El Ecolife® tiene acción sinérgica entre sus componentes

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Edición 2007
Cada 100 ml de Ecolife® contém:
- Bioflavonoides cítricos + fitoalexinas cítricas + polifenoles................................................................... min. 1,66 g
- Ácido ascórbico (Vit. C)........................................................................................................................ min. 1,65 g
- Acido láctico......................................................................................................................................... min. 0,95 g
- Ácido cítrico......................................................................................................................................... min. 1,30 g
- Glicerina vegetal.................................................................................................................................. min. 6,60 g
- Vehículo inerte q.s.p................................................................................................................................... 100 ml
El Ecolife® tiene acción sinérgica entre sus componentes. Regula el vigor vegetativo, causando un mejor
direccionamiento energético para las necesidades vegetativas y reproductivas de las plantas, y por consecuencia
mejorando la resistencia natural de las plantas contra enfermedades.
Los ácidos orgánicos y polifenoles del Ecolife®, por ser de origen vegetal, son rápidamente absorbidos y
metabolizados por los propios vegetales. Los polifenoles inducen la auto-producción de fitoalexinas. Otra acción
atribuida a los polifenoles es la regulación del crecimiento vegetativo, ocasionando un mejor flujo energético para los
procesos reproductivos. Los componentes naturales del Ecolife® le confieren una acción microbiostática, auxiliando
en el equilibrio benéfico de la flora microbiana de los vegetales.
1.Para mejorar la resistencia natural de las plantas contra el estrés y enfermedades causadas por bactérias y
hongos.
La utilización del Ecolife® minimiza los riegos del desarrollo de enfermedades, esto en función de considerar:
la etapa de la cultivo, patógenos más comunes, potencial del inóculo instalado en el local del cultivo y las condiciones
climáticas favorables.
Si existir un aumento en la presión del inóculo, la dósis recomendada puede ser aumentada, evaluando
previamente el estado del cultivo para no exponer las plantas a una posible requema de su parte aérea por exceso en
la dósis. El Ecolife® también puede ser asociado a fungicidas e/o bactericidas de uso regular en pulverizaciones
intercaladas. El intervalo de las aplicaciones es de 15 días, pudiendo ser ampliado o reducido observándose las
condiciones ambientales y conforme el criterio del Ingeniero Agrónomo responsable.
En el caso de alta contaminación por hongos o bacterias se recomienda doblar la dósis y reducir el período de
la aplicación para cada siete días, siendo que el uso de defensivos continúa siendo necesario.
El producto es fácilmente absorbido por el vegetal en aproximadamente 12 a 24 horas después de su
aplicación. El producto es parcialmente translocado y después de su metabolización se obtiene un aumento en la
resistencia de los tejidos vegetales que están sobre la influencia del Ecolife®, resultando en una menor
predisposición del vegetal tratado a la ocurrencia de nuevas infecciones.
En el caso de plantas ornamentales o demás plantas cultivadas en fases de florecimiento, la dósis mínima
puede ser reducida hasta su mitad, aumentando la frecuencia de las pulverizaciones conforme el riego observado.
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Los cultivos más favorecidos por el efecto del Ecolife® son aquellos de crecimiento arbustivo, rastrero o
trepador, con mayor cantidad de tejidos no lignificados, como es el caso de las hortalizas, flores y algunas frutas.
2. Para prologar la vida útil de las frutas y hortalizas en la precosecha
El Ecolife® debe ser diluido en água de buena calidad y aplicado por medio de pulverización o nebulización,
mojando uniformemente las partes de la planta algunas horas antes de la cosecha.
Este tipo de aplicación es recomendado para frutos o hortalizas cuja forma o epidermis dificulta su secado,
tornando complejo el proceso de tratamiento poscosecha, como ocurre para las Brassicas (coliflor, brócolis) y frutas
de cáscara pilosa. Después de la pérdida de humedad superficial, el vegetal esta listo para ser cosechado y
embalado, beneficiándose de los efectos microbiostáticos y la acción prolongada del Ecolife®.
3. Para prolongar la vida útil de frutas y hortalizas en la poscosecha
La sanitización con Ecolife® en la poscosecha es eficaz en el mantenimiento de la integridad de la superficie
de los tejidos vegetales. Las frutas, hortalizas y tubérculos de casca lisa son los que consiguen mejores resultados
con este tipo de tratamiento.
Debe ser realizada una desinfección en el vegetal retirando las partes visiblemente infectadas, como cálices y
hojas externas, y lavarlo en el água limpia para eliminar resíduos orgánicos. En seguida sumergir el vegetal
rápidamente en un recipiente que contiene la solución de Ecolife®, agitando suavemente para que toda la superficie
sea expuesta a la acción del producto. En seguida, retirar y dejar escurrir el exceso de solución. Embalar el producto
solamente después de su completo secado, utilizando ventilación forzada si es el caso.
En las casas de embalaje el Ecolife® puede ser aplicado en el vegetal tanto sobre la forma de pulverización
como nebulización, atentándose para una aplicación homogénea de la solución con el producto.
El Ecolife® puede ser asociado a ceras artificiales y naturales con el objetivo de reducir la deshidratación y
mejorar la apariencia de los productos agrícolas. El Ecolife® no cambia las características organolépticas (aroma,
color, sabor y textura) y no posee efectos secundarios o contra indicaciones.
4. Para mejorar la eficiencia del crecimiento vegetativo o reproductivo:
El Ecolife® puede y debe ser utilizado en otros cultivos que son susceptibles a ese modo de acción,
incluyendo algunas fructíferas y granos. En estos cultivos el producto debe de ser aplicado en la pre-floración y en la
floración o hasta mientras el llenado de granos y frutos. Para conseguir los resultados deseados pueden ser
necesarias varias aplicaciones a intervalos regulares. Las dósis para esta aplicación varían de 0,3 a 1 litro por
hectárea en cada aplicación.
Banana
500 ml a 1 litro / ha
Pulverizar a cada 20 días en los períodos de mayor predisposición para la ocurrencia de enfermedades
(período lluvioso). Aplicar junto con aceite mineral, pero nunca exceder 50% del aceite en la mezcla.
Fresas
200 ml / 100 litros de água
Pulverizar quincenalmente hasta el inicio de la cosecha y semanalmente después del inicio de la
cosecha. Para mayor conservación de los frutos pulverizar en la precosecha y cosechar cuando los frutos
ya estén secos.
Frutas
100 a 200 ml / 100 litros de água
Consultar el criterio del Ing. Agrónomo responsable.
Hortalizas
50 a 100 ml / 100 litros de água
Consultar el criterio del Ing. Agrónomo responsable.
Mango
750 ml / ha
En cuatro aplicaciones en conjunto con las aplicaciones de nitrato, en las inducciones de florada.
Soja
0,5 litro / ha
Aplicar la primera vez en el inicio de la florada e la segunda 18 a 25 días después de la primera aplicación.
Uva
150 ml / 100 litros de água
Pulverizar quincenalmente desde la florada. No mezclar el producto con el caldo bordales. En períodos
lluviosos aplicar semanalmente.
Aplicación en la
poscosecha
80 a 150 ml / 100 litros de água
Realizar inmersión rápida del producto. Para pulverización utilizar dosis mayores. Embalar el material
siempre bien seco. Consultar el criterio del Ing. Agrónomo responsable.
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Por se tratar de un producto formulado con ingredientes de origen natural, ser atóxico, bien como por su
mecanismo de acción, el Ecolife® es un producto que se integra perfectamente al sistema del cultivo orgánico, sin
interferéncias en el macro y en el micro ambiente adyacente al cultivo tratado. Aplicado profilácticamente ten efecto
revigorante, bacteriostático y fungistático.
En el cultivo orgánico, el Ecolife® puede ser utilizado, de manera única o alternada, en todas las aplicaciones
descritas anteriormente. La aplicación de caldos y extractos debe ser siempre hecha por pulverización en días
distintos, de preferencia después de la aplicación del Ecolife®.
Por ser considerado atóxico el Ecolife® puede ser aplicado inmediatamente antes o después de la cosecha
como higienizante de frutas y hortalizas. No posee efectos secundarios, siendo su uso seguro a la salud humana y al
medio ambiente. No tiene período de carencia.
- Toxicidad oral aguda:
DL50 mayor que 5,00 ml/kg de peso corpóreo del animal testado.
- Prueba de toxicidad molecular:
No provoca daños a la proteína o a la cédula/ADN de mamíferos. No
mutagénico.
- Irritabilidad cutánea:
No es irritante en las concentraciones indicadas para uso
- Irritabilidad Ocular:
Levemente irritante.
1. Compatibilidad: el Ecolife® es muy estable y puede ser utilizado mezclado con defensivos no iónicos o catiónicos,
aceites y adhesivos agrícolas. No debe ser mezclado con productos que contengan altas concentraciones de
metales o productos alcalinos. La mezcla con abonos foliares debe ser hecha con mucho cuidado, debiéndose
realizar un pre-teste en pequeña parcela de el área a ser tratada para evaluar riesgos de requema de las plantas. El
pH indicado de la solución con Ecolife® situase entre 4,0 a 6,5. El uso de águas alcalinas o la adición de substancias
de carácter básico reduce la eficiencia del Ecolife®. Nunca utilice el producto en sistemas de hidroponía o
fertirrigación, pues los ácidos orgánicos del Ecolife® pueden interferir negativamente en dicha solución nutritiva. La
utilización de aguas duras reduce su eficacia.
2. Preparación del caldo: el Ecolife® debe ser añadido a la mitad del volumen de agua recomendada para la
aplicación. Añadir el restante del agua sobre agitación suave. La agitación excesiva de la solución con Ecolife®
puede presentar espuma, ocurrencia normal y que no interfiere en la acción del producto. Otros productos añadidos a
la solución con Ecolife® deben seguir la orientación del fabricante. Aplicar en tiempo máximo de 24 horas después de
preparada la solución.
3. Aplicación del Ecolife®: en el caso del tratamiento por inmersión recomiendase que el cambio de agua sea
periódico, pues el aumento de la materia orgánica en el medio puede reducir la eficiencia del tratamiento. En el
tratamiento poscosecha de frutas por pulverización o nebulización aplicar la solución con Ecolife®, evitándose que
ocurra escurrimiento de la misma. Para pulverización en el campo, utilizar boquillas cónicas con presión adecuada,
permitiendo un perfecto recubrimiento del vegetal a ser tratado. La pulverización o nebulización debe de ser hecha en
temperaturas de hasta 35 °C, sin presencia de vientos fuertes y con humedad relativa del aire de ~ 60 %. La
ocurrencia de lluvias en hasta 12 horas después de la pulverización reduce la eficiencia del tratamiento.
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El Ecolife® es biodegradable y atóxico;
No es corrosivo, volátil o inflamable;
Con el tiempo, la coloración puede cambiar para marrón, no interfiriendo en la acción del producto;
No tiene período de carencia para aplicaciones pre y poscosecha.
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- Mantener el Ecolife® en su embalaje original y bien cerrado;
- Conserve el embalaje en local seco y fresco;
- Mantenga el producto lejos del alcance de los niños, personas no responsables y animales domésticos.
- Mismo siendo atóxico, los residuos del Ecolife® no deben ser lanzados en manantiales, pues pueden
actuar negativamente en huevos y larvas de peces, debido a su bajo pH.
- Los embalajes vacíos deben ser inutilizados y descartados en lugares especiales y apropiados para
recolección de embalajes de defensivos agro-químicos.
- Recomiéndase el uso de equipos de protección individual (gafas, guantes, sombreros, botas y overoles),
evitando siempre el contacto directo, ya que existen individuos alérgicos o muy sensibles a la acidez.
- Por su origen cítrica, la piel en contacto con Ecolife® y expuesta de inmediato al sol puede adquirir manchas
leves, las cuales desaparecen en pocos días.
- En el contacto accidental con los ojos, el pH bajo puede causar irritación. Entonces, de inmediato, lave con
bastante água potable y busque orientación médica, llevando en manos el rótulo del producto Ecolife®.
Los bioflavonoides son compuestos naturales encontrados en todos los vegetales. Actualmente la ciencia ya
reconoce la existencia de más de 8.000 bioflavonoides en la naturaleza.
Los bioflavonoides son originados de un complejo metabolismo en el vegetal, responsable por la producción
de lignina, antocianinas y fitoalexinas. Son substancias antioxidantes, que normalmente acompañan la vitamina C en
el vegetal, estabilizando su acción.
Las substancias antioxidantes actúan como secuestrantes de radicales libres, auxiliando en la quelatización
de metales.
Los bioflavonoides aumentan la resistencia del vegetal contra la infección por patógenos, pues posee acción
similar a las fitoalexinas.
La vitamina C es un constituyente obligatorio en el crecimiento. Su existencia en el vegetal está directamente
correlacionada con sus funciones vitales en la cedula, como la respiración, crecimiento, fotosíntesis y división celular.
El ácido ascórbico posee una excelente estabilidad cuando está asociado a los bioflavonoides.
Las fitoalexinas son producidas regularmente por los vegetales y conocidas de los pesquisadores desde la
década de 40. Son compuestos orgánicos de bajo peso molecular que son producidas y se acumulan en el vegetal
después de la infección por un patógeno o un estrés ambiental. Las fitoalexinas poseen acción antimicrobiana.
Algunas substancias pueden inducir la producción de las fitoalexinas. Estas substancias son conocidas como
elicitores. Entre los elicitores orgánicos podemos citar el ácido ascórbico y los bioflavonoides. Siendo también los
bioflavonoides precursores de las fitoalexinas.
La idea de uso de productos inductores de fitoalexinas está en el hecho de que en la naturaleza la enfermedad
es excepción y no la regla.
Cuando un patógeno inicia la colonización en el vegetal, iniciase una guerra química, donde por un lado el
vegetal inicia la producción de fitoalexinas y, por el otro, el patógeno intenta degradar estas fitoalexinas.
Las fitoalexinas no son las únicas herramientas de los vegetales contra los patógenos. El vegetal posee
también una serie de otros mecanismos. Todavía, las fitoalexinas son una de las más poderosas armas de los
vegetales contra patógenos.
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Entre los factores más importantes para la ocurrencia o no de la interacción patógeno X hospedero está la velocidad
de acúmulo de fitoalexinas por parte del vegetal y en la velocidad y capacidad del patógeno en degradar las
fitoalexinas producidas por el vegetal.
Caso la producción de fitoalexinas por el vegetal sea superior a la capacidad de degradación del patógeno, la
velocidad de infección será pequeña o no irá a ocurrir.
Diversas prácticas culturales adoptadas con el objetivo de aumentar la productividad interfieren en la
producción de fitoalexinas, como, por ejemplo, la aplicación de abonos, principalmente el abono nitrogenado, y el uso
de herbicidas.
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