Contencioso-Administrativa Recurso contencioso

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Jurisdicción: Contencioso-Administrativa
Recurso contencioso-administrativo núm. 617/2004.
Ponente: Ilma. Sra. Dª. Elena Méndez Canseco
TRIBUTOS-GESTION: Comprobación de valores: dictamen del perito de la Administración:
motivación insuficiente: aplicación del sistema de valoración previsto en el D. 21/1998, de
17 marzo, de Extremadura: improcedencia en relación a impuestos cedidos.
IMPUESTO SOBRE TRANSMISIONES PATRIMONIALES Y ACTOS JURIDICOS
DOCUMENTADOS: Transmisiones Patrimoniales: exenciones: aportaciones de los cónyuges
a la sociedad de gananciales: alcance de la exención: aportación de bien privativo de uno de
los cónyuges a la sociedad de gananciales a título oneroso: exención procedente: examen de
la doctrina jurisprudencial.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ Extremadura desestima el recurso
contencioso-administrativo interpuesto contra Resolución del TEAR Extremadura de 28-112003, recaída en reclamaciones núm. 06/357/2001 y 06/914/2002, relativas al Impuesto
sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
En Cáceres a veintiséis de junio de dos mil seis.
Visto el recurso Contencioso-Administrativo núm. 617 de 2004, promovido por el Letrado
de la Junta de Extremadura, en nombre y representación de la Junta de Extremadura,
siendo demandada la Administración General del Estado, representada y defendida por el
Sr. Abogado del Estado; recurso que versa sobre: Resolución del Tribunal EconómicoAdministrativo Regional de Extremadura de fecha 28-11-2003, recaída en la REA núm.
06/357/01 y 06/914/02, promovida por D. Augusto.
Cuantía 2.821,43 Euros.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO Por la parte actora se presentó escrito mediante el cual interesaba se tuviera
por interpuesto recurso Contencioso-Administrativo contra el acto que ha quedado
reflejado en el encabezamiento de esta sentencia.
SEGUNDO Seguido que fue el recurso por sus trámites, se entregó el expediente
administrativo a la representación de la parte actora para que formulara la demanda, lo que
hizo seguidamente dentro del plazo, sentando los hechos y fundamentos de derecho que
estimó pertinentes y terminando suplicando se dictara una sentencia por la que se estime el
recurso, con imposición de costas a la demandada; dado traslado de la demanda a la parte
demandada de la Administración para que la contestase, evacuó dicho trámite interesando
se dictara una sentencia desestimatoria del recurso, con imposición de costas a la parte
actora.
TERCERO Recibido el recurso a prueba, se admitieron y practicaron todas las propuestas,
obrando en los ramos separados de las partes, declarándose concluso este período, se pasó
al de conclusiones, donde las partes evacuaron por su orden interesando cada una de ellas
se dictara sentencia de conformidad a lo solicitado en el suplico de sus escritos de
demanda y de contestación a la misma, señalándose seguidamente día para la votación y
fallo del presente recurso, que se llevó a efecto en el fijado.
CUARTO En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones
legales.
Siendo Ponente para este trámite la Ilma. Sra. Magistrada Dª Elena Mendez Canseco.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO Se somete a la consideración de la Sala, la legalidad de la Resolución dictada por
el Tribunal Económico-Administrativo Regional de Extremadura, de fecha 28 de noviembre
de 2003, recaída en la reclamación núm. 06/357/01 y 06/914/02, sobre Transmisiones
Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que estimando la misma que declara exenta
la aportación a la sociedad de gananciales recogida en la escritura pública de fecha 11 de
marzo de 1997, y en segundo lugar que se practique nueva peritación, en cuanto a la división
horizontal por haberse aplicado el Decreto de valoraciones retroactivamente. Considera el
actor, Junta de Extremadura que tal resolución no es ajustada a Derecho y que debe ser
anulada. La defensa de la Administración General insta la desestimación del recurso. La
codemandada no ha comparecido en el recurso.
SEGUNDO La resolución que se revisa estimó la reclamación económico-administrativa
formulada por D. Augusto, contra la liquidación complementaria, practicada por los
Servicios Territoriales de la Junta de Extremadura, practicada por el Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, como consecuencia de la
aportación de una finca urbana sita en Higuera de la Serena (Badajoz), aportada a la
sociedad de gananciales por la misma, mediante escritura pública de fecha 11 de marzo de
1997, «sin perjuicio del derecho de reembolso que pudiera corresponder». También se
practicó la división horizontal de la finca.
TERCERO La primera cuestión que se suscita en el presente recurso, se centra en
determinar si la resolución impugnada es contraria al Ordenamiento Jurídico, por cuanto
como sostiene el TEAR, el contrato que suscribió la actora con su esposa mediante
escritura pública notarial y por el que la esposa aportaba a su sociedad conyugal una finca
de la que era titular con carácter privativo, atribuyéndole carácter ganancial, y por otra
parte, se pactaba que la causa era onerosa y el contravalor de la aportación sería
indemnizado al cónyuge aportante mediante el reembolso al tiempo de la liquidación de la
sociedad de gananciales cualquiera que fuere la causa de extinción, constituye lo que el
artículo 45 B).3 del Texto Refundido del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y
Actos Jurídicos Documentados de 1993 (RCL 1993, 2849), está exenta del pago del
Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. La Administración actora sostiene que tal
contrato es una transmisión onerosa, dado que la exención prevista en el artículo 45 B).3,
sólo es de aplicación a las adjudicaciones que se produzcan a la disolución de la sociedad de
gananciales, o aportaciones sin contraprestación.
TERCERO Esta Sala había venido manteniendo el criterio contenido entre otras en
sentencia 1034/1999, de 29 de junio, recaída en el recurso núm. 1317/1996 (JT 1999, 982)
declarando que «después de la reforma del Código Civil (LEG 1889, 27), operada el 13 de
mayo de 1981 (RCL 1981, 1151), los cónyuges pueden transmitirse por cualquier título,
bienes y derechos y celebrar entre sí toda clase de contratos, de ahí que las aportaciones
de bienes privativos a la sociedad conyugal sean perfectamente admisibles, y así, el
contrato de aportación de un bien privativo a la sociedad ganancial, ha de considerarse
como un negocio jurídico equivalente a una transmisión patrimonial, en el que existe una
"traditio" o entrega, aunque sea simbólica, y una causa, que ha de ser necesariamente la
causa de sostener cargas matrimoniales, y como tal sujeta al Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y sin embargo se declara exento por aplicación del 48.1 B).3.
No ocurre lo mismo cuando tal aportación va acompañada de una entrega por parte de la
sociedad conyugal al cónyuge que aporta el bien privativo, de un valor similar. En este caso,
hay transmisión, al igual que en el caso contrario, pero hay también una verdadera
contraprestación onerosa que enriquece el patrimonio transmitente o aportante, el cual se
resarce del valor de la entrega de su bien privativo. En tal caso no le resulta de aplicación
la exención contemplada por cuanto no nos hallamos ante una pura y simple aportación o
transmisión con la causa de sostener cargas gananciales, sino que nos hallamos ante una
auténtica compraventa, negocio que excede de la mera afectación de bienes. Tratándose
por tanto de una transmisión onerosa, estará sujeta al Impuesto». Sin embargo ya en
recursos anteriores procedió a cambiar el criterio a la vista de la Sentencia dictada por el
Tribunal Supremo en interés de Ley dictada el 2 de octubre de 2001 (Recurso de casación
en interés de la Ley núm. 8857/1999 [RJ 2001, 8930]), cuya fundamentación pasamos a
reproducir y a asumir como fundamentación de nuestra decisión: «Las aportaciones de
bienes y derechos verificadas por los cónyuges a la sociedad conyugal gozan de exención en
el ITP, a tenor de lo prescrito tanto en el artículo 48.I.B).3 del Real Decreto Legislativo
3050/1980 (RCL 1981, 275, 651) como en el 45.I.B).3 del actual 1/1993 (RCL 1993, 2849).
Y ello se refiere a todos los actos en virtud de los cuales cada cónyuge adscribe un bien
propio al régimen de administración, aprovechamiento y cargas inherente al régimen
económico conyugal. B) Esta ha sido la tesis mantenida, para todo tipo de aportación de
bienes, desde la entrada en vigor del Decreto, 1018/1967, de 6 de abril (RCL 1967, 933,
1400). Antes del mismo, regía el Texto Refundido aprobado por el Decreto de 21 de marzo
de 1958 (RCL 1958, 795, 941), cuyo artículo 2.XX sujetaba al Impuesto las Aportaciones de
bienes dotales estimados hechas por la mujer a la sociedad conyugal; con la puntualización,
en el artículo 3-A-28, de que gozaban de exención las aportaciones de bienes hechas por el
marido a la sociedad conyugal y las que realice la mujer en calidad de dote inestimada y de
parafernales. El Reglamento aprobado por el Decreto de 15 de enero de 1959 (RCL 1959,
273, 484, 616) decía, paralelamente, en su artículo 5.XX, que estaban sujetas al Impuesto
las aportaciones de bienes dotales estimados, quedando exentas, según el artículo 6-A-28,
las aportaciones de bienes hechas por el marido y las realizadas por la mujer en calidad de
dote inestimada y de parafernales. Es decir, en uno y otro Texto, sólo se sometían a
tributación las aportaciones de la dote estimada, buscando, así, acomodarse a lo
establecido en el artículo 1346.2 del CC (LEG 1889, 27)(que señalaba que se transfería al
marido el dominio de los bienes de la dote estimada aunque, en realidad, sólo era deudor de
su importe?). En el Decreto 1018/1967, no se hacía referencia expresa, como acto sujeto, a
las aportaciones de los cónyuges a la sociedad económica conyugal, a la que, además, a los
efectos de que se hace mención, no se la consideraba como sociedad propiamente dicha
(saliendo, así, al paso de lo indicado en el artículo 1395 del CC, cuando ordenaba la
aplicación a la sociedad de gananciales, de modo subsidiario, de las reglas del contrato de
sociedad). Y, en el artículo 65.2.15 de dicho último Texto, se fijaba la exención de las
aportaciones de bienes y derechos verificadas por los cónyuges a la sociedad conyugal, de
una manera generalizada, sin distinguir, ya, entre dote estimada e inestimada. C) Desde
entonces, pues, debe considerarse que gozan de exención todas las aportaciones de los
cónyuges a la sociedad conyugal. Y así se llega al artículo 48.I.B).3 del Real Decreto
Legislativo 3050/1980 y al precepto de igual apartado del actual artículo 45 del Real
Decreto Legislativo 1/1993. De modo y manera que el régimen de exención se da, no sólo
después de la Ley 11/1981 (RCL 1981, 1151), reformadora del CC, sino, con anterioridad, a
partir del Decreto 1018/1967. Lo acontecido desde la modificación entronizada en el CC
por la Ley 11/1981 es que, en la actualidad, es factible otorgar capitulaciones matrimoniales
antes y después del matrimonio (artículo 1326 del CC), por lo que toda aportación
efectuada por los cónyuges al matrimonio, goza de exención, aunque se efectúe una vez
celebrado el mismo, siempre que se trate de "verdaderos actos de aportación al régimen
económico matrimonial", es decir, como ya se indicó anteriormente, con la calidad de
afección a todos los efectos económicos matrimoniales. En la actualidad es viable que los
cónyuges puedan transmitirse por cualquier título bienes y derechos y celebrar, entre sí,
toda clase de contratos (a tenor de lo prescrito al efecto en los artículos 1323 y 1458 del
CC). Ante ello no era posible, por mor de la prohibición recíproca tanto de donaciones entre
cónyuges ("ex" artículo 1334 del CC anterior a la Ley 11/1981) como, salvo excepciones, de
compraventas ("ex" artículo 1458 del CC anterior a la Ley 11/1981). Y, desaparecidas en la
actualidad dichas prohibiciones y limitaciones, es obvio que cualquier transmisión o donación
efectuada entre cónyuges estará sometida a tributación ordinaria, sin gozar de exención,
pues tales operaciones son ajenas, como tales, a todo acto de aportación al régimen
económico matrimonial. Interpretados, así, los artículos referenciados, 48.I.B).3, del Real
Decreto Legislativo 3050/1980 y 45.I.B).3 del Real Decreto Legislativo 1/1993, es
perfectamente correcta y conforme a derecho la fórmula empleada en los mismos, y
carece, por tanto, de virtualidad la tesis o la doctrina legal patrocinada, en los términos con
que ha sido expresada, por la Xunta de Galicia recurrente».
CUARTO A la vista de la doctrina expuesta y que al margen de otras consideraciones, lo
cierto es que el bien de referencia, en tanto se encuentra en la sociedad conyugal, merced
a la aportación realizada, responderá de las obligaciones recogidas en los arts. 1362, 1363 y
1365 del Código Civil (LEG 1889, 27), respaldando su carácter ganancial los arts. 1.358 y
1.364 de este mismo texto legal, de acuerdo con lo establecido en el art. 2 del Real
Decreto-Legislativo 1/93 (RCL 1993, 2849) citado, asi como a una interpretación literal y
lógica de los preceptos expuestos (art. 3.1 del Código Civil), ya que disponen la exención de
las adjudicaciones que a favor de un cónyuge y en pago de sus aportaciones se verifiquen a
la disolución y que si se admite la exención de la cantidad recibida en pago de la aportación,
debe considerarse también, por este motivo, exenta la aportación, aunque sea con causa
onerosa. Lo expuesto nos obliga a desestimar el recurso interpuesto y a ratificar la
resolución del Tribunal Económico-Administrativo Regional de Extremadura impugnada,
declarando exenta por el ITPAJD la aportación del bien a la sociedad conyugal.
QUINTO La segunda cuestión suscitada es la posibilidad de aplicación del Decreto de
Valoraciones 21/98 (LEXT 1998, 68) para valorar la finca a los efectos de su división
horizontal. Entiende el TEAR que se ha aplicado retroactivamente por lo que no es factible.
En cualquier caso, esta sala ha venido entendiendo en sentencia 2193/2001 recaída en los
autos 1127/1998 (JT 2001, 1956)ratificó el Decreto 21/98 de l7 de marzo sobre
Valoraciones Fiscales, si bien estableció que «no era apto para aplicarse a los impuestos
cedidos. Aplicando esta doctrina al caso que nos ocupa, lo primero que ha de tomarse en
cuenta es que es una doctrina rigorista al objeto de evitar indefensión al contribuyente, el
cual ha de conocer los criterios en los que se basa la Administración para atribuir el valor a
los bienes transmitidos, para poder en su caso impugnar tales valoraciones. Del mismo modo
ha de poder fiscalizarse jurisdiccionalmente, para lo que es imprescindible la motivación. En
el presente caso, los criterios que utiliza el perito de la Administración son "dictámenes de
peritos" en todo caso objetivos y por ello se remite al Decreto 21/98 de valoraciones
fiscales aplicando un valor unitario, sin que en ningun momento conste por qué aplica esos
precisamente y no otros. Carece de informe en el que se detalle que se ha observado el
bien a valorar y sus características esenciales. Por ello, el método empleado por la
Administración no es mas que un texto "tipo", ya que se enumeran una serie de
circunstancias, pero no se concretan, no solo la situación relativa de la finca, no constan los
precios de mercado, como concretos y acreditados, tampoco se explica de modo suficiente
el significado de los términos empleados, ni los documentos de referencia en cuanto a las
compraventas de fincas similares. Todo ello lleva a entender que se produce al recurrente,
una auténtica indefensión imposibilitándosele no sólo su comprensión sino también, y lo que
es más importante la posibilidad de la discusión de su procedencia. Por lo expuesto procede
estimar el presente recurso y anular la Resolución recurrida debiendo retrotraerse las
actuaciones en su caso, al momento de la comprobación de valores. Asi pues, aun admitiendo
que la motivación de la reclamación objeto del mismo, fuere la contenida en la reclamación
06/148/01, esto es el Decreto de Valoraciones, la conclusión es exactamente la misma,
esto es, que no es motivación adecuada por lo que procede ratificar la Resolución
recurrida». En el caso que nos ocupa en atención a la doctrina expuesta procede en
definitiva la confirmación de la Resolución recurrida.
SEXTO Que en materia de costas rige el artículo 139 de la Ley 29/98 (RCL 1998, 1741) que
nos las impone expresamente en el caso que nos ocupa.
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación.
Por la potestad que nos confiere la Constitución Española.
FALLAMOS
Que en atención a lo expuesto debemos de desestimar y desestimamos el recurso
Contencioso-Administrativo interpuesto por la Junta de Extremadura contra la resolución
del Tribunal Económico-Administrativo Regional de Extremadura de 28 de noviembre de
2003 a que se refieren los presentes autos y en su virtud la confirmamos por ser conforme
a Derecho y todo ello, sin expresa condena en cuanto a costas.
Y para que esta sentencia se lleve a puro y debido efecto, una vez alcanzada la firmeza de
la misma, remítase testimonio junto con el expediente administrativo al órgano que dictó la
resolución impugnada, que deberá acusar recibo dentro del término de diez días, conforme
previene la Ley, y déjese constancia de lo resuelto en el procedimiento.
Así por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y
firmamos.
PUBLICACIÓN.?En la misma fecha fue leída y publicada la anterior resolución por el Ilmo.
Sr./a. Magistrado que la dictó, celebrando Audiencia Pública. Doy fe.
DILIGENCIA: Seguidamente se procede a cumplimentar la notificación de la anterior
resolución. Doy fe.
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