el tribunal en la sentencia impugnada, lo que queda de
manifiesto, según lo señalado en los motivos décimo sexto y décimo séptimo.
Señala que la infracción legal anotada ha influido en lo dispositivo de la sentencia, toda vez que de
haberse respetado el marco jurídico de la acción de reclamación del artículo 168 del Código del
Trabajo, no podría haber revisado a través de ella anteriores contrataciones y desvinculaciones
laborales por estar fuera del objeto y plazo de reclamación, no pudiendo haberse accedido a la
demanda como se hizo.
Solicita que se anule la sentencia recurrida y se dicte otra en su reemplazo que rechace la acción
ejercida en relación con los anteriores contratos y desvinculaciones laborales habidas entre las
partes, así como en relación con la última desvinculación laboral ocurrida el 21 de diciembre de
2012, por no darse los presupuestos para indemnizar a los actores por años de servicio ni para
otorgarles indemnización sustitutiva.
TERCERO: Que en forma subsidiaria alegó la recurrente la causal de nulidad contemplada en el
artículo 478 letra c) del Código del Trabajo, por haberse dictado la sentencia conteniendo
decisiones contradictorias, vicio que según sostiene el recurrente se observa al revisar lo resuelto
por el tribunal, en relación con el poder liberatorio de los finiquitos celebrados entre las partes y
con la denuncia por supuesto subterfugio laboral.
Indica que en relación con el poder liberatorio de los finiquitos, la sentencia los parcializa
arbitrariamente, desconociéndoles este poder liberatorio respecto de las relaciones contractuales
habidas entre sus otorgantes, pero aceptándolo o reconociendo dicho poder en relación con las
prestaciones económicas devengadas de las mismas; lo que queda de manifiesto de lo resuelto en
los considerandos decimosexto y vigésimo primero.
A propósito de la denuncia por supuesto subterfugio laboral, expresa que la sentencia impugnada
incurre en contradicciones al desestimar la excepción de prescripción extintiva opuesta por su
parte, al amparo del artículo 510 del Código del Trabajo, señalando que en la especie rige la
prescripción especial consagrada en el artículo 507 del mismo Código, para la acción de
subterfugio, para posteriormente desestimar la denuncia por supuesto subterfugio al no concurrir
los supuestos legales para que éste se hubiera verificado; lo que se evidencia de la simple lectura
de los considerandos décimo tercero y vigésimo quinto.
Expresa que las decisiones contradictorias han tenido influencia en lo dispositivo del fallo, toda vez
que si el tribunal hubiere alineado su criterio con algunas de las posturas antagónicas entre sí,
habría dictado una sentencia uniforme, resolviendo así adecuadamente el litigio sometido a su
decisión.
El tribunal debió aceptar o reconocer el poder o efecto liberatorio de los finiquitos suscritos o
celebrados entre las partes para todos los efectos de las relaciones laborales, rechazando así la
demanda en lo que se refiere a la supuesta continuidad laboral, como en cuanto a la
improcedencia de formular pretensiones económicas fundadas en prestaciones laborales
supuestamente adeudadas, en función de tales pretéritos contratos.
Agrega que el tribunal junto con rechazar la denuncia por supuesto subterfugio laboral, por no
darse los presupuestos legales, debió acoger la excepción de prescripción opuesta por su parte, y
no asilarse en una prescripción especial y propia del subterfugio laboral para reclamar el pago de
prestaciones devengadas, en virtud de contratos de trabajo celebrados ante tal subterfugio, que
declara no haber existido.
Solicita anular la sentencia recurrida y dictar otra en su reemplazo, que reconozca el pleno poder
liberatorio de los finiquitos válidamente otorgados entre las partes, para todos los efectos de la
relación laboral objeto de los mismos y que junto con rechazar la procedencia de la denuncia por
supuesto subterfugio, así como la aplicación en la especie del plazo de prescripción especial, acoja
la excepción de prescripción extintiva opuesta al amparo del artículo 510 del Código del Trabajo.
CUARTO: Que el Abogado de la parte recurrida don Nicolás Márquez Herrera, solicitó el rechazo
del recurso de nulidad deducido por la parte demandada, indicando que sus representados fueron
contratados en diversas formas durante cinco años, y tres años respectivamente. El Sr. Hermosilla,
su primer contrato fue el 1 de septiembre del año 2008 siendo finiquitado el 21 de septiembre del
mismo año, y luego el 22 de diciembre de 2008 hasta el 1 de julio de 2009, y nuevamente se
vuelve a contratar, y en el intertanto se produce otro finiquito, contratos que fueron de carácter
indefinido, y que el finiquito de 1 de julio de 2009, que fue una de las probanzas efectuadas por su
parte en primera instancia, fue elaborado el mismo día en que fue contratado, siendo autorizado
éste el día 16 de septiembre, es decir, el trabajador fue contratado y al mismo tiempo ya se estaba
pensando en finiquitarlo, lo que vulnera los derechos que confiere la ley respecto de los años de
servicio y más aún este mismo contrato de 1 de julio de 2009 que termina el 16 de septiembre del
mismo año, es nuevamente contratado el día 17 de septiembre de 2009, esto es, un día después
de finiquitado, siendo la finalidad continuar la relación laboral que mantiene la misma empresa
con el mismo trabajador, en la misma faena, continuando prestando servicios mediante contratos
indefinidos y a plazo.
Señala que en la diligencia de absolución de posiciones se le preguntó al absolvente gerente de la
empresa, por qué se despedía a los trabajadores y se les separaba durante dos semanas o diez días
aproximadamente, señalando claramente que es la forma de trabajar que la ley permite para
poder ser competitivos y por razones de economía, es decir, durante las fiestas, ellos de alguna
manera disfrazaban las vacaciones que tenían que otorgar a los trabajadores desvinculándolos y
así ganar una nueva contratación, creando una suerte de solución de continuidad, la cual su parte
cree que no existió, debido a la prolongación de los servicios y a la forma en que se prestaron y
desarrollaron las contrataciones y finiquitos propiamente tales.
Refiere que lo mismo sucedió con el trabajador Hugo González, contrataciones que incluso en su
caso, se produjeron antes de la firma de finiquito del contrato ya supuestamente extinto.
Sostiene que la situación anómala que se ha producido respecto a esta relación laboral perjudica a
su representado.
Señala que en cada una de las contrataciones existen por lo menos cinco finiquitos, durante todo
el intervalo de duración o lapsus de duración de la relación laboral, pudiendo explicar que el
trabajador no demandó respecto de esos finiquitos, porque entendía que su relación laboral se
mantenía.
En cuanto a la primera causal invocada de falta de análisis de toda la prueba rendida en el juicio,
refiere que el recurrente olvida mencionar el considerando séptimo en su totalidad, el que señala
toda la prueba que se ha rendido, lo que sin duda es para crear confusión.
Refiere que no pretende que se revisen los finiquitos anteriores, porque en virtud de la teoría de la
realidad y de que efectivamente el trabajador se encontraba consciente respecto de una relación
laboral, sin solución de continuidad, permanente y extendida en el tiempo, como ya se ha
señalado en un caso tres y en el otro cuatro años, no se requería reclamar la invalidez de dicho
finiquito, puesto que si estos tuvieron algún efecto fue solamente para dar cuenta de las
prestaciones que fueron pagadas en su oportunidad. Ello da cuenta y sustenta el reconocimiento
de algunas de las prestaciones que produjeron un efecto liberatorio respecto del finiquito, pero sin
embargo, el despido real y efectivo se produjo el 21 de diciembre de 2012, y que respecto a aquél,
cuando el trabajador se encuentra cansado que el empleador le diga que vuelva después de
navidad para contratarlo nuevamente por un par de meses, desvincularlo y seguir extendiendo en
el tiempo dicha vulneración, es cuando ellos sienten que deben demandar a su empleador para
reclamar lo que corresponde, y en este caso son los años de servicio.
Dice que el poder liberatorio del finiquito dice relación con una causal de nulidad diferente, cual
es, infracción de ley, por lo tanto, dicha causal debe ser rechazada.
En lo que dice relación a la jurisprudencia citada por la recurrente expresa que la misma es
favorable para su parte, por cuanto de la lectura completa de dicho fallo se puede dilucidar es en
beneficio del trabajador, el que señala en unos de sus pasajes que el poder liberatorio del finiquito
se refiere a todo aquello que las partes han acordado y no se extiende a los aspectos en que el
consentimiento no se formó, es decir, efectivamente el consentimiento se podría haber formado
durante los finiquitos que se celebraron con anterioridad respecto de las prestaciones que se
estaban pagando, pero no de la forma en que se estaba tratando el despido, porque no había
despido pues el trabajador seguía prestando servicios, entonces al no extenderse el poder
liberatorio del finiquito, el trabajador además mantenía la legitimación activa que la otra parte
pretende hacer cesar respecto de sus representados.
Manifiesta que en cuanto al valor que el tribunal le entrega a las reservas, nuevamente se
confunde la utilización de la causal invocada con el valor probatorio que le ha entregado el
tribunal a una de sus resoluciones o considerandos, señalando que en ese punto además no se
puede exigir una preparación técnica o acabada de los trabajadores, ni exigir que sean abogados, y
que ellos entienden que al estampar el finiquito se reserva el derecho a reclamar años de servicio,
resultando claro que lo que pretenden reclamar es la causal de despido, puesto que en el mismo
fallo que se está impugnando, se ha fundamentado dicha consideración, respecto de que existen
sólo dos fórmulas para poder obtener los años de servicio, ya sea el despido por necesidades de la
empresa o bien la reclamación por un despido injustificado o improcedente, que es lo que ocurrió
en este caso. Cree que la elaboración de esta causal, además se refiere a la sana crítica y a una
posible vulneración de ley, y que no se condicen todas las alegaciones respecto al análisis de la
prueba rendida, causal que debería ser rechazada en todas sus partes.
En cuanto a la infracción que señala la recurrente del artículo 168 del Código del Trabajo, expresa
que ésta cita la revisión de los contratos y su terminación, lo que no fue objeto de la Litis, pues su
parte no reclamó la revisión de contratos y su terminación hacia atrás, entendiendo que los
trabajadores consideraban una relación laboral estable, permanente y sin solución de continuidad
durante todo el tiempo en que se mantuvieron vinculados a la empresa.
En cuanto a la indemnización sustitutiva del aviso previo, dice que no fue otorgada por la jueza del
Juzgado de Letras del Trabajo, por lo tanto el recurso respecto de esta causal, no se fundamenta
en aspecto alguno, toda vez que la única acción que quedaba a los trabajadores era demandar de
su último finiquito, el que realmente produjo una desvinculación respecto de la empresa.
En cuanto a la tercera causal invocada referente a las decisiones contradictorias, expresa que lo
reclamado en este punto se ve respaldado por el fallo que ya se ha señalado y que ha sido
invocado por la misma recurrente, el fallo de unificación de jurisprudencia respecto a la extensión
del finiquito y al poder liberatorio que éste le otorga, señalando que el finiquito debe ser absoluto
de alguna manera, y que la jurisprudencia se encuentra conteste a este respecto, y que la misma
Corte Suprema en diversos fallos lo ha señalado, el finiquito no necesariamente va a producir
efectos liberatorios, puede producir respecto de las prestaciones y como lo ha señalado el fallo de
primera instancia, se puede incluso volver a calificar la causal invocada, con existencia de reserva
de derechos. Pretender lo contrario implicaría que el empleador debiese pagar dos veces las
prestaciones que ya ha pagado y que han sido reconocidas mediante el otorgamiento del poder
liberatorio de ciertos elementos de los finiquitos anteriores, creyendo de esta causal que la
contraparte reclama respecto de decisiones que de alguna manera le fueron favorables, y que si
bien su parte denunció por subterfugio cree que éste se basaba en la actitud del empleador que
buscaba generar diversos finiquitos durante la duración de la relación laboral, para justamente
evadir el pago de los derechos laborales individuales consistentes en los años de servicio, sin
embargo el tribunal rechazó dicha petición, por lo tanto reclamar respecto de subterfugio carece
de sentido. Cree que si bien la contraparte podría interpretar una suerte de decisiones
contradictorias, éstas lo único que hacen es sustentar y refrendar el resto de decisiones que se
tomaron en el mismo juicio, por lo que solicita el rechazo del recurso, y se confirme la sentencia
con expresa condena en costas.
QUINTO: Que el recurrente ha impugnado la sentencia mediante recurso de nulidad en primer
lugar, fundado en la causal contemplada en el artículo 478 letra e) del Código del Trabajo, esto es,
cuando la sentencia se hubiere dictado con omisión de cualquiera de los requisitos establecidos en
los artículos 459, 495 o 501 inciso final todos del Código del Trabajo, consignando en el artículo
459 N° 4 que la sentencia definitiva deberá contener el análisis de toda la prueba rendida, los
hechos que estime probados y el razonamiento que conduce a esta estimación, en conjunto con la
infracción de ley.
A este respecto señala que no se cumplió con el análisis de toda la prueba rendida, puesto que
sólo se mencionó el haberse incorporado los finiquitos que se indican, pero no se analizó su mérito
probatorio, y se infringió además el artículo 177 del Código del Trabajo.
SEXTO: Que tal como ha resuelto la Excma. Corte Suprema, el finiquito constituye: "Una
convención, es decir, acto jurídico que genera o extingue derechos y obligaciones, que se origina
en la voluntad de las partes que lo suscriben, es vinculante para quienes concurrieron a otorgarlo
para dar por terminada una relación laboral, esto es, a aquellos que consintieron en finalizarla en
determinadas condiciones y expresaron ese asentimiento libres de todo vicio y sólo en lo tocante a
ese acuerdo, es decir, es factible que una de las partes manifieste discordancia en algún rubro,
respecto al cual no puede considerarse que el finiquito tenga carácter transaccional, ni poder
liberatorio". (Sentencia de casación en el fondo de fecha 8 de mayo de 2006, Rol 4502–2004,
considerando noveno, en autos caratulados "Araya Arrey con Isapre Vida Tres S.A.").
SÉPTIMO: Que sin perjuicio de lo anterior y reconociendo que no es un tema pacífico en la
jurisprudencia, la circunstancia de que frente a sucesivas suscripciones de contratos por obra o a
plazo fijo, con sus correspondientes finiquitos al término de cada período, se esté por aplicación
del principio de primacía de la realidad ante un único contrato, este tribunal por aplicación del
principio de la primacía de la realidad, comparte la tesis de la sentencia recurrida, en cuanto a la
existencia de una única relación laboral indefinida, según se indica en el motivo décimo séptimo.
OCTAVO: Que para determinar la naturaleza del contrato que unió a las partes, es pertinente
considerar que la contratación por obra o a plazo fijo constituye una excepción, siendo la regla
general que los contratos de trabajo tengan una duración indefinida, extendiéndose mientras
subsista el trabajo que lo motiva, constituyendo el principio de la continuidad un principio esencial
en el derecho del trabajo, razón por la cual en caso de duda en cuanto a que si las prestaciones de
servicios fueron continuas o discontinuas, debe estimarse que éstas tienen el carácter de
continuas.
NOVENO: Que como es sabido, en el derecho del trabajo tiene aplicación el principio conocido
como primacía de la realidad, debiendo privilegiarse lo que ocurre en el terreno de los hechos,
incluso sobre lo formalizado por escrito por las partes y en este contexto, la sucesiva existencia de
diversos contratos por obra o faena o a plazo fijo, descritos en el considerando octavo de la
sentencia recurrida, todos terminados con sus respectivos finiquitos para volver a suscribirse
otros, demuestra como ya se señaló, que en los hechos y más allá de lo señalado en los finiquitos,
se está ante una única relación laboral permanente y continua por parte de ambos actores para la
empresa demandada.
Cabe agregar que no puede desconocerse que un contrato por obra o faena no es sino un contrato
de plazo fijo, plazo que a diferencia de aquel pactado desde y hasta una fecha determinada, o sea
cierto y determinado, está limitado por la duración de los servicios, es decir, se trata de un plazo
determinado e incierto, pero plazo finalmente. por lo que en este caso, habiéndose acreditado la
periodicidad de los diversos contratos que suscribieron los actores, e interpretando ello conforme
a lo que dispone el N° 4 del artículo 159 del Código del Trabajo, en cuanto a transformarse en
indefinida la relación laboral generada por la segunda renovación de un contrato de plazo fijo,
aplicando los principios de la primacía de la realidad, ello conduce a la misma conclusión a la que
arriba la sentencia recurrida que se pretende anular.
DÉCIMO: Que la sentencia recurrida no ha vulnerado el artículo 177 del Código del Trabajo, en
relación al efecto liberador del finiquito, ya que los sucesivos finiquitos suscritos entre las partes,
no han logrado cumplir con dicho efecto, toda vez que prima la presunción del artículo 159 N° 4
del Código del Trabajo que señala que se presumirá legalmente que ha sido contratado por una
duración indefinida el trabajador que prestó servicios discontinuos, en virtud de dos contratos a
plazo fijo, más allá de existir finiquitos entre uno y otro contrato.
Sin perjuicio de lo anterior, corresponde señalar que la reserva estampada en el finiquito
constituye un acto unilateral que se ha establecido como un derecho irrenunciable del trabajador
y si el trabajador hizo reserva por años de servicio es lógico entender que reclama judicialmente
por considerar su despido injustificado, pues tal como lo sostiene el recurrente, es el presupuesto
sine quanon para optar a dicha indemnización.
UNDÉCIMO: Que en cuanto a que la sentenciadora no considera la circunstancia que el
demandante Sr. González Santibáñez, estampó la reserva bajo las firmas, lo que le restaría valor,
tal alegación no formó parte de lo controvertido en autos, de modo que no pudo ser considerado
en el fallo, ni tampoco por estos sentenciadores, pues sólo se incorporó como fundamento del
recurso, de modo que nunca pudo ser objeto de prueba.
DUODÉCIMO: Que en cuanto a la señalada causal del artículo 478 letra e) del Código del Trabajo,
cabe señalar que la sentencia en el considerando séptimo refiere la prueba rendida por la
demandada principal, demandada solidaria y demandante y luego, en el motivo octavo, indica los
hechos que se tienen por acreditados en cuanto a la celebración de los contratos de ambos
trabajadores con la demandada y a los finiquitos suscritos entre los mismos.
En el motivo noveno, tiene por acreditado que los actores fueron contratados en forma sucesiva
desde el año 2008 el Sr. Hermosilla y desde el año 2010 el Sr. González, planteándose si ello
transforma la relación laboral en un vínculo de duración indefinida y efectúa un análisis del poder
liberatorio de los finiquitos celebrados a propósito de la contratación sucesiva.
En el considerando décimo, se explaya latamente en cuanto al finiquito, procediendo en el motivo
undécimo a analizar el tipo de contratos celebrados a plazo, por obra o faena y una serie de
contratos indefinidos, los cuales fueron finiquitados por necesidades de la empresa y también por
mutuo acuerdo de las partes.
Concluye la sentenciadora conforme a los antecedentes incorporados, que no existió la real
voluntad de las partes de poner término a la relación laboral que las unía, porque siguieron
laborando, por lo tanto los finiquitos carecen de efecto liberatorio para alterar la naturaleza de la
relación laboral que los vinculó, razón por la cual rechaza la excepción de falta de legitimación
activa de los demandantes, lo que se explica toda vez que el finiquito, como acto jurídico bilateral
que es, previo a cumplir los requisitos formales del artículo 177 del Código del Trabajo, debe dar
cuenta de una voluntad real, lo que tal como sostiene la juez a quo, en la especie no se da, según
queda de manifiesto con los sucesivos contratos celebrados por las partes.
DECIMOTERCERO: Que en consecuencia, es posible señalar de la sola lectura del fallo, que éste
satisface el requerimiento de análisis de prueba rendida y consistencia en su fundamentación,
derivándose los vicios que el recurrente observa, en deficiencias que son resultado de una
interpretación no sistemática de la sentencia al efectuarse una lectura aislada de sus
componentes; los razonamientos de la juez a quo para establecer los hechos y a partir de ellos
arribar a su conclusiones consignadas en el fallo, constituyen el resultado de un análisis riguroso
de toda la prueba rendida, sin dejar nada afuera, habiendo considerado el mérito de los finiquitos
a que alude el recurrente, en armonía con las demás probanzas, motivo por el cual debe
desestimarse este primer capítulo del recurso.
DECIMOCUARTO: Que en lo relativo a la infracción del artículo 168 del Código del Trabajo, en
cuanto a que no corresponde que el tribunal revise contrataciones y desvinculaciones anteriores,
se debe señalar que el análisis efectuado por la sentenciadora en cuanto a las contrataciones y
desvinculaciones anteriores, está centrado en que estimó que existía una sola relación laboral, por
lo que no puede estimarse que ha operado la caducidad de la acción.
En efecto, en los considerandos décimo sexto y décimo séptimo la sentenciadora tuvo por
acreditada la relación laboral suscrita entre las partes por un lado desde el año 2008 y por otro
desde el año 2010, indicando que aquellas han sido llevadas en forma continua, que esto va más
allá de los finiquitos firmados entre las partes, por cuanto han perdido la fuerza para establecer el
término de la relación laboral, y es en este sentido que conforme a la causal invocada de
necesidades de la empresa, que dispone que la demandada deberá pagar a los actores las
indemnizaciones por años de servicio, conforme lo dispone el artículo 163 del Código del Trabajo.
DECIMOQUINTO: Que en cuanto a la referida causal de necesidades de la empresa invocada por la
demandada para poner término a los contratos de trabajo, se debe tener presente que si bien el
artículo 161 del Código del Trabajo faculta al empleador para poner término al contrato de
trabajo, esgrimiendo como causal las necesidades de la empresa, recae sobre ésta la prueba de los
hechos constitutivos de las mismas, y la sentenciadora se refiere a ella en los considerandos
décimo octavo y vigésimo, indicando que no se rindió prueba en atención a las razones
económicas o simplemente técnicas de la racionalización o modernización que hizo necesaria la
desvinculación de los actores, por lo que concluye que debe declararse improcedente el despido y
en consecuencia, ordenar el pago del incremento legal.
DECIMOSEXTO: Que en tercer lugar el recurrente ha solicitado la nulidad de la sentencia por
contener decisiones contradictorias, aduciendo que desconoce el valor probatorio cuando se trata
de las relaciones laborales contractuales pero la acepta en cuanto a las prestaciones económicas
devengadas.
DECIMOSÉPTIMO: Que para que una sentencia tenga decisiones contradictorias, es menester que
las contenidas en la parte resolutiva de la sentencia se contrapongan entre sí, de tal suerte que no
se puedan cumplir en forma simultánea.
En el considerando décimo sexto la juez razona al respecto y en la parte resolutiva condena a la
demandada al pago de las prestaciones que allí se indican, debiendo entenderse que están
referidas a aquellas cuya reserva efectuaron los actores en el finiquito.
No se emitirá pronunciamiento sobre el subterfugio demandado por los actores, por no haberse
acogido éste, no afectando en consecuencia el recurso de nulidad interpuesto.
DECIMOCTAVO: Que de esta manera, el fallo en revisión no contiene decisiones contradictorias,
pues basta examinar su parte resolutiva en la cual claramente ordena el pago a los demandantes
por concepto de indemnización por años de servicio y el 30% de incremento legal para cada uno
de los trabajadores, sin que se advierta en ella alguna decisión que sea contraria a lo ya decidido.
DECIMONOVENO: Que en atención a lo razonado en los considerandos anteriores esta Corte
estima que respecto de la sentencia impugnada no concurre ninguna de las causales invocadas,
careciendo en consecuencia el presente recurso de sustento jurídico, por lo que debe ser
rechazado.
Por estas consideraciones, y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 474 y siguientes del
Código del Trabajo, SE RECHAZA, sin costas, el recurso de nulidad interpuesto por el Abogado don
Gabriel Sánchez Rubio, en representación de la parte demandada Constructora Baical Limitada, en
contra de la sentencia dictada con fecha veintisiete de mayo del año en curso, por el Juzgado de
Letras del Trabajo de esta ciudad, la que en consecuencia no es nula.
Se deja constancia que se hizo uso del artículo 82 del Código Orgánico de Tribunales.
Regístrese, comuníquese y archívese.
Rol 88–2013
Redacción de la Ministra Titular Sra. Virginia Soublette Miranda.
Pronunciada por la Segunda Sala, integrada por las Ministras Titulares Sra. Virginia Soublette
Miranda, Sra. Dora Mondaca Rosales y la Fiscal Judicial Sra. Myriam Urbina Perán. Autoriza el
Secretario Subrogante Sr. Cristian Pérez Ibacache.
En Antofagasta, a nueve de septiembre del año dos mil trece, notifiqué por el Estado Diario la
sentencia que antecede.
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