Diego Méndez (1918-‐2014), veterinario, pasó su juventud

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 Diego Méndez (1918-­‐2014), veterinario, pasó su juventud en Venezuela y al regresar a España, comenzó criando unos magníficos Ponys Welsh, que eran la admiración de toda Europa. Casi al mismo tiempo, se dedicó a la cría también de buenísimos caballos de Pura Raza Española que exportó a varios países, como Australia. Socio fundador de la AECCA, su corazón estuvo siempre al lado del Caballo Árabe, su ganadería fue reconocida en todo el mundo y ganó varias veces, además de numerosos campeonatos internacionales, el Campeonato del Mundo en París por dos veces. Juez Internacional muy reconocido y querido, desarrolló esta labor en muchísimos países., Su gracia contando chistes era legendaria y aunque su conocimiento del inglés era escaso, se entendía a la perfección tanto en Estados Unidos, como en Qatar, en Alemania, en fin, en todo el mundo y era conocido por Don Diego. Su gran pasión por el caballo de Pura Raza Árabe y sus magníficos ejemplares, exportados a todos los continentes, pusieron durante muchos años al Caballo Árabe Español en una posición muy destacada. De su primer matrimonio tuvo varios hijos y casado en segundas nupcias con María del Carmen Santiago, con ella encontró la compañera ideal para compartir sus aficiones el campo, los caballos árabes y los perros. Don Diego fue un gran viajero, muy observador, gran amigo de sus amigos y dispuesto a compartir sus grandes conocimientos sobre el Caballo Árabe con quién le quisiera escuchar. Fue uno de los primeros ganaderos de Pura Raza Árabe, que en busca de la perfección y la mejora de su ganadería, importó caballos árabes de otros países y de diferentes líneas de sangre para utilizarlos como sementales en su yeguada y así seleccionando, poder competir en los ámbitos internacionales, lo cual consiguió y durante muchos años. Le vamos a echar mucho en falta, por su gran personalidad, su gracia, su sapiencia, por lo divertido que era y sobretodo por ser uno de los mejores criadores de caballo árabes del mundo. Descanse en paz. 
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