18. Las colectivizaciones agrarias en el Bajo Aragón

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COMENTARIO DE TEXTO.
Las colectivizaciones en el bajo Aragón.
Título: Las colectivizaciones en el bajo Aragón.
Naturaleza del texto: Texto de carácter socio-político.
Fuente: Secundaria.
Cronología: 2005.
Temática: Historia política y social.
Autor: H. Tomas.
Destinatario/ Finalidad: la comunidad científica. Dar a conocer el proceso
de colectivización en el bajo Aragón.
Contexto Histórico.
Entre Julio y Septiembre de 1936, el Estado republicano fue incapaz de
controlar su propio territorio, debido a la sublevación misma y a la
presencia de poderes locales revolucionarios desde el principio de la
rebelión.
En la zona republicana se puso en marcha una revolución espontánea
liderada fundamentalmente por los sindicatos UGT y la CNT, por medio de
Comités, Juntas o Consejos. El Comité de Milicias Antifascistas, dirigido
por la CNT y creado en Cataluña impulsará un proceso de revolución social
durante la guerra que proponía cambiar el sistema de propiedad y destruir
el Estado. Este proceso revolucionario también se extendió en otras zonas
de la España republicana ( Valencia, Asturias) pero sobre todo en Aragón y
Cataluña.
Entre Agosto y Septiembre de 1936 empezó el proceso de colectivización,
espontánea en algunos casos, y en otros impuesto por las columnas
anarquistas desde Cataluña. Se colectivizaron aquellas tierras que habían
sido abandonadas por sus propietarios o habían sido incautadas por los
revolucionarios a quienes consideraban burgueses reaccionarios.
Unas 150.000 personas de diversas localidades se agrupan en estas
colectividades y estas a su vez en federaciones comarcales ( Alcañiz,
Alcorisa, Caspe...). El órgano que coordinaba a todas las federaciones
comarcales era el Consejo de Aragón creado en 1936. Su sede se situó en
Fraga y después en Caspe.
La composición y funcionamiento del Consejo se decidió en una reunión de
la CNT en Alcañiz, y se nombró presidente del Consejo Joaquín Ascaso.
Para conseguir la legalización del Consejo de Aragón dentro de la II
República, se presentó un documento al presidente del Gobierno, Largo
Caballero. En Diciembre de 1936 se legalizó y en Enero del 1937 se
nombró a Joaquín Ascaso representante político de la República en Aragón.
ANÁLISIS DEL TEXTO.
El texto analiza el proceso de uno de los hecho más importantes ocurridos
en el Aragón republicano en la Guerra Civil, que fue la experiencia
anarquista de la colectivización de la tierra en el bajo Aragón; esto
significaba: incautarla trabajarla en común y distribuir el producto en partes
iguales. Fue una realización concreta de la ideología anarquista, donde no
existía la propiedad privada, ni las clases sociales, ni el Estado, primando
los criterios de autogestión.
A través del texto se dan a conocer como se llevaban a cabo el proceso de
reparto de alimentos entre las familias que componían la colectividad y
como se funcionaba en ese modelo de autogestión ( alquileres, servicios
gratuitos), con la abolición del dinero, aunque luego fue sustituido por
vales o bonos, o reapareció con el pago de un “ salario normal” o en
algunas colectividades se emitieron moneda propia como la de Hijar (
Teruel).
La conquista del poder por los trabajadores, de lo que habla el texto, es una
de las experiencias más novedosas que se pusieron en marcha en la zona
del Frente Popular.
Hacer la guerra y la revolución simultáneamente se convirtió en el
programa de la CNT, la FAI, el POUM y algunos sectores de la UGT, y la
mayoría de los experimentos revolucionarios y anarquistas, sobretodo las
colectivizaciones se llevaran a cabo especialmente en el bajo Aragón a la
que pertenece el texto.
Las actuaciones de estas colectividades no solo fue económica, sino
también actividades sanitarias, educativas, sociales...
Ante el signo de los acontecimientos posteriores- enfrentamiento y ruptura
entre la CNT y el POUM por un lado y PSOE y el Partido Comunista en
Mayo de 1937 con la consiguiente caída del gobierno de Largo Caballero.
El nombramiento de Juan Negrín ( Mayo del 1937 hasta Febrero del 1939)
que formó gobierno solo con los partidos políticos, traerá consigo la
disolución del Consejo de Aragón en agosto del 1937, ya que ante la
evolución de la guerra, pretendía la centralización del poder republicano,
por tanto se restringieron las colectivizaciones y se redujo el poder obrero.
Adoptó una economía de guerra, regulando la producción agrícola a partir
de las tierras colectivizadas para garantizar el abastecimiento de las
ciudades.
VALORACIÓN.
Resulta contradictorio que la sublevación militar, que supuestamente
pretendía evitar la revolución, lo que hizo en realidad fue provocarla.
El proceso de colectivización de tierras en el bajo Aragón va a ser un hecho
novedoso e irrepetible en nuestra historia. Esta experiencia será acogida de
buen grado por los grupos de jornaleros y propietarios muy pobres,
mientras que los grupos más acomodados debieron asumirla por la fuerza,
por lo tanto el problema de la tierra y sus soluciones, no satisfizo a todos
los implicados, y no debe olvidar los enfrentamientos entre jornaleros y
propietarios a lo largo del período republicano y la difícil solución al
conflicto.
Estas colectivizaciones agrarias son plasmación del ideario anarquista
fundamentalmente, en un momento crucial que es la guerra civil, y por lo
tanto consideran que es la oportunidad para hacer la revolución, aunque se
desconoce que tuvieran una buena planificación real para hacer efectiva la
destrucción del Estado, la propiedad y el cambio de toda la sociedad
española.
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