Queridos amigos y amigas: Esto da un poco de corte, sinceramente

Queridos amigos y amigas:
Esto da un poco de corte, sinceramente. Quiero decir, invadir vuestra privacidad a través del correo electrónico para hablar, básicamente, de mí mismo, de lo que pienso, de cómo veo el mundo. Pero lo cierto es que vivimos unos tiempos tan bordes, tan ásperos,
tan injustos, que habría que estar un poco muerto por dentro para
no rebelarse. Y la rebelión (cívica, pacífica, cordial, alegre….) en Albacete se llama Ganemos. Debemos ser el cambio que queremos,
decía Gandhi.
Todos los candidatos y candidatas que participamos en las primarias de Ganemos compartimos lo fundamental: un programa que
está siendo el resultado de la elaboración colectiva y un procedimiento organizativo irreprochable desde el punto de vista democrático. Sinceramente, creo que
nadie puede darnos lecciones. Por lo tanto, si estas cartas tienen un sentido no es el de hacer
propuestas programáticas propias, sino más bien mostrar cuáles son nuestros énfasis personales
o nuestros acentos distintivos. De modo que… allá van los míos dichos francamente, sin camuflajes ni rebozos:
1.
Defiendo la importancia de las ideologías. Las ideas pueden estar muy bien, pero si no
se estructuran en forma de un esquema que permita interpretar la realidad y marcar
objetivos, se quedan en meras ocurrencias.
2.
Soy de izquierdas. Rechazo los transversalismos políticos. La izquierda interpreta la desigualdad como un fenómeno social insoportable e intolerable. La derecha, por el contrario, celebra la desigualdad no sólo como un rasgo consustancial al ser humano, sino
como un factor de progreso. Y aquí no hay medias tintas.
3.
Quizá porque soy profesor, considero que el objetivo último de la acción política debe
ser el mejoramiento educativo y cultural de las personas. Como decía García Lorca, todos los niños tienen derecho a “medio pan y un libro”.
4.
Opino que la memoria histórica debe constituir el cimiento del proyecto colectivo que
estamos construyendo. La amnesia es una estrategia política injusta y torpe. Al respecto, creo que estamos especialmente en deuda con la obra de gobierno de la II República
y con las personas y las organizaciones políticas y sindicales que lucharon contra la dictadura.
5.
Abomino de los tribalismos que carcomen las organizaciones de izquierdas. Lamento
que en ocasiones invirtamos la mayor parte de nuestras energías en atacarnos mutuamente y autodestruirnos. Por el contrario, estoy convencido de que la diversidad ideológica nos puede hacer crecer como organización. Estoy a vuestra disposición para sumar y multiplicar. No me busquéis para restar o dividir.
En fin, no hace falta decirlo: informaos bien y votad a quienes en conciencia mejor se ajusten a
vuestra forma de ver y estar en el mundo. Y a partir del día 15, salga quien salga, al tajo. Ya lo dijo
una vez Saramago: “Hay dos súper potencias: EEUU… y tú.”
Un saludo.
Javier Sánchez Gutiérrez